Gabrielle había vuelto a la aldea para cumplir con su promesa, la que había hecho justo
un año atrás, las cuatro amigas juntas sé habían comprometido que pasara lo que pasara
volverían a verse en el próximo festival de la canción amazona, Gabrielle, Xena, Lilian
y Claudia habian hecho un juramento que volverían a verse en esa aldea. La barda
pensaba como habían cambiado las cosas, ella estaba sola, no sabía si Xena volvería, si
se acordaría de aquella promesa, Lilian era toda una Reina y Claudia, ¡dioses! Claudia
ya no estaba, había muerto. Estaba tan triste como había venido, después de la
separación de Xena no encontraba consuelo en nada pensó que este viaje le haría bien
pero el solo hecho de pensar que Claudia y Xena ya no estaban a su lado la puso peor.
Estaba más delgada no comía como antes, el dormir era un suplicio así que cada vez lo
intentaba menos y eso se notaba en su aspecto físico, estaba muy triste. Pero cuando
vio a Ephiny su alegría comenzaba a asomarse lentamente, aunque ya no era la misma, el
corazón roto duele mucho y cuesta salir adelante, cuando se ama tanto como ella amaba a
Xena, es más, ahora tendría que dar a cada rato explicaciones de porque Xena no estaba
con ella, Ephiny se acercaba para abrazarla y darle la bienvenida, la barda estaba a
punto de correr, quería irse, estaba desesperada, no aguantaría el contar todo lo
sucedido este último año, habían pasado cosas muy dolorosas
Pero Ephiny conoce bien a Gabrielle y vio el dolor en su rostro, al no ver a la
guerrera, pensó lo peor, ¿Xena había muerto?, La abrazo fuerte.
Ephiny: Gabrielle, bienvenida, te extrañamos tanto, hacia tiempo que no venias,
pero todas dijimos que seguro llegarías para el festival.
La barda solo sonrió y la siguió abrazando fuerte, sin soltarla, Ephiny sintió el
temblor del cuerpo de esa pequeña mujer y temió lo peor, lo que había imaginado, así
que no pudo más y le pregunto.
Ephiny: tranquila todo va estar bien, ¿qué pasa Gabrielle?, por los dioses, me
asustas, ¿dónde esta Xena? (Gabrielle tembló aun más y comenzó a llorar, Ephiny la
consoló lo mejor que pudo, la barda no paraba de llorar, Ephiny se desesperó, quería
una respuesta así que la separó y la miró a los ojos, que ya estaban rojos de tanto
llorar, y volvió a preguntarle) ¿dónde esta Xena? ¿le pasó algo malo? Dímelo, habla
Gabrielle.
La barda como pudo comenzó a articular palabras que no se entendían muy bien, pero
alcanzó a decir:
Gabrielle: Xena está bien, es solo que me dejó (y volvió al llanto).
Ephiny: ¿Cómo que te dejo? Es un error, ustedes no pueden estar separadas, se
aman con locura.
Gabrielle: sí Ephiny, ella me dejó, es muy largo para explicar y ahora no puedo.
Ephiny: si Gabrielle, tienes razón, ven, vamos a tu cabaña, a todas les gustara
verte, no te preocupes nadie te hará daño aquí. Sabes, ya casi están todas las demás
reinas vamos a tener una fiesta espectacular, aquí te divertirás, y comerás, estas más
delgada que la última vez.
Gabrielle: no tengo mucho apetito últimamente.
Ephiny: ¡¡¡Gabrielle!!!! ¿eres tú???!!! (y le hizo cosquillas en el estómago),
jajaja. (la barda solo sonrió, Ephiny pensó que sería muy difícil para su amiga volver
a sonreír, sin Xena sabía que Gabrielle moriría lentamente, pero que diablos le habrá
picado a esa guerrera siempre haciéndola sufrir, es tan bruta que no se da cuenta que
Gabrielle la ama en serio, con locura, que no puede vivir sin ella, ¡¡maldición!!, esto
último lo dijo en voz alta sin darse cuenta)
Gabrielle: Ephiny ¿qué te pasa? ¡¡¿tú diciendo malas palabras?!!
Ephiny: lo siento, es que me duele un poco el pie, y volví a pisar mal.
(Gabrielle hizo una mueca de no te creo nada) en serio mira ¡uy! Como duele.
Gabrielle: entonces será mejor que descanses cuando lleguemos a la cabaña.
Ya estaban entrando y todas las amazonas se acercaron a darle la bienvenida a Gabrielle,
pues era muy querida, no había nadie que no quisiera a la barda, su corazón tan puro
había llegado a todas, Gabrielle se sintió sofocada por tantos saludos, pero al menos
por un momento se olvidó de su dolor, en ese momento se acercó Lilian, quien era Reina
en ausencia de Gabrielle.
Lilian: Gabrielle, que gusto volver a verte, te extrañamos mucho, me alegra que
estés aquí, como buena amazona siempre supe que eras de palabra y cumpliste tu promesa,
volver al festival. (se abrazaron fuerte y unas lágrimas corrieron por las mejillas de
ambas, estaban muy emocionadas con el recuerdo de lo que fue el último festival,
especialmente por Claudia, y para Gabrielle también por Xena, aun Lilian no sabia que
Xena no había venido, por eso le preguntó enseguida al no verla al lado de Gabrielle)
¿y Xena dónde esta? ¡¡esa guerrera!! ¡¡quiero darle un fuerte abrazo!!
Gabrielle: lo siento Lilian, Xena ya no viaja conmigo. (su voz ya se cortaba)
Lilian: es una broma ¿no?. ¿dónde esta?
Gabrielle: es cierto crees que estoy para ¡¡bromas!! (subió el tono de su voz,
pues ya estaba cansada, el viaje, el no dormir, no comer y encima dar tantas
explicaciones en un solo día la estaba poniendo de muy mal humor)
Lilian: tranquilízate, es solo que yo... Bueno... Veo que estas cansada, será
mejor que te des un baño y descanses.
Gabrielle: sí, gracias.
Lilian dejo a la barda en su cabaña y dio la orden para que le prepararan el baño,
cuando iba a retirarse Gabrielle la llamó.
Gabrielle: Lilian, yo... Lo... Siento, no quise gritarte, estoy muy cansada, y
triste, Xena me dejó, y eso me tiene muy mal, sabes cuanto la amo, no como, no duermo,
no vivo, respiro hasta que los dioses lo digan, pero ya no vivo, sin ella no puedo
vivir... (y comenzó a llorar de nuevo, Lilian se acercó y la abrazó fuerte)
Lilian: shhh, shhh, tranquilízate, ya todo pasará, verás que vuelve, ¿cuánto
hace que se separaron?
Gabrielle: tres meses, y aun no ha vuelto, me dejó para siempre.
Lilian: pero que bicho le pico, sé que es rara, pero ¿dejarte?
Gabrielle: no quiero hablar porque lo hizo, aun no estoy preparada, pero lo hizo,
dice que no merece mi amor, que es mala, y siempre lo será, que me hace daño
constantemente y yo siempre la perdono, pero yo lo hago porque la amo, me duele tanto
este amor, y no puede entender que me es más difícil vivir sin ella que con ella, esta
convencida que es mala para mi, que me destruyó la vida. ¿puedes creer eso? Se lo dije
mil veces ella me dio la vida, sin ella no vivo, pero no pude convencerla y una mañana
me desperté y ya no estaba me dejó un pergamino donde me decía que fuera feliz... ¡¡¡¡qué
fuera feliz!!!! ¿cómo puedo serlo sin ella? Dímelo, dímelo, por favor, no sé que voy ha
hacer, estoy tan sola, tan mal, ya no quiero vivir...
Lilian: Gabrielle no digas eso, aun tienes muchas amigas, sé que no son como
Xena, pero puedes encontrar el amor de nuevo, si ella se fue, tal vez, no sé algo le
debe haber pasado, algo muy grave.
Gabrielle: pasó algo grave, pero yo ya la perdone, y no me cree, te juro que la
perdone.
Lilian: pero... ¿qué te hizo?
Gabrielle: lo siento aun no estoy lista para contarlo...
Lilian: ¿No confías en mí?
Gabrielle: es que...
Lilian: lo entiendo, sé que a la única persona que le confiarías algo, ya no
esta para darte su apoyo, su comprensión, su corazón, su amor, como lo hacia siempre en
forma incondicional, las ayudó tantas veces, pero Claudia ya no está, así que si
necesitas otra amiga para confiar, puedes hacerlo conmigo, con gusto te escucharé
cuando tu quieras...
Gabrielle: gracias. (se abrazaron y las lágrimas volvieron a rodar). Creo que
mejor me doy ese baño, ya lo necesito.
Lilian: si relájate, si necesitas alguna otra cosa me avisas, te quiero mucho
Gabrielle, Claudia siempre me decía que eras una mujer muy especial, y no se equivocó,
casi nunca se equivocaba al juzgar a las personas, me alegro de conocerte, espero que
seamos grandes amigas.
Gabrielle: ya lo somos. ¿así que hablaba de mí? ¿y te decía que era una mujer?,
Siempre me llamo niña, era su niña especial (una mirada de melancolía se puso en sus
ojos tan hermosos, que aun estaban rojos por el llanto), bueno, será mejor que me bañe.
Son muchas emociones para un solo día.
Lilian: sí. (Abrió la puerta y dejó pasar a la amazona con el agua para el baño,
y se retiró de la cabaña dejando a solas a Gabrielle, sola con sus pensamientos,
puestos en Claudia... en Xena, en el festival... habían pasado tantas cosas en solo un
año... Pero aun sentía que tenía gente que la quería como Ephiny y Lilian... Sonrió y
comenzó a desnudarse, se dio cuenta que había bajado mucho de peso, se metió en la tina
y se relajó, pensando en los baños que se daba junto a Xena... ¿dónde estás mi amor?
¿dónde estás? Espero que vengas al festival, que cumplas tu promesa, aquella que
hicimos las cuatro, sé que te producirá dolor al no ver a Claudia, tus recuerdos te
atormentan, piensas que también eres la culpable de su muerte, y ahí vas otra vez,
siempre te sientes culpable por todo, Xena vuelve, te amo, te extraño, te amo... Amor...
Y de pronto su mente vago por los recuerdos de nuevo, cuando se tiraban agua a los ojos,
cuando temblaba con cada roce de su cuerpo, de sus manos que le frotaban la espalda,
cuando tomaba su oreja y la lavaba con fuerza, eran pequeñas cosas, pero ahí es donde
se ve el gran amor que me tenías, que me tienes, espero que aun me ames como yo te amo
a ti Xena... Te amo...)
Y luego de un buen rato, pues no podía sacarse de la mente a Xena, en todos lados
sentía a la guerrera, se fue de la tina y comenzó a vestirse, pues ya era hora para la
reunión de reinas, debía ponerse su mejor traje, aunque si no estaba Xena para ver su
belleza, no tenía para quien hacerlo, pero debía ponérselo igual, así era el ritual, se
cambio lentamente.
Mientras tanto en la aldea había un gran alboroto, Lilian se acercó para saber que
pasaba, era Xena... todas las rodeaban pues traía cinco canastas llenas de pescados,
por los dioses pensó Lilian.
Lilian: Xena... Xena... (todas se fueron abriendo para dar paso a su Reina)
Xena... Qué alegría verte, pensé que te habías olvidado.
Xena: ¡Me ofendes! Siempre cumplo mis promesas, también me da gusto verte. (Se
abrazaron efusivamente) te traje pescados para el festival, sé que siempre tienen muy
buen apetito.
Lilian: gracias, Xena, son un montón, estuviste pescando siglos...
Xena: tengo muchas habilidades, además no tenía mucho que hacer, la pesca me
tranquiliza (y al decir esto su mirada buscaba a alguien y Lilian lo notó)
Lilian: sí, esta aquí, sé esta dando un baño, esta muy mal, muy cansada, me dijo
que la dejaste... (el resto de las amazonas se fueron dispersando, llevando los
pescados, y los tres caballos que trajo Xena, incluída Argo)
Xena: sí, nos separamos, era lo mejor para ella.
Lilian: ¿Lo mejor? Xena sabes lo que dices, ¿estás loca?, lo mejor para ella
¡¡¡eres tú!!!, Sin ti no vive... Si la vieras sabrás que te digo la verdad.
En ese momento Gabrielle sale de su cabaña, rumbo al salón principal para la reunión de
reinas, estaba hermosa, era la barda de siempre. A más de una que la vio salir de su
cabaña y caminar tan suavemente se le había caído la mandíbula, entre ellas a Xena.
Lilian: Xena, ¿qué pasa? ¿te quedaste con la boca abierta? Parece que viste a...
¡¡¡Gabrielle!!!, está hermosa ¿no lo crees?.
Xena: sí, por supuesto, pero me dijiste que sufría por mí, no parece...
Lilian: bueno hoy se arregló un poco mas que de costumbre, pero mírala bien,
esta más delgada.
Xena: sí, le queda bien, es hermosa de cualquier forma, mi bardo. (y una lágrima
se asomó en los ojos de la guerrera, ella no lloraba en público, así que se contuvo y
la lágrima se desvaneció rápido, para Xena era ser débil el llorar, aunque se moría de
ganas de hacerlo, de correr hacia Gabrielle y abrazarla, no se movió, se quedo perpleja
ante la presencia de Gabrielle, su corazón latía como el galopar de mil caballos, pero
tenia que ser fuerte, no podía bajar sus defensas ahora, aunque significara ser infeliz
el resto de su vida sabía que Gabrielle no la merecía, merecía a alguien mejor, que la
ame y se lo demostrara a cada momento, alguien que no le hiciera tanto daño como lo
hacía ella, de pronto la voz de Lilian la saco de sus pensamientos.
Lilian: Xena, ¿no vas a saludarla?, es lo menos que puedes hacer...
Xena: sí Lilian lo haré, pero antes quisiera darme un baño.
Gabrielle seguía rumbo al salón, cuando se paró pues sentía algo en su corazón, una
presencia, y fue girando lentamente y la vio, murmuro para sí... Xena... Xena... aunque
estaban lejos, podía sentir el corazón de su guerrera, y Xena el de ella, sus ojos se
cruzaron y quedaron un buen rato paradas mirándose a los ojos, ninguna de las dos se
movía, hasta que Lilian le dijo:
Lilian: Xena acércate, qué esperas.
Xena comenzó a caminar hacia Gabrielle, iba despacio pues las piernas le temblaban,
cuando estuvo mas cerca se perdió en los ojos color esmeralda, hacia tanto que no los
veía, bueno en realidad sí los veía cada noche en sus sueños, pero tenerla así tan
cerca, su cuerpo tembló, no tenia palabras, solo le dijo:
Xena: hola Gabrielle... (en un susurro, que la barda apenas escucho)
Gabrielle: hola Xena (dijo con la voz entrecortada, pero no lloró, se dijo así
misma después del baño que no volvería a llorar mientras estaría en la aldea, era un
festival y había que divertirse, no podía mostrar tristeza en su alma, tenía que
cumplir el papel de reina, y una reina triste era una mala influencia para las amazonas)
me alegra verte (dijo mas seria).
Xena: a mí también Gabrielle. (la guerrera aun no salía de su asombro, estaba
frente a Gabrielle, hizo un gesto como para abrazarla, pero la barda se alejó un poco,
como diciéndole que no lo haga, pues Gabrielle ya no quería llorar, lo había hecho
durante mucho tiempo, y si Xena la abrazaba sabía que eso volvería a ocurrir y ¿para
qué?, si después se iría de nuevo y otra vez se quedaría con el corazón roto, hecho
pedazos, pues Xena le había enseñado muchas cosas en todo el tiempo que habían estado
juntas, pero nunca le había enseñado como olvidarla, como vivir sin ella, pero ya era
hora de aprender).
Gabrielle: que bueno que aun cumples tus promesas, bueno... Disculpa tengo una
reunión de reinas y sabes como es esto no puedo llegar tarde, soy la anfitriona.
Xena: ¡Oh! Sí, por supuesto, ¿nos vemos luego?
Gabrielle: puede ser, pero más tarde, tengo mucho que hacer por acá, mañana
comienza el festival y...
Xena: entiendo... Hasta pronto...
Gabrielle: adiós...
Y ambas al darse la espalda para alejarse dijeron al mismo tiempo en un susurro el
nombre de la otra.
Xena: ... Gabrielle...
Gabrielle: ... Xena....
Gabrielle entró al salón todas se levantaron para dar la bienvenida a la Reina, a la
dueña de casa, entró con mucho orgullo, su corazón estaba otra vez en marcha, había
visto al amor de su vida y no lloró por el dolor, pensó que algo había cambiado en su
interior, había crecido, pensó si podría vivir sin el amor de Xena, allí en su aldea se
sentía bien, sabía que la amaban y tal vez sería ¿feliz?. Sabía en el fondo de su
corazón que se estaba engañando pero debía seguir adelante, ya no podía llorar mas por
Xena, ella había tomado la decisión de dejarla, su corazón, el cual ya no sentía, se
estaba volviendo duro, tal vez así podría soportar tanto dolor.
El resto de la reunión pasó entre comentarios, de las demás aldeas, risas por diferentes
situaciones que iban contándose, melancolía por los recuerdos de quienes ya no estaban,
de las guerras, y especialmente del festival, pues estaban todas allí para divertirse y
sobre todo ganar el premio. Habian juntado durante el año, denarios y provisiones entre
todas las aldeas, la aldea que ganara se llevaría todo, era una linda forma de
incentivar a la unión amazona, todas luchando por lo mismo, como una vez les dijo
Claudia hacia justo un año, cuando gano el festival y dio su maravilloso discurso,
muchas de esas reinas no podían creer que Claudia había muerto, que ya no estaba, pues
en el poco tiempo que duro ese festival se había ganado el corazón y la sonrisa de
todas, era una excelente persona. A la barda se le llenaron los ojos de lágrimas cuando
contó lo que había pasado, y para sí misma, se dijo: diablos otra vez estoy llorando,
aunque no sea por Xena, ahora es por Claudia, también la amaba y me dejó, porque será
que todos a los que más amo se van, ¡¡¡me dejan!!!. El resto de las reinas se dieron
cuenta del dolor de Gabrielle así que cambiaron de tema enseguida, todas comenzaron a
reír por algún que otro chiste, todas menos tres, Gabrielle no salía de su estado de
tristeza, Lilian tampoco, el recordar a Claudia también le hizo mal, y una tercera, una
reina de nombre Selva (su aldea era nueva en el festival) que había quedado
conmocionada, preocupada, sorprendida por la historia que había contado Gabrielle,
quería saber mas sobre esa mujer que decían había muerto hacia un año, pero al ver la
tristeza en el rostro de ambas no quiso preguntar, tendría que averiguar por otro lado.
Mientras tanto Xena ya se había bañado, y estaba dando vueltas por la aldea, todas las
amazonas querían hablar con la guerrera como lo hacían siempre que volvía, querían
saber como luchar y esas cosas, todo lo que a Xena le encantaba explicar y hacer,
mostrarles sus habilidades. Y así llego la noche, ella y Gabrielle no sé habian vuelto
a ver.
De pronto llamaron a todas para cenar y se reunieron en el centro de la aldea pues eran
muchas, y allí se volvieron a encontrar, Gabrielle estaba con Lilian, Ephiny y Susan
(esta era la amazona que estaba detrás de Lilian ya la conocían desde la última vez que
habian estado allí, a Xena no le caía muy bien, le traía mala espina, no le gustaba) en
una mesa, al entrar Xena, Lilian la llamó para que se sentara con ellas, Gabrielle la
miró de reojo.
Lilian: ¿Te molesta Gabrielle? (le dijo bajito)
Gabrielle: no, no me molesta.
Lilian: ven Xena, siéntate, que quieres comer, tenemos de todo hasta ¡¡pescado!!
Xena: (sonrió), te agradezco pero pescado por ahora ¡¡no quiero ni verlo!!
Ephiny: me imagino, después de lo que trajiste, estarás por mucho tiempo para no
querer ver y oler el pescado de nuevo... Jajaja...
Xena: muy graciosa, es que no tenía nada que hacer, y pensé que les vendría bien,
para alimentar a todas estas fieras... ja...
Gabrielle seguía comiendo lentamente, sin mirar a nadie. Xena se sentía incómoda,
Lilian también pues le había pedido ella a la guerrera que se sentara a la mesa y
Gabrielle ni la miraba.
Ephiny: ¿Y Xena? ¿qué vas a comer?
Xena: un poco de guiso esta bien, hace tiempo que no como guiso... (Claro la que
siempre cocinaba era la barda, con sus guisos de conejo, o cordero la volvía loca, no
dejaba nada en el plato, y desde que se separó de Gabrielle, Xena no volvió a comer
guiso, por que ella cocinando no es tan buena como la barda).
Gabrielle: sí, dicen que hay escasez de conejo. A nuestras amazonas, me estaban
comentando, les costó bastante encontrar algunos.
Xena: es que yo los maté a todos, pero no encontré a nadie que me los cocinara,
(en un susurro)... Como tú... (y ambas se miraron por primera vez en la mesa, Xena le
sonrió y Gabrielle le devolvió la sonrisa).
Gabrielle: es un secreto de familia, no cualquiera lo sabe, este sabe bien pero
le falta ese secreto...
Lilian: para mí esta bien, bueno cuando lo pruebe Xena nos dirá que le falta.
Ephiny: aquí tienes Xena, buen apetito...
Xena: gracias, Ephiny, eres muy amable. (comenzó a probar el guiso) mmmmm, esta
delicioso, hace tanto que no como esto, mmmmm... le falta mas cebolla, pero está bien...
Lilian: ¿Es cierto Gabrielle?
Gabrielle: sí lo es, yo le pongo más cebolla... Bueno, si también después de
tanto tiempo que le hice mis guisos no se da cuenta que le falta cebolla tendría que
matarla... ¿no creen?
Lilian, Susan y Ephiny se pusieron a reír...
Xena: ¡¡Sí!! ¿no?. Después de tanto tiempo juntas algo creo que te conozco.
Gabrielle: ¿Solo algo Xena?
Xena: no barda, te conozco muy bien.
Ambas se quedaron mirando en silencio, un silencio que pareció eterno para ellas y que
fue roto por Susan quien hasta ahora no había entrado en la conversación, pues a ella
no le gustaba mucho la guerrera y esa entrometida Reina.
Susan: cambiando de tema porque hablar de comida no es mi fuerte, quiero saber
quién de las dos dará el premio a la aldea ganadora, no crees que es justo que lo haga
Lilian, ¿Gabrielle?
Lilian: (interrumpió), Susan como te atreves, ella es la Reina.
Susan: para mi tú eres la Reina, ella no está nunca, viene y te quita ese
derecho como si nada, no es justo. (dijo con furia)
Lilian: Susan por los dioses, cállate.
