S.O.S.
Por Flower
Cuarta parte
"Dos cositas" Bar no atendía a las palabras de su hermana, estaba mas metido en las
palabras de Mona, su madre... 'como pudo' era verdad como había podido su propia
madre... con los ojos fijos en un punto muerto, sin ver nada... solo con la última
visita de su madre... y por qué ella debía cuidarlos, ellos eran lo suficientemente
grandes para cuidarse solos y...
Xena sentada al lado del niño, no pudo dejar de notar que el pequeño estaba casi tan
tieso sentado que parecia dormido, su cara era como un espasmo como si estuviera en
otra parte, miró al frente, recorrio el rostro del niño, hoy en la mañana había algo
distinto en él, aparte de su aspecto, su cabello había dejado de ser rojo sangre y
ahora era normal, castaño y semi rizado que caía por su cara, con dos largos mechones a
los costado de cada oreja, sus ojos habían cambiado de color a un suave celeste claro,
y sus ropas eran sin duda como las de un niño de esa aldea, Xena no podía entender como
ese niño ya formaba parte de ella, Xena dio una mirada frente a ella Idi también había
cambiado su aspecto, su cabello en un tono suave de color castaño crudo con pelos mas
claros pero del color natural y unos profundos ojos celestes, Idi andaba igual de
metida en sus pensamientos y eran mas terribles que los que tenía Bar, pensaba si tenía
la oportunidad, mandar a Ella a dar un paseo por la tierra media o dejarla atrapada en
una habitación sin tiempo o espacio... bueno primero tenia que conseguir 'los motivos'
para poder hacer eso y de todas formas Ella cuanto daño podía hacer... mucho... Ella no
era precisamente una santa y una chica buena, al contrario era un mandona, sabelotodo,
que tenía la puñetera idea de ser la única persona que podía estar con Antonia, odiaba
a muerte a Max y la tenía en contra de Bar y ella... y como les diría a Xena y a
Gabrielle, Idi levantó la mirada solo por que algo la impulsaba... y hay estaban los
ojos de la mujeres que casi la mata de un ataque cardiaco... Xena quizá desde cuando la
estaba mirando y ella con esa mirada de estúpida, Idi sonrio hacia Xena y hacia
Gabrielle, que estaba mas callada de lo usual, Idi se encontró con la mirada de Bar el
cual tenia aun esa expresión de tonto.
"Xena tienes algo aquí" Gabrielle alzó su mano para retirar algo de comida de la
comisura del labio de Xena "no crees que estan muy callados."
Idi mantenia su vista en el plato picotenado su alimento, 'en que esta pensando con que
esa tía nos cuide...' tomó un grano de maiz. Miró a su hermano, que tenía los ojos
abiertos, Idi sonrio maliciosa, y sin mayor predeterminado pensamiento, le tiró un
puñado de maiz en la cara...
Bar dio un respingo; "hey" gritó dando un salto, se encaramó en la mesa, Xena tiró de
la parte baja de la ropa de Bar para que volviera a su asiento, mientra ella seguía
comiendo.
"Quedate sentado y come tu comida, o no crecerás, y no serás un chico fuerte" Xena
sirviendo mas en el plato de Bar, Bar elevó una ceja, mal genio, a él no le gustaba esa
comida y no pensaba comerla.
"Ya oíste enano" Idi con su tono sarcástico, Bar con su mejor cara de 'voy hacerte pure'.
"No soy un enano, déjame pensar quieres, no tengo hambre" corrió el plato hacia el
centro de la mesa, recostándose sobre lugar.
"Qué mal educado" mencionó Idi, la cual ni siquiera había probado bocado.
"Qué sucede, parece que...
"Mona piensa que no nos podemos cuidarnos solos en casa y ha conseguido una niñera,
"una mueca de disgusto "no entiendo que le pasa, además yo no digo nada por que sale
con Cristra," otra pausa "Puber sabe cocinar, la comida en microonda no es tan mala...
Ella" Otra pausa pero ahora Bar se comenzaba a colocar algo verde "Ella nos tendrá
comiendo brócoli, fideos de salvado y además me hará leer eso libros de Derecho penal"
La cara confundida de ambas mujeres dieron a conocer que no entendían ni papa.
"Nuestra madre... es decir la del futuro" aclaró su garganta mirando a ambas y muy
confundidas mujeres "se va de viaje por una convención y no tiene con quien dejarno,
Ella viene a casa, por vacaciones de intermedio en su país, Ella es la hermana de
Antonia." Xena y Gabrielle seguían sin comprender nada "Ella es la hermana de Antonia"
dio a conocer mas información.
"Hermana de Antonia" Gabrielle con un pequeño tono de anhelo.
"Mencioné que An tiene una gata en casa" Idi no tenía ganas de dar información a
Gabrielle.
"Qué sucede" en un ronco ruido.
"Bueno... sucede... esto... bueno" Idi no sabía como empezar."Cuándo partimos" dijo de
imprevisto, obviamente cambiando de tema.
"Umm" alzando las cejas. "Lo mas probable que esta tarde, por que dices 'partimos' van
a ir con nosotras, no van a esperar a sus amigas" Xena tenía la convinción de que no
eran sincera con ella, Idi algo nerviosa miró hacia Bar el cual ni siquiera se había
inmutado de sus palabras, al contrario seguía cazando moscas.
"Puber sabe cocinar... sabe hacer macarronis en microondas... palomitas en microondas...
lassaña en microonda... descongelar comida en el microonda..." Bar se perdió en sus
ideas.
"Mencione que Gabrielle tiene que tomar sus ejercicios para que su cuerpo se tonifique"
sonriendo hacia las dos mujeres.
"Tienes razón, ven Gabb te ayudaré" tomó a Gabbrielle por la cintura hacia sus brazos,
Idi la mira con cierta sonrisa de que hice para merecer esto, Xena se perdía con
Gabrielle escaleras arriba, lejos de donde pudiera ser oída, Idi se tiró contra la mesa.
"Bar, Mona vendrá pronto con las cosas, puedes hacer el intento de que traiga algo que
nos sirva como..." el chico le sonrió maliciosamente. "Vamos enano, sin Max ni Antonia
por estos lados estamos en serios apuros y ahí que decirle lo de 'Ella' o nos matará...
nos despellejará y nos volverá a matar, bien entendido" Idi se fue corriendo por las
escaleras subiendo de dos en dos los escalones se encontró con ambas mujeres de pie
junto a la habitación que les correspondía. Idi se detuvo, Xena acunaba a Gabrielle en
sus brazos, obviamente esta era una de esas escenas en las que debes huir lo mas rápido
posible o serás descuartizado y si Max se entera de esto nuestra querida Idi no vivirá
lo suficiente como para conseguir una novia...
"Idi, desde cuándo estás ahí" Idi quedo helada mirando a Gabrielle y a Xena que parecían
como si hubieran sido descubiertas en algo...
"Yo... ummm... pasaba por aquí?" Dijo colocándose de pie al pie de la escalera.
"Podrías abrir la puerta" Idi mirando a Xena, Xena mirando a Idi...
"Haaa, era eso" muy aliviada pasó y giró el pomo.
"Ha que te referías con 'era eso'" Xena dejó sobre la cama a Gabrielle, Idi sonriendo
como estúpida, cosa nada nueva en ella y la mirada de Xena le recordaba a la que Max le
daba cada vez que no entendia lo que pasaba o se hiciera humo.
"Iré a buscar las cosas esperen aquí" 'como si se fueran a escapar o... algo así..
definitivamente me voy a desaparecer lo mas rápido posible no me gusta para nada estar
mirando a otra persona... y menos si es persona es algo así como Max con más músculos y
con instinto asesino... 'bien necesitaré esto y esto y esto y... lo llevo todo' en el
interior de la habitación que comparte con Bar, Idi recoge todo lo que puede serle de
utilidad y sin mencionar que no deseaba salir y entrar otra vez y menos en todo lo que
tendría que soportar una vez dentro... dos golpes en la puerta, y mirar hacia aun lado
al abrir la puerta, Xena acomodando a Gabrielle en la cama... "He... creo que vuelvo
enseguida tengo algo que hacer... olvidé el hervidor jejejej, que cosas" Xena la tomó
por la parte de atrás de la camiseta "bueno si insisten me quedo" dejó su bolsa a un
costado de la cama. "Gabrielle, te puedes quitar la falda" Xena y Gabrielle levantaron
a la vez sus cejas y la quedaron mirando, mientras Idi se colocaba roja como un tomate
mirando a las dos mujeres "Si puedes quitarte la falda, para poder ya sabes... el masaje
y esto que es un relajante muscular y un buen descanso antes de viajar, mira Xena te
voy a enseñar como debes hacerlo, no es tan difícil y bueno necesito ir a comprar
algunas cosas... y como que tres son multitud" en voz baja y mostrándole a Xena como
aplicar los medicamentos y antes de poder dar mas indicaciones salió 'olimpicamente' del
recinto bajando las escaleras de tres en tres...
"Se diría que fue muy bochornoso lo que paso allá arriba" Bar tenía ese aspecto que Idi
odiaba tanto y del cual podía confiar hasta su vida, Idi se dejó caer en el asiento
desocupado, con sus notebook en la mesa con unas cuantas revistas "Umm, mi notebook
está en buen estado con los programas actualizados, me pregunto por que Mona tiene mis
cosas junto con las tuyas" colocando sus lentes al nivel del puente.
"Tu vigílalas mientras yo voy por algo de ropa... y algo de aire" Idi dejo aun lado a
su hermano para perderse en la espesura de la aldea.
Bar con la mirada la siguió y realmente se perdió un momento, "uno... dos... tres..."
Idi venia de vuelta, mirándolo como si fuera de otro mundo.
"Dónde conseguiste eso" indicó la ropa que llevaba Bar, que no era para nada del tiempo
de la antigua Grecia y mas bien como siempre.
"De dónde crees, la tecnología es genial, oye crees que noten mucho si llevo esto al
cuello" le mostró su cámara digital.
"Largo pequeño engendro... y deja eso en otro lado o tendremos problemas" Idi recogiendo
su notebook y abrazándolo como si fuera una botella de agua en el desierto...
"Que tía tan rara... bueno como sea, con mi tesoro seré invencible y tendré el poder de
la... jjeeeee, esperen y verán el documental que nadie antes ha visto...
Todos en sus labores, con Xena y Gabrielle en la habitación, Idi recorriendo el pueblo
mirando con su notebook bajo en brazo y mirando como en bobada lo que podría hacer con
esa maravilla, mientras Bar se tiraba de un lado para otro grabando de un lado para
otro, y mas cuando en lo alto vio algo que llamó su atención y una sonrisa "Genial esto
irá de mejor a extasis... y seré como... uno de esos directores geniales" filmando a un
hombre en lo alto.
*****
"No...
"Umm, bueno creo que deberíamos empezar por el principio... otra vez... no lo crees"
pero Bar tenía la mente perdida en 'esa tía nos mandará como sus esclavoooo' "Max y An
son sus reencarnaciones del futuro en eso estamos claros" Xena hizo una mueca con los
labios "vale se que aun no nos creen, pero es la verdad, venimos del futuro... del año
2004... de la presente era... y Bar y yo somos tus hijos... bueno las reencarnaciones
de Solan y bueno aun no puedo decir el nombre que tendré en este tiempo...
"Y no olvides mencionar que cuando tu nazcas, Xena tendrá el poder para hacer puré a
los dioses, y por eso todo el mundo trata de matarte... y por eso se quedaron
congeladassss" Bar con cabeza metida en la revista y dando esa info como si fuera lo
mas normal del mundo, Xena y Gabrielle miraron a ambos chicos, Idi arrugó el ceño, se
volteo de la silla de montar y de dio un costorron a su hermano, " Ay... hey, pero
omites cosas y eso no es justo" Bar sovándose la cabeza.
"Que... qué quieres decir, Xena tendrá el poder que matar a los dioses... pero eso es
imposible... ella es... mortal... y ellos inmortales... son dioses" Gabrielle había
olvidado por completo donde se encontraba... Xena no se quejó, pero le dolió bastante
que Gabrielle se tirará hacia delante en la silla de Argos...
"Sabes, eso debió doler un montón" con tono de burlas, Bar fue el único que se dio
cuenta de la mueca de dolor de Xena y de su mano en la ingle.
Mientras Gabrielle y Idi seguían discutiendo sobre la nueva información, Idi mataría
luego a Bar, tenían que pasarles info a Xena y Gabrielle... pero no toda y eso era
obvio... esto a Max no le haría ninguna gracia. Bar sonriendo volvió a su lectura.
"Pero bien estamos aquí por que... perdimos algo y no podremos volver a nuestro tiempo
sin esos objetos?" en forma de pregunta, aun no podía saltar con lo que tenia planeado
Max "son realmente raros y no tiene valor, no son joyas, bien se deben estar
preguntando por que tenemos poderes especiales... bueno, Max esta en línea con un
programa que se llama Helios, y con el ayuda de MSDA puede hacer todas esas cosas...
como volar, acabar con los malos en un santiamen y bueno Bar y yo estamos en el mismo
programa, se deben estar preguntando que es 'Helios', Helios es un programa es como si
alguien te dijera que tienes que hacer y aumentará tu fuerza a un 100%, el MSDA como se
lo explique a Xena, es una sustancia que usa Max para que su cuerpo se regenere con
mayor facilidad, es problema con aminoacidos, es como..." pensó "como la ambrosia, pero
eso no nos combierte en dioses, nuestros cuerpos no se destrozan tanto en una batalla,
y creo que se preguntan por que todos esos tipos nos siguen... bien ellos son de un
juego de estrategia, de este demonio" señaló a su hermano con la cabeza "es para formar
tus propios ejércitos y obtener mas tierras, hacer invaciones...
"Age of Empires..." casi en un hilo.
"Perdón," fruncio los labios.
"Mientras diseñabamos un proyecto para la clase de tecnología, bueno de esa parte es
Helios, Bar tuvo la genial idea de instalar su jueguito de guerra en red... es decir en
todos los enlaces, y bueno cuando llegamos aquí, mas respectivamente a esta era, por
que en las anteriores no había sucedido nada, ese juego se activo, y cada vez que
vencemos a un ejército viene otro tras nosotros... y creo que es el primero... porque
despues viene la era de los reyes con tecnología mas avanzada...
"Sip, este es la expansión romana... por eso tantos romanos, aunque he jugado con los
persas, los bárbaros, los mongoles, los chinos... con todos, no es tan difícil... y como
este es un universo paralelo, podemos hacer cosas que en nuestro mundo de verdad seria
un sueño, Helios está implementado, por mi parte con muchos conocimientos, de otros
juegos, Max me pidio que lo hiciera de esa forma, así se hace mas fuerte cuando entrena..."
Bar comenzaba a tomar el hilo de la conversación, a sacar la cabeza de la revista, que
muy animadamente leía.
"Sip, Max le gusta las batallas y entrenar... lo tiene en su naturaleza" Xena la seguía
callada sin hacer ningún comentario, Gabrielle miraba confundida, desde su lugar en
Argos las manos de Xena, una en las riendas de la yegua y otra en su cintura, la
conversación de Idi era mas un monólogo que una platica entre cuatro "bien... creo que
eso es hasta ahora verdad".
"Qué sucedio en el pueblo, por qué se veían tan preocupados" Gabrielle saliendo de su
ensueño producido por el vaiven del paseo.
"Bueno... lo que pasa que ahora tenemos una conexión completa y las peleas serán mas
violentas y tendremos acceso a mas cosas, armas, alimentos, vehículos, y cosas
similares... Mona, es decir mi madre del futuro, se suponia que no estaría en casa
hasta el domingo en la noche, a mas tardar en lunes en la mañana, pero se devolvio para
decirnos que tenía otras cosas que hacer y estaría mas tiempo fuera y bueno... que no
nos puede dejar solos en casa, y que Nana no se encuentra y menos nuestras tías, este
pequeño monstruo no ha dejado una buena impresión, y las niñeras que hemos tenidos por
lo general duran solo un par de minutos antes de salir corriendo, tenías como opción a
Puber, pero el pobre hombre no se volverá a acercar a la casa mientras este Cristra
cerca, el general, pero se va a la base naval de visita, y la única persona libre es
Ella... ella no tiene clases esta semana y su mamá no se encuentra, y bueno mi mamá se
lleva algo con ella y le pidió que se quedara toda esta semana con nosotros, el
problema es si Ella se viene no podremos estar concentrados en estos a menos que pueda
colocar una cerradura digital con código ADN... umm" Idi se quedó pensando, el caballo
que Xena le consiguió era bastante manso y de fácil dominio, a Idi no le gustaba montar
pero hasta el momento estaba resultando bastante agradable.
"Ella es" Gabrielle miró la nuca de la joven que se había quedado callada.
"Ella es la tía mas rara del mundo, ella es realmente terrorífica, deja chico a Freddy
Crugger y sus pesadillas, o Jason, a Callisto... " las dos mujeres respingaron al oír
ese nombre. "Ella es hermana de Antonia" se apoyó de la silla del caballo, Bar iba
sentado al reves en la silla del caballo, mirando a Xena y Gabrielle "Callisto, la tía
rubia y de tan malas pulgas, que Xena mato" paso la revista a su hermana "Idi, sale una
noticia de tu amorcito... Cristina Aguilera" Idi despertó de sus pensamientos para
tomar la revista y revisarla, y lanzar una carcajada... "Ves tienes una oportunidad" Bar
en mala forma, se tiró de costado para buscar en un morral "Ella es bueno como lo
podría definir... umm," Xena alzo una ceja "Dime a quien crees que Solan es decir Bar
le tiene fobia..." Xena cayó en cuenta y eso no le agradó nada.
