Capitulo 33. Toñita muestra el cobre y Catalina se
convierte en mi personaje favorito
Por: Maria
Elena Venant
MAÑANA SIGUIENTE
HACIENDA DE LOS HEREDIA Adolfo se ve muy cansado. Catalina se
despierta en la cama y se da cuenta que Adolfo la puso allí
(como que le da un poquito de vergüenza)
“¿Quiere comer?” le pregunta
“Quiero irme de aquí” dice él
“No se apresure”
Catalina se va al baño
SAN CAYETANO. Llega Silvano y le avisa a Manuel que los guardias
no encontraron a Felipe. “Que bueno” dice Manuel. Silvano le
cuenta que Graciano Reyes, asistente de Quintero desapareció y
que se rumora que un inspector viene en camino a investigar la
labor de Remigio. Se dan cuenta que Reyes era cómplice del
Alcalde y por eso huyó
HACIENDA HEREDIA. Catalina con una bandeja repleta de comida
avanza a su cuarto la ve su hermanita
“¿Todo eso vas a almorzar?”
Catalina le dice que si, que con el alboroto no pudo dormir y
luego que coma se echara una siesta. Entra y cierra con llave
dejando a Ma. Fernanda afuera
SAN CAYETANO. Rosario interroga a Silvano quien le dice que no
hubo problemas con la fuga y que dejó a Adolfo sano y salvo en
el Camino Real
Silvano le pide que por favor “No vaya a decir nada”
No se apure”
“Para Manuel no es bueno”
En su recamara Matilde reza. Rosario entra y le da las buenas
noticias. Matilde se pone feliz
HACIENDA HEREDIA. Adolfo se comió todo lo de la charola
“No puedo quedarme” le dice a Catalina
Ella le dice infantilmente que esto es lo más emocionante que le
ha pasado en su vida.. Adolfo se sorprende ¿Es emocionante tener
un prófugo oculto en su cuarto?
Tímida Catalina le confiesa algo
“Usted es el primer hombre que conozco.. Quiero decir, el
primero con el que he hablado con confianza”
Se sienten golpes en la puerta. Es María Fernanda. Su hermana le
grita que quiere dormir
“Pero si estás despierta” le dice MariFer.
A los gritos acude Clara y pregunta que sucede. Su hija menos le
explica que Cati está encerrada con llave
“Abre inmediatamente” ordena Clara. Adolfo desde la puerta del
baño saca un revolver
“Ya voy mamá” contesta Catalina nerviosa. Mete a Adolfo en su
armario
Entre toses abre la puerta
“¿Por que tardaste tanto?” Pregunta severa su madre
Catalina le dice que no pudo dormir y quería descansar. Clara ve
los platos sucios
“Menos mal que ya almorzaste”
Sale, pero le ordena a Cati que no se encierre con llave. De día
no es necesario
“Si te sientes mal no podremos entrar a ayudarte”
MariFe se tiende en a cama de su hermana pero esta la echa
sutilmente
“Solo quiero recostarme”
Apenas se va su hermana, saca a Adolfo del armario
“Necesito irme. No es justo que usted pase apuros por mi culpa”
Cati le dice que esta muy contenta de ayudarlos, pero decide ir
a investigar como esta el asunto allá afuera
SAN CAYETANO. Delfino viene a preguntar por Adolfo. En el patio
Manuel le cuenta que al parecer logró escapar
“¿Quedaron en encontrarse en algún lado?” Pregunta el médico
“No”
“¿No volverán a encontrarse?”
“Cosa de Dios”
En la bodega, Mati y Rosario revisan los víveres
“Estoy tan contenta” dice el ama “Manuel e quiere. Lo quiero
tanto Rosario. Nunca pensé enamorarme así. En un principio le
tenía un poco de miedo, pero poco a poco, me ganó Tiene su
carácter, pero es tan dulce, tan tierno” Nota que Rosario llora
emocionada, le pregunta la razón
“Me da gusto verla tan contenta” responde conmovida su suegra
HACIENDA HEREDIA. Catalina ve como se retira Quintanilla y sus
hombres. Piensan que Adolfo escapó, pero dicen que seguirán
patrullando los caminos
Catalina se acerca a su padre y le pregunta a quién buscaban. El
le responde que al administrador de San Cayetano ya que asesinó
al Alcalde Quintero. Cati le recuerda a Gregorio que Quintero
era un mal hombre y que quizás Santamaría se vio obligado a
matarlo. Su padre le dice que la huida de Santamaría es prueba
de su culpabilidad.