Gabrielle: esta bien Lilian, ella tiene razón, yo vengo cuando quiero, pero a
partir de ahora me quedaré mas tiempo, pues este será mi nuevo hogar (a Xena se le
paralizó el corazón, el guiso se le congeló en el estómago, un dolor profundo entró en
su cuerpo y alma, la barda no iba a volver con ella, pues Xena ya se estaba decidiendo
en pedirle que siguieran juntas pero ante esta declaración Xena ya no sabía que hacer,
sabía en su interior que se lo tenía merecido, pero pensó que Gabrielle se iría con ella
después del festival, aunque no hubieran hablado, sabía que el amor de la barda no
había cambiado y el de ella tampoco, se dio cuenta que en todo este tiempo que estuvo
separada de la barda no vivió, no comió, no durmió, al igual que Gabrielle, de pronto
otra vez una voz la saco de sus pensamientos)
Susan: ¿Qué quieres decir con eso que te vas a quedar? ¿Lilian no será mas la
Reina?
Gabrielle: eso luego lo veremos. Y por lo pronto si, me quedaré a vivir con
ustedes aquí.
Ephiny y Lilian se levantaron para abrazarla, Xena y Susan se quedaron en sus asientos,
Xena con dolor, Susan con rabia.
Gabrielle: me alegra que les guste que me quede, aquí seré feliz (miró de reojo
a Xena, quien tenía la cabeza baja y no pudo mirar a Gabrielle)
Susan: deberán hacer un reto, para saber quién de las dos es más capaz para ser
la Reina, no porque llegas se te va a dar el reino así nomás... Lilian es mejor que tu,
ella nos ha llevado a un estado de paz, de prosperidad, tu nunca hiciste nada de eso.
Xena: (quien no había hablado desde hacia rato la increpó) porque yo no la dejé,
siempre la llevé conmigo, nunca se quedó el tiempo suficiente para hacer algo mas por
su aldea, pero ¿sabes una cosa? Gabrielle hizo mas por todas ustedes que cualquiera
porque las veces que estuvo aquí las defendió con uñas y dientes, ante cualquier
enemigo que hubo en su momento, tú no sabes nada de Gabrielle (comenzó a subir el tono
de voz), no eres quién para juzgarla, y ¡¡sí!! hizo algo por su aldea, sí que lo hizo,
¿quién te crees que trajo la paz con los romanos en esta zona?, ¿quién te crees que
tuvo la idea junto con otra amiga, que ya no está, para hacer este maravilloso festival?,
el unir a las demás aldeas, para fortalecer la nación amazona, ¿fue Lilian? ¿fui yo?
¿fuiste tú? ¡¡no!! ¡¡¡fue Gabrielle!!!. Y si ella lo desea, debe ser la única Reina de
esta aldea, es una mujer fuerte, inteligente y sobre todo tiene un gran corazón, algo
que tú, Susan, no tienes, tiene el don de saber escuchar a la gente, de cuidarla, de
curarla, no solo una Reina habla de guerras, también tiene que hablar con el corazón y
¡¡¡¡¡¡eso es algo qué a Gabrielle le sobra!!!!!!. Lo siento Lilian no quiero
menospreciarte, sé que eres buena, pero no eres Gabrielle. (Lilian le tomó el brazo a
la guerrera para que se relajara un poco, la conversación había subido de tono y no
querían llegar a algo mas para defender cada una a su Reina, Xena a Gabrielle y Susan a
Lilian)
Lilian: te entiendo Xena, ya tranquilízate, ¿eh?, Susan ya entendió (y le hizo
un gesto a Susan para que se disculpe)
Susan: lo siento... Pero creo que aun Lilian debe ser la reina...
Lilian: Susan... Por todos los dioses...
Gabrielle: ¡¡¡Ya basta!!!, ¡¡¡es suficiente!!!, no quiero quedarme para crear
problemas, solo quiero vivir en paz, ser un poco feliz, no me importa ser la Reina,
puedes quedarte con el título, con lo que quieras (todo lo que dijo Xena en su defensa,
le había calado hondo en el corazón, quería estar con su amada, pero sabía que aun no
era el momento, necesitaba un tiempo para ella sola, tomar sus propias decisiones, la
emocionó hasta lo más profundo de su ser, la forma en que la defendió Xena, sabia que
la amaba con locura, nunca la había visto hablar así de ella, de "sus habilidades", se
levantó para retirarse)
Xena: Gabrielle, yo...
Gabrielle: lo sé Xena, lo sé... Me voy a descansar a sido un día muy largo,
necesito estar sola, me disculpan...
Xena: si, descansa...
Ephiny: te acompaño. Yo también voy a descansar.
Susan: si será mejor que también nos vayamos nosotras, Lilian vamos. (y la miró
con odio a Xena, sus ojos quemaban, los de la guerrera no se quedaron atrás también la
miraba con odio, si las miradas mataran estarían ambas en graves problemas)
Lilian: sí vamos, que descanses Xena (le dio un beso en la mejilla, algo que
enfureció aun más a Susan)
Xena: que descanses Lilian...
Gabrielle: (rumbo a su cabaña junto a Ephiny) que día largo estoy rendida.
Ephiny: hoy sí que vas a dormir con una sonrisa en los labios.
Gabrielle: ¿Qué dices?
Ephiny: vamos Gabrielle, te conozco, te encantó como te defendió Xena, te
derretías al escucharla, estabas embobada mirándola como hablaba de ti, creo que la
guerrera cuando quiere sabe hablar, por los dioses esa mujer si que te ama con toda su
alma.
Gabrielle: lo sé... Me quedé tonta, dura, no podía creerlo, me sentí la mujer
más feliz del mundo, Xena defendiéndome no con una espada, ni con su chakram, sino con
las palabras, me conmovió, prometí no llorar mas, pero esta vez lloraré de alegría, me
ama Ephiny, sé que me ama...
Ephiny: claro que sí, aunque ahora parezcas una tonta enamorada, también eres mi
Reina preferida, mi mejor amiga... Te quiero mucho Gabrielle... (ambas se abrazaron y
se despidieron en la puerta de la cabaña de Gabrielle)
Gabrielle ya en su cabaña no dejaba de pensar en las palabras de Xena, en su rostro tan
bello, y se dijo que esa noche sí dormiría feliz, como dijo Ephiny con una sonrisa en
los labios, algo que no hacia en mucho tiempo.
Xena por su parte, también estaba estremecida por como había defendido a la barda, de
esa maldita, odiaba a esa mujer Susan, pero cuando pensaba en Gabrielle su rostro
sonreía feliz, sé que te hice mucho daño Gabrielle, pero sin ti no puedo vivir, y creo
que tu tampoco, aunque me dolió profundamente tu cambio, eso de quedarte aquí, que este
será tu hogar, cuando me decías que tu hogar, tu familia, tu vida era yo, me quedaré el
tiempo que tú te quedes, quiero que vuelvas conmigo mi amor, espero que pronto estemos
juntas de nuevo, miró a las estrellas, y le dijo buenas noches Gabrielle...
En ese momento la barda también se acostaba y como todas las noches también dijo...
Buenas noches Xena... Apoyó su cabeza en la almohada y se quedó dormida con una sonrisa
feliz.
Xena también se recostó, pero no podía conciliar el sueño, ella estaba preocupada por
lo que había dicho Gabrielle, hasta que Morfeo por fin la hizo caer en sus brazos y se
durmió.
En tanto en la cabaña de Lilian y Susan las cosas no estaban tan bien.
Lilian: Susan, ¿qué te ha pasado?, como te atreves a cuestionar así a una Reina,
Gabrielle, es la Reina Amazona de esta aldea, yo solo la reemplazo, ya lo sabes, ¿por
qué tanta furia?. ¡¡contéstame!!
Susan: porque es injusto, y además que es eso de darle un beso a esa maldita
guerrera, como que lo hagas otra vez, te juro que...
Lilian: ¡¡¿Qué?!! Vas a pegarme como lo hiciste una vez, te advierto que no te
lo permitiré de nuevo, si lo intentas te dejaré, te lo prometo.
Susan: lo siento... No me dejes, por favor, no podría vivir sin ti, sabes que te
amo, es solo que no me gusta que andes por ahí besando a cualquiera.
Lilian: ¿Besando a cualquiera? Ni que fuera por ahí besando a todas, estas mal,
tus celos te hacen muy mal, ves cosas donde no las hay, te quiero mucho pero así no
puedo seguir debes cambiar.
Susan: te prometo que lo haré, pero justo besaste a esa maldita.
Lilian: ¡¡Ya basta!! ¿por qué le dices maldita?, es Xena... Una gran amiga, hizo
mucho por nosotras junto con Gabrielle.
Susan: si también mató a muchas de nosotras.
Lilian: eso fue hace mucho.
Susan: y por eso debo olvidarlo, ¿acaso te olvidaste de Claudia?... (pronunció
el nombre con rabia)
Lilian: toda tu ira siempre termina en lo mismo, en Claudia. Pues te diré que
¡no! Sabes bien que no podría olvidarme de Claudia.
Susan: si lo sé, a ella la amabas y a mi solo me quieres de a ratos...
Lilian: no seas injusta, estoy contigo porque te quiero, porque te necesito,
pero a este precio no, no quiero que me celes mas, cada persona que se me acerca es una
amenaza para ti, y la vida no es así, siempre estaré contigo.
Susan: porque ella murió, si no estarías con ella.
Lilian: no, no lo estaría, entre Claudia y yo nunca paso nada te lo dije mil
veces, (mentía pues con Claudia había tenido su primera vez, Susan la quedó mirando
pues aun recordaba aquel día en que las vio entrar juntas a la cabaña de Lilian, y
seguro no era solo para hablar) ella amaba a otra persona, me lo dijo una vez y fue
suficiente.
Susan: suficiente para que, si no la olvidaste nunca, aun la amas.
Lilian: ¡¡Ya basta!! Déjala de nombrar, no quiero escuchar mas su nombre, estoy
contigo y punto, ¿me amas? Bien, entonces estará todo bien entre nosotras, pero deja
esa actitud, quiero que seas feliz, quiero hacerte feliz. Te quiero mucho.
Susan: lo dices para que me sienta mejor.
Lilian: lo digo porque lo siento así, te amo, todo este tiempo estuviste siempre
allí, cuando más necesite de un hombro para llorar, para tomar mis decisiones, siempre
estuviste allí, en este tiempo comencé a enamorarme de ti, te amo Susan, te juro que es
así. (beso apasionado y un abrazo fuerte, muy fuerte, ambas terminaron en la cama,
amándose hasta tarde luego el sueño las venció, pero no todas las que estaban en la
habitación durmieron esa noche, pues esa escena fue vista por un par de ojos, que
miraban asombrados, oídos que habían escuchado mucho dolor, trato de no hacer nada de
ruido, para no despertarlas, pero no podía ir a ningún sitio, debía quedarse allí a
pasar la noche sin que la vieran, pues ella la verdad esperaba encontrarse con otra
situación, a solas con Lilian, debía permanecer en silencio hasta que se vaya Susan).
Y así llegó la mañana, el sol ya se asomaba por la ventana, Susan se levantó primero,
se vistió y se fue a ver como andaban los preparativos para el festival, pues
comenzaría esa noche. Se despidió de Lilian con un beso quien ya comenzaba a levantarse
de la cama.
Susan: te espero en el salón para tomar el desayuno.
Lilian: sí, en un rato estoy por allí.
La puerta sé cerro y así llegó la oportunidad que estuvo esperando durante toda la
noche ese par de ojos. Lilian fue sorprendida por unos brazos fuertes que la sujetaron
desde atrás, una mano tenía en su cintura acercándola a su cuerpo y con la otra le tapó
la boca para que no gritara, Lilian se puso tensa al principio, quería soltarse pero el
brazo era fuerte y apenas pudo moverse, de pronto sintió en un susurro decir su nombre
junto a su oído, la hizo temblar hasta los huesos, sintió miedo, luego asombro, después
se relajó y se fundió en esos brazos, como tanto tiempo estuvo soñando, ¡¡dioses!! ¿era
un sueño? No podía ser cierto lo que le estaba pasando, había soñado muchas veces con
ella, pero nunca había sido tan real. La mano que tapaba su boca se fue deslizando
hacia su cintura, respiró aliviada pero aun temblaba, y otra vez escuchó esa Voz: no
tiembles, soy real...
Lilian: déjame verte, lo necesito...
Voz: aun no, déjame quedarme un rato así, quiero sentir tu cuerpo...
Lilian se relajó aun más contra ese cuerpo que respiraba en su nuca, sentía el palpitar
de ese corazón en su espalda, era extraño y maravilloso a la vez, volver a sentir ese
cuerpo, esa voz...
Lilian: ¡¡¡Por los dioses déjame verte!!! (ya no era un pedido era una orden, no
aguantaba más esa situación, necesitaba salir de la duda, quería verle los ojos)
Voz: shhhh, cálmate, ¿tan desesperada estas?. Anoche no parecías tan alterada.
Lilian: ¡¡Por los dioses!! ¿estabas aquí?, ¿cuánto hace que estas aquí?
Voz: el tiempo suficiente, para saber que has hecho durante este ultimo año.
Lilian: yo...
Voz: te entiendo, no tienes que darme explicaciones, como dijiste entre tú y yo
nunca pasó nada, solo quiero que seas feliz, y si ella te da esa felicidad, es lo mejor
para mí.
Lilian: déjame verte, por favor...
Y giró despacio y se encontró con esos hermosos ojos color café, que tanto adoraba, no
pudo mas que abrazarla y llorar.
Lilian: ¡¡¡¡Estas viva!!!!, pensé que eras un fantasma, un producto de mi
imaginación como tantas veces me pasó... Te extrañé tanto, te amo...
Y acercó sus labios para besarla, pero Claudia le dijo que eso no estaba bien, pues
ella ahora era la pareja de Susan.
Lilian: es solo un beso... De amigas, solo te pido eso.
Claudia: es que si te beso una vez, luego me pedirás mas, pues lo hago muy bien...
jajajaja...
Lilian: aun sigues siendo tú, te extrañé tanto, tu sentido del humor (y le dio
el beso que quería, fue suave, lento, ambas sintieron que querían mas, querían explorar
mas allá de sus bocas, pero Claudia se separó a tiempo).
Claudia: ¡¡Wow!!, será mejor que hablemos, tengo muchas cosas que contarte, pero
antes vete a desayunar no quiero que nadie sepa que estoy aquí, solo tú y yo, y quita
esa sonrisa de tu rostro, van a pensar que algo te paso, bueno podrás decir que se la
debes a Susan... Termina de vestirte y vete.
Lilian: (¿estará celosa? pensó) Sí ya voy, pero quédate aquí que nadie te vea,
volveré tan pronto termine, tienes muchas cosas que decirme.
Claudia: tu también, que es eso de Gabrielle y Xena, ¿están aquí?
Lilian: sí, por lo visto todas cumplimos nuestra promesa. Sabes, ellas estas
separadas, Gabrielle te necesita, paso algo grave entre ellas pero no quiere contarme,
esta muy triste.
Claudia: no Lilian, no quiero verlas más, ambas me defraudaron.
Lilian: defraudarte ¿en qué?, pero... bueno me voy luego me cuentas... Estoy tan
contenta, ¡por Artemisa!, es increíble que estés aquí.
Claudia: sí, sí vete...
Lilian: ya me voy es que... No puedo creerlo ¿en serio eres real?
Claudia: después del beso ¿aun lo dudas?
Lilian: no, por supuesto que ¡¡¡no!!!. Adiós.
Claudia: adiós, oye, tráeme algo caliente para tomar me duele un poco el pecho,
y algo para comer me estoy muriendo de hambre, pero sé cuidadosa que nadie te vea.
Lilian: sí lo haré, además no soy tonta estas hablando con una Reina. ¿te sientes
mal? Me quedaré contigo.
Claudia: no, vete, vete... tráeme lo que te pedí.
Claudia se quedó en silencio viendo por la ventana como se alejaba su amiga, se
alegraba mucho de verla de nuevo, pero ahora debía hacer un plan para averiguar bien
quién fue la que la quiso matar, en su mente solo estaba Xena, pues era lo último que
ella había visto en la cueva, pero en su corazón quería pensar que eso había sido
producto de su imaginación, Xena no podía odiarla tanto como para matarla, sabía que
odiaba a Cesar, pero el hecho de que fuera su hermana sabía que había enfadado mucho a
Xena, pero aun no podía creer que intentaría matarla y casi lo logra. Aunque ella
jugaba con la ventaja que su asesina pensaba que realmente la había matado. Tenía un
punto a su favor para averiguar algo mientras era solo un recuerdo para muchas.
En el salón estaban todas desayunando Lilian estaba sonriendo por todos lados.
Xena: ¿Qué pasa Lilian?, te noto muy alegre, ¿hubo una buena reconciliación?
Lilian: ¡¡¿Eh?!! ¡oh! sí, es por eso, la pasé muy bien anoche (y le guiñó un ojo)
Xena se sonrojo, y pensó en la barda, yo también me levantaba así de feliz cuando
estaba con ella, cuando había pasado una de esas noches maravillosas junto a Gabrielle,
el amor es hermoso, lástima que cuando lo pierdes duele tanto. En ese momento entró la
barda, también traía una sonrisa en su rostro.
Gabrielle: hola Xena.
Xena: hola, parece que la sonrisa es contagiosa, ¿tu también tuviste una noche
de reconciliación?
Gabrielle: ¡¡Oh!! Sí, claro.
Xena: ¿Y con quién? (los celos ya la estaban matando).
Cuando Gabrielle le iba a contestar Lilian la interrumpió.
Lilian: ¡¡Hola Gabrielle!!. Buenos días. (le dijo con su mejor sonrisa)
Gabrielle: hola Lilian, buenos días para ti también. Que buen humor que tenemos
hoy, ¿a eso te referías Xena?.
Lilian: sí Xena me dijo porque sonreía tanto, le dije que porque tuve una buena
reconciliación anoche. ¿y tu Gabrielle por qué sonríes?
Xena: ¡Me estaba por contestar cuando tú interrumpiste! (enojada)
Lilian: lo siento Xena, ¡ah! Ya veo, quieres saber con quién se reconcilio, hay
muchas amazonas que quisieran reconciliarse con Gabrielle...
La cara Xena ya no era de muchos amigos y conociéndola bien Gabrielle por fin hablo.
Gabrielle: esta bien Lilian, me reconcilie con el sueño, hacia tiempo que no
dormía bien, y anoche por fin pude hacerlo. (pensando en ti guerrera como me defendiste
anoche).
Lilian: pues deberías hacerlo más seguido, hoy te ves estupenda.
Gabrielle: tu también. Tus ojos tienen un brillo especial, parece que la amas
mucho.
Lilian: ¡Ah! Si, estoy de acuerdo en todo.
Gabrielle: Lilian te dije otra cosa, ¿en qué estas pensando?, te dije que la
amas mucho.
Lilian: ¿A quién?
Gabrielle: ¿A quién diablos va a ser?, ¡¡a Susan!!
Susan: ¿Hablaban de mí?
Gabrielle: ¡Oh! Sí estábamos diciendo lo feliz que haces a Lilian, ¿no es
cierto?
Lilian: sí, sí claro. Eso es.
Gabrielle y Xena querían saber dónde tenía puesta la cabeza su amiga, obvio que no era
en la conversación y menos en Susan.
Lilian: disculpen, voy a desayunar tengo mucha hambre, me llevaré algo a mi
cabaña.
Susan: pero como... ¿no desayunas con nosotras?
Lilian: luego nos vemos, tengo que hacer algunos escritos y no tengo tiempo,
necesito estar sola para poder escribir mejor, tu Gabrielle que eres bardo, sabes que
el silencio es salud.
Gabrielle: ¡Oh! Sí claro, cuando te baja la musa debes estar en silencio, no sé
si sola, yo nunca estuve sola mientras escribía.
Lilian: por supuesto siempre estuviste con Xena, pero ella es tu inspiración.
Gabrielle: (se sonrojó y le protestó) ¡¡¡Lilian!!!
Xena sonrió por lo bajo, le encantaba ver a su bardo colorada.
Susan: ¿Entonces yo soy la tuya, amor?
Lilian: sí claro que sí, no debes dudarlo, pero ahora necesito estar sola,
espero que lo entiendas, me llevaré el desayuno.
Susan: yo te lo alcanzo.
Lilian: no, te dije que estaré bien, lo llevo yo, tu encárgate del resto de las
cosas, ¿ya pusieron las sillas para el público?
Susan: aun no, lo iba hacer después.
Lilian: bien, empieza con eso, tu Xena la podrías ayudar, así hacen más rápido.
Xena: sí, todo sea por el festival. (dijo seriamente).
Susan: ¿Y tú Gabrielle que harás?
Gabrielle: yo voy a desayunar, y pasearé por la aldea, para eso soy la Reina.
Susan: sí. (no por mucho tiempo maldita, pensó).
Xena vio la reacción de esa mujer, odiaba a todo el mundo, no le gustaba para nada,
pero era mejor tenerla cerca para vigilarla, pues sospechaba que algo malo podía hacerle
a Gabrielle, pobre de ella si toca a su bardo.
En tanto en la cabaña de Lilian:
Lilian: ¿Estás aquí?
Claudia: sí, ¿dónde me iba a ir?
Lilian: bueno, pregunté por las dudas, toma te traje el desayuno, nadie me siguió,
como me pediste.
Claudia: gracias, la verdad tengo mucha hambre.
Lilian: bueno, dime dónde estuviste, porque no quieres que te vea nadie, a toda
la aldea le gustaría saber que estas viva, muchas te quieren mucho, se alegrarían de
verte.
Claudia: no todas.
Lilian: ¿Qué quieres decir?
Claudia: es largo...
Lilian: tengo todo el tiempo del mundo para escucharte, así que empieza.
Claudia: ¡¡Uff!!, esta bien, ¿recuerdas lo que pasó hace un año?
Lilian: como no recordarlo, ¡¡tú moriste!!, el dolor se adueñó de mi alma, y no
fui la única, Gabrielle estaba desesperada, y Xena, ¡¡por los dioses!! ¡Xena! Como
lloraba, nunca la había visto llorar a la Princesa Guerrera, y menos de esa forma,
obvio que lo hizo en silencio, yo la vi de casualidad, estaba sobre una roca cerca del
lago, lloraba tan desconsoladamente que no quise molestarla con su dolor, ellas sí que
te aman, Gabrielle pasó días encerrada en su cabaña, algo enojada con Xena, porque,
bueno, viste como te trató ese día, se pelearon y todo eso. Pero cuéntame que sucedió
realmente.
Claudia: realmente aun no lo sé, porque mi corazón se niega a ver la verdad que
mis ojos vieron, mi alma está muy dolorida, confié en una amiga, va... creí que era mi
amiga y me pagó de la peor forma con la traición y la muerte al mismo tiempo. Te
contaré lo que pasó, después que pelee contra Xena y la dejé tirada en el piso,
¿recuerdas?
Lilian: sí.
Claudia: cuando me di vuelta una flecha me traspasó el hombro, no sabía de dónde
había venido, hubo un gran alboroto en la aldea, porque la mayoría me respetaba y no
podían entender quién quería matarme.
Lilian: sí lo recuerdo.
Claudia: cuando te fuiste, la sanadora me dijo la verdad que tanto temía, la
flecha estaba envenenada.
Lilian: sí, y no me lo dijiste, te odie por eso, siempre haciéndote la fuerte, y
no piensas en lo que sienten los demás. Te juro que si te encontraba te mataba yo por
alejarte así de mí, ¡¡¡¿por qué diablos te fuiste?!!!
