OTROS TEMAS DE INTERÉS
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La compañía de Correos de España, tiene un servicio de suscripción filatélico, de manera que se abre una cuenta por poco dinero, y Correos envía al abonado todos los sellos y material filatélico relacionado al precio de su valor facial (el valor del sello en sí) , que van saliendo. Nuevos y sin matasellar.
La suscripción a los sellos de Guinea Ecuatorial, también está disponible, por lo que todas aquellas personas interesadas en el coleccionismo de sellos de Guinea, pueden adquirir todo lo que vaya saliendo y sin esfuerzo y por unas 1.000 pesetas al año.
Quienes estén interesados, pueden preguntar en cualquier oficina de correos de España, y si sin residentes fuera de ella, pueden enterarse de las condiciones en la web de correos (www.correos.es)
Joao Pintos
Me llamo Carlos, soy español y residente en Madrid. Desde hace algún tiempo estoy interesado en todo lo concerniente con Guinea Ecuatorial (el país, su situación actual, orígenes y vestigios de la presencia española, formas de cooperar en su desarrollo, etc. ) y recientemente he tenido conocimiento de la existencia de este foro. Me gustaría contactar con residentes en Madrid vinculados y/o interesados en Guinea Ecuatorial. Un saludo. Carlos Rey.
Hay tres hojas básicas. Una de Bioko 1:100.000, otra de toda la república de 1:400.000, y un tercero de Annobón, de pequeña escala, pero que en estos momentos, no está disponible.
Acompaño un par de ficheros de escaneados de dichos planos que me pidiera Patricio para su web, y que me imagino que publicará. Si alguien quiere una foto de alguna región o zona que le interese, no tiene más que pedírmelo. Y si le interesa adquirir los planos, le puedo dar una dirección web donde comprarlos contra reembolso.
La pregunta que hago a quién sepa algo, es de si tienen conocimiento de que existe algún otro tipo de mapa o de cartografía hecha sobre Guinea, a parte de estos mapas tan rancios que he mencionado.
Un saludo
Envio sobre la iniciativa del Seminario Gallego de Proyectos para la Paz, para elaborar un taller de construcción de bloques de adobe para la construcción de viviendas en Bata. El artículo, publicado por el Correo Gallego, está originariamente en lengua gallega, así que he traducido lo más distinto del español, y por tanto ha quedado con una sintaxis extraña y acentos equivocados. Disculpad mi pereza.
También envio una nota publicada ya hace unos meses en una seción dedicada a los peregrinos del Camino de Santiago, y que entrevistan a un grupo de ciudadanos bubis.
Así mismo, comento que la prensa de aquí hace eco de reiteradas invitaciones de Teodoro Obiang a Manuel Fraga Iribarne, presidente del gobierno regional de Galicia (Xunta de Galicia), para que visite Guinea Ecuatorial. Parece ser que Fraga, polémico por sus viajes a la Cuba de Fidel y a la Libia de Gadaffi, no ha dicho el si definitivo. La cuestión es realmente significativa, si pensamos en el joven Manuel Fraga, a la derecha de Macías y en loor de multitudes en aquel 12 de Octubre del 68 y del papel de Fraga en los dias previos a la independencia. Imagino que Fraga no aceptará ya que en estos momentos cualquier gesto a Obiang lo interpretan en Santa Cruz, como una traición, aunque Fraga ya afrontó críticas al visitar una Libia que por entonces tenía un embargo de vuelos aereos comerciales.
Saludos
Viviendas para Bata
LIDIA IGLESIAS
ACCIONES. La ciudad guineana de Bata es el lugar eligido este año por el Seminario Galego de Educación para a Paz para materializar su proyecto internacional. Cinco millónes de pesetas és el presupuesto de esta iniciativa que le permitirá á la Escola de Promotores Rurais da Bata, dirixida por dous misioneiros españois, construír seis viviendas de las que se benficiarán las familias de los miembros de la escuela que consigan el número de bloques necesarios para la construcción. Los alumnos de esta Escuela, que ya comenzaron a confeccionar buena parte de los bloques de barro que se precisan para sús futuras vivendas, contarán con el asesoramiento de un arquitecto del país muy sensibilizado en el tema y empeñado en promocionar este tipo de construcción. El proyecto comezo a materializarse el pasado mes de Enero y está previsto que se prolongue a lo largo de un año. Las míseras condiciónes de vida de los habitantes de Bata son la mejor explicación para entendér el porqué de un proyecto de estas características. El modo tradicional de hacer las vivendas con tierra, cortiza de árbores y hojas de palmeras para el tejado no propicia la limpeza y, por tanto, la higiene deja bastante que desear. Para remediar estos problemas, la Escola de Promotores Rurais comenzo por la educación y sensibilización de las personas. El fruto de esta campaña fué la construcción de letrinas individuales y comúnes en casi tódos los poblados de la zona junto al saneamento del auga y la construcción de pozos. En algúnos casos y siempre con la base del trabajo comunitario, se constrúyen la escuela y la capilla. La promoción de las vivendas familiares és una labor en la que a Escola de Promotores Rurais lleva trabajando cuatro años con la intención de lograr un grado de higiene y salúd familiar y al mismo tiempo planificación de la mujer y da vida en pareja
En Guinea Ecuatorial las viviendas se constrúyen
más en función del dormir que del vivir. A cocina és el centro de operaciónes
de la casa, donde
la familia y los animales (gallinas, patos y perros) hacen la mayor parte de la
vida. Tras la jornada en el bosque llega el baño en el río y el descanso, que
también tiene la cocina como protagonista y testigo de las discusiónes familiares
y de los momentos más íntimos. Las nuevas viviendas intentarán paliar
estos problemas independizando el comedor de la cocina para lograr un mayor
grado de higiene y posibilitando fregaderos que faciliten la limpieza de
los utensilios de la cocina y el comedor. La habilitación de una alcoba para
el matrimonio contribuirá a hacer más atractiva la vida en la propia casa
y preservará la intimidad de la pareja.
