El
Mahatma Chandra Bala en camino de peregrinaje. Un sannyasín
tiene únicamente por todo equipaje su pequeño recipiente o
lotha y su gerrua como vestido (dos pedazos de tela color
azafrán)
¿Cómo
curarse de las enfermedades? . . .
¿Cómo evolucionar espiritualmente? . . .
Un
libro de filosofía oriental
adecuado al Occidente
EL
YOGHISMO
(UNA MATESIS DE PSICOLOGÍA)
POR
EL
MAHATMA CHANDRA BALA
Dr. Serge RaYNaud de la FerRIère
Supremo Regente de la Augusta MAGNA FRATERNITAS UNIVERSALIS
Venerable Dignatario Superior de la MAHA SAT KUMBHA SANGHA
Presidente de la FEDERACIÓN INTERNACIONAL DE SOCIEDADES CIENTÍFICAS
S
H A N T I . . . !
Como expresión de mi homenaje a todos los Grandes Sabios de
la Antigüedad, a los Gurús del Pasado, del Presente y del
Futuro, y a todos los Yoghis.
Con mi reconocimiento a:
SHRI SWAMI GURUJI YOGASWAMI de Jaffna;
Profesor NAVARATMAN de Vannarpunai;
SWAMI GAURI BALA de Keerimalai;
Yoghi DAYA KUMAR de Chapra;
Gurú BABU PHALARI MAHARAJ de Kachneo;
SWAMI SIVANANDA de Rishikesh;
SHREE LAKSHMI KUMAR VAIDYA (doctor) Yoghi de Agra.
En
memoria de mi peregrinaje al Monte Sagrado del KAILAS,
de
mis visitas a los Templos del Himalaya
y
de mi permanencia en los Retiros de las regiones tibetanas.
A
U M T A T S A T . . . !
Al
Maestre Raynaud de la Ferriére para quien Rudyard Kipling
parece haber escrito este poema.
Miss M. Dosmann.
Londres 1951.
S I
Por Rudyard Kipling
Si
puedes estar firme cuando en tu derredor
todo el mundo se ofusca y tacha tu entereza;
sí, cuando dudan todos, fías en tu valor
y
al mismo tiempo sabes excusar su flaqueza;
si
puedes esperar y a tu afán poner brida,
o
blanco de mentiras, esgrimir la verdad,
o
siendo odiado, al odio no dejarle cabida
y
ni ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad;
Si sueñas pero el sueño no se vuelve tu rey;
sí piensas y el pensar no mengua tus ardores;
si el Triunfo y el Desastre no te imponen su ley
y los tratas lo mismo, como a dos impostores;
si puedes soportar que tu frase sincera
sea trampa de necios en boca de malvados,
o miras hecha trizas tu adorada quimera
y tornas a forjarla con útiles mellados;
Sí
todas tus ganancias poniendo en un montón
las arriesgas osado en un golpe de azar,
y
las pierdes, y luego con bravo corazón
sin hablar de tus pérdidas vuelves a comenzar;
si
puedes mantener en la ruda pelea
alerta el pensamiento y el músculo tirante
para emplearlos cuando en tí todo flaquea
menos la voluntad que te dice: "Adelante";
Si
entre la turba das a la virtud abrigo;
sí
marchando con reyes, del orgullo has triunfado
sí
no pueden herirte ni amigo ni enemigo,
si
eres bueno con todos, pero no demasiado,
y
si puedes llenar los preciosos minutos
con sesenta segundos de combate bravío,
tuya es la Tierra y todos sus codiciados frutos,
y
lo que más importa, serás Hombre, hijo mío.
Entre todos los homenajes literarios ofrecidos al autor, es
este poema de Kipling el que le fue dedicado mayor número
de veces.
INTRODUCCIÓN
Puede
resultar útil, antes de abordar cualquier consideración tocante
a la Yoga, hacer una previa puntualización asaz indispensable, debido
a que en esta obra se va a examinar una materia que se aplica a
la auto-realización ontológica en igual forma que al manejo
de la dialéctica, de la teorética, del discurrir del pensamiento,
y de la misma Ciencia. Es en el sentido de que deseo dejar bien
establecido que al escribir este libro jamás he tenido la pretensión
de considerarme un SIDDHA (1),
ya que solo desde algunos años practico realmente la Yoga. En efecto,
el SADHAK (2)
no lo es verdaderamente sino cuando se ha entregado por completo
al éxtasis continuo. El hecho no está en juzgar si este es o no
el camino a seguir. En cuanto a mí, tengo otras preocupaciones que
de hecho, a la par que me privan del derecho al título de Perfecto
Yoghi, me dejan, sin embargo, en libertad de manifestar mi opinión
a este respecto.
