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ESTADO Y PODER EN GUINEA ECUATORIAL

Prof. Dr. D. Justo Bolekia Boleká

Universidad de Salamanca Poder (esbozo de definición)

Cuando pensamos en una posible definición de esta palabra, nos encontramos en el dilema de considerarlo desde distintos campos. En alguno de ellos, el poder se basa en el hecho de encontrarse en una posición de control sobre los acontecimientos, o como un tipo de recompensa que obtiene el individuo, basada en las oportunidades de la vida del mercado.

El poder puede ser, a veces, entendido como prestigio o sinónimo de status socioeconómico, basado en indicadores tales como la educación y formación, la ocupación, los ingresos o la renta per cápita, el área de residencia, la indumentaria, etc.

Si contemplamos el poder desde algunos de los campos antes aludidos, aunque no indicados, observamos que para la sociología, dicho término indica

la posibilidad de imponer la propia voluntad, frente a oposiciones y resistencias, dentro de unas relaciones sociales, sea cual fuere la base de esta posibilidad.

Mientras que para la subdisciplina de la sociopsicología

el poder designa a aquellas relaciones interpersonales en las que algunas personas determinan en parte la conducta, las actitudes, las convicciones, etc., de otras personas.

Sinónimos de poder

La palabra poder puede remitirnos a numerosos conceptos en función de nuestra experiencia social, dentro de las relaciones que hemos mantenido con nuestros semejantes. Todos los conceptos formales hacen que hablemos de sinónimos, o de aquellos privilegios ligados al poder, aunque puedan ser anulados con un simple golpe de papel por el poderdante o mandón.

Algunos de los sinónimos presentados seguidamente pueden ser perfectamente relacionados con esos prestigios de los que hemos hablado recientemente:

- Autoridad
- Control
- Status económico
- Rango social
- Fuerza física
- Etc.

  • Influencia
    - Dominio
    - Prestigio
    - Formación
    - Armas al cinto
    - Etc.

 

Formas de poder

Cualquiera que sea el poder ejercido en cualquier situación, éste se explícita de varias maneras, por ejemplo:

- las sanciones

- las amenazas

- la apropiación de bienes

- el deterioro deliberado del medioambiente

- el número de esposas controladas dentro de las uniones conyugales extensivas.

- la persuasión

- los desfiles militares

- la violación del espacio

- la competitividad

- el hambre

- etc.

El Poder, como la afiliación y el éxito, es una necesidad social que impele a:
- ascender al más alto grado posible en la jerarquía del grupo en que vive el sujeto,

- alcanzar posiciones que permitan dominar sobre muchos medios o muchos hombres.

Esta necesidad es evidente en las personas que asumen voluntariamente las funciones de jefe en grupos en cuyo funcionamiento no se prevé una elección regular de superior. Estos jefes resultan ser de ordinario más agresivos, dominadores y opresores que los elegidos regularmente como dirigentes. Tienen una verdadera hambre de poder que les impele o incita a ejercer las funciones de guía de los demás.

El ejército de poder se reduce en ellos a la satisfacción de una necesidad personal de poder sin contribuir en modo alguno a la vida del grupo.

El individuo con un alto índice de poder es objeto de una mayor adhesión por parte de los restantes miembros del grupo y recibe de ellos menos incitaciones. Sus compañeros tienden fácilmente a imitarle.

En la conciencia colectiva de la sociedad fang de Guinea Ecuatorial, Camerún y Gabón, al estar todavía vigente el concepto de tribu o clan con un antepasado común, la figura del jefe o nkúkúmá y demás gobernantes emplean esta característica como elemento primordial para incitar a la población a ejecutar lo que ellos mismos, por falta de brazos, son incapaces de llevar a cabo. Lo que dice el nkúkúmá es ley y hacerle caso significa, en gran medida, renovar los vínculos con el grupo.

Esto lo vimos en la época del tío-padre Macías Nguema cuando enardeció a la población fang y les incitó a violar a niñas y mujeres Bubis, torturando a sus padres y maridos, etc., llegando en numerosísimas ocasiones,a la anulación física.