La promoción de viviendas rurales en Bata
és un proyecto que comenzo en enero del 2000 y que comprende cuatro etapas
diferentes que comienzan con
la mentalización de la población sobre la conveniencia de emplear un medio distinto
á la madera, que resulte más duradero y de mayores vantajas, como barro
que por otro lado és muy abundante en el país. El siguiente paso és aprender
a construír los adobes de barro, momento en el que entra en juego la
tercera fase del proyecto, que consiste en un curso práctico sobre
aprendizaje de la construcción, con la presencia de algunos expertos. Con el curso
se preténde abaratar costos en la construcción y crear mentalidade de grupo.
La última fase del proyecto és la construcción de las distintas viviendas
una vez alcanzado el número suficiente de bloques de barro.
Los beneficiarios de este proyecto serán
las familias de los Promotores Rurais que consigan el número de bloques
necesario para la
construcción de las vivendas, aunque que se espera que muchas otras personas se
animen a realizarlo una vez vencido el miedo y la desconfianza a la nueva manera
de construír, ya que os nativos de Bata tienen el convencimiento de que
el barro no és consistente. El proyecto está abierto á las
distintas etnias del país, aunque que en un principio sólo se lo
ofrecieron a lós alumnos da Escola de Promotores Rurais de la
primeira promoción. Son unos quince los que están confeccionando
los adobes de barro sabiendo que és condición indispensable
confeccionar tódos los bloques necesarios para la construcción y
disponer igualmente de letrina para cada familia.
El hermano de La Salle, Manuel Carreira y la
hermána misionera Julita Serrano son las personas responsables do proyecto en
Guinea. Ámbos los dos
llevan en el país más de doce años e dirigen la Escola de Promotores Rurais, que
funciona en la ciudad de Bata desde el año 1991 y que atiende un grupo anual,
en régimen de internado, superior á la treintena de alumnos. Estos misioneros,
que cuentan con ayuda de otros dos hermanos, tienen sobrada experiencia
en el trabajo de promoción rural así como en la construcción de escuelas
y aulas de corte e confección para las mujeres, pozos, manantiales y
también supervisaron a construcción do edificio da Escola de Promotores Rurais
de Bata.
Me conformaré con mencionar un chascarrillo que viene al uso en estos dias en forma de pregunta a ver si alguien lo sabe.
¿Sabeis quién fué el oficial de la Guardia Civil que mandaba el último destacamento que embarcó en la corbeta Descubierta, completando el repliegue de la Guardia Civil? Dicho de otra manera mas poética ¿Quién fué el último Guardia Civil de Guinea Ecuatorial? (Creo recordar que fué un año después más o menos de la independencia)
Saludos a todo el foro
Román Izquierdo
Mientras escribo estas líneas, leo el mensaje de Adolfo Marugán, que se ha llevado el premio. Bueno, con reservas, porque la nota de Fernando García, me da que pensar de si no se trata de un honor robado en busca de una biografía más sonora del ex jefe de los espías.
Saludos
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Hola me llamo gloria >
Estoy interesada en suscribirme a su grupo de debate; por mis problemas personales con el ordenador, no he podido realizarlo directamente, por lo que le ruego lo realice personalmente.> En el debate suscitado creo que si que deberiamos apoyar que los paises desarrollados ayuden economicamemte a Guinea Ecuatorial > No obstante quisiera proponerles otra opcion sobre el analfabetismo en Guinea Ecuatorial y de la falta de sanidad. > Los niños son los que más lo padecen por falta de estudios y sanidad, por lo que propongo que: > Asi como que niños del Sahara vienen en acogida de vacaciones; ciudadanos españoles, con ayuda del gobierno, podrian acoger en sus familias a niños de Guinea, con la finalidad de que cursen un año de estudios en España, pero sin perder sus vinculos con sus padres; de esta forma se estableceria una ayuda directa a los menores, que son los más necesitados, a la vez que se activaria una generación educada en un ambiente democratico, que al paso de los años crearian una fuerza social que derribaria los muros del subdesarrollo. > para ello seria necesario crear una opinión publica con una fuerza moral y social que obligase a ambos gobiernos a establecer unas relaciones, que redundarian en beneficio de ambas partes > ¿de ambas partes? > Si, ya que en un estado capitalista, solo puede vender a quien le puede comprar, por lo que es beneficioso que el numero de compradores y su poder economico se eleve; tanto es asi, que en España se han suscitado igualmente debates sobre si la cooperación debe comprender el trasvase de tecnologia; por una parte manifiestan que si cedemos tecnologia, como en otros lugares producen más barato, generarian paro en el lugar matriz; No obstante tambien se puede decir que si no lo hago yo, otro lo hara. > La cooperación del Gobierno Español, en el campo de la educación y sanidad, en un principio citada, pudiera ser en regímenes de acogimiento temporal de niños en familias españolas de forma que estas se comprometiesen en facilitar el alojamiento y la manutención, en el seno de sus hogares, y el estado español procurase las facilidades pertinentes en el campo de su ingreso en las instituciones publicas de educación, asi como facilitar, como ya está por ley, el cuidado sanitario de dichos menores. > En la prensa últimamente se ha visto como España es un centro receptor de adopciones, que a mi más bien me parece un negocio montado a partir de las necesidades emocionales de los receptores, y de las necesidades vitales de la otra parte; No obstante pienso que Vds. que estan en contacto con el Gobierno Español pudieran avanzar en ese punto, y mediante sus asociados y allegados abrir este nuevo campo de acción. > > Tambien he leido, un articulo de uno de ustedes, en el que hacen referencia a la perdida de condición de ciudadanos españoles de los habitantes de las provincias de Fernando Poó, y Rio Muni, tras proclamarse la independencia en 1968; y considero que efectivamente se pudiera dar un verdadero conflicto de dificil resolución, tanto juridica como politica, si como un goteo se fuesen produciendo solicitudes de recuperación de la nacionalidad española de los nacidos con anterioridad a la proclamación de la independencia, y subsiguientemente de los hijos de estos; ya que en ningún caso creo que se halla realizado una renuncia formal y personal por parte de cada uno de ellos. >
> Un saludo Gloria
Escribí a una muy conocida institución que tiene una (o
varias)
residencia en Guinea y busca padrinos para niños. Mi intención
es apadrinar a un niño,y
mantener una relación con el más personal, aunque sea en la
distancia. Así se lo hice constar.
