Si Venus hablara, ¿qué nos diría?

"Soy el planeta que más se acerca a la Tierra y, después del Sol y la Luna, soy el astro más luminoso que puedan ver en su cielo. Por ser parecido a su mundo en algunos aspectos, la imaginación de su gente hizo de mí un lugar placenteramente tropical, repleto de agua, plantas y vida animal.

Fui bautizada con el nombre de la diosa romana del amor. ¿Sí, pero de cuál? ¿Del amor puro que hace florecer todo a su paso, germinar el orden, calmar el furor y primar la paz por sobre la razón, incitando a la reconciliación bajo la luz de una profunda conciencia de hermandad? ¿O del amor afecto que invita a los celos posesivos, la corrupción, la discordia, la traición, el chisme y la simulación?

Lo cierto es que más allá de toda especulación, soy un infierno escondido, y puedo enseñarles una lección muy valiosa a cerca del futuro de su propio planeta. El porvenir de su raza depende de qué clase de amor practique el hombre en su propio hogar. Soy el mejor ejemplo del infierno que el hombre mismo puede crear.”