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LOS FAVORES RECIBIDOS

Por : Aldo Raúl Rodríguez Arreola

 

            Elsa, Marina y Luz María son tres chicas muy devotas; Domingos, Sábados y fiestas de guardar acuden a Misa sin falta.

El padre de Elsa fué burócrata, a pesar de éso me gusta pasar a platicar con él; al principio lo hacía con vistas a conseguir la mano de su hija, luego, yá cuando al final me casé con otra, seguí pasando a visitarlo y así seguir platicando de cuando el Gobierno nos vendía la idea del IVA a base de caricaturas y comerciales de monitos felices.

Del padre de Marina no tengo datos precisos, es creo agente de ventas para una empresa de productos químicos; no lo puedo pintar mejor porque casi no se le ha visto por aquí.

En cuanto a Luz María, es huérfana de padre y para nada la compadezco; con la madre que tiene basta y sobra para toda la familia.

 

            Las tres se dieron muy bien, por tres años consecutivos fueron la Reina del Pueblo en las fiestas de Santa Eulalia; primero fue Marina, al siguiente eligieron a Elsa y Luz María en el tercero. La muchacha que ganó el cuarto no tuvo chiste, la escogieron al azar y ni ella misma se lo creyó.

Además de bonitas, son las niñas más ricas de la región, si nó de los alrededores al menos del pueblo entero, claro, por algo yo me quería casar con Elsa; cada año en el Verano se ván al mar, les encanta visitar las playas, según me platica Don Simeón, mi casi suegro. Por dos meses no se les vé por la plaza y la verdad todo mundo las echa de menos, son estimadas, apreciadas y muy queridas por todos; incluso por los que viven en los alrededores de Palos Altos.

 

            El año pasado, cosa rara, se tardaron mucho más en volver; le pregunté a Don Simeón y él me contestó que no me preocupara.

 

-         Antes de ayer me llegó un telegrama de las muchachas, me dicen que se tardarán un poco más, que no me esté con pendiente. Nunca se me habían retrasado así, pero ya vé como son las niñas, cuando algo se les mete en la cabeza, ni quién se los saque.-

 

Y sí, no llegaron a Palos Altos hasta ya bien entrado Diciembre; se veían muy chulas, sobre todo Elsa, mi ex prometida, preciosa, mucho más que las demás.

Lo primero que hicieron al llegar fue ir a la Parroquia y encenderle - cada una .- una veladora a la Virgen.

 

 

Elsa fue la que me lo presentó, estaba guapísimo; nada que ver con los del pueblo, sin comparación, lo juro. Este chico sí era ALGO, su papá dueño de una fábrica en Monterrey, todos los años venía a Zihuatanejo y en una de esas fiestas conoció a Elsa.

Luz María al principio no lo pasaba, qué onda; decía que le daba mala espina.La neta, siempre ha sido muy teatrera y cuando algo no le late, dice que le dá “mala espina”; paso. Lo bueno que le duró sólo tres días la mala vibra, eso porque Luis Fernando le presentó a su primo.

Al principio no se les veía buena onda entre ellos, pues mientras que en mí fue conocer a este chico y clavarme al instante grueso con él, para Luz no lo fue así. Para empezar el primer día que salimos las tres con los chavos, ellos dos se pelearon, todo pasó así: Servando (Así se llama) la tomó de la mano y ella se molestó gacho. Luego para rematar vino lo de la fogata en la playa, los chicos nos echaron al agua jugando y cuando él la levantó, Luz María lo tiró al suelo.

Pero buena onda el chavo, le llamó por teléfono a los tres días y la invitó a salir; fué de muy mala gana la flaca pero volvió feliz. Servando le pidió disculpas y además se hicieron novios.

A mí Luis Fernando nunca me pidió que fuera su novia, pero lo somos; y qué bueno la verdad; porque a mí siempre me ha dado mucha pena cuando un muchacho me pide que sea su novia.

A Elsa le tocó el más chico, Diego. Parece un niño, pero los otros dos dicen que ya pasa de los veinte, sea como sea; la Elsa está que se chifla con él.

Todas las noches nos platicamos de ellos, todas ven al más guapo en el suyo, ah já; claro que para nada, la mera neta y dejándonos de rollos al mejor lo traigo yó. Luz María siempre es la primera que empieza, se tarda horrores hable y hable pero la aguantamos, después sigue Elsa y al último, claro, haciéndome del rogar y diciendo que mejor me dejen dormir por Dios; hablo yó yá después de mucho ruego.

 

Jamás olvidaremos la Quemada, así le dicen ellos a la camioneta de Diego; cuando fué su cumpleaños, lo celebramos; y cuando estuvimos en ella con los chavos. No sé por ellas, pero conmigo Luis Fernando fué muy lindo, me acuerdo que yó estaba tiemble y tiemble, y él me tranquilizó; jamás me había sentido así con otro chico - y eso es de a de veras .- antes de conocerlo a él, y las chavas me apoyan, pensaron lo mismo cuando les pregunté.