Una
multitud de obras han aparecido sobre la materia. Empero, es evidente
que reina todavía una gran confusión en lo que concierne al tema
de la YOGA, tanto al exponerla como al juzgarla. El verdadero Yoghi
jamás escribirá sobre esto, dado que el estado mismo que él busca
(SAMADHI) es esta beatitud supraconsciencial que suplanta todo otro
pensamiento, y que coloca por tanto al sujeto en la más completa
imposibilidad de manifestarse a sus contemporáneos.
En
efecto: Hay que comprender que el Yoghi no aspira a otra cosa que
a su perfeccionamiento, ni se interesa, en lo más mínimo por los
demás. Esto, sin embargo, no debería dar base, para calificarlo
de egoísta, porque es justo reconocer que, según él, no se puede
ayudar verdaderamente a sus hermanos, los humanos, hasta tanto que
él no haya alcanzado para sí el grado de sabiduría que el Yoghi
califica de JYOTI (iluminación).
Sumido
en estado de constante concentración (DHARANA), ¿cómo es posible
preocuparse de instruir a los demás? ¿Cómo es posible también que
se sienta la necesidad de regresar a las ocupaciones “ordinarias”,
o simplemente de volver al plano material a vivir “como todo el
mundo”? Y si esto ocurre en el DHARANA, ¿cómo no habría de ocurrir,
a fortiori, lo mismo, en
(1)
Perfecto Yoghi. Aquel que se ha entregado totalmente a la doctrina.
Después de haberse perfeccionado, el estudiante se separará de su
Gurú y, solitario, vivirá en el SADHANA (prácticas espirituales).
(2)
Aspirante. Aquel que emprende la práctica de la Yoga (asanas, meditaciones,
concentraciones, purificaciones, etc.). Este es el CHELLAH, es decir,
discípulo, hasta el día en que llegue a ser un SIDDHA.
-17-
grado
superior, en el estado de la REALIZACION?... Se permanece
en el EKAGRATA (3)
escuchando la música interna, en perfecto SANTOSH (arrobamiento,
sublimación).
Es
necesario tener sinceramente el más profundo deseo de ayudar a la
humanidad para poder asumir una Misión de educador (GURÚ). Nada
hay más difícil que enseñar, entendiéndose esto aquí en el sentido
de enseñanza espiritual INICIÁTICA, es decir: no la enseñanza corriente
universitaria, sino INICIAR alumnos en las Ciencias Sagradas. El
GURÚ debe enfrentarse a pruebas difíciles, demostrativas de su capacidad
antes de ser reconocido como tal por los Yoghis: pruebas de conocimiento
intelectual, pruebas de capacidad espiritual, pruebas de control
perfecto y total del cuerpo y de los pensamientos.
En
cuanto concierne a la Yoga es muy complicado escribir sobre cualesquiera
de sus temas con exactitud, por la sencilla razón de que la traducción
a lenguas occidentales aleja todas las posibilidades de una verdadera
asimilación. En sánscrito, las palabras tienen una significación
que no es posible traducir a otras lenguas. Cuando se trata de verter
al tibetano, al chino, al persa, o a cualquier lengua oriental,
se llega a dar la impresión de ese significado, pero eso ya significa
recurrir a otra terminología; cuánto más difícil será traducir el
sánscrito a nuestras lenguas europeas tan pobres en recursos de
sutileza cuando se trata de abordar los temas relativos al Espíritu
o a Dios. Es, pues, del significado de los términos sánscritos,
o a veces del pali, de donde se debe partir para hacer una traducción
"más o menos" válida. Esta versión, sin embargo, es todavía
muy imperfecta, pues no contempla las cuestiones de mecanismo, de
proceso teológico, etc. Además, no puede descartarse la incidencia
del gran problema de la idea preconcebida, tan cara a los
occidentales.
