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Personas de Barceloneta
que se han distinguido en
ARTE Y CULTURA


Don Jesús M. Rivera Rodríguez

Nació en Juana Díaz el 17 de julio de 1906, donde vivió muy poco tiempo. Es hijo de don Manuel De Jesús Rivera y doña Isabel Rodríguez. Sus progenitores, deseosos de buscar nuevos horizontes, se establecieron en el pueblo de Ciales, donde disfrutó su niñez. Allí empezó a moldear su personalidad al calor de sus padres, quienes fueron desarrollando en él el gusto por las cosas bellas de la vida y los valores espirituales.

Cursó su escuela elemental en la zona rural, donde enriqueció los conocimientos que mas tarde le permitieron graduarse de la escuela superior. Como todo adolescente deseoso de triunfar en la vida, inició su preparación profesional en la Universidad de Puerto Rico, donde se graduó del curso normal. El contacto con el ambiente de las grandes ciudades no fue capaz de transformar su espíritu campesino, al contrario, afianzó su sentido de responsabilidad para enfrentarse a la vida.

Su primera experiencia como profesional la adquirió en Barceloneta, en los barios Tosas y Pajonal, donde su espíritu de cooperación y la entrega total a su apostolado le ganaron la admiración y el cariño de sus discípulos y compañeros.

Muy joven contrajo matrimonio con la distinguida dama barcelonetense Lydia Reyes. De este enlace nacen seis hijos que hoy honran y prestigian a nuestro pueblo, entre ellos el destacado pintor Melvin Rivera Reyes, cuyo pincel creó el retrato incluido en esta biografía. Ejerció su profesión de maestro por 19 años en la ruralía norte, donde dió lo mejor de su vida por el bienestar de la juventud. Fue mentor de jóvenes que hoy se sienten orgullosos de haber tenido como maestro al Sr. Rivera.

Como líder cívico en Barceloneta, fue don Jesús un dedicado al escutismo. Su amor por la enseñanza, por forjar conciencia, le ganaron la estimación y el aprecio de la comunidad en general. Como premio a sus ejecutorias, recibió homenajes por parte de la comunidad de su pueblo. Fueron muchos los que orientaron sus vidas por sendas del bien gracias a sus consejos. Como servidor público, fue Auditor Municipal por años, donde el concepto de honradez y honestidad fueron sus principios. Como artista, fue don Jesús M. Rivera un connotado calígrafo, además de pintor y músico. Fue un padre ejemplar y honroso ciudadano.

Falleció el 8 de mayo de 1958.

Como homenaje póstumo, en recordación a su vida ejemplar, la escuela elemental urbana de Barceloneta lleva su nombre como símbolo de una vida dedicada con tesón al servicio público.


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