No les gustó la idea. A mis preguntas:
Y si voy a Guinea, puedo pasar a visitarlo?
Bueno, avise con tiempo, hay que coordinarlo, no suele ser.........
Y si le escribo, me va a contestar?
Los niños escriben un máximo de dos cartas al año. Usted mande las que quiera.
Puedo hacerle pequeños regalos personales?
No, todo lo que llega, se reparte entre todos.
Y puede venir en el verano a pasar unos meses con mis hijos (yo pago los gastos) No, no. Vive unos meses en el paraíso y luego vuelve "a la cruda realidad"
En realidad, también pensaba en que viniese un año escolar. En fin , que si se adaptase, terminaría quedando aquí si es su voluntad, pero no seguí porque ya vi la postura de estos señores, que finalmente preferían que en vez de apadrinar un niño, apadrinase el papel higiénico. O sea, que diese una cantidad para cubrir los gastos de jabón, papel u otras cosas, del campamento.
Como no me gustó lo que me dijeron, pase de esa gente, pero todos conocemos casos de niños saharaguis que vienen dos meses y se van contentos con sus padres. Disfrutan, aprenden y no tienen traumas. Esta gente, tan cortante parecía dirigir Kamp Massié.
Es una pena que no haya instituciones que regularan estancias y gestionaran el transporte de los niños a precio reducido.
Román Izquierdo
Estimados amigos:
Leí en la prensa, que en la lista de nominados al premio Principe de
Asturias de las Artes, había alguien de nacionalidad guineana.
¿Alguien sabe de quién se trata o quién es?
Un saludo
Amigo Fernando:
Ahora entiendo. Ya me parecía que no había tal publicación de los bubis. Se
trata de la publicación que nos había mencionado Marugán de un periodista
español contratado por el régimen, que anda a veces por Malabo. Tengo mucha
curiosidad por saber lo que dice y como es la revista.
Además, si se llama Gaceta, ya entiendo las palabras de un español que me envió
un correo.
Hace pocos dias, me envió un correo un español que debe de tener una cierta
vinculación a Guinea, aunque vive en España, diciendo que los guineanos eramos
unos desagradecidos y que nos pasabamos la vida insultando a España o poco
menos. Decía "no hay más que leer la Gaceta y está llena de cosas contra
España, y no contra Francia o Estados Unidos". Yo no entendí lo de ese
ataque, porque creí que al decir gaceta se estaba refiriendo a mi web, que creo
que no solo no es anti-española, sino bastante nostálgica. Ahora estoy seguro
que se debe de referir a la Gaceta de Guinea.
Así que ya me hago una idea del contenido. ¿Qué clase de informaciones trae?
Por cierto, este artículo hace referencia a unos documentos de la ONU de los
que nunca oí hablar sobre la recomendación de autonomía al pueblo bubi.
Alguien debe haber re-interpretado algún documento sobre derechos humanos.
Un saludo
Estimados todos:
Como el inicio de la conversación sobre la película, lo hice al correo
particular de Fernando, el resto del foro quizás no sepa que nos estamos
refiriendo a la película "Lejos de Africa". Una de las pocas películas
sobre Guinea y la única moderna que yo conozca.
Te la mencionaba, para conocer tu opinión sobre ella, porque tiene un guion muy
interesante y que creo tiene un cierto paralelismo con tu historia personal.
Una niña que va a vivir a Malabo de pequeña y crece en ese ambiente de pequeña
villa colonial. Como se cria en Africa,a pesar del racismo y la religión de la
época, ella tiene un sentimiento liberal hacia los africanos y su religión y
conciencia de la invasión de otra cultura que supone la presencia de los
europeos. Su mejor amiga es una chica nativa con la que compartirá amores. A
medida que pasa el tiempo ella se siente más africana, pero mientras ella se
siente cada vez más guineana, más de "su isla", ve como sus amigos
de color cada vez son más intolerantes o radicales.
Finalmente ve como su mundo se derrumba y tiene que volver a la península. A
una España que no le dice nada y con la que no tiene nada en común porque su
vida está en aquella isla.
Por cierto, fué rodada en Cuba por los consabidos problemas políticos.
Murcia, 13.06.00
Amigo Joao Pintos:
Me gustaría saber dónde has visto la película "Lejos de África";
me encantaría verla. Por lo que cuentas, es la experiencia de Fernando y de
muchos de los que hemos pasado por Guinea. Personalmente, me integré de tal
manera en la vida aquella que, cuando tuve que volver, fue un auténtico trauma;
me costó un calvario integrarme en la llamada "civilización".
Máxime cuando piensas que sólo vas a estar unos meses en la península para
luego volver, y resulta que nunca más puedes regresar al mundo de tus sueños.
Fernando cuenta en su ameno libro que se despidió de cada palmera de la Isla;
yo no pude hacerlo.
Un saludo,
Esteban.
Estimados Amigos y estimado Esteban en
particular:
La película es realmente bonita. Por cierto Fernando volvió a sorprendernos
como cuando lo de Galindo, con su erudición, al darnos detalles personales.
Lejos de Africa ya pasó por las pantallas de cine y de televisión un par de
veces. Yo la grabé hace poco, cuando la pusieron en la 2, en un programa de
Cayetana Guillén, por lo que aunque tiene anuncios y me falta el inicio, tiene
entrevistas interesantísimas a la protagonista, Alicia Bogo, que está
guapisima en la peli, y de la directora, la Cecilia que conoció Fernando, y
algun técnico más que cuentan anécdotas del rodaje y de la vida en Guinea en
aquella época.