Sobre
la Yoga se ha escrito una gran cantidad de libros, tanto por orientales
como por occidentales, lo mismo que ha sido más o menos traducida
una buena cantidad de obras y artículos de los yoghis de renombre.
He pensado que podría ser interesante ofrecer un texto sobre la
Yoga, vista por un occidental que la haya estudiado y PRACTICADO.
Hace
solamente quince años que comprendí la palabra YOGA. Anteriormente
había practicado el hipnotismo, el magnetismo y el ocultismo en
general, y debo confesar que mis primeros ejercicios, los de fakirismo,
se remontan a una época anterior a mis quince años!... A la edad
de doce años ya había intentado los ayunos y había practicado la
acción de traspasar mi carne con agujas, la deglución de trozos
de hoja de cuchillo y objetos cortantes, etc., etc.. a escondidas
de mi familia, que desconocía mis experiencias. En mis ejercicios
de desarrollo de la voluntad que hacía con gatos o con pájaros enjaulados,
había alcanzado
(3)
EKAGRATA, quiere decir, la concentración. Textualmente sería
el aislamiento del pensamiento en un punto único; unificación del
espíritu en una sola dirección. Generalmente este estado de éxtasis
se obtiene cerrando los ojos y dirigiéndolos interiormente hacia
el BHRIKUTE (entrecejo) manteniéndose en la posición (asana) necesaria
a este efecto.
-18-
tal
éxito que, muy fácilmente, podía dormir a mis pequeños camaradas
en corto tiempo. Muy rápidamente abandoné esta clase de hazañas,
pues me di cuenta de que en ellas no todo era correcto, a pesar
de que todavía no había visto muy clara la diferencia entre YOGHI
y FAKIR, y a causa, también, de que fui inmediatamente absorbido
por mis estudios de índole muy concreta, como quiera que se trataba
de ciencias universitarias.
El
FAKIRISMO (del árabe faqueer, mendigo) es un tipo de exhibición
oriental que consiste en el ejercicio de la voluntad mediante demostraciones
más o menos verdaderas de mortificaciones de la carne, de "trucos"
sugestivos y de toda clase de actos espectaculares, mientras que
el YOGHISMO es un trabajo de perfeccionamiento espiritual y la YOGA
(del sánscrito yug: unión, conexión, unificación) es una filosofía
trascendental, es decir: un modo de existencia que afronta la solución
de los problemas. Las masas, en general, han confundido al FAKIR
con el YOGHI en razón de que tanto uno como otro practican ejercicios
que corresponden a un orden supranormal. Sin embargo, la diferencia
es enorme entre el FAKIR cuyo objetivo es provocar con fines de
lucro la admiración en sus espectadores, y el YOGHI que permanece
aislado en la práctica de sus ejercicios, porque su objetivo es
exclusivamente espiritual, más aún, místico.
En
los salones, a donde soy invitado hoy, ya no escupo fuego ni produzco
temperaturas glaciales, como lo hacía cuando tenía veinte años,
pues, estas exhibiciones son signos de ausencia de sabiduría. Cuando
hay demostraciones públicas se trata entonces de "fakirismo"
(lo cual no es sino la obra de un hábil manipulador practicante
de ilusionismo o de buena prestidigitación), mientras que el
Yoghismo sólo se presenta en público con el objeto de impartir
enseñanza.
La
palabra YOGA debe ser comprendida como religión. Pero lejos de ser
una doctrina dogmática como las numerosas sectas que se reparten
el mundo, el Yoghismo no tiene ni templos, ni sacerdotes, ni liturgia,
ni limitación alguna... Así pues, sería incorrecto dar un sentido
religioso habitual a esta vía que conduce a la liberación (MOKSHA),
porque en el yoghismo no hay ni culto a una divinidad particular,
ni promesa de una hipotética salvación a base de un "paraíso",
“pardes", "cielo", "nirvana"', etc....
Todo el trabajo de perfeccionamiento se hace con el fin de destruir
las impurezas (MALA), y de suprimir la ilusión (MAYA), para alcanzar
la emancipación final (MUKTI), lo cual se logra mediante la conquista
de este estado supraconsciencial denominado SAMADHI (Consciencia-Divina).