Catalina preocupada vuelve a su recamara y le dice al “Señor
Felipe” que los guardias se marcharon. El la nota preocupada
“¿Pasa algo?”
“Es que si mató a ese hombre.. Usted no es culpable ¿Por qué
esta huyendo?”
“La justicia no obra de la misma manera con los ricos que los
que no tienen nada como yo”
Comienza a contarle una historia, su historia
“Una vez conocí a un hombre. Un teniente de caballería cuya
única fortuna era su honor”
Le cuenta como “el teniente” conoció a una joven rica, la trampa
que le tendieron, el arresto en San Juan de Ulua sin pruebas,
sin proceso
“¿Ahora entiende que por qué no confoó en la justicia?” hay una
para los ricos y otra para tipos común y corrientes como él
“Usted no es ni común ni corriente” le dice Catalina conmovida
“¿Qué pasó con ella?”
El le dice que se casó con el rico “Entonces no lo quería” dice
Cati. Esto altera a Adolfo. Cati le explica que una mujer
enamorada mueve mar y tierra para encontrar al amado, no se casa
con otro tan fácilmente
“¿Qué pasó con el Teniente?”
Adolfo le dice que logró fugarse
“Dígame la verdad. ¿Ese hombre es usted?”
Adolfo piensa un rato y responde “no”
BARRANQUILLAS El Sargento Quintanillas se encuentra con Manuel.
Le dice que no encontraron a Adolfo, pero que ni crea que se va
a escapar Le avisa que por haber ayudado a un sospechoso tendrá
que acusarlo ante la autoridad.
“Haga lo que crea que es su deber”
HACIENDA HEREDIA. Don Gregorio se va a San Cayetano. Cati sube a
avisarle a Adolfo en el apuro se olvida de cerrar la puerta.
Entra su hermana y s encuentra con un hombre acostado en la cama
de su hermana y apuntándola con su revolver!!!!
“No te espantes” intenta tranquilizarla Cati “Es el Señor Felipe
Santa Maria, administrador de San Cayetano. Vino a visitarme”
“¿A visitarte? ¿Aquí en tu cuarto? ¿Solos?
SAN CAYETANO En la cocina, Mati esta muy en plan de patrona.
Probando la comida. Jacinta la interroga sobre Felipe. Fría y
seca, Mati dice que Santamaría renunció y se fue. Jacinta
insiste Matilde le dice que los rumores no son ciertos y se va.
Esta mini discusión ya la puso de malas y lo próximo termino de
agriarle el carácter
Ay Antonia, que torpe, que bruta. Esto para quien haya dicho que
Antonia, era fría y controlada y segura de si misma.
Ceferina ha tenido que irse a atender a su abuela enferma y
Rosario no se da abasto con el quehacer de la casa. Antonia esta
molesta por la lentitud de Rosario y por que Ceferina se fue.
(¡Niña! Ya tienes bastante con la administración de las
haciendas. ¿Qué tienes que andar revolviendo en el servicio
doméstico?)
Bueno Toñita se pone a palabrear a Rosario quien aburrida le
dice que ya esta vieja y no puede ocuparse de todo. Antonia
levanta la voz y se pone de tu a tu con Rosario. La acusa de
ladina, de gastarse el tiempo alcahueteando a la patrona y
termina diciéndole que si esta tan vieja que se largue puesto
que ya no sirve. Mati escucha todo y se empluma con razón. Entra
al salón y pone pintita a Antonia. Lo más suave que le dice es
“¡Tu no eres nadie aquí!” Le dice que no la haga arrepentirse de
haber pedido el puesto de administradora para ella. Y que la
próxima vez que tenga un a queja del servicio se la lleva a
ella. Matilde sube muy digna y deja a Toñita bufando y con ganas
de guerra. Ay esta chica se parece a los que cuando están
enojados patean perros. Mira a Rosario con odio
“¿Te dio gusto vieja ladina?
Rosario muy serena le da un consejo. Buen consejo Toñita y tú te
lo buscaste.
“Si usted quiere durar aquí, no se ponga en contra de la señora.
Un hombre enamorado sólo ve por los ojos de su esposa”.
HACIENDA HEREDIA
Catalina y María Fernanda hablan a solas. Esta última esta
escandalizada.
“¿Has perdido el juicio? ¿Cómo entró?”