"Cómo puede ser...
"Puede, porque después del Tártaro está el cielo y el infierno, y puede porque las
almas viajan y van y vienen y tu alma ocupa nuevos cuerpos, eso no lo sabías, y todos
lo que han sobrevivido por el tiempo, y no sé si es de mala suerte, pero todos en esta
reecarnación dimos con en la misma etapa de nuestras vidas, Max vivía cerca de nuestra
casa, el general, su padre llegó a vivir en la zona austral con su familiar, se había
retirado del ejército, Mona siempre me cuenta eso, llegó con sus dos hijos y su esposa
que estaba embarazada, ella lo recuerda porque estaba embarazada de mi en ese tiempo,
Max es mayor por una semana... su madre murio a los días después, mi mamá la hizo de
nodriza, conozco a Max desde siempre, a pasado mas tiempo en mi casa que bueno es como
si fuera mi hermana, Max se dio cuenta de algo, era super chica no tendría mas de 6 o 7
años cuando ella descubrió que era otra persona, descubrio que eras tu Xena y se dio
cuenta de quién era yo... y de quién era mi madre, mi madre en el futuro es la tuya en
este tiempo, y los hermanos de Max, Cristra y Danovic, son bueno Lyceus y Toris, y el
general es umm, no recuerdo bien el nombre, pero es quien estuvo a cargo de Solan, el
centauro, la mamá de Max era bueno, nunca la conocio y ella era una mujer muy buena, la
que trató de proteger lo mas que pudo a Max, ella era Lao Ma" esta última confesión le
cayó como un valde de agua helada a Xena "umm, es complicado el padre de Max es un tío
algo crudo, él es un tipo de lo mas malo, en realidad muy malo, a ver la historia va
así, por lo que yo sé, la mamá de Max se casó con el general en Alemanía, por que Max
viene de allá, y donde vivimos ahora es una zona de emigrantes, nuestra misma familia
viene del viejo mundo, ya me quede en que venían de Alemania, era una mujer bellísima y
muy joven, el era viudo su mujer había muerto hacia unos dos años, ella fue secuestrada
por el gobierno de ese país, por este tipo, y cuando la mamá de Max fue rescatada venía
embarazada. El general aliado con uno de los gobiernos aparte obtuvo derecho a inpunidad
y salir del país con su familia, Max nacio al tiempo, ella no es hija de general, ella
es un ser humano diseñado geneticamente, el tio de esa organización se las tenía contra
la mamá de Max y por eso lo hizo, no fue directamente en el país sino en un territorio
neutro y diseñó a Max con sus propios genes y los de la mamá de Max, está loco, lo
andan buscando por terrorismo internacional y genocidio, aun no lo arrestran, hace unos
años vinieron unos hombres y se llevaron a Max a Alemania, y cuando regresó era una
persona diferente, ella no era la misma, no reconoci en ella a mi amiga y menos a mi
madre, solo vi en sus ojos a un ser maligno, que solo le interesaba la muerte, venganza
y los problemas, Max no quería saber nada de nosotros y menos de Antonia, la alejó de
ella y mantenía su distancia, su lado oscuro, como en las anteriores vidas, comenzaba a
aflorar, es verdad me salté la parte cuando llega Antonia, Antonia se mudó en verano,
teníamos algo así como 9 o 10 años, An llegó a mi casa, con su hermana y su madre, como
visita de vecinos, lo malo fue que desde el principio mi mamá y la de An tuvieron roces
y si no hubiera sido porque estaba el abuelo de An se habría lanzado a las manos, lo
que pasa que Mona tiene un trabajo competitivo y la mamá de An trabaja en lo mismo, así
que son rivales... y se llevan muy mal, pero cuando vi por primera vez a An sentí como
si la conociera desde siempre, y era por que la conocia desde siempre, y ese mismo día
Max y An se conocieron, y bueno no es que se llevaran bien desde el primer momento, aun
recuerdo ese día, Max había estado practicando en el bosque y Cristra la vencio, y fue
por que An aparecio y la distrajo, ese mismo día me contó sobre ella y me dijo que nada
de lo anterior iba a suceder y que primero se perforaba las orejas antes dejar entrar
en su vida, y que crees... a la semana andaban que amigas... y bueno de entonces las
tres" Bar carraspeo "los cuatro, aunque Bar en ese tiempo era un crío, muy molestoso y
oloroso... y bien la familia de An, su madre... bueno su madre, ella es creo que es tu
madre" Gabrielle levantó las cejas, pensando en su madre como una mujer competitiva,
arratadora y peleadora "y tienes una gata, que es muy simpática, se llama Punki, es una
gata angora de nariz chata y de color castaño naranjado... es el ser que mas quieres en
esa casa, Gabrielle, y bueno casi siempre te quedas en mi casa, todo el mundo se queda
en mi casa, hasta los hermanos de Max se quedan en mi casa, Mona cocina genial, y hay
que reconocerlo Bar también cocina bien," sonriendo, Xena llevaba a Argos al nivel de
Idi, para mirarla cuando ella hablaba, notó que Bar se sonrojaba por el comentario de
su hermana vio que el niño estaba metido en algo que parecía un libro, pero era pequeño
y que lo sostenía en sus manos, tenía algo distinto en sus ojos, unos cristales, sin
darse cuenta la frente fruncida y con uan concentración al máximo, era diferente era un
niño bello, Idi seguía relatando su historia, Xena decidio que esta chica hablaba mas
que su Gab, hasta ahora no había notado la mano de Gabrielle sobre la de ella, y el
cálido peso de su cuerpo, Xena se sentía bien con Gabrielle entre sus brazos.
"Haber si entendí... esas chicas que vimos en el pueblo son nuestras reecarnaciones del
futuro, pero no tan solo son nuestras reecarnaciones sino que también son nuestros
descendientes, hasta ahí voy bien" Idi asintio positivamente "y ustedes son los hijos de
Xena, y que tú serás la que destruirá a los dioses" Idi volvio a asentir "mi madre es
una mujer competitiva, pero no has mencionado a mi padre" Idi alzó ambas cejas, por
algún motivo no había llegado hasta ahí "y que la familia de Xena, como ya me lo había
explicado, es muy confusa ya que hay un montón de gente que quiere que Max se vuelva
mala, y todavía no comprendo por que le tienen tanto miedo a mi hermana, si Lila era
buena chica" Idi suspiró melodramatica.
"Bien... de nuevo... tu papá, no lo conozco, solo le conozco por fotos, y no hablas
mucho de ello, tus papás se divorciaron hace mucho y por lo que sé, tu mamá y tu papá
se llevaban como perros y gatos, ideas muy dispares, Ella vive con él en EEUU, estudia
en Harvard, Derecho, y tiene vacaciones alternativas... y se viene, y de seguro que mi
mamá se queda una semana mas porque quiere competir con la madre de An, es decir las
dos se buscan el odio, y Ella ella solo imagina quien puede ser, Lila es simpática y
dulce Ella es un demonio y realmente le va lo de abogado, es capaz de culpar al mismo
papa por..." pensó un momento "de gula... es terrible, Ella es 6 años mayor que An y se
parece mucho a ti" sonriendo algo palida, Gabrielle cayó en cuenta de quien puede ser.
"Hope" casi en hilo de voz, Hope en el futuro en su misma familia en su misma casa,
compartiendo su misma vida...
"Umm, pero no te preocupes, ella no recuerda nada, me encargué de eso yo misma" Bar alzó
la vista de costado para ver a ambas mujeres. "Me encargué de borrarle la memoria, en
casa hay antiguos libros de magia, las claves hebreas sirven bastante, y conocer algunos
tipos de conocimientos en tema antiguo, es magia pero mas avanzada y antigua, mi abuelo
me lo enseñó," sonriendo "conciderando que el murio hace mas de 30 años" se miraba las
puntas de los dedos.
"Aun así, Ella siente un rechazo por nosotros, especialmente por Max, la odia, An no
quizo irse con ella cuando se fue a vivir con el padre, An se quedó por no dejar a Max...
Max necesitaba mucha ayuda, recien volvía de Alemania y dejarle sería lo peor y además
habría seguido el camino que siempre" miró hacia dónde estaba Xena, la cual comprendio
lo que quería decir "y desde siempre la ha tendido en su contra... lo que nos lleva,
Ella nos cuidará toda esta semana, eso quiere decir que la tendré mas en casa de lo que
quisiera, y no nos dejará trabajar tranquilos" la cara de Xena tomo circunstancia "todo
esto" hizo una mueca a su alrededor "está en el interior de mi habitación, hice unas
modificaciones de tiempo y espacio y bueno como dicen si lo acomodas todo caera en el
jarrito... ves cayó todo y no estamo apretados" sonriendo, Xena aun no comprendia "Umm,
tecnología, venimos de un tiempo mas avanzado" Idi miraba el camino, casi soñando.
"Umm, hay una cosa que no comprendo," Xena mirando el camino, "que pasa con los dioses".
"Umm, todos se murieron, bueno no todos, pero algunos ya son historia" Idi mirándola de
costado. "En nuestro tiempo existen varios dioses... se ve mas como religión que como
dioses". Gabrielle la miraba extrañada "Te mencioné que nosotros somo judios, mi
familia a sido judia desde hace miles de años, en realidad, creo que las dos únicas que
no pertenecen a esta religión, son tú y tu hija, Xena... después comienza mi historia,
los judios creen en un dios, que nunca ha aparecido en la tierra y es amor... y bueno
eso en una de las últimas vidas de Max fue muy trágico." Idi levantó la cabeza, sus ojos
brillaron.
"A qué te refieres"
"Umm, ser un señor de la guerra fue terrible verdad, conquistar el mundo era tu objetivo,
de donde venimos, somos millones de millones de personas..." Idi no encontraba como
explicar lo que su holocastuo, ni menos lo ocurrido en Alemania ni en la 2ºguerra
mundial. Bar que aun seguía metido en su libro, pero aun no cambiaba la página, le
tendio un papel a Id, ella lo tomó y confundida miró hacia su hermano "Qué es esto..."
lo releyó "y... esto significa... que... Bar desde cuando lo tienes..." ahora Bar se
había bajado del caballo, caminado de manos y sonriendo... "Max y An, le dio por ir a
tu casa" levantando las cejas hacia Gabrielle.
"A mi casa Potedia..."
"Sip... raro... si Max apenas si va a dejar a An a su casa, una vez la mamá de An la
correteo con agua... y ni hablar Ella puso algo así como una querella... toda una
estúpidez..." Idi revisando la nota que An había escrito... "me pregunto que habrán ido
a hacer por allá... a no ser que... Bar te comunicaste con An... ya tienes una
covertura completa..." Idi se dio vuelta para coger el morral, Bar cayó al suelo de
espalda mirando el cielo, Xena no comprendía ni pepa de lo que hablaban esos dos...
"Nop... An no esta conectada, y además su intercomunicar no está accesible... y... ya
tengo hambreeeeeeeeeeeee" arrugando las cejas, Xena detiene a Argo unos metros de ellos,
ve como Idi se baja del caballo, se arrodilla a su lado...
"Pero si comimos hace poco" Idi levantó la vista al cielo "sabes creo que yo también
tengo hambre" Bar sonriendo levanta el mentón para ver a las mujeres mas allá esperando.
"Creo que quieren que sigamos...
"Si mal no recuerdo... comeremos mas tarde... pero mas tarde, cuando ya sea de noche...
y como que no me dan ganas de comer pescado... conejo... o cualquier cosa que cacen"
Idi abrió el morral para el portatil y lo sacó, abriéndolo y conectándose a él.
"Umm, no me da asco esa comida... creo que es genial, tu eres muy mañosa, con razón
pareces un palo parado... nada por delante ni por detrás, así ninguna chica se va a
fijar en ti..." Idi levantó un ceja, Bar pretendía hablar como Mona.
"Hablas como mamá, no te metas en mi vida personal, como yo no me meto en tus asuntos,
vale." Idi mantenía el movimiento en el teclado.
"Creo que no seguiremos adelante... Xena sabes tengo hambre" Xena vio a los niños
después a su amiga, hoy no iban avanzar mucho en el camino, y obviamente ya seguirían
el mismo, ahora se dirigirían hacia Potedia, y realmente no tenía muchas ganas de ir.
"Bien... pero así no llegaremos muy lejos a ninguna parte..." resoplando "Hay un río
cerca de aquí, ahí acamparemos" puso en marcha a Argos.
"Dime, que no estas cansada, anoche casi no has dormido, y en la mañana tenías una cara
muy agotada... además estos niños son buenos para hablar" Gabrielle acariciaba el brazo
de Xena.
"Tienes razón... se parecen mucho a tí... hasta para comer..." Xena se colocó a un lado
de los niños "hey, por allá hay un claro y más allá hay un río, vamos allá acamparemos"
Idi levanto la vista...
"Umm, no hay ningún hotel por aquí" idi esperanzada... por dormir en una cama... aunque
fuera una cama de lana... pero tierra... al suelo... no otra vez... con Max es lo mismo
"Bien, ya vamos" cerró su portatil... mirando por el camino que desaparecian Xena y
Gabrielle.
"Genial, campamento... historias de terror, asar malvadisco, pescado en palo, grillos
cantando en medio de la noche... muchos bichos... crees que salga algún ser mitológico...
hasta el chupacabra" Bar muy animado y hablando solo casi corriendo.
Idi miró a su alrededor, a pesar que era aun temprano... los árboles... los ruidos...
el viento... "Bar espera" metió como pudo su portátil al morral... y salio corriendo.
*****
Una casa en Potedia.
"Muchas gracias, por el desayuno y el almuerzo" An se encontraba en el interior en su
antigua casa, había pasado todo en día con su madre y hermana, el padre se había
desaparecido a primeras horas de la mañana, al igual que Max, al menos ella tenía la
escusa de ir a buscar 'los motivos' An había aprovechado estar con sus familiares,
realmente extrañaba a estas mujeres tal como eran, su madre en el futuro rara vez se
encontraba en casa y cuando estaba era una verdadera insoportable, al igual que Ella,
ambas se liaban en contra de An y de sus amigos, Max no era bienvenida en su casa, e
Idi y Bar preferían ir a las canteras, sin embargo la madre de Idi, Mona, le pedía
regularmente a Ella cuando ella se encontraba en casa, que cuidará de los chicos, eso si
saca de quicio a Idi, An conocía la naturaleza de su hermana, desde que eran muy pequeñas,
Ella tuvo muchas muestras hacia An sobre su amor, mas que enfermizo, se debía mas bien
al hecho que nunca correspondio al verdadero motivo, al verdadero amor... al avandono,
An lo supo a ciencia cierta y le prometio que nunca se alejaría de ella, pero bueno
cuando Max aparecio en su vida, avandonó a Ella por estar con Max y eso nunca lo perdonó
Ella, Bar selló su mente para que no recordará quien era... no tenían entenciones que
Hope despertará y causará daños.
"Dime An, linda te gusta este vestido" la mujer mayor pasó un vestido azul claro con
vuelo, An lo reconocio y asintio con una sonrisa en sus labios, se provó el vestido
sobre su cuerpo, dio una media vuelta... todo era paz, todo estaba en paz....
"¡¡¡¡POR LOS DIOSESSSSSSSSSSSS...!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AYUDENOSSS!!!!!!!!!!!!!!" An dejó
caer el vestido, las mujeres corrieron fuera de la casa.
An no podía creer que habían sido seguidas hasta aquí, una carreta estaba volteada y
había por lo menos cincuenta hombres rodeándola, los hombres no parecían de esta época,
por sus ropas... o solo era el brillo, uno de ellos con una senda espada atravesó a uno
de los aldeanos, el único hombre... los demás solo mujeres y niños... nadie prodría
defender...
Desde lo alto una ráfaga de aire "An... trae una escopeta recortada" Max se lanzaba
contra los hombres, a puño limpio, sin darse cuenta que los golpeaba, rodearon a Max,
ella los llevó fuera del alcance de algún inocente, los rumores de estos hombres
llegaron hasta la aldea, un grupo de hombres fue al encuentro de los invasores.
An sin perder el tiempo fue corriendo hasta el establo seguida por Lila, buscó su morral,
Max solía llevar un revolver y una automática a los campamentos... pero una escopeta
recortada... realmente no la vio en el bolso... miró en el interior y luego en la
camarra de Max y no supo cómo su amiga había mentido esa cosa ahí. Había que cargarla,
An había aprendido a cargarla de forma rápida, y eso si era raro, An era bastante ágil,
metio ambas balas. Lila estaba a su espalda, asombrada.
An la miró y salio corriendo, se topó con su padre en la salida de establo, la detuvo,
An se soltó, llegó hasta donde Max peleaba, y notó que no usaba nada extraño solo sus
puños, patadas, sus golpes mortales, peleba como siempre, peleaba como en los simuladores,
y ya estaba venciéndolos sin mayor esfuerzo.
Los soldados mirando como una joven acaba con los hombres... "Hey," An le lanzaba la
escopeta. Max dio salto de al menos seis metros para coger en el aire el arma.