Claudia: lo siento, debía irme, no quería causar mas problemas, sabía que si me
quedaba la aldea se dividiría, algunas a mi favor y otras a favor de Xena, no quería
que eso pasara después de luchar tanto por la unión amazona, después del festival tan
hermoso que habíamos tenido no podía quedarme.
Lilian: ¿Pero no te importó lo que yo sentía?,
Claudia: sí, pensé en ti, pero no podía decírtelo, no me dejarías ir, y yo
necesitaba irme, lo siento, sé que estuve mal, pero se dio así. Bueno, sigo, cuando te
fuiste de la cabaña de la sanadora y ella me dijo que estaba envenenada, le pedí por
favor que no se lo dijera a nadie, que yo estaría bien, me dijo que tenia un antídoto
pero que no era suficiente, y para hacer mas antídoto necesitaban algunas hierbas que
había que ir a buscarlas algo lejos y no les daría el tiempo, entonces le pedí a la
sanadora que no dijera nada a nadie que me marchaba en ese mismo instante, y
encontraría en el camino las hierbas que me serviría para ir parando el veneno.
Lilian: pudiste haber muerto, ¿por qué no confiaste en nosotras? Gabrielle, y yo
hubiéramos dado nuestra vida por ti, hubiera encontrado la solución, las hierbas
necesarias, sabes que Xena es muy buena con todo eso, ella lo hubiera encontrado, es
más las encontró.
Claudia: ¿Cómo que las encontró?
Lilian: sí, la sanadora no cumplió con su palabra, no guardó silencio, apenas te
fuiste le avisó a Ephiny y ella fue hacia el lago en donde estábamos todas tratando de
averiguar que había pasado y le dijo a Xena que la flecha estaba envenenada. Me
desesperé, sentí un dolor inmenso en mi corazón, Xena la tomó del cuello pensando que
mentía no podía ser cierto, no sabíamos que hacer, Xena enseguida nos dijo que te
buscáramos que ella iba un poco mas allá del lago sabía que estaban allí las hierbas
que necesitabas, montó a Argo y se fue corriendo a más no poder, nos dijo que volvería
con las hierbas y como buena guerrera así fue, Xena llegó con las hierbas para preparar
mas antídoto, pero su sorpresa fue que tú no estabas, le dijimos que fuimos con la
curandera y nos afirmó que te habías ido al este a donde ella te mandó, y te fuiste,
dejándonos a todas con el corazón roto, ¿cómo podíamos encontrarte?, te buscamos por
todos los alrededores, no podías estar lejos, pero nada, habías desaparecido como un
fantasma, ¿cómo lo hiciste?
Claudia: no lo hice sola, tuve ayuda, de la peor. Cuando me detuve un poco pues
el dolor era intenso, ya no sentía mis brazos, y veía apenas, fui capturada por la
amazona que le dijo a Xena que yo era la hermana de Cesar, en realidad estaban las
cinco, por lo que pude ver, me ataron y me llevaron a una cueva, que creo que ni
ustedes conocen, no sé cuanto estuve allí, pues perdí la cuenta solo escuchaba sus
voces, se reían de mi, de Cesar, y que pedirían rescate doscientos mil denarios, sabían
que Cesar los pagaría pues yo era su hermana, lo que no sabían las tontas era que a
Cesar hacía un montón que no lo veía, y ni se acordaba que tenía una hermana, alcancé a
decirles que estaban locas, y que Cesar no pagaría ni un denario por mi, que perdían su
tiempo, y me contestó pues tu perderás tu vida, no me importó su respuesta pues ya la
estaba perdiendo, y ahí me di cuenta que ellas no sabían nada de la flecha envenenada,
pues si querían pedir rescate tenían que mantenerme con vida, luego apareció otra mujer,
vestía con traje de cuero negro, igual al de Xena, su voz era profunda, mis ojos y mis
oídos ya no estaban bien, sonreí en mi interior pensando que la guerrera no me había
abandonado después de todo, algo me quería, había venido a rescatarme, quise
incorporarme como pude, pero una fuerte patada en mi estómago me tiró de nuevo al piso,
no lo pude creer, mi cabeza daba vueltas, ¿Xena por qué? le dije y mi mente se nubló,
las otras amazonas discutieron con ella, le decían que no me tocara que valía mas con
vida que muerta, pues Cesar pagaría una fortuna por mí, pero ella les contestó que me
quería muerta, que igual no me quedaba mucho tiempo, la amazona se abalanzó sobre ella
y pelearon, sé que la mató, luego siguió con las otras, mientras se peleaban yo pude
levantarme y me escapé, no me preguntes de dónde saqué fuerzas, creo que fue el odio y
la venganza, de terminar con Xena, porque mostraba una cara y en realidad seguía siendo
la destructora de naciones, corrí, lo mas que pude, monté a un caballo que estaba por
ahí y desaparecí en el bosque, camine tanto que la perdí y me encontraron otras
amazonas, no de tu tribu, no sé a dónde estaba, solo me desmayé y cuando desperté habían
pasado muchos días, me habían curado, me habían salvado la vida, estuve con ellas, con
la reina, su nombre es Selva y allí me quedé casi seis meses, hasta estar recuperada,
les prometí que volvería algún día, y eso haré después de arreglar unos cuantos puntos
oscuros aquí en tu aldea. Mi corazón aun no puede creer que fue Xena, pero es lo que vi
y escuche.
Lilian: es muy triste lo que me contaste, pero te aseguro que estas equivocada
con respecto a Xena, ella no pudo ser, te dije que fue a buscarte las hierbas. ¿por qué
lo haría si te quería muerta?
Claudia: no lo sé, tal vez tengas razón, fue una trampa para ambas.
Lilian: claro que la tengo, te dije que lloró desconsoladamente cuando te fuiste,
pues sabía muy bien que morirías sin el antídoto. Además encontramos la cueva, las
amazonas estaban todas muertas, algunas degolladas, fue horrible ver eso, te buscamos
por todos lados, y no había ni rastros de ti.
Claudia: entonces necesitare de tu ayuda, quiero averiguar bien qué fue lo que
vi, lo que paso, solo tú y yo, aun no quiero ver a Gabrielle y menos a Xena.
Lilian: ¿Aun desconfías?
Claudia: no sé, Xena es muy lista, pero yo averiguaré bien lo que pasó y por qué
quieren matarme en esta aldea, después de todo lo que les di, que ingrata e injusta que
es la gente. Pero no me iré hasta averiguarlo y si debo irme, lo haré, pero volveré y
algún día sabré en verdad lo que pasó.
Lilian: pues yo siempre estaré a tu lado, puedes confiar en mi.
Claudia: lo sé, gracias, te quiero mucho, eres una gran amiga.
Lilian: tú también. (¿siempre seré solo tu amiga? pensó Lilian, ¿por qué no puedo
ser algo mas?, ¿no te das cuenta que me vuelves loca?)
Claudia: esta muy rico..
Lilian: ¡¡¿Eh?!! ¡¡Oh!!
Claudia: el desayuno.
Lilian: sí claro, tienes mucha hambre.
Claudia: sí. (¿en qué se habrá quedado pensando?).
En otro sitio de la aldea:
Gabrielle: ya está todo listo Ephiny quiero que empieces tú con la ceremonia de
presentación, luego al final dividiremos los premios, Lilian dará el tercero, yo el
segundo y las dos juntas daremos el primero así queda todo en orden y no tengo que
seguir aguantando el mal humor de esa estúpida de Susan, ¿de dónde vino? Apareció de la
nada, la recuerdo de la última vez que estuvimos aquí, (la barda bajo su cabeza triste)
con Xena.
Ephiny: sí está hace mas de un año, es más siempre la estuve observando me
parece muy extraña, solo sé que esta muy enamorada de Lilian y creo que es capaz de
cualquier cosa, recuerdo cuando Lilian y Claudia estaban casi siempre juntas, la vi
varias veces seguirlas para saber que hacían, no sé, creo que estaba celosa de Claudia,
pero bien sabes que entre Claudia y Lilian nunca pasó nada, no por Lilian, porque si
fuera por ella...
Gabrielle: sí ya lo sé, fue por Claudia, ella estaba enamorada de otra persona,
sé que era un amor inmenso el que sentía, tan grande como es el de... Xena y el mío.
Ephiny: ¿Crees que existe? ¿no estaría enamorada de ti o de Xena?
Gabrielle: no, estoy segura, sé que nos amaba mucho, pero como una gran amiga,
no como el amor que siento por Xena, es otra clase de amor, es un amor que sale del
alma.
Ephiny: te entiendo. Bueno voy a ver si ya esta todo listo, hoy será el gran día.
¿irás a ver a las chicas que cantan?, para desearles suerte.
Gabrielle: por supuesto que lo haré aunque con la maestra que tuvieron, (los ojos
se le llenaron de lágrimas) no creo que necesiten suerte, serán las mejores de nuevo,
tengo la esperanza de que este año ganaremos otra vez, ojalá así sea, por el honor y la
memoria de Claudia.
Ephiny: sí por la memoria de Claudia, la extrañas mucho ¿no?
Gabrielle: sí, no te imaginas cuanto, especialmente ahora, en este último tiempo,
la necesito mucho.
Ephiny: Gabrielle, sabes que puedes confiar en mi, para lo que sea, si quieres
hablar te escucharé con gusto, eres mi mejor amiga, Reina Gabrielle.
Gabrielle: lo sé Ephiny, y te lo agradezco, pero estaré bien, cualquier cosa te
digo, te quiero mucho. Y no me digas Reina, para ti solo soy Gabrielle, tu amiga.
Ephiny: lo sé bardo, lo sé (se abrazaron fuerte). Bueno nos vemos luego.
Gabrielle: sí, iré a ver a las chicas.
En otro sector de la aldea estaba Xena junto a Susan terminando de acomodar las sillas
para las invitadas.
Xena: bueno ya terminamos.
Susan: sí no veo la hora de ver a Lilian, casi no nos vimos en todo el día, ya
la extraño.
Xena: ustedes se quieren mucho.
Susan: si, nos amamos.
Xena: ¿Y desde cuándo?, porque ella estaba muy enamorada de una gran amiga
Susan: tú lo dijiste estaba, y sé a quién te refieres, pero ya esta muerta así
que Lilian es solo mía.
Xena: cuidado como lo dices, Claudia era mi amiga, y aun no puedo creer que ya
no este con nosotras. Ese maldito día estaba tan furiosa que no pude ver cuando le
tiraron la flecha.
Susan: ¿Te sientes culpable?, pues ella estaba peleando contigo.
Xena: quizás un poco, porque no pude defenderla como ella siempre lo hizo, le
fallé, cuando más me necesito no pude estar allí, no pude ayudarla. (los ojos de la
guerrera se estaban humedeciendo y no quiso seguir hablando del tema, pues aun quedaba
mucho dolor en Xena por la muerte de Claudia) será mejor que vayamos al comedor, tengo
hambre.
Susan: sí ve tu, yo pasaré por la cabaña de Lilian.
Cuando Xena se disponía a retirarse se acercó otra amazona que le atraía profundamente
la guerrera, y más sabiendo que entre ella y Gabrielle ya no había nada, pues se había
corrido el rumor que estaban peleadas y separadas, muchas de las amazonas estaban
detrás de Xena para conquistarla, así como detrás de Gabrielle, y esta amazona no iba a
dejar la oportunidad de tener a Xena.
Amazona: ¡¡Hola!! ¿cómo has estado Xena?
Xena: ¿Te conozco?
Amazona: no, pero podríamos conocernos, te estuve mirando todos estos días, eres
muy bella y tan fuerte, me llamo Isabel.
Xena: te agradezco tus comentarios, pero estoy ocupada.
Isabel: ocupada haciendo cosas, pero tu corazón me han dicho que ya no lo esta.
Xena: te informaron mal, mi corazón esta ocupado.
Isabel: mientes guerrera, tu corazón será mío, al igual que ese cuerpo
maravilloso, por los dioses qué brazos, ¡¡¡qué piernas!!! (y se le acercó para besarla)
Xena: ¿Qué haces?, ¿estás loca? (en ese momento apareció Gabrielle, quien vio
algo raro en esa situación, se desesperó, no pensó que Xena la hubiera olvidado tan
pronto, ¿tan poco valía para ella?)
Xena no la vio a la barda, Gabrielle se fue corriendo, así que no pudo ver que Xena
rechazaba a Isabel.
Gabrielle se encontraba corriendo hacia su cabaña, estaba llorando, cuando chocó con
otra amazona que salía detrás de un árbol.
Gabrielle: ¡Ups!, lo siento (dijo llorando)
La amazona no dijo nada.
La barda cayó sin consuelo en los brazos de esa amazona, que tenía una mascara que le
cubría todo el rostro y una capa, pues ya estaba vestida para el festival, ambas se
abrazaban fuertemente, cuando justo aparece Xena quien se dirigía hacia el comedor pero
decidió pasar cerca de la cabaña de la barda por si la veía, pues la extrañaba tanto
que necesitaba verla aunque sea de lejos, y por los dioses la sorpresa que se llevó, la
barda estaba abrazando a otra mujer, y parecía que estaba muy a gusto, la otra mujer
pasaba su mano por la espalda de Gabrielle, la subía y la bajaba, mientras con la otra
le tomaba la cabeza y parecía que le hablaba al oído, por supuesto Xena no sabía que le
estaba diciendo, pero la situación era tan obvia, la estaba abrazando, tocándola, veía
que estaba disfrutando de ese abrazo, quiso acercarse mas, cuando fue interrumpida por
Isabel.
Isabel: parece que tu amiga ya te olvidó. Mira como se abrazan y seguro que
ahora se quita la máscara y la besa.
Xena: déjame, déjame sola. (la empujó y se fue hacia el comedor, no podía seguir
viendo a la barda en los brazos de otra, su corazón empezó a latir fuerte, por el
rencor, el dolor, ¿cómo pudiste Gabrielle? Se repetía una y otra vez, hasta que llegó
al comedor y se perdió entre la multitud de amazonas que ya estaban listas para la gran
fiesta, primero comerían algo y luego comenzaría el festival.
Volviendo a Gabrielle:
Gabrielle: lo siento, ya estoy bien, gracias. (la barda se había fundido en esos
brazos que parecían tan fuertes como los de Xena, sintió la paz en ellos, quiso saber
mas sobre esa amazona, ¿por qué traía una máscara?)
Gabrielle: ¿Cómo te llamas?
La amazona no contestó, solo la miró tiernamente con los ojos a través de la máscara y
le tocó el rostro a Gabrielle, quien sintió esa suave caricia y cerro los ojos, como si
ya la conociera.
Gabrielle: aun no me haz dicho tu nombre.
En ese momento apareció Lilian y le contestó, la barda se dio vuelta.
Lilian: su nombre es Cla... ra..., Clara, se llama Clara...
Gabrielle: Clara, bonito nombre, y ¿por qué no me habla?.
Lilian: es que es... Muda.
Gabrielle: ¡¡Ah!! Ahora entiendo, le pregunté varias veces y no me contestaba,
aunque con sus ojos parece que hablara. ¿por qué lleva esa máscara?
Lilian: es para el festival, además tiene una fea cicatriz que no quiere que la
gente vea, tu entiendes.
Gabrielle: sí entiendo. ¿y cómo se entiende con las demás? ¿de dónde vino?
Lilian: bueno, ella escribe lo que necesita y yo se lo doy, ¿y de dónde vino?,
la encontramos en uno de los últimos ataques que tuvimos de otras tribus, la encontré
yo, por eso solo se entiende conmigo, Gabrielle quiero pedirte un favor, nadie sabe que
está en la aldea, solo yo, quiero que primero este recuperada antes de salir a ver a
las demás amazonas, no quiero que se burlen de ella, es tan dulce y tan buena.
Gabrielle: por eso no la vi antes, nadie sabe que esta aquí. Bueno quédate
tranquila que no se lo diré a nadie, pero debiste confiar en mi, soy la Reina.
Lilian: yo también lo soy, cuando tú no estas, creí que era lo mejor, esperar a
que se recupere, creo que quedó así de un susto muy grande.
Gabrielle: ¡¡El desayuno del otro día era para ella!!
Lilian: sí, no habla pero come.
Gabrielle: ja... ja... ¿puede oírme?
Lilian: sí, puedes decirle lo que quieras.
Gabrielle: gracias, por este momento, estaba muy mal por algo que vi, me
lastimaron el corazón, pero en tus brazos encontré el consuelo que estaba buscando
desde hace tiempo, transmites mucha paz. Puedes contar conmigo para lo que quieras,
mientras este aquí te ayudaré como lo hace Lilian. Puedes confiar en mi. (y la abrazó
de nuevo, esta vez sintió un escalofrío por todo el cuerpo, Clara (Claudia) también lo
sintió).
Lilian: será mejor que vayas a arreglarte Gabrielle, ya es hora, estamos listas
para empezar. ¿por qué llorabas?
Gabrielle: ya no importa, dije que no lloraría mas, pero aun duele.
Lilian: por Xena. ¿qué te hizo ahora?
Gabrielle: nada déjalo así, no quiero hablar.
Clara hizo un gesto para irse, pero Gabrielle la retuvo.
Gabrielle: no te vayas, no es por ti, que no quiero hablar, es que amo mucho a
una persona que me rompe el corazón a cada instante, la vi hace un momento besándose
con otra mujer, y no lo pude soportar, corrí llorando hacia mi cabaña y me tropecé con
ella, y no me arrepiento, porque me sentí muy bien al conocerla y estar en tus brazos
me dio una sensación de paz, gracias de nuevo, Clara.
Lilian: te esperamos en el comedor.
Claudia: por los dioses, esta Xena es terrible, como puede hacer sufrir tanto a
esa mujer, es tan especial, tiene un corazón tan puro, la verdad no la entiendo.
Lilian: debe haber sido una confusión, verás que si le preguntamos estará todo
bien. Claraaa...
Claudia: Clara, menos mal que llegaste, no sabia que hacer, buena idea eso de
que soy muda, no quería hablarle pues me conocería la voz, y uyyy, dioses, me
encontraría en un gran problema. Siempre me estas salvando, justo a tiempo.
Lilian: para eso son las amigas. (y la tomó del brazo mientras seguían caminando)
Claudia: lo sé. Mejor suéltame el brazo porque puede aparecer tu amiguita y no
tengo ganas de pelear ahora, tengo que esperar hasta el fin del festival para hacer mi
triunfal aparición. Me iré mezclando entre las amazonas así no levantaré sospechas de
quién soy.
Lilian: nadie puede imaginarse quién eres, además hay tantas tribus que puedes
pertenecer a cualquiera de ellas.
Claudia: será mejor que vayas al comedor, ya deben estar esperándote para
comenzar a comer.
En la cabaña de Lilian:
Susan: Lilian, amor ¿dónde estas? (buscó por todos lados pero no la encontró,
debe estar en el comedor, iré para allá, debo hablar con ella para que sea ella quien
entregue los premios, no quiero que esa rubia maldita sea la que los entregue, ya sé lo
que haré, jajajaja...) Y se fue hacia la cabaña de la sanadora.
En la cabaña de la sanadora:
Susan: (ya verás rubia, te pondré algo en tu comida para que te sientas mal y
así no podrás estar en la ceremonia final, en la entrega de los premios y así solo los
podrá dar Lilian, y todas verán a la verdadera Reina de esta tribu) y escondió un
frasco con un líquido aceitoso para mezclarlo en la comida de la barda.
En el comedor:
Ya estaban todas las reinas amazonas esperando a Gabrielle, para comenzar a comer y
luego hacer la inauguración oficial del festival.
En una mesa larga estaban sentadas todas las reinas, al lado del trono oficial estaba
Lilian, esperando a Gabrielle. Quien llegó en ese momento y se hizo un silencio al ver
lo bella que estaba la dueña de casa.
Gabrielle: les doy la bienvenida a todas, que se diviertan y que gane la mejor
tribu. Así doy por comenzado este maravilloso festival, donde cada una de nuestras
tribus mostraran sus dotes para la música y el canto, nuevamente bienvenidas, pueden
comenzar a comer, luego nos dirigiremos al centro de la aldea donde ya esta todo listo
para que cada conjunto de chicas haga su función. Gracias a todas.
Y así comenzaron todas a comer, algunas solo observaban, pues no tenían mucho apetito
por los nervios, otra simplemente no comía por el dolor profundo que había en su corazón,
Xena estaba sentada en una mesa, lejos de la barda, pues no quería seguir pensando en
lo que había visto, en otro sector estaba la mujer con la máscara, no llamaba la
atención pues había muchas con máscara, estaban disfrazadas para la función, Claudia
observaba a Xena, la vio que estaba muy triste, no era la Xena de siempre, le faltaba
ese brillo tan hermoso en los ojos. Pero no por eso dejaba de observar todo, por eso
cuando Claudia vio en su rostro algo de preocupación la siguió con la mirada, para
saber que estaba mirando Xena, sus ojos se clavaron en Susan, a Claudia esto no le
agrado pues Susan no le caía muy bien. Siguiendo la vista de Xena se dio cuenta que
Susan se dirigía a la cocina, Xena se levantó, Claudia la siguió. Aunque no era la
única, Lilian había observado el movimiento de Claudia, pues no le quitaba la vista de
encima en todo momento y le pareció raro que fuese a la cocina, tal vez quería comer, y
vio una oportunidad de acercarse a ella y hablar sobre la entrega de premios.
En la cocina:
Susan: oye tú, cocinera, la Reina Gabrielle quiere un poco mas, me dijo que le
llevara el plato.
Cocinera: sí, esta bien, hice bastante comida, conozco su apetito, aquí tienes,
ponle un poco de sal.
Susan: sí esta bien. (y sacó su frasco y puso su contenido en el plato de
Gabrielle, cuando justo entró Xena)
Xena: ¿Qué haces?
Susan: ¡Oh! Xena, solo le pongo un poco de sal (espero que la guerrera no haya
visto el frasco, pensó), la cocinera me dijo que le faltaba un poco. ¡hey! ¿qué te pasa?
¿no puedo venir a la cocina?
Cocinera: vamos, vamos, déjenme el espacio libre, y ya llévale ese plato a la
Reina Gabrielle, ¡¡se le enfriara!!
Xena: ¿Se lo llevas a Gabrielle?
Susan: ¡¿Eh?! Sí, me dijo que quería un poco mas, ya conoces a tú Gabrielle,
ella tiene buen apetito, se termino el primer plato rapidísimo, ja... ja... (Susan
estaba muy nerviosa, en ese momento entró Claudia con su máscara quien había escuchado
todo y sospechaba de Susan)
Cocinera: ¡¡Hey!! Tú que quieres aquí, ya les dije que se vayan todas.
Claudia le sacó el plato de las manos a Susan, esta comenzó a gritarle.
Susan: ¡Hey!, ¿qué haces?, ¡¡¡es para la Reina Gabrielle!!!
En ese momento entro Lilian.
Lilian: ¿Qué pasa acá?
Cocinera: ¡Por los dioses!, Reina Lilian, dígale que se vayan a otra parte. Me
están molestando.
Lilian: bien, salgamos de aquí.
Susan: sí, pero antes dile a esta, que ni habla, que me devuelva el plato de
comida.
Lilian: bueno, Susan, tranquilízate, deja que se lo lleve, debe tener hambre.
