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Este es el primer fanfic que hago, y cada semana pondré un nuevo capitulo:

Muchos más habrán de seguir a este primero

 

 

Titulo: Amor real

*No me pertenece Roswell, le pertenece a la Fox y a la UPN, y a Melinda Metz, yo solo lo estoy tomando prestado. Gracias

Autora: Gaby7tvm

 

Empecemos con, Eráse una vez un país hermoso y rico, el paisaje era hermoso, y vasto, tenia colinas verdes, y sus lagos, eran tan hermosos que nadie podía contenerse a no mirarlos, este país lo reinaba el rey Phillip y la reina Diane, quienes hace poco habían concebido a su segundo vástago, la llamaron Isabel, su primer vástago era Max y era cuatro años mayor que su hermana Isabel.

Phillip ya estaba preocupado pues no había podido encontrarle una esposa a su hijo, como era tradición asignársela y anunciarla cuando el príncipe cumpliera los cinco años, y el pequeño Max los cumpliría dentro de muy poco...

-Querida mía no se que hacer- le comentaba Phillip a su esposa en cuarto  real

-No debéis preocuparos más amor, pues ya la he encontrado-

-La has encontrado, pero como no me habías dicho-

-Bueno es que ella como Is, acaba de nacer, es una pequeña recién nacida, que apenas vino al mundo ayer, pero es hermosa, se que a Max le satisfará mucho, puesto que viene de una familia muy cortes y elegante-

-En serio, no me mientes-

-Claro que no-

-Como se llama la pequeña??-

-Su nombre es Liz y proviene de la familia Parker-

-Oh me acuerdo  de ellos, la esposa de Jeff es muy hermosa...-

-Y Jeff es todo un mozo-

-Tienes razón con tan buenas aptitudes de la familia, la pequeña será una gran reina, y estoy seguro de que Max la amara mucho-

-Yo también estoy segura de aquello-

Los años pasaron y Liz fue anunciada como prometida de Max, cuando cumplió sus cinco años, a  esa edad el niño no comprendía nada claro esta, pero con el tiempo fue entendiendo su  oscuro destino, de no poder escoger a la persona que amaría toda su vida.

Ahora era el gran cumpleaños de Max, su 15vo. Cumpleaños, donde seria tratado como hombre y donde su padre le regalaría un aren, con el total de 100 mujeres hermosas.

-Padre- dijo Max entusiasmado

-Qué hijo-dijo el rey con voz tenue pero autoritaria

-Hoy me darás mi aren??- le dijo Max algo entusiasmado

-Si hoy hijo, pero primero es tu celebración, recuerda que Is esta muy emocionada por ti, estate un rato con ella-

-Si padre, sabes que la quiero mucho, sabes que somos muy unidos-

-Si lo sé hijo- pero Phillip sabía que desde hoy las cosas no serían igual entre Max e Isabel, pues no solo Max , invertiría su tiempo en el aren, en vez del cuarto de juegos con Isabel, si no también sus clases de política real, empezarían, también, que Max tuviera de amigo a Mike un aprendiz de soldado, sabría que Max podría resistir un poco más el cambio tan repentino, pero no sabía que podía hacer con Isabel, en eso se le ocurrió que lo mejor seria hacer que Isabel pasara tiempo con Liz Parker, así cuando el tiempo llegara, Is tendría una amiga en el palacio al igual que la futura reina.

Mientras Liz que tenia 10 años estaba siendo educada para ser la gran reina, y en sus clases siempre la acompañaba María, su dama. Liz estaba especialmente hoy algo nerviosa, puesto que la reina la visitaría por segunda vez desde su nacimiento, y para ella ser, tanto designada como la futura esposa del príncipe como que la reina la fuera a visitar era un gran honor.

 

  CAPITULO 2

 

La reina entro a la gran mansion de los parques vestida con su vestido largo y su gran velo azul...

Liz la podia ver desde la ventana de su cuarto mientras los nervios la carcomian por completo, cuando de pronto uno de las sirvientas llamo a su puesta

-Miss Parker la reina la esta esperando en la sala-

-Si, gracias Charlotte, ya voy para allá-

-Que bien Liz, yo voy contigo, ya sabes como apoyo moral- dijo Maria como siempre entusiasmada

-No María. Preferiría ir sola, estas es realmente mi primera visita con ella, y me gustaría hacerlo sola.