Esto es lo que estamos viviendo ahora con el sobrino del tío-padre, el general Obiang Nguema, al incitar a la población fang a colaborar con las fuerzas armadas y de seguridad del Estado a instaurar la paz definitiva en Guinea Ecuatorial, con la caza desatada al Pueblo Bubi, con la connivencia y pasividad de Occidente y de los países africanos limítrofes. Además si mueren los Bubis no importa, porque su muerte y exterminio no afecta para nada los intereses económicos de Occidente ni a las buenas relaciones que Guinea Ecuatorial mantiene con otros países.

Los síntomas característicos de estos hambrientos y fascistas del poder son, entre otros:

- la superstición

- el cinismo

- el avasallamiento

- el descaro

- la suposición

- la prevaricación

- la hipersexualidad

- etc.


El poder surge como motivo adquirido social y psicológico. En su aspecto social, el poder se convierte en capacidad de control y en un potente incentivo motivacional en el hombre que aspira continuamente a conseguir cada vez más dominio sobre los demás.

En su aspecto psicológico podemos hablar de ese deseo inconsciente de supervivencia, de protección y mantenimiento de la unidad de la especie o grupo poderoso.

El poder social puede generar una violencia agresiva o una frustración. Tanto la primera como la segunda, son producidas por la no satisfacción del poder en su sentido más justo (probidad u honradez, prudencia, equidad, etc.).

El ser humano parece tener una disponibilidad innata a agredir. Pero esta disponibilidad, para convertirse en un hecho, debe contar con dos elementos básicos:

  1. El instigador externo que lo activa.

b) Los estímulos ambientales que fomentan o inhiben la expresión abierta de actos agresivos.

En el caso de Guinea Ecuatorial, el instigador externo que activa el detonador de la agresividad innata del individuo es el nkúkúmá fang, en este caso el tío-padre y su sobrino, es decir Macías Nguema y Obiang Nguema.

Con el primero, los obedientes ejecutores de sus consignas y designios eran premiados con parcelas de poder (ministros, secretarios generales, directores generales, viceministros, secretarios del PUNT, comandantes, etc.).

Con el segundo, los conocidos verdugos y ejecutores que fueron con el tío-padre, siguieron siendo premiados, al darles puestos de responsabilidad política y militar para así ampliar sus cotas de poder.
Los estímulos ambientales en Guinea Ecuatorial han sido/son de dos tipos:

1. Los que inhiben la agresión, como

2. Los que fomentan la agresión.

Aquí podemos incluir todos los anteriores, más otros como

Tal como hemos indicado más arriba, el poder se manifiesta regularmente por medio de:

- amenazas

- castigos

- venganzas

- agresión en general

- insultos

- etc.

- la fatalidad de la vida
- la humillación
- violaciones
- maltratos
- encarcelamientos
- fusilamientos

El poder impele la competitividad, y los individuos que compiten se caracterizan por sus agresiones verbales (insultos) y físicos (empujones, peleas, golpes, etc.), por adquisición de bienes materiales (coches, casas, terrenos, fincas), por la posesión de muchas esposas, etc.

Las violencias sociopolíticas de todo signo, los enfrentamientos de partidos, de clases, de clanes, etc., pueden tener un fondo común: la necesidad de justicia, la lucha contra un injusto opresor.
La población civil de Guinea Ecuatorial, sobre todo la formada por las minorías étnicas, percibe subjetiva y personalmente injusticias, y esto provoca en el individuo agredido una instigación a la violencia, a la reivindicación, a la restauración de la equidad, etc., por medio de agresiones al común e injusto usurpador. En este caso la violencia puede convertirse en defensa o en restauración de la justicia.

Esto nos lleva a entender la respuesta agresiva verbal de la etnia Bubi, sobre todo en la autoprotección con su lengua, único elemento que no ha logrado dominar el usurpador. La otra etnia, la Ndowé, aunque agredida, no lo es en el mismo grado que la etnia Bubi, habida cuenta de que sus espacios o hábitat no están invadidos por el opresor fang, si exceptuamos Bata.

