Anatomía del Depredador.

Gran parte de lo que podemos suponer sobre los depredadores viene dado según sus preferencias sobre las víctimas.

Con anterioridad al año 1994, el Congreso de los EE.UU. nunca le requirió a la policía la elaboración de estadísticas sobre acoso junto con los otros datos criminales.

En 1994, dicho Congreso remedió esta carencia. Por lo tanto, con anterioridad a esta fecha los datos son poco precisos.

Además de lo dicho está la posibilidad de que muchos de los incidentes de acoso no se notifican, o no se acometen con la debida seriedad, y esto provoca que las estadísticas no sean del todo correctas.

El acoso en sí mismo, y esa forma de comportamiento, es tan antiguo como la humanidad. Solo que han variado los métodos, y de hecho, lo novedoso está en que lo tratamos como un tipo de comportamiento diferenciado.

Durante y desde la década de los años 80 hemos oído muchos relatos de casos de acoso. Acosadores de famosos, por ejemplo, como el joven que intentó asesinar al presidente para impresionar a Jody Foster o la mujer que asegura ser la esposa de David Letterman.

La "esposa" de David Letterman tiene verdaderos problemas. Ella sigue entrando en la propiedad de David, incluso conduce su vehículo. La arrestan. No puede parar.

¿Está enamorada? Puede ser. Diríamos que está obsesionada.

La película "Fatal Attraction" de Michael Douglas y Glenn Close, trata un asunto de acoso obsesivo-sentimental. Es una película que ya tiene años. También se pueden examinar los argumentos de "Cape Fear" y "Sleeping with the Enemy".

Las definiciones legales del acoso varían dependiendo del estado, intentando encajarlo en su código como delito tipificado.

A pesar de la variabilidad de las definiciones, la mayoría tienen en común lo siguiente: el acoso provoca que la persona tema por su seguridad.

Esto es algo vago y difuso, y te das cuenta de ello cuando coges todas las leyes e intentas obtener de ellas una sola definición.

Existe un informe que se puede consultar, si está disponible en su biblioteca, "The National Violence Against Women Survey" (EE.UU), autoras: Patricia Tjaden y Nancy Thoennes.

En 1990, California fue el primero de los estados de los EE.UU. que tipificó el acoso como figura criminal. Hay muchos famosos en California, pero no es necesario serlo para ser víctima del acoso.

La figura legal del acoso establece la condición de se produzca el acoso o amenaza de la seguridad de otra persona.

Antaño, la mayoría de estos comportamientos se consideraban como Violencia Doméstica, y a propósito, puede que aún sea así.

De hecho, cerca del 80% de los casos de acecho relacionan a personas con antecedentes sentimentales o personales con la víctima, ANTES de producirse el acoso.

Hablemos del depredador, y cómo reconocerlo.

En términos demográficos, el depredador puede ser hombre o mujer. Sin embargo, hay que saber que en el 75-80% de los casos de acoso son hombres que acechan a mujeres.

La mayoría de estos hombres son jóvenes o de mediana edad. La mayoría tienen un coeficiente de inteligencia superior a la media.

Pertenecen a cualquier tipo de estrato social, sector laboral y tipo familiar. Cualquiera puede acosar.

Y cualquiera puede ser la víctima.

No existe un perfíl psicológico simple para los depredadores. El psicólogo que estudia este tipo de asuntos considera que cada persona que acecha es diferente. Significa que es muy difícil establecer categorías, así como lo que respecta al comportamiento.

Unos de los campos jurídicos es el que estudia el comportamiento criminal. Se denomina psicología forense. Son los que actualmente están estudiando qué es lo que identifica como tal depredador.

Lo que han hecho los psicólogos forenses es dividir a los depredadores en dos grandes categorías: los que acosan por obsesión sentimental y los que acosan obsesivamente.

La mayoría de los casos que se oyen en las noticias son obsesiones sentimentales, que sólo son la quinta parte de los casos de acoso. El que acosa a los famosos es un obsesivo-sentimental, pero éstos también persiguen a personas como tú y como yo.

La mayoría de los que acechan por obsesión sentimental sufren desórdenes mentales, como esquizofrenia o paranoia. Incluso sufriendo cualquier otro tipo de desequilibrio mental, todos ellos tienden al comportamiento y pensamiento delirante.

