USA Weekend - 26 de octubre de 2003

En armonía con sí mismo

Por Lorrie Lynch

Brendan Fraser puede ser una estrella en crecimiento en el mundo del espectáculo de hoy, pero si de brillo se trata, él es el recuerdo de los hombres líderes de los años 40 y 50 como Jimmy Stewart y Cary Grant.

De todas las estrellas con las que me he sentado a charlar, sólo John Travolta fue tan cortéz y Harrison Ford tuvo tan buenos modales como Fraser, un caballero del postmodernismo. No ha estado en la pantalla gigante desde hace casi un año, pero con "Looney Tunes: Back in Action", que se estrena en los Estados Unidos el 14 de noviembre, su hermoso rostro pronto podrá verse en todos lados.

"Looney Tunes" es una película con actuaciones en vivo y animadas que Warner Brothers espera que atraiga a toda la familia. Y aunque cueste creer que se trata de la película que le sigue a "El americano" en la carrera de Fraser, "Looney Tunes" lo atrajo por muchas razones, entre otras que su hijo, Griffin de 1 año, la disfrutará mucho algún día muy pronto. Bien, su último compañero es el pato Lucas, no Michael Caine, pero no es fácil actuar cuando no hay nadie realmente allí, y a Fraser le gusta el desafío.

"Brendan puede mirar a un punto fijo sin que parezca que lo está atravesando con la mirada," dice el director de "Looney Tunes" Joe Dante. Esto tiene mucho valor para los actores que trabajan frente a una pantalla verde, interactuando con personajes que serán dibujados más tarde. Fraser entrega algo de magia, si bien en los ensayos usaron muñecos del pato Lucas, Bugs Bunny y otros personajes para que los actores puedan tomar su posición. "Suena absurdo, pero de ese modo todos sabemos donde está el personaje," dice Fraser. Y dice que el secreto para actores es, "Si te crees que está ahí, entonces la audiencia también lo creerá."

Tanto la crítica como la audiencia parecen creer en el talento de Fraser, ya sea que actúe en "George de la selva", "La momia" o un drama serio como "Dioses y monstruos". Aún cuando los críticos no son afectos a una película, la crítica hacia la actuación de Fraser es favorable, y Dante dice que cree que no faltará mucho tiempo para que Fraser gane un Oscar.

Luego del gran éxito de las dos películas de la momia en las que fue protagonista, la mayoría de los actores hubieran perseguido el mega-estrellato y sus millones, dice el amigo de Fraser, Bill Lawrence, productor ejecutivo de la serie de la NBC "Scrubs". "Pero Brendan no quiere ser el próximo héroe de acción. El dice, 'puede ser que use esto para hacer algo interesante.' "

Superman sería tanto interesante como heroico, y Fraser está pensando en el hecho de jugar ese rol. "No estoy seguro de si el film se va a hacer pero estén atentos," dice. Podría ser que le guste el rol si se dan los tiempos. ¿El problema? "El actor que juega ese papel es de ahí en más identificado con ese personaje. ¿Está bien para mí? No lo se."

Lo que está bien para él es su familia en Los Angeles. Mientras sus pares de Hollywood están visitando clubes de stripers, o teniendo amoríos extramatrimoniales, Fraser es un hombre de su hogar felizmente casado y un efusivo padre. "Mi corazón se ha desplegado enormemente", dice, mostrándome en su teléfono celular una foto de su niño pelirrojo. Pero también es un padre práctico - uno de esos que, porque su tiempo se lo permite, puede salir con Griffin o llevarlo a clases de gimnasia para bebés, o simplemente quedarse en casa con él. 

Fraser conoció a su esposa, Afton Smith, al poco tiempo de llegar a Los Angeles luego de su graduación de la escuela de artes de Seattle en 1990. Fue en una barbacoa en la casa de Winona Ryder, y fue instantáneamente cautivado. "Yo supe que con ella podría combinar mis ambiciones profesionales y personales y tener una amiga con quien estar. Cinco años más tarde me hizo el honor de ser mi esposa."

Eso es típico de la forma reverencial en la que habla de su esposa. "La ama tanto," dice Jenna Elfman, su compañera en "Looney Tunes". "Es muy lindo observar el amor de un hombre por su esposa expresado tan tiernamente. Después de que nació el bebé, le pregunté '¿Cómo está ella?' y él dijo, 'Se siente muy cansada, pero nunca la he visto lucir tan hermosa', y ella no estaba ahí."

Elfman dice que Fraser está siempre pensando en los demás. Durante la filmación, "dejaba pequeños regalitos en mi parabrisas y así cuando me subía al auto encontraba una chuchería que me hacía reír."

En el set de filmación él es cordial y amistoso pero no es un bromista. Es más probable encontrarlo tomando fotografías dando rienda suelta a su pasión por la fotografía y las cámaras, principalmente Polaroids. "Yo estaba casi de cabezas, sentada en un auto en una posición precaria, y la cámara disparaba," dice Elfman. "El momento que elegía siempre era gracioso."

El día que se vieron por primera vez, sin embargo, Elfman pensó que Fraser era reservado. "Yo estaba sentado en el jardín del frente de su casa en la película," dice ella. "Viene caminando, y medio como que me mira, no hostilmente pero completamente tímido. Siguió caminando, pasó por delante y entró en la casa. Yo pensé, 'oh-oh. Ni siquiera dijo hola.' Después pensé, 'oh, bueno, voy a tomar yo la iniciativa,' y entré y dije 'hola', y el dijo, 'Hola. Estoy tan contento de que estés aquí...' Cuando empecé a conocerlo me di cuenta de que no es tímido."

No obstante ello, "tímido" es la palabra que sale en una conversación con gente que conoce a Fraser, y yo pensé lo mismo cuando lo vi por primera vez. Pero a medida que se va sintiendo cómodo, me doy cuenta que la timidez es una reserva natural. Lawrence dice que Fraser es la clase de tipo que "podría estar aislado por seis meses y estar bien."

Esa habilidad puede provenir de las veces que tuvo que mudarse cuando era chico, cada tanto era "el chico nuevo". Nacido en Indiana de padres Canadienses-Americanos, Fraser - gracias al trabajo de su padre - vivió en Amsterdam, Londres, Cincinatti, Detroit y Toronto. La familia, incluidos los tres hermanos mayores de Fraser, finalmente se asentaron en Seattle. Una niñez nómada tiene sus beneficios: "Te convertís en más resistente. Trabajás más duro para comunicarte con la gente, ya sea que sepas el idioma o no. Se te hace más fácil subirte a un avión e ir a cualquier parte."

El lado negativo es que no hay un lugar al que puedas llamar tu hogar. Debe ser por lo cual Fraser ha echado raíces en Los Angeles. "Es donde me siento más cómodo, " dice. "He estado aquí desde los 23."

Llegó a Hollywood justo en el momento en que se hacían pilotos para tv, y antes de saberlo, se encontró en uno de ellos. Ese piloto no vio la luz, pero él decidió quedarse. "Yo quería mucho ser parte de este negocio," dice Fraser. "Pero aún antes de tener el sueño, ya lo estaba viviendo. Fui también afortunado de poder encontrar mi equilibrio con una relación personal que supera ampliamente lo que yo quería profesionalmente."