Cuando se ha neurotizado el poder en una/s persona/s, es lógico que la sociedad civil busque la eliminación de dicha/s persona/s, siempre y cuándo no se atente contra los intereses económicos de Occidente o de los países donantes. En caso contrario, aquellos individuos ávidos de justicia, al enfrentarse al poder de la periferia céntrica, sus detentores solicitarán inmediatamente la colaboración del Centro central y ambos aniquilarán sin reparos los elementos rebeldes.

Carta Semántica del Poder

Los términos relacionados con poder pueden agruparse en círculos concéntricos, yendo desde los más directamente relacionados (número de letras y bajo el mismo orden) hasta los más alejados morfológicamente, aunque mantengan una relación semántico-social:

Podre Podrido Medio Abuso Inseguridad Miseria

Podatario Poderdante Poderoso Potente

PODER

Podredura Podredumbre Podar Policía Corrupción Podiatra Poderosamente Poderhabiente Poderío Potencia

Al observar este círculo, vemos que ciertas palabras nos remiten a términos tan en boga hoy como la corrupción, el empobrecimiento de la población, la miseria, etc. No parece casual que existan dichas relaciones, ya que la proximidad morfológica o semántica de los términos referidos en los círculos, parece avalar nuestro planteamiento.

Reparto del Poder

Existen muchos autores, como Gerardo PASTOR (1988, 521-523), que han dedicado su tiempo a escudriñar en los entresijos de la palabra poder y que nos han legado distintos tipos de éste en función de las relaciones que mantienen dirigente(s) y dirigido(s):

a)Poder remunerativo.

Es el poder que se reduce al concepto de beneficio, recompensa, premio, placer o gratificación. Lo vemos en los verdugos enriquecidos y sonrientes de Guinea Ecuatorial, convertidos en hábiles hombres de negocios, en diplomáticos, en narcotraficantes tolerados por los cazanarcos, etc.
  1. Poder coercitivo.

  2. Se trata de todo tipo de influencia que tenga que ver con la punición, el castigo, el dolor, la frustración. El Estado de Guinea Ecuatorial se vale de las fuerzas armadas y de seguridad (integradas por los fangs), de los fervientes hombres de la tribu, etc., para amedrentar a la población civil, sobre todo a las etnias minoritarias.
    Un individuo se siente poderoso con una pistola o una metralleta en la mano porque tiene la capacidad de quitar la vida a los demás.
  3. Poder de identificación

  4. Se refiere a todo género de influencia que puede ejercerse sobre los demás mediante el atractivo, la comparación social, la imitación modélica, etc. Aquí incluimos a los líderes oficiales elegidos democráticamente, a los artistas, etc.
  5. Poder legitimado

  6. El derecho oficial de ejercer el poder no siempre coincide con una capacidad efectiva de influir sobre los demás. La incompetencia del hombre fuerte de Guinea Ecuatorial es legitimada por elementos exógenos, comúnmente denominados organismos.
  7. Poder de competencia
Se alude a la influencia de que gozan los individuos capacitados intelectualmente para realizar aquellas tareas apreciables y altamente valoradas por los miembros del grupo. La gente puede admirar, respetar y dejarse guiar por el intelectual librepensador, pero no se identifica empáticamente con él porque percibe ese distanciamiento intelectual y racional que impide a unos enfrentarse mejor a su opresor injusto y a otro participar activamente en esa opresión al injusto.
El poder y las clases

En la escala del poder en Guinea Ecuatorial existen prioridades a tener muy en cuenta. Éstas aparecen de forma triangular, en la cima de las cuáles está el sobrino del difunto tío-padre, el General en traje civil Obiang Nguema.

Los tres poderes que caracterizan o deberían caracterizar cualquier Estado, a saber: el político, el legislativo y el judicial, están supeditados a las armas, a la perversión y a la neurotización de la sociedad militar.

El poder de los militares se legitima con las fechorías y connivencia de algunos esbirros; y el Pueblo, acostumbrado a una sociedad justa y equilibrada (la sociedad familiar y tradicional con sus conflictos) busca la manera de enfrentarse a los gobernantes alterados y neuróticos, responsables in solidum de las miserias y desastres físicos y psicológicos de la población. Hago hincapié en el desastre psicológico de la población si tenemos en cuenta el consentimiento conformado de gran parte de los maltratados ciudadanos, sobre todo los de la etnia Bubi. La población juvenil de Guinea Ecuatorial considera la conducta agresiva de los gobernantes del país como algo que forma parte de la vida misma y lo aceptan y desmitifican, convirtiéndolo en algo anecdótico. La neurotización del poder se ha convertido en un modelo por parte de esta población, al tomar las miserias, fechorías y continuas agresiones como algo jocoso y divertido, como situaciones por las que cada uno debe pasar, como el precio que debe pagarse de vez en cuándo para ser considerado un buen guineoecuatoriano.