Además el tuyo te esta esperando en la mesa.
Xena: no es para ella, es para Gabrielle.
Lilian: pero si Gabrielle todavía esta comiendo el primer plato.
Xena la miró con odio a Susan, ¿qué diablos estaba tramando?
Xena: Susan, dijiste que Gabrielle ya había terminado, por eso viniste por mas
comida.
Susan: bueno, no es eso, entendiste mal, yo vine para que cuando termine ya
tenga el segundo plato, sabes que la Reina, a veces se impacienta y quise que no
esperara mucho tiempo por el plato de comida.
Xena: sí claro.
Susan: puedes comértelo tú, no sé a que tribu perteneces pero eres muy mal
educada. (le dijo a Claudia).
Lilian: no le digas eso Susan, ella es muda, solo se hace entender con gestos.
Susan: lo siento, pero no debió quitarme el plato (con furia).
Lilian: bueno volvamos a la mesa.
Susan y Lilian se fueron a su mesa.
Xena se quedó observando a esa extraña mujer. De pronto recordó donde la había visto
era la mujer que abrazaba la barda y que le había hecho romper el corazón, una mirada
de odio apareció en Xena, pero se dio cuenta que estaba protegiendo a Gabrielle, pues
le sacó el plato a Susan, ¿habrá pensado lo mismo que yo?, que Susan ¿quería dañar a
Gabrielle?, ¿por eso le quitó el plato? o ¿en verdad tiene hambre?.
Xena: (le puso la mano en el hombro, Claudia casi tiembla, pero se contuvo, no
quería que Xena la descubriera, pues la guerrera es muy astuta) oye, Lilian dijo que no
hablas, pero puedes oírme, yo que tú no me comería eso.
Claudia la miró, aun con la máscara puesta, a través de ella vio los profundos ojos
azules de la guerrera y se conmovió, cerró sus ojos como asintiendo, Xena retiró su
mano, ese cuerpo era tan cálido, derramaba tanta paz, hacia tiempo que no sentía algo
así. Claudia dio media vuelta y se fue lentamente hacia una mesa, aun era observada por
Xena, así que no hizo nada para que esta sospechara de quién era en realidad.
Xena volvió a su mesa, y al final comió algo, pero no le quitó la vista a Susan ni a
esa extraña mujer, tampoco por supuesto a la barda quien comía lentamente, verla comer
así daba placer, cuando estaba distraída y volvió la vista a la mujer extraña esta había
desaparecido.
Xena: ¡¡Diablos!!, ¿dónde se habrá metido?, ¡¡dioses!! Gabrielle, ¿ves lo qué
haces? Me puedes, me haces perder, no hay nada que hacer, te veo y nadie más existe
para mí.
Gabrielle por un momento busco esos ojos que tanto amaba, y sus ojos se encontraron, en
un momento muy corto pero para ellas fue una eternidad, había dolor en cada una de
ellas, pero aun había un profundo amor. Debían hablar en algún momento, aclarar todas
las confusiones del corazón, cuando terminara el festival, Gabrielle pensaba: lo haré,
hablaré contigo Xena, debo aclarar muchas cosas, en mi mente, en mi corazón. La
guerrera en ese momento pensaba lo mismo, ni que fueran "almas gemelas"...
En otro sitio Claudia, estaba probando la comida del plato, para saber si había algo
mal en él, y así fue tenía un gusto horrible, supo a que sabia, era aceite de ricino,
para limpiar los intestinos por un buen rato. Se le dibujo una sonrisa en la cara, una
sonrisa que decía toda la maldad que estaba planeando, bueno en realidad era devolver
el favor, pero se preguntó ¿por qué diablos Susan querría sacar del medio a Gabrielle?,
¿será solo para que Lilian sea la Reina?. Después de pensar en esto y adornar un poco
el gusto de la comida para que no se diera cuenta de lo que tenia, Claudia se las
ingenio para acercarse a la mesa donde estaban Gabrielle, Lilian, Ephiny y por supuesto
Susan, logró convencer a una amazona para que distraiga a Susan y así Claudia, con la
cara tapada solo por un velo, pues se volvió a cambiar para que Lilian no la
reconociera, y así pudiera cambiarle el plato a Susan, se alejó de la mesa, y asimismo
se dijo: buen apetito, comete tu propia medicina.
Xena quien estaba en otra mesa, estaba observando la situación, sabía que esa mujer era
la que tenía antes la máscara y rió para sus adentros, ¡por los dioses! ¿¿¿hizo lo que
yo pienso??? Pues habrá que esperar el resultado, tengo que saber quién es esa mujer,
de dónde conozco esa mirada...
En ese momento la sacaron de sus pensamientos:
Isabel: hola amor, ¿cómo estas? (le pasó el brazo por los hombros )
Xena: no soy tu amor, déjame en paz. (se levantó de golpe, arrojándola al piso).
Isabel: no te vas a librar tan fácilmente de mi guerrera, ¡¡serás mía!! (Gritó
con furia, que casi todas escucharon, especialmente Gabrielle, que se dio vuelta a
mirar a Xena, quien le hizo un gesto de ¿no sé de que habla?; Isabel al ver la reacción
de Xena y que había cruzado la mirada con Gabrielle le siguió diciendo) serás mía otra
vez, amor, ¡¡¡¡cómo lo fuiste ayer!!!!, te espero después del festival, ya sabes dónde...
Xena se dio vuelta y con la mirada la mató, buscó de nuevo los ojos de Gabrielle, pero
la barda, había bajado su cabeza y unas lágrimas se asomaban de los ojos verdes
esmeralda, quería salir del comedor, salió corriendo, y Ephiny la alcanzó.
Ephiny: ¡¡Gabrielle!! Espera ¿dónde vas?
Gabrielle: déjame Ephiny, ya no tengo nada que hacer aquí, si no se va ella, me
iré yo, ya no aguantó mas esta situación.
Ephiny: pero Gabrielle, tu no puedes irte aun, eres la Reina y el festival esta
por comenzar, es mas todas están esperando tus palabras para que comience a tocar el
primer conjunto.
Gabrielle: lo siento, que lo haga Lilian, yo no puedo.
Ephiny: ¡¡Ah!! ¡¡no!!, yo a Lilian la respeto pero no quiero que gane esa arpía
de Susan, tú debes dar la orden de inicio, por favor hazlo por mí ¿eh?, no me digas que
no, te lo suplico, me arrodillo ante ti si es necesario, pero no la dejes a Lilian
hacerlo, pues no aguantaré a Susan con su sonrisa de bruja, por favor...
Gabrielle: esta bien Ephiny, levántate, no tienes que hacer esto, lo haré por ti,
pero luego me iré. No puedo volver a verla a los ojos, y cada vez que siento su
presencia busco sus ojos, y me pierdo en ellos, no debo hacerlo mas, debo dejarle el
camino libre, si es lo que ella realmente quiere.
Ephiny: vamos Gabrielle, nos esperan.
Gabrielle volvió al comedor y dio su discurso de bienvenida para así dar comienzo al
festival. Todas salieron hacia el centro de la aldea y así comenzó a tocar el primer
conjunto, cada uno representaba a su tribu, el jurado estaba integrado por diez reinas,
pero para que no haya empate, por si cada una votaba a su tribu, se sacaría un voto al
azar y ese sería el conjunto ganador.
Y al rato ya habían pasado siete conjuntos, estaban todas muy bien, la música era muy
buena, las letras de las canciones reflejaban varios sentimientos, por último tocaron
los otros tres, entre ellos estaba el conjunto de la Reina Selva, y el conjunto de la
Reina Gabrielle. Ambos se habían llevado los mejores aplausos, y llegó la hora del voto.
Por su parte Lilian en ese momento estaba hablando con Claudia que haría su presentación
triunfal cuando dieran el primer premio.
Lilian subió a la tarima y dio el ganador del tercer puesto, fue para la tribu de la
Reina Murlana, luego comenzaron a leer los votos para el primer y segundo puesto.
Lilian: un voto, Reina Gabrielle. Un voto Reina Selva. Un voto Reina Selva.
Un voto reina Gabrielle y así sucesivamente hasta llegar al último que daba como
ganadora a la tribu de la reina Gabrielle o un empate.
Lilian: ¡¡Uyyy!! Que suspenso,... el último voto es para la tribu de la Reina...
Lo siento, (todas gritaron por la espera), verán antes de dar a conocer la ganadora
quiero contarles una pequeña historia, hace justo un año que hicimos por primera vez
este festival, comenzó siendo más pequeño, pero miren hoy cuantas tribus somos, pues
estoy muy contenta porque se cumplió el sueño de una gran y querida amiga, el de
fortalecer la unión amazona, pese a que ella no era amazona, pero como les decía ella y
dos amigas más, Xena y Gabrielle y por supuesto también yo, juramos en volver a vernos,
pasara lo que pasara, aquí en esta maravillosa tierra amazona, para dar la bienvenida a
otro festival, y así llego este festival y aquí estamos las tres amigas, pero aunque
ella como dije no era amazona, tenía palabra de honor, y siempre cumplía sus promesas...
Claudia: (salió de la multitud, quitándose la máscara, ante la mirada perdida de
todas, especialmente de Xena, Gabrielle y una Susan que estaba yendo y viniendo en las
últimas horas del baño) y aun las cumplo, porque aprendí de la palabra de honor de las
amazonas. (y una hermosa sonrisa se dibujo en su rostro esperando ver todas las
reacciones que producía en esas mujeres que la estaban rodeando, cruzó apenas la mirada
con Xena, quien tenia lágrimas en los ojos, al igual que Gabrielle, Susan la miraba con
odio, la Reina Selva con una sonrisa, pues eran muy amigas desde que la Reina le salvó
la vida a Claudia, y esta estuvo en su aldea los últimos seis meses, curándose de todos
sus males).
Xena no aguantó mas, y dio su famoso salto y pasó por encima de las amazonas que ya
estaban rodeando a Claudia para saludarla, se puso frente a Claudia y la abrazó con
fuerza, su cuerpo temblaba de la emoción, su rostro mojado por las lágrimas, de
felicidad de ver otra vez con vida a su amiga.
Xena: ¡Por los dioses! (voz cortada) no puedo creerlo, ¡¡¡estas viva!!! (aun la
abrazaba fuerte, hasta que quiso ver los ojos de su amiga, pero Claudia no le
correspondió el saludo, había muchas dudas en ella y sobretodo dolor) ¿qué te pasa?,
parece que no te alegraras de verme... te noto distante y fría.
Claudia: estas en lo cierto, no me alegra verte ¡¡¡asesina!!! Déjame en paz.
Xena: ¿¿¿De qué diablos hablas???, como puedes...
Claudia: escuchaste bien, es lo que eres, nunca has cambiado, creí que podía
confiar en ti, y me pagaste con la muerte, pero ya ves aquel día en la cueva creíste
que estaba muerta, pero te falló, tengo la protección de los dioses.
Xena: ¿Cueva?, ¿matarte?, no entiendo, explícate.
Claudia: no tengo nada que explicarte, vete Xena, vete, no quiero volver a verte.
Estoy aquí solo por Lilian y el festival.
Estas palabras retumbaban en la cabeza de Xena con mucho dolor ¡¡¡asesina, asesina!!!
¿cómo podía decirle eso Claudia?. Amaba tanto a esa mujer. Se quedó sin palabras y se
alejó perdiéndose en la multitud de amazonas que ya comenzaban otra vez a rodear a
Claudia para darle la bienvenida, unas lágrimas rodaban por el rostro de la guerrera,
ya estaba sintiendo mucho dolor en su corazón, por Gabrielle, y ahora por Claudia.
Comenzó a caminar hasta que llego a un árbol y se recostó en él, pensando en las
palabras de su amiga, decidió que debía hablar con ella no podía dejar las cosas así,
necesitaba otra explicación, ella sabía en lo profundo de su corazón que había tratado
mal a Claudia la última vez que se vieron, en aquella pelea que tuvieron por culpa de
Cesar, y de esa maldita amazona que le llenó la cabeza a Xena con la idea que Claudia
al ser la hermana de Cesar la había traicionado, pero sabia en el fondo de su corazón
que eso no era posible, pues Claudia le demostró que tan importante era para ella, las
veces que le salvó la vida, todo lo que hizo para que estuviera nuevamente con Gabrielle,
y ahora ¿esto? Me llama asesina, como puede creer que yo la quise matar...
Por otro lado estaba Gabrielle, quien estaba escuchando atentamente a Ephiny quien le
contaba en el oído lo que había escuchado decir a Claudia sobre Xena, la barda no podía
creerlo.
Gabrielle: ¿Estás segura Ephiny, la llamó asesina?
Ephiny: te digo que sí, estaba a solo unos pasos de ellas, la escuche
perfectamente, y Xena no le dijo nada solo se alejó, creo que estaba comenzando a
llorar, a tu guerrera se le llenaron los ojos de lágrimas.
Gabrielle: no es para menos, ¿cómo pudo decirle algo así a Xena?, Claudia la ama
mucho, lo sé, me consta las veces que estuvo en peligro Xena siempre la ayudó, debe
haber alguna confusión. Pobre amor, pobre mi Xena. (la barda se conmovió al pensar en
Xena triste y llorando, quiso ir a buscarla pero justo en ese momento se hizo de nuevo
un profundo silencio pedido por Lilian para seguir con la entrega del premio mayor).
Lilian: bueno, ahora Claudia nos hará el honor de leer el último voto, y así
saber quién es la tribu ganadora, Claudia por favor es todo tuyo.
Claudia: gracias, Lilian. Bueno antes de decir quien ganó, quiero felicitar a
todas las que participaron, especialmente a estas dos tribus que me llenan de orgullo
puesto que modestia a parte yo les enseñé como hacer música, han estado estupendas, no
me importa quién gane, para mi ya ganaron ambas tribus, por la maravillosa fuerza que
las une, algo por lo que siempre desde que empezamos con este festival hace justo un
año, estamos luchando, fortalecer la unión amazona, hace un año conocí la traición, la
injusticia, de algunas personas que creí que eran mis amigas, pensé que se me había
acabado el mundo porque perdí una amistad que yo pensaba que era muy grande, que tonta,
debí suponer que ella no era así, pero por suerte sigue habiendo gente muy buena, y
volví a encontrar la amistad en ustedes, en ti Reina Selva, que me consolaste en unos
de los momentos mas difíciles de mi vida, cuando creí que tenía todo perdido, descubrí
en ti una amiga, me salvaste la vida, por eso como te dije hace unos meses, que volvería
a verte, y aquí estoy, cumplí mi promesa y es un gusto muy grande el verte a ti y a tu
tribu en este festival, por eso ganen o no para mí ya han ganado en mi corazón,
nuevamente gracias.
A lo lejos Xena escuchaba las palabras de dolor de Claudia, sabía que estaba hablando
de ella, de la amistad y la traición, ¿qué diablos nos pasó Claudia?, ¡¡¡¡¿qué nos
paso?!!!!
Gabrielle tenía los ojos llorosos, pues sentía el dolor en las palabras de Claudia, y
se preguntó si también se refería a ella.
Claudia: bueno ahora sí, después de este discurso, diré quien es la tribu
ganadora... La tribu ganadora es la que pertenece a la Reina... Gabrielle. (dijo en
tono seco y serio).
Las amazonas comenzaron a gritar de alegría y las otras se quedaron un poco tristes,
pero lo importante era competir, haber participado de este hermoso festival, ya era
importante.
Gabrielle se quedó quieta en la silla ni se movió, Lilian le dijo que se acercara para
recibir el premio, la bolsa con denarios y el pergamino donde decía la cantidad de
provisiones que habían ganado, Gabrielle se levantó lentamente de su asiento y se
acercó al estrado donde estaban Lilian y Claudia, tomó la bolsa y el pergamino y dio
las gracias muy emocionada, luego se acercó a Claudia y le dijo:
Gabrielle: me da gusto verte (con los ojos llorosos).
Claudia: lamento no poder decir lo mismo.
Gabrielle se quedó sorprendida y herida por la respuesta, sabía por medio de Ephiny que
había tratado mal a Xena, pero a ella ¿por qué?, ella estaba segura que no le había
traicionado, que no había hecho nada malo para que la tratara así.
Se quedó en silencio y una lágrima rodó por su mejilla, dio media vuelta y volvió a su
asiento.
Lilian también se había quedado en silencio, mirando a Claudia como diciéndole ¿qué haz
hecho?, Claudia siguió con su acto.
Claudia: bueno, no es solo este el premio, yo humildemente quise traerles algo
mas, un símbolo de las amazonas. (y sacó una pequeña estatua de unos treinta centímetros
envuelta en un lienzo blanco, lo desenvolvió y apareció una bellísima estatua de
Artemisa toda de oro macizo, las amazonas se quedaron con la boca abierta, pues era muy
hermosa, y como brillaba) la traje para la aldea ganadora, así que bueno, le
corresponde a la tribu que ganó (e hizo un gesto como para que Gabrielle se aproximara
de nuevo al estrado y recibiera la estatua de oro, pero Gabrielle esta vez no se movió
de su asiento, antes quería aclarar algunas cosas que dijo Claudia en su discurso y
especialmente hace un momento cuando le dijo que no se alegraba de verla).
Gabrielle: lo siento, amazonas, pero no puedo aceptar un regalo de alguien que
no lo es, y que además me llama traidora, porque yo sé muy bien que no lo soy, no sé lo
que te pasa Claudia, ni que es lo que te causó tanto dolor, para tratarme así, pero no
lo permitiré, no quiero tu regalo, sería traicionarme a mí misma, creí que eras mi
amiga y realmente me dio gusto verte, me alegre por dentro que estuvieras con vida,
Xena y yo sufrimos mucho por tu perdida y nos pagas así, con la indiferencia,
llamándonos traidoras, y a Xena ¡¡asesina!!, como puedes pensar eso, después de lo que
vivimos juntas (la barda ya comenzaba a llorar las palabras se le cortaron, el resto de
las amazonas estaban todas en silencio, alguna que otra murmuraba por lo bajo cosas
sobre la reacción de la Reina, todas querían saber de que se trataba ese duelo de
palabras, Xena se acercaba mas hacia el centro de la discusión, amaba a esa mujer quien
aun la defendía con uñas y dientes ante cualquiera, no le importaba lo que había pasado
ni porque Claudia la había llamado asesina, a Gabrielle solo le importaba ella, otra
persona no muy lejos de Xena gozaba con la discusión, con el odio que había nacido
entre las queridas amigas, Lilian estaba nerviosa por la reacción de la barda, y por
último Claudia estaba quieta observando cada gesto de Gabrielle y escuchando esas
dolorosas palabras, cuando Gabrielle terminó de decir lo suyo, todas esperaban una
respuesta de Claudia, pero no llegó, solo continuo hablando de la estatua, esto hizo
enfurecer a Gabrielle quien esperaba una respuesta, y le volvió a interrumpir.
Gabrielle: por los dioses, eres más terca que Xena, te acabo de decir lo que
siento y ¿no tienes nada para decirme?
Xena: (pensó, gracias Gabrielle, siempre me haces quedar tan bien, ¡¡menos mal
que me amas!!)
Gabrielle: ¡¡Estoy esperando una respuesta!!
Claudia: no pienso discutir contigo en publico, si hay algo que deba decirte lo
diré cuándo yo quiera y dónde yo quiera, pues soy muy terca, tú lo dijiste.
Gabrielle mas enfurecida, se retiró a su cabaña, estaba que volaba, maldijo y tiró la
silla de una patada.
Claudia: bueno, continuemos con lo divertido, lo siento por ustedes pero han
visto que su Reina no quiere la estatua. (pues yo si la quiero dijo una voz) Por
supuesto Reina Selva, me llenas de orgullo, te pertenece, sé que valoras una amistad,
ven, toma es toda tuya.
Reina Selva: (se acercó al estrado y recibió la estatua) gracias Claudia es
hermosa, ¡¡¡hurra, hurra, por la aldea del este!!!.
Todas gritaron de alegría, menos las amazonas de Gabrielle, estaban enojadas con su
Reina porque no había aceptado el premio, pues era de ellas, no tenía que haber
mezclado sus sentimientos personales en algo que era de toda la tribu, todas estaban
muy tristes.
Después de la entrega de premios, comenzó la gran fiesta, todas se pusieron a celebrar
especialmente las ganadoras, todas comían y bebían, algunas demasiado, era una
verdadera fiesta, música, baile, todas felices y contentas, Claudia también lo estaba,
al menos eso aparentaba, pues por dentro se moría de angustia por sus amigas, Xena se
compuso un poco y entró en el clima de la fiesta, Gabrielle aún estaba en su cabaña,
con Ephiny que la fue a buscar junto con Lilian.
Gabrielle: ¿Desde cuándo sabes que Claudia esta viva?, ¿por qué no me lo dijiste,
creí que éramos amigas?, al final pensé que tenía muchas amigas, hoy me di cuenta que
la única amiga es Ephiny.
Lilian: no digas eso Gabrielle, sabes que soy tu ¡¡amiga!! Solo hace dos días
que sé que estaba viva.
Gabrielle: dos días, y no me lo dijiste.
Lilian: no podía, entiéndeme, me dijo que no se lo diga a nadie, pues necesitaba
ver la reacción de todas al mismo tiempo, no sé porque, pero bueno...
Gabrielle: si ya sé, es Claudia, y para ti no hay nadie más importante, lo que
te dice, lo haces, pero pudiste darme una pista, algo.
Lilian: lo hice, pero estabas tan mal que no te diste cuenta.
Gabrielle: ¿Cuándo?
Lilian: Claudia era la mujer de la mascara, "Clara", quien te consoló cuando
estabas mal por Xena, recuerdas al lado del árbol.
Gabrielle: ¡¡La muda!!, pero que idiota como no me di cuenta antes, sus brazos,
su fuerza, la paz que sentí cuando la abracé, sabes te soy sincera pensé en Claudia en
ese momento, pues ella transmitía esa paz cuando me abrazaba, pero pensé que era
imposible, y luego viniste tú y se fue contigo, me dijiste cualquier cosa, eres
tramposa... Pero qué diablos le pasa con nosotras ¿por qué nos ha tratado tan mal? ¿te
ha dicho algo?
Lilian: sí pero, será mejor que le preguntes a ella.
Gabrielle: te pregunto a ti.
Lilian: lo siento, no puedo hablar.
Gabrielle: te lo exijo como Reina, ella esta hablando mal de tu Reina.
Lilian: esta bien Gabrielle, no te pongas así, por favor entiéndeme.
Gabrielle: entender, entender ¿qué?, me trata mal, y no sé por qué, sabes como
duele aquí adentro, y todo lo que le dijo a Xena. Por los dioses dime algo.
Ephiny: Lilian creo que deberías hablar. Al menos dile porque esta tan dolida
Claudia.
Lilian: lo siento, no puedo.
Gabrielle: déjala Ephiny, sabes que ella siempre amo a Claudia y ella nunca le
correspondió, así que se la quiere comprar con su silencio, su lealtad.
Lilian: eres injusta Gabrielle, ¿por qué me dices eso?
Gabrielle: ¿Acaso no es verdad?, me pregunto que estará pensando tu amiguita
Susan de todo esto, ¿a ella también le ocultaste que Claudia estaba viva?, quisiera ver
su cara ahora que vio que tu adorada Claudia vive, ¿la dejarás?
