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Por Jessica Rosa Andino A sus 24 años soñaba con ser el primer receptor de los campeones Industriales de Barceloneta en el torneo de béisbol de la COLICEBA, así como lo era en la novena de los Patrulleros de San Sebastián en la Doble A. Ahora, pasó a ocupar la receptoría celestial. El joven pelotero Ricardo Hernández perdió la vida el pasado domingo en un accidente automovilístico ocurrido en el sector los Tubos de Manatí, luego de visitar a su novia. La muerte de este talentoso jugador ha causado dolor en el ambiente peloteril. El apoderado de Barceloneta, Luis Escobar, describió a Hernández como un joven humilde, sano, responsable, trabajador y dedicado. "Ricardo era un joven ejemplar. Trabajaba, estudiaba y en el poco tiempo que le sobraba ayudaba a un amigo en un negocio. Era muy servicial y le gustaba ayudar a todo el mundo", dijo Escobar. "En el equipo era un gran compañero. Siempre estaba apoyando y con una sonrisa en sus labios. Era muy valioso para nosotros y es una gran baja para el equipo, tanto como persona y como jugador", añadió el apoderado, quien se mostró afectado por la muerte de Hernández. Como parte de su historial de seis años con los Industriales, Escobar recordó que hace aproximadamente tres años "entró como bateador emergente en una serie final. En su turno conectó un imparable que fue clave para nuestro campeonato. Ese fue un momento bien importante para él". Escobar señaló que Hernández era el segundo receptor del equipo, detrás del veterano e integrante de la Selección Nacional, Efraín Nieves, y que en su última oportunidad en la receptoría bateó de 3-3. "Era muy fogoso en el juego. Siempre estaba atento y muy orgulloso de lo que había logrado. Estaba dispuesto a corregir sus errores y a aprender más en cada juego", afirmó Nieves, quien se enteró de la noticia en conversación con PRIMERA HORA. "No puede ser, si sólo tenía 24 años. El soñaba con ser el primer receptor del equipo y estaba trabajando para eso", fueron las expresiones de Efraín Nieves, mientras trataba de contener su llanto.
En el béisbol Doble A, Hernández comenzó en la temporada de 1992 con el equipo de Vega Baja, luego fue firmado por Florida y regresó nuevamente a Vega Baja en un cambio por el jugador Angel Lorenzana en 1997. Durante esa campaña, Hernández promedió .257 con 12 carreras impulsadas y un cuadrangular, mientras que en la receptoría acumuló un promedio defensivo de .964. Este año fue firmado por los Patrulleros de San Sebastián, con quien se desempeñó como receptor regular. "Ricardo fue tremendo receptor. Fue muy valioso en nuestro equipo y estaría nuevamente la próxima temporada. Es un pelotero en todo el sentido de la palabra y tenía mucho que dar aún", añadió Raúl Méndez, gerente general de San Sebastián. Por otra parte, el presidente de la COLICEBA, Saturnino "Nino" González, y el presidente de la Federación de Béisbol Aficionado, Osvaldo Gil, se mostraron muy dolidos con la pérdida del joven jugador. Hernández fue sepultado a las 11:00 de la mañana en el Nuevo Cementerio del municipio de Barceloneta donde decenas de familiares y amigos se personaron al barrio Imbery de Barceloneta para darle el último adiós al joven Ricardo Hernández, quien fuera el receptor del equipo de los Industriales.
Periódico Primera Hora
martes, 10 de noviembre de 1998
El receptor principal de los Industriales explicó que compartió mucho con Hernández, en las prácticas del equipo y en los entrenamientos. Además, lo describió como un joven con un gran futuro en el béisbol aficionado.
El joven receptor de los Industriales de Barceloneta, Ricardo Hernández, perdió la vida en un accidente automovilístico el domingo de madrugada en el área de Los Tubos en Manatí.

Ricardo Hernández Hernández nació en Manatí el día 6 de junio de 1974, natural de Barceloneta. Hijo de Diosdado Hernández Villafañez e Iris Hernández Valentín, ambos puertorriqueños residentes de Barceloneta. Sus hermanos son: Iris, Maribel, Miriam, Beatriz y Diosdado. A muy temprana edad, Ricardo mostró indicios de competencia y no le gustaba perder, incluso con sus hermanos, sin importar el juego que fuera. Es el deseo de competir y mejorar para ganar lo que hace que se convierta en un buen atleta luego. Su primer año escolar fue el Kinder Garden de la José Cordero del Barrio Palenques. De ahí pasó a la escuela elemental de la Comunidad Imbery, escuela intermedia Rafael Balseiro Maceira, escuela superior Fernando Suria Chavez, todas de Barceloneta, donde se graduó en mayo del 1992.
A la edad de once años se inicia en el deporte del béisbol con el equipo del barrio Fortuna de Barceloneta y a los doce años cambia para formar parte del equipo de Imbery. Al cambiar de categoría (trece y catorce años) lo seleccionaron para jugar en Dorado, donde continuó jugando hasta los quince años. A esa edad se integró a un equipo de la Doble A Juvenil del pueblo de Arecibo, donde fue seleccionado como el mejor receptor de la Selección Norte, representando a Puerto Rico en Santa Cruz, California. A los dieciséis años regresa a formar parte del equipo de Dorado y a los diecisiete firma en la Doble A con Vega Baja, Florida y San Sebastián, en años consecutivos. Ingresa a la Universidad Arizona Western College, donde se convierte en jugador colegial de béisbol. Al regreso de colegio se integra en la liga de béisbol Coliceba, donde comienza siendo parte del equipo del pueblo de Orocovis. Es de ahí que regresa a su pueblo a formar parte del equipo de los Industriales de Barceloneta.


