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MORIHEI UESHIBA
SENSEI JHOEL TEJADA

"Aikido, camino de la armonía con la energía. Creado en 1942 por el maestro Morihei Ueshiba." Esta es la información que todos poseemos acerca del Aikido. Sin embargo, en realidad, ¿Qué tanto conocemos acerca de Morihei Ueshiba? Quizá conociendo un poco más de su persona, entendamos a la más joven de las artes marciales...
En primer lugar, el nombre MORIHEI UESHIBA significa: "Paz Abundante". Su padre se llamaba Yoroku, y su madre Yuki. Morihei Ueshiba nació el 14 de diciembre de 1883 (un año después de la fundación del Judo), en el pueblo agricultor y pescador de Tanabe, situado en Kii (actual prefectura de Wakayama), el cual era un distrito muy relacionado con muchas de las corrientes del misticismo japonés. Se creía que este distrito, conocido como Kumano, era una "entrada hacia el Divino" y sus santuarios eran los más sagrados del país, e incluso visitados por muchos de los emperadores de Kyoto. De esta manera, Morihei estuvo, desde su nacimiento, inmerso en un ambiente en donde todo lo sobrenatural, misterioso y divino estaba palpablemente presente.
Como consecuencia de su nacimiento prematuro, Morihei era un niño bastante delicado y enfermizo, pero pronto demostró un interés insaciable por el conocimiento, tanto esotérico como exotérico. El joven devoró cientos de libros sobre toda clase de temas, especialmente interesándose por la física y las matemáticas. A la edad de los 7 años le enviaron al templo para estudiar los clásicos chinos. Además de esto, Morihei se convirtió en un fiel creyente del budismo Shingon y del Sintoísmo de Kumano.
Yoku, preocupado por el físico débil y el temperamento nervioso de su hijo, le animó a practicar la lucha sumo, a correr y a nadar. El joven también se unió a las expediciones de pesca y pronto se aficionó a la pesca con arpón. Morihei fue forjándose poco a poco un cuerpo. Al darse cuenta de su potencial fuerza, el muchacho soñaba con ser algún día el hombre más fuerte del mundo. Se curtía la piel duchándose cada día con agua helada y haciendo que sus amigos le apedrearan con castañas pinchantes. Su vigor aumentó tanto que le pedían que llevara sobre sus espaldas a los niños enfermos hasta el médico del pueblo más cercano. Esta necesidad de tener la fuerza suficiente se vió confirmada una noche, cuando el muchacho observó como se defendía su padre de unos matones que venían de parte de sus rivales políticos para darle una paliza.
En 1896, a la edad de dieciséis años, Morihei se inscribió en el instituto de Tanabe, recién inaugurado, pero lo dejó apenas terminado su primer año de estudios. Era demasiado impaciente para seguir un curriculum establecido. Entonces entro en una escuela de contabilidad de gran prestigio y se graduó allí. Se lanzó entonces con algunos negocios que fracasaron y volvió a su Tanabe sin nada del éxito que buscaba.
Tal vez Morihei no logró gran cosa como empresario pero sí descubrió su afición por las artes marciales, sobre todo le gustaba practicar Tenjin shinyo Jujutsu con el profesor Takisaburo Tobari. Poco después quiso participar en la formación del ejercito nacional japonés, pero en el primer intento falló, por no cumplir con el metro cincuenta y cinco mínimo para la estatura determinada como límite para el ingreso al ejército, cosa que consiguió un año después al recluirse en las montañas a colgarse de un árbol para estirarse.
Durante el período de su servicio militar Morihei estuvo en el dojo de Maskatsu Nakai, en Sakai, un instructor de Tagyu Ryu Jujutsu. Se había entrenado en este dojo en sus días de permiso. En 1908 le dieron la licencia de instructor. Además, su padre construyó un dojo para la familia e invitó al notable maestro Kyoichi Takagi (posteriormente noveno dan en Kodokan Judo) para que le diera clases. Así Morihei fue elevando sus conocimientos en artes marciales hasta un alto punto.
Sin embargo, el suceso más importante en el inicio del Aikido fue el encuentro de Morihei con Takeda Sokaku, el temible maestro de Daito Ryu aiki-jutsu. Takeda había nacido en Aizu, una tierra de samurais en donde cada esquina tenía un salón de entrenamiento en artes marciales. Su padre y su abuelo desde niño le enseñaron en la esgrima del sable, la lucha con lanza, el combate jujutsu y la lucha sumo. Eran muy severos, y le quemaban los dedos si el joven no aprendía un técnica con suficiente rapidez. Afortunadamente el niño aprendió con premura, y en la adultez aprendió las secretas técnicas del clan takeda oshiki-uchi, hasta convertirse en el heredero del monje Tanomo Saigo (y por ende del sistema).
Fue con Takeda y con la inminente influencia que tuvo Morihei de una religión (y movimiento) llamada Omoto-kyo que Morihei formó el Aikido. A pesar de esto, el arte fue pulido sin cesar por su creador y, en consecuencia el Aikido sufrió numerosas transformaciones durante los cuarenta años de enseñanza de su fundador. El cartel del primer dojo de Morihei en Ayabe decía Daito Ryu Aiki-jutsu (escuela del gran sable), pero después de su traslado a Tokio su sistema fue conocido como Kobukan Aiki-budo, Ueshiba Ryu Jutsu, Tenshin Aiki-budo (Arte del dios del cielo) y, finalmente en 1942, como Aikido.
Morihei "regreso a la fuente" a los ochenta y seis años, por la mañana, muy temprano. Murió de cáncer el 26 de abril de 1969. Sus ùltimas palabras fueron: "El aikido es para el mundo entero, no debe de tener fines egoístas ni destructivos. Entrenaos incesantemente para el bien de todos".
Esta es, haciendo casi un escarnio por la brevedad de este artículo, la vida de un verdadero maestro, creador de una arte marcial, en técnica y filosofía. ¿Cuántos de los que actualmente se auto-denominan "maestros" realmente lo son?...


Que todos sepan esto!
Si golpeas
al río que fluye,
ninguna señal queda
sobre el agua.
Morihei Ueshiba

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