Lilian: ya basta, déjame en paz, no te interesa lo que piense Susan sobre
Claudia. Hablas así porque estás celosa, porque ella me eligió a mi, porque confía en
mí y no en ti, siempre me habló más a mí que a ti y eso siempre te dolió.
Y así Lilian se fue de la cabaña de Gabrielle, con los ojos llorosos.
Ephiny: Gabrielle, no debiste decirle eso, sabes que siempre amo a Claudia, pero
ahora esta con Susan, creo que llegó a quererla, no como ama a Claudia, pero algo estoy
segura se apoyó mucho en Susan desde que Claudia "murió", y ahora... por los dioses
¿qué pasará? Susan es muy celosa y posesiva, habrá que decirle a Claudia que se cuide.
Gabrielle: se que estuve dura, le pediré disculpas, es que todo esto me tiene
muy mal, encima me llama celosa... mmmm... ¿celosa yo?... vamos a la fiesta, el
discutir mucho me da hambre.
Ephiny: tu siempre tienes una excusa para comer bardo, eres maravillosa.
Gabrielle: pues hay alguien que hoy no piensa lo mismo.
Ephiny: ya veremos, quédate tranquila, que lo vamos a averiguar.
Y así se dirigieron al comedor, en una mesa estaba sentada Xena con Lilian y Susan,
quien ya se encontraba un poco mejor, cuando entró Gabrielle y las vio se acercó a
ellas.
Gabrielle: hola, Lilian yo quería...
Lilian: esta bien Gabrielle, te entiendo, déjalo así. ¿quieres comer algo?
Gabrielle: sí, gracias. Tráeme cordero. (Y miró a los ojos a Xena quien estaba
muy triste, esos ojos que irradiaban luz, estaban apagados y esto enseguida lo noto la
barda) ¿te encuentras bien?
Xena: (levantó los hombros) sí creo que ya paso algo el dolor que sentía aquí,
(se tocó el pecho) pero ya pasará, dicen que el tiempo cura las heridas del corazón.
Gabrielle: no tienes que dejar pasar tanto tiempo, podemos averiguarlo antes (y
le dio una de sus mejores sonrisas, que hizo que Xena volviera a sentir el calor en su
corazón, sentía que amaba a esa mujer con locura, como podía haberla dejado, sabía que
lo había hecho por su bien, ¿pero era correcto? ¿sufrir tanto por amor? pues sabia bien
que la barda también sufría por estar separadas, tal vez era hora de tomar una solución
y volver a encaminar su vida. Si no iba a volver con Gabrielle debía irse cuanto antes
de esa aldea, pues sabía que el ver a Gabrielle tan lejos le hacia mal, y que también
le hacia mal a Gabrielle el verla allí y no estar unidas como siempre. Así que decidió
en su mente irse al otro día en la madrugada, cuando se irían todas las demás amazonas
de las diferentes tribus.
Estaban comiendo tranquilamente cuando entró al comedor Claudia y pasó por la mesa
donde estaban todas sentadas, Ephiny, Lilian, Susan, Gabrielle y Xena.
Lilian: Claudia, ¿por qué no te sientas y comes con nosotras?.
Claudia le dirigió "la mirada", pues Lilian quería que hicieran las paces.
Claudia: no quiero interrumpir, tan linda reunión.
Lilian: sabes que no interrumpes.
En ese momento se acerco la Reina Selva.
Reina Selva: ¡¡Hey!! ¿Aadabas por aquí? vamos te invito a mi mesa, te estaba
buscando hace rato.
Claudia: sí, iré con gusto.
Lilian: pero... Te estaba invitando a nuestra mesa...
Xena: déjala, no quiere estar con una asesina y traidora. (le clavó "la mirada"
a Claudia)
Claudia: la verdad ahora no me preocupa, el problema es cuando una no sabe a
quién tiene al lado, y como ya lo sé, no me importa compartir una mesa contigo, ya se
bien las consecuencias que me puede traer el tenerte cerca.
Gabrielle, se mordía el labio inferior de rabia, Ephiny estaba nerviosa por como iba a
reaccionar Xena, Lilian temblaba pues también temía lo peor, que llegaran a las manos,
y Susan gozaba por dentro este combate verbal. Xena solo gruño y siguió comiendo.
Reina Selva: y bien Claudia ¿qué decides?
Claudia: iré contigo Selva. En esta mesa me puede caer mal la comida.
Gabrielle: pues claro que te puede caer mal la comida (y le arrojó su plato a la
cara, todo el guiso de cordero se resbaló por la ropa de Claudia, quien solo sonrió,
Gabrielle esperaba una respuesta, Xena sonreía por lo bajo, al igual que Susan, Lilian
quedó dura y Ephiny la miraba a Gabrielle quien aun se quedó de pie esperando la
reacción de Claudia)
Claudia: vaya estas muy alterada Gabrielle, ¿tu guerrera no te atiende bien?
Gabrielle le dio un cachetazo en la cara y luego se limpió la mano pues la cara de
Claudia estaba toda sucia con el guiso que le había tirado hacia unos momentos, Claudia
aun no reaccionó, solo se limpió un poco y se retiró.
Reina Selva: será mejor que vayas a cambiarte, ¿qué diablos le hiciste?,
Gabrielle suele ser muy tranquila, estaba muy enojada y para hacerte ¡¡eso!!
Xena tomó por los hombros a Gabrielle y la sentó en la mesa. Sin separarse de su lado
le pregunto si estaba bien.
Gabrielle: sí ahora lo estoy, tenía algo acá, no sé, pero a la vez me siento
terrible, tan mal, pero Xena tu sabes que se lo merecía...
Xena: shhhh, Gabrielle, tranquila se lo merecía, debemos averiguar que le pasa
con nosotras. (Gabrielle lloraba desconsoladamente) te prometo que lo averiguaré, no
llores por favor, sabes que no me gusta verte llorar. Shhhh.
Gabrielle: lo siento Xena, no quiero traerte mas penas, será mejor que me vaya a
dormir.
Xena: ¿Quieres qué te acompañe?
Gabrielle: no, creo que no, estaré bien, tengo que estar sola, quiero pensar.
Xena: te comprendo, esta bien, haré lo que tu quieras, recuerda que si me
necesitas estaré en mi cabaña, yo también tengo mucho que pensar.
Claudia volvía de cambiarse, la aldea seguía de fiesta, pero logró ver a la barda que
se dirigía hacia su cabaña, y vio el rostro triste y lloroso de la barda, Claudia era
fuerte, pero no podía ver mas sufrir así a Gabrielle, así que decidió que esa noche
Gabrielle sabría la verdad que tanto le dolía en su corazón. Se dirigió al comedor,
cuando vio que salía Xena y se iba hacia otro lado, entonces es verdad lo que me dijo
Lilian ¿están separadas? ¿pero qué diablos les paso?, esta noche lo sabré. Siguió su
camino hacia el comedor y allí comió junto con la Reina Selva y sus amazonas, pasó un
buen momento con los recuerdos de los meses en que estuvo en su aldea, luego de comer y
beber se fue directamente a una cabaña que le había preparado Lilian, para que pasara
la noche en una buena y confortable cama, no como había dormido estos últimos días,
cuando debía permanecer escondida, llego a su cabaña y durmió un poco.
En tanto en la cabaña de Lilian:
Susan: creo que me debes un par de explicaciones, ¿no crees?.
Lilian: sí, tal vez, disculpa pero no podía decirte nada, se lo prometí.
Susan: creí que me amabas y que confiabas en mí.
Lilian: ¡Uy!, no empieces de nuevo con tus celos, no podía decírtelo, me lo
pidió y listo, además estoy muy cansada solo quiero dormir, ha sido una noche muy larga
y con muchas emociones, solo quiero dormir.
Susan: sí, lo que tu quieras (enfadada).
Lilian: me parece bien, deberías hacer lo mismo, después de como te sentiste en
todo el día.
Susan: sí, vi que te preocupaste mucho.
Lilian: no seas sarcástica, sabes que me preocupe por ti.
Susan: pero no tanto, estuviste toda la noche al lado de esa, parece que te
alegró el volver a verla, saber que estaba con vida.
Lilian: sí me alegró, y a ti ¿no?, no te alegra el saber que alguien que hizo
mucho por las amazonas esta con vida.
Susan: si no estaría interesada en ti, podría ser que me alegrara.
Lilian: ya te lo explique el otro día, entre Claudia y yo nunca pasó nada.
Susan: pero eso no quiere decir que no pueda pasar ¿no? Además no te creo que no
haya pasado nada entre ustedes, la miras y te derrites, también recuerdo muy bien un
día en que entraste a tu cabaña con ella, la última vez que estuvo aquí, y saliste muy
feliz, ese día tu cara era un sol que brillaba de felicidad, te hizo el amor ¿verdad?...
Lilian: ya basta, ¡¡sabes que ella no me ama!!
Susan: y eso te molesta, te duele, ¿no?
Lilian: déjame tranquila, necesito dormir.
Susan: sí, claro, haz lo que quieras, porque igual ella seguro se ira, y otra
vez te quedarás sola y como siempre estaré yo para consolarte, porque te amo y eso
nunca cambiará.
Lilian: lo siento, no quise gritarte, no te voy a decir que no me hace mal el
volver a verla no quiero engañarte, pero sabes que te quiero y aprecio mucho el que
estes conmigo cuando más necesito un hombro para llorar, siempre estás ahí. Sé que no
valoro mucho el amor que me das, pero ya veras que cambiaré, pues quédate tranquila que
entre Claudia y yo no pasara nada, pues me dijo que se va a ir en un par de días, irá a
buscar a la persona que ella realmente ama. Ven acércate, abrázame fuerte, hoy te
necesito mas que nunca.
Susan: sabes que siempre estaré contigo, no me importa como, te amo.
Lilian: gracias, lo sé bien.
Y así se quedaron abrazadas durante toda la noche.
En otra cabaña el sueño no llegaba, Xena seguía dando vueltas en su cama sin poder
dormir, su mente estaba muy ocupada, en Gabrielle, en Claudia en todo lo que había
vivido ese día, tantas emociones, la alegría, el dolor, la tristeza, la angustia y la
soledad, de encontrarse tan cerca del amor de su vida y a su vez estaba tan sola.
En la cabaña de Gabrielle la situación no era diferente, Gabrielle estaba muy triste,
pero aun estaba levantada mirando por la ventana a las últimas amazonas que se
rebelaban contra Morfeo, pues querían seguir la fiesta hasta el amanecer, estaba en sus
pensamientos cuando sintió un fuerte brazo que la rodeaba desde atrás por la cintura,
se estremeció ante el contacto, pues se dio cuenta que estaba muy sola y necesitaba a
alguien para hablar, para mostrar sus sentimientos, pensó que era Xena, su brazo fuerte
y suave, y en un susurro solo dijo:
Gabrielle: ¿Por qué tardaste tanto? ¿te necesitaba tanto? pero se llevó una gran
sorpresa cuando la voz que le respondió en un susurro al oído, no era la que esperaba,
no era Xena, era su voz... no podía ser, después de todo lo que se habían dicho, era
ella quien la estaba abrazando por la espalda, se fundió en los brazos de esta mujer
que también amaba tanto, y sintió la paz, que tanto necesitaba, Claudia acercó aun mas
su cuerpo al de Gabrielle, y la abrazó con mas fuerza, la barda temblaba en sus brazos,
Claudia también, era un momento mágico, de tanto dolor, alegría y esperanza de que toda
esa horrible discusión haya sido solo un mal sueño. Gabrielle comenzó a llorar y Claudia
la contuvo.
Claudia: lo siento tanto Gabrielle, no quise tratarte tan mal, no te lo merecías,
no se que me pasó, fue el rencor, el odio, el dolor que sentí al pensar que había
muerto y tú no viniste a buscarme, sentí mi alma destruida.
Gabrielle: (se dio la vuelta para ver el rostro de su querida amiga quien estaba
llorando de pena) shhhh, no llores, no lo hagas, ya no, verás que hablando llegaremos a
saber la verdad, (ambas se secaban las lágrimas que caían por sus rostros), la única
verdad que hay en nuestros corazones, es que nos queremos mucho, no podemos estar así
de mal, tan separadas, déjame mirarte, tus ojos, tu esencia, tu aroma a paz. Abrázame,
abrázame fuerte, te necesite tanto estos últimos meses, te pensé tanto, necesitaba de
ti, de una gran amiga con quien compartir tanto dolor, pues ya debes saber que Xena y
yo nos separamos.
Claudia: sí, por eso decidí venir esta noche, no podía creerlo, pero al ver
tanto dolor en tus ojos supe que era verdad, primero sufres por Xena y luego por como
te traté yo, no nos mereces.
Gabrielle: no digas eso, ella me dijo lo mismo, por eso me dejó.
Claudia: necesitas desahogarte, cuenta conmigo para lo que quieras.
Gabrielle: lo sé, sé que eres mi gran amiga. Pero tu también debes contarme
mucho, confía en mí, ¡maldición!, siempre lo haces en ella y no en mí.
Claudia: te refieres a Lilian, es que no sé... no es que no confíe en ti, tal
vez sea porque tú haces muchas preguntas, y yo no soy de hablar mucho sobre mí, con
Lilian me pongo hablar y listo.
Gabrielle: ¿Me dices que no sé escucharte?
Claudia: no, Gabrielle, pero ella...
Gabrielle: ya lo entiendo, quieres hacerla parte de ti, para que no se sienta
mal, y para que tú no te sientas mal, porque ella te ama con locura y tú no puedes
corresponderle.
Claudia: sí creo que es por eso.
Gabrielle: pero no te importa que yo me sienta mal, me dejas a un lado, puedes
confiar en ella y también en mí, sabes que te amo, y quiero ayudarte pero si no me
dices que te pasa, no puedo ayudarte, me entero todo por ella, y ella lo disfruta, me
lo dice en la cara, Claudia me cuenta todo a mi, y yo me muero por dentro.
Claudia: Gabrielle ¿estás celosa?.
Gabrielle: odio admitirlo, pero sí, me gusta que seas mi amiga, me gusta ser tu
mejor amiga, y tú siempre confías en ella antes que en mí, me pongo celosa, ¿es malo
querer tanto a una gran amiga?... te amo y no me cansaré de decírtelo, confía más en mí,
ábreme más tu corazón, como yo hago con el mío, tú eres mi confesor, a ti es a la única
que le cuento mis cosas, mis problemas con Xena, eres tan especial para mí, y como
crees que me siento al ver que para ti no soy lo mismo.
Claudia: lo siento Gabrielle, confiaré en ti. Yo también te amo mucho, eso no lo
dudes nunca.
Gabrielle: pues hoy lo dudé. Me trataste muy mal.
Claudia: perdóname barda... mi barda... (se abrazaron con fuerza)...
Gabrielle: dime que pasó ese día que te fuiste de aquí, ¿qué pasó todo este
tiempo?, ¿dónde estuviste?, ¿qué hiciste?, ¿por qué no nos buscaste, enseguida, para
ayudarte?.
Claudia: te contaré todo, pero me prometes que luego tu me dirás porque te dejó
Xena y que es eso de que no te merece, si te hizo algo, le voy a dar una flor de paliza
a esa guerrera, debí habérsela dado hace mucho, ponerla en mi falda como un bebé y darle
unas cuantas palmadas bien fuertes en su trasero.
Gabrielle: (comenzó a reír), no puedo esperar a ver eso, sería muy gracioso ver
a la Princesa Guerrera como un bebé.
Claudia: tú Princesa Guerrera, verás que todo se soluciona, y seguirán estando
juntas, además, ya vino tu ángel de la guarda, esta vez no puedo fallar, bueno nunca lo
hice, me alegra verte sonreír, te extrañé tanto Gabrielle, esa sonrisa tuya me desarma,
eres maravillosa, como pude ser tan dura contigo, soy una bestia.
Gabrielle: ya, ya, basta, a mí también me da mucho gusto verte, y también te
extrañé mucho, no te imaginas cuanto.
Claudia: lo sé Gabrielle. Te quiero mucho.
Gabrielle: y yo a ti, bueno cuéntame que diablos pasó y ¿por qué llamaste a Xena
asesina?.
Claudia: bueno, cuando me hirieron con la flecha que estaba envenenada, tuve que
ir a buscar el antídoto porque en la aldea no había el suficiente, la curandera me
mandó hacia el este.
Gabrielle: si, nos dijo, se equivocó, era hacia el oeste, Xena enseguida cuando
se entero que estaba envenenada la flecha fue a buscarte las hierbas necesarias, salió
corriendo pues ella conoce mucho sobre venenos y sabía muy bien que no tendrías mucho
tiempo, pero cuando volvió y supo que no estabas enloqueció, te fuimos a buscar por
todos lados, se desesperó, sabía que morirías, no quería perderte, quería ayudarte y no
podía hacer nada por ti, después de las veces que le salvaste la vida, se sintió muy
mal, no podía ayudarte, estaba realmente frustrada, ella te ama, por eso me llamó la
atención que la llamaras asesina, fue un infierno este último año, te veía por todos
lados, corría detrás de la primera mujer que se parecía a ti, y cuando la daba vuelta y
veía que no eras tu, lloraba desconsoladamente, y yo no podía consolarla pues también
lloraba por ti y por ella, se sentía culpable por como te había tratado, por no poder
ayudarte cuando mas la necesitabas, paso un año terrible, supongo que cuando te vio no
lo podía creer, su corazón habrá vuelto a vivir tranquilo, pero tú la llamaste asesina,
¿sabes lo es eso para Xena?, ¿tienes idea del dolor que debe estar sintiendo?, ¿cómo
debe sufrir?...
Claudia: lo siento Gabrielle, pero yo también sufrí mucho, no tienes idea de lo
que es saber que alguien a quien amas con toda tu alma, te quiere ver muerta, te quiere
matar, mi corazón se negaba a creerlo, pero mis ojos nublados y mis oídos tan
confundidos no creo que se hayan equivocado, la mujer de la cueva era Xena, era ella,
pero luego de lo que me dijiste no puede ser, mi corazón esta en lo cierto, no pudo ser
ella, entonces ¿quién diablos fue?, ¿quién quiere matarme y a su vez odia tanto a Xena
como para culparla ante mi presencia?.
Gabrielle: no lo sé, pero debemos averiguarlo.
Claudia: si, necesito tu ayuda, estoy segura que es alguna de la aldea. Hay algo
en mi cabeza que pienso y pienso, hay algo raro en la mujer que yo creía que era Xena,
te digo que pelea como los dioses, degolló a las dos primeras como si nada, yo solo vi
sus pies, sus botas, pero hay algo y no logro descifrarlo, aun no se como pude escapar,
mientras peleaba con las demás logré huir, y luego me encontraron amazonas de la aldea
de la Reina Selva, por eso la quiero mucho, se comportó muy bien conmigo, me salvó la
vida, me dio todo lo que necesitaba, estuve casi seis meses viviendo con ellas, son muy
buenas, me curé y tomé valor para aparecer de nuevo en esta aldea en donde quisieron
matarme.
Claudia se sentó en la cama y Gabrielle se puso parada entre sus piernas, acariciaba la
cabeza de su amiga, quien lloraba de pena. Ambas quedaron abrazadas, Gabrielle paso sus
brazos alrededor del cuello de Claudia, y esta rodeo la cintura de Gabrielle, apoyando
su cabeza en el pecho de la barda. Los cuerpos se estaban fundiendo en ese abrazo tan
fuerte, la piel ya les quemaba, se separaron y Claudia levantó la vista para perderse
en los ojos verdes de Gabrielle, la barda sonrió.
Gabrielle: ¿Estas pensando lo mismo que yo?
Claudia: espero que sea lo mismo, no me digas que no Gabrielle, hoy te necesito
más que nunca. (acercó sus labios a los de Gabrielle, y la barda le respondió con
pasión, con deseo), dioses, eres tan dulce, (sonrió) estabas pensando lo mismo, quiero
hacerte el amor, quiero estar dentro de ti.
Claudia comenzó a besarle los pechos, le quitó el camisón, se quedó muda al ver de
nuevo después de tanto tiempo, el cuerpo desnudo y perfecto de Gabrielle ante sus ojos,
era la mejor vista del mundo, se estremeció, la barda le sonrió, pues vio la lujuria en
los ojos de Claudia, la apretó mas contra su boca y succionó sus pechos con fuerza,
Gabrielle ya comenzaba a gemir, Claudia le apretó los pezones que ya estaban duros por
la excitación, los lamía, los masajeaba, Gabrielle se sentó sobre las piernas de
Claudia rodeándole la cintura con sus piernas, sus centros se tocaban, Gabrielle
acariciaba y tiraba del pelo a Claudia, mientras esta seguía succionando los pechos de
la barda y con sus manos acariciaba suavemente la espalda de la barda, haciéndola
estremecer ante el contacto tan suave, la boca de Claudia ya era la de un dragón, era
fuego, se levantó junto con Gabrielle que aun estaba aferrada a sus piernas y la
recostó en la cama quedando encima de ella, se sacó como pudo la camisa y se quedo en
ropa interior, comió su cuello, lo mordió suavemente, siguió el camino de besos por
todo su pecho hasta llegar al vientre que estaba a punto de explotar, Claudia llegó al
centro del placer y lamió, apretó suavemente con sus labios el clítoris de Gabrielle
haciéndola ver las estrellas, succionó, la barda gemía a más no poder, levantó su
cadera hasta una altura que Claudia la calmó poniendo su mano sobre su vientre que
estaba tan excitado, subió para perderse en sus ojos, la besó, sus lenguas danzaban en
sus bocas, Claudia mientras la besaba ya deslizaba dos dedos hacia el interior de
Gabrielle que estaba perfectamente húmeda, la penetró suavemente, los gemidos de
Gabrielle fueron ahogados por los besos de Claudia, siguió con la penetración hasta el
máximo, hasta sentir que la barda no daba mas, hasta el final de su interior, se quedó
un rato ahí, luego volvió a salir despacio, pero antes de salir del todo, volvió a
entrar con fuerza hasta el fondo, el grito que dio Gabrielle traspaso la boca de
Claudia, quien presionó aún más su boca contra la de Gabrielle, para calmarla, las
acometidas eran cada vez mas fuertes, la barda levantó tanto su cadera que con ese
movimiento levantó el cuerpo de Claudia. Claudia no se detuvo, empujaba y empujaba una
y otra vez, siguió los movimientos que imponía el cuerpo de Gabrielle al levantarse con
cada acometida, los cuerpos sudorosos se deslizaban mas fácilmente uno encima del otro,
el contacto con sus centros eran frenético, los líquidos de Gabrielle, comenzaban a
bañar los dedos de Claudia, estaba tan relajada, era como una flor abierta para que la
abeja sacara su mejor jugo, Claudia sintió que sus dedos bailaban en el interior de
Gabrielle, era un placer, los sacó lentamente pero antes de salir puso un tercer dedo y
la penetró con el alma, el cuerpo de Gabrielle y sobre todo su centro se tenso y
Claudia sintió como Gabrielle apretaba sus dedos, para no dejarlos ir nunca mas de su
interior, había llegado al máximo, su cuerpo entró en los temblores producidos por el
éxtasis que sentía.
