La comunidad internauta, tanto a nivel internacional como nacional reivindica
con mucha fuerza la libertad de expresión y de navegación o consulta. Ante
esto planteamos lo siguiente:
1. La lucha contra la pornografía infantil no implica promover la censura, sino
manifestarse a favor de derechos humanos y de la persecución de un delito
altamente perverso. Censurar, negar el acceso a determinados espacios, es un
acto inútil ya que existen múltiples recursos para burlar las restricciones y
conseguir aquello que la censura hace mas apetecido. Pero si es necesario
perseguir a los sostenedores y abastecedores de pornografía infantil.
2. Combatir la pornografía infantil no es sinónimo de ataque a otras
expresiones de erotismo que se divulgan a través de la red. Si bien la
pornografía infantil es parte de una corriente de producciones gráficas de
sexo explícito, esta conlleva un delito especifico y de la máxima gravedad: el
abuso por parte de adultos hacia niñas, niños y adolescentes, que son
inducidos a realizar practicas sexuales ya sea bajo amenaza del uso de la fuerza
o mediante la manipulación sicológica (incluyendo la colaboración "voluntaria"
con familiares o personas cercanas que disfrazan las practicas sexuales como
juegos)
3. Esta lucha primero busca hacer conciencia y luego el castigo de los
pornógrafos. El auge de la pornografía infantil, junto con ser un negocio
sostenido por organizaciones delictuales, es también expresión de factores
culturales y sociales que tienden a facilitarlo e incluso promoverlo: el
maltrato infantil en los hogares, el culto a los cuerpos jóvenes vinculado a su
uso con fines de publicidad comercial de niños y pre- adolescentes, etc. La
pedofilia no solo es una patología individual, sino también epifenomeno
fuerzas culturales y sociales que la incentivan.
Es la conciencia de las personas la herramienta fundamental para detectar,
denunciar y luego castigar estos actos perversos. No podría ser de otro modo,
ya que la extensión y variedad de Intenet hace muy difícil, por no decir
imposible, su vigilancia por parte de las autoridades. Los usuarios pueden
colaborar entregando la información que permita la detención de los
delincuentes. (véase capitulo de Procedimientos)
4. La lucha contra la pornografía infantil debe respetar el derecho a la
privacidad que es un bien muy valorado en Internet. Por consiguiente no se puede
aceptar medidas que tiendan a masificar la intromisión en la privacidad de la
gente, salvo de aquellos usuarios sobre los cuales se tengan fundadas sospechas
de traficar con pornografía infantil
Se debe considerar el fuerte rechazo que provocan los intentos de censurar
mediante acciones de fuerza:, como son el hackeo y terrorismo viral. Aquellas
organizaciones y anónimos que promueven el hackeo o la transmisión de virus
adosados a archivos binarios (sorpresitas como el happy99 o similares) son
fuertemente repudiadas porque mas que afectar a los proveedores mas peligrosos,
provocan daños a usuarios desprevenidos, primerizos o simples curiosos.
La experiencia nos indica que amenazar a los pedofilos con virus no ha provocado
mayor efecto, salvo que los websites de los que amendrentadores fueron
destruidos por hackers al servicio de las redes de pornografía infantil. (destrucción
del sitio de la organización llamada "K.Santos", quienes amenazaron
con el falso virus "katiuska"). Tan rápido como se inventa un virus,
debe también inventarse un anti-virus ya que la contaminación no solo afecta
al o los pedofilos sino que puede extenderse en la red afectando a otros
usuarios, a empresas y servicios públicos.
Combate contra la pornografia infantil