MIENTRAS EN PALACIO...

Max penetraba con fuerza a una de sus tantas concubinas mientras a otra, le chupaba y le tocaba los senos.

-Su majestad Max, SU MAJESTAD MAX- gritaba una de sus concubinas al joven príncipe

-Que quieres Flor, no ves que estoy tratando de tener un orgasmo aquí-

-Si su majestad, y realmente, siento interrumpirlo, pero es que tenia que...-

-Ve al grano Flor- dijo con enojo y furia Max, mientras seguía penetrando violentamente a la concubina

-Es su hermana majestad-

Al oír el nombre de su hermana Max detuvo su tarea y se paro, de la fina cama orgulloso y erecto, desnudo con arrogancia

-¿Qué le pasa a mi hermana?-

-Pregunta por usted señoriíto, lo esta esperando afuera-

-diablos tenia que ser Isabel, acaso no me puede dejar ni un momento en paz. Vamos que esperan, vístanme en mis pantalones, no quiero salir así a ver a mi hermana- dijo con altanería a sus concubinas, pero ellas hicieron lo pedido.

Y EN LA SALA DE LOS PARKER

-Es un placer conocerla su majestad, realmente...- dijo Liz timidamente con una reverencia.

La reina y Liz estaban solas en la sala tomando un poco de té

-Oh pequeña, no seas así conmigo, por favor, en unos años seré tu suegra y además serás reina, y una muy buena me presumo decir, ya que me han susurrado, los sirvientes de tu casa, que una buena estudiante eres, y educada al andar, al hablar y al caminar-

-Oh su majestad, me hace sonrojar, la verdad solo intento cumplir con mis obligaciones, ya que se que tendré..., estoy haciendo todo lo posible para ser del placer del príncipe-

-Se que lo serás, mi pequeña, ya que eres todo lo que soñé para mi primogénito-

Sonriéndose Liz, contesto con la gracia con la que había sido enseñada

-Eso espero majestad, muchas gracias es muy amable conmigo-

Y OTRA VEZ EN PALACIO Y  A PUERTAS DEL AREN

-¿Qué quieres Isabel?-

-Bueno Max, es que ya nunca más sales a jugar conmigo, todo el día... te has pasado ahí encerrado mas de un mes, hermano- dijo Is con voz quebrada, mientras acariciaba a su muñeca Lonnie

-Ahora soy un hombre Is, y tengo asuntos que entender-

-No entiendo por que el cuarto esta prohibido para mí hermanito, vamos, podemos jugar a las carreritas, o tal vez a la mama y al hijo o...-

-Ya basta Is, tengo cosas mas importantes que hacer, que estar jugando contigo, así que adiós-

-Su majestad- Un guardia interrumpió

-¿Qué es lo que quieres Jorge?

-Bueno eso no lo puedo decir enfrente de la princesa-

-VETE IS-

-Pero hermanito-

-VETE-

-Si su majestad- dijo sarcásticamente Is, y después salió corriendo entre lagrimas

-Bueno Jorge me decías...-

-Se le ha traído una nueva concubina su majestad-

-En serio- dijo con gran emoción Max

-Si Sr., Tess ven para acá-

De una de las esquinas del palacio salió una pequeña niña no mas de 13 años, con cabello ondulado, brilloso dorado, y ojos casi tan trasparentes como el agua.

-Ella es Tess su majestad... es una virgen dada a usted como regalo del reino del Norte-

-Es hermosa- dijo Max con asombro

5 min. después Max estaba adentro del aren con Tess, penetrando fuertemente por detrás, Max  se sintió como un rey conquistando una tierra inalcanzable, tiempo después hizo que ella le diera un blow job, mientras el le acariciaba los senos, Max sintió que era el mejor sexo que había tenido, y que jamás volvería experimentar algo así con nadie, y así pensó que por tal razón esto significaba de que estaba enamorado, y así todas las concubinas, a su disposición, menos una fueron despedidas, y dadas a los soldados.

 

CAPITULO 3

Y así 7 años pasaron, el día en que el príncipe Maxwell cumpliría sus 22 años y Elizabeth cumpliría sus 17 años... Y era la hora en que se debían conocer, el día de su boda.