Es curioso que todos sabemos que es la isla de Bioko y la ciudad Malabo, pero en
ningún momento de la película se dice.
La puedes encontrar en alquiler en cualquier videoclub grande, y también a la
venta. Probablemente esté en librerías virtuales.
Durante un tiempo tuvo una página web.
Saludos
Estimado Joao:
Muchas gracias por la información. Creo que no tendré problemas para
encontrarla en Murcia.
Por cierto, hace unas semanas tuve ocasión de conocer personalmente, en Murcia,
a nuestro contertulio y amigo Fernando Abaga. Su conferencia fue sumamente
interesante y aleccionadora. Espero que el mes que viene vuelva por aquí y
tengamos más tiempo para charlar.
Un saludo cordial,
Esteban
Hola, me llamo Xavier Lacosta y me estreno en el foro sobre Guinea con este cuento, extractado de una recopilación de mi autoría, no publicada, bajo el lema de ‘Instrumentum Vocalis’. Remito también la parte del epílogo de la recopilación que habla de este cuento particular, en el que se entremezclan tradiciones mágicas de Guinea y Baleares
Saludos!
RO A ELEMBA
(LA ASAMBLEA)
por Xavier Lacosta
"Versados en demonología..." la música concatenada y opuesta de emes y enes contra es y aes les acompañaba al tiempo que subían la colina. "Versados en demonología ¡Qué atrevimiento! Por cierto, es más conveniente este sitio que aquél otro en medio del desierto", susurró el Segundo. "Sí", convino el Primero, "yo lo prefiero sobre todo a aquella vez que nos reunimos dentro de un árbol". " Y yo...", empezó Segundo, "Calla", le conminó el Otro, "lo que debas decir mejor es decirlo ante todos". El silencio fue la respuesta. Subían un tramo angosto, de carrizo y piedras cortantes, sueltas; el sendero no ofrecía, sin embargo, dificultades para seres que apenas tocaban el suelo con los pies. Segundo pensó: "La próxima vez, en lugar de sobre una colina me gustaría...". "Tampoco pienses: lo que discurras, discúrrelo ante los otros", le ordenó, ya severo, Primero. En el cielo nocturno se recortaba una luna turca.
Ligeros, ambos llegaron a la planicie antes de que lo hicieran la segunda mitad de los convocados. "Gusto de verte", saludó Uno; "Sí, la última vez fue en el desierto, en aquella Noche Fría..."; "Mejor es este lugar: isla en el mar, en una montaña que es como otra isla en la tierra, pero rodeada de cielo..." Los saltamontes merodearon un buen rato, en tanto Aquél‚ designado como Secretario al final del último cónclave para conducir el presente, acababa de ordenar sus documentos y de establecer el turno de intervenciones. En medio de ellos, yo, en pijama, asistía también‚ mi espíritu estupefacto y arrebatado: seguro que no había cursado ninguna solicitud para asistir a la asamblea ni siquiera en calidad de testimonio u observador: "No, de testimonio no", me interpeló Aquél‚ "sino como relatora. Usted es nuestra relatora. Narradora o cuenta cuentos, si así lo prefiere". ¡Cómo! "Sí. Es preciso por la propia estructura de la historia, ¿sabe? Nosotros dominamos el tiempo y el sueño, pero no la narración". Seguía sin comprender. "No es momento ahora -dominamos el tiempo, jamás decimos ‘no hay tiempo’- pero confíese cuando le decimos que mejor en otro momento, que lo habrá". Mi sorpresa se relajaba y dejaba de aumentar; aún con los párpados llenos de sueño intentaba abarcar mi alrededor. La tenue luz parecía un amanecer, pero por los comentarios oídos -"¡qué Luna tan magnífica se prepara!"- en realidad anochecía.
Silencio ahora. Sentados poco a poco, en anfiteatro, con el Secretario que a la vez oficiaba de presidente, la asamblea comienza por fin. Cierro los ojos y recuerdo que, dolida por la menstruación, me había ido pronto a la cama, antes que mi marido llegara; apenas una vuelta en la almohada y me encontraba en la ladera de la colina, oyendo aquello de "versados en demonología". Ni idea de lo que pasaba. Pero ya se acercaba Aquél, que por lo visto encontró un momento en su Tiempo que tan bien decía dominar. "Verá, nuestra querida señora -pues todos la respetamos. El asunto es mucho más sencillo de lo que parece", dijo, "pero antes que nada nuestras disculpas por arrebatarla del sueño". Aquél empezó un amago de poner las cosas en su sitio pero educadamente, ya que el Secretario era, por ahora, educado: "Sabe", dije yo, "quizá no sea, para mí, el momento adecuado. Estoy dormida, cansada, dolida -usted no sabe cómo duele- y debo aprovechar el tiempo de mi sueño porque, señor, empiezo muy temprano a trabajar. Desearía que me devolviera a mi sueño y mi descanso, sea donde sea el lugar en donde estoy ahora". El Secretario no se enfadó ni se sorprendió; por el contrario, sonrió de oreja a oreja como un bobo. Por cierto, tenía las orejas en punta, con los lóbulos colgando por el peso de dos gruesos aretes de oro macizo. Aparte de un lienzo que le envolvía la cintura, no tenía otra vestimenta. Dónde había visto yo una moda así...