La mayoría de estas personas son, tristemente, duras de desarrollar el trato social normal, incapaces de mantener relaciones personales normales en la forma que consideramos socialmente aceptable. (Cítas, etc.)

De esta manera, se mueven en un mundo de fantasía con gentes que no conocerán nunca. Se construyen escenarios y luego actúan en estos como si se tratase del mundo real.

La mujer que acosó a David Letterman tenía totalmente asumido que ella era su esposa. Incluso sin el menor reparo, subió a la casa de David portando a su propio hijo para que jugara en ella.

Fue arrestada una vez tras otra y pasó un tiempo en prisión y en instituciones de salud mental, tanto por el acoso a David Letterman como al astronauta Story Musgrave, En dichas instituciones se le diagnosticó esquizofrenia y se suicidó en 1998 dirante un ciclo depresivo de su enfermedad.

Estos depredadores obsesivo-sentimentales no sólo tratan de vivir en su fantasía. Esperan que la víctima la viva también. Procuran por todos los medios hacer realidad su fantasía, y desean que la relación sea lo que ellos quieren que sea el amor.

Pero cuando la víctima no quiere seguir el juego, los depredadores pueden amenazar o intimidar, o usar otra forma de presión para que la víctima haga lo que ellos desean.

Si las amenazas e intimidaciones no funcionan, la agresión puede ser el siguiente paso. Interpretan que si no pueden ser parte de la vida de la víctima en el buen sentido, lo serán en el malo.

Podrían llegar a asesinar a su víctima, intentando apropiarse del resto de la vida de sus víctimas.

La mayoría de los casos de acoso los realizan depredadores simple-obsesivos. Pero no nos equivoquemos, "simple" no significa que se les pueda parar fácilmente o sean menos peligrosos.

El 70-80% del total de casos de acoso pertenecen a esta categoría.

Como ya dijimos antes, es frecuente en estos casos que previamente existiera una relación personal o relación romántica.

Estos depredadores puede que no tengan graves desequilibrios psicológicos, esquizofrenia o paranoia, como los obsesivo-sentimentales. Pero obviamente algo no les funciona bien. Sin duda alguna, tienen problemas de personalidad.

La psicología forense, que estudia el fenómeno del acoso, intentó enumerar algunas trazas comunes de personalidad para los depredadores del tipo obsesivo simple.

Aquí tenemos lo que dícen sobre los depredadores obsesivos simples:

Inmadurez emocional
Ineptitud social
Incapaces de mantener relaciones
Celosos
Son inseguros Sufren de baja autoestima

Encajan muchas personas aquí, ¿verdad?

Muchísimas personas...Actualmente se calcula que existen 200.000 depredadores en América, en una población de 250 millones, es el 0.08% de la población de EE.UU: en otras palabras, 1 depredador por cada 1250 personas.

La autoestima de este tipo de depredadores depende en gran medida de su víctima. A menudo, intentan aumentar su autoestima dominando o intimidando a la víctima. Ejercen presión sobre su víctima en un intento de descargarse de la presión de su propia vida.

Sin su víctima, este tipo de depredador queda impotente. Algunos de estos depredadores procuran controlar TODOS los aspectos de la vida de sus víctimas.

...Si pueden salir y cuándo
Si tienen dinero y cuánto
En qué se gastan el dinero y cuánto pueden gastarse
Con quién pueden hablar, incluyendo los miembros de la familia (y puede incluir contactos en linea)
Con quien se pueden asociar, incluyendo amigos y familiares
Si trabajan o no fuera de casa
Cuando pueden buscar diversiones
Cuales pueden ser esas diversiones

El depredador puede cambiar las normas de control en cualquier momento y sin avisar, y exige que la víctima las cumpla sin protestar.

La víctima es la principal fuente de autoestima del depredador. Si la víctima abandona por propia decisión o a la fuerza, el depredador puede sentir que su propia vida carece de valor.

Es parecido a lo que ocurre en muchos casos de violencia doméstica. Los depredadores son más peligrosos cuando se les separa de sus víctimas: cuando se les priva de su fuente de autoestima.

Lo que más teme el depredador es perder a la víctima.

A menudo los casos de acoso derivan de casos de violencia doméstica. Son los casos de acoso más comunes hoy en día. También son los que en mayor medida acaban en muerte (de la persona a la que se acosaa).

