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Amor Real

Capitulo 13º

Capitulo 13.- Capítulo muy desgastador

Por: Maria Elena Venant

Este capítulo consumió mucha de mi energía, tuve un desgaste emocional de irritación al ver que todos apoyan a Mati y critican a Manuel. Entiendo que Matilde debe resultarnos antipática para resaltar su cambio, pero me enferma que todos en la novela la justifiquen cuando su comportamiento es incoherente.

El Padre Urbano solicita empleo para Rosario, pero Manuel, reconociéndola, decide negarse por temor a que vuelva a ayudar a Mati a huir. Llega Matilde. Manuel la presenta con el Padre Urbano. Mati reconoce a Rosario y al saber que su esposo le niega empleo, pide que contraten a Rosario como su camarera. Manuel le dice que ya tiene a Ceferina. Matilde toda modosa, le hace ojitos y le suplica. Manuel accede (Eso es lo que me enferma la capacidad de Mati de fingir y no reconocerlo). A solas Damiana comenta que Manuel debe querer mucho a su esposa para consecuentarla así. Despectiva, Mati dice que Manuel no quería quedar mal con los presentes ¡Ingrata!!!

A solas, el Padre Urbano recrimina a Manuel por su comportamiento con Mati. Ha caído rendido ante el encanto angelical de Madame Fuentes Guerra y ve a su ahijado como único culpable de la situación. Lo único importante de esa discusión es que Manuel admite que Matilde era virgen.

Antonia ha aligerado su luto con un cuello de encaje blanco y lazos blancos en su vestido negro. Manuel le comunica que Matilde no se hará cargo de la casa y que ella Antonia seguirá ocupando ese puesto. Las criadas reciben a Rosario con cariño, le hablan mal de Antonia y le cuentan que está enamorada de Manuel. Llega Antonia quien interroga con voz dura a Rosario y le dice que Manuel quiere hablar con ella. Rosario se escabulle asustada. Antonia comenta la actitud de la nueva criada. Las otras le dicen que es ella la que asusta a la gente al hablarles golpeado. Antonia les comunica que ella seguirá a cargo de la servidumbre y que si a Matilde no le gusta, se tendrá que aguantar.

Manuel comete el error de habar con la nueva sirvienta en el pasadizo debajo de la escalera. Le dice enojado que ni se le ocurra ayudar a Matilde a huir. Mati que esta escuchando todo baja hecha una fiera y arremete verbalmente contra su marido acusándolo de meter a terceros en conflictos que solo les atañen a ellos dos. Rosario se va. Manuel, recordando los consejos de su padrino, le pide con voz suave que hablen. Matilde altanera le dice que lo único que tienen que hablar es sobre el hijo que quiere Manuel para dejarla libre. Acepta tenerlo. Manuel sarcástico se sorprende. No sabía que una niña tan fina y tan cristiana estuviera dispuesta a regalar a su hijo. Matilde avergonzada comienza a subir la escalera. Manuel le grita que acepta el trato. (¡Ingenuo! ¿Le crees?)

Manuel recibe un telegrama (otra equivocación es un mensaje de telégrafo. No se llamaban telegramas, sino despachos) que le avisan que pronto llegara el nuevo administrador y el equipo quirúrgico para el hospital. En la cocina, las criadas siguen informando a Rosario. Le cuentan que Matilde no come y que Manuel es muy buen patrón y no golpea a los peones. Eso pone feliz a Rosario.

En Ciudad Trinidad, Greñaldo recibe visita de Renato con 100 pesos que le quito a Finita. Renato le dice que ya no pueden seguir exprimiendo a la solterona. Humberto se desespera ahora él está obligado a colaborar económicamente con su familia, pero no quiere casarse con la Fea. Al hábil Renato se le ocurre una solución: una boda falsa

Esa noche, Mati vuelve a intentar huir. Logra llegar hasta el portón pero cuando intenta quitar la tranca es detenida por Rosario. Matilde le da un ataque histérico chilla “Me quiero ir, Me quiero ir”. Rosario le dice estar segura de que Manuel es buena persona. “No entiende” aúlla Mati “¡El me comprooo!!!!”

Manuel entra en la alcoba de Mati (seguramente a hacer el hijo) y no la encuentra. Rosario consigue llevar a su nuera a un lugar apartado donde Mati le cuenta su historia, poniendo a Manuel como un Diablo, e incluso contándole que la violó. Rosario esta aterrada. Le dice que el Padre Urbano le ha dado excelentes referencias de Manuel. Mati venenosa dice que el sacerdote no conoce a su marido.

Manuel despierta a Benigno y preparan una batida, temen que Matilde pueda encontrarse con los bandidos. Tocan la campana de alarma, pero Rosario se les aparece y les corta el camino agitando los brazos (parece Jane Seymour en la entrada de Dr. Quinn) les dice que Matilde salió a tomar el fresco y ella la acompañó. Manuel se lleva su mujer a la casa.