En el salón del palacio

-AAHH- grito Max tirando su copa de vino a la pared

-Maxwell cálmate por favor-

-Mike como quieres que me calme si en unos segundos me casare con una persona totalmente desconocida, ni siquiera se si es fea, o tonta o una torpe en el sentido sexual, además estoy enamorado de Tess-

-No puedo creer que sigas con eso cuento de que estas enamorado de Tess, no puedo creerlo, ni si quiera hablas con ella, tan solo la penetras como llamas eso amor-

-¿Acaso me estas cuestionando Guerin?- En ese momento de furia Max le agarro la camiseta por la fuerza a su mejor amigo y consejero.

-No olvides quien es el que manda aquí. Yo soy el hombre-

-Si, si Max, pero Is me ha dicho de que ella es hermosa, aunque es virgen eso si, y realmente jamás ha tenido contacto con el genero masculino aparte de su padre y los sirvientes de palacio, también me ha dicho de que ella es encantadora y...-

-Ya baste Michael, no entiendo por que no puedo casarme con alguien a quien amo, eso es...-

Y en ese momento alguien toco a la puerta

-Pase- grito Mike enseguida

En eso una hermosa joven de cabellos dorados y labios carnosos, entro al salón, vestida elegantemente, una doncella se podría decir que era.

-¿Qué tal caballeros? Mi nombre es Maria, soy la doncella de Elizabeth Parker, y... bueno me dijeron que aquí podría encontrar al príncipe, su majestad Maxwell Evans I, ¿Alguno de ustedes es s majestad?

-Sí, soy yo- contesto con firmeza Max

-En serio, es usted- grito emocionada Maria, y lo abrazo

-Quítate, quítate, Mike quítamela-

-Bueno amigo, veo que has conquistado a otra damisela, ¿por que no aprovechas?- dijo entre risas Michael

-Es en serio Mike, si no me la quitas...-

-Veo que su majestad es una tanto irritable, pero no se preocupe, Liz será una buena esposa, se ha estado entrenando para eso toda su vida, y ella es un muchacha hermosa y seria y diver...-

-No ,me interesa saber más sobre sus atributos, es más dile que ella no me interesa para nada-

-Escúcheme su majestad-Dijo Maria alzando la voz

-Se que usted, loco maniático que piensa estar enamorado de su concubina, y no trate de negarlo su hermana no los ha dicho, Liz es la mejor mujer del mundo,  se merece ser tratada con respeto, bueno no seguiré discutiendo cosas inútiles con usted, así que adiós-

-Adiós, entonces-

-Oh se me olvidada decirle, vine aquí para anunciarle que usted ya debe estar presente en el salón donde se dará acabo la boda, ya la gente esta esperándolo Sr. y muy pronto saldrá la novia, y no se preocupe tratare de hablarle bien a su futura esposa de usted sin la necesidad de mentirle, bueno bye bye-

-Wow que mujer Maxwell, yo quiero una mujer así-

-Cállate Mike, no ves que tengo problemas mayores-

-Mira Max no hay de otra, al menos ve el lado bueno si ella no te gusta, solo tendrás que verla por las noches, y solo tendrás sexo con ella una vez, tiene que hacerse como se ha hecho con las otras generaciones y...-

-Ya entendí, vamos hay que cumplir con esta charada-

 

CAPITULO 4

En el cuarto de la pronto a ser reina...

-Hay Isabel, ayúdame a ponerme la tiara, oh dios santo... no se que haré... que tal si...- dijo Liz con casi lagrimas en los ojos

-Lady Liz Parker, que te he dicho, no digas esas cosas...-interrumpió Maria con gran escándalo

-Oh María has regresado- Liz corrió hacia a ella y la abrazo con todas sus fuerzas

-Liz no corras por favor todavía te tengo que poner la tiara, y Maria maquillarte-

-Chicas...saben que creo que no estoy lista, no voy a poder satisfacer al príncipe, que se yo de satisfacer a un hombre, mucho menos ser satisfacer a un rey, quien soy yo para decir que merezco a estar al lado de alguien tan grandioso-

Maria e Isabel la sentaron en frente de un pequeño tocador, y mientras una la maquillaba  otra la peinaba.