"Verá, aleje sus temores, porque podemos complacerla en todo", comenzó a explicar, "aunque no queremos devolverla aún a su sueño. Pero no se preocupe, es por poco tiempo -poco tiempo para usted, para su percepción. Usted no perderá horas de sueño ni de descanso. Recuerde el vuelo nocturno y el asno... Recuerde, dominamos el tiempo..." No entendía nada, decidí huir hacia adelante y optar por la ironía: "ya que es tan prepotente con los relojes, no le importará explicarme todo eso más ampliamente, ¿verdad?, porque se supone que no le robaré su tiempo... ". Antes de que acabara la frase, el pequeño Secretario comenzó a marcharse. "Le ruego," -se disculpó- "en otro momento, debo intervenir ahora ante la asamblea; en tanto, puede tomar las notas que necesite" ¿Notas? Ya está, me habían tomado por una secretaria, no me habían escogido por mi diploma universitario ni por mis estudios pediátricos, sino por mi capacidad amanuense. Mucho onirismo anacrónico, pero estos enanos no habían superado la creencia ancestral en un eterno femenino. Habíamos caminado unos pasos y, sin darme cuenta, el Secretario me había conducido mientras hablábamos hasta situarme frente a un pequeño escritorio. Una monada, con su sillita y todo. No se cómo encajaría con mi metro setentaycinco. Estaba colocado sobre la última grada del anfiteatro, arriba de todo, justo delante/encima del Secretario. El lugar aparecía cuajadito de docenas de decenas, centenares, quizá un millar de personillas como mi mentor.
"Qué sueño más simpático en el fondo", pensaba mientras distinguía que no todos los asamblearios eran como el Secre. Unos tenían las orejas de distinta forma, otros se vestían completamente, menudeaban quienes sólo llevaban bombachos, los había que se tocaban de turbante verde. Cierto grupo vestía sombreros de hebilla, zapatos con tacón y grandes cinturones. No sé por qué los relacioné con viejos holandeses. El Secre, por cierto, me había dejado para cortar la palabra a uno de los miembros de la asamblea. Recordé que, desde que estaba allí, no me dolía; no sentía el dolor de la menstruación; "algo he sacado", me dije. O bien, me pensé, o me pensé en sueños: me soñé. Mi cicerone en los dominios de Morfeo -también soñabapensaba cursiladas, siempre fui una pija-; muy correcto, desalojó de la tribuna al elemento pesado, que no se opuso demasiado pesadamente. Capté que discursaba sobre algo de unos jugadores de bolos con ropas holandesas en la gruta de una montaña, les recriminaba algo.¿Se refería quienes había visto antes? El Secre dio paso a otro miembro de la congregación que comenzó una perorata sobre el It y el Ego. Sentada ya, apenas había cogido un papel y una elegante pluma del escritorio cuando ya tenía al Secre a mi lado. "Bien", convine, "si no me devuelve a mi descanso y me garantiza que, sin embargo, descansaré porque no perderé horas de sueño, ¿le importa explicarme todo esto, como ya le he pedido antes?". "Cómo no", convino también a su vez, "es precisamente este el mejor momento que podríamos encontrar". Hablaba de hallar momentos como quien da con una moneda o un botón que ha perdido o que ni siquiera es suyo. "Precisamente, precisamente", insistió. "Pero comenzaré, si me lo permite, por lo menos importante para usted y lo más importante para nosotros". Repuse que en absoluto, "qué me va a importar, ya puestos... "
Lo que era más importante para ellos, los miembros de la asamblea, así designaba él a la congregación nocturna, era, como me había dicho al principio, el relato. "Se preguntará usted", y era cierto que me lo preguntaba, "que por qué complicarlo todo tanto". La respuesta era que querían hacerlo bien; no levantar sólo unas actas sosas que narraran discurso sobre discurso, ponencia mas ponencia, moción contra moción. Ni algo abstracto, que no se sabía quién lo había escrito. "¿Cómo?", pregunté extrañada.. "Verá", se preparó, como lo hace una maestra indulgente con una alumna zoqueta, "cuando usted lee algo, ¿no se pregunta nunca que de dónde ha sacado el narrador esa información?".
"Suponía que el escritor o escritora se lo habrían inventado", dije, y me dí cuenta que metía la pata. "Ahí está", cogió la metedura de pata, triunfante, "entre nosotros no se usa de esas invenciones, lo nuestro es real. Y, como real, necesita de un artificio para ser creíble al contarse a los demás" -seguía siendo una zoqueta, ¿no bastaba decir ‘esto es así’ y ya está?. "No, no" -el Secretario empezaba a ponerse serio, el pedagogo amable endurecía el rictus- recuerde la Odisea: comienza con la invocación ‘Háblame, oh musa....’ En rigor, Homero le cuenta al lector u oyente de la Odisea unos hechos de los que está informado no por él mismo, sino por medio de la musa que le inspira. No es Cervantes quien escribe ‘El Ingenioso Hidalgo... ’, sino que traduce el manuscrito original de Cide Hamete Benejalí. Hamlet no averigua qué es lo que han hecho con su padre, sino que el fantasma de éste se lo cuenta de primera mano. Scherezade cuenta al Sultán / lector / oyente lo que otros le han contado a ella. El conde Lucanor recopila los consejos y cuentos que luego enumera el infante don Juan Manuel. César, por su lado, narra sus propios hechos en tercera persona como si fueran los de otro En los cuentos de Poe, o de Melville, o de Conrad, lo que se lee es un diario del protagonista, que emplea la primera persona como en las novelas de detectives...". "Como yo ahora", le corté‚ porque es que se iba a ahogar, se quedaba sin respiración el pobre, tan pequeñito.
"Veo que ya lo comprende", sentenció el profe ante la alumna que ya lo ha cogido, y que al principio parecía cateta. "Pero..."