Gabrielle: quédate allí, no te detengas, quiero sentirte así, así... uyyyy...
ahhhh... dioses... ahhhh... sigue, sigue...
Claudia: ya te tengo. tranquila... estoy en la luna, en lo mas profundo de tu
ser, esta noche eres mía Gabrielle, te amo... (y la volvió a empujar, puso todo el peso
de su cuerpo, y Gabrielle casi se desmaya, le faltaba el aire, su corazón ¿latía?...
Gabrielle: di... o... sssssseeeeeeesssssss... me matas... aahhhhh... (tembló, se
estremeció y murió de placer en los brazos fuertes de Claudia, había llegado al
orgasmo, al momento supremo, sintió la vida dentro de ella)
Claudia: ¿Bien?... yo estoy volando... el tenerte así... es... tocar... el cielo...
Gabrielle: ma... ra... vi... llo... so... el sentirte dentro de mí... es lo
mejor que me ha pasado en el último año...
Claudia: mi guerrera te trata mal...
Gabrielle: tu guerrera es muy buena y lo sabes, es solo que hace tiempo que no
estamos juntas, y tú hoy... dioses, me hiciste ver las estrellas, aun estoy temblando,
aun te siento dentro de mí, me excito de solo pensarlo.
Claudia: me alegra tanto que te haya gustado, ven mas cerca quiero abrazarte
fuerte.
Gabrielle: tus brazos, me protegen, se que estando cerca de ti no me puede pasar
nada malo. Te amo... (se besaron), hoy me llevaste a la locura, tienes tanto fuego
dentro de ti. ¿aun no puedo amarte?
Claudia: sabes que no. ¿por qué preguntas?
Gabrielle: lo sé. No te hagas la tonta.
Claudia: ¿De qué hablas?
Gabrielle: aún no confías en mí, eres mala. Tus poderes, sé que ya no los tienes.
Claudia: ¿Cómo lo sabes?, Lilian te lo contó.
Gabrielle: si, no la culpes. Fue en un momento de bronca, ella y Xena discutieron
luego que ustedes se pelearon, ella quería hacerle entender a Xena que tu no la habías
traicionado, que habías dado todo por ella incluso tus poderes. ¿es cierto?, ¿tanto la
amas?
Claudia: tanto las amo, es la pregunta, porque también lo hice por ti, sé que
sin Xena no puedes vivir, al igual que ella sin ti, cuando perdió la memoria fue una
trampa de Ares para separarlas, me di cuenta de su plan e hice un trato con él, me
pidió los poderes y se los di, no lo pensé dos veces, el amor que se tienen ustedes es
el mas grande que he conocido en mi vida. ¿Xena lo sabe?
Gabrielle: si, es otra de las cosas que quería hablar contigo, quería saber
porque habías dado tus poderes por ella.
Claudia: por amor. Hago todo por amor, te queda alguna duda.
Gabrielle: nooooo... después de hoy... dioses... Entonces si ya no tienes tus
poderes, ¿puedo amarte?, déjame, o ya te entregaste a alguien mas... (celosa)...
Claudia: no Gabrielle, me reservo para mi alma gemela, y no te pongas celosa.
Gabrielle: creí que me amabas... (triste).
Claudia: claro que te amo tonta... pero... ella es especial...
Gabrielle: y yo... ¿no soy especial para ti?.
Claudia: también lo eres, eres muy especial, pero no eres ella. Es distinto,
como puedo explicártelo. Mira yo sé que me amas, porque lo veo en tus ojos, en todo tu
ser, pero más amas a Xena, Xena es la luz de tus ojos, y yo no me pongo celosa, lo
entiendo, y siempre será así.
Gabrielle: si, ya entendí, Xena es tan especial como ella lo es para ti, ¿cómo
se llama?
Claudia: Jill... y algún día la conocerás... muy pronto espero... quiero ir a
buscarla no aguanto mas el no tenerla...
Gabrielle: es muy afortunada, tener tu amor y encima solo te entregaras a ella,
es muy afortunada...
Claudia: Gabrielle... (la abrazó con mas fuerza)... Gabrielle...
Gabrielle: cuéntame sobre Cesar, ¿es verdad qué es tu hermano?.
Claudia: sí, no es de sangre, pero lo es.
Gabrielle: ahora entiendo porque son tan distintos, no son hermanos de sangre.
Claudia: él era el hijo de un gran amigo de mi padre, unos bandidos mataron a
los padres de Cesar y él quedó solo, por eso mi padre lo trajo a vivir con nosotros
tenía como 10 años, yo cuatro, fue un verdadero hermano, me trataba muy bien, jugábamos
juntos, salíamos a caminar, él siempre tenía que ser el que mandaba, ya desde chico
tenia ese don de mando, (los ojos de Claudia se pusieron llorosos por recordar su
infancia), y así los años pasaron hasta que mis padres murieron él ya era un hombre,
tenía 18 años, se encargó de mí hasta que me llevó a un buen hogar para que me cuidaran
pues él ya comenzaba a tener ganas de viajar y conquistar el mundo, me dijo varias
veces llegaré a ser grande y tu vendrás conmigo, jamás olvidaré lo que me enseñó tu
padre, (el pecho de Claudia se agitó, las palabras se le cortaban, la barda quien
estaba sobre el pecho de su amiga, supo que estaba llorando y la miró a los ojos), lo
siento hace tiempo que no hablo de mi familia.
Gabrielle: shhhhhh... tranquila... sino quieres seguir lo entenderé, pero no
llores, por favor... shhhhhh... (y acariciaba la cara de Claudia con ternura, le secó
las lágrimas que rodaban por la mejilla de su amada amiga, quien por primera vez le
estaba abriendo su corazón, le estaba contando su vida).
Claudia: estoy mejor, gracias, Gabrielle eres tan dulce... te quiero mucho...
Gabrielle: yo también, yo también... ¿estas mejor?
Claudia: sí, gracias. Bueno él se dedicó a viajar y no lo vi durante años,
después yo me fui del hogar en el que me había dejado, me trataron muy bien, aprendí
muchas cosas con ellos, fueron como mis segundos padres, pero Cesar siempre será mi
hermano, sé que ahora es un mal hombre, pero él no era así, el poder lo cegó, es un
gran estudioso de las tácticas de guerra, por eso hoy es el emperador. Hace tiempo que
no lo veo, la última vez discutimos feo, por como trata algunos sectores del pueblo,
esta rodeado por esos senadores que algún día lo traicionaran, abarcar tanto poder es
peligroso para cualquiera. Yo la verdad supe después de un tiempo, que él había
traicionado a Xena, que le rompió las piernas, no podía decirle que yo era su hermana,
la guerrera me habría crucificado, no me gusta andar por ahí y decir que soy la hermana
del emperador, pues tiene muchos enemigos y podrían vengarse en mí, como esas amazonas,
que querían pedirle rescate a Cesar por mí, si supieran que hace tiempo que no lo veo,
no se hubieran arriesgado tanto, pues esa mujer que pensé que era Xena las mató a todas.
Gabrielle: gracias, por confiar en mí. Me hiciste parte de ti, entiendo tu
tristeza, pero tus padres no tienen la culpa de lo que hoy es Cesar, el luego se formó
solo, en la calle, en los viajes, la misma gente te enseña mucho, ver tanto dolor,
tanta traición, penas, algunos te ayudan ha hacer el bien y otros te enseñan a matar,
es la vida.
Claudia: sí, cada uno se hace su propio destino. Gracias por escucharme.
Gabrielle: Gracias a ti, por confiar en mi. (la besó en los labios) ¿estas más
tranquila?
Claudia: si, con ganas de amarte otra vez...
Gabrielle: eres insaciable... peor que mi guerrera...
Claudia: tú eres la causa... ya es tarde duerme un poco...
Gabrielle: gracias... ¿en serio quieres dormir?
Claudia: si, ¿acaso no estas cansada?
Gabrielle: si, la verdad lo estoy, me dejaste de cama, aun me duele un poco, la
última penetración fue muy intensa.
Claudia: si, lo sé, es para eso para que la sientas después de un buen tiempo,
si te pones boca abajo, no la sentirás tanto, ven.
Gabrielle: no... (susurro)... así estoy bien...
Claudia: vamos, ven, no tengas miedo... ven... date vuelta... despacio... así ves
que no duele... tanto...
Gabrielle: ¡Uh!... si despacio no duele tanto, pero tienes razón aun te siento
dentro de mí es raro...
Claudia: eso se va con otra penetración...
Gabrielle: eres terrible...
Claudia: en serio... quédate quieta... me pondré sobre ti en tu espalda... así...
ves que despacio... ¿va bien?
Gabrielle: sí... sí... ¿lo harás otra vez?
Claudia: tranquila, relájate... (Claudia puso todo el peso de su cuerpo sobre la
espalda y el trasero de Gabrielle, se quedó así un momento, la barda hervía debajo de
ella, Claudia supo que Gabrielle pese a decirle no al principio la estaba esperando mas
que ansiosa. Claudia sentía su trasero muy caliente, y le susurró al oído).
Claudia: tranquila... relájate. (besó su nuca, levantó el pelo de Gabrielle
suavemente y besó su espalda).
Gabrielle: por los dioses, tienes unos labios tan suaves, me haces cosquillas...
dioses...
Claudia: soy tan dulce porque tu piel es dulce, me contagias...
Gabrielle: sabes hablar muy bien, para excitar a una mujer... eres romántica...
Claudia: Gabrielle... quiero amarte de otra forma...
Gabrielle: ¿Hay otra forma mejor?
Claudia: gracias por el cumplido... y sí hay otra forma... verás...
Gabrielle: no digas más, sé lo que quieres, pero... no sé... la última vez... lo
hice con Xena y la verdad me dolió bastante... la guerrera estaba tan excitada que no
paro de penetrarme...
Claudia: lo haré suavemente... ¿así qué la guerrera te dio ese placer?
Gabrielle: sí y me dio a entender quien se lo dio a ella... fuiste tú...
Claudia: (sonreía) ¿en serio te lo dijo?, sí aún lo recuerdo, fue muy intenso...
me alegra que lo recuerde eso quiere decir que soy muy buena... tú te lo pierdes...
Gabrielle: eres mala... me haces desearte... hazlo... ámame a tu manera...
Claudia dio un salto y se levantó.
Claudia: gracias Gabrielle, no te arrepentirás, vuelvo enseguida... traeré el
penetrador.
Ya de vuelta Gabrielle estaba muy ansiosa, tanto como Claudia, esa noche era solo de
ella, de nadie más, le daría el mayor de los placeres... volvió a quitarse la camisa y
se recostó al lado de la barda, comenzó a besarla, haciéndola entrar en calor
nuevamente, aunque la verdad la barda estaba tan excitada esa noche que era un volcán
en erupción, Claudia la volvió a poner boca abajo y ella se subió a su cuerpo, le
besaba la espalda suavemente luego Claudia deslizó su mano hacia el trasero de
Gabrielle y apretó fuerte una de sus nalgas, la barda gimió, ante el apretón, presionó
mas su cuerpo contra la cama, sintió como Claudia abría un poco sus piernas para meter
su mano y masajear su centro, los dedos de Claudia la tocaban sin parar, Gabrielle
estaba a punto de explotar, sintió como Claudia la penetraba nuevamente, la hacia suya,
y esa noche era toda de ella, se derritió, su cuerpo se tenso, se aflojo, todo al mismo
tiempo era una vaivén de placer, Claudia entraba y salía, levantó un poco su cuerpo
para entrar mejor en Gabrielle, una vez bien adentro dobló sus dedos en el interior de
la barda haciéndola gritar, ahogó su grito de placer y dolor en la sábana que mordía
desde que Claudia estaba en su interior, Claudia luego la levantó un poco mas solo con
la presión que ejercía en el interior de Gabrielle, tensó bien sus dedos, y puso todo
el peso de su cuerpo sobre Gabrielle haciendo mas intensa la penetración, pues tenia
los dedos en el interior luego venía el peso de Gabrielle, y por último todo su peso,
la barda volaba, Ya no sabía si estaba en la tierra o en los Campos Elíseos, Claudia se
quedo así un buen tiempo, la barda quería moverse pero Claudia que sonreía detrás por
el placer que sentía de tener así a Gabrielle presionaba aun más su cuerpo y no la
dejaba mover, la tuvo así hasta que comenzó a girar sus dedos dentro del interior de
Gabrielle, entraba y salía, aflojo la presión de su cuerpo pues Gabrielle tenia la
urgencia de levantar su cadera, la penetró dos veces rápidamente, luego calmó los
movimientos, pues Gabrielle ya no daba más, sus líquidos bañaban la mano entera de
Claudia era una explosión de placer, eran la lava que emanaba de ese volcán interior
que tenía la barda y aun no había terminado con ella, se movió un poco y alcanzó el
penetrador, Gabrielle pensó que a esa altura ya no lo usaría, pues le había dado tanto
placer que no daba mas, pero se equivocó Claudia era muy ardiente, aun dentro de ella
con sus dedos empapados, abrió lentamente el trasero Gabrielle estaba tan lejos de ahí
que ni se dio cuenta de la mano que abría sus nalgas para poder entrar en ella, y dio
un grito cuando sintió la profunda penetración.
Gabrielle: dio... ssssseeeee... sssssss... no doy mas, me matas... ahhh... ayyyyy...
por favor... ayyyyy...
Claudia estaba entrando y saliendo por ambos lados, la barda se movía con cada
acometida estaba volando, ardía, dolía, sintió luego todo el peso de Claudia y aun
dentro de ella la movió varias veces, apretándola mas sobre el colchón, Gabrielle
suplicaba, Claudia disfrutaba el tener así solo para ella a la barda, le estaba dando
el mayor placer, la estaba haciendo suya, penetrándola sin parar, los flujos de
Gabrielle mojaron la sábana, era un mar de placer, luego Claudia quitó sus dedos, pero
no el penetrador, liberando así a Gabrielle, y la contuvo en sus brazos, la dio vuelta
y vio la cara de felicidad que tenia, eso era suficiente para el resto de su vida,
había amado con tanta pasión a su gran amiga, esa noche Gabrielle había sido solo suya,
quitó el pelo de su cara Gabrielle sonreía sin parar, estaba borracha con tanto amor,
se besaron con el alma se abrazaron Gabrielle aun sentía el penetrador en su interior,
era una sensación maravillosa, Claudia ahora se puso encima de ella y la volvió a mover
con fuerza los jadeos de ambas ya quitaban la respiración, Claudia se levantó y le dio
la mano a Gabrielle para que esta se levantara, la barda no podía moverse, le dolía
hasta el alma, pero a su vez gozaba con tanto placer, no paraba de gemir, ahhh... ayyy...
suspiraba...
Cuando le dio la mano a Claudia esta tiró de ella haciéndola levantar de golpe, sintió
una fuerte puntada en su interior y gritó de placer...
Claudia: ven camina hacia mí.
Gabrielle: no puedo... duele... estoy dura...
Claudia: ven... no duele... dale... ven... sentirás aun más la penetración... es
delicioso verte así... ven...
Gabrielle: me desmayo...
Claudia: pues acércate un poco mas y cae en mis brazos, yo te acunaré como un
bebé, te haré dormir en mis brazos, ven, no temas... solo relájate... camina solo tres
pasos...
Gabrielle: quiero que me abraces, por favor, ven tu...
Claudia: no, camina... anda... sentirás el verdadero placer de la penetración...
ven...
Gabrielle dio un paso y no daba mas... luego otro, se perdía en la mirada de Claudia
que le sonreía, ella seguía gimiendo con cada paso, pues Claudia tenía razón, sentía
más la penetración, era delicioso... dio otro paso más y cayó en los brazos de Claudia
quien la abrazo fuerte, muy fuerte, ambas ya no respiraban, se besaron apasionadamente,
la contuvo, la calmó, la barda volaba, Claudia la acariciaba lentamente y la barda
clavaba sus uñas en la espalda de su amiga.
Claudia: mañana no sabré que decir por mi espalda, si alguien me ve...
Gabrielle: pues tú podrás cubrirte con tu camisa, yo no podré caminar... después
de esto... aun no puedo moverme...
Claudia: ya te lo quito, y si no puedes caminar te llevaré en mis brazos hasta
donde quieras ir, no me importa que sea al mismo Tártaro, te llevaré al fin del mundo,
después de dejarme amarte esta noche tan intensamente te daré lo que me pidas, la vida
si es necesario. Te amo, te amo... hoy si que te amo barda...
Gabrielle: me lo demostraste en todo sentido, también te amo... (se besaron de
nuevo).
Claudia: ven.
Gabrielle: ¿Y ahora qué me harás?.
Claudia: tranquila, relájate... te lo quitaré... debes agacharte un poco...
Gabrielle: ¿Agacharme?
Claudia: si, ven... así... doblas tu cuerpo... tu cintura y te quedas así,
¿estas bien?
Gabrielle: dioses... me duele...
Claudia: lo sé... por eso quiero sacarlo, pero debo hacerlo así, tu trasero se
dilata un poco más en esta posición y puedo sacarlo sin hacerte doler tanto.
Claudia volvió a excitarse de solo ver ese trasero tan perfecto solo para ella, tan
dilatado por las penetraciones, se acercó a Gabrielle y tomó el penetrador en su mano,
comenzó a sacarlo lentamente, la barda gemía.
Gabrielle: despacio... así... sácalo así... ummm... dioses...
Claudia: tranquila... ya termino... ya sale... shhhhh... (estiró su mano y
acarició la cabeza de la barda que la daba vuelta para mirar lo que estaba haciendo su
amiga), ¿qué pasa? Crees que no lo sacare del todo, estas desesperada mirando lo que
hago con mis manos.
Gabrielle: porque sé que eres terrible, algo te traes entre manos...
Claudia: solo quiero darte el último placer, ven acércate. (la tomó por la
cintura y la acercó a su cuerpo, Gabrielle aun seguía agachada y penetrada, Claudia
tomó con fuerza el penetrador, lo deslizó un poco, tiró el cuerpo de Gabrielle hacia
ella y la levantó con la mano que sostenía el penetrador, Gabrielle pegó un grito tan
fuerte, que si no es porque las amazonas aun estaban de fiesta, vendrían todas a ver
que le pasaba a su reina, Claudia con el otro brazo la contuvo, estaba por explotar, es
mas Gabrielle ya había explotado, Claudia ahora sí quitó el penetrador y la barda cayó
en sus brazos, la acunó como a un bebé, Gabrielle tenía los ojos cerrados, jadeaba y
temblaba sin parar.
Claudia: tranquila... shhhhh... ya pasó... ya pasó... Gabrielle... mírame...
(Besó su frente que estaba sudando, como todo su cuerpo, los temblores eran intensos)
shhhhh... te tengo... amor... cálmate... mírame...
Las lágrimas corrían por el rostro de la barda, eran lágrimas de felicidad... de placer...
esa noche no se la olvidaría jamás... aun seguía temblando, Claudia la balanceaba en
sus fuertes brazos, para calmarla...
Claudia: ¿Estás bien? Me asustas, no llores... tranquila...
Gabrielle: estoy feliz, lloro por eso, me hiciste ver y tocar el cielo, jamás
olvidare esta noche... te amo... y se que me amas... aunque me lo dices pocas veces...
hoy lo sentí... y muy fuerte... fue maravilloso... el final... dioses... eres tan
fuerte... no me sueltes, ¿aun sigue en pie tu oferta de llevarme a cualquier sitio?...
Claudia: sí... donde quieras...
Gabrielle: pues deberás hacerlo, después de esto seguro no podré caminar por un
buen tiempo. (la besó en los labios)... aun respiras fuego... ahora entiendo porque
Xena no se olvidó de ti, de aquella vez en que la amaste así... es inolvidable... ni
Ares podría hacerme olvidar esta noche...
Claudia aún la tenía en sus brazos estaba de pie, luego la llevó a la cama y abrazadas
durmieron hasta el amanecer, que no faltaba mucho, pues estuvieron toda la noche
amándose y hablando de sus vidas.
Los primeros rayos del sol entraban por la ventana y Claudia se despertó, aun tenía
entre sus brazos a Gabrielle quien dormía como un bebé, la miró por un rato y luego le
besó la frente, quería saber porque Xena le dijo que no la merecía, algo grave debió
haber pasado, la despertó suavemente.
Claudia: Gabrielle, barda, despierta.
Gabrielle: aun tengo sueño, déjame un poco mas, soy la Reina tengo derecho a
dormir un poco más.
Claudia: sí, lo que tu quieras, pero no conmigo aquí, debo irme, no quiero que
nadie vea que salgo de aquí, especialmente Xena, quieres que me cuelgue del árbol, si
sabe que pasé la noche contigo, esta vez sí que me mata.
Gabrielle: entre ella y yo ya no hay nada, además tú eres mi amiga, y yo estoy
con quien quiero, me gusta que me ames, eres magnifica.
Claudia: si lo sé.
Gabrielle: me olvidaba, modestia de guerrera.
Claudia: oye, aun no me has contado por qué se separaron.
Gabrielle: te lo contaré, pero debes prometerme que no harás nada.
Claudia: ¿Tan malo fue? ¿qué te hizo esta vez?
Gabrielle: prométemelo...
Claudia: lo prometo. Gabrielle empieza me estas matando... ¿qué hizo?
Gabrielle: ella estaba muy perturbada por tu muerte, no hacíamos el amor como
antes, estuvo días sin amarme, no me hablaba, se sentía tan culpable, pero un día me
pidió perdón por como me había tratado todo ese tiempo... y nos amamos como siempre,
supe que había vuelto mi Xena, mi amor... esa noche fue tan especial... y los días que
siguieron fueron maravillosos, era volver al cielo en cada noche que me amaba, hasta
que llegamos a un pueblo y la noté de nuevo rara, le pregunté que le pasaba, como
siempre me dijo nada, la vi como observaba a las familias, a las mujeres con sus hijos,
pero bueno no me llamó la atención, creí que estaba pensando en su hijo Solan, y no
quise preguntarle más. Después de unos días, me dijo si deseaba tener un hijo, y se
puso a llorar pues era algo que nunca podría darme, le dije que no me importaba que
solo me importa ella, pues yo tampoco puedo darle un hijo, se calmó un tiempo, pero una
noche... (Gabrielle se estremeció con el recuerdo y Claudia la abrazó fuerte).
Claudia: tranquila... quieres parar... hazlo... tengo toda la vida para
escucharte...
Gabrielle: gracias... pero es muy fuerte lo que sigue... trataré de encontrar
las palabras... Ella una noche... estábamos en la habitación de una posada... ella... me
amó con locura, con pasión, me excitó al máximo, necesitaba urgente sus dedos en mi
interior, pero lo hacía cada vez más lento, desesperándome, le dije Xena te necesito...
me dijo estas muy ansiosa así quiero que estés... le volví a suplicar que entrara en mí...
fue cuando se levantó y me ató las manos a la cama yo me excite mas, me besó y me dijo
recuerda que te amo y te daré siempre lo mejor... entonces se fue hacia la puerta y al
abrirla dejo entrar... dioses... .es... horrible...
Claudia: shhhhhh, cálmate... dime que pasó...
Gabrielle: dejó entrar a un hombre...
Claudia: ¡¡¿Qué?!!