Naturalmente todas estas palabras extrañas a nuestra mentalidad
nos impiden realizar plenamente el valor del Yoghismo. En
efecto, no se trata únicamente de comprender el significado de la
palabra mediante una traducción, siempre relativa, sino sobre todo
de compenetrarse plenamente con el sentido profundo de su razón
de ser. No puedo detenerme haciendo una explicación etimológica
de cada una de las palabras del Yoghismo
-19-
y
únicamente me limito a dar un equivalente “aproximado” a los términos
corrientes de esta filosofía que, fue siempre practicada más que
todo en el Oriente, cuna de nuestra más reciente civilización. La
India es, en cierta medida, la matriz de nuestras religiones actuales.
Del antiguo vedismo, por fuerza de la sucesión de edades y de la
evolución del tiempo, se fueron derivando otras concepciones místicas
más acordes con las nuevas exigencias. Además del budismo, que puede
ser considerado como una reforma drástica de la antigua doctrina
hindú, mazdeísmo, cristianismo, mahometanismo, etc.... todas han
derivado sus bases de la religión de la India. Sería inexacto que
se me calificara de induísta y, por esto, hago constar que jamás
he pertenecido más a la religión hindú que al budismo o al confucianismo,
etc.!... Si expongo estas doctrinas lo hago imparcialmente (4), o sea, permaneciendo por encima de todas estas concepciones que
deben ser consideradas como hipótesis de explicación del Gran Todo.
Es
casi seguro que la terminología difícil de comprender es justamente
lo que ha causado el desaliento de los estudiantes de la Yoga. O
las palabras se dejan en su lengua original, en cuyo caso no serán
apreciadas sino por los sanscritólogos, o son traducidas y entonces
pierden su verdadero sentido. Es, pues, un gran problema enseñar
esta Ciencia Filosófica del Yoghismo y esta es la razón por
la cual hay que, primeramente, armarse de mucha paciencia y, luego,
penetrar en la atmósfera misma del yoghismo. Entiendo por paciencia,
estudiar largamente diversas obras con calma y completa objetividad (5) y no lanzarse al fenomenismo de las primeras lecturas
de obras de vulgarización de ocultismo; y entiendo por penetrar
en la atmósfera, por lo menos impregnarse de la concepción oriental
de las cosas si no se tiene la oportunidad de vivir durante algún
tiempo entre los hindúes, como es lo más recomendable.
Únicamente, comprendiendo la mentalidad oriental, se puede apreciar
plenamente la lectura de textos de Yoga, generalmente tan difíciles
de asimilar para el espíritu occidental, preocupado por su trabajo
materialista completamente opuesto al ambiente requerido para una
perfecta consideración de las cosas del espíritu.
En
Occidente vivimos de frases hechas y de ideas preconcebidas, y tenemos
una mentalidad egocéntrica. Si pudiéramos hacer trabajar un poco
más nuestra propia iniciativa, absorber las ideas extranjeras y
asimilarnos a los demás, sería más fácil al mundo alcanzar la comprensión
del mecanismo de la humanidad y la ascensión del pensamiento en
general. Creamos barreras constantes entre razas, religiones, creencias,
cultura, etc.,
(4)
Véase el libro MISTICISMO EN EL SIGLO XX de la serie de los Grandes
Mensajes. El Yoghi no tiene religión definida; puede visualizar
el Cristo en su concentración o ser musulmán de religión, etc.;
aunque llegue a ciertos estados del SADHANA, en un proceso yoghístico
se libera a sí mismo de todas estas modalidades sectarias, hasta
llegar a ser UNO con TODO.
(5)
El Dr. De la Ferriere ha dicho: “Todas las opiniones son buenas
a condición de que sean sinceras… pero, ¿son sinceras?”
-20-
olvidando el principio de bondad que está en la base de cada religión:
“Amarás
a tu prójimo como a tí mismo” (Jesús de Nazareth). (6).
“No
olvides el deber de gentileza y de caridad” (Mahoma) (7).
“Tenemos derecho al trabajo, pero no a los frutos” (Krishna) (8).
Etc.,
etc.
En
materia de religiones y de doctrinas filosóficas, existe en Occidente
la idea más confusa y es corriente observar cómo los Occidentales
“cultos” consideran la práctica islámica, la mística hindú, la,
filosofía budista, como una sola y única cosa! Generalmente para
el que se denomina cristiano todas las otras religiones: lamaísmo,
taoísmo, vedantismo, etc...., son consideradas como pequeñas sectas
fanáticas, olvidando el orden proporcional según el cual está repartido
el pensamiento espiritual:
500
millones de budistas
250
millones de brahmanistas (induístas)
240
millones de musulmanes
150
millones de cristianos
Naturalmente la cantidad jamás ha constituido prueba de calidad.
