Enrique García Díaz

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Ficción e historia en El último Mohicano

  Enrique García Díaz

     James Fenimore Cooper se pasó gran parte del año 1825 en la redacción de la novela, que a diferencia de otras anteriores, fue publicada por Carey & Lea. Esta casa le entregó 5.000 dólares por una primera edición de 5.000 ejemplares. Finalmente la obra salió a la calle el 6 de febrero de 1826.  Todos los que la hayan leído coincidirán en que se trata de una buena novela de aventuras. Tal vez muchos lectores no sepan que El último Mohicano es más que una novela de aventuras; es una novela histórica al estilo de las ‘Waverley Novels’ que escribió  Sir Walter Scott de quien Cooper era un gran admirador, y tal vez por ello uno observa cierto influjo del escritor escocés en las obras de Cooper. Este influjo le valió el apodo de “el Scott americano”. La narración de El último Mohicano  nos sitúa en la época de las luchas entre ingleses y franceses o como pasaron a llamarse en la historia de Norteamérica,  “las Guerras franco-inglesas”, que se sostuvieron en el territorio de los Grandes Lagos, aunque también tiene su parte de ficción. El último Mohicano es el tipo de novela que narra hechos acaecidos en el pasado. Una ficción implantada en un marco histórico. Aunque cabe destacar que no se trata de una acumulación de hechos, sino que busca evocar una época pasada. En la novela Fenimore Cooper nos  ofrece una reconstrucción de una época pasada, lo que conlleva una veracidad de los hechos narrados, un análisis de la documentación, un rigor histórico entre otros elementos. 

    Un primer rasgo de la obra de Cooper es el lugar donde transcurre la trama, y que son lugares reales con los que él estuvo en contacto desde muy pequeño y que dio en denominarse: la  “vida de la frontera”. La idea de escribir El último Mohicano le surgió mientras recorría los alrededores de Saratoga, Ballston, el lago George, Ticonderoga y el lago Champlain. Lugares todos ellos mencionados en la novela. Cooper nos ofrece una primera aproximación a estos lugares al comienzo de la novela cuando describe el territorio en el cual se centra la trama de El último Mohicano. El lago “du Saint Sacrament” (del Santo Sacramento), del cual habla Cooper y denominado  así por los Jesuitas, era la parte sur -occidental del lago Champlain que pasó a llamarse Lago George por los ingleses en honor al segundo de la casa de Hannover. Dicho “nombramiento” fue llevado a cabo por el general William Johnson. Ni los jesuitas ni los ingleses respetaron su nombre original dado por los indios: el Horicán. La descripción de Cooper continúa como si estuviese ofreciendo al lector un paseo por aquellas tierras salvajes hasta llegar a las orillas del Hudson. Hay que resaltar que la novela está plagada de buenas y detalladas descripciones que sirven al lector para conocer mejor las tierras de los Grandes Lagos, así como numerosas referencias a diversos lugares en los que Cooper vivió en algún momento de su vida;  como por ejemplo, las Cataratas del Glenn, en el río Hudson o al Lago Ontario donde se alzaba Fort Oswego,  los Montes Alleghany, el Potomac, el Lago Salado o el mismo Lago Otsego, donde vivió con su familia y posteriormente él tras contraer matrimonio.  En este sentido podríamos decir que la novela es en cierto modo un tanto autobiográfica.

     El tema central de la novela es sin duda el entramado histórico en el que se enmarca. Desde las primeras páginas de la obra, Cooper deja claro el contexto donde se va a desarrollar la trama: las guerras franco-inglesas por el control de las colonias en América del Norte. Esta viene propiciada por la “Guerra de los Siete Años” que tiene lugar en Europa. Dicha guerra aglutinaba a las principales potencias europeas de la época. Austria intentaba recuperar Silesia, ocupada por entonces por Federico II de Prusia. Austria buscó ayuda en Francia con quien firma una alianza. Temiendo Inglaterra que Francia pudiera convertirse en la principal potencia europea decidió aliarse con Prusia. En aquellos momentos el rey Jorge II reinaba en Inglaterra. Las hostilidades entre los dos bandos se trasladaron a las colonias en América del Norte dando pie a una guerra oficial llamada la “Guerra del rey Jorge”. Los últimos años de dicha guerra  forman la trama de la novela de Cooper.

