Texto original en algún lugar en: http://www.elixir.net/index.html (en inglés)

Fuente: THE HOLLYWOOD REPORTER - Mayo, 23-24 de 1997. página 27

Golden Monkey para comenzar

escrito por BRENDAN FRASER - editado por George Christy

las fotos de esta página fueron tomadas del sitio Brendan Fraser Heaven ( http://members.nbci.com/brefraser/heaven.htm )

Me topé con Elixir como por providencia. Durante nuestra pausa este pasado lluvioso diciembre mientras se filmaba "GEORGE DE LA JUNGLA", deambulaba empapado a lo largo de la avenida Melrose, aprentando mi naríz contra las vidrieras de cafés y almacenes, cada uno con un gracioso, estacional y decorativo "cerrado por vacaciones". Aún mareado por bambolearse de liana en liana, este muchacho de Seattle etiquetado como pregrunge desesperadamente necesitaba protección y una tasa de alivio. No había nada. Hasta que divisé un espejismo en resplandecientes letras naranjas: la palabra "Elixir", palabra que cobró sentido ya que la asociaba a un líquido aromático usado como medicina o como condimento y que se cree es el remedio para curar todas las enfermedades. Ya sin temer que mi lámpara eléctrica se oxidara, atravecé el umbral como tirado por un tractor.

No era una visión. Más bien un oasis. Me dieron la bienvenida el dueño de Elixir, Jeff Stein y el afable personal quienes se sentaron en la barra de los tes y los tónicos, donde el maestro coctelero Barry Oberman confeccionó un "Mighty Joe Yang", cuyas propiedades para revitalizar la - uhm! - vitalidad de los hombres parecía ser sólo la etiqueta. Me cayó tan bien, tomé otro. Reprimiendo la urgencia socialmente poco agradable de golpear mi pecho y treparme por las vigas, exploré Elixir, que está bien amueblado y descubrí innumerables delicias en docenas de variedades de preciosas hierbas aromáticas, tes, aceites, velas y libros. Un amistoso experto en hierbas se encuentra a mano, aún una computadora espera pacientemente en un rincón por tus preguntas, no lejano a la entrada hacia un secreto jardín externo incluyendo una fuente de tranquilidad, donde soborear un pote de excepcionales brevajes de hierbas exóticas hace de uno de los simples refrigerios de la vida algo sublime.

Tomé una caja de té Golden Monkey para empezar.