Los Escritores Jóvenes suelen creer que el estilo es el aderezo de la prosa, el condimento que le da sabor a un plato insípido. Pero el estilo no es una especia; no es una entidad separada, un elemento desprendible. El escritor novato debe proceder con cautela al buscar un estilo, pues al hacerlo se estará buscando a sí mismo. Y debe empezar por rechazar resueltamente todos los recursos que muchos consideran indicativos del buen estilo: rebuscamientos, ardides y florituras. El camino que conduce al buen estilo es la "sencillez", el "orden" y la "sinceridad".
-- E.B. White, en The Elements of Style.