En Guinea Ecuatorial, el poder es sinónimo de usurpación, autoritarismo, ausencia de planificación política y económica, o venderse al mejor postor. El poder es, como el mismo Estado, sinónimo de patrimonio familiar esangui:

Treinta años de independencia han supuesto treinta años de violación y aniquilación de los tres poderes con los que estamos acostumbrados los Bubis y Guineoecuatorianos que tenemos la dicha de vivir en algunos países occidentales. El poder en Guinea Ecuatorial, al igual que el Estado, gozan de buena salud, porque cuentan con la legitimidad de los países y organismos del mundo occidental, aunque sea con un sistema político a lo guineoecuatoriano.
Digo que poder y Estado gozan de buena salud porque no atentan contra los intereses económicos de los cinco Estados con derecho a veto en la ONU, es decir: Estados Unidos de América, el gendarme mundial, Francia, el capitán general de los países francófonos, lusófonos e hispanófono del África negra. Tampoco atenta contra los intereses económicos de España, ni los del Fondo Monetario Internacional, ni los de la Unión Europea, etc. Para estos países y asociados, hay que dejarlo todo como está porque en democracia siempre debe ganar la mayoría. Y si la mayoría fang quiere hacer de los Bubis lo que le venga en gana lo hará sin que intervenga ningún país u organismo. Son los juegos de la sagrada palabra de la DEMOCRACIA, con su mortal trampa de UN-HOMBRE-UN-VOTO para las minorías étnicas.

Frente a esto, la respuesta del pueblo y la sociedad en general es el silencio, porque no quiere responder a ese poder utilizando los mismos métodos violentos, aunque nadie sepa exactamente cuánto tiempo aguantará dicha sociedad.

4. El poder en el segundo nguemismo

Las esperanzas de la población, tras la muerte de Macías Nguema, se centraron en el bienestar que podrían traerles los nuevos gobernantes. Sin embargo hubo una gran desconfianza inmediata, ya que aquellos que en época de Macías habían sido grandes matones, torturadores y verdugos carceleros, seguían ocupando altos cargos en la política.
Para demostrar el poder absoluto de los nuevos amos de la revuelta de palacio, se creó el Consejo Militar Supremo, órgano con el que se pretendía conducir los destinos de la sociedad civil con mano dura. Este CMS tenía un presidente fang (el coronel Teodoro Obiang Nguema, sobrino del anterior presidente), siendo Bubi uno de los vicepresidentes (el capitán Eulogio Oyó Riquesa).

Las esperanzas del pueblo se vieron rápidamente truncadas al centrarse los nuevos amos militares con trajes civiles, en la tortura y represión de aquellos ciudadanos que exigían más libertades, menos agresiones, menos detenciones arbitrarias, más juicios imparciales, etc.

Las constituciones de 1982 y 1991 no fueron más que simple papel mojado, ya que el poder del Presidente Obiang Nguema Mbasogo estaba y sigue estando por encima de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.

El régimen del presidente Obiang Nguema aprueba el pluralismo político, pero la realidad demuestra que solo funciona un partido único (el Partido Democrático de Guinea Ecuatorial), al que están obligados a afiliarse todos los empleados públicos, so pena de ser cesados y expulsados de sus puestos de trabajo si no lo hicieran. Los demás partidos políticos se ven asfixiados por el régimen porque no pueden desarrollar libremente su actividad.

Tal es su poder que cualquier acuerdo o decisión adoptada por alguien del gobierno, debe contar con el beneplácito del Presidente Obiang Nguema Mbasogo, en el que está totalmente concentrado el poder, como Nkúkúmá de su familia esangui.

