Jesús Ademir Morales Rojas

 Inicio | Relatos | Poetas | Ensayo | Taller | Autor | Links

 

Cinco variaciones

 

Jesús Ademir Morales Rojas

Trepé al castaño y observé sin pestañear: en un hueco del tronco, algo se movía, me miraba. Reconocí mi propio rostro, oculto. Abrió la boca. Me deslicé por ese conducto de humedad y ecos. Caí en un extraño páramo de arbustos torcidos. Caminé; lo dúctil de suelo me desagrado: era piel humana, el horizonte entero. Corrí hacía los arbustos. En cada uno, descubrí deformada, mi propia persona. Y en la luna, mi faz, inmensa, grotesca, espiándome. Un viento furioso: mi voz en alaridos. La luna acercó sus fauces a la tierra. Todo se estremeció, en atroz agonía.

***

Trepé al castaño y observé sin pestañear: allí, desde un hueco del tronco, alguien me susurró -Te voy a decir un secreto- mientras has estado aquí, el mundo ha cambiado dolosamente: cuando bajes ya nada será igual; ni siquiera sabrás, si tú eres el mismo. Y el silencio, es el único que puede aclarar tus dudas. ¿Quieres oír su voz?
Ante ese nido de sombras. Me estremecí.
Pensé en huir ya. Descender. Pero desconfié.
Seguí trepando.
Desde lo alto: el horizonte. Ante lo que vi entonces, me sentí desfallecer.
Abajo, en las profundidades del tronco, se escucharon insidiosas risitas.

***

Trepé al castaño y observé sin pestañear: por fin descubrí la trampa…entonces, desperté. De nuevo al pié del castaño. Sollocé. Tenía que lograrlo. Reemprendí el ascenso. Mientras, pensé en lo que había sido mi vida, tan llena de fracasos y frustraciones. Y Diana que había huido con él. No era justo. Subí con furiosa presteza. La punta del árbol se avizoraba. De pronto, un canto lejano: la dulce voz de Diana. Observé sin pestañear. A la distancia, ella y él, amándose entre las flores. Odio, celos. Perdí el tronco. Caí. Entonces, desperté.
(De nuevo al pié del castaño.)

***

Trepé al castaño y observé sin pestañear: había llegado al Cielo.
Beatriz me recibió. Sobre nubes de tono esmeralda, se alzaban inmensos troncos de nobles castaños, tan altos algunos, que se perdían en las estrellas. Quiso ella, mostrarme más. Pero al descubrir al más imponente de aquellos árboles, quise treparlo también; conquistar su cima. Beatriz angustiada, busco persuadirme. Más, inmerso en mi propósito, no quise escucharla. De pronto, a cierta altura, me deslumbró la luz celeste. Resbalé. Cuánto caí, lo ignoro. Cuando reaccioné, estaba entre torcidas raíces, y junto a Dante, que al verme me dijo: -Virgilio, ¿tú también?

***

Trepé al castaño y observé sin pestañear: al pie de aquél mismo árbol estaba yo, serrucho en mano. Sonreí.

 Inicio | Relatos | Poetas | Ensayo | Taller | Autor | Links


 

Contador de visitas para blog

*

Escritor mexicano


Jesús Ademir Morales Rojas nació en la Ciudad de México en 1973. Cursó estudios de Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Además, es diplomado en Historia del Arte por la Universidad del Claustro de Sor Juana y en Museología (mención honorífica) por parte del Museo del Carmen, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Ha colaborado en diversas publicaciones literarias virtuales como Crítica, Destiempos, AXXÓN y Literatura Virtual.

Ha participado en varias redes de blogs orientadas a la cultura y la educación. Actualmente forma parte del equipo de redactores de la red Hoyreka!" y del proyecto de creación de contenidos Coguan, cuyo fundador y Director General es el Dr. Carlos Bravo.

Jesús Ademir es administrador de redes sociales y gestiona cuentas de los blogs Hoyreka y es el responsable del área de social media en la firma TratoHecho.com

Comuníquese con el autor:

Otras colaboraciones suyas incluyen la redacción de artículos para la productora argentina especializada en contenidos online Bee!



 Ademir convoca imágenes reflejadas en espejos infinitos en la serie de narraciones reunidas bajo el título Hipnerotomaqia. Surgen ahí personajes, fantasmas y monstruos cotidianos para protagonizar sueños interminables donde cambian de aspecto, tanto como las palabras del narrador que las retuerce hasta sacar nuevos significados de los signos convencionales.

Todos los que han soñado saben que la percepción se altera para mostrar realidades imposibles. Los tiempos se confunden y el futuro deja de ser consecuencia del pasado. Hay un orden propuesto por el autor, para adentrarse en estas ocho lecturas, aunque bien sepa que es imposible establecer normas que precisen una estrategia de lectura.

Así que invito al amable lector a conocer cualquiera de las partes que integran esta obra.

 José Luis Velarde

Hipnerotomaquia



Visite los trabajos de Ademir Morales Rojas en Literatura Virtual