"Bien chicos esto recien comienza" uno.. .dos... Max volvía a cargar (es increible como
esta chica puede traer consigo ese tipos de cosas) los hombres caían muertos a sus pies,
a unos de dio con la cacha de metal de la escopeta, con todos muertos y las miradas de
todos los presente. "Qué... hey no puedo dejarte ni por dos minutos y tienes una fiesta
privada" con una mueca y dejar a todos con la boca abierta, Max se acerca a An y ella
sabía a que iba, y la besa en los labios... "Chica mala" paso por el lado de An, de
Lila, de la madre de Gab, y una sonrisa al padre de Gab.
"Umm en que esta pensando" tocando sus labio y roja como un tomate.
"Tu y ella..." Lila miró a An.
"Jejje... ella es algo impulsiva... permiso" An se hizo, literalmente humo, en busca de
Max.
"Hey que pretendes..." ante de poder decir algo, Max la cogio por la cintura y la tiró
con ella contra la paja.
"No sé qué me pasa, pero quiero estar contigo, me muero de ganas de estar a solas
contigo" Max la envuelve en sus brazos.
"No me digas que te has encontrado con Cupido y lanzado su hechizo sobre ti" An
acariciando los mechones de pelo que caían por las mejillas de Max, ella dio una sonora
carcajada y muy traviesa, como nunca se quedó entre los brazos de esta chica.
"Solo quiero aprovechar cada momento contigo" a altura de An.
"Umm, y por eso me besaste en frente de la mitad del pueblo" An ve como Max le coge la
mano y besa su palma.
"Sip, no me interesa lo que piensen... por cierto encontré esa maldita cosa, ya nos
podemos largar" le mostró una pequeña esfera de cuero.
"Solo una, son tres" 'el motivo' se cayó de su mano..
"Sabes todo lo que... por favor, dime que es broma" vio como An le seguía el juego y
ahora era ella quien la cogía del cuello.
"Lo siento, cariño, pero son tres y te faltan dos, no seas mañosa" Max dio un suspiro
melodramático, pero algo se ilumino en su cara.
"Bueno al menos me darás un besito por esto verdad" Max mas cariñosa de lo normal.
"Ya te di uno, mejor dicho tu me diste uno enfrente de todo el mundo allá." Frunciendo
las cejas, Max no se dejaría vencer por algo así, y colocó su mejor cara de niña bueno.
An se acerco y la beso en la comisura de sus labios, luego otro mas cerca, un cuatro
terminó con ellas en la cama de paja y un apasionado beso.
*****
"Esto no era lo que pensaba" a su alrededor un bosque con árboles grandes y altos, casi
el cielo no se veía por lo frondoso que era, y las hojas muertas a su pies no dejaban
de quejarse por sus pisadas, los arbustos pequeños y revueltos con pequeños frunos
naciendo de ellos, los hongos por aquí y allá, Idi presintió que quizá comerían algunos
de ellos y tuvo en pensamiento de por que mejor no se quedó en el pueblo... las voces
llegaban de un claro mas allá apresuró el paso siempre alerta, mirando a su espalda, lo
tenía claro, después de ir de campamento con Max y sus hermanos cualquiera queda
traumado, esperando ver a cualquiera de ellos saliendo de imprevisto de detrás de un
árbol con una pistola de agua, llegó hasta donde sus peculiares compañeros de viaje ya
montaban el campamento para esa noche. "Gracias por esperar" dejó caer su morral cerca
de Bar.
Él cual ni se inmuto por el comentario al contrario estaba facinado con la espectativa
de ir a cazar y a pescar con Xena, el solo había ido un par de veces con 'el general' a
la Laguna San Rafael', la primavera e invierno pasado.
Xena se movía de aquí para allá, acomodando a Gabrielle, la sensibilidad de sus piernas
aún era poca, solo podía mover los dedos de los pies, Xena se sorprendió de lo rápido
que se recuperba, quizá en un par de días estaría caminando otra vez. Xena consideró el
ir a pescar y cazar algún conejo o ave, con el niño, que desde el momento que lo
mencionó había saltado de la alegría feliz por la invitación.
"Idi ve a buscar leña" Xena pasó por el lado de la chica que recien se había dejado
caer en unas mantas, Idi la miró como si estuviera loca, ella ir a buscar leña al
bosque sola... además considerendo que ese tipo de trabajo podía significar la rotura
de una uña o en suciar su ropa...
"Ella no irá, es muy floja" Sentencio Bar, tirando a un lado una funda, que había
aparecido como arte de magia.
"Qué..." Bar comenzaba a a sacar una vara de entre el oscuro genero y la expendía, Bar
se coloca de pie, con dos varas en su mano, tratando, al parecer de Xena, de unirlas...
trabajo que le llevó unos dolorosos instantes de pelea con la varilla.
"Ya...Ya...esta" con una sonrisa de triunfo extendio a todo su largo una vara de
pescar del doble de tamaño que el niño "Solo me falta la cosita con gusano y nos vamos"
Sonriendo, Xena se perdio un instante, pero se volvió hacia Idi.
"Ve a buscar leña... AHORA MISMO" Idi de un salto se colocó de pie, y refunfuñando se
introdujo al bosque.
"Esto no me gusta nada... nadita..." tomando ramitas por ramita... mirando a todos
lados "Xena... genial casi me da ataque cuando esa tía se lanza encima mio... odio
cuando hace eso... por que se parecen tanto..." tomo otra ramita y algo la sobresalto,
un conejo salía de su madriguera... con el corazón en la mano... "creo que estoy
paranoica... me asusté por un conejo... no hay nada aquí... recogeré estas últimas
ramitas y estaremos listos..." tragó con dificultad, sabía que la observaban y de donde,
pero adrede daba la espalda... su corazón saltando casi a mil..."bien ya tengo la leña...
me voy" solo alcanzó a dar otro paso cuando chocó contra algo, levantó la vista del
cuero negro" y ahora estoy viendo a un tío vestido de cuero... y realmente se parece
mucho a Ares..." dio de frente con Ares el dios de la guerra que la observaba y sonreía
bastante complacido "Ummm... no me puedo quedar, tengo que ir a ver... Xena me esta
esperando." Trató de escapar de la presencia del dios, pero Ares le boqueo el camino.
"No tan rápido, pequeña, tenemos que hablar..." Ares con su peculiar acento de seductor,
Idi hizo una mueca, 'este tío si que es asqueroso... no sé como me lie con él en el
pasado... debí estar realmente loca' Ares notó la expresión de la jovencita.
"No creo que tengamos nada que hablar... yo no te conozco... y no tengo ánimos de
hablar con un tío hoy y ningún otro día" corto a Ares, Idi alargo el paso.
"Esta niña que se cree..." la observó alejarse.
"Iremos a cazar primero, y luego a pescar, has comido conejo o aguila" preguntó algo
ausente, Bar consideró la pregunta.
"Conejo sip, en casa de mi tía Silsa, pero aguila nunca, lo mas raro que he comido es
carne de avestruz y también tiburon, ballena, cuando era chico era aficionado las
lombrices de tierra, me gustaban los saltamontes" Xena lo quedó mirando un momento
sonriendose "Y bueno he comido la comida de Max e Idi y si he sobrevivido a eso,
sobreviviré a cualquier cosa," Xena le indicó que se tendiera en el suelo para tener un
mejor panorama del lugar, a punta condo recorrieron el otro trecho de hierba.
"Entonces que te parece águila" el trinar de un pájaro que por su ruido parecía
bastante grande.
"Que esos no estan protegido por ley... animales en extinción" Xena se volvió a mirarlo
era la primera vez que oía esa palabra, Bar jugaba con unas ramitas a su lado.
"Extinción?" la confusión en la voz de Xena era notoria.
"Es cuando quedan pocos de una especie y el gobierno al que pertenece lo coloca como
especie protegida, de donde vengo hay muchos animalitos en peligro de extinción, las
personas los cazan por deporte y por maldad, al igual que destruyen nuestra tierra, es
la única que tenemos... pero eso no es preocupación de este lugar, hay vida en
abundancia" Bar se recuesta de lado, apoyado en el codo.
Xena ve en aquellos bellos ojos un dolor "no me gustaría ver todo ese sufrimiento otra
vez" con la vista baja, sonriendo suave, levanta los ojos para encontrarse con los de
Xena y en un impulso se va contra la mujer, Xena lo retiene en sus brazos, Bar llora
como nunca antes lo había hecho, las cosas que pesan en sus hombros recaen por fin, ese
niño travieso y alegre solo es una careta, para dejar ver a un pequeño fragil e
indefenso, que ha sufrido mucho, Xena siente en el el dolor mucho sufrimientos, el
pesar por la muerte, el hambre, la destrucción, el odio. Xena se siente culpable de
esto, aunque no todo es su culpa, Xena puede sentir a las personas llorando y gritando...
todo comienza a girar en su entorno, se vuelve negro el olor a suelo húmedo, gritos en
la noche, gritos que calan en lo mas hondo de cualquier ser viviente.
Se ve a sí misma sola, en un lugar que no es Grecia y mucho menos alguna de sus
provincias o lugar que ella ha estado antes, pero sin duda todo esto le parece muy
familiar... todo los colores sombríos, el olor a muerte, los gritos son como canciones
de dolor y hambre, solo unos pasos, el lugar cada vez mas nítido, luces desde el cielo,
Xena alza su vista hacia las farolas, soprendida parecen un fuego mas claro, las
mariposas nocturnas revoletan a su alrededor cayendo muertas al suelo al acercarse a su
alrededor.
Las voces de hombres la saca de sus pensamientos, el idioma no lo comprende, solo sabe
que no es nada bueno, ellos corren, Xena los sigue desesperada, se pierden por la
negrura de los pabellones, los hombre lanzan gritos, hablan rudo y fuerte, Xena los
distingue con vestimentas ajustadas a sus cuerpos y de tejido verde muy distinto al que
alguna vez hubiera visto antes, llevan insignias en sus ropas una que llama su atención
es una forma de cruz torcida y roja con blanco en el brazo izquierdo y también armas
como las que tenía Max, no puede dejar de notar a un hombre en particular, su aspecto
le es muy familia,... una luz grande como un sol se aproxima, un ruido extruendoso
llena sus oídos, Xena se lleva sus manos para no destrosarse los tímpanos y cierra los
ojos algo muy grande pasaba por su lado, casi la derriba el viento que expulsaba.
Cuando el ruido y el viento se calmó, abrio los ojos, ya no había oscuridad todo estaba
iluminado por grandes cosas que no emitian calor solo luz, vio entonces el carro mas
grande que hubiera visto antes, sus ojos se perdieron con los grandes compartimientos,
de madera, de metal, las ruedas gigantescas, en las manos que salían de las ventanas,
en los hombre que tiraban de las puertas, en los mismo hombre que tiraban a las
personas del interior de los carros, hombres, mujeres, ancianos, niños, eran sacado a
la fuerza de los carros... los niños llorando eran separados de sus madres, las mujeres
eran apartadas a otro extremo, los soldados golpeaban lanzaba alaridos e insultos, Xena
se contuvo lo mas que pudo, pero no lo resistio, se lanzó contra los hombre, pero sus
golpes traspasaban sus cuerpos, era como un fantasma... veía, como en fila esas
personas iban desapareciendo, el hombre que le había parecido tan familiar, la
enfrentada y pudo ver que no era un hombre, sino una mujer vestida con uniforme, una
mujer tan alta como ella, de ojos celestes y mirada fría, casi no creyó lo que veía,
era ella... en el futuro, Xena trató de alcanzarla pero todo se volvía negro...
Todo volvía a ser lúcido, era de día, estaba en medio de un campo desierto, lo que vio
no le gusto nada, el corazón se volvió un puño, las lágrimas trataban de salir de sus
ojos, cientos de personas, con paños en la cabeza, con rostros famélicos, apostados
contra las rejas, rostros de mujeres sin vida, parecían cadáveres andantes... los rostros
de niños sus ojos hundidos, sus cuerpos frágiles, los hombres con trabajo duro contra
sus espaldas... los que caían eran golpeados y ese mismo ruido, vio como un soldado
saca un arma y apuntaba contra un anciano y la sangre corría... la muerte rondaba por
todo el lugar, de pie junto el infierno que se vivía en ese lugar Xena vio a esa mujer
esta vez la siguió, caminó junto a ella durante un buen trecho, ella no era conciente
de que la seguía, se detuvo frente a unas fosas, cinco soldados rondaban alrededor de
unas veinte personas de ambos sexos, apostados contra las fosas, ella se detuvo.
"Heil Hitler" uno de los soldados saluda con el puño derecho, el hombre era rubio, de
ojos penetrantes y tan celestes que casi eran trasparentes. El hombre tendio hacia la
mujer un pedazo de tela, ella lo miró y luego a las personas que estaban de pie junto a
las fosa, dio una orden, un grito... y comenzaron a quitarse la ropa, Xena quedó helada,
reconocio en ellos a alguien, una mujer, una mujer que no era muy mayor y tampoco muy
alta, no podía distinguir su cabello, solo vio sus ojos verdes, su cuerpo maltratado,
una desesperación comenzó a nacer en el interior de su pecho... se acercó a ella y
colocó su manos invisibles en la cara de la joven, no veía en ella mas que dolor y odio,
odio hacia el mundo, hacia la vida, uno de los hombres riendo se acercó a ella y la
tiró al suelo.
"Mal nacido no te acerques a ella" la voz de Xena retumbó en sus oídos, nadie la
escuchaba, la chica trató de defenderse pero no pudo, el hombre la golpeo con el arma,
gritaba cosas incompresibles, Xena de un lado para otro, tratando de quitar de encima a
ese hombre "qué no vas hacer nada... permitirás que la lastimen... DIME... ACASO ME HE
CONVERTIDO EN UN MONSTRUO" Xena le gritó en el oído a la mujer que permanecía inmune a
los gritos de la joven, Xena no puede soportar como estan violando a esa muchacha, quien
no es otra que Gabrielle, en un acto de locura, golpea con todas sus fuerzas a lo que
es su reencarnación en el futuro y algo extraño ocurre, ve las cosas desde otro punto
de vista, sus manos, su voz... esta en el interior del cuerpo de esta mujer.
"Maldito... déjala" su voz es distinta, es aspera y casi un murmullo, el hombre levanta
la vista confuso, como Xena no es obedecida, ella toma el arma que lleva en su cintura,
y apunta al soldado y lo mata, toma una de las mantas que esta en el suelo con ella
cubre el cuerpo de la joven y la lleva con ella, no sabe donde solo la quiere a salvo,
las voces de los soldados que intentan retenerla, pero hace caso omiso a eso.
No sabe como llegó, pero ahora esta en el interior de una casa, la joven tendida en una
cama, tan amplia y cómoda, revisa la habitación, todo es tan extraño, a un costado un
espejo, como el cristal y tan alto como ella, se acerca y se ve en él, no es la misma,
su rostro, su cuerpo, su ropa, su ropa, ve como tiene mas insignias que todos esos
soldados, y una cruz roja en su brazo izquierdo, su ropa es verde y acentua contra su
piel morena y sus ojos celeste claros, toca su cabeza y el sombrero que no había notado
antes, es tan diferente, lo retira y ve su cabello, lo lleva en una coleta muy apretada,
sus manos tocan el reflejo y las ve, enfundada en guantes negros, como los que llevaba
la primera vez que vio a Max, los retira y sus manos libres, las ve, estan manchadas
con sangre... sangre de todas esas personas.
"Cómo ha llegado a esto, cómo" golpeo la pared, con lágrimas en los ojos "cómo he vuelto
a la misma historia" paró en seco al sentir el movimiento en la cama, la joven
despertaba. "Gabrielle" en un hilo de voz, la chica despierta del todo asustada se
enderesa y trata de huir, Xena se apresura a la cama y la toma por los hombros. "No...
no te levantes, Gab" se queda en silencio, quizá ese no es su nombre...
"Como sabe mi nombre" la muchacha no se da cuenta que esta completamente desnuda frente
a unos de los caudillos del mismisimo Hitler, tira de la sábana, le duele todo el
cuerpo, su cabeza, sus piernas, pero lo principal su alma.
"Estas bien, no sabía tu nombre solo... yo" 'tiene el mismo nombre que mi Gabrielle'
acaricia sin darse cuenta la mejilla de la joven, de Gabrielle, ella se echa hacia atras,
asustada del contacto, Xena reacciona "lo siento, no pude evitar que ellos te lastimaran"
Gabrielle la mira con odio y furia, eso fue un verdadero golpe en su corazón.
"Eso lo debió pensar antes de mandar a que fueramos cazados como animales" Gabrielle le
escupio en la cara.
Acaso ya la conocía, como no pudo reconocerla, por que no pudo saber quién era "lo
siento, no sé que decir" en un tono callado.
"No sabe, pues es una maldita perra, ojalá usted y sus aliados se vayan al infierno"
las lágrimas de la chica sabe que esto le puede costar la vida, pero ya nada le importa,
todos a los que ama estan muertos, por culpa de los alemanes, Xena se levanta de la
cama, Gabrielle no la reconoce, Gabrielle no la salvará esta vez, Gabrielle la odia.
"No me odies, por favor" mirando por la ventana, todo el odio que esta sembrado en esta
tierra. "No me odies, Gab" Xena se vuelve ésta está llorando y es una persona totalmente
distinta, solo por ahora...
"Que no le odie, su gente a matado a toda mi familia y ni siquiera somos judios, y toda
esa gente muriendo, es justo acaso" Xena con su mirada penetrante "es justo que muera
toda esa gente..." Gabrielle tapa sus ojos y llora.