-Escucha Liz, mi hermano realmente no estan grandioso como tu crees...-

-Pero Isabel como puedes decir eso, el es el rey, bueno después que nos casemos, y a pesar que no lo he visto, personalmente a la cara ni lo conozco, mi madre y la tuya me dicen que es muy guapo, y todo un caballero y...-

-Jijijijijij-

-De que te ríes Maria- pregunto Liz consternada por su amiga

-Liz acabo de conocerlo, y guapo si es, pero caballero lo dudo-

-Así es Liz, no debes preocuparte, yo si estuviera en tu lugar estaría mas preocupada, al saber que realmente nunca podré sentirme completa debido a que nunca amare y...-

-Calla Isabel-

-LIZZZZZZZ- dijeron sorprendidas las dos

- Desde el momento que pude entender con claridad el propósito en mi vida, es decir ... servir a su majestad Max (al decir esto Liz bajo la cabeza y se sonrojo) supe que mi vida seria diferente a la de los demás... ¿entienden? no estoy interesada en enamorarme, mi único sueño es ser la esposa de su majestad, y ayudarlo como su compañera, en cualquier situación, que surja entiendan esto por favor, se que solo quieren ser mis amigas, pero, me siento especial, al poder, compartir la responsabilidad del reino, con Maxwell Evans- al oír su nombre salir de su boca se volvió a sonrojar, mientras Is y Maria, sintieron gran orgullo por su amiga.

CAPITULO 5

En el salón donde se iba a celebrar la boda Max Evans y Michael Guerin su padrino, ya estaban parados frente al altar

-Dios mío, llevamos aquí parados mas de 15 min. que diablos esta haciendo, acaso se esta tirando algún soldado antes de la boda-dijo Max enojado, mirando por quinta vez a su reloj.

- Calmado Max se que estas ansioso por conocer a tu reina, pero estoy seguro, que tu hermana, solo la esta embelleciendo para ti-

-¡QUE! embelleciendo, tan horrible estará, vaya, no se como mi padre, me pudo hacer esto, no entiende que estoy enamorado de Tess (wuack), no se por que no me dejo casar con ella, ella estan divina, tan hermosa, y la manera en la que hace sentir mi pene es magnifica y-

-MAX, además no creo que debas estar hablando mal de alguien que va a ser tu esposa y además de reina-

-Me lleve la chingada Michael, amo a Tess-

-Vamos Max sabes que eso no es cierto, solo estas dejándote controlar por tu inteligencia inferior-

-¿Qué fue lo que dijiste?-

Antes de que la discusión se pudiera alargar por más tiempo, Liz entro con un bello vestido blanco, con mangas tipo princesa, pero su hermosura estaba escondida en un velo pequeño que apenas le cubría su cara, pero hacia el trabajo, de la mano de Isabel y Maria, caminaba pues ellas serian las que la entregarían, y los violines comenzaron a sonar, y pétalos de rosas blancas comenzaron a caer por todo el salón.

-Mira ahí esta ella-

-Dios mío debería fugarme de aquí-

-Pero tenia que ser yo un cobarde-

-Dios santo y tu vas a hacer nuestro rey después de que termine la ceremonia, dios nos ayude- dijo Michael medio serio, medio vacilando.

Y lo único que Max hizo fue darle una mirada fría.

Liz llego al altar y Max con una falsa sonrisa recibió su mano de Isabel quien le murmullo al oído.

-Mi querido hermano, esta ha sido mi amiga por 7 años, desde que tu me dejaste para estar con tus estúpidas concubinas ¿entiendes? o sea si tu la lastimas, seas  el rey o no, te daré una paliza-

Max quedo extrañado por esta amenaza que le dio su hermanita, pero asentó la cabeza rápidamente, solo para deshacerse de ella y tomo la mano suave de Liz y el no pudo evitar darse cuenta, y no sabia que pronto se sorprendería más

Liz estaba emocionada, por fin el destino por el que se había estado preparando había llegado a ella, y esperaba que el no se diera cuenta que tan roja estaba.