La mala onda fué que al día siguiente se murió el papá de Servando, y se tuvieron que ir los tres sin ni siquiera poder avisarnos ni dejar su teléfonos.

 

-         ¿ Los volveremos a ver Elsa ? .–

 

Le pregunté; y la neta me dió  frío cuando se fué sin decirme ni qué onda; paso.

 

 

Las tres estaban embarazadas, nomás Elsa sabía lo que tenía, las otras dos ni se lo imaginaban.

Como hermano de Simeón y tío, además de padrino de ella; sabía y ni quería, que no las podía dejar así. Y me costó mucho trabajo hablar de eso con las niñas teniendo a mi esposa presente.

 

-         No quiero saber quienes, nomás díganme por qué, sólo eso por favor, ¿Sí? .-

-         Tío, ¿Nos vas a ayudar? .-

 

Elsa era capaz de ir al pueblo y decirle a mi hermano que yó lo sabía y no hice nada por ayudarle; además yó la quería como a una de mis hijas; yó mismo la saqué, yó atendí a Vale cuando su parto, yó …

 

-         Si hija, sabes bien que sí, claro que te voy a ayudar chiquita… las voy ayudar a todas; mis princesas, a todas.-

 

A mi mujer se le subieron los colores, pero bien que sabía, como lo sabía yó, que a Elsa no la podíamos dejar sola.

 

-         Dejemos que pasen unos días nada más .-

 

Opté por dejar que se desarrollara un poco más el producto antes de sacarlo, mientras tanto, le escribí un telegrama a Simeón a nombre de Elsa su hija avisándole que se iba a tardar un poco más.

Cómo lloraron las pobres, a pesar de que me esforcé por hacerlo lo mejor que pude y con el menos dolor que se pudiera; era mi primera vez, Las tres sufrieron bastante, mi mujer se hizo de tripas corazón y entre los dos acabamos más pronto. Pero lo hicimos para ya nunca más y para nadie de ahora en adelante.

Y con la suerte; se me recuperaron bastante rápido las tres, y es que, a Dios gracias, eran jóvenes y sanas, claro que los dolores les duraron varios días. Aún así no las dejé que se levantaran antes de la quincena. Me considero un médico bueno y competente pero al tratarse de un familiar tiendo a cuidarlo mas de la cuenta.

 

-         Muchas gracias tío, ¿Cómo te podemos agradecer lo que hiciste por nosotras? .-

-         Mira hija, la mejor manera de darme las gracias es ….. .- Se veían tan lindas mis niñas … no era justo darles el sermón ahora – Olvídenlo mis amores, por ahora descansen mucho y ya mañana se me ponen a caminar un poco, sin falta para que se recuperen más pronto, ¿De acuerdo? .-

-         Sí tío .- Dijeron las tres al unísono.

-         Yá es hora de que vuelvan a Palos Altos .-

-         Sí tío .- Cantaron de nuevo.

-         Las han de echar mucho de menos por allá, y no está bien que dejemos a mi hermano más tiempo sin sus angelitos perdidos, ¿Verdad? .-

-         Sí tío .- Repitieron las chicas.

-         Tal vez la próxima semana puedan irse .-

-         Sí tío .-

-         Bueno, las dejo, la cena se las traeré en una hora, ¿Está bien? .- Antes de escuchar la respuesta del coro, salí de la habitación.

 

 

Todos nos recibieron muy contentos en Palos Altos, mi papá me abrazó muy fuerte; la última vez que  lo había hecho así fué cuando cumplí los quince años.

Marina, Luz María y yó parecíamos las reinas de nuevo, se portaron muy lindos todos con nosotras en el pueblo; tenía razón mi tío cuando dijo que nos echaban de menos.

No sé a donde hubiéramos ido ni qué hubiéramos hecho si mi tío no hubiera estado cuando lo necesitamos; le dimos muchas gracias a Dios y a la Virgen María por su ayuda; pero no sólo por eso dimos gracias, también por que exactamente el día que íbamos de regreso le llamé a mi papá para avisarle y él me dijo que los muchachos habían ido a preguntar por nosotras al pueblo y que volverían cuando nosotras hubiéramos llegado.

Los muchachos nos quieren y nosotras a ellos; Marina y Luz María hablan mucho de ellos, les han escrito y están muy clavadas; y la neta, yó también.

 

A nadie le hemos dicho nada de lo que pasó, se lo prometimos a mi tío y ninguna rompe el juramento; tampoco nos hemos agüitado, las tres estamos felices de haber estado con ellos y lo que piense Luz María, Marina o yó, es totalmente lo mismo.

 

Lo hemos acordado entre nosotras; mañana iremos con los muchachos y pondremos un anuncio en el Diario, es una manda que tenemos que cumplir.

 

DAMOS GRACIAS AL SEÑOR

Y A LA VIRGEN MARIA

POR LOS FAVORES RECIBIDOS

                                                 E., M. y L.M.