"Shh... ya no llores, no permitiré que nadie te haga daño, mi pequeña" la cubre en un
abrazo, Gabrielle iba a romper el abrazo pero algo la detiene, su calor y aroma, los
brazos amplio y protectores, el factor de la seguridad romper sus barreras "Nunca pense
que volvería cometer una locura como ésta, mi destino esta marcado" Gabrielle se rinde
a la confortabilidad del cuerpo de la mujer.
Xena abre los ojos y se encuentra en una situación distinta, en un lugar diferente,
traga con dificultad, frente a ella, una larga fila de niños, a su lado derecho un
hombre tan alto como ella, moreno y fornido, ojos celestes y profundos, a su izquierda
seis soldados que instalan una orca.
"Mezger, está muy molesto, debemos apurarnos con esto, creo que es una verdadera pérdida de
tiempo no puedo consentir esta falta". el hombre no veía a Xena solo hablaba. Los
soldados terminaron de instalar la orca y uno a uno acercaban a los niños, los subían y
los colgaban, no morían de inmediato con gritos y llantos, el hombre se retiró los
guantes y los tiro contra un soldados "inútiles" tomó al pequeño de los pies y lo jaló,
un ruido seco el cuello del niño estaba roto, la orca estaba resultando tediosa, obtó
por tomar una barra de metal y golpear a los niños uno por uno, un pequeño de unos cinco
años aferrado de otro un poco mas grande, esperando que les dieran el golpe, Xena no
podía resitirlo y se colocó entre un niño y el maso de uno de sus compañeros.
"Quítate o te quitaré" Xena mantuvo firme el niño, quitó las manos de Xena de sus hombros,
reconocio esa suave sonrisa, dio un par de pasos hacia atras, comenzó a entonar una
suave melodía, con los ojos fijos en los celestes de Xena, el hombre lo obligó a
arrodillarse, jaló su cabeza hacia un lado con el maso en alto. Xena cerró los ojos
fuertemente, la voz del niño ceso.
"Xena" la voz de Bar le llegó desde lejos, cuanto tiempo había pasado, Bar estaba aun
sentado en sus faldas y no resitio en tomar al niño en sus brazos y apretarlo contra
ella, luego recordó a Gabrielle, Bar no supo como Xena lo alzó y comenzó a correr como
una desesperada por el bosque con el chico debajo de su brazo.
Xena llegó hasta el campamento, lo primero que vio fue a Gabrielle con uno de sus
pergaminos, relatándole una historia a Idi, la observó desde su distancia, verla tan
bella y llena de vida, era tan distinta a la joven que vio en sus pensamientos, un
accenso de odio contra su persona y de sobreprotección nacio en su corazón, el crujir
de las ramas secas hizo que ambas mujeres levantaran la vista, Gabrielle sonriendo de
ver a Xena llegar, pero luego su cara cambio, Xena no traía la cena, Idi en cambio notó
que Xena lucía extraña y mas aun cuando se lanzó a abrazar a Gabrielle mucho mas que
efusivamente; no era la única sorprendida, Gab refunfuñó del abrazo profundo y amante.
"Xena que sucede y dónde está la cena... no creas que por esto te voy a perdonar la
cena" Xena no dijo nada "por qué estas llorando?" Gabrielle retuvo las lágrimas de Xena
en la punta de sus dedos, la mujer solo la miraba con amor.
"Gabrielle, nunca me odies, entiendes, te amo demasiado para que me odies" las manos de
la guerrera cubrían el rostro de Gabrielle y en un impulso innato... le dio un cálido
beso en los labio.
"Bar que demonios hiciste" su hermano sentado en el suelo, contemplando la escena.
"No lo sé, yo solo le contaba sobre la extinción de los animales y ocurrió algo muy
raro, me puse muy triste, como esa vez que vi al abuelo... te acuerdas de los centro de
concentración... no sé como pero lo reviví todo de nuevo, Xena estaba ahí, no pude
evitarlo, vio todo lo que sucedio y también lo que le paso a Gabrielle, y los que nos
pasó a nosotros, Idi, creo que Xena no va hacer caso a lo que Max le va ha pedir, no
querrá dejar a Gabrielle." Bar con la vista baja, el reflejo el fuego en sus cabellos,
sus mejillas pálidas y sus ojos brillosos.
"Bar, ven, chico eres muy valiente, a eso también me dolio, y no me gustaría vivirlo de
nuevo, pero no es justo que ella lo sepa, no va ha comprender, pensará que todo es su
culpa y solo empeorará la cosas" Idi se sentó a su lado y tomó la rodilla del niño, Bar
levantó los ojos, para ver a su hermana sonreir y pasar su mano por su cabeza.
"Además no tendremos nada que cenar, no cazamos nada" Bar estirando su cara.
"A¡¡¡ por eso no te preocupes, hoy probaremos pizza... napolitana... ya sabes veinte
minutos y será gratis... ummm ya debería estar aquí." un sonido sordo, Bar levantó la
vista y muy agilmente, lo mas que pudo, alcanzó tres cajas rectangulares antes que
cayeran al fuego, un olor peculiar inundó el lugar.
"Pizza, genial adoro la pizza, me gusta de todos los sabores" Xena y Gabrielle seguían
abrazadas "Supongo que no tienen hambre... no iran a hacerlo aquí verdad, estamos
presentes, al menos esperen a que comamos..." Idi dejando caer una caja a los pies de
ambas mujeres, Xena soltó a Gabrielle, sus mejillas considerablemente mas sonrosadas.
"Ñamm, ñamm" Bar con pedazo de pizza en la mano y con la boca super llena "sta goza sta
guena" se metio en resto de pizza en la boca... casi no podía masticar y menos tragar...
y se comenzaba a ponerse azul, se golpeaba con la mano el pecho.
"Cretino... toma" le tiró al pecho una lata de bebida, Bar como pudo quitó el seguro,
se tomó la bebida de una sentada.
"Van a comer o esa cosa se lo comerá todo" Idi se acomodaba cerca del fuego con su
plato y su porción de pizza.
Xena observó la comida desconfiada, olía raro como la comida que pretaraba su madre en
la taberna. Gabrielle que estaba muerta de hambre no le vio la desconfianza al alimento,
la probó, sus ojos se iluminaron y al poco rato estaba ensarsada en una disputa por el
último trozo de pizza con Bar...
"Ya no puedo mas... no vuelo a comer pizza..." lo consideró "hasta dentro de las
próximas 5 horas..." Miró a su lado Bar tendido a los pies de Xena acurrucado con una
manta, Xena se mantenía ocupada con su espada, Gabrielle escribiendo, todo en paz,
"Bien ya es tarde, y mañana nos espera un viaje largo supongo" sonriendo, tomó a Bar
por el brazo para jalarlo hacia arriba "Este engendro pesa cada día mas, vamos Bar a la
cama" Bar comenzó a refunfuñar unas palabras de protesta y se aferró a las piernas de
la guerrera, Xena lo contempló un momento, dejó sus armas a un lado y ayudó a Idi a
levantar a su pequeño hermano. Sus camas ya estaban preparadas cerca del fuego, Xena
acomodó al niño en una, lo arropó y se quedó un momento mirándolo, su cara dormido era
suave y no compredio por qué su hijo viviría siempre sufriendo, por su culpa.
"Gabrielle es hora que tu también duermas, ven te haré unos masajes" Idi algo
abochornada por que sabía o tenía una idea... era obvio que esas dos querían estar
solas, e Idi no tenía una pizca de sueño y no tenía ganas de introducirse al bosque
para dar algo de tiempo, lo que decidio fue tenderse en la cama, colocarse los fonos y
entrar en línea, con unos lentes de 3D, eso la mantendría algo ocupada y fuera de este
mundo.
"Vale, tengo cosas que hacer, así estaré ausente por un rato" les dio la espalda
perdiéndose entre las mantas junto a Bar.
Xena y Gabrielle, se miraron y rieron.
"Tu hija es bastante rara no lo crees" Gabrielle acariciando los cabellos que
enmarcaban la cara de Xena, Xena le retuvo la mano de la mujer, acercó la palma hasta
los labios, la beso suave largamente, "Xena..."
"Tienes razón es bastante rara" suspirando el aroma que espele de la piel de la bardo,
Xena relame sus labios, pensando en que cosa va ha decir "Te gustaría tomar un baño"
sus manos ansiosas y su deseos la llevan, dejándola casi sin aliento.
"Umm, me caería bien uno, después de este viaje, pero estará bien dejarlos solos aquí"
Xena coge unas toallas y se agacha para que Gabrielle se tome de su cuello, lo piensa un
momento, en que cosa se pueden meter.
"No te preocupes todo estará bien, no creo que se metan en ningún problema, además
estaremos muy cerca... pero lo suficiente lejos como para estar cómodas" caminado por
el sendero Gabrielle permanece callada.
"Idi me contó, que yo había tenido muchas aveturas en el futuro, y que siempre estaré a
tu lado," Xena se mantenía callada y pensando. "Y que en el tiempo de ellas hay muchas
cosas, me mostró una cosa... donde habían personas encerradas en esa caja,... eran como
duendes... es tan raro" Xena ágil esquivaba las ramas a su paso. "Sabes Xena creo que
puedo caminar, si probamos" Xena seguía sin decir ni media palabra, hasta que llegaron
al pequeño río. "Umm, Xena... no es que no me gustara, pero por qué me besaste" Xena
miraba para otro lado dándole la espalda a Gabrielle, conciente que debía una
explicación.
"Porque te amo" eso era, decidio Xena lo mas estúpidamente maravilloso que había dicho,
pero no era toda la verdad, ver a su Gabrielle en el futuro maltratada por ella, fue lo
peor que le pudo ocurrir... Gabrielle quedó boquiabierta mirando a Xena, era cierto lo
que acababa de decir... tan sorprendida.
"Tú me amas?... no entiendo, yo también te amo, pero no por eso te he besado" 'aunque
ganas no me han faltado' pensó Gabrielle.
"Eso te incomodó..." Confundida.
"No, en absoluto, pero yo pensaba, que tu me querias como amiga, y que lo que paso el
día anterior en el pueblo solo fue algo... un impulso..." Gabrielle comenzaba a
balbucear. "Yo también me siento igual Xena, desaba hace tiempo besarte y ..." con una
sonrisa.
"Y estamos solas que cosa nos puede impedir" Xena comenzaba acercarse y sentir la suave
respiración de Gabrielle sobre su cara... sus labios tan cerca... sus alientos... sus
labios casi...
"AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!" un grito proveniente del campamento
la hizo detenerse y mirar hacia atras "XENAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA, GABBBBBBBBBBBBBB...
AYUDAAAAAAAAAAAAAAAAAAA... AYUDAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA..." una ceja con un tic
nervioso... Gabrielle se sonrio.
"Me pregunto cómo lo hará Max con tremenda cría..." Dijo molesta Xena, viendo como otra
oportunidad se escapaba de sus manos.
"Xena no deberías ir a ver" insinuo Gabrielle, Xena seguía parada mirándola con cara de
boba.
"Estará bien, solo necesita algo de costumbre a este lugar... estarán bien... umm
por que no entramos al agua" los aullidos y gritos.
"Parece una pelea entre un minotauro y una hidra" Xena se volvió hacia el río, Gabrielle
sonriendo "No estas preocupada por lo que puede sucederles" Xena dejó caer el cuero al
suelo, y mostrar su completa desnudez a Gabrielle, la que quedó sin palabras
"Umm, nop, creo en sus habilidades, además tu misma la viste pelean bastante bien, sin
nuestra ayuda... vamos a tomar ese baño o me voy a congelar" Gabrielle extendio su mano
para ser alzada, Xena sin ningún problema la alza, y a su altura, retira el top, sin
quitar los ojos de encima de Gabrielle, sus ojos coincidían, era todo perfecto, exepto,
los gritos y aullidos que venían del campamento. Solo quedaba la falda y las botas,
Xena se tomó su tiempo y mas que eso, se deleitó con el mas mínimo gesto de su cuerpo.
Xena la tomó entre sus brazos y la llevó hasta el interior del río, la misma suave
música que escucharan anteriormente comenzaba a inundar el bosque, era precisa, para la
escena, Gabrielle se sentía en las nubes, en los cálidos brazos de la mujer que estaba
a su lado, Xena iba entrando al río, ya no se preguntaba lo que pasaba, o lo que la
hacia sentir así, solo quería demostrarle a Gabrielle cuanto la amaba, que su corazón no
deseaba perderla, ni ahora ni nunca, Bar mencionó que esto solo había sido una pequeña
muestra de lo que era su futuro, el pensar que era tan cruel, quizá mas de lo que había
sido como ser un señor de la guerra, la hizo pensar que quizá, solo quizá, escucharía a
Max, en lo que tenía que decir y en lo deseaba hacer, Xena sabía algo, y ese algo era
que Max necesitaba su ayuda.
"Qué demonios pasa aqu..." se cayó las toallas y la mandíbula, frente a ellas tres
monstruos, que nunca antes habían visto, que parecíaan lagartijas gigantes, que andaban
en dos patas y del doble del tamaño de la guerrera, de color verde pastoso y ojos
amarillos muy brillantes, el campamento estaba de cabeza, los monstruos que sintieron
la presencia de ambas mujeres, levantaron la cabeza y olfatearon, los ojos brillantes
de los monstruos reflejaban la media luna,.
"Gab, cuando te diga corres... bien" Xena olvidando por completo que apenas Gabrielle
se podía mantener en pie.
"Xena, yo creo que no voy a poder..." los primeros pasos de los monstruo hacia ellas,
desgarbados inclinados hacia delante y mirando como cazadores.
Xena desarmada, su espada, chakram y látigo, en el otro extremo del campamento debajo
de ramas y hojas; Xena tiró hacia atras a Gabrielle, necesitaba distraer a los
monstruos, pero ninguno de ellos tenía la intención de jugar, con unas garras tan
largas como espadas curvas se dieron a la tarea de dar zarpazos, con sonidos sordos se
mandaban mensajes, las rodearon dispuestos al ataque.
"Genial... justo cuando las cosas estan saliendo bien" en forma irónica, Gabrielle
sonrie, Xena en cambio está mas preocupada por no ser revanada por las sendas garras.
"Ni me lo digas," la garra de uno de los monstruo le rozó la punta de la nariz, como
pudo tomó a Gabrielle por la cintura la halo hacia arriba.
"Hey, Xena" Bar le tiraba una soga, Xena no lo pensó dos veces, y la tomó, con vuelo en
el aire, impulsándose hacia los árboles, con Gabrielle aferrada sobre su hombro, si
Gabrielle no había estado tan avergonzada con lo que pasó en el río ahora tenía motivo
de verdad para estarlo, su falda se levantaba y no se encontraba en su lugar y para
rematarlo Xena no halló mejor lugar en donde poner su mano, que en el trasero de
Gabrielle, estuvo a punto de quejarse, pero cambio de opinión cuando uno de esos
monstruo estuvo a un palmo de distancia de su cara mientras Xena escalaba por el árbol
hasta un agujero en medio.
"Vengan que eso a sido de lujo" Bar no podía estar mas feliz, con una sonrisa de oreja
a oreja, estaba oscuro pero Xena podía ver sus dientes blanco resplandecientes,
sobrenatural.
"Qué demonio son esas cosas" Gabrielle casi sin voz alisando su falda y mirando a los
monstruo destrozando todo. Una duda asaltó su mente, que hasta Xena se hizo dar un
salto.
"Dónde estan los caballos... esas cosas" su voz se cayó de pronto, una luz azul pálida
inundaba el pequeño recinto de ramas donde estaban los cuatros, Xena vio frente a ella
a Idi con su portátil, reiniciándolo, y con un aspecto muy tétrico, sus ropas rasgadas
magulladuras y cortes por todo el cuerpo, Bar se echó a un lado, y el no estaba mejor
que su hermana, pero extrañamente feliz.
"NO te preocupes, parner, que estan bien, estan aquí" Bar le mostró su puño. Xena no
comprendió pero decidio que no estaba de animo para preguntas. "Es una capsula, estarán
bien, cuando salgamos de aquí los dejaré libre".
"Si salimos con vida... Quieres adivinar o te cuento que cosas son esas" La voz de Idi
sonó molesta y muy parecida a la de Xena.
"Umm, prefiero que cuentes" Gabrielle tratando de no reir.
"Recuerdas que Max, regañó a este pequeño engendro por dejar en este lugar a unas
criaturas monstruosas" Xena y Gabrielle meditaron un momento; realmente no lo
recordaban, pero asistieron en forma positiva.
"Bueno como sea, Bar no se deciso de eso huevos, los cuales según él no eclocionarían
aún... y si mal no recuerdo eran como veinte o treina pero solo dos estaban fecundados...
pero hay tres destrozando el campamento y nos dejan aislados... y que creen..." Idi
estaba muy, pero muy molesta, con los labios fruncidos en una mueca.
"Pero que querías que hiciera, es una vida no puedo acabar con ella... además el efecto
de coabulación actuará dentro de unas cuantas horas mas.. bueno un huevo mas fecundado
o uno menos que daño puede hacer" Bar no parecía para nada preocupado por la situación
al contrario, en ese mismo momento el gruñido por una presa dejó a Bar en silencio y
"pero miren cuanta sangre" en la orilla de la abertura.