Max levanto su velo con cuidado y despacio, y al ver su rostro quedo anodado, por su belleza, aparte de Tess, jamás había visto una belleza pura, quedo atrapado en esos ojos negros que parecían que lo estaban llamando, pero a donde ¿a su corazón?, no el no dejaría que esto pasara el no iba a traicionar a su princesa, a Tess, de ojos azules, cabellos rizado dorado, y piernas suaves como la arena y tan blanca como ella. El amaba a Tess, el nunca la traicionaría, no por nadie, mucho menos por esta nueva mujer que ocuparía el lugar de reina junto a el, no importaba que tan hermosa estuviera, o que hoy tendría que hacer el amor con ella, no, no el amor, solo tendría que llevarla a la cama, penetrarla, arrancarle su virginidad, y no volver a saber de ella hasta el momento de dar a un heredero, tal vez lo mejor seria embarazarla, lo malo es que solo la mujer podia decidir esto, ellas tenían un extraño poder, de lograr rechazar que el semen las fecundaran, tal vez si la convence, o mejor lo que debería hacer es hablarle con la verdad, de que no la ama, y que nunca la va amar, si, eso seria lo mejor.

En seguida Max fue interrumpido en sus pensamientos, cuando el sacerdote, le pregunto por segunda vez

-Su majestad, acepta a Elizabeth Parker como su esposa, para amarla, y defenderla hasta que la muerte los separe-

Todos en el salón, estaban asustados, ya que sabían, los sentimientos, del pronto a ser Rey, acerca de la barata concubina, ¿que tal si el príncipe decía no? la hermosa damisela, ya había aceptado, y dado sus votos de fidelidad hacia a el, pero que tal si el Rey sería capaz de hacer un escándalo, esto no podia ser, su padre no los permitiría, pobre lady Elizabeth, quedaría devastada al saber de que el Rey ya le pertenecía a otra mujer...

Isabel estaba a punto de matar a su hermano, como le podia hacer esto a Liz, cuando en seguida Max respondió, pero nadie oyó.

-Disculpe su majestad, dijo algo- dijo con cortesía el padre

-Si acepto- por un momento Max pudo ver la cara de todo el mundo esperando atento por su respuesta pero de Liz, no pudo ver nada, solo admiración, cariño, tal vez, y admiración, ella no estaba asustado por lo que el iba a responder, ¿Qué clase de mujer es esta, por que tan segura? Fe ciega.

-Así los declaro Marido y Mujer, REY Y REINA-

Todo el mundo aplaudió con emoción, aliviados por que por fin su rey ya se había casado y mejor elección sus padres no pudieron haber hecho. 

Después de eso la celebración siguió... con un gran baile

CAPITULO 6

Atrás de toda la conmonción, del baile o sea de la gran celebración de que ahora había un nuevo rey y una nueva reina, había una mesa grande y alargada donde Max y Liz se sentaban en medio pero los demás se sentaban en el siguiente orden:

Phillip y Diane Evans, Isabel Evans, Michael Guerin, su Majestad Max Evans y su Majestad Liz Parker, María DeLuca, su hermano Alex quien era amigo intimo de Liz, y estratega en los ejércitos del Rey, Kyle Valenti nuevo guardaespaldas de la reina, asignado por Michael, Jeff Parker y Nancy Parker.

Max observaba antentamente el baile, se encontraba aburrido, aturdido y confundido, por los nuevos sentimientos que estaban naciendo en el, pero decidió ignorarlos, para que preocuparse, si no significaban nada, el esta enamorado de Tess, tenia que aclarárselo cuanto antes a Elizabeth, ese era el nombre del ángel con la que se caso Elizabeth, pero ya antes había notado que Isabel la llamaba Liz, seguro es su apodo como Max es para Maxwell. Así que en esos momentos decidió voltear a verla, y se deleito mucho al verla platicando, sonriendo, y riéndose, junto con su dama de honor, que graciosa era ella.

*No, no puedo seguir así, yo amo a Tess, la que deleita mi erecto pene, todos los días, oh dios santo como será no estar junto a su cuerpo desnudo* pensó Max

-Disculpa, ah... Eliz... Liz??? (decía Max mientras tocaba suavemente su hombro ya que ella estaba dándole la espalda) disculpa-volvió a decir sonrojado, pues no sabia como llamarle, o como hablarle, se suponía que ahora eran esposos, marido y mujer, pero no se conocían, ni siquiera se amaban, que clase de matrimonio es este, pensó Max, yo quiero amar a mi esposa, se decía, el deseaba que fuera su belleza himnoptica Tess, Tessa, OH hasta su nombre sonaba como melodía salida de poesía.