 

 Los elementos históricos

     En un principio encontramos a los franceses avanzando por el lago Champlain camino del fuerte William Henry.  El tema principal es precisamente el asedio y caída del William Henry. Dicho fuerte fue mandado construir por el general inglés, William Johnson tras vencer a los franceses en la batalla del lago George. Su construcción y nombre fue en honor de un nieto del rey. Así mismo el propio Johnson hizo cambiar el nombre de Fort Lyman por el de Fort Edward en honor también del príncipe Eduardo, nieto del rey Jorge II

     El punto álgido de la novela de Cooper era, y es, el asedio y caída del fuerte William Henry que tuvo lugar el 9 de agosto de 1757. Los franceses, mandados por el marqués Montcalm, se apoderaron del almacén de suministros y material del fuerte eliminando así los efectos producidos por la victoria de William Johnson en el lago George, anteriormente comentado. Montcalm garantizó la seguridad de la guarnición y convino que se les dejaría retirarse del fuerte con los honores de guerra. En la obra de Cooper, asistimos a dicha negociación de estos puntos entre Montcalm y Duncan Heyward. Sin embargo, dicha seguridad no fue tal puesto que los indios aliados de los franceses aguardaban ocultos en los bosques a la espera de la guarnición inglesa del fuerte William Henry. Cuando los ingleses se internaron en los bosques los indios comenzaron la matanza. Durante ésta, los franceses permanecieron quietos en sus posiciones sin acudir en ayuda de los ingleses. Esta matanza ha pasado a la historia de la guerra de las colonias como “La matanza del William Henry” la cual nos describe Cooper en la parte central de su novela. Sin embargo, se aleja de esta situación en el texto de una manera elegante diciendo que va a “evitarle al lector el relato de los repugnantes horrores que allí ocurrieron”. Según la historia el número de muertos varía entre los quinientos y los mil quinientos. Por otro lado, Cooper denuncia el comportamiento de los franceses y en especial de su general Montcalm, quien pese a su valor en otras campañas, no acudió en ayuda de sus semejantes pese a haberles prometido su escolta.  Pero no hace referencia sólo a los acontecimientos históricos relacionados con los hechos del Fort William Henry, sino que en el capítulo primero y a modo de introducción nos menciona varias campañas militares que tuvieron lugar en aquella época. Nos habla de fuertes tomados y destruidos como Fort Du Quesne.  Este fuerte fue construido por los franceses en honor al gobernador de Nueva Francia. George Washington logró derrotar a los franceses aunque posteriormente él también lo fuese  por franceses e indios. Para salvar a sus hombres de una matanza segura se vio obligado a firmar un documento en el que se declaraba como “asesino” de los prisioneros de Fort Du Quesne incluido su comandante el señor de Jumonville Este hecho fue el detonante para el comienzo de las guerras de los ingleses contra franceses e indios. Cooper se refiere a George Washington como “un jovenzuelo de Virginia” ya que contaba con tan sólo 22 años en aquel momento.

    Otra de los fuertes a los que hace referencia Cooper es Fort Oswego. Ojo de Halcón conduce las hijas de Munro, a Duncan Heyward y a sus dos amigos indios (Uncas y Chingachguk) hasta los restos de este fortín durante su camino hacia el fuerte William Henry. Dicho fortín lo había tomado y destruido Montcalm en agosto de 1756 despojando así a los británicos de su puesto en los Grandes Lagos.

