Un pintor y un albañil preparan la materia en sus distintas fases. Debajo de ellos, el clásico simbolismo vegetal que conocieron las construcciones europeas ya desde el románico, e incluso antes.

Es menester notar además que cada artista se encuentra ubicado en una especie de flor de cuatro pétalos. Este símbolo es extremadamente amplio en sus significados. Por una parte indica las cuatro estaciones, que son las cuatro etapas que deben darse en el Matraz. Por otra, son los cuatro elementos que actúan en la Gran Obra. No se crea, sin embargo, que nuestra materia se obtiene a partir de los cuatro elementos, hecho que ha motivado a algunos a buscarla años sin obtener mayores resultados. Otras cosa, muy distinta, es que durante los procesos alquímicos presenciamos a los cuatro elementos.

La quintaesencia o aether subyace en nuestra materia; pero hay que actualizarla, vivificarla, dirían los antiguos sabios.

Fíjense que esta flor de cuatro pétalos, está inserta a su vez en un círculo, lo cual indica lo mismo que el Ouroburos o serpiente que se muerde la cola.

La morada filosofal en comento pretende mostrar a la Alquimia como el Gran Arte, lo cual resalta la cantidad de esculturas referidas a artistas que se hallan en su frontispicio.

Además quiere indicar que el proceso alquímico se ha de iniciar necesariamente por la Muerte o Putrefacción. Es la muerte iniciática, aquella por la cual el hombre muere a la "mundanidad" para entrar lentamente en el Santuario de los Sabios.

El simbolismo exquisito que es inherente a este inmueble, y que lamentablemente no podemos analizar en su totalidad, hace de él uno de los mejores testimonios de la sabiduría hermética en Chile.

Esperamos que este breve e incompleto trabajo sirva como una referencia a quienes se interesan por el simbolismo sagrado y eterno

© Sergio Fritz Roa

19 de Abril de 2003, Sábado Santo.