Nos interrumpieron al reclamar nuestra atención: la sesión iba a dar comienzo de manera formal. Me senté ante el pupitre y fui tomando nota, con la mejor de mis caligrafías escolares, de las intervenciones. Básicamente, se trataba de relatos más o menos extraordinarios, contados en forma de experiencias, como quien presente una tesis doctoral o un estudio sobre algo ante un cónclave científico. El material me extrañó al principio, pero me tranquilicé al recordar que soñaba. Soñé, pues que transcribía:
Primera experiencia reseñada
Mi abuela contaba lo siguiente: tenía un primo mayor que gustaba de cortejar a dos jóvenes hermanas al mismo tiempo. Entonces se solía hacer esto, no pasaba nada en aquella época: el pretendiente cortejaba a dos muchachas a la vez en tanto se decidía por una o por otra, o bien era una de ellas la que se decidía por uno u otro pretendiente. Tampoco eran raras las casas en que una o más hijas recibían a varios pretendientes, bajo la mirada de la madre o de una hermana casada mientras hacían labores domésticas o del campo, como bordar o pelar almendras. Bien, este pariente era bravo y valiente, encorajinado; acudió a cortejar una noche en que la madre, casualidad, no estaba. Le dijeron, llegada la hora de recogerse: "Jaume, vete". Pero él: "Hoy que no está vuestra madre podremos estar un rato más...". No accedían, le insistían para que se fuera sin echarle. "No, vete ya". "Pero, ¿y la cena?". "Ya hemos cenado, vete y déjanos". Ya ofendido, el primo de mi abuela les contestó: "Ya que tantas veces me habéis dicho que me vaya, me iré". Pero no se fue, se escondió en la alacena. ¿Por qué? Ni él mismo lo supo decir, quizá por llevarles la contraria, sin malicia. Oyó a través de la puerta que una de las hermanas preguntó a la otra: "Y, ¿dónde iremos hoy?"; y la otra que responde: "Esta noche caeremos sobre Barcelona". El no entendió nada, presintió que algo pasaba, indefinido, y siguió un silencio. Una claridad que, lenta, disipó la oscuridad en un tiempo que no había luz eléctrica, le impulsó a salir sin aguantarse más. En la claridad vio los vestidos abandonados de una y otra, y no permaneció ni un segundo más, cogió puerta y salió de la casa. "Mis pisadas me atemorizaban", decía el joven al recordarlo; perdió el camino a casa y tardó horas en regresar. Le contó la nigromancia a la madre, que le advirtió: "No debes volver, ya había oído que esta gente no trae nada bueno". Le contestó que así lo haría; la madre le recomendó: "No discutas con ellas ni rompas de repente, deja pasar el tiempo y haz como si ya no te interesaran". Preguntó: "¿Y cómo, si son siempre tan atentas conmigo?". "Como puedas, pero sobre todo no comas nunca nada de lo que te ofrezcan". Durante unas semanas aún le insistieron, Jaume esto, Jaume aquello, ven a vernos; respondió con mil excusas hasta que cesaron de invitarle. Otra cosa que hizo siempre nuestro primo fue recomendarnos a todos que no comiéramos nunca nada sin saber a ciencia cierta quién nos lo daba y, si lo comíamos, que lo cogiéramos con la mano izquierda, y que lleváramos siempre cosas bendecidas encima: un pañuelo, una crucecita, algo de agua bendita.... Por si acaso."
Segunda experiencia reseñada
Eran los de entonces tiempos de bandoleros, y entre estos había los de la cuadrilla de Joanot, a quien nunca le podían pillar. Jamás abandonaba su zurrón. Decían que había logrado capturar un follet. Uno de esos que, si lo capturas, está obligado a preservarte. El lo negaba, pero lo cierto es que no dejaba el zurrón ni a sol ni a sombra, ni para comer ni para dormir, quien sabía si ni para obrar de cuerpo. Sucedió que apareció con parte de los suyos en un baile de pueblo, porque había un par de jovencitas que le gustaban. Bandolero sí, pero en cierta forma caballero precisamente en eso, en las formas. Prefería cortejarlas antes que violentarlas o raptarlas. Los otros se le reían y decían que perdía el tiempo, pero pocas veces se le resistían. Lo que no supo era que aquella noche una banda contraria le preparó una celada, precisamente con la chica que más le gustaba. Ella, ante todos, se dejó rogar y cortejar por él antes de acceder a un baile. Por último puso como condición que dejara de lado su zurrón, por pura coquetería. "Parecería no se qué cosa‚ bailando con un zurrón al lado", una de las cosas que le dijo. Por galantería, Joanot apartó el zurrón, la cortesía pudo más que la precaución: el follet escapó volando ‘como una mariposa’, los conjurados dieron sobre Joanot y le mataron.
Tercera experiencia reseñada:
"... En las sombras del paganismo más abyecto, no tenían otras creencias que las procedentes del culto y adoración que rendían a los mekukus y mevengas de sus antepasados. Proceder de otra suerte era correr grave riesgo y exponerse a las represalias que no tardarían en tomar los feticheros y megangas (...) Testigo Ndayambekunda, que llegó sano y salvo de su naufragio hasta las playas sobre el caparazón de una tortuga. Epakele, de los mapangas, pelaba y comía una caña de azúcar a muchos metros bajo el agua, mientras subían a la superficie los restos que él tiraba. Ibendu, bapuku de Utonde, nadó bajo un río y vio a gran profundidad una ciudad encantada cuya belleza, por supuesto, no tenía parangón. Pero por sobre todos fue famoso Ubemga, que tenía a un tigre por ro a elemba. Era este un felino cierto, no figurado por humano mediante disfraz sanguinario. Ubemga era hermano, consanguíneo y socio del tigre por pacto poderoso en cuya ejecución debió embadurnar los mostachos de la bestia con una porción seminal sacada de su genital humano. No fue tan raro el caso, aunque lograrlo era difícil: otros lo consiguieron con boas, gorilas y elefantes.. Capturado el animal por el pacto seminal, dejaba de ser bestia para el capturador para convertirse en hermano y compañero, en la más estrecha unión y parentesco. Superando el asco de otros, los había que dormían con el reptil en la cama humana, o que iban a todas partes llevándolos sobre los hombros. Sabedores de esta unión y camaradería, cuando Ubemga se aproximaba a la ciudad por todas partes se veía al tigre, se citaba al felino. La bestia no fue nunca culpada porque nada hacía, simplemente estaba allí. Al marcharse Umbenga, también desaparecía el tigre. Esto era así porque el tigre de Ubemga hacía todo lo que se le ordenaba como si el cuadrúpedo fuera un niño. Por contra, ningún humano quería relaciones con él. Si Ubemga aparecía por un lado todos se iban por el otro. No es que llegara con el tigre, sino que llegaba solo y todos se apartaban de su lado. En la boda de su propia hija, primera ceremonia católica en Punta Monda, así lo ví. Otro día le cogieron preso los coloniales para una entrada de dos centenares de cargadores, cuyo objeto era establecer blocaos en Nzok, Alum y Ayeme. Bastó que se corriera la voz que Ubemga estaba entre los agraciados para la excursión para que cundiera la deserción: nadie quería topar con el tigre; creían que, si Ubemga iba, su ro a elemba también lo haría. Otro que hizo pacto con el tigre fue Ikabo, de Bomundi, quien era cojo. Muchos le vieron jugando con su tigre como si se tratara de un perrillo. El animal incluso le imitaba la cojera; al morir el hombre lo hizo también la bestia y, tras examinarla de cerca, resultó que le faltaba el mismo pie que al difunto Ikabo. De Mebelo poco hay que decir que añada algo más a lo ya comentado, salvo que de este hay referencia publicada en diarios de la colonia de fecha del 25 de abril de 1927".