 

Los personajes

    Hablando un poco de los personajes de El último Mohicano podemos encontrarnos personajes históricos y de ficción. A estos últimos pertenece Ojo de Halcón la figura principal de la novela. Un blanco que ha vivido entre indios. Con relación a los que no son ficticios diremos que uno de los más destacados es  el marqués Louis Joseph de Montcalm. Se trataba de un nuevo general francés que llegó a Québec. Montcalm había combatido brillantemente en la “Guerra de Sucesión de Austria”. Sin embargo cuando llegó a las colonias sólo recibió autoridad sobre las tropas regulares francesas mientras el marqués de Vaudreil, gobernador por entonces de Nueva Francia, mandaba sobre todo lo demás. Montcalm realizó grandes hazañas que ensalzaron su figura y levantaron la moral de las maltrechas tropas francesas. De este modo tomó y destruyó las fortificaciones de Oswego, en el lago Ontario. Sin duda su mayor logro fue la conquista del fuerte William Henry, ya descrita y analizada anteriormente. Después derrotó a Abercrombie en Ticonderoga con un ejército inferior al inglés. Sin embargo, el 31 de julio de 1759 Montcalm cayó herido de muerte en las llanuras de Abraham a las afueras de Québec

     El personaje de Uncas, hijo de Chingachguk, bien podría estar inspirado en el Uncas real. Éste era jefe de los mohicanos. En un principio fue proscrito por la tribu de los pequots rama de la que descendían. Uncas, ayudó a Jonh Mason a aplastar a 600 pequots en Fort Mystic. Así mismo luchó contra los narrangasets otra tribu que se menciona en alguna ocasión en la novela de Cooper .  Por otra parte sabemos que el padre de Chingachguk también se llamaba Uncas como así lo menciona el propio Chingachguk. Es posible entonces que éste  bien pudiera ser el abuelo del personaje de la novela de Cooper.  Pero si hay algo que destaca de la novela son las tribus indias. Robert Montgomery Bird, autor de Nick de los bosques, criticó a Cooper porque sus descripciones del modo de vida de las tribus indias era falso. No obstante hay que decir en defensa de Cooper que sus representaciones del hábitat o de las tradiciones de las tribus indias con tan verídicas y creíbles como las de cualquier novelista de su generación. Había consultado concienzudamente y asimilado las mejores fuentes de conocimiento sobre los indios que tuvo a su alcance: los escritos del misionero John  Heckewelder y se había entrevistado con varios de los jefes indios de su época. Cuando uno escucha la palabra “indio” la imagen con la que la asocia es tal vez la de los míticos jefes del Lejano Oeste, a saber,  Caballo Loco, Toro Sentado o Gerónimo entre otros. Pero los indios que habitaban América en la época en que se desarrolla la novela no eran ni mucho menos estos. Y cabe hace una mención importante al personaje de las tribus indias que habitaban el territorio de los Grandes Lagos. Cabe decir que la irrupción de franceses, holandeses y británicos alteró drásticamente el equilibrio mantenido entre las tribus entre si y el de las tribus con su entorno natural como se aprecia en la obra. Conforme se extendía el comercio de pieles, la competencia por la caza entre Mohicanos, Mohawks e Iroqueses del Oeste devino en constantes enfrentamientos, con el fin de mantener sus territorios y mantener la paz con sus respectivos aliados europeos, quienes comenzaron a utilizar a los nativos como carne de cañón y fuerza de choque en sus propias contiendas. La presión de la guerra obligó finalmente a los Mohicanos a un nuevo asentamiento, más al este, en territorio de los actuales estados de Connecticut y Massachusetts.

     En los años en los que se desarrolla la acción de la novela existía un grupo de tribus aglutinadas bajo el nombre de las “Seis Naciones”. En un principio lo formaban cinco tribus (Mohawks, Oneidas, Sénecas, Cayugas y Onondagoes). Después se unirían a ellas los Tuscaroras en 1722. Todos ellos vivían al sur del lago Ontario. Al conjunto de tribus se les dio el nombre de Delawares o Lenapes. Este término de lenape aparece en la obra cuando Uncas se dirige a los Delawares para presentarse como el hijo de Chingachguk. Uncas los llama “los hijos de Lenape”. Para muchos miembros de las tribus Algonquinas, los Lenapes eran los “abuelos”. Era un término que imponía un gran respeto ya que existía la creencia de que todas las tribus  algonquinas descendían de los Lenapes lo que les concedía potestad para resolver disputas entre tribus rivales. En las guerras franco-británicas, tomaron partido por los ingleses como sucede en la novela. Los franceses llamaban Iroqueses a los Delawares como así aparece en la novela. Procede de la palabra francesa iroquois.  De entre éstos destacaban los Hurones que se convirtieron en los más firmes aliados de los franceses durante las guerras coloniales.

