Espacio
ACCIDENTE ESPACIAL
Lanzadera Espacial.
STS-107 Columbia
30 de Junio de 2003.
La NASA ha dado a
conocer nuevas imágenes fotográficas y de video tomadas por la tripulación del Columbia
y que han sido recuperadas durante los esfuerzos de búsqueda y localización de restos.
Muestran sus actividades en órbita, y por tanto, no aportan nueva luz sobre el accidente.
Los técnicos han podido recuperar 92 fotografías y unas 10 horas de video, que muestran
la vida de los astronautas en la cabina, la superficie de la Tierra y el funcionamiento de
alguno de los experimentos. El Columbia transportaba 337 cintas de video, pero sólo se
encontraron 28 con imágenes recuperables. También llevaba 137 rollos de película
fotográfica, pero sólo se hallaron 21 con imágenes en buenas condiciones. Este material
forma parte de las más de 84.000 piezas y fragmentos del Columbia que fueron recuperados
en tierra tras el accidente.
La comisión de investigación está ya redactando el informe final sobre lo ocurrido,
así como sus recomendaciones, todo lo cual podría estar disponible a finales de este
mismo mes. En sus últimas declaraciones, los investigadores aún no confirman nada de
forma completa, pero conceden que el desprendimiento de material aislante perteneciente al
tanque externo es actualmente la causa más probable del desastre.
Todo parece indicar que la pieza de espuma, de más de medio kilogramo de peso, chocó a
alta velocidad contra el borde del ala izquierda del Columbia, dañándolo hasta el punto
de la aparición de una brecha cerca del panel RCC número 8.
En base a esta conclusión, la NASA deberá tomar diversas medidas. Primero, deberá
evitar en lo posible que la espuma del tanque externo se desprenda. Por otro lado, los
orbitadores deberían ser más resistentes a impactos de este tipo. En tercer lugar,
debería poderse inspeccionar el exterior de la nave en caso de que tal impacto se
produzca, una vez se encuentre en órbita. En función de la gravedad de los daños, será
entonces necesaria una metodología de reparación. Si todo falla, la solución ideal
sería proporcionar a la tripulación una vía de escape, ya sea mediante una misión de
rescate o a través de un sistema de emergencia autónomo.
El 27 de junio, la comisión CAIB dio a conocer una recomendación previa que permita a la
NASA empezar a trabajar, propiciando el regreso al espacio de los transbordadores lo antes
posible. La recomendación insta a la agencia a desarrollar un sistema que posibilite
inspeccionar el exterior de los vehículos y reparar el sistema de losetas térmicas en
caso de que alguna de ellas haya sido dañada. Durante los vuelos a la estación espacial
internacional, el complejo puede actuar como plataforma de observación ideal. Las
misiones que no vayan a la ISS, sin embargo, deberían quedarse en tierra hasta que se
disponga de un método independiente.
En la actualidad, no existe una manera de reparar una loseta térmica en el espacio, un
aspecto que fue estudiado incluso antes del primer vuelo de la lanzadera, pero que se
estimó demasiado difícil y arriesgado para los astronautas. De hecho, las losetas no
pueden ser reemplazadas porque cada una tiene un tamaño específico, y ello obligará a
utilizar parches que permitan soportar temporalmente el reingreso en la
atmósfera.
Otra solución óptima sería sustituir todas las losetas térmicas por materiales menos
frágiles, pero ello llevaría mucho tiempo y tendría severas consecuencias económicas y
operativas.