Las criadas y Antonia despiertan por el alboroto. Antonia va al cuarto de Rosario y la encuentra con las joyas y la ropa de Matilde (su equipaje de huida). Antonia la acusa de ratera y hace que la encierren. Al día siguiente la acusara con Manuel. El Dr. Fuentes Guerra, que no es nada tonto, se da cuenta que su traidora mujercita pretendía huir. Le dice que tenga cuidado. Huyendo en la noche solo se expone a encontrarse con gente desagradable, “incluso mas desagradables que yo” añade.

Al día siguiente, Ceferina le lleva el desayuno a Mati quien pregunta por Rosario. Al enterarse de lo sucedido, se viste y sale al patio y pone de punta y media a Benigno y a Antonia. Cuando esta le dice que Manuel la ha dejado a cargo del servicio, Mati le responde que ahora ella da las ordenes. A Benigno le grita que cuando le hable se baje del caballo, quite el sombrero y la trate con respeto “Yo mando ahora” dice la Sra. Fuentes Guerra “Cuando doy una orden, espero que se me obedezca”. Las criadas están felices al ver a Antonia humillada

Nota. Las criadas están felices porque han sido abusadas por Antonia, como publico conocedor de la ruindad de Benigno también simpatizamos con Matilde. ¿Pero es la actitud de Mati coherente, fiel a su personaje o a la imagen que ella quiere proyectar? Si ella misma se negó a ocuparse de las obligaciones de la casa, ¿Por qué ahora las toma arbitrariamente? ¿Por qué maltrata a Antonia y a Benigno que nada le han hecho y que solo cumplen ordenes? ¿No se esta comportando tan abusivamente como el esposo que aborrece? ¿Además de donde una timorata cobarde saca esos bríos? ¿No esta imitando a Augusta? ¿Por qué mejor no se gana la simpatía del servicio para poder conseguir ayuda para huir? ¿Por qué ofende a Benigno y a Antonia en cambio acepta las zalamerías de la alcahueta de Damiana?

Antonia, dolida y con razón, va en busca de Manuel y le cuenta lo ocurrido incluyendo la forma en que Matilde la ofendió y desautorizo delante de los criados. Manuel reclama a Mati que exige hablar a solas con el. Mati humilde (ven como finge) le cuenta que la ropa y las joyas eran de ella. Sube la escalera cabizbaja (tiene puesto un vestido impresionante color lavanda, escotado con falda de tres volantes sobre una enagua estampada). Manuel la detiene y con voz suave le dice que tiene cosas que decirle.

Antonia, después de la humillación de Mati quiere irse. La Nana le recuerda que no les será facil encontrar abrigo en otra casa y empleo. Antonia despechada dice que es capaz de matar a Mati.

Juan Álvarez ha perdido la guerra. Baranda ha tomado Santiago. Adolfo esta feliz puesto que con todas las revueltas que se formaran nadie los buscara. Sus planes son llevarse a Matilde al Sur, hasta la península (¿Yucatán?) y cruzar la frontera.

Benigno recibe la carta para Matilde (la de la tía Pru) y se la muestra al Alcalde. Descubren que es hija del General Hilario Peñalvert. Despectivo el Alcalde recuerda que Don Hilario era partidario de Juan Álvarez.

En Ciudad Trinidad, Augusta y Pru reciben la visita de una feliz Pilar. ¡Ganaron los nuestros! El General no esta muy contento. Esta preocupado por su hacienda. Cree que Greñaldo debe ir para vigilar que no la invadan o saqueen. A Pilar se le ocurre decir que no sabía que Renato tenía un negocio y mucho menos que Humberto fuese su socio.

En San Cayetano, Jacinta y Ceferina comentan el desplante de Matilde. Pero Jacinta no cree que el poder de la nueva ama prospere, puesto que no duerme con el patrón. Llega el Padre Urbano preguntando por Rosario. Esta todavía está encerrada. El sacerdote va a verla. Rosario le reprocha haberle mentido sobre Manuel. Su hijo es malo, abusó de Mati. El sacerdote le cuenta la versión de Manuel y Rosario dice “¡Pobres los dos!”

En su despacho, Manuel intenta contarle su versión a Matilde, pero esta no le cree y se porta muy grosera. Lo acusa de haber tentado a Augusta (¡Por favor!) y de haber encerrado a Adolfo. Manuel le dice que el no es tan mezquino para hacer eso. Desesperado va hasta la ventana. Contrasta su actitud conciliatoria con los accesos de Matilde, que fiel a su bipolaridad de pronto cambia a suplicante. Le dice que el dialogo no es posible entre ambos puesto que hay mucho rencor entre ellos. ¿Qué caso tiene seguir? ¡Déjeme ir! Le suplica. Agotado, Manuel dice “Tal vez tengas razón”. Matilde le agradece con calor y sinceridad