Site hosted by Angelfire.com: Build your free website today!

neruda.jpg (12926 bytes)

Pablo Neruda o, mejor dicho, Neftali Ricardo Reyes Basoalto, nació en  Parral, Temuco, Chile el 12 de julio de 1904. Hijo de Rosa Basoalto quien muriera poco tiempo después del nacimiento de su hijo y de Jose del Carmen Reyes.
Para publicar su primer libro, Pablo Neruda hubo de vender sus pertenencias y aceptar la ayuda económica de alunos de sus amigo, entre ellos el crítico chileno Hernan Diaz Arrieta.
En 1910 ingresó al Liceo de Temuco, en el sur de Chile, donde terminaría sus estudios secundarios diez años más tarde.
Su poema "Hombre" que aparece en 1920 es el  primero que firma con su seudónimo: Pablo Neruda.
En octubre de 1921 logra su primer triunfo literario: el primer premio en el Concurso de los Juegos Florales, organizado por la
Federación de Estudiantes, FECH, con el poema "La Canción de la Fiesta", que aparece publicado en la revista Claridad.

Crepusculario aparece en 1923. Su nombre se debe a que Neruda escribio la mayoria de los poemas que lo integran frente a la ventana de su pension de la calle Maruri al caer la tarde, cuando el cielo se incendiaba en bellisimos crepusculos. Crepusculario es un libro de temas amorosos.
A los 20 años se consagra como uno de los más promisorios poetas jóvenes, con su libro "Veinte poemas de amor y una canción desesperada".

En sus viajes por el oriente escribe una de sus obras cumbres, el primer volumen de: "Residencia en la Tierra".
En 1934 es nombrado cónsul en Madrid. Allí conoce a las figuras de la llamada generación del 27: Alberti, Aleixandre, Altolaguirre, Gerardo Diego, Miguel Hernández, García Lorca, etc. Es, durante la guerra civil española que escribe "España en el Corazón". Gran parte de esta primera edición fue destruida durante la guerra.
De regreso a Chile, es elegido senador, por la provincia de Tarapacá y Antofagasta, en 1945.
Este mismo año se le otorga el Premio Nacional de Literatura.
En 1948 al ser declarado el Partido Comunista fuera de la ley, Neruda es desaforado y perseguido. En 1949, se refugia en Francia y luego en México. Allí publica la primera edición de su obra más monumental: "Canto General". Paralelamente se hace en Chile una edición clandestina.

Regresa a Chile, donde ejerce una marcada influencia en el círcul artístico, pero en especial en la vida y obra del pintor José Balmes, quien años después pinta el cuadro "Homenaje a Neruda".

En 1954, con ocasión de cumplir 50 años, da un ciclo de cinco conferencias sobre su vida y su poesía en la Universidad de Chile. Esta sería la base de sus memorias, que publica más tarde, por capítulos en la revista "O Cruzeiro" y luego en el libro "Confieso  que he vivido". Ese mismo año, publica sus "Odas Elementales".
Como parte de la celebración de sus 50 años, Neruda dona en 1954 su valiosa biblioteca y su colección de caracolas marinas a la Universidad de Chile.
Al cumplir 60 años, en 1964, escribe otra de sus obras cumbres: los cinco volúmenes del "Memorial de Isla Negra".

El 10 de diciembre de 1971, el poeta recibió en Estocolmo de manos del rey Gustavo Adolfo VI, el Premio Nobel de Literatura, que le había otorgado la Academia Sueca.

El 23 de septiembre de 1973, poco después del derrocamiento del Gobierno Constitucional de Salvador Allende, Neruda muere en la ciudad de Santiago.
Su autobiografía "Confieso que he vivido", se publicó en forma póstuma.


Obra en poesía; "Crepusculario" (1923), "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" (1924), "Tentativa del  hombre infinito" (1925), "Anillos" (1926), "El hondero entusiasta" (1933), "Recidencia en la tierra" (1933, 1935), "España en el corazón" (1937), "Las furias y las penas" (1939), "Tercera Recidencia", "Canto General", "Odas elementales","Nuevas odas elementales", "Estravagario" (1958).

 

hol_br.gif (889 bytes)  YO AQUÍ ME DESPIDO
hol_br.gif (889 bytes) VEINTE POEMAS DE AMOR Y
hol_br.gif (889 bytes)  UNA CANCION DESESPERADA

 

hol_br.gif (889 bytes) YO AQUÍ ME DESPIDO

Yo aquí me despido, vuelvo
a mi casa, en mis sueños,
vuelvo a la Patagonia en donde
el viento golpea los establos
y salpica hielo el Océano.
Soy nada más que un poeta: os amo a todos,
ando errante por el mundo que amo:
en mi patria encarcelan mineros
y los soldados mandan a los jueces.
Pero yo amo hasta las raíces
de mi pequeño país frío.
Si tuviera que morir mil veces
allí quiero morir:
si tuviera que nacer mil veces,
allì quiero nacer,
cerca de la araucaria salvaje
del vendaval del viento sur,
de las campanas recién compradas.
Que nadie piense en mí.
Pensemos en toda la tierra,
golpeando con amor en la mesa.
No quiero que vuelva la sangre
a empapar el pan, los frijoles,
la música: quiero que venga
conmigo el minero, la niña,
el abogado, el marinero,
el fabricante de muñecas,
que entremos al cine y salgamos
a beber el vino más rojo.

Yo no vengo a resolver nada.

Yo vine aquí para cantar
y para que cantes conmigo.

upbtn.gif (937 bytes)
hol_br.gif (889 bytes) VEINTE POEMAS DE AMOR

hol_br.gif (889 bytes) 1 - CUERPO DE MUJER...

Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.

Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.

Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia!
Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste!

Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.

 

upbtn.gif (937 bytes)
hol_br.gif (889 bytes)  5- PARA QUE TU ME OIGAS

Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.

Collar, cascabel ebrio
para tus manos suaves como las uvas.

Y las miro lejanas mis palabras.
Más que mías son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.

Ellas trepan así por las paredes húmedas.
Eres tú la culpable de este juego sangriento.

Ellas están huyendo de mi guarida oscura.
Todo lo llenas tú, todo lo llenas.

Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,
y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.

Ahora quiero que digan lo que quiero decirte
para que tú las oigas como quiero que me oigas.

El viento de la angustia aún las suele arrastrar.
Huracanes de sueños aún a veces las tumban.

Escuchas otras voces en mi voz dolorida.
Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.
Amame, compañera. No me abandones. Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.

Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.

Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

upbtn.gif (937 bytes)

 

hol_br.gif (889 bytes) 10 - HEMOS PERDIDO AUN ESTE CREPÚSCULO

Hemos perdido aun este crepúsculo.
Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas
mientras la noche azul caía sobre el mundo.

He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos.

A veces como una moneda
se encendía un pedazo de sol entre mis manos.

Yo te recordaba con el alma apretada
de esa tristeza que tú me conoces.

Entonces, dónde estabas?
Entre qué gentes?
Diciendo qué palabras?
Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana?

Cayó el libro que siempre se toma en el crepúsculo,
y como un perro herido rodó a mis pies mi capa.

Siempre, siempre te alejas en las tardes
hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas.

 

upbtn.gif (937 bytes)
hol_br.gif (889 bytes) 12- PARA MI CORAZÓN BASTA TU PECHO

Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.

Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.

He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje.

Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma.

 

upbtn.gif (937 bytes)
hol_br.gif (889 bytes) 17- PENSANDO...

Pensando, enredando sombras en la profunda soledad.
Tú también estás lejos, ah más lejos que nadie.
Pensando, soltando pájaros, desvaneciendo imágenes,
enterrando lámparas.
Campanario de brumas, qué lejos, allá arriba!
Ahogando lamentos, moliendo esperanzas sombrías,
molinero taciturno,
se te viene de bruces la noche, lejos de la ciudad.

Tu presencia es ajena, extraña a mí como una cosa.
Pienso, camino largamente, mi vida antes de ti.
Mi vida antes de nadie, mi áspera vida.
El grito frente al mar, entre las piedras,
corriendo libre, loco, en el vaho del mar.
La furia triste, el grito, la soledad del mar.
Desbocado, violento, estirado hacia el cielo.

Tú, mujer, qué eras allí, qué raya, qué varilla
de ese abanico inmenso? Estabas lejos como ahora.
Incendio en el bosque! Arde en cruces azules.
Arde, arde, llamea, chispea en árboles de luz.
Se derrumba, crepita. Incendio. Incendio.

Y mi alma baila herida de virutas de fuego.
Quien llama? Qué silencio poblado de ecos?
Hora de la nostalgia, hora de la alegría, hora de la soledad,
hora mía entre todas!
Bocina en que el viento pasa cantando.
Tanta pasión de llanto anudada a mi cuerpo.

Sacudida de todas las raíces,
asalto de todas las olas!
Rodaba, alegre, triste, interminable, mi alma.

Pensando, enterrando lámparas en la profunda soledad.
Quién eres tú, quién eres?

 

upbtn.gif (937 bytes)
 hol_br.gif (889 bytes) UNA CANCION DESESPERADA

Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy.
El río anuda al mar su lamento obstinado.
Abandonado como los muelles en el alba.
Es la hora de partir, oh abandonado!
Sobre mi corazón llueven frías corolas.
Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos!
En ti se acumularon las guerras y los vuelos.
De ti alzaron las alas los pájaros del canto.
Todo te lo tragaste, como la lejanía.
Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio!
Era la alegre hora del asalto y el beso.
La hora del estupor que ardía como un faro.
Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego,
turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio!
En la infancia de niebla mi alma alada y herida.
Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!
Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo.
Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio!
Hice retroceder la muralla de sombra,
anduve más allá del deseo y del acto.
Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí,
a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto.
Como un vaso albergaste la infinita ternura,
y el infinito olvido te trizó como a un vaso.
Era la negra, negra soledad de las islas,
y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos.
Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.
Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme
en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!
Mi deseo de ti fue el más terrible y corto,
el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido.
Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas,
aún los racimos arden picoteados de pájaros.
Oh la boca mordida, oh los besados miembros,
oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados.
Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo
en que nos anudamos y nos desesperamos.
Y la ternura, leve como el agua y la harina.
Y la palabra apenas comenzada en los labios.
Ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo,
y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio!
Oh, sentina de escombros, en ti todo caía,
qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron!
De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste.
De pie como un marino en la proa de un barco.
Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes.
Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo.
Pálido buzo ciego, desventurado hondero,
descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!
Es la hora de partir, la dura y fría hora
que la noche sujeta a todo horario.
El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa.
Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros.
Abandonado como los muelles en el alba.
Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos.
Ah más allá de todo. Ah más allá de todo.
Es la hora de partir. Oh abandonado!

 

upbtn.gif (937 bytes)
prvbtn.gif (144 bytes) Autor anterior Próximo autor nxtbtn.gif (141 bytes)
hpo1.jpg (1550 bytes) hpo2.jpg (1679 bytes) hp4.jpg (1695 bytes) hp3.jpg (1545 bytes)