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Amor Real

Capitulo 9º

Primer Asesinato de Amor Real

Por: Maria Elena Venant

Antonia va a misa y se confiesa con el Padre Urbano revelándole que sufre de una malsana pasión por un hombre comprometido.

Llega la noche del compromiso. Matilde parece una estatua toda de marfil, su madre se ve resplandeciente vestida de color plata y encaje negro. Renato entretiene a los invitados bailando y cantando zarzuelas. Ramón critica a Manuel por no haber ido a la reunión en su casa. Se acerca Renato y burlón comenta que sólo querían sacarle dinero y que todos los partidos políticos se creen dueños de la verdad cuando lo que desean es el poder. El orgulloso General Peñalvert anuncia el compromiso de su hija con el Dr. Fuentes Guerra. Manuel y Mati bailan, según la tradición, un vals mientras sostienen un cirio encendido

Luego conversan aparte mientras Manuel le da de comer en la boca cerezas marrasquino. Mati come como un venadito. Manuel pregunta si su futura esposa no se sentirá incomoda de vivir lejos de su familia cuando se retiren a la hacienda. Ahora Mati pone cara triste. ¿Cómo y no era que quería alejarse de su madre y hermano? Manuel decide que vivirán en Ciudad Trinidad y Mati pide que su Tía Pru venga a vivir con ellos. Manuel acepta. A Matilde le sorprende la amabilidad de su novio.

En San Cayetano. Maligno se indigna al saber que a Nazario lo han nombrado jefe de cuadrilla. Tienen un altercado y se alejan a discutir en un descampado. Gervasio los oye y los sigue. Ahí se entera que Maligno es el cuatrero. Lo amenaza con la horca, pero Maligno de un machetazo lo última. Hacen creer que un bandido entró y lo mató.

Al día siguiente, Manuel visita su novia que se porta de un modo insoportable. Se toca la cabeza como si le doliera, responde con desabrimiento. Se rehúsa a mostrar interés por la casa en la que vivirá después de casada. A todo el entusiasmo de su prometido, Mati le responde aburrida. Le dice que haga lo que quiera. Todo le parece bien. De vuelta en casa, Manuel se queja de esta actitud de su futura esposa. Sixto busca explicarle que debido a su crianza, Mati no sabe expresar su opinión quizás ni la tenga. Llega Maligno a anunciar la muerte de Gervasio.

En la Mansión Peñalvert, Prudencia reconviene a su sobrina. No puede andar con cara de funeral delante de su novio. Sarcástica, Mati dice que Manuel la “compró” así es que no espere que se deshaga en sonrisas. Insiste en que Manuel no la ama. NI ella se lo cree, pero dice cruelmente que si en verdad esta enamorado “Peor para él”. La Tía Pru la acusa de ser vengativa. Mati confiesa pensar todo el tiempo en Adolfo. Llega la carta de Manuel anunciándole su intempestiva partida a San Cayetano. Mati dice que no le importa lo que haya pasado. Lo bueno es que no tendrá que aguantar a Manuel hasta su boda.

En San Juan de Ulua, Delfino acepta ayudar a Adolfo en su huida. Solo puede ser por mar, por lo que deberán robar un bote. Delfino dice que nadie debe saber que él lo ayuda y si atrapan a Adolfo este no debe hablar. Adolfo dice que no lo atraparán. Antes prefiere ser devorado por los tiburones.

Augusta y Prudencia comentan felices sobre el viaje de bodas que emprenderá Matilde junto a su esposo, cuando ésta suelta la bomba. NO se casará con Manuel, no soporta pensar en tener intimidad con él. Augusta enojada le dice que la entiende, pero no la justifica. Todas se casan sin amor. Sale enojada. Pru le revela a Mati el secreto de su madre. En su juventud Augusta amó a un hombre pobre, y como su hija, tuvo que doblegarse ante la voluntad de sus padres y casarse con el General. Mati le pregunta a su tía si ella se casó enamorada. Pru le dice que fue rebelde y logró casarse con el amor de su vida aunque este fuera pobre. Pero le recuerda que su esposo murió dejándola sola y sin un centavo y condenándola a vivir de allegada. En eso debe pensar Matilde al escoger.