Cuarta experiencia reseñada:
El jefe del pueblo se quedó mudo, ‘mudo de Obé’, le llamaron desde ese día; los vecinos acudieron al morimó para que les diera el remedio para que recuperara el habla. ‘Fingid que han robado su casa cuando esté fuera del pueblo, y quemadla’. Al regresar, la madre del mudo le advirtió: ‘¡Oh, mudo de Obé, jefe de Masab, guía de tanta gente! ¡Tus compañeros han quemado tu casa y robado tu patrimonio! ¡Cómo te quejarías si tuvieras voz!’ La pena y la pérdida hicieron que el jefe volviera a hablar entre lágrimas: ‘¡Madre, ¿quién lo ha hecho, quién me han traicionado?’. Todos se alegraron y consolaron al jefe, revelándole el remedio. La casa perdida fue el precio de la medicina.
Quinta experiencia reseñada:
"Vayamos a la cueva del morimó, no para invocar su ayuda, sino para directamente invocar el de Chiba. Es nuestro enemigo más fuerte, no sabemos cuál es el secreto que le permite vencernos siempre". Convocado, el espíritu de Chiba se traicionó: ‘Os supero a todos en el campo de la guerra porque soy invencible. Sólo una lanza que atraviese mi corazón podrá matarme’. A la misma mañana siguiente, en un oscuro encuentro, los contrarios de Chiba dirigieron todas las lanzas hacia su corazón, hasta que le acertaron. Su madre comenzó el llanto, y su pena era comparable a la de aquella cuyo hijo fue esclavizado y no le volvió a ver: la mujer se convirtió en un pájaro para plañir ‘ntao-piao, ntao-piao’, de rama a rama, de bosque a bosque".
Ahora hablaba uno de los más pequeños, aunque no por ello menos honrado. Toda una metáfora. Apunté lo que comunicaba a la asamblea:
Sexta experiencia reseñada:
"Fuí yo quien, suplantando la figura del Gran Eri, esperó‚ en la cueva de Moka en los tiempos que la cuidaba Abba Moté. Mientras me rogaba que las mujeres fueran fértiles, y antes de que señalara la fecha para la siembra del ñame, una mujer y un hombre blancos con un niño llegaron hasta la entrada de su cabaña. El Abba Moté bendijo al niño, los padres pidieron que se les permitiera visitar la cueva. Insuflé en el Abba el recuerdo que toda mujer que atravesaba el río Uti sufría la conversión de su vientre en hormigas, así que guió sólo al hombre a través del bosque. Evitaron ambos los puestos de guardia. En la entrada que vela una cascada, los vampiros que salían tropezaron con los dos hombres. El Abba Moté esperó, sin entrar totalmente, que el blanco admirara la cámara del morimó Gran Eri, y la cámara de los consultantes. Como el blanco ignora las cosas de nuestro mundo, lo miró todo sin ver, como un niño, y salió sin dirigirme la palabra. "¿Lo ha dicho?", le preguntó el Abba Moté, y el blanco le miró como si no tuviera el sentido: no había oído nada. "¿Qué debía haber dicho el genio?", preguntó sin mostrar respeto. "Lo que dicen todos que les ha dicho: ‘Hay que matar a Macías’, eso dicen", le inspiré de nuevo al Abba Moté.
De otras muchas experiencias fueron dando cuenta los pequeños genios, de todas ellas hice reseña pero el débil hilo del sueño no soporta el volumen de su recuento. Terminé con una especie de receta:
"Si quieres hacer daño a alguien, hazte primero con una imagen de ese alguien. Puede servir cualquier representación: una estatua, un retrato, una foto... La representación debe ser fiel y sobre todo deben aparecer claramente las partes de su cuerpo; entonces debes mutilar y destrozar la imagen para que tu enemigo sufra esa mutilación y esa desgracia que causas a su imagen. Así, si quieres verle muerto, cuélgale una soga al cuello de su imagen. Si lo deseas ciego, arráncale los ojos. Desoreja la imagen, quema su cara, etc.... Se advierte que este embrujo no equivale al muñeco del vudú. A éste sólo se le pincha con alfileres, y además el muñeco debes hacerlo tú y añadirle cosas personales del enemigo, con el riesgo que conlleva el hacerse con ellas. El mal es, además, impreciso. De esta otra manera, mucho más ventajosa, basta una foto que aparezca en un periódico, o un retrato en un edificio oficial, y la desgracia es bastante certera. Es, pues, un embrujo muy indicado para magnicidios, y muy socorrido de los pueblos sojuzgados".
Estaba agotada. El simpático Secre, como si acabara de salir de la ducha. El hemiciclo se iba vaciando de personajillos, que desaparecían tras despedirse efusivamente al poco de alejarse. La Luna terminaba su camino celeste. El Secre guardaba mis cuartillas con letra de maestra. Inquirí, de nuevo, cómo era que ellos mismos no tomaban nota sobre sus intervenciones y en vez de eso necesitaban llamar a una extraña. Me respondió orgulloso con divagaciones, que no recuerdo de las que sólo retuve la explicación de que "estamos hechos de un fuego purísimo". Le pedí que me devolviera a mi mundo, a mi universo, a mi familia y a mi sueño, al cómodo reposo.. Años después, así lo he recordado.