Gabrielle: sí, sentí un cuerpo extraño que subió a mi cuerpo, era pesado, no era
Xena y grité Xena con toda mi alma, pero ella no venía... le supliqué al hombre que me
dejara, que era un error, me dijo que la guerrera le había pagado para que estuviera
conmigo para que me penetrara y me hiciera un hijo... me sentí violada... humillada...
por mi propia alma gemela... me sentí horrible... yo estaba muy excitada pues Xena me
había dejado así, el primero comprobó si aun estaba húmeda metió sus dedos en mi...
dioses... me dolió hasta el alma... me dijo estas muy húmeda esa guerrera sabe lo que
hace, y se acomodó para penetrarme, grité con el alma, su nombre para que oyera mi
dolor, mi sufrimiento, el hombre estaba apunto de tenerme, cuando ya estaba entrando un
poco, llegó ella y lo sacó de una trompada, lo tiró al piso le dio su ropa y le dijo
que se fuera... no llegó a entrar en mí... (Claudia estaba que explotaba, quería ir por
Xena y darle una buena paliza, como podía hacerle eso a Gabrielle, a una mujer tan
dulce, a nadie se le puede hacer eso, era terrible)... luego ella me dijo porque lo
hizo, quería darme un hijo, y esa era la única forma que se le ocurrió, ella lo había
elegido para mi, para ser el padre de mi hijo, la odie, le grité, le dije de todo, pero
luego entendí que sufría por no poder darme un hijo, que para ella era muy importante,
me dijo que si aun estaría casada con Pérdicas yo tendría muchos hijos, algo que ella
no podía darme, cuando me calmé, la amé mas que antes, la perdoné, y no lo aceptó, me
dijo que era una bestia, que no me merecía, y un montón de cosas mas, pero tu sabes que
la amo con toda mi alma, luego de eso ella se fue, corrí a buscarla, necesitaba
hablarle, decirle que juntas lo solucionaríamos, pero no la encontré, la busqué toda la
noche, volví a la habitación me quedé dormida y cuando desperté encontré un pergamino
donde decía que se iba, que me dejaba el camino libre para amar a alguien que me
mereciera, alguien que pudiera darme hijos, un hogar, una familia. ¡Maldición! ella es
mi hogar, ella es mi familia, ella es mi todo... aun no lo entiende... que debo hacer
para demostrarle que la amo mas que a nadie, que la amo mas que a mi vida.
Claudia permaneció en silencio conteniendo a Gabrielle, abrazándola fuerte, beso su
frente, la miró a los ojos, besó sus labios, se levantó y se despidió.
Claudia: luego nos vemos Gabrielle...
Gabrielle: pero ¿te vas así?, sin decirme nada...
Claudia: necesito caminar... a propósito no le digas a nadie que tú y yo nos
amigamos, seguiré tratándote mal, será por un tiempo, debo averiguar realmente que pasó,
si la que me quiso matar sabe que estoy contigo será más difícil saber que pasó.
Gabrielle: ya estoy acostumbrada a que todas me traten mal...
Claudia: no seas tonta, yo solo fingiré, también tu debes hacerlo, no te vayas a
reír cuando te diga algo porque sabes que me desarmo ante tu sonrisa. Y con respecto a
Xena, sé que te lo prometí, pero debo hacer algo.
Gabrielle: no te pelearas con ella ¿verdad?, No quiero que se lastimen.
Claudia: no temas, solo le daré una palmadas como te dije.
Gabrielle: no, Claudia no lo hagas no quiero que se peleen por mí.
Claudia: no lo hago por ti.
Gabrielle: Claudia...
Claudia: en serio, lo hago por ella, para ver si se le acomoda la cabeza.
Gabrielle: Claudia por favor...
Claudia: quédate tranquila, y anda preparándote, porque hoy te voy a tratar
muyyyy mallll.
Gabrielle: eres mala... pero igual te amo...
Claudia: adiós barda.
Claudia salió echa una furia, quería encontrar a Xena y darle en serio una buena paliza,
la buscó por todos lados, la encontró lejos del lago por suerte no había nadie cerca
era su oportunidad, Xena estaba algo distraída, pensando en todos sus problemas.
Claudia la tomó por la espalda de los pelos y la tiro al piso.
Xena: ¿Quién diablos eres? (cuando giró y la vio a Claudia), ¡ah! eres tú, sabía
que vendrías... quieres pelear... hazlo... quieres pegarme... me lo merezco... ya no
siento nada, perdí lo que más amaba... a Gabrielle, a ti...
Claudia: será mejor que te defiendas, porque te daré la paliza de tu vida.
Xena: no lo haré ya nada me importa... anda pégame...
Claudia se acercó y le dio una buena bofetada, Xena tambaleo pero no cayó, la tomó de
los brazos y la llevo hasta un tronco de un árbol, se sentó en él y la puso sobre sus
piernas y le dio unas buenas palmadas en el trasero, la guerrera se dejó pegar, pues se
sentía culpable, se sintió como una niña, que se había portado muy mal, y su padre le
estaba dando una paliza, la palma de Claudia ya estaba toda roja como el trasero de
Xena, luego la empujó y Xena cayó al piso, se levantó y puso su mano en su trasero,
Claudia tenia mucha fuerza, le habían dolido en serio esos golpes. Le dio la espalda a
Claudia caminó un poco, le dolía. Claudia se quedó sentada sobre el tronco, se sentía
peor que antes, le había pegado a su amiga y esta no se defendió, pensó en Gabrielle,
al final ella era igual a Xena una bestia.
Xena: espero que te sientas mejor...
Claudia: ¿Cómo pudiste hacerle eso?, a ella, que te ama tanto...
Xena: hablas de Gabrielle...
Claudia: de quien más...
Xena: pensé que querías vengarte por ti... ¿cómo lo sabes?... ¿ella te lo dijo?...
Claudia: si. Eres una bestia.
Xena: lo sé... por eso la dejé... entonces... tú y ella hablaron...
Claudia: si.
Xena comenzó a caminar de un lado a otro por los nervios, Claudia se la quedó mirando,
miraba sus botas, sus pies...
Claudia: quédate ahí, no te muevas.
Xena: ¿Qué pasa?
Claudia: es que me gusta verte... tus botas...
Xena: ¿Qué pasa con ellas?
Claudia: te cubren la rodilla, eso era lo que tenía que ver, tengo la respuesta
de que la mujer de la cueva no eras tú.
Xena: claro que no era yo, sé que me porte mal ese día, pero yo... yo te amo...
jamás te haría daño como para matarte... (y le dio la espalda a Claudia).
Claudia se levantó del tronco y tomó a Xena por la cintura, por la espalda y le susurró
al oído.
Claudia: yo también te amo, eres mi guerrera preferida, lamento mucho lo que
pasó entre nosotras... (ambos cuerpos estaban muy juntos, los brazos de Claudia
rodeaban la cintura de Xena, la apretó mas a su cuerpo, sintió el temblor de la
guerrera y el llanto que hacia que su pecho subiera y bajara, la abrazó mas fuerte)...
tranquila, cálmate... ya paso todo... ya estoy contigo de nuevo... soy muy difícil de
matar... te extrañé tanto Xena... lloré tanto por ti... pues mi corazón no podía creer
que me querías ver muerta...
Xena: yo también te extrañé mucho, y pensé que si me pasaba algo ya no tendría a
la única persona con quien dejaría a Gabrielle y sentí que dejaba sola a Gabrielle, por
eso quise darle un hijo, para que tuviera a alguien a quien amar por el resto de su
vida, sin nosotras la barda estaría muy triste, quería darle algo para que me recordara.
Claudia: ya le has dado todo Xena. Le diste tu amor, tu corazón... tu vida...
ella te ama... no debiste hacer eso... especialmente sin preguntarle antes, sabes que a
Gabrielle le encanta que la tengas en cuenta, cuando puede participar en alguna
decisión se pone loca de contenta, no te das cuenta, ella quiere formar parte de tu
vida, de tus decisiones.
Xena: lo sé, pero a veces me es difícil...
Claudia: pues hazlo y verás que la relación con ella será mucho mejor.
Xena: aun crees que quiere estar conmigo.
Claudia: se muere por ti. Te ama Xena, no lo entiendes...
Xena: si, pero estuve muy mal...
Claudia: si, pues yo también estuve mal hace un momento no quise pegarte, lo
siento, ¿te dolió?...
Xena: sí, eres muy fuerte... (Claudia resbaló su mano hacia el trasero de Xena y
lo acaricio, haciendo gemir a la guerrera) por los dioses... detente...
Claudia: tranquila, solo te acaricio, para aliviar los golpes... lo siento (le
susurró al oído).
Xena: me estas excitando, detente.
Claudia: ¿Por qué?, ¿no te gusta?
Xena: sí, es demasiado... ah... ah... eres tan dulce cuando quieres...
Claudia: tú también eres perfecta, tus músculos están tensos, ¿cuánto hace que
no haces el amor?.
Xena: perdí la cuenta...
Claudia: dioses... (deslizó su mano mas abajo, corriendo la ropa interior de
Xena y permitiéndose tocar su centro que estaba empapado esperando esos dedos fuertes,
y tensos, Claudia supo lo que Xena esperaba y no la defraudó, tensó sus dedos y la
penetró, Xena se recostó sobre su cuerpo, deleitándose de placer al sentir los dedos de
Claudia en su interior y el susurró en su cuello, la respiración de Claudia seguida por
sus labios. Le estaba haciendo el amor ahí parada, detrás de un árbol, esa mujer era
terrible, se apretó más a su cuerpo, al sentir de nuevo un empuje profundo y largo,
levantó su mano y tomó la cabeza de Claudia atrayéndola más hacia ella, dobló su cara y
la besó como pudo, de costado, pues Claudia aun no detenía sus empujes, sus dedos
bailaban, los líquidos de Xena ya la bañaban de placer, la ropa interior de Xena estaba
empapada por sus propios flujos, Claudia quitó sus dedos lentamente y la abrazó fuerte
para calmar el temblor, la giró para perderse en el azul profundo de los ojos de Xena y
se besaron apasionadamente sellando nuevamente un acto de amor. Se miraron de nuevo en
un silencio profundo, para sentir el lazo que las unía, una fuerte amistad, producto de
un fuerte lazo de amor.
Xena: te amo...
Claudia: yo también guerrera... ( sonrió y la abrazó fuerte). Xena, solo te pido
una cosa, necesito tu ayuda, ya se la pedí a Gabrielle, quiero saber quien me odia tanto
aquí como para matarme, le dije que aun nadie debe saber que nos amigamos, le dije que
la voy a tratar mal, igual te digo a ti, seré muy dura, debes contestarme mal, pues
sino no parecerá que estamos peleadas a muerte.
Xena: puedes contar conmigo para lo que quieras, yo también quiero saber quien
es esa asesina, esa maldita que te alejo de mí. Quiero ayudarte en todo, como tú lo
hiciste tantas veces, me sentí morir al saber que no podía ayudarte como tú lo hiciste
conmigo, mi corazón estaba roto, te extrañé tanto. (se miraron a los ojos y se perdieron
en ellos sellaron de nuevo su hermosa amistad con un beso, un beso profundo). Dioses
aun tienes fuego en tu boca. Aunque no tengas tus poderes... lo sé... ¿por qué lo
hiciste?
Claudia: por amor... por el amor que se tienen ustedes dos, por eso deben estar
juntas.
Xena: eres tan especial, te amo tanto amiga... por eso me sentía tan mal, con
todo lo que habías hecho por nosotras y no poder salvarte, no poder ayudarte... (la
abrazó fuerte)
Claudia: shhhhhh, tranquila, ya pasó todo, ya te daré la oportunidad de ayudarme...
debo volver a la aldea. Dioses... eres tan bella por dentro como por fuera... te amo
guerrera... nos vemos... recuerda que aun te odio a muerte... (Claudia se fue en
silencio pero su mente daba mil vueltas, había tenido a Gabrielle la noche anterior, y
ahora tenía a Xena, sonrió, suspiro y se dijo) por los dioses... vivo de placer en
placer... tiene razón la barda soy terrible... pero quien puede resistirse a semejantes
mujeres, tan bellas, tan dulces, tan perfectas...
Gabrielle estaba aun en la cama, por eso Ephiny fue a buscarla pensando que le había
pasado algo.
Ephiny: ¿Puedo pasar?
Gabrielle: sí, pasa...
Ephiny: aun en la cama mi Reina... y esa cara de felicidad a que se debe...
Gabrielle: (estiró sus brazos hacia arriba) mmm... soy feliz, muy feliz...
Ephiny: Gabrielle... por los dioses... tienes la cara de haber echo el amor...
¿Xena estuvo aquí?.
Gabrielle: mmmmm... no.
Ephiny: pero hiciste el amor, esa cara de placer en ti, lo dice todo...
Gabrielle: mmm... si... fue puro placer tú misma lo dijiste... fue tocar el cielo,
aun me siento allí...
Ephiny: si no fue Xena, ¿quién fue?... dime por favor quién te hace gozar así...
¿quién te amó Gabrielle?
Gabrielle: eres muy curiosa...
Ephiny: es solo que quiero saber quien es capaz de dar tanto amor, tanto placer,
tus ojos brillan con intensidad, hace tiempo que no te veía así... tan feliz... dime...
tal vez algún día la necesite... si es tan buena...
Gabrielle: ni se te ocurra, ella es solo mía... bueno y de Xena...
Ephiny: ¿De Xena también? ¿también estuvo con la guerrera?... Por los dioses
¿quién es?...
Gabrielle: alguien muy especial... sabes si no amaría tanto a Xena, quisiera
vivir el resto de mi vida con ella... es la dulzura pura... y anoche me lo volvió a
demostrar... me amó con tanta intensidad, tanto fuego... no tienes ni idea lo que es
esa mujer... mira que Xena es fogosa, ardiente, pero ella... es... te deja de cama... y
lo hace tan suave...
Ephiny: ¡Maldición! Dime quien es...
Gabrielle: Claudia... ella es la pasión...
Ephiny: ¿Claudia?, pero tú y ella están peleadas.
Gabrielle: estábamos, y por favor no le digas a nadie que nos amigamos, tiene un
plan para atrapar a la amazona que quiso matarla.
Ephiny: pero ella cree que es Xena.
Gabrielle: no, ya no. Su corazón no le permitía creer que Xena quería verla
muerta y anoche hablando conmigo lo comprendió.
Ephiny: que te parece si vamos al lago, después de anoche querrás darte un baño.
Gabrielle: la verdad sí, pero por otro lado, aun quiero sentir el aroma de sus
caricias, mmmm... es delicioso. (se abrazó así misma).
Ephiny: Gabrielle, aun estas excitada, debe ser tremenda.
Gabrielle: lo es, ella y Xena son tan parecidas, ambas me hacen ver las estrellas,
pero anoche Claudia... dioses... aun la siento dentro...
Ephiny: tal vez tú seas la inspiración para ambas...
Gabrielle: gracias...
Ephiny: solo digo la verdad, recuerdo cuando querías darle celos a Xena, me
besaste... dioses... lo haces muy bien... menos mal que a mi me gustan los centauros
sino ese día te tomaba en el baño, y no me hubiera importado que Xena estaba afuera.
Gabrielle: Ephiny... eres muy amable... vamos al lago. (se quiso levantar pero
las piernas le fallaron) dioses... no puedo moverme... me duele... Ephiny... uyyyyy...
Ephiny: tranquila... hazlo despacio...
Gabrielle: uyy, me mato... debería estar acá... me dijo que si no podía caminar
ella me llevaría al fin del mundo en sus brazos... ¿no es una romántica?
Ephiny: vaya que lo es... además... de ser terrible... te dejó de cama... ¿estás
mejor?
Gabrielle: uyyy... sí, el dolor intenso fue al levantarme... ya se me pasará...
espero. Te imaginas caminar dura por toda la aldea... y si cruzo la mirada con ella...
recordaré lo de anoche... dioses... lo pienso y la siento...
Ephiny: ¿Tan fuerte fue?... dioses... lo debe hacer muy bien...
Gabrielle: es maravillosa... (se terminó de cambiar y ambas se fueron rumbo al
lago).
En la aldea aun había muchas amazonas pues todavía no se habían ido las aldeas
concursantes, algunas estaban preparándose para irse.
Claudia estaba caminando saludando a las ganadoras, hablando tranquilamente con Lilian
y la Reina Selva, quienes decidieron ir al lago a darse un buen baño.
Casualmente se dirigían a donde estaban Gabrielle, Ephiny y algo más lejos Xena.
Las tres se iban riendo de las ocurrencias de Claudia.
Claudia: en serio te digo, paso eso... ni te imaginas cuando cayo al lago... nos
matamos de risa...
Gabrielle y Ephiny ya estaban desnudas en el lago, bañándose tranquilamente cuando
sintieron las risas de las tres mujeres que se acercaban.
Gabrielle: por lo dioses... ¿quién viene? Salgamos rápido, así nos cambiamos.
Ephiny: ya es tarde... ya están aquí... y mira quienes son... la mujer que te
hizo vibrar anoche, la Reina que te suplanta, y la Reina que se lleva la estatuilla de
Artemisa...
Gabrielle: lo siento Ephiny, pero no podía aceptarla. Luego les pediré disculpas
a las amazonas.
Ephiny: bueno, ahora que te amigaste podrías pedirle otra, para la aldea...
sería maravilloso, es realmente hermosa.
Gabrielle: shhhh... ya se acercan.
Lilian: hola Gabrielle, ¿tú por aquí?
Gabrielle: hoolaa Lilian, disculpa pero estamos tomando un baño, pensé que lo
haríamos tranquilas. (mirando con los ojos entrecerrados a Claudia).
Lilian: bueno disculpa, no sabíamos que estaban acá, también queríamos darnos un
baño, la Reina Selva se irá esta noche y quería probar el agua tan deliciosa del lago.
Claudia: no le des tantas explicaciones... entra al agua y listo... ella no es la
dueña del lago, además es muy grande para que entren todas.
Gabrielle: nadie pidió tu opinión, así que mejor cállate. Además yo soy la Reina
de la aldea y hago lo que quiero.
Claudia: pues para ser Reina, eres bastante maleducada, tratar así a otra Reina,
no sé ve muy bien que digamos, una reina debe ser más complaciente con sus invitados.
Gabrielle: con mis invitadas sí, contigo no.
Claudia: si quieres que me vaya porque estás desnuda en el agua, lo haré con
gusto. He visto cuerpos mucho mejores que el tuyo.
Lilian: ya basta, dejen de pelear... esto le hace mal a nuestra aldea...
Gabrielle aun no salía de su asombro por lo mal que la estaba tratando Claudia, pensó
un momento, lo estará diciendo de verdad, pues estaba muy seria, anoche seguro no pensó
lo mismo, Claudia notó el rostro triste de Gabrielle, quiso correr abrazarla, pero se
contuvo, la conversación estaba poniéndose muy tensa.
Reina Selva: esta bien Claudia cálmate, no debiste decirle eso, (se lo susurró
al oído).
Claudia: se lo merecía, no debe ser tan grosera.
Reina Selva: ¿Perdón? Y tú que fuiste, deberías pedirle disculpas.
Claudia: yo no le pido disculpas a nadie y menos a ella.
Lilian: Gabrielle, lo siento... nos iremos...
Gabrielle: no, está bien... (con la voz cortada)... pueden quedarse... yo me iré.
Últimamente sobro en todos lados. (dijo triste). Pueden darse vuelta.
Todas las presentes no se darían vuelta, pues a lo lejos había un par de ojos que
observaban toda la escena y otro par también miraba todo, incluso a la intrusa que
estaba escondida detrás de un árbol, espiando a sus amigas.
Lilian se dio vuelta, la Reina Selva también, Claudia también, pero luego sintieron un
par de pasos, unas botas muy fuertes. Todas se dieron vuelta. Gabrielle recién se subía
la falda, Claudia suspiró, pensó en la noche anterior y se estremeció.
Lilian: ¿Estas bien?
Claudia: ¿Eh? Sí, sí... es que me pareció escuchar unos pasos fuertes...
Lilian: es Xena.
Xena: termina de cambiarte Gabrielle... y tú... (le dio una trompada a Claudia
en la cara, fue tan fuerte que le hizo sangrar el labio) tú... la próxima vez que le
hables así a Gabrielle, te mataré, te juro que ésta vez lo haré. Debería darte
vergüenza faltarle así el respeto, es la Reina, es tu amiga.
Claudia: (se limpio el labio, Lilian estaba a su lado le acaricio el labio,
Claudia la dejó) será tu amiga, mía no es, y te espero cuando quieras guerrera, espero
que esta vez tengas el valor de enfrentarme cara a cara, cobarde.
Xena: yo no soy cobarde... te daré una paliza...
Gabrielle: ¡No! Xena... no... por favor cálmate... déjala no vale la pena... ya
no es nuestra amiga... vamos.
Lilian: sí Gabrielle, llévate a tu guerrera, es una asesina... ya quiso matarla
la otra vez...
Gabrielle: basta, Xena no es una asesina, ya no... déjala en paz, nos iremos
mañana al amanecer.
Xena: ¿En serio Gabrielle?, ¿vendrás conmigo?.
Gabrielle: claro que lo haré, tonta, te amo... te amo... (se fundieron en un
beso largo, delante de todas, en ese momento apareció, Susan).
Susan: vaya... por fin se arreglaron las cosas... que se siente Claudia saber
que tu amiga te quiere matar...
Lilian: Susan déjala en paz... Xena le rompió el labio... (y volvió a acariciar
la cara y el labio de Claudia).
Susan: si la vuelves a tocar no tendrá solo su labio roto.
Reina Selva: pero cuanta violencia, ¿qué diablos les pasa?
Ephiny: sí, ¿por qué no se calman un poco?
Claudia: tranquilas, si Xena se va al amanecer, yo me iré esta noche, no quiero
más problemas, la verdad aun no sé para que volví, sabiendo que acá me querían ver
muerta.
Susan: nosotras no te queremos ver muerta (dijo sarcásticamente), solo es tu
amiguita, Xena... aun no me dices que se siente...
Xena: ya basta ¿quieres?... yo no quise matarla...
Susan: pues hace un momento la amenazaste, todas te escuchamos, dijiste que la
matarías... la última vez fallaste, tal vez esta vez tengas más suerte...
Lilian: ya basta... Susan vamos...
Susan y Lilian se fueron rumbo a su cabaña, Xena y Gabrielle se abrazaron y se fueron
rumbo a su cabaña, Ephiny las acompañó, Claudia y la Reina Selva se quedaron en silencio.
Reina Selva: si quieres venir conmigo será un placer tenerte de nuevo en nuestra
aldea.
Claudia: gracias Selva, ¿cuándo te vas?
Reina Selva: esta noche.
Claudia: me iré contigo, pero antes debo hacer algo. Necesito tu ayuda.
Reina Selva: cuenta conmigo, ¿qué quieres?.
Claudia: necesito que vigiles a alguien, pues ya tengo algunas sospechas, solo
tengo que confirmar una cosa.
Reina Selva: Susan... tu problema es Susan... no me gusta esa mujer... vi mucho
odio en sus ojos, y cuando Lilian te tocó creí que te mataba en ese momento.
Claudia: pues creo que ya encontré el problema... celos... malditos celos...
capaces de hacer matar a cualquiera... empieza ahora mismo... creo que me atacará esta
noche. Necesito hablar con alguien.