“Por la ventana”
Catalina habla con el corazón en la mano
“Déjame decirte algo. ¿Me quieres?” Fernanda dice que si
“Sabes que estoy enferma. Anoche oí a mi papá hablando. Mi
enfermedad no tiene cura. Me voy a morir”
Su hermana llora. Catalina también
“Nunca voy a tener esposo o hijos. El Señor Felipe es educado y
gentil. Es el primero con el que he hablado más de dos palabras.
Me he enamorado de él”
“Entonces no es la primera vez que se ven
“Nos hemos encontrado otras veces en el campo”
Fernanda se escandaliza. Sus padres no permitirán que Catalina
se case con un simple AdminIstrador “Antes te meten a un
convento”
Catalina no es tan ambiciosa. No sueña con el matrimonio solo
“con sentir lo que es el amor” “No eches a perder mi felicidad”
le suplica a su hermanita“¡Jurame que no vas a decir nada!”
“¿Vas a seguir con él?”
“Ya se va“Júrame que vas a guardar mi secreto”
“Te lo prometo. Te lo juro”
SAN CAYETANO. Alcoba de Antonia. Esta echa sapos y culebras
contra Matilde
“No sabe como me humilló” le dice a la bruja “Y además la india
ladina se permitió darme un consejo”
“Tiene razón” dice Damiana Le dice que puede meterse con las
criadas, pero no con Rosario quien se ha granjeado la simpatía
del ama
“Las odio a las dos” resopla Toñita
“Si reinita, cálmate. El patrón y el ama están de luna de miel y
además ella esta embarazada. No te conviene pelearte con ellos”
“Quiero que se larguen” grita la administradora
“¡Cuanta vehemencia!”
“La aborrezco. Y ella me odia”
“Te sabe su rival. Te tiene miedo”
“¿Usted cree?”
“Sabe que su marido siente predilección por ti. Debes tener
paciencia”
HACENDA HEREDIA. Catalina le pide al peón Martín que le apreste
su calesita quiere dar un paseo.
SAN CAYETANO: Gregorio Heredia llega y al no encontrar a Manuel
informa a Matilde de lo sucedido en su hacienda la noche
anterior. Matilde se agita al saber que Adolfo sigue prófugo.
Imprudentemente se pone a defenderlo con ímpetu y le cuenta a
Heredia de cómo salvó la vida de Manuel y del plan de Quintero.
HACIENDA HEREDIA. Catalina llega a su cuarto.
“La estaba esperando para despedirme. He abusado de su
gentileza” dice Adolfo mientras observa los cuadros pintados por
Cati
Ella le dice que se irá en coche. Es menos sospechoso que un
jinete. Le explica como salir como cruzar los sembradíos hasta
un atajo donde ella lo estará esperando con su calesita
“Se conducir” le dice ufana
“¿Cómo se va a volver?” pregunta Solís alarmado
“Caminando” al parecer no esta lejos
“Con la vida no podré pagarle lo que hace por mi” le besa las
manos La pobre tose de la emoción. Adolfo, como el Zorro, salta
por la ventana
SAN CAYETANO. Llega Manuel justo para acompañar a Heredia que se
despide. En el patio se encuentra con Delfino
“¿Usted sabía que Quintero quería matarme?”
“No”
“Que extraño. Santamaría me dijo que usted estaba presente”
“No me acuerdo” responde Delfino turbado
“Donde se conocieron usted y el Sr. Santamaría?”
“En la capital”
Manuel se retira, antes le dice que está feliz de que Santamaría
se haya ido puesto que quien tiene un comportamiento tan extraño
seguramente esconde algo.
Manuel entra a la casa donde su mujer le reprocha no haberle
contado que Adolfo esta siendo perseguido
“¿Para que te iba a decir? ¿Para verte tan nerviosa? Ningún
hombre le gusta que una mujer se interese tanto por otro”
Matilde comienza con sus mañas
“Ya, Ya, Ya le dice impaciente su marido El no quiere discutir
“No debiste contarle a Heredia” Matilde dice que es necesario
que sepan que Adolfo le salvó la vida, no se da cuenta que al
hacerlo lanza sospechas sobre Manuel (es tan zopenca la pobre)
Manuel le dice que matar un funcionario no es cualquier cosa.