-Si su majestad, que desea, disculpe, es que le juro que no lo oí y... Por favor no se enoje conmigo le prometo ser mejor esposa para usted Sr.- dijo Liz bajando su cabeza

-No esta bien, ¿eres Elizabeth no?... Elizabeth ... te gustara bailar conmigo, por favor-

-Oh su majestad estaría encantada, claro que si, pero creo que seria mas cómodo para usted llamarme Liz, bueno mis amigos me llaman así...-

-Claro entiendo Liz- Después dicho esto Max le ofreció la mano y le dio una sonrisa genuina por primera vez

Al empezar la pieza Max y Liz empezaron a bailar, mientras las demás parejas les dieron espacio, para esto.

Max intento hablar, pero no pudo pues la musica fuerte y romántica, no los dejaba escuchar, además que los hipnotizaba, al estar en brazos del uno del otro.

El baile, termino, y los dos, sabían que pronto tendrían que actuar en su destino...

Liz fue la primera en retirarse como era tradición, mientras el rey se quedaba un rato mas atendiendo a sus invitados, pero ya casi cerca de acabar la fiesta, Max no se habia ido

 

CAPITULO 7

-Max, hijo, por que no te has retirado a tu cuarto, con tu esposa?- le dijo a Max su padre-Ya es hora hijo, que vayas aceptando, que una simple concubina no es buena compañia, Liz ha sido educada toda su vida para ser tu compañera, y reina de este pais, asi que no seas, rudo con ella, tu madre me ha dicho que nunca ha conocido muchacha más agradable que ella, hasta tu hermana lo dice, asi que hijo, despidete de tus invitados, y ve a ella- al decir esto su padre puso una sonrisa picara.

-Si, padre lo que tu digas- 

Max le tenía mucho respeto a su padre, y ya había discutido bastante acerca de la situación de tener a Tess como esposa en vez de Liz, asi que Max hizo lo que su padre ordeno, ya que su padre aunque no fuera ya rey, aun era muy respetado y alabado y  debia mostrarse todavia como hijo obediente.

Al llegar a las puertas del cuarto real, Max tomo un respiro muy hondo, y deseo que Tess estuviera a su lado para decirle que el era el rey, y que todo iba a estar bien, esta noche le tendria que explicar a esa Liz, a su esposa que jamas iba a amarla...Max conto hasta 3 y abrio las puertas, el cuarto estaba oscuro y no había ningún indicio de ella...Max cerro la puerta y con la vista trato de buscarla.

-Estoy lista su Majestad- una voz temerosa y timida dijo. 

Max  volvio a buscar con su mirada, y al pasar por la cama, vio ropas tendidas, siguio girando, y noto una figura, una figura que se acercaba a él lentamente, pero a la vez insegura, con miedo, Max sabía que era ella... Al estar frente a frente Max noto que ella se encontraba completamente desnuda, Max no pudo evitar la reacción que tuvo su cuerpo de tener cerca a este angel cerca  y tuvo que tomar una largo respiro, trato de recordarse que tenia que inhalar y exhalar, despacio, y sin prisas.

-L...LiLiz, que estas haciendo-

Liz bajo la cabeza, como si tuviera vergüenza de lo que estaba haciendo, o de lo que era. -Ah, lo siento...lo siento su Majestad, supuse, mi madre y su  madre me aconsejaron presentarme asi pero yo..- Max la detuvo con el dedo indice en su boca, y Liz al sentir su dedo en sus labios no pudo evitar sentir una cierta electricidad.

-Tenemos que hablar Liz- Liz solo asento con la cabeza, y Max la dirigio con su mano hacia la cama, para que se sentara, asi mismo el se sento -Escucha Liz...¿Tu nombre es Liz verdad?- Ella volvio a asentir con la cabeza -Bueno, se que esta noche tenemos que copular a fuerzas,  pero antes de eso quiero que entiendas algo, primero que nada no quiero que tengas ninguna ilusión hacia a mi o cualquier clase de esperanza, no te amo, y nunca te voy a amar, ya amo a otra persona, pero como sabes fuimos comprometidos desde que eramos unos niños y tuvimos tu sabes...casarnos. La verdad es que nunca me gustaría lastimarte, primero que nada por que mi hermana ya me dijo que me matara y segundo no soy un mal hombre, solo soy uno entre tantos que le toco ser rey, y casarse con  la joven que le asignaron sus padres-