Así, la Yoga, aunque cuenta como doctrina, sin embargo, no está
catalogada entre las religiones organizadas; más aun, por su índole
general, no puede ser clasificada totalmente como una filosofía,
como una religión, como una ciencia o como un arte …!
YOGA
quiere decir Identificación, y, por lo mismo, en ella, no
se trata de saber si hay Dios o no. Esta cuestión jamás ha sido
discutida en Yoghismo, porque al fin y al cabo discutirla es crear
una duda, y YOGA que también quiere decir unión, es el conocimiento
perfecto de las cosas, es REALIZAR para lo cual es necesario
que todos los sentidos concurran, omnímodamente, en la forma, en
la naturaleza, etc.... hasta identificarse llegando a sentirse ser
totalmente el objeto, extrínseca e intrínsecamente, como continente
y como contenido...!
EI
Bhagavad-Gita (9)
usa la palabra Yoga como una vía disciplinaria para ayudar a la
realización divina. Por lo tanto, la yoga no puede ser considerada
como un simple sistema filosófico. Patanjalí, en verdad, no ha sido
suficientemente comprendido. Este filósofo hindú del siglo II, tuvo,
como es lo más natural, que ofrecer un tratado (de ahí sus ocho
partes de ejercicios físicos y mentales) y que admitir un número
de Sankhyas (25 según él, agregando además a Isvara, sin
que se sepa exactamente por qué). Pero ese sistema de Patanjalí
se resume únicamente en aforismos. La Yoga es ajena al brahmanismo;
su origen
(7)
En el Corán
para los musulmanes.
(8)
En el Bhagavad-Gita
para los hindúes (brahmanistas).
(9)
“Himnos del Bienaventurado” (canto a Dios). Es la Biblia popular
de los hindúes compuesta en el siglo VII antes de J.C. o quizás
antes. El “Canto Celestial” como se denomina, es un diálogo entre
Krishna y su discípulo Arjuna. Este poema está tomado del Mahabharata
(posterior a los Upanishads). Consta de 18 capítulos, cada uno de
los cuales constituye una vía de realización y pueden ser considerados
como claves iniciáticas.
-21-
radica
más bien en los antiguos feudos indígenas prearios, así como también
se encuentran indicios en el chamanismo mongol.
La
escuela del filósofo Patanjalí se denominaba Seshwara Sankhya
y admitía, de un lado, el proceso de evolución detallado por
los Sankhyas y, de otro lado, un Dios que lo regulaba todo.
El
Sankhya es el más antiguo sistema filosófico de la India. Esta ciencia
especulativa que consiste en el ejercicio de la razón en función
de contemplación (y que incluye, sin embargo, un Dios que lo regula
todo) es, precisamente por esto, diferente de la verdadera Yoga,
ya que esta no toma en cuenta un Dios, por la sencilla razón de
que este plantearía automáticamente, la distinción entre el ser
individual (alma) y este Ser Supremo (Divinidad).
El
SATKARYAVADA es un sistema que pretende que el efecto que tiene
que cumplirse (KARYA) existe primero que la causa operatoria, es
decir, la que debe liberar el mecanismo del cumplimiento del efecto.
Esta doctrina explica que una cosa debe venir forzosamente de otra
y que por lo tanto es imposible que sea el producto de “nada”. Es,
en verdad, el sistema empleado por los Sankhyas, el que compendia
su metafísica en la reducción de la evolución cósmica a la actividad
de PRAKRITI y de PURUSHA: PRAKRITI, o sea, el Principio material
del Universo, Eterno e Independiente, y PURUSHA, o sea el Espíritu
en el sentido en que Pakriti es por NATURALEZA el Eterno Subjetivo.
El
YOGHISMO tal como lo entreveo es la UNIDAD y no puede por consiguiente
contener en ningún caso diferenciaciones antagónicas, como sería
por ejemplo el caso de PURUSHA que al principio ha roto el equilibrio
de PRAKRITI, creando así el proceso de evolución. Si no se trata
tampoco de tener un principio en la “nada”, ¿por qué habría de tratarse
de tenerlo en “dios”?