"Algo estúpido si me lo preguntas, no tienes problemas en acabar con ejércitos completos...
pero si en acabar con esas estúpidas criaturas que... ya destrozaron el campamento... y
tendremos de dormir aquí..." Xena alzó una ceja "no lo piensas Xena, si bajas esas cosas
te rasgaran el traje y... no vale la pena esas cosas quedarán hechas polvos antes del
amanecer... bueno si no llegan hasta la altura de este árbol... y además dime tienes
ganas de ponerte a dar patadas puñetazos y similares..." no retuvo un bosteso.
"Además la noche está muy bonita y desde aquí bueno las estrellas brillan mas..." Bar
alzó la cabeza al cielo que desde ahí era muy divisible.
"Y creo que las hormigas y zancudos nos van a comer vivos" Idi acomodándose en la parte
de atras del gran árbol que los cobijaba.
"Es diferente, los ejércitos son ficción y estas criaturas son mutante causa de la
radiación... es decir que de cierta forma estan vivos, además este lugar esta de lujo,
mejor que la casa que hicimos en el árbol el año ante pasado..." en tono soñador.
Los cuatros estaban sentados en el hueco del árbol callados y pensando Xena se apoyaba
en contra de otra de las extremidades del viejo árbol, Gabrielle había solicitado los
brazos de la guerrera, la cual accedio sin preámbulos, así que Gabrielle apoyó su
cuerpo contra el de la guerrera, los brazos de la fuerte mujer fueron a descansar en el
abdomen de la mas joven, en un momento de caricias y pensamientos, más allá Idi se
mantenía ocupada con su portátil y no prestaba atención a las risitas y coqueteos de
las otras mujeres, pero para ella era algo cómico, considerando que hacía unas horas
atras Xena y Gabrielle solo eran amigas y aun no pasaban a primera base, mientras Bar
se movía de aquí para allá, buscando algo, levantado las pocas cosas que habían podido
traer consigo.
Bar se inclinó sobre la hendidura del hueco en el árbol, Xena le siguio con la mirada
desde su lado podía ver a los monstruos que seguían rondando por el árbol dando brincos,
y Xena se sorprendio de ver que esos seres habían por lo menos crecido hasta la mitad
del árbol y pronto los alcanzarían...
"Genial. Los dejé abajo" y sin mas, se tomó de las cuerdas y se dejó caer hasta el
suelo, Xena trató de agarrarlo por la parte de atras de la camisa pero ya era demasiado
tarde.
"Bar!!!!!!!!!!!!!!" gritó por el hueco, pero el chico se había perdido en la negrura y
entre las lagartijas gigantes que se lanzaron al ver al chico bajar.
"Pero está loco" desde su lado Gabrielle que no podía creer lo que acababa de hacer Bar,
y antes de poder acotar algo mas, Xena se unio al niño, "Pero... Oh dioses" con
resignación, desde el otro extremo Idi soltó una risita. "Qué es tan gracioso?"
preguntó molesta.
"Bueno, es la misma situación muy habitual que vivo todo los días, bueno de donde vengo,
Bar se mete en problemas, Max lo salva y An suspira, y a veces An es la que se mete en
problemas y Max es quien la salva, Max es como un héroe, le gusta salvar a chicas
lindas en problemas, y eso muy comúnmente la mete en problemas con An, deja no te
preocupes Xena estará bien, Bar sabe como salir de esos problemas... pero me pregunto
por qué tendré un hermano tan bueno para meterse en problemas, espero que sea algo
bueno por lo que haya tenido que bajar, conociéndolo como lo conozco diría que fue por..."
miró a Gabrielle con una mueca "una estúpidez" el griterio en el suelo era potente,
"ves, no hay problemas" Idi se apoyó mirando a Gabrielle, la cual no apartaba su cabeza
de la hendidura, su rostro reflejaba preocupación pero algo mas importante, amor, amor...
pensó Idi, el mismo que se reflejaba en los ojos de An, los mismo que siempre había
reconocido en otro tiempo, así que este había sido el lugar en donde sus antepasados
habían vivido, así que ella era Gabrielle, la bella mujer que fue capaz de romper el
ciclo de violencia que le dio una nueva vida a su madre, a la guerrera, al la
calculadora y fría mujer... Idi recapituló esto último, ahora que conocía a Xena no
podía decir que fuera muy fría y calculadora... Max realmente le ganaba, y medito sobre
el hecho que Max tenía mucha mas sangre fría, bueno quizá no conoció a Xena en sus
mejores años de chica mala, el perfil de Gabrielle la paro en seco, An, ellas si seguían
iguales, An no había cambiado mucho, las diferencias eran mínimas, solo que An no
reconocía que era lo que le hacía daño, guardaba en su corazón los sentimientos mas
profundos y solo una vez fue capaz de expresarlo, esto fue lo que la ayudó a afrontar
todo su dolor, pero Gabrielle resultaba una persona conmovedora, ella era el lado de An
que a Idi siempre le habría gustado ver, no solo el lado técnico y las sutiles palabras,
si eran parecidas, pero en los lados opuestos, Gabrielle era una mujer mientras An era
solo una adolescentes con todas sus vidas pasadas latentes.
"Parece que hay vienen" Dijo esperanzada. Idi no lo daba por echo...
"Umm tan rápido, deja que Xena se divierta un poco..." Gabrielle alzo un ceja. "No quise
decir que ustedes dos no se divierten... solo que bueno... ummm... ya sabes... quizá...
Xena..." Idi metio la pata en el centro de lado a lado "bueno... ya subiran".
Un momento de silencio....
Una mano aparecio en la hendidura y luego fue acompañada por un brazo, musculoso y
moreno, seguido por el cuerpo mas pequeño de un niño que cayó con un golpe seco junto a
Idi, Bar tenía una sonrisa de idiota como para una foto, aferraba entre sus brazo su
bolso, el cuerpo de Xena estaba en la mitad de la hendidura y a la poca luz azul se
veían sus ropas mas rasgadas y cortes muy feos en su brazo, se dejó caer en el interior
a los pies de Gabrielle.
Casi sin aliento miro al niño "Pequeño cretino" fue lo único que dijo, Bar la miró
asustado, pero luego Xena soltó una carcajada, la que siguió Bar.
"Que te dije, te preocupas demasiado" Idi se metio en sus asuntos, sin prestar atención
a las risas.
"Pero que es tan gracioso..., Xena, esas cosas casi te matan... por poco y te comen..."
Gabrielle molesta.
"Ufffffffff, Gab, no fue nada, debiste ver esa cosa, como me dijiste...
"Godzilla" dijo casi sin aliento, Bar, agarrándose la pansa de tanto reir.
"Bueno como se llame, son bobos... pero muy fuertes, era como un juego de niños... Gab,
estoy bien ves... mira" Xena se colocó de rodillas, Gabrielle molesta le dio vuelta la
cara sin intención de mirarla. Cosa que Xena tuvo manera de evitarlo. Tomo la cara de
la mujer para encontrarse con los ojos preocupados ya no mas molestos "Me gusta que te
preocupes, estaré bien, mi pequeña bardo" Gab colocó sus manos alrededor de las muñecas
de la mujer, impulsada por la necesidad, la atrajo a su cuerpo y se fundieron en un
tierno beso.
"Hey eso arde...uyygr" desde el otro rincón Bar se quejaba de los cuidados de su
hermana.
"Bien para la otra tendrás más cuidado y no meterás en tantos problemas... genial sería
que esas cosas te hagan picadillo, que quieres que le diga a Mona... hey vieja adivina...
Bar crio a unos baby Godzilla y que crees se lo comieron como aperitivo... y ahora andan
sueltos y nos quedamos sin platena" Idi no tuvo ningún cuidado al enrredar los apositos
esterilizados en mano, codos, rodillas del chico, tampoco se escaparon su frente
piernas y espalda, bueno en realidad al final de todo aquel trabajo Bar terminó mas a
algo parecido a una momia que un niño.
"Recuerda colocar en tu curriculum que no eres buena para tratar a los heridos" refunfuñó
Bar, comprobando la seguridad de las esparadrapo y grapas que Idi colocará en exceso en
las vendas.
"Y bueno que fue eso tan importante" Xena miró preocupada a Idi que se acercaba a ella
con las mismas intenciones "No querras que esas cosas se infecte Xena, no vamos a tener
el mismo problema, verdad" Xena suspiró resignada y extendio su brazo herido "y bien
Bar?" Idi levantó la vista hacia su hermano, el cual parecía como ido, en su mundo con
su morral a un lado y algo que Xena reconocio como lo que estaba leyendo sobre el
caballo, era parecido a los pergaminos de Gabrielle. "O genial no me digas que
arriesgaste la vida de Xena por eso... no tienes en casa unas..." pausa "cuatro copias
de cada uno...
Bar la quedó mirando indignado "No tengo cuatro copias... tengo una copia autografiada
que es ésta," les mostró un pequeño libro "que es la edición de bolsillo... tengo una
copia autografiada para mostrarla a mis amigos, otra copia guardada por seguridad, otra
que es de seguridad de la que tengo guardada, tengo la edición de lujo con tapa
revestida, de esa tengo la misma cantidad, ya sabes por seguridad y todas autografiadas
(ese es el que tengo en caja fuerte)" Idi levantó una ceja y miró a Xena con expresión
bastante rara...
" Es decir que tienes ocho de cada libro... es decir 64 libro" Idi no podía creer que
su hermano fuera tan fanático, pero dspués que el chico mostrara sus habilidades de fan
con los dioses del Olimpo, no podría haber nada peor.
"Qué es tan raro... a ti también te gustan estos libros..." expresó Bar, extrañado por
el tono de su hermana.
"Bueno... me gustan pero no tengo ocho copias del mismo libro, a más tendré solo dos,
es decir, para que tienes tanto..." Id se mantenía con la vista en las heridas de Xena.
"Libros... de que tratan" Gabrielle se acomodó cerca del niño.
Bar la miró un momento "tu escribes pergaminos verdad, sobre historias..." Preguntó Bar,
convencido de la respuesta de Gabrielle sería un si.
"Si, historias de una guerrera, muy fuerte que desea redimir su pasado" Bar le dio una
amplia sonrisa.
"Umm, esto trata de algo similar, son ocho libros del mismo autor, algunos tienden a
ser historias fantásticas llenas de increíbles aventuras, otras son realmente dramáticas
llenas de dolor y amor, hay príncipes, princesas piratas, ogros, gigantes, alemanes,
guerras, muertes, amor... reinos lujosos y otros lujuriosos, hay chicas boxeadoras,
chicas que corren autos y que viajan por el mundo" Bar resumio los ocho libros
quedándose con muchas cosas dentro, sus ojos luminosos de felicidad.
"Ohhh, la persona que escribio eso debe haber viajado mucho" Bar negó con la cabeza
"entoces una musa" Bar se sonrio y volvio su cabeza hacia el libro.
"Este en particular me gusta mucho, me gustan estas historias fantásticas... con reyes
antiguos, la tierra media, historias que pasaron mas allá de la verdad, pero que quizá
nunca ocurrio, quien sabe" Bar se recostó en el suelo apoyando su cara en las manos.
"Y de que trata, qué es la tierra media" preguntó Gabrielle adoptando la misma postura
que el niño.
"Umm, si quieres lo puedo leer" Bar se ladeo de costado, esta idea le parecio bastante
buena y asintio feliz. "Bien.. leeré entonces el 2º libro de A.C.C. Glaiser, es Las dos
lunas". Bar se aclaró la garganta con un gesto de importancia, Idi suspiró sonoramente.
"Creo que ha leido ese libro por lo menos unas 20 veces... que lo sabe de memoria...
bien estamos listas" sonriendo dejo la mano de Xena.
"Quién es A.C.C. Glaiserr?"
"Bueno es un autor de libros, muy conocido, pero nunca nadie le ha visto en persona, ha
escrito 8 libros y todos han sido record, y bueno escribe muy bien. Y por lo general han
cuestionado sus libros no aptos para adolescentes, lo que lo hace mas popular, creo que
te sorprenderás mucho, 'Las dos lunas' también es mi libro favorito." se apoyó contra
la madera seca.
Bar se sentó a lo indio, la luz se quedó a media ocultando cierta parte, Bar tomó
aliento y le largó a la historia.
"Eran los tiempos antiguos, la tierra había evolucionado muy poco, aun quedaban los
vestigios del primer tiempo, donde las mentes eran abiertas y el aire brillaba al
amanecer." Bar solo leyó las primeras dos líneas y comprendió lo que nunca antes había
comprendido, cuantas veces lo había leído sin comprender lo que significaba, pero ahora
era diferente... "sobre la ladera de la montaña tan alta como gigantes, yacia la nieve
eterna, una espesa capa de nieve, que esta ahora ningún ser vivente había sido capaz de
explorar, ese era el mundo los altísimos, seres perfectos dignos de honor, entre ellos
los mas fuertes y valientes de la tierra antigua, los primeros yacian en la morada
eterna.
"Pero nuestra historia no es sobre los primeros o sus laderas cubierta de nieve eterna,
nuestra historia es sobre los seres que habitaban el mundo imperfecto el mundo que
vivía el día a día respirando y mirando las estrellas preguntándose y más allá hay un
mundo mas perfecto que este, que nunca antes, la mayoria de ellos, nunca había visto el
mar, pues para los habitantes de este lugar este era el mundo perfecto; la tierra de
las que les habló era, digo era por que ahora solo la podríamos ver si mantuvieramos lo
ojos muy abierto y fueramos capaces de comprender la belleza de las criaturas que estan
en nuestro alrededor, cosa que es muy difícil para el ajetreado mundo moderno, bien
como iba contándoles, esta tierra era la antigua de las tres colinas, una de las tantas
Colonias, donde vive uno de nuestros personajes, rica en verde pasto, ovejas tan forradas
en lana que con solo una se podían tejer 10 sueter, 5 bufandas tan largas que podías
dar unas 6 vueltas (en invierno hacia mucho frío) y 6 pares de guantes para una persona
adulta, y aun sobraría para una frazada; vacas que realmente eran muy gordas su leche
producía un mantequilla exquisita, caballos de crin dorados y pardos, hermosos y
fuertes corrían libres por las explanadas, distinta en todas las colonias, 'Las tres
colinas' era una amplia extensión de tierra con tres colinas, de ahí su nombre,
habitada por tres familias de renombre, la primera 'los Vitos" gente agradable pero
sin embargo, celosa de sus pertenecias, eran conocidos por los habitante de los
alrededores por sus atuendos oscuros y recatados, desde los pastores hasta los pequeños
que correteaban a las gallinas, eran de las tres familias dominates los que mantenian
la cordura y el sano jucio, (olvidé señalar que la paz de este lugar era inrrompible,
no había motivo para una guerra, ya que las tierras eran extensas y los alimentos no
escaseban, las disputas eran mas por 'quien ha cosechado las mas bellas calabazas o las
franbuesas mas grandes y dulces); en la colina que estaba en el centro vivían 'los
Lumos" que al contrario de sus vecinos y parientes, en algunos casos, eran una de las
mas amplia familias, tenían muchos hijos, nietos, sobrinos, primos... gustaban de la
pesca recolectar cosas al ire libre, pastorear ovejas descansar al aire libre ver las
estrellas... cantar... fiestas... vino, sidra, comer... bueno 'los Lumos' eran
conocidos por sus buenas fiestas; y al final de las colinas la mas pequeña y pero no
menos importante 'los Verdesalinos" que no tenían mucho de 'Los Vitos' en sus
constumbres de ser correctos y tampoco eran excesivos como los 'Los Lumos' en lo
referente a fiestas, solo tenían algo de ambas familias, los Verdesalinos, gustaban de
buena música, lecturas animadas sobre viajeros que iban a descubrir tierras mas allá de
'Las Tres Colinas', los ancianos se sentaban en el centro del pueblo a discutir sobre
los inminentes progresos de los habitantes vecinos, pero sin embargo era todo diferente,
'Las tres colinas' vivían en paz con los habitantes de otras regiones, ya que solo los
Lumos eran lo bastante arriesgado como para salir a recorrer el mundo, mientras los
demás, los Vitos, veían con malos ojos a los aventureros, los Verdesalinos, preferían
leer las aventuras; bueno como ya saben algo sobre donde vive nuestro personaje iremos
directo a su casa.
Sobre una pequeña reja de madera pulida y con diseños de letras indecifrable se alza
una morada en lo alto entre álamos y acacias justo debajo de la colina mas pequeña,
jardines de muchas flores de colores bellísimos, uno debía levantar el gancho de la
reja y entraba a la mas bella casa de un piso, desde las pequeñas piedras planas hasta
los elavorados maseteros colgantes con recimos de flores violetas cayendo como casacada,
el musgo crecía poco a poco en los extremos de madera de la casa, era de piedra,
madera; las piedras rectangulares perfectamente encajadas; ventanas redondas y altas
con cortinajes blancos y apacurrados, la puerta principal, de color madera natural, era
perfectamente rectangular con una manilla plateada y redonda, junta a la puerta una
banca anclada en los pilares que la sostenían como un columpio, aquí estaba nuestra
protagonista recostada leyendo una de sus historias favoritas sobre los viajeros del
'Lago azul y las dos lunas' nuestra chica era una Verdesalino, y su nombre era..."
"Espera un momento... que es toda esa cosa..." Xena interrumpio justo cuando Bar iba a
decir el nombre del personaje, Gabrielle la miró con disgusto hasta Idi fue poco
indulgente con ella "Qué!!!?... bueno no es como las historias de Gabrielle" con su
objeción, en realidad ni Gabrielle ni Idi tomaron en cuenta las objeciones de la
guerrera.