Reina Selva: con Xena...
Claudia: ... eres muy inteligente... no se te escapa nada...
Reina Selva: por eso soy Reina... dime tienen un plan.
Claudia: aun no, por eso debo hablar con ella... ¿cómo te diste cuenta?
Reina Selva: la guerrera es muy fuerte, pero se nota que a ti te quiere mucho,
cuando te pegó, su cuerpo tembló, te miró el labio de una forma, que quería curarte,
protegerte. Esa estúpida de Susan está tan ciega por los celos que no se dio cuenta.
Claudia: bueno, nos vemos luego, quiero que me des alguna señal por si Susan
sale de su cabaña, no quiero que me vea con Xena.
Reina Selva: lo de Gabrielle, ¿también fue fingido?
Claudia: sí, pero la barda se lo tomó en serio, viste su carita, se puso triste
por lo que le dije, fui muy dura.
Reina Selva: sí, lo fuiste, deberías hablar con ella, aunque fue fingido, fue
muy duro, ahí sí que me engañaste, creí que era en serio.
Claudia: sí soy muy buena cuando tengo que ser mala. Luego nos vemos, voy a la
cabaña para verlas.
Xena: Gabrielle, te extrañé tanto, perdóname por todo este tiempo, que te hice
sufrir tanto, yo...
Gabrielle: shhhh... ya no hables mi amor, estaremos juntas por siempre, te amo
tanto... (se besaron apasionadamente, las manos de Xena no se detenían, acariciaban a
la barda para estimularla, quería amarla allí mismo, pero Gabrielle aun no estaba
preparada para hacer el amor de nuevo, había tenido una noche muy intensa con Claudia,
las penetraciones habían sido muy profundas, sintió como Xena buscaba su centro, la
detuvo un momento) tranquila guerrera... aun no...
Xena: ¿Aun no?, ¿qué pasa Gabrielle? ¿no quieres hacer el amor?... te deseo tanto
(le susurró al oído)...
Gabrielle: lo sé, es solo que...
En ese momento entró Claudia de golpe, salvándola del momento.
Claudia: lamento interrumpir... (le sonrió a Gabrielle)...
Gabrielle: no interrumpes nada...
Xena: ¿Nada?, ¡Gabrielle!... ¿estás segura que no te siguieron?... (Xena fue
hacia la ventana y Claudia aprovechó para hablarle a Gabrielle).
Claudia: y tú dices que yo soy la insaciable... estabas a punto de...
Gabrielle: shhhh, te escuchará, llegaste justo... no soportaría otra penetración
ni hoy ni mañana...
Claudia: ¿Tan dura fui?
Gabrielle: sí, me mataste... quédate por favor... no te vayas...
Claudia: me iré ahora...
Gabrielle: no... por favor... (le susurró)...
Claudia: (le sonrió) me encanta cuando suplicas...
Gabrielle: eres mala...
Claudia: soy malísima...
Xena: ¿Quién es malísima?
Claudia: ¿Eh?, ¿quién más?, Susan, estoy segura que es ella quien quiso matarme,
me di cuenta que me odia, necesitaría ver sus botas, aunque ya no tengo dudas.
Xena: pues no deberías tenerla, hoy en el lago ella estaba escondida observando
todo, te hará daño esta noche no debemos separarnos.
Gabrielle: sí, no debemos dejarla sola.
Xena: sí, Gabrielle, tranquila no la dejaremos sola. Estaré vigilándote, ella
intentará matarte hoy, pues tú dijiste que te ibas hoy por la noche.
Claudia: sí.
Gabrielle: hay algo que aún no me quedó claro, ¿ustedes planearon lo del lago?
Creí que Xena te había pegado en serio, que iban a volver a pelearse.
Xena: sí Gabrielle ya habíamos hablado, sabía que Claudia se había arreglado
contigo.
Gabrielle: y a mí siempre me dejan a fuera, yo no sabía que ya se había amigado
con vos, me hicieron sufrir mucho, cuando le pegaste fue muy fuerte, son buenas actrices.
Claudia y Xena: las mejores...
En ese mismo momento Susan salía de la cabaña de Lilian, la Reina Selva la seguía de
cerca, Susan fue hacia el lago, llevaba con ella unas cuantas armas, tenía varias
flechas y una gran espada que brillaba mucho, las escondió cerca de un árbol, parecía
que estaba haciendo una emboscada. La Reina Selva fue enseguida a la cabaña de Gabrielle.
Reina Selva: ¿Puedo entrar?
Gabrielle: sí pasa.
Claudia: ¿Traes noticias?
Reina Selva: sí, salió de su cabaña y se fue hacia el lago, llevaba muchas flechas
y una espada hermosa.
Claudia: brillaba mucho.
Reina Selva: si, ¿cómo lo sabes?
Claudia: es la espada con que mató a las amazonas, brillaba mucho y me llamó la
atención por su brillo. Así que me atacará en el lago, pues tendré que darme un baño.
Xena: espera, aun no sabemos bien que planea.
Claudia: matarme Xena, eso es lo que quiere, tan solo matarme y echarte la culpa
a ti. (Claudia se tocó el labio).
Xena: lo siento, no quise ser tan bruta... te dolió... (le tocó el labio a
Claudia, pasó su dedo suavemente, Claudia lo atrapó en su boca y se lo mordió) auuu...
Claudia: ya me vengué, delicioso... (Gabrielle sonrió), ¡hey! tú ven aquí dame
un abrazo... (la barda corrió a los brazos de su amiga) ... lamento mucho todo lo que
te dije, pero era necesario...
Gabrielle: lo sé... pero no vuelvas a decirme algo tan feo... me sentí mal...
(Claudia pasó un dedo por la nariz de la barda, luego lo pasó por sus labios y Gabrielle
haciendo lo mismo que hizo ella con Xena, se lo mordió con placer).
Claudia: auu... eres vengativa... no quise lastimar a tu guerrera... la pagarás...
(y comenzó hacerle cosquillas, Gabrielle corrió detrás de Xena y se tapaba con ella
moviéndola de un lado a otro para que Claudia no la atrapara para hacerle cosquillas,
la Reina Selva se reía, nunca había visto tanto amor en esas tres amigas... era hermoso
verlas divertirse tanto... aunque luego se sintió algo extraña... esa noche
enfrentarían a la muerte... y aún tenían ganas de reír).
Reina Selva: la verdad son unas mujeres increíbles, hoy enfrentarán a la muerte
y aun tienen sentido del humor.
Gabrielle: tienes razón, hoy puedo perder a una gran amiga... pero ella es así,
ya la ves... su humor es contagioso...
Xena: la Reina Selva tiene razón, Claudia ven aquí, ahora me toca a mí... hacerte
cosquillas... jajaja...
Gabrielle: guerreras están todas locas...
Claudia: ¡Y!... estamos contigo Gabrielle...
Gabrielle: te voy a matar...
Claudia: me voy, me voy... vamos Selva.
Gabrielle: no puedes irte... (suplicándole para que no la deje sola con Xena).
Xena: tranquila Gabrielle, la seguiremos de cerca. Vete Claudia en un momento
salimos nosotras no queremos que nos vean cerca de ti, pues sino sospechará, debes
estar aparentemente sola.
Claudia: sí Xena, serás mi sombra.
Xena: sí amiga, confía en mí.
Claudia: nos vemos. (le guiñó un ojo y se acercó a Gabrielle, le susurró),
tranquila hoy no te hará nada, esta pensando en mí. Relájate.
Gabrielle: cuídate, no estoy preparada para perderte otra vez. Te amo.
Claudia: gracias barda... tú también cuídate.
Y así llegó la tarde, muy pronto oscurecería, Claudia había preparado todo como para
irse, se despidió de Lilian, de Susan, de la Reina Selva, subió a su caballo y tomó el
camino del lago.
Lilian: ¿Te vas por el lago?
Claudia: sí, quiero verlo por última vez, es tan bonito. Adiós amiga, espero
verte pronto.
Lilian: si yo también, vuelve pronto. (Unas lágrimas asomaban por sus bellos
ojos).
Claudia: no llores, Lilian... te veré pronto, te lo prometo... volveré más rápido
de lo que te imaginas... adiós Selva, adiós Susan cuida a mi amiga, es una bella
persona.
Susan: si lo haré, tu también cuídate mucho especialmente de Xena.
Claudia: gracias, no te preocupes por mí. Adiós.
Claudia se fue muy despacio, a Susan la vigilaba la Reina Selva y Gabrielle que estaba
un poco mas lejos, en ese momento Susan se separó de ellas con la excusa que quería ir
al baño, a Lilian no le pareció nada raro pero a la Reina Selva sí, le hizo seña a
Gabrielle, y esta fue a buscar rápidamente a Xena para avisarle que Susan ya había
salido hacia el lago, Claudia luego apresuró su paso, para defenderse de la emboscada
de Susan.
Xena: vamos apúrate, ya tengo todo listo. Escóndete detrás del árbol.
Claudia: pero Xena, yo quiero pelear.
Xena: no, no lo harás, ella es mía, nos hizo mucho daño, me las pagará, ya no me
importa quien eres en realidad, si eres la hermana de Cesar no me interesa, solo sé que
te quiero mucho, y quiero pedirte perdón de nuevo, no debí tratarte tan mal aquel día,
perdóname, por eso necesito que me la dejes a mí, todo lo que nos hizo sufrir no se lo
perdonaré nunca.
Claudia: Xena, no quiero que la mates, pues hace un momento recordé de donde la
conocía, la vi varias veces en el palacio de Cesar, ella es una asesina, mató a la hija
del regente de Roma, estaba enamorada de ella pero la joven no quería saber nada, y la
mató por celos, a ella y a su prometido, fue uno de los peores crímenes de la alta
esfera de Roma, ella logró huir, nunca la encontraron, ahora lo recuerdo muy bien,
estoy segura que es ella, por eso me conocía, quisiera llevarla con vida para que la
juzguen como se merece. Y con respecto a lo otro Xena, sabes que te amo, y ya esta todo
olvidado, hice de cuenta como que nunca pasó nuestra pelea, eres muy importante para mi,
y con respecto a mi hermano sé que es muy malo, pero yo no puedo solucionarlo, por eso
me fui de su lado, no quise ser más testigo de su gobierno, de cómo está tratando al
pueblo romano con sus altos impuestos que hace pagar a los más pobres, en lugar de
quitarle el dinero a los poderosos y demás castigos sé que está siendo injusto, tiene
mucha ambición de poder, y eso lo matará, estoy segura, quizás algún día se arrepienta
de sus pecados.
En ese momento sintieron unos pasos, era Susan quien estaba preparando la emboscada, se
puso detrás de un árbol para dispararle a Claudia una flecha envenenada, como la última
vez, pero esta vez daría en su corazón, no podía fallar, además había puesto cerca del
árbol un pedazo de cuero negro, para echarle la culpa a Xena, como que a la guerrera se
le había enganchado un pedazo de su vestimenta, estaba todo muy bien preparado, lo que
no sabía Susan, era que detrás de ella tenía una mujer más astuta que ella su nombre
era Xena.
Xena le dijo a Claudia que no hablara y que apareciera delante de Susan, siguiendo su
camino hacia el lago como si nada pasara, Xena la tomaría por la espalda, antes que
dispare la flecha, cuando ya estaba lista, Xena la agarró de los pies y la tiró del
árbol, la caída fue muy ruidosa, pero Susan era una gran guerrera y muy fuerte, lo
había demostrado en la cueva cuando mató a las amazonas, era una salvaje con la espada
y muy buena, enseguida sacó su espada y le hizo frente a Xena.
Susan: ¡Maldita perra!, debí matarte primero a ti, te mataré.
Xena: eso lo veremos, sé que eres buena pero no tanto como yo... ja ja...
Susan arremetió un fuerte golpe contra Xena, esta la paró con su espada, luego le dio
otro golpe, Xena nuevamente lo paró.
Xena: ¿Eso es todo lo que sabes hacer?... te destrozaré... lo que sufrí por tu
culpa me lo pagarás con tu vida...
Claudia: no, Xena no lo hagas ya te pedí, que no.
Susan: tú amiguita es más inteligente, sabe que no podrás matarme... pues yo
acabaré contigo y luego seguiré con ella. (volvieron a golpear sus espadas, se
acercaron aun más, ambas tomaban su espada con las dos manos, estaban frente a frente,
Xena la empujó y la tiró al piso, Susan se levantó rápidamente, era muy ágil, luego
Xena dio su salto y pasó por encima de su cabeza sorprendiéndola y le dio una patada en
la espalda y Susan cayó de nuevo, esta vez boca abajo, Xena se apresuró y la tomó del
cuello y la levantó amenazándola con la espada en su cuello).
Xena: ya estas muerta maldita... ríndete... o te juro que te atravesaré con mi
espada.
Susan: esta bien me rindo... (cuando Xena la empujó otra vez, Susan se dio
vuelta y le arrojó un cuchillo a Xena, esta lo paró con su espada y en el mismo momento
hirió a Susan en su pierna, y ésta vez cayó al suelo, se agarraba la pierna que
sangraba).
En ese momento llegaron el resto de las amazonas, Gabrielle, la Reina Selva, Ephiny y
Lilian que no entendía nada.
Lilian: ¿Qué pasa aquí? Susan por los dioses, estás herida...
Xena: no la toques... aléjate de ella...
Lilian: pero Xena ¿qué pasa?... no entiendo...
Claudia: ven Lilian, yo te explicaré...
Lilian: no, quiero que me lo digas ahora...
Claudia y Xena estaban una al lado de la otra, Lilian a un costado, Gabrielle junto a
Ephiny y la Reina Selva estaba del otro lado de Xena, y Susan en solo un momento vio su
última oportunidad de acabar con esa maldita, justo cuando todas estaban distraídas
tratando de consolar y explicarle todo a Lilian, se levantó como pudo, con todo el odio
y la maldad que llevaba dentro y sacó otro cuchillo debajo de su manga, Gabrielle justo
la vio y alcanzó a gritarle a Xena.
Gabrielle: ¡Xenaaaaaa... cuidado!...
Xena y Claudia se dieron las dos vueltas al mismo tiempo, Xena lanzó su chakram y
Claudia uno de sus cuchillos, ambos viajaban al mismo tiempo hacia el mismo rumbo,
ambos se incrustaron en el pecho de Susan, el chakram en el medio, el cuchillo justo en
el corazón, Susan cayó por última vez, Lilian gritó de horror, al ver a su amiga, eso
creyó que era... y corrió a socorrerla aunque ya era tarde...
Lilian: ¡¡¡¡Nooooooo!!!!... Susannnnnnnn... (ya al lado de Susan le tomaba la
cabeza)... shhhh... tranquila... ¿por qué? ¿por qué?...
Susan: porque te amo... (le dijo susurrando y murió con el último aliento
diciéndole) Te amo...
Lilian lloraba desconsoladamente, Gabrielle corrió al lado de Xena y Claudia para saber
si estaban bien, Ephiny y la Reina Selva se quedaron en silencio viendo ese cuadro tan
triste, Lilian estaba desconsolada, Claudia se acercó para hablar con ella.
Claudia: Lilian... Lilian... (la tomó por los hombros, aun Lilian tenia en sus
brazos el cuerpo de Susan, Lilian estaba como ida, no escuchaba a Claudia)... Lilian...
ya déjala... no merece que llores por ella...
Lilian: déjame...déjame...ella me amaba...y tú no... ¿por qué? ¿por qué la
mataste?... vete no quiero volver a verte... déjame sola... total siempre lo haces... ya
no tendré sus brazos para consolarme, cuando tú me dejas, cuando tú te vas... vete, vete,
no quiero verte... (y seguía llorando)...
Claudia: pero... Lilian... yo...
Xena: Claudia déjala... ya comprenderá... (la tomó de los hombros a Claudia y se
la llevó de allí, volvieron a la aldea, a la cabaña de Gabrielle).
Gabrielle: Lilian... escúchame... debes saber la verdad...
Lilian: déjame, tú también tramaste esto, ¿por qué la mataron? ¿por qué?...
(seguía llorando) creía que todas eran mis amigas, y nadie me dijo nada, ¿por qué lo
hicieron?...
Gabrielle: shhh... tranquila ven aquí... (Lilian soltó el cuerpo muerto de Susan
y se abrazó llorando a Gabrielle)... shhhh... no merece tus lágrimas...
Lilian: pero ella estaba siempre conmigo, cuando Claudia se iba, ella me
consolaba...
Gabrielle: ella estaba muy enferma, sentía celos por cualquier cosa, ella fue
quien intento matar a Claudia hace un año con la flecha...
Lilian: ¿Qué dices?... no puede ser...
Gabrielle: sí Lilian, lo es... lamento decírtelo pero es verdad... ella tenía
celos de Claudia sabía muy bien que tú la amas... por eso decidió quitarla del medio,
asesinándola, y como también odia a Xena, le iba a echar la culpa a ella, Susan preparó
una emboscada para matar hoy a Claudia, ve aquel árbol y mira su arco y flechas, están
envenenadas, cuando Claudia pasaría por allí la mataría, Xena solo defendió a su gran
amiga, tú misma viste que Susan la quería matar por la espalda, si yo no gritó a tiempo
quizás una de las dos estaría muerta ahora... deberías hablar con Claudia seguro se
siente muy mal, ella no quería que terminaran así las cosas, sobre todo por ti, ella te
quiere mucho...
Lilian: pero no me ama, ella ama a otra persona... no me ama como yo la amo...
que haré ahora sin ella y sin Susan, sé que era muy celosa pero me quería, me ayudaba
mucho, me consoló cuando creí que Claudia había muerto... (comenzó a llorar de nuevo).
Gabrielle: tranquila, ven vamos a mi cabaña... debes descansar... las amazonas
se encargaran de su cuerpo...
En la cabaña de Gabrielle:
Xena: ¿Estás bien?, sé que es muy difícil todo esto para ti, sobre todo por
Lilian.
Claudia: sí, es lo que más me preocupa, ella no merece sufrir tanto, es una muy
buena mujer, y yo solo la hago sufrir, sé que ama, pero nunca le podré corresponder y
ahora esto, se queda otra vez sola...
Xena: ¿Por qué no te quedas un tiempo con ella?. Le hará bien.br>
Claudia: ¿Aun crees que quiere verme?, maté a la única persona que tenía aquí
que la amaba, aunque era una asesina y estaba enferma de la cabeza... sé que la amaba...
Xena: no te culpes, pues mi chakram seguro llegó primero que tu cuchillo, así que
yo la maté, y no me arrepiento, prefiero haberla matado a ella, y no volver a perderte
a ti, te amo demasiado, no lo soportaría de nuevo.
Claudia: gracias Xena. (se abrazaron y unas lágrimas corrían por ambos rostros,
en ese momento entró Gabrielle con Lilian).
Gabrielle: ¡Hola! ¿interrumpimos?...
Xena: (Claudia y Xena se soltaron) ven, también tú puedes darme un abrazo...
Gabrielle: gracias por la atención... (se abrazaron)
Claudia y Lilian cruzaron su mirada, ambas sabían que debían hablar a solas.
Gabrielle y Xena también se dieron cuenta.
Xena: ustedes deben hablar, me iré con mi barda a pasear... pueden quedarse el
tiempo que quieran. (Claudia le afirmó con la cabeza).
Claudia: Lilian... yo lo siento...
Lilian: no digas nada, ya Gabrielle me contó todo...
Claudia: no todo, ella hay algo que no sabe...
Lilian: pues me dijo que Susan quería matarte, (se pusó a llorar) por mi culpa,
por sus celos estúpidos, casi te mata... (Claudia se acercó y la tomó entre sus brazos
para consolarla)... sé que me amaba... pero... perderte a ti hubiera sido peor... te
amo tanto...
Claudia: tranquila... ella era una mala persona, hace poco recordé de donde la
conocía, fue en Roma, era una asesina, una enferma, ya había matado por sus celos... por
eso ella sabía que yo era la hermana de Cesar, me había visto en el palacio, ella se
enamoró de la hija del regente de Roma, y como no le correspondía pues se iba a casar
con un joven, los mató a los dos, la estaban buscando aun para hacer justicia, y aquí
quiso hacer lo mismo, no supo valorar lo que tenía en ti...
Lilian: tú tampoco me valoras... pues aun sabes que te amo... y siempre me dejas,
te vas.
Claudia: lo siento, te quiero muchísimo, pero no puedo amarte como me pides, si
te hago tanto daño, no volveré nunca más, no quiero que sufras más por mí, mereces ser
amada, eres muy especial, siempre estarás en mi corazón.
Lilian: lo sé, se que no me amas como yo quiero, pero al menos me tienes en tu
corazón, y quiero que sigas viniendo, me prometiste que alguna vez vendrías con ella.
Quiero conocer a la mujer que tiene tu corazón, debe ser muy especial.
Claudia: lo es, vendré con ella, nunca te olvidaré, me ayudaste en momentos muy
difíciles, confié en ti como nunca confié en nadie, siempre estás ahí cuando te
necesito...
Lilian: es porque te amo... y siempre me tendrás... cuando me necesites ven a
verme, seré muy feliz al tener noticias tuyas... puedo pedirte un ultimo favor...
Claudia: lo que tú quieras...
Lilian: bésame, quiero sentir tus labios de nuevo...
Claudia: Lilian no es un favor el que me pides... es un placer... (y se besaron
apasionadamente, con el alma, con el corazón que unía una hermosa amistad).
Después de unos días volvieron a despedirse.
Claudia: adiós espero volver pronto, y si los dioses me acompañan, volveré con
ella como te prometí.
Lilian: ven, vuelve, no me importa si vuelves o no con ella, solo quiero verte a
ti. Te amo.
Claudia: te quiero mucho... adiós (se abrazaron muy fuerte).
Gabrielle: ¿Esta vez te despedirás?... ¿quieres matarme?...
Claudia: eres mala... es que no me gustan las despedidas, pero esta vez quiero
darte un abrazo, ven aquí barda, sé que otras veces rompí tu corazón, pero siempre
pensé en ti, nunca te olvidaré, así pase mucho tiempo hasta que volvamos a vernos... te
amo Gabrielle... (se abrazaron y se dieron un beso en los labios). Guerrera ven acá,
(la abrazó a Xena) también te amo, nunca te olvidaré y cuida muy bien a mi barda, no la
hagas sufrir más... porque te buscaré por cielo y tierra y te daré unas cuantas
palmadas en el trasero como la otra vez.
Gabrielle: ¿Me perdí eso?... dioses...
Xena: pues la próxima vez, le diré que te pegue a ti, tiene la mano muy fuerte.
Gabrielle: ahhh... graciosa...
Claudia: adiós amigas... cuídense...
Xena, Gabrielle, Lilian... adiós Claudia...
Las lágrimas brotaban como una catarata de cada uno de sus ojos, Xena y Gabrielle
quedaron abrazadas mirando como se despedía una gran amiga, Lilian veía como se
despedía un gran amor y Claudia se iba triste por dejar a sus amigas, pero a la vez
feliz porque ya tenía las fuerzas suficientes para enfrentarse de nuevo al amor, a Jill,
iría a buscarla.
Continuará... (SEXTA PARTE) - * EL AMOR Y EL HORROR * -