Las víctimas de la violencia doméstica que deciden abandonar una relación abusiva, corren un 75% más riesgo de ser asesinadas por el depredador que otras personas que dejan una relación.

De esta forma el depredador mantiene alejado el temor de la pérdida de su propia dignidad. Y al mismo tiempo la víctima mantinene alejado el temor por su vida o su seguridad. Es muy difícil abandonar una relación con violencia doméstica.

Dijimos que todos los depredadores son diferentes y difíciles de encasillar. Pero la psicología forense intenta por todos los medios identificar los modelos.

Ya que el acoso es muy similar a la violencia doméstica, si lo que quieres es una fórmula para entender dicho comportamiento, para empezar querrás investigar sobre la violencia doméstica.

El comportamiento de acoso normalmente comienza cuando se frustran los intentos del depredador hacia su víctima. No hay diferencia si hubo una relación previa que ellos desean que continúe, o si lo que quieren es iniciar una nueva relación con la víctima.

El depredador probablemente emprenderá un "período de cortejo", por ejemplo, enviando cartas de amor (o emails), regalos, golosinas, o flores. Intentan demostrar su amor.

Cuando el depredador intenta el envío de flores y golosinas o cualquier forma de cortejar a la víctima, si ésta no los acepta o no agradece estos intentos, a menudo el depredador opta por continuar con la intimidación.

Es parecido al modelo obsesivo-sentimental. La intimidación por sí misma no se justifica. Los celos no tienen sentido.

Los contactos aumentan en número, y ser vuelve más celoso con el tiempo. El depredador puede mostrarse celoso de la familia, amistades, compañeros de trabajo, niños, o aficiones de la víctima.

En poco tiempo los celos se transforman en acoso incesante. El acoso se convierte en amenazas. No tienen por qué ser amenazas directas como: "Te voy a matar".

Las amenazas pueden ser implícitas, como la acción de pasarse un dedo por la garganta, lo que implica la muerte con un cuchillo, o "Hazlo, si no..." La coletilla "si no..." no tiene por qué decir claramente algo para que la víctima sienta temor y obedezca.

Cuando el acoso alcanza este punto normalmente acaba en agresión o asesinato.

Lo que hacen es...no pueden recuperar esa sensación de poder a la que su autoestima está tan estrechamente ligada. Por lo tanto, para recuperar ese poder, esa sensación de tenerlo todo bajo control, recurren a la agresión y de esa forma reafirman su capacidad de dominio.

Como en el caso de los depredadores obsesivo-sentimentales pueden llegar a asesinar a su víctima como último recurso en el intento de dominar. La forma de pensar parece ser la siguiente:

Te demostraré cuánto te amo
Haré que me ames
Si no me amas, nadie más te tendrá

Por supuesto, no todos los acosos serán o seguirán una pauta tan clara. Puede que muchos depredadores nunca pasen de la etapa de las flores y las golosinas. Otros van de las flores directamente al asesinato.

Algunos dan marcha atrás y después vuelven a la carga. Es muy común que después de las amenazas, violencia e intimidación se continúe con la fase de galanteo siguiendo un patrón repetitivo.

Como nos es imposible saber qué hará cada depredador, tampoco sabemos cuándo lo hará. Algunos depredadores cumplen con el modelo descrito de comportamiento en unos cuantos días. Otros pueden tardar años entre una fase y otra.

Para la víctima es importante conocer la consideración legal que se tenga sobre el acoso en su propio estado o país. Se puede encontrar mirando la guía telefónica o consultando a un abogado. Yo miraría en la guía telefónica, en la parte de asistencia a víctimas.

Protéjase del acoso en la Red, conozca las normas de seguridad en la Red:

No conteste a las provocaciones (provocación Online)

Elija un nombre neutro, asexuado (que no denote si es hombre o mujer)

No coquetee (flirtear) en la Red, a menos que esté preparado para las consecuencias

Es como la vida real. Si, tiene derecho a ligar. Y tiene derecho a utilizar un apodo sexy. A veces es más conveniente la sensatez y no ejercer todos sus derechos al mismo tiempo.

Grabe los mensajes ofensivos y notifíqueselo a su proveedor de servicio. Abandone la situación hostil en la Red, desconéctese o navegue a otra parte.

No proporcione ningún dato personal propio, o de ninguna otra persona.

No hable con desconocidos.