"Es una historia fantástica, basada en un hecho real, pero el autor prefirio relatarlo
de esta manera a la forma en que realmente sucedio." La explicación del chico la dejó
en las misma, así que Xena prefirio acomodarse en un rincón apartado y mejor dormir un
poco, tenía mucho en que pensar y obviamente no era en la historia que Bar leía, queria
saber que era eso que Bar le había mostrado cuando estaban cazando... no demoró mucho
que Gabrielle sucumbiera a su cuerpo y antes de obtener una respuesta Gabrielle ya
estaba acomodada en el pecho de Xena atenta a las palabras de Bar; Bar releyó hasta
donde había sido interrumpido por Xena...
"Nuestra chica era una Verdelesalino y su nombre era Galabriel Verdesalino, rondaba las
diecisiete primaveras y era una chica alegre, vivía en una de las casas grandes y mejor
construida de todas 'Las Tres Colinas' su familia era una de las mas poderosa y rica de
toda la colonia, era hija única, sus padres estaban muy complacidos con ella, Gala,
como solían llamarla, daba honor a su nombre, por que como toda una Verdesalino adorada
las historias, comer, las fiestas de sus parientes, en sus venas corrían sagre Lumos, y
también Vitos, tenía primos y primas en ambas familias, conocía los lagos y riachuelos
de toda la zona, salía a pescar con sus primos Fulkon y Ketti Lumos, casi siempre de
mañana y llegaba toda mojada y cansada de noche, o iba a pastorear las ovejas con sus
primos y primas, Plause y Appla Vitos... Gala no tenía problemas de comunicación al
contrario ella adoraba salir, jugar, reir, divertirse; pero como toda historia tiene un
punto de comienzo.
Una mañana de verano cuando el sol ya estaba en el medio del cielo y las aves entonaban
sus mejores canciones al astro sol, Gala aparecio con su cara sonriente y se recostó en
su habitual banca junto a la puerta principal, la banca se mecía por que era como un
columpio, Gala sacó su libro y por milésima vez comenzó a leer la misma historia, no
notó que era observada, ni menos que la reja estaba abierta y tampoco notó que alguien
se sentaba junto a ella, pero si notó la voz en tono suave que le decía 'buena lectura'
Gala se cayó de la banca de pura impresión y bueno su libro voló por los aires, el
hombre que estaba junto a ella soltó una agraciada carcajada contagiosa, que hizo a
Gala olvidar por el momento la verguenza y tambien reir.
"Buenos días, señor" sonriedo, el hombre que era bastante anciano, llevaba ropa de viaje
gastada y cubierta de polvo, el anciano no parecía cansado. A Gala su rostro le era
peculiar, familiar quizá antes lo había visto en algún lugar.
"Oh, buenos días, pequeña, tú debes ser una de los Verdesalinos de la parte baja de las
tres colinas, verdad, y si no me equivoco eres Galabriel" Gala quedó pasmada aun en el
suelo, realmente si hubiera intentado levantarse no hubiera podido, como un desconocido
sabía su nombre y menos que estuviera tan complacido. "Pero bueno te vas a quedar todo
este hermoso día sentada en el suelo, o es que las costumbres de los Verdesalinos han
cambiado tanto en todos estos años" Collendens, bueno era Collendens, un hombre viajero
aventurero y reconocido en todas las colinas y más allá, era un viejo, pero nadie sabía
a ciencia cierta su edad, su barba blanca llegaba mas abajo de la cintura y sus arrugas
extansas, su cara cubierta por un par de cejas blancas muy pobladas, sus manos sobre su
regaso mirando a la niña con su sonrisa amplia y limpia.
"Bueno yo... me has sorprendido, eres un mago, como sabes mi nombre, es decir, nunca
antes lo había visto por Las Tres Colinas, ni menos por mi casa," Gala ya de pie
limpiando su ropa y sentándose a su lado con los ojos abierto de par en par, luego
cayo en cuenta "Collendens" casi en un hilo de voz, reconocio al hombre, era muy
pequeña, Collendens había pasado una temporada en su casa, para las fiestas de las dos
lunas, la cara de Gala cambio de inmediato, sus ojos verde brillitantes (signo que los
Verdesalinos llevaban, sus ojos verdes y cabellos color dorado).
"Umm, la pequeña Gala se acuerda a pasado mucho tiempo de la celebración de las dos
lunas, eso fue cuando tu eras muy pequeña, bueno esta tu padre, el viejo Mon, he venido
a verlo" Gala de un salto se colocó en pie, y guio al aventurero por la casa, el pasillo
era del piedra roja partida en cuadros brillantes, las murallas revestidas en maderas,
Gala tomó el sombrero media ala de viaje de color negro de Collendens, y lo colocó en
uno de los closet en una de la centena de perchas para la ropa y visitas que tenían,
Gala sonriente y en su cabecita mil preguntas, si el viejo Collendens estaba aquí era
por una aventura y si ella pudiera formar parte de ella... y Collendens estaba aquí de
nuevo... sería la chica de las tres colinas más feliz, ella... Gala no dejaba de
preguntarse como sería viajar por la tierra antigua ver las maravillas del mundo
exterior, las fantásticas criaturas, los elfos, los gnomos, duendes, las hermosas hadas,
las ninfas, buenos quizá no los cíclopes los gigantes o los trasgos u orcos, esos si
daban miedo, pero lo que realmente deseaba conocer era el mar, Gala tenía una cara
graciosa y Collendens lo notó, pues la chica no dejaba de sonreirse o ponerse seria.
"Umm ya casi no recordaba a la pequeña Gala y su sonrisa" Collendens sorprendio a Gala
cuando ella estaba en vuelta en su mejor de todas sus fantasías, ella era una pirata
que recorría los tres mares en su gran barco de cuatro velas blancas y... Gala estaba
sonrojada, de pie a la entrada al salón allí su padre con dos de sus tíos discutiendo
sobre los juegos de verano.
"Jjojojojo... Solamen Lumos quiere que este año el tirabalón, sea mas liviano... cree
que porque el no sabe atraparlo vamos a hacerlo más fácil para él" Eloe un hombre
robusto y colorado tío de Gala por parte de su madre se haya sentado junto a su padre
tomando cervesa castaña.
"Ni hablar, Eloe, Solamen es un trampozo, sus franbuesas... dice que las franbuesas de
su huerto son tan grandes como mi puño, pues yo nunca he visto franbuesas de ese tamaño
en el concurso de las franbuesa, y me sorprendería mucho que sus sarsamoras den
franbuesas" muy molesto su otro tío, Vera, que en cierto modo era un Vito, Collendens
apoyado contra la puerta observando a los hombres que antaño cuando jóvenes eran
arriesgados y bonachones ahora eran viejos de casa, hasta Mon se había vuelto un viejo
posadero.
"Este año el festival de verano será todo Verdesalino, este verano será perfecto... la
conjugación de las lunas esta de nuestro lado" Mon aspiró profundamente y su barriga se
incho, Gala solto un risita, todo esto le daba gracia, su padre y tíos, se tomaban los
asuntos como festivales y concursos muy a pecho y no les gustaba perder. Su risita hizo
que los hombres se volvieran hacia ella, dejaron caer sus largas pipas y sus bocas
abiertas, Mon dejó su cómoda silla y fue corriendo a abrazar al hombre, con una sonrisa
en los labios, sus tíos también fueron a unirse a él.
"Collendens..." todos al unísono, los hombres comenzaron a hablar de todo, a preguntar
de todo y como siempre si Collendens se quedaría al festival de verano, a lo que este
accedio, pero luego recordó que no andaba solo y dijo que quizá sería un buen descanso
para su acompañante, esto picó a Gala que sin duda quedo interesada en el acompañante
de Collendens que debía haber viajado mucho y conocía muchos lugares, su padre exigio a
Collendens que se quedará en su casa con su amigo, pero sería un desprecio si en no
accedía, Collendens sonrio miró de reojo de Gala y asintio con la cabeza.
"Bien, entonces Galabriel irá a buscar a tu amigo" sentencio Mon, Gala que estaba
sentada en un rincón dio un salto y feliz sin poner objeción salio corriendo, pero
antes de llegar a la puerta de entrada se volvio.
"Niña... donde estan hospedados Collendens" Mon vio con disgusto a su hija, Collendens
miró a la jovencita.
"Los caballos tronadores" Gala sonrio y volvio a salir corriendo y bueno se dio contra
la puerta y se volvio, no podía creer lo atolondrada que podía ser.
"Rigandarte Soltonie" dijo bajo, Gala volvio a salir, pensando en el nombre, era como
el de un héroe de un valiente, que ha viajado y definitivamente lo había escuchado
antes, pero no recordaba dónde.
Los árboles de la ladera le daban el buen día, por el camino de tierra, las casas
comenzaban a aparecer con sus techos pintados de verde y terracota, el campo y los
aldeanos le daban los buenos días, Gala tenía en mente el nombre... Rigandarte Soltonie...
y como había empezado a correr se detuvo, Soltonie... le sonaba mucho en algún libro
quizá...
"Buenos días señorita Gala" el panadero.
"Buenos días, señor Tootu" Tootu le regalo un pastel de nata y crema, que Gala ni loca
rechazaría.
Comiendo su pastel entró en la plaza del pueblo de Las Tres Colinas, la gente al pasar
la saluban, las casas altas y cubiertas por flores colgantes, de brillanes dolores,
tres chicas una rubia-cobriza de ojos mielosos, una morena de ojos verdes brillantes y
la mas pequeña de las tres que era castaña de ojos negros la detuvieron en el centro de
la plaza.
"Aplaus, Ketti y la pequeña Solta, buen día primas" sonriendo, las chicas la rodearon y
caminaron junto a ella.
"Galabriel dicen que hay un extraño en el pueblo, un extraño de ojos azules" Gala se
detuvo, no conocía a nadie que tuviera los ojos azules como el ocáano, en realidad no
conocía el oceano solo los lagos y riachuelos de la colonia "si y se esta quedando en '
Los Caballos tronadores', eso me lo acaba de contar Simión Voska que trabaja con
Velador Verdesalino" Ketti, la chica morena de ojos verdes, que era mas sangre
Verdesalino que Lumos, pero bueno era el mismo brillo en ambas chicas y las dos se
dieron cuenta.
"Hey que traen las dos, no nos van a contar" Aplaus puso sus manos en la cadera, Ketti
y Gala tenían sus manos unidas y dando saltitos, Solta daba saltando a su alrededor.
"Aplaus, tu eres mas Vito... que ningún Vito que antes yo hubiera conocido" sentencia
Ketti muy graciosa, Gala se deslizó por un lado, sus amigas ensarsadas en una discución.
La posada de 'Los Caballos Tronadores' frente a ella, se llamaba así por tener un cartel
colgado con tres caballos con las pesuñas que sacaban chispas, Gala quedó mirando los
caballos, ella quería tener un caballo pero sus padres nunca le concedieron ninguno por
conciderarlos peligrosos, las puertas de la posada crujieron levemente no había casi
nadie, estaba vacio, Gala se acercó hacia Velador Verdesalino, tío suyo en 3º grado.
"Buen día tío" sonriendo, el hombre levantó su cabeza cana y regordeta con una nariz
roja.
"Oh mi querida niña" dijo Velador, salio del interior, dejó su delantal en la barra y
tomó las de Gala. "Oh mi niña, cuánto tiempo sin venir a verme" la hizo sentarse "Simión!!!!!"
gritó "trae una leche con franbuesas" Gala abrio de par en par sus ojos... "se que
adoras la leche con franbuesas y Siltame ha traído unas tremendas..." Gala sabía que
tenía que llegar pronto, pero no podía negárselo.
"Tío, Collendens..." fue lo mas que pudo decir.
"Si querida mia, Collendens se hospeda aquí, trajo consigo a un extranjero, sabes tiene
ojos azules yo se los vi eran tan azules" 'gracias Simion' "este muchacho se demora un
mundo para servir... pero bueno Collendens habrá venido al festival de verano," Gala se
veía su leche, así continuo la conversación, Velador la puso al tanto de los chismes de
la colonia, Gala le comunicó que debía llevar al invitado de Collendens a su casa por
que se quedarían ahí, Velador resopló molesto, quizá por que le robaban la clientela,
pero luego cambio de parecer, los ojos azules le habían traído público pero también se
lo había quitado.
Simión la llevó hasta la habitación en donde el acompañante de Collendens se encontraba,
Gala nuevamente pensó en el nombre Rigardante Soltonie y tocó suave... luego algo mas
fuerte... y por último casi tan fuerte que hasta en la primer planta escucharon, en el
interior de la habitación un murmullo suave y a regañadientes, la puerta se fue abriendo
despacio, Gala tenía la respiranción en un hilo y se encontraba en suspenso, pero lo
que vio la molestó en sobremanera, no era precisamente lo que esperaba ver.
"Hola... Umm. Gala que haces aquí" preguntó una chica un tanto parecida a ella, solo
que su cabello era pelirrojo.
"Buenos días Sansana Cuato Lumos" la mandíbula de Gala quedó inmóvil molesta pero no
sabía por qué... quizá era porque Sansana solo estaba cubierta por una sábana o por
estar aquí y no en su estancia leyendo... o por que el acompañante de Collendens
sucumbiera a los encantos de esta bruja.
"Quién es San" una voz particularmente ronca y exquisita, Gala no supo identificar si
era de un hombre o mujer, porque no podía decir a ciencia cierta que fuera de un hombre,
el corazón de Gala latía a mil por hora...
"Qué quieres decir que no sabía si era de un hombre o mujer" Gabrielle sacó del encanto,
que hasta Xena seguía la lectura de Bar, ambos chicos, Bar e Idi, hasta Xena se volvio
a mirar a Gabrielle. "Bueno es que era un chico o una chica... si aparece una chica en
paños menores eso quiere decir que es un chico..."
"No necesariamente" dijo Xena con una sonrisa pícara en los labios, Gabrielle guardó
silencio cómplice.
"Me van a dejar continuar...." Molesto y retomo el libro.
"Gala vio una silueta que se dibujaba a contraluz, del ser mas alto que hubiera visto
antes. San estaba molesta frunciendo los labios y cruzando sus brazos al nivel del
pecho.
"Es solo la hija del viejo Mon, es una cría, pero bien que es lo que necesitas..." su
altanería se marcaba en cada nota de su voz, Gala no seguiría su juego.
"Tengo un recado para 'Rigardante Soltien' dice Collendens que vaya a la casa de los
Verdesalinos bajo la pequeña colina, buenos días" se despidio como toda una señorita y
dejó a San con la boca abierta y detras a la figura con toda su altura.
"Umm, que pretende ese viejo ahora" la voz en tono peligroso "bien tendré que vestirme
ya es tarde, toma tus cosas San" le tiró a la chica un vestido, San ofendida por la
actitud, tomó sus ropas y ni siquiera se despidio, bueno solo dio un portazo que casi
arranca la puerta.
"Me pregunto por que habrá cambiado de parecer, Collendens, este lugar no esta tan mal...
me prengunto cómo llegaré a la pequeña colina" ajustó lo último de sus prendas de viaje
tomó el morral, el arco y al cajad a su espalda, volvio su mirada a la habitación una
sonrisa torcida... se volvio de mala gana y recogio su espada y la coloca en su cinto...
bueno era difícil acostumbrarse a una espada y menos cuando nunca antes has tenido una,
estudio su reflejo en el espejo que había frente, veía como su espada caía perfectamente
en su costado y su altura era casi tan alta como el techo de la vivienda y mas aun la
cama era unos centímetros mas larga que ella...
Si en realidad nuestro misterioso personaje es una chica. Bar se detuvo un momento
para ver la expresión de las dos mujeres, bueno no es que este libro fuera un éxito y
los otros igual, por lo general llegaban a un público joven pero también tenia sus
retractores por ciertos contenidos sexuales no aptos para adolescentes eso según algunos
tipos que no tenían nada mejor que andar criticando los buenos libros. Al parecer esta
información no alteró a Xena o a Gabrielle así que Bar continuo su lectura.
Nuestro personaje es una chica, una chica muy especial, aparte de viajar con Collendens
que por solo ese hecho ya eres especial, sino también por sus ojos, eran azules, los
ojos azules antes se habían visto en aquella provincia o en alguna cercana, solo se
sabía de que los piratas y elfos llevaban ese color de ojos, eran portadores de poderes
mágicos y sumamente astutos. Rigardante, tenía la condición de ser en parte elfo y en
parte pirata, su madre había sido una gran pirata de los tiempos Degom azules cuando
los viajes en navios de cuatros mástiles eran una travesía por los tres mares, era una
mujer bellísima de hermosos ojos azules, cabello moreno y piel azotada por el mar
salino y el implacable sol, y su padre un elfo de los primeros, de porte sobervio y
mirada de acero, sus ojos eran tan azules como las noches mas oscuras casi negros, su
piel de un blanco nube y su cabello ópalo trenzado, de los que vivían en las colinas de
las primeras nieves eternas, Collendens conoció a ambos y en trágicas aventuras, los
padres de Rigardante murieron el la guerra de los cinco reinos una de las últimas
guerras que decidio la paz de los reinos de aquellos tiempos, el asunto fue que Isumir,
el padre de Rigardante, era uno de los mejores arqueros de los tiempos antiguos portaba
su arco tensado con la resistente fibra de dragón y cajad de flechas de plumas del ave
azul y puntas de plata, se mantenía al frente y peleaba como un valiente, fue desgollado
por un hombre, por uno de los mas terribles hombres que hubiera pisado esta tierra
jamás, el rey de rojo de las montañas de Condor, Collendens peleo a su lado hasta el
final solo pocos sobrevivieron a esa cruenta batalla, pero no muy lejos de ahí Vatakina
venía en ayuda con sus navíos de de tres y cuatro mástiles, solo que llegó tarde,
vencieron pero tarde, el rey rojo seguía con vida y Vatakina quería venganza y la
savoreo con sus propias manos, con su espada forjada en las antiguas hondadas del sur
por los enanos taciturnuos con empuñadura de tres largos con oro y plata, de hoja
brillante y mortal; Vatakina llevó hasta la cima de la montaña de Condor al rey rojo y
ahí lo lo atravesó con su espada y lo dejó caer al vacio, Vatakina quería acompañar a
Isumir en su eterno viaje pero no podía tenía algo pendiente aún, le pidio a Collendens
que cuando su hija naciera la llevara a las esplanadas del Abelud para que fuera criada
por los nómades como una hija de la tierra, así fue como Rigardante nacio y con el
dolor de su alma Vatakina la entregó a Collendens, con el arco y cajad de Isimur y su
espada forjada en las hondinas, pero no antes de que ella misma se quitará la vida para
seguir a su amado Isimur.