    La comprensión del indio por parte de Cooper se refleja perfectamente en la diferencia que establece en la novela entre indios “buenos” y “malos” (los delawares y los hurones). Pero esta separación es evidente en la obra mediante el comportamiento del jefe hurón Magua que se ha corrompido por su asociación a las fuerzas militares europeas. Son los hombres blancos que no sólo han invadido el hábitat de las tribus sino que las han utilizado en su propio beneficio llevándolas a su corrupción total hasta el punto de enfrentar a indios contra indios. Ya que a diferencia de otras obras o incluso películas en las que el hombre blanco lucha contra el indio, aquí vemos como las tribus se enfrentan entre sí para beneficiar al hombre blanco. Se encuentran tan hipnotizados por todos los regalos y promesas que les hacen los blancos que no se dan cuenta de lo que les están haciendo realmente. Los indios aparecen como un pueblo aguerrido y orgulloso que se ve obligado a usar la violencia para defenderse y el lector puede a sentir cierto desprecio hacia ellos cuando lee el pasaje de la matanza del fuerte William Henry. Pero dicha escena debe interpretarse de la manera correcta, es decir,  los indios ven a los ingleses como sus enemigos porque anteriormente los han traicionado. Y aún más, en este pasaje observamos como los indios son manejados por los franceses para realizar una carnicería que ellos no son capaces de realizar. A lo largo de la Historia se han dado ejemplos en los que los conquistadores han utilizado a los conquistados para su único y propio beneficio sin importarles el daño que se les pudiera causar.

  

Conclusión

     Si me he centrado en documentar históricamente los elementos más desatacados de la novela ha sido para que le pueda quedar constancia al lector de El último Mohicano, que está tratando con una novela histórica. Sin embargo, hay que tener en mente la idea de que es ficción y como tal debe ser considerada. El último Mohicano no es una radiografía histórica de la Historia de América, ni de la vida de las tribus indias, aunque la descripción hecha por Cooper esté bastante lograda. 

 

Bibliografía[1]

Asimikack, Bill., Exploradores y aventureros en América del norte, Madrid: SM, 1996.

Asimov, Isaac., La formación de América del norte, Madrid: Alianza, 2001.

- La formación de América del norte desde los tiempos primitivos hasta 1763, Madrid: Alianza, 1994

Fenimore Cooper, James., El último mohicano, Madrid: Espasa, 1999.

Freedman, Rusell., Los grandes jefes indios, Salamanca: Loguez, 1999.

González, Cristina., La vida en los hielos, las praderas y los desiertos: indios de Norteamérica, Madrid: SM, 1991.

MacDonald, Fiona., Los indios de Norteamérica, Madrid: SM, 1998.

Murdoch, David., Los indios de Norteamérica, Madrid: Altea, 1996.

Salomón, Julian Harris, Arte, vida y costumbres de los indios de Norteamérica, Madrid: Minguano, 1992.

Zimmerman, Larry., Indios norteamericanos (creencias, rituales y espíritus de la      tierra), Madrid: Debate, 1997.


[1] La bibliografía mostrada es una breve referencia del material investigador que se puede encontrar acerca de la novela, y de la Historia en la que se centra la misma. (Nota del Autor).

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Doctor en Filología inglesa. Autor de contenido para proyectos de IBM. Colaborador literario.
 

 

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En el 2012 se publicó La guardiana del Manuscrito en la Editorial Mundos Épicos


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