Humberto visita a Finita, ahora de medio luto, pero siempre tan fea. La solterona comenta extasiada sobre el próximo matrimonio de Matilde y le pregunta a Greñaldo si no piensa casarse. H. muy lastimero dice que no puede pensar en tomar estado hasta que arregle su situación económica. Josefina le dice que muchas mujeres no se fijarían en su dinero o falta de este. H. comienza a hablar de cierta mujer que le inspira algo. Habla con medias palabras, pero sus miradas hasta a mi me derritieron. Como cohibido por lo que siente se marcha. Finita la Fea le ofrece a la Virgen una corona de oro si el joven Peñalvert se atreve a declarársele.

Manuel llega al funeral de Gervasio, Una larga procesión, al son de los cuetes, parte desde la Hacienda hasta el cementerio. El cochino Maligno ayuda a portar el ataúd. Antonia de negro con un ramo de flores blancas recibe llorosa a su amo, que la toma del brazo para acompañarla. De regreso, Manuel confiesa sentirse culpable por la muerte de Gervasio y deja caer ante Sixto y el sacerdote, y una criada que lo mira feo, que sospecha de alguien de adentro de la Hacienda.

En su cuarto, Antonia llora su orfandad abrazada a la levita de su padre. Manuel golea la puerta y entra. Le dice que sabe que ha quedado sola en el mundo, por lo tanto le ofrece la Hacienda como su nuevo hogar. Incluso desea que venga a vivir a la casa grande.

La muerte de Gervasio aproblema a Manuel quien decide suspender su luna de miel hasta conseguir un nuevo administrador. Por ahora tendrá que seguir con Benigno. Antonia baja y le ofrece seguir llevando los libros de contabilidad como lo hacía en vida de su padre. También le pide permiso para hacer venir a su antigua nana para que le haga compañía. Sin decirlo, la discreta Antonia indica la propiedad de tener otra mujer viviendo cerca de ella para evitar las habladurías. Sixto le pregunta a su amigo si a Mati no la pondrá celosa la proximidad de una mujer joven y linda como Antonia. Riéndose Manuel dice que le encantaría que Matilde se pusiese celosa, pero tal cosa no ha de pasar.

Nazario Y Maligno se enfrentan. Nazario ofrece callar el asesinato de Don Gervasio, pero abrirá la boca si vuelven a robar reses “Me puedes venadear” le dice a Maligno, pero no lo encontrará tan desprevenido como encontró a Gervasio. Maligno y el alcalde discuten la posibilidad de eliminar a Nazario. El Alcalde prefiere que lo hagan cuando Manuel se ausente en su viaje de bodas.

El General Peñalvert escribe al Gobernador agradeciéndole sus favores con Humberto y explicándole que su hijo ya ha encontrado trabajo. El Gobernador le envía una sorprendida respuesta. Ni ha visto a Humberto ni sabía que este le había solicitado un empleo. Esta es la gota que rebasa el vaso. A pesar de las suplicas de Augusta, Hilario expulsa a Greñaldo del hogar paterno.

Esa noche, Delfino le consigue a Adolfo un uniforme y un revolver. Al amparo de las sombras y con un trasfondo de música de Wagner, evaden la guardia y llegan al malecón desde donde Adolfo se arroja al mar, pero Delfino también lo sigue. Los guardias les disparan, ganan el bote y se suben a el, pero las balas silban sobre su cabeza. Adolfo se cae del bote. Aparece “Jaws”, un gran tiburón. Crescendo de Wagner. Corte, no sabemos si el escualo se zampó al Teniente Solis.

Renato y Humberto en un café. Betito se queja que esta viviendo en un cuarto lleno de chinches y piojos. Quiere que Renato le pida dinero a su hermana, pero Ramón controla la dote de Pilar. Greñaldo no quiere ir a donde Finita porque “esa mujer no me mueve nada”. Renato se ofrece ir él a sacarle dinero para Humberto.

Augusta, con una soberbia falda color pino y una chaqueta de encaje forrada con la misma tele verde, suplica a su hija que convenza a Hilario que acepte que Humberto regrese. Mati se niega terminantemente. Augusta comenta lo rebelde que está su hija. Pru la asusta diciéndole que quizás “se raje ante el altar”

Adolfo y Delfino sobrevivieron a los tiburones, llegan a la costa y hacen una fogata. Adolfo intenta convencer al guardia de que regrese. Ahora lo acusaran de deserción. Delfino le dice que hace rato que quería “pelarse”. Le cuenta como la leva lo reclutó a la fuerza, a la salida de una cantina. Dos años le tomó regresar a su hogar y para entonces su mujer y sus hijos habían desaparecido. Adolfo le dice que se irán a su finca. Allí encontrarán dinero y ropa y luego el irá por Matilde.