-Su Majestad...No estoy enamorada de usted...Tambien se que nunca conocere el amor, y que esta noche solo se tratara de quitarme la virginidad, y se que me tendre que acostar otra vez otro dia, para darle un hijo, un heredero, toda mi vida me han enseñado a ser una buena reina, y eso es lo que quiero ser para usted, Su Majestad, digame como se llama ella-

Max no podía creer lo que acababa de oir salir de sus propios labios, cuando su madre le dijo a los 16 años que ella sería una genial reina, no se lo creyo, pero ahora oyendola hablar, sabia que... ¿que sabia? estaba confundido, pero el amaba a Tess y... -Su nombre es Tess, cuando la conoci me deshice de todas mis concubinas-

-Espero que ella sepa lo afortunada que es de que el mismo rey este enamorada de ella, espero que te trate bien-

-Ella lo hace...Supongo que es la hora de copular ¿no?-

-Supongo que si-

Con las manos Max tomo su cara, la miro a los ojos y le dijo -No tengas miedo no voy hacerte daño. Lo prometo-

-Entiendo-

Max se paro de la cama y lentamente se quito la camisa y despues el cinturón, el botón del patalón y de forma lenta se bajo el cierre, y se bajo los pantalones, Liz lo veia, lo veía con asombro y no sabía que sentir, jámas había tenido contacto con el genero masculino, y menos en esta circunstancias, bueno uno de sus mejores amigos, era Alex, quien era varón pero el no contaba  ya que para ella no era... Oh dios mio, Su Majestad tenía un cuerpazo, no podia creer a donde sus pensamientos estaban yendo, al quitarse el los boxers, pudo ver si gran erección, era grandote, demasiado grande, y no pudo evitar soltar un quejido de sorpresa.

-¿Estas bien?- Max pregunto con preocupación y Liz no pudo evitar sonrojarse

-Si, Su Majestad- Max sonrió, podía sentir su ansiedad y temor. La hizo pararse tomando sus manos entre las suyas, y despues de hacerlo, tomo su cara, y le dio un tierno y sensual beso, pasandole la lengua, acariciandole los labios con ella, esperando que le diera su permiso para entrar a su pequeña boca, y en unos cuantos segundos ella lo hizo asi, ahora eran los dos que acariciaban las lenguas del otro,  poco despues Max la tenia en la cama,  ella estaba abajo de el torturada por los besos, lamidas y mordiscos que le daba en el cuello, los senos, y las orejas.

-Oh dios miooooo. aaaaahh-  Liz no podía evitar gritar.

-Shhh Tranquila, trata de sentirme- le decía acariciandole el monte de Venus -Oh Liz, necesito entrar a ti, ya no puedo aguantar más- Y en un instante Max ya estaba dentro de ella, haciendose paso en ella hasta llegar a la pequeña barrera, pero no dejo que esto lo detuviera, sin pensar en el dolor de ella por estrecharla con su enorme pene, siguio entrando y saliendo, haciendo sus movimientos más salvajes que el último.

Al terminar y ver sus ojos conteniendo las  lagrimas, no pudo evitar, el sentirse culpable -Lo siento-

Ella lo miro, y se le quedo mirando, -Su Majestad, Yo soy su reina, y servidora, además ya sabía que me iba a doler, pero solo sera por un tiempo, al menos espera que usted lo haya disfrutado.

-Um, Si- Max había disfrutado estar dentro de una virgen, ademas  con ese gran cuerpo que tenia ella (imaginense a Liz con busto más llenito y redondo), su busto, sus caderas, pero... se podía sentir, que era su primera vez, que estaba temerosa, es por eso que había sido tan egoista con ella, queria olvidarse de ese sentimiento que le irradiaba ella, de inexperiencia, soledad y miedo, Tess no era asi, ni siquiera cuando el la toco por primera vez, y es que ella era también virgen, aquella vez que la toco por vez primera.

 

QUE LES PARECIO, LA VERDAD, YO ESTOY MUY SATISFECHA, PERO BUENO SOY YO, RECUERDEN ESPERO APOYO Y COMENTARIO, PARA SABER SI DEBO CONTINUAR...

 


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