Hay
que admitir un ABSOLUTO. En la filosofía de la antigua India, era
BRAHMA-NIRGUNA, y en la de los hebreos AIN-SOPH (sin límite). De
Él, El Absoluto, debe decirse que “no es”, en el sentido de que
no es “ente concreto” o “manifestado” y no en el sentido de que
“no exista” como Principio Manifestado. Por consiguiente,
tan pronto como se habla de Dios ya no se trata del Absoluto
(ilimitado) sino del Dios-Creador (limitado) de las religiones:
el Ishwari de la India, el Shaddai de los hebreos,
o el Demiurgo de los Gnósticos, etc.
De
este Absoluto, este Gran Todo, este Principio Inteligente que es
el Dios-No Manifestado, saldrá por emanación la trilogía generalmente
conocida, Padre-Hijo-Espíritu Santo, que corresponde a Brahma-Vishnú-Shiva
de la mitología de la India, y a Horus-Isis-Osiris de la leyenda
egipcia. Pero, si se comprende que el mundo no comienza con este
Dios-Manifestado, se levanta el velo supersticioso de las religiones
decadentes para entrever la profundidad de los conocimientos de
las Leyes cósmicas que unifican los principios filosóficos reales
en la Unidad de la Verdad Eterna.
-22-
Por
un curioso simbolismo, el nombre de Vishnú es Narayana, que
quiere decir “el que anda sobre las aguas”, y no puede uno dejar
de ver a Jesús de Nazaret realizando esta proeza algunos miles de
años después. Cuando se comprende esto se realiza una gran ley homogénea
que está más allá de los principios teológicos, pero que puede ser
vislumbrada por las mitologías religiosas. El Dios Padre (Creador),
el Hijo (Salvador) y el Espíritu Santo (Unificador-Purificador),
corresponden a Brahma (Primer-creado), Vishnú (Sustentador-Evolucionador)
y Shiva (Destructor de las pasiones, luego Purificador), lo que
viene a ser lo mismo como valor de la Trinidad, en cristianos o
en hindúes, lo mismo que el El Aquil-El Aqlu-El Maqul de los mahometanos.
En
todo como en un MANTRAM (10) hay el Bija (germen vital),
el Shakti (fuerza) y el Tilaka (columna que sustenta
la oración). Esta trinidad que se reproduce en la respiración mediante
los tres tiempos: aspiración-retención-expiración, y en las tres
letras de la palabra sagrada A-U-M, es el TEI-YANG-YINN de los chinos,
reproducido por el KETHER-KOCHMACH-BINAH de los kabbalistas hebreos,
así como también el legendario BRAHMA-VISHNU-SHIVA y el SAT-CHIT-ANANDA
y el mitológico PADRE-HIJO-ESPIRITU SANTO, cuya realidad profunda
corresponde al MANIFESTADO-CRISTO-CONSCIENCIA UNIVERSAL. Toda la
diferencia radica en que algunas de estas trilogías se fundan en
un razonamiento sano, estudiado y esotérico, y otras, en la creencia
ciega de una historia simple, sin ningún conocimiento y puramente
exotérica.
VIDA-FORMA-PENSAMIENTO!
He
aquí el punto de convergencia o término final de todas las investigaciones!.
A
esta triunidad corresponden desde el TEM-SHU-TEFNUT de los egipcios
(en lugar del mito Horus-Isis-Osiris) hasta el Dios Creador, Natural
y Manifestado en el gran misterio de la
VIDA
(en
lugar de un Dios-Padre antropomorfo que limita las concepciones
sinceras) hasta la
FORMA
que
viene en época regular a materializar lo Divino: como una emanación
material de la Esencia de Vida, como un Avatar Real
(Mesías): el CRISTO, como Maestre Jhesú (en lugar del Jesús histórico
constantemente expuesto a la crítica), como una realización espiritual,
hasta el
PENSAMIENTO
Eternal, entendido como estado de consciencia universal (en lugar
de un espíritu-santo hipotético).