ATAJO AL CAMINO REAL. Llega Cati en su cochecito. Aparecen dos
soldados por el camino justo cuando Adolfo sale de un maizal. Lo
interrogan “¿Quién es usted?” Silencio. De pronto la despierta
Catalina se le ocurre una idea
“Es mi esposo” grita
“¿Qué andaba haciendo?”
Una necesidad” Le responde hosco Adolfo.
El “esposo” de Catalina se sube a la calesa junto a ella.
“¿De dónde vienen?”
“De Ciudad Malta”
“¿Sin equipaje?”
“Nos robaron” contesta enojado Adolfo. El chichón que tiene en
la cabeza, producto de su caída de la carreta parece indicación
de un asalto. Parten hacia el Camino Real, pero los soldados los
siguen obligándolos a continuar viaje
“Esos necios nos siguen” dice Adolfo preocupado Me preocupa
mucho. Estamos muy lejos de su casa” Su esposa no parece estar
preocupada ¡Que pílla!
“Es arriesgado” se lamenta Santamaría “No debí comprometerla”
HACIENDA HEREDIA. María Fernanda busca a su hermana. Martín se
sorprende al verla. Creyó que iba a acompañar a su hermana “¿A
poco se fue sola?” “No se” responde MariFer y sale corriendo.
Llega su padre que le cuenta a su esposa como Quintero quiso
matar a Manuel. Adolfo lo mató, Manuel se rehusó a entregarlo y
lo sacó escondido de su hacienda. Clara esta preocupada por
tanta violencia. Quiere que vuelvan a la capital y que el doctor
francés atienda a Catalina
“Siempre existe la posibilidad de un milagro”
SAN CAYETANO. Damiana le anuncia a Antonia
“Ni modo mi reina tendremos que comer en el cuarto. La Señora va
a bajar”
Antonia se enfurece y su ana la consuela
“Con ella enfrente los guisos nos sabrían a veneno” eso le
recuerda a algo
“¿Qué vas a hacer con la botellita?”
“La voy a tirar” dice su “reinita” con cara de culpable
“¿Entonces por qué la trajiste?”
“Se me hizo fácil dice Antonia desalentada “Pero ahora.. ¿Usted
se atrevería?”
“Y tú?”
“Yo no” dice firme Antonia
“No la tires” le aconseja Damiana
En su alcoba Manuel interroga a su esposa
“¿Todavía no te baja la regla?”
“No
“Entonces estás embarazada ¿Quieres que te revise?”
(Eso, jueguen al doctor)
Matilde se ruboriza “Me daría vergüenza”
Soy tu marido. Es normal que conozca tu cuerpo como me gustaría
que conocieras el mío”
Matilde se vuelve avergonzada “No hablemos de eso” (¡Uy! Estoy
segura que mi nuera no se negaría)
“Mi Matilde. Tan tímida, tan vergonzosa, tan prejuiciosa. Se que
te gusta que te acaricie”
“Pero no se dice”
“No se dice, pero se hace” dice el doctor Fuentes Guerra
convirtiendo las palabras en hechos
“Es impropio. Te gusta avergonzarme”
El se queja de la educación que dan a las mujeres que las llena
de miedos y prejuicios
“Me da pena hablar de eso”
“Eres tan linda. Me gustas con tus arrebatos y tus sonrojos”
EN UNA POSADA EN EL CAMINO REAL
“Aquí me paro” dice Adolfo
Los soldados pasan de largo
“Tengo hambre” dice Catalina
Se sientan en una mesa. Están lejisimos de la hacienda. Catalina
tiene un plan
“Vamos a Ciudad Santiago. Ahí vive mi madrina”
Adolfo se sorprende
“Lo he pensado” dice la niña “He decidido irme con usted”
Adolfo se escandaliza
“¡De ninguna manera!” Ahora mismo la regreso a la hacienda. Diré
que la obligue”
“Y después que?” pregunta sensatamente Cati “Sería el cuento de
nunca acabar”
“¿Tan desagradable me encuentra?” pregunta su “esposa”
“Usted es un ángel” le asegura Adolfo “Es una locura”
“Siento que me he enamorado de usted” confiesa la Srta. Heredia
“Hace unas horas usted me dijo que ni con la vida podría
pagarme. No pido su vida. Sólo unos meses, unas semanas”
Adolfo la mira asombrado “Ayer oí a mi padre hablar de mi
enfermedad. Me voy a morir. Le pido. Déme un poco de felicidad”
¿QUÉ TIPO DE HOMBRE PUEDE NEGARSE A ESTE RUEGO?
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