Otro de los objetivos del poder nguemista es, como en su primer período, exterminar a la etnia Bubi de la Isla de Bioko, ya que con su existencia sigue planeando sobre los gobernantes fangs el fantasma de la separación y división del Estado-patrimonio que heredaron de España, gracias a la trampa democrática de un-hombre-un-voto.

En este período el poder se enmarca dentro de las dictaduras militares en trajes civiles. Son las llamadas burocracias en armas, o los Estados de relatividad democrática, es decir democracia a lo ecuatoguineana, partido único, etc.

Aspiraciones étnicas

Las minorías del Estado de Guinea Ecuatorial no quieren la ruptura del Estado. Como pueblos y naciones que son, quieren serlo en todos los sentidos sin verse en ningún momento anulados por la etnia mayoritaria fang. Cada una de las etnias y grupos humanos minoritarios de Guinea Ecuatorial aspira a un Estado de convivencia pacífica para evitar su desmembramiento, evitando que una etnia (la mayoritaria fang) invada espacios propios de otra u otras etnias. En este sentido, y dada la mala gestión de los gobernantes fang (recordemos que los tres presidentes que ha tenido Guinea Ecuatorial han sido de la etnia mayoritaria), podemos resumir las aspiraciones de cada etnia como sigue:

  1. Los Bubis:


Como todo Pueblo lingüista, cultural y geográficamente definido, aspiran a su propio dominio y quieren decidir libremente su integración o no en cualquier Estado. De alguna manera, los puntos a destacar son dos:

    1. - Separación, autodeterminación (por consulta popular): autogestión.
      2. - Formar parte del Estado de Guinea Ecuatorial (como última opción), pero con total autonomía, equilibrio demográfico, militar, etc.

  1. Los Ndowè:


También como Pueblo lingüística, cultural y geográficamente definido, aspira a su propia gestión. Aunque su reducido número parezca ser un handicap para aquellos políticos ávidos por fagocitar a los Pueblos minoritarios, lo lógico y cuerdo sería que los Ndowès decidieran libremente su pertenencia o no al Estado y que cada cierto tiempo se renovara dicha decisión. Como en el caso Bubi, los Ndowès aspiran a

1. - Formar parte del Estado, pero con autonomía plena y poder decisorio.
2. - En última instancia, ser un Estado soberano y libre ¿por qué no?

c) Los Fang:

Parece que condicionan su existencia como etnia o Pueblo lingüística, culturalmente definido (al menos los del Río Muni) a su integración en el Estado de Guinea Ecuatorial, sobre todo como etnia mayoritaria que siempre habrá de ganar cualquier plebiscito, gracias al sistema de un-hombre-un-voto. Sus aspiraciones se concretan en los puntos siguientes:

    1. - Que no se rompa el Estado, aunque por ello se tenga que exterminar a las minorías étnicas incordiantes.
      2. - Seguir siendo la mayoría en todos los sentidos y que las decisiones del Estado se tomen por mayoría.
      3. - Reticencias en cuanto a la convivencia pacífica con las demás etnias.

Recomendaciones:

Ante tantas fechorías, el único recurso que le queda a la población es el sector privado y libre, obligando a los gobernantes a dejar libre a sus gestores. Y los únicos que pueden obligar a los gobernantes a adoptar una actitud servicial son los países occidentales. Hoy por hoy, la explotación del petróleo puede desintegrar los cimientos del perverso estado de Guinea ecuatorial. La mayoría de los empleados del sector público de la empresa familiar denominada Estado-Patrimonio de la familia esangui, es decir Obiang Nguema y Familia, preferiría trabajar en una empresa privada, si la hubiera, y asegurar así el sustento diario.

El Estado-patrimonio de Guinea Ecuatorial presenta un gobierno de la brujería, la ignorancia y el canibalismo para la sociedad civil. Se vive de amenazas continuas, humillaciones, agresividad ambiental, altas velocidades de los vehículos militares, como método para intimidar a la población civil y subrayar así el poder del sistema.

En este Estado-patrimonio esangui, la relación tribal lo justifica y domina todo, y nadie puede quedarse fuera de esa realidad reencontrada, según el protagonista de Los poderes de la tempestad de Donato Ndongo Bidyogo.