Rigardante recordó esta historia que siempre le pedía a Collendens que le contara,
bueno cuando ella fue pequeña, ahora lo veía de otro punto, lo veía como una acción
egoísta, pues a ella nunca le dieron ese amor, y no sabía para que era el amor, lo
encontraba egoísta, ese amor se llevó a uno de los seres que quizá la hubiera amado
pero no... prefirio ir con su amado, ya estaba muerto y era tierra... no había nada...
las facciones de Rigardante cambiaron se volvieron violentas y llenas de dolor, sabía
de antemano que su madre nunca hubiera sido feliz, pero aun así le habría gustado ser
amada, pero eso era del pasado, este era el presente y debía irse a reencontrar con
Collendens que había cambiado los planes y quizá que cosa le esperaba en aquella cabaña.
Salio de la posada con la vista de todos los habitantes puesta en ella, obviamente no
iba a pasar de incógnito, de primera por su ropa y por su altura, heredada de su padre,
al igual que su mirada implacable, era imposible que se pudiera perder entre esta
multitud de gente que no le llegaba más allá del hombro, Rigardante no dejó que su
mirada de desviara por medio de esas personas, solo siguio, le había consultado al
cantinero dónde quedaba la casa de debajo de la colina mas pequeña, y el hombre la mira
con desconfianza pero al final accedio a decirle donde, debía seguir un camino que
rondaba el riachuelo hasta la difucación de un camino, ya había dejado el colorido
pueblo atras, ahora el campo y las pastizales rodeaban todo el lugar, al igual que los
plancisales de maiz y trigo, tomates, zanahorias, berenjenas, árboles frutales por
doquier, a su costado izquierdo corría el riachuelo y algo llamó su atención se detuvo
de improviso, vio cerca del agua a la mas bella de todas las ninfas, sus ojos recalleron
en la criatura mas hermosa que pudiese existir, era una joven que estaba apostada
contra el contro caido de un alerce con su mano en el agua tocando solo la superficie
del agua, Rigardante se acercó con sigilo, no pretendía ser descubierta pero solo ver
aquellos bellos ojos y aquella tierna mirada con destellos de tristeza le rompio el
corazón.
Un paso en falso y las ramas crujeron a sus pies, Gala se levantó de improvisto asustada,
posada sobre el tronco caído, vio como salía de entre los arbustos una mujer casi tan
alta como un árbol y que la mirada con los ojos abiertos, Gala ahogó un grito al ver
que esos ojos que la miraban eran azules, no supo como o cuando una fuerte mano la
detuvo para no caer al agua, Gala había llegado hasta ahí molesta por el atrevimiento
de Sansana Cuato Lumos, nos que ella le hubiera gustado en su lugar, pero luego de
meditarlo ese Rigardante debía ser todo un mujeriego y no valia la pena, pero lamentaba
no poder haber visto sus ojos azules.
Estuvieron mucho rato tomadas de las manos, el canto de un ave del río las sacó de sus
pensamientos, Gala paso a un lado de la mujer que era tan alta, pero lo que mas llamó
su atención fueron sus ojos azules, así era el océano, de ese color, como el cielo,
como... no tenía palabras para describir tan bellos ojos, mientras Rigardante la miraba
cada vez mas no se convencía de que esta niña fuera humana, quizá un elfina o una ninfa,
pero nunca una humana.
"Estas perdida" su voz llegó hasta los oído de Rigardante, que casi le dio un ataque
cardiaco, era la misma voz de la chica que la fue a buscar a la posada, lo pensó.
"No, busco la casa de abajo de la pequeña colina" Gala no pudo ocultar su sorpresa,
bueno ella tiene los ojos azules... quizá, bueno era ella y estaba Sansana,
definitivamente San era una arpía.
"Umm, bueno yo tenía la misión de ir a buscarte, pero tu ya estabas con... tu eres
Rigardante" Gala estaba nervisosa, más por la tenue sonrisa en los labios de Rigardante
que por el hecho que San estuvo en su cuarto.
"Si yo soy, siento mucho que me vieras con esa chica en el dormitorio, ummm por cierto
no me has dicho tu nombre" algo en el interior de Rigardante la hizo detenerse y pensar,
pensar que estaba siendo muy espontánea con una desconocida y que si no se cuidaba era
posible que le diera su corazón a una desconocida.
"Es verdad, lo siento, mi nombre es Galabriel Verdesalino, Collendens me pidió que te
lleve a nuestra casa, mi padre los ha invitado a quedarse por su período de estancia en
nuestra casa" Gala no podía evitar sonreir se sentía feliz.
Rigardante se mantuvo quieta y mirando silenciosamente a la joven que no paraba de
hablar, ya retomado el camino, Galabriel le contaba del festival de verano y
secretamente no sabía el por qué esperaba que Collendens dijese que se quedarían hasta
el festival.
"Y... bueno ese libro es muy raro como has dicho que se llama" Xena masticando una
ramita, Gabrielle que hasta el momento estaba casi encima de Bar tratando de leer junto
con él, miró a Xena con cara de pocos amigos. "qué? No es igual a lo que tu escribes...
y ni entiendo.." Xena se estiró mirando al cielo de pequeño agujero, los ruidos en el
suelo aun no se cesaban y al parecer los monstruos de Bar acabarían con todo el bosque
antes del amanecer y que quedaran hechos polvos como dijo Bar, y no le veía el sentido
de estar ahí en ese pequeño agujero y con esos tres contando historias sin ningún
sentido...
"No le hagas caso, venga Bar sigue leyendo" animó a Bar, él cual ni corto ni perezoso
retomó su lectura.
"Mi casa ya esta cerca, conoces el mar?" Galabriele no supo de donde sacó la valentía
de preguntar eso, Rigardante la quedó mirando y una risa espontánea.
"Que te hace pensar que conozco el mar." Los ojos de Rigardante la desnudaron por
completo.
"Bueno, solo los piratas y elfos tienen ese color de ojos" Galabriel dio dos pasos
hacia delante encarando a la mujer; mirando el arco y cajad, y la espada a su costado.
"Si, solo por tener un arco me hace un elfo, o tener una espada un pirata, eso es algo
que no me imaginaba de ti, juzgar a la gente..." Galabriel no pudo evitar colocarse
roja como un tomate y bajar la vista con verguenza, Rigardante con el alma a los pies
no pensó que esa pequeña broma fuera tomada tan enserio, quizá la jovencita no tenía
intención en juzgarla. "Bueno has tenido razón, soy en parte elfo y en parte pirata"
dijo en voz baja, Galabriel levantó solo un poco la vista, un sentimiento angustioso en
su pecho le impidio sacar de nuevo las palabras, y el campo quedaba atrás, una pequeña
colina aparecía entre los árboles, el sendero de piedra y las margaritas en la orilla
del camino, el resto de que quedaba hasta la casa de abajo de la pequeña colina fue
silencioso. Rigardante lo ocupó para averiguar mas de la joven que tenía a su lado, que
del primer momento conmovio su alma fría, tenerla a esa distancia era un martirio, no
tenía claro el por qué necesitaba tenerla a su lado y abrazarla? hasta ella misma se
sorprendio de los sentimientos de un momento a otro nacian sin un por qué.
'Así que es en parte elfo y el parte pirata... ahora que lo pienso esto me suena
conocido, hasta su nombre me parece conocido...' la profunda y distraída mente de
Galabriel no podía y no quería mantenerce en un solo lugar, la información de esta
mujer la dejó conmocionada y con mas ganas de conocerla, bueno le funcionó el hecho de
hacerse la chica herida... como si no se sintiera herida por las palabras de Rigardante,
a ella no le gustaba juzgar a las personas por su apariencia, pero bueno todos saben
que solo los elfos y piratas tienen los ojos azules, y el porte... y el cabello oscuro,
los piratas por lo general son seres de piel oscura y cabello moreno acompañado por los
ojos del mar, y los magnificos elfos bellos de piel de nieve y cabellos dorados o
morenos, de ojos color bosque o cielo, a cada paso que daba una presión en su pecho y
una potente mirada sobre ella, sabía que era observada pero no daría la tentación de
ver esos bellos ojos o ser nuevamente avergonzada, bien estaba molesta y no queria darle
el gusto a esa mujer a que se volviera a burlar de ella, ahora deseaba estar sola con
su libro y volver a leer la historia de ' El a lago azul y las dos lunas', pero antes
miraría por sus libros, sabía que en algún lugar había algo sobre los piratas y los
elfos, la reja de la casa de la colina mas pequeña les hacia frente.
"Supongo que hemos llegado" suspiro Rigardante, Galabriel la miró por primera vez desde
que se molestaran, y comprendió que esta chica debería estar mucho mas tiempo con ella
de lo que ella misma pensaba.
"Pero bien, por que se han demorado tanto, tiempo en llegar hasta aquí" Collendens
apoyado contra un alcerce, ninguna de las dos mujeres lo vio, sorprendida Galabriel fue
a su lado sonriendo.
"Collendens, desde cuando... wuau, eres magnífico" la chica no cambiaba su opinión del
aventurero al contrario el era un hombre genial.
"Bueno ya sabes, estoy en todas partes, aquí, allá, dónde estes solo debes llamarme
porque ahí estaré, pequeña Galabriel, veo que has traído a mi amiga, buen día Rigardante,
como has dormido" con una sonrisa y un guiño del ojo se dirigió a la mujer.
"Bastante bien, me gustaría saber que es este cambio de planes, que no teníamos que
reunirnos con alguien mas en este lugar..." se acercó y dio una última mirada a la joven.
"Querida, tu madre, la bella Lhora, te esta buscando" con esa majestuosa salida
Galabriel tuvo que volver a la casa, refunfuñando, la conversación de los dos amigos
parecía prometedora... Galabriel desaparecio en el interior de la colorida casa.
"Y bien, que significa que nos quedaremos mas tiempo en este lugar, Collendens, el
tiempo apremia, no podemos quedarnos en festivales... esta gente no sabe nada sobre
viajes, ni menos exploraciones...
"Calla amiga mia, ya has conocido a nuestra acompañante" Rigardante perdió el hilo de
la conversación y cuando lo volvió a encontrar se dio cuenta a quien se refería...
"No... es solo una niña, una niña, no voy hacer ningún viaje con una niña, que aún no
se saca los pañales... primero... hago el viaje sola" ofuscada golpeo la corteza del
árbol.
"Pues bien, tienes dos alternativas, o le sacas tú los pañales a esa niña o haces el
viaje sola y vas directo a la perdición..." Collendens con su mas peligrosa cara,
Rigardante tomó toda su altura.
"Bien y que saco si ella me acompaña, es una niña, tu dijiste que aquí encontrariamos a
un..." Collendens elevo las cejas "o no... Collendens tu dijiste que aquí encontraríamos
a un aventurero que nos ayudaría con... no me digas que es esa niña" Rigardante ya
estaba perdiendo la paciencia... la poca que tiene...
"Calma, que la persona que veníamos a buscar ya no esta para estos trotes y tú tienes
en mente a esa niña, no yo... a por cierto vamos almorzar dudo mucho que hayas
desayunado en 'los caballos tronadores'" Collendens pasó por su lado, con su aire de
hombre grande y sabio, Rigardante se regañaba así misma, como había sido tan obvia...
en qué estaba pensando... en qué... por todas las estrellas luminosas del mar... siguio
a Collendens al interior de la casa, quedó asombrada no era como se la imaginaba, por
dentro era realmente amplia y acogedora, el ambiente llevaba un aroma peculiar, era
parecido al de la joven y casi se pierde en el bello salón al que la había conducido
Collendens, y también en la comida que estaba servida en la mesa, adornada con hermosos
platos, y aderesos, entonces Rigardante comprendio que muy en el fondo, no lo iba a
reconocer a Collendens, estaba hambrienta, y no espero a que Collendens le dijera que
se sentara a la mesa, cuando ya estaba instalada y esperando que dieran el vamos a
comer, sus ojos se clavaron en el pollo asado con papas doradas y muchas exquisitas
verduras Rigardante estaba pensando definitivamente lanzarse a comer y no esperar a
nadie, ya estaba a punto de tomar una de las piernas del pollo, cuando la puerta
principal se abrió y dejó al descubierto una mujer algo regordeta de cara sonriente y
mofletes sonrosados, era como estas típicas muñecas de vestidos floreados y delantal,
con cabello rizado y dorado, trenzado con cintas de verdes brillante y naranjos,
Rigardante la quedó mirando como si fuera la primera persona que hubiese visto en días,
pues la mujer llevaba en sus manos una bandeja con estofado de cordero, si se veía
apetitoso ni hablar del olor, Collendes sonrio y ayudo a la mujer a poner la bandeja en
la mesa.
"Gracias por las molestias, Lhora, siempre tan jovial y amable" la mujer levantó la
vista y sonriente.
"Collendens, que cosas dices, para mi es un gusto, además en esta comida Galabriel a
cooperado, así que esta exquisita, a mi pequeña le gusta mucho cocinar y mas si tenemos
invitados tan importantes como vosotros" Rigardante aludida por las palabras de la
mujer, se colocó de pie, ya que muy mal educadamente se había sentado a la mesa sin
siquiera presentarse.
"Agradezco su hospitalidad, no debieron, pues estabamos alojados en la posada del
pueblo" Lhora sacudio su mano en forma de negativa y miró los profundos ojos de la
mujer.
"Que cosas dice, aquí van ha estar mejor que en la posada de 'Los Caballos Tronadores'
conozco en servicio de aquel lugar y deja mucho que desear, además Collendens es un
amigo de los Verdesalinos y vustros ojos son únicos, son como los de un hijo del Lago
Azul" no supo de dónde salio esta pequeña mujer, que casi se deshacia de arrugas,
provocó que Rigardante se volviera a sentar, sus ojos estaban al mismo nivel, el mismo
verdor que la sorprendio en el río, pero este era mas antiguo, maduro y reservado,
había perdido su vida, su juventud, por fin Rigardante comprendio que la persona que
andaban buscando ya había pasado su tiempo y su era y que solo le quedaba realizar este
viaje sola. Quizá solo con Collendens, pero estaba bien que llegara al viejo aventurero
a esta última aventura y que no había nada para él en ese lugar, Rigardante con sus
pensamientos y la mujer anciana apoyada en los brazos de su silla.
"Madre, ven, que haces, deja a nuestros invitados" pero la mujer miraba a Rigardante
como si fuera un ser de antaño, pero tan rápidamente como había sido en cierto modo
dulce cambio a.
"No dejaré que te la lleves, maldita, no eres de este mundo ni del otro, solo eres una
cosa que no sabe dónde pertenece, aquí tampoco te queremos, vete, 'Eleteria'" Rigadante
se levantó de un salto de la silla, casi chocando con la mujer, esto no era lo que
esperaba, solo la habían llamado de esa forma dos veces y no era un buen augurio.