Se
tiene que llegar a superar la modalidad de limitar a "Dios"
con una palabra (sobre todo cuando su significado es tan pobre como
el God para los ingleses, Gott para los alemanes, Dios para los
hispanos, Allah para los musulmanes, Bhagavan para los hindúes,
etc.) sin que esto signifique negar la existencia divina, como algunos
lo pretenden. Así mismo se llegará a superar la
(10)
MANTRAM. Palabras sagradas salmodiadas en vibraciones especiales
para provocar efectos supramentales. Son un tipo de oraciones especialmente
estudiadas desde el punto de vista de la modulación, con el objeto
de producir tonalidades excepcionales en el egregor astral.
-23-
adoración de un "ser" desconocido, para realizar que somos
una emanación del Gran Todo, una parte de este gran Cuerpo Universal:
unificarse con este Principio es alcanzar intensamente la comunión
con la Eternidad. Deslimitados en nuestra adoración, quiere decir
estar en perfecta armonía, no importa en qué templos, iglesias o
pagodas, pues la ESENCIA-UNA está en todas partes siempre... (sin
horas especiales). Así, pues, no es necesario circunscribirse a
un lugar de culto, fundar nuevas religiones, o tener horas determinadas
para las ceremonias... Lejos de mí la intención de criticar las
Iglesias organizadas. Siempre he sido el defensor del orden, y la
disciplina. Sin embargo si después de tan largo tiempo no se ha
podido ofrecer el estado inmediato de beatitud a quien busca el
refugio en el Supremo, se tiene que comprender que hay que dejarlo
ir de allí a donde él quiera y cuando lo quiera.
Se
grita que “la religión es el opio de los pueblos”. Yo respondo:
“Sí, pero al intoxicado no hay que suprimirle la droga”. Recuerdo
también que un día en una de mis conferencias públicas, un viejo
erudito español me interpeló para decirme que las religiones son
muletas. Es verdad, pero... ¿por qué queréis suprimir esta ayuda
a los que no pueden caminar solos?. Con mucha frecuencia se cree
uno capaz de caminar solo demasiado pronto, y los accidentes por
el ateísmo son muy conocidos para que no tenga que ocuparme de comentarios
al respecto.
Las
diversas canalizaciones del pensamiento humano son indispensables
para situar al espíritu en la puerta que le conducirá luego al jardín
de la investigación personal. Todas las religiones tienen métodos
de conducta moral que hay que respetar. Quizás la única observación
que me permitiera hacer es que tenemos o demasiadas o muy pocas
religiones...! En efecto, “demasiadas” religiones en el sentido
de que todas las sectas deberían ser reducidas a una sola RELIGIÓN
(del latín religare, reunir, unificar, ligar), como quiera
que la base de todas estas doctrinas que se reparten el mundo actual
es idéntica; o, al contrario, "muy pocas" religiones ya
que escasamente tenemos trescientas en la actualidad, y porque si
a cada individuo correspondiera una religión diferente, lo cual
sería magnífico, estaríamos en presencia de un fenómeno de reacción
personal peculiar, lo cual sería objeto especial de la investigación
psicológica. Las 300 religiones y sectas más importantes que actualmente
existen en el mundo, se subdividen a su vez internamente, en razón
de discrepancias de dogma, de detalles de ritual o de interpretaciones
teológicas diversas, dando margen así a verdaderas progresiones,
lo que no se compagina con la pretendida INMUTABILIDAD religiosa.
No hay religión inmutable; en todas se han modificado sus dogmas;
en todas se ha ido transformando una parte de sus enseñanzas. Solo
el YOGHISMO permanece IMPERTURBABLE a través de los siglos.
Por
mi propia iniciativa he denominado YOGHISMO a esta doctrina, tal
vez para diferenciarla mejor de la Yoga, de la que tanto se habla.
Me propongo, pues, exponer mi punto de vista
-24-
sobre lo que llamo el YOGHISMO, o sea el sistema que por expresar
la totalidad, excluye las canalizaciones y concepciones incompletas.
Me
agradaría hacer tabla rasa de todas las concepciones, máxime de
las tradicionales, si no fuera necesario recurrir a la enseñanza
del pasado para comprender mejor el esclarecimiento que vengo a
ofrecer, sobre todo al mundo occidental, cuya mentalidad es ampliamente
crítica y cuyos métodos de análisis han alcanzado ya el progreso
propio de la civilización del siglo XX.
Procedamos, pues, según el método analítico de investigación.
*
* *