"Madre que cosas, dices, esta mujer no es una 'Eleteria', no es verdad Collendens," la
mujer trato de retener a su madre, pero ella prefirio salir arrastrando su cuerpo hasta
una silla de un rincón. "Lo siento mucho, madre esta decallendo mucho, casi no se
entiende lo que dice, ella... es la edad" la mujer tratando de disculpar de la anciana,
que ya había olvidado todo, sin embargo Rigardante perdio su apetito y un nudo en el
estómago, ser un Eleterio, es un ser mezclado, que tiene dos razas, es decir no
pertenece a ninguna, y por lo general este tipo de razas heredan lo peor de ambas
mezclas, esto es mas frecuente en los humanos y los enanos, pero cuando se refiere a
los pirata, que por naturaleza son mas violentos y crueles que los hombres, es terrible,
es fácil reconocer a un mestizo, por su porte y su piel, en esta era es difícil que un
ser contenga tantas caracteristicas humanas, los piratas son necesariamente mas humanos
que los mismo humanos, contruyen su vida en paz, en barcos alto de velas blancas largas
y anchas, pero dentro de ellos una naturaleza única solo hace moverse como verdaderos
salvajes, son capaces que matar sin piedad y a sangre fría con sus propias manos, sin
mirar a quien o a que, ellos lo saben por eso se lanzan a la mar lejos de los hombres
que los provacan con sus diversiones, lejos en el mar, estos seres son capaces de
expresar todo aquel sentimiento puro y salvaje, entre ellos el asesinato es el peor de
los castigos, matar a uno de su propia sangre los marca por siempre hasta las vidas de
mas eternas, por eso ellos son capaces de contener esas ganas que contienen sus almas,
en cambio saben que los Eleterios son muy poco frecuentes, se sabía que el rey Rojo de
la montaña de Condor era uno, y por su crueladad no se sabía si era humano o un demonio,
pero al darse cuenta de lo que era, los piratas decidieron tomar ellos mismo el asuntos
en sus manos, mientras, la otra parte los Elfos, son criaturas dóciles de los bosques y
las montañas eternas, difícil de ver en los caminos comunes, mantienen su mundo astral
separado de que viven cada día los seres de esta tierra, los elfos por lo general solo
se mantienen apartados de los problemas, mientras no inmiscuya su propia paz y seguridad,
sin embargo cuando el rey Rojo comenzó a matar elfos a diestra y siniestra, no les
quedó mas que averiguar que era lo que causaba este mal, una de sus elfinas confesó que
no fue capaz de eliminar al hijo que tuvo una doncella de sangre pura con uno de los
antiguos piratas de los tiempos Verdes, y que ese niño había sido criado por los Condor,
esta doncella por la tristeza del destino de su hijo, ya que no podía esperar que fuera
de vida, decidio quitarse la vida y acabar con todo, pues su hijo moriría al poco tiempo,
sin saber que a la persona a quien se lo había encargado no lo llevaría a cabo, el
antiguo pirata sin saber esta historia siguio su vida y como todo ser dejo el mundo
después de largos años, pues los piratas y los elfos y otras criaturas tienden a ser
longebos y vivir mucho, pero eso no significo nada, pues el rey Rojo, conociendo su
pasado quiso saber por qué nunca fue amado, y abandonado por sus padres, estaba
agradecido por ser criado por los Condor, pero aún así deseaba saber por qué a él nunca
lo amaron, se enteró de la verdad y el odio nacio en su alma, cuando el odio de un
Eterio llega hasta su alma y corazón no hay nada ni nadie que lo pueda detener, así
comenzó Degom rojo, después azul y el último y mas terrible Verde, en ese período la
madre de Vatakina, una pirata de sangre, se vio obligada a ir a las Hondinas de los
enanos taciturnios, para obtener una espada, como la que tuvo su padre y así podría
tener su propio navio, en este tiempo era importante las fuerzas, ya que era difícil
que vencieran a el rey Rojo y su ejército de Orcos y musicaranas, Vakatina en su viaje
conocio a un elfo, hay que acotar que los elfos se llevan mas bien con los enanos que
con los piratas, y con los enanos se llevan como si fueran enemigos mortales, bueno
como sea, Vatakina hizo de muy mala gana su viaje acompañada de este elfo, el joven
Isimur, que por el hecho de viajar con una pirata hasta las hondinas era como tener que
escuchar las canciones de los barbudos enanos, sin embargo después de largos y
tortuosos viajes y aventuras, llegaron hasta su destino, y consigieron lo que buscaban,
Vatakina su espada y con ello el honor de ser una pirata, Isimur el arco y las fechas
que siempre estarían a su lado, cada uno debería tomar un camino distinto, pero no
obligatoriamente, ambos pensaron, y continuaron el resto de su viaje de vuelta a casa
juntos, y como se dice, del odio nace el amor, y estos dos chicos se dieron cuenta que
después de todo separados no llevarían a ningún lado, pero juntos eran mas que un
equipo, así sin comprender como ambos terminaron en un bella y trágica historia de amor..."
Galabriel, había por fin, después de casi destruir su habitación, encontrado la historia
que andaba buscando, habría terminado antes, pero su madre le pidió ayuda en la cocina,
Galabriel suspiró, con las últimas líneas, era como si estuviera escrita pensada en...
las dos lunas... se sentó en su cama, después claro de sacar un centenar de libros,
tomo nuevamente el libro en sus manos, este nunca lo había leído, su abuela en las
noches cuando en el cielo aun se veían las dos lunas le leía esta historia, peron nunca
llagaba al final, siempre empesaba todas las noches por las primeras líneas y al día
siguente no continuaba, Galabriel le preguntaba el por qué, y ella solo respondía, el
final aun no esta escrito, solo lee las primeras líneas y siempre tendrás el sabor de
la felicidad pero si te acentuas al final ya no sera lo mismo... "nunca lo entendí,
pero siempre que leo esta historia solo llego hasta aquí, y no puedo continuar," volvio
a suspirar, y se tendio en la cama, con el libro en alto, "entonces Rigardante es parte
pirata y parte elfo, eso explica que sea tan atrayente, y que" lo pensó nuevamente "me
pregunto si ella ha venido por alguien, y si tiene una aventura, es obvio que tiene una
aventura, si Collendens esta con ella, eso por una aventura, la cual no quiero perderme..."
se sentó en la cama, en su cara una mirada desafiante... me pregunto" sin darse cuenta
el libro cae de sus manos, ella no mira un momento, y algo toma su atención, las últimas
páginas estan en blanco, al igual que las demás, solo estan las primeras escritas, solo
hasta donde había leído, sin comprender el por qué, pasó su mano por las páginas en
blanco y algo en su corazón comenzo a latir, un nuevo sentimiento, algo que nunca antes
pensó que sentiría...
"Umm, ya veo, pero dime Collendens, no has dicho el honor de tu visita" sentados en el
recibidor, Mon interrogaba a Collendens ya que su acompañante parecía no tener lengua o
no queria hablar, él estaba deseoso de saber todo, y si este hombre aventurero se
encontraba en su casa, era aventura clavada, y bueno sus años... deseaba salir a
recorrer, Collendens sonreía ampliamente pero no diría nada, esperaba que este hombre
se calmara y pudieran sentarse a la mesa, en eso aparece Galabriel saluda a su padre y
sus ojos se clavan en la mujer morena de ojos azules que se encuentra sola apostada
contra una de las ventanas mirando los jardines.
Rigardante no podía sacar de su cabeza todo esto, no tenía motivo para odiar... si los
tenía, odiaba a su madre, la odiaba por abandonarla, odiaba a su padre... pero los
odiaba por que la habían abandonado o por el hecho que ella también deseaba estar en el
mismo lugar donde ellos estuvieran, si era eso. No quería despertar un día y comenzar a
matar a diestra y siniestra por odio, no deseaba odiar, pues una vez que empiezas tu
alma se carcome y ya no puedes parar.
Galabriel se acerca sigilosa, ve en los ojos de la mujer solo un sentimiento desconocido
para ella, es como su una batalla mortal se desarrollará en el interior de la mujer de
ojos celeste, una sentimiento de protección la sobre coge y no puede evitar abrazarla...
"Bar no crees que es hora de dormir" Idi no suprimio un bostezo, ya estaba tendida en a
un lado de Xena, la guerrera hacía mucho rato que estaba dormida, eso fue lo que pensó
Idi cuando se acomodó a su lado, pero Xena estaba mas pendiente de la historia que Bar
estaba contando que casi se levanta cuando el chico dejó de relatarla, Bar levantó sus
ojos y una mueca de disgusto marcó sus rasgo, Gabrielle que esta sentada a su lado
derecho, salió también de golpe de su estado pensante.
"Si tienes sueño, duerme," a Gabrielle "quieres dormir o sigo," preguntó mirando de
reojo a su hermana, Gabrielle suspiró, lo pensó y volvio a suspirar.
"Umm deberíamos dormir, pero sabes de todas formas mañana no querré levantarme, y no es
tan tarde aún, que tal si lees un poco mas" Gabrielle sonriendo, esto no lo pudo evitar
provocó que Bar se sintiera feliz.
Idi se dio por vencida y tomo la manta y cubrió hasta sus orejas.
"Genial, sabes ya me dio hambre, comer pizza de cena siempre me da hambre, te gustan
los pastelitos rellenos" preguntó inocentemente, mientras rebuscaba en el interior del
morral de los libros, "umm, estoy seguro que tenía unos... por aquí... si aquí" Bar le
tendió unos paquetes muy raros, eran de color brillantes y con letras raras y un dibujo
de lo que parecía un ave. Gabrielle los miró y luego al chico, "vale, mira se abre así"
tomó por los extremos y los halo hacia los lados y listo, desde el interior salía algo
café oscuro esponjo y de olor dulce, Gabrielle pensó en no comerlo cuando vio que Bar
ya iba por el tercero decidio arriesgarse, y tomó entre sus dientes y antes de saber lo
que pasó, ya estaba pensando en comer otro, era la cosa mas exquisita que hubiera
probado, era como los pasteles que preparaba su madre, el relleno mermelada, la mas
dulce que hubiese probado antes, la cubierta, era un dulce extraño, prefirio mejor no
preguntar y dejar que Bar continuara leyendo, pero antes que todo se aseguró de guardar
un pastelito a Xena, esto si era empalagoso y ese tipo de dulces eran los que mas le
gustaban a Xena.
"Biemm, quedemm, aquí" Bar se tragó lo último y continuo leyendo.
Rigardante quedó helada, al sentir los brazos de la joven alrededor de su abdomen, no
quería romper aquel sentimiento pero sabía que estaba bien.
"No te preocupes, todo estará bien, yo estaré contigo" el aliento de la joven la perdió
por un momento, todo iba ha estar bien, eso era esperanza, era vida para ella, pero que
sabía ella de su vida, acaso sabía lo que llevada en sus hombros, quizá no debió decir
que era una Eteria, las manos de Galabriel se entrelazaron no permitiría que Rigardante
se dejara perder, unas manos morenas y anchas las recorrieron dejándola fría por el
tacto y comprendiendo que si no dejaba libre ha esta mujer ahora mismo, nunca mas
podría apartarse de ella, decidió que prefería eso, a la soledad a la que estaba
condenada su alma, Galabriel alzó la vista solo la nuca de la mujer, por que pensaba
que nunca mas podría dejarla y de dónde saco que su alma estaba condenada a la soledad.
"La cena esta servida" Galabriel se apartó de Rigardante antes que su madre entrara por
completo al recibidor, solo coincidio con sus ojos un momento, lo que vio la dejó
pensativa, los celestes no parecían en lo absoluto molestos o agradecidos, solo fríos e
insensibles.
Comieron los exquisitos pasteles de carnes y verduras, durante toda la cena Galabriel y
Rigardante no se miraron o intercambiaron mirada, Collendens que estaba sentado unos
puestos mas allá comprendio y comenzó a relatar historias de sus viajes y por último
después de disfrutar un exquisito postre flambeado con caramelo casero rebotando por
los extremos, Collendens disfrutó de un té de mazanilla, y vio como sus antiguos amigos
habían dejado su vida de aventuras para de adoptar la vida que acostumbrada por los
Verdesalinos, Collendens también vio a la joven hija de los Verdesalinos, ella le
recordaba los viajes de antaños, la vida sin preocupaciones, la vida que era solo un
momento y por eso la vivían a cada instante, todo eso para estas personas ya había
pasado, sin embargo, esta niña, resultaba muy acogedora y después de todo esta niña
tenía algo aventurero en su espíritu.
Collendens se perdio un momento en los bellos ojos de la joven, ella definitivamente
debía ser quien les acompañara en su viaje, en su eventura final.
"Bueno Mon, ya sabes como es esta vida, cuando tienes años en estas tierras, no puedes
calmar" Collendens sonriendo con sus sicenros ojos "he decidido acompañar a Rigardante
a un largo viaje hacia las montañas nevadas que estan detrás del mar Largo, hacia las
hondinas de los elfos." Mon, Elos con los ojos bien abiertos, esto significaba que
Collenden buscaba un acompañante para su viaje, y quizá uno de ellos... pero no,
Colledens tenía sus ojos fijos en Galabriel. "Dime pequeña, que cosas sabes sobre las
hondinas," Galabriel sorprendida de que el aventurero le preguntara algo que bueno todo
el mundo sabía, así que Galabriel pensó un momento, y recordo el libro que su abuela le
leía...
"Las hondinas son un lugar bellísimo, donde estan las criaturas misteriosas y por donde
las aventuras estan a cada paso, puedes encontrar cientos de caminos que conducen al
mismo lugar y sin darse cuenta llegarás a tu destino para bien o mal" Galabriel guardó
silencio, Rigardante no pudo evitar sentirse al descubierto por las palabras de la niña
"Las hondinas son un sueño, las hondinas fueron la causa que el rey rojo fuera destruído"
Rigardante la miró, como nunca antes había visto a un humano antes, acaso Galabriel, la
joven Verdesalino que solo gusta de leer historias había descubierto su secreto, no...
sus ojos no podían ser tan engañadores, era eso o su mirar era el de una maga.
"Oh, muy bien Galabriel, yo no lo podría haber dicho mejor, las hondinas es por donde
tenemos que pasar, las hondinas de los elfos en un ensueño y es probable que no salgan
con vida los seres que tienen muchos sueños," Collendens lo hizo en forma de prueba, la
que Galabriel la tomó sin mayores preámbulos.
"Lo siento Collendens, pero mi hija es demasiado joven para salir a recorrer aventuras,
y además este festival de verano Galabriel contraerá nupcias" Mon desde su asiento en
la cabecera de la mesa, con su larga pipa de tabaco, Galabriel quedó perpleja, con los
ojos abiertos y sin comprender que cosas estaba diciendo su padre, ella no se casaría
con nadie, no quería casarse con nadie, por que no podía entender "Con el hijo de Manma,
el tiene una de las mejores cosechas de maíz agrio en esta zona" Galabriel se quedó en
su asiento "ven Collendens, mira te mostraré los sembrados" Mon se llevó al aventurero,
Galabriel vio desaparecer a su padre y a Collendens por las puertas anchas, se colocó
de pie y salio corriendo, el dolor de su alma nuevamente aparecido, Rigardante pensó
que solo quizá esto tenía un significado.
"No sabía que tu hija seguiría la línea de los Vitos" consultó Collendens, con su pipa
encendida y la mirada fija en el cielo, claro y brillante casi tan azul como los ojos
de Rigardante.
"Lo sé, pero es lo mejor para ella, recuerdas lo que dijo la vieja de la cruta, sobre
mi descendencia, no quiero ser el causante de dolor ni desgracias," Mon se mostraba
diferente casi tan desarmado como cuando la Vulca mencionó que su decendecia sería la
culpable que el nuevo rey rojo volviera nacer, desde entonces y pensando que nunca
sucedería decidio que su descendencia tendría una casta casa.
"Si pero eso no significa, que tus hijos no tendrían descendecia" Preguntó algo
intrigado.
"Si, pero yo no tengo descendencia, Galabriel, no es mi hija, por eso la caso, no
quiero que por culpa de esa profecía ella sufra" Collendens lo miró confundido, como
podía decir que Galabriel no era su hija.
"No... Galabriel, nació en esta casa no veo...
"Si nacio en esta casa, pero no es mi..." Mon levantó la vista. "Ella se casará para
continuar mi descendencia en esta casa y seguirá la línea de los Vitos, Fatras en un
buen muchacho, para que esa profecía se cumpla es necesario que Galabriel abandone esta
casa, cosa que no hará si esta ligada con esta línea" Mon le devolvió una mirada.
"Por que reniegas de tu hija, ella lleva tu sangre y aun así dices que no es tu hija" a
Collendens esta conversación lo estaba hastiando, sabía que Mon no dejaría ir a su hija
por ningún motivo, no era el mejor momento para tratar lo que lo había llevado hasta
ahí.
"No reniego...
"Bar la quieres cortar... y bájate de encima mío" Idi tiró de su hermano contra el
suelo, Bar se estaba tomando su papel de Mon en serio, como se dice desde la voz hasta
la postura y todo lo que va con ello, y esa parte del libro era como emocionante
(bueno según el por que Collendes decidiría llevar con ellos a Galabriel...) "Mira ya
es tarde y creo que nuestros amigos se calmaron..." Se sentó contra el tronco miró con
fiereza a su hermana "Duérmete ya quieres."
"Cállate..." le gritó, Idi se colocó en pie y arremetió contra su hermano en una pelea
digna de perros...
Xena tomó de ambas puntas a los dos niños dejándolos estampados contra la pared leñosa
del árbol. "Los dos se me callan y se me van a dormir, mañana sigues leyendo y punto
esto ya es suficiente, habrase visto semejante..." Xena indignada de esta situación,
Gabrielle se mantenía en silencio mirando en la oscuridad, trataba de no reirse pero
esa era casi imposible esto resultaba gracioso y Bar era un niño muy divertido,
lograba hacerla reir con facilidad y la historia que le estaba contando la tenía
intrigada le parecía familiar, muy familiar y al parecer todo esto tenía un motivo de
ser. "Y tu también te duermes." Gabrielle alzo graciosamente una ceja. "Ven a dormir
quieres" Xena la tomó por la mano hasta su lado, Gabrielle se acurrucó a su lado
mirando el reflejo de la luna en los ojos de Xena.
"Mañana me las pagaras engendro" Idi tirando de su chaqueta destapándolo...
"Dame..."
"La cortan ahora mismo y no quiero ningún ruido mas" Idi y Bar se quedaron en silencio.
'Bien que mas puede pasar...' fue interrumpida por los ruido de las bestias que estaban
en el suelo aun destrozando todo 'bueno nada puede ser peor' justo en ese momento una
lluvia y las goteras en el interior del hueco del árbol.
Continuará...
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