EPíLOGO
(...) En Ro a elemba (La asamblea) me adentré en ese problema -para mí lo es-, el del narrador. Creo que he tardado más de dos años en darle su forma definitiva. Tenía la certeza de que debía comenzar por la segunda parte de su título, es decir por una asamblea nocturna ¿De qué? ¿De quiénes? Recordé los pasajes del Corán en los que el Enviado discute con los genios, y de ahí imaginé otra asamblea en la que los congregantes relataran hechos prodigiosos, como quien presenta comunicaciones científicas ante un congreso o convención. La relatora es una mujer, cautivada a través de su propio sueño. Los fenómenos expuestos pertenecen a la memoria oral balear y guineana. Dos años después de comenzar el relato di con el libro de un religioso anónimo que exponía la cualidad del ‘ro a elemba’, y me sorprendió tanto que ahí se quedó textual, porque no pude imaginar una forma de narrarlo que no fuera la que ya tenía. Ese sustantivo pasó a la primera parte del título. Las creencias mágicas forman parte de toda comunidad, son una expresión literaria común y anónima, y muy pocas invenciones de una sola persona pueden superarlas en su fondo o en su forma.
(...)
Estimado Xabier:
Muchas gracias por tu relato. Aunque no lo he leído con la calma que requiere,
me he fijado en algunas experiencias que las encuentro interesantísimas, por el
significado que tienen y que los antropólogos siempre se encargan de ampliar..
La cuarta experiencia, dicen que hace referencia a la idiosincrasia del pueblo
bubi, capaz de mantenerse en silencio y soportar con estoicismo los problemas y
la invasión de sus tierras por otras gentes, hasta que un dia estalla.
"hasta que el jefe habla".
Macías estaba aterrorizado por la magía y aterrorizaba por la magia. Gran
parte de su odio hacia los bubis se basaba en el temor a los morimos bubis, que
se expresan en la sexta experiencia. Macías estaba convencido de que de verdad
el morimó de Moka repetía "hay que matar a Macías", y tenía
vigilados los caminos para que nadie fuese a la cueva.
También resulta curiosa la referencia constante de las leyendas hacia el tigre
y sus poderes, ya que nunca ha habido tigres en bioko. Sin embargo, el propio
Macías se auto apodaba "el tigre de Malabo" o"Macías el
tigre".
Murcia, 15.06.00
Estimado Xavier:
Me han parecido muy interesantes tus relatos. Desde el punto de vista de mi
especialidad, me ha asombrado comprobar las muchísimas similitudes y lugares
comunes que hay con bastantes mitos clásicos (grecolatinos). Sería una cuestión
a estudiar de indudable interés.
En cuanto al traído y llevado "tigre", te daré mi opinión. Yo viví
en el continente, y allí era frecuente llamar "tigre" al leopardo. Se
oía decir habitualmente "Fulano ha ido a cazar 'tigre'". Pero es que,
en esa misma experiencia tercera, se hace mención, además de a una fauna típicamente
continental, al Utonde, que está al Norte de Bata. Lo mismo cabe decir de Punta
Mbonda (no Monda). A ambos sitios iba yo a bañarme y a coger conchas marinas
con mucha frecuencia. También la onomástica (Nzok, Ayeme...) es del contiente
(por cierto, debe ser Nsok, es decir, elefante). Por tanto, mi opinión es que
que se trata de un relato propio del contiente y no bubi.
En cuanto a los datos de la posible hemeroteca de los claretianos, trataré de
hacerte alguna gestión con los mismos claretianos.
Un saludo cordial,
Esteban.
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Murcia, 17.06.00
Querido amigo Fernando:
En efecto, el Luis Alonso al que me refería estaba en la escuadrilla aérea; su
mujer es tía mía (también andaba por allá). No sé qué tal jugaría al
baloncesto, porque su estatura no era mucha. En eso se nota que mi pariente es
su mujer y no él, porque yo mido 1,90. También conocí a esa otra hija de Otto
(tuvo unos cuantos hijos mulatos), la nadadora. Era muy conocida en mi época y
comparto tu impresión.
Un saludo muy cordial,
Esteban.
Estimado Fernando:
Ya me ha llegado tu libro. Realmente tenía interés en empezar a leerlo.
Intentaré dosificarme para leerlo con calma y disfrutarlo y no pegarme un atracón.
Ya lo he empezado y hay tres cosas que me llaman la atención.
Una de ellas, es lo bien que se transmite la angustia y las penalidades de una
guerra, a pesar de que al narrarlo desde el punto de vista de un niño, hay un
toque de ingenuidad que a veces provoca una sonrisa.
La otra, es la técnica para ir describiendo Malabo y sus alrededores. Hacerlo
desde el punto de vista de un niño que llegado a una ciudad nueva va
descubriendo lo que va quedando al alcance de los ojos. Es estupendo, porque se
transmite muy bien al lector esa emoción por descubrir cosas nuevas que tiene
el pequeño "Fernandito" y da la sensación de ir acompañandolo en
los "descubrimientos" de un lugar extraño y no exento de
"peligros".
También es de alabar lo preciso y descriptivo que consigue ser el libro, al
explicar con sencillez muchas cosas sobre razas, vegetación, costumbres.
En fin, que ya lo he empezado y que lo estoy disfrutando mucho.
Saludos
Querido amigo Fernando:
Suscribo los elogios de Patricio hacia tu libro.
Yo también le comenté a nuestro amigo Fernando Abaga su posible
parentesco con Simón Abaga, a quien conocí por ser el guía y cazador de mi
padre cuando salía al bosque, pero me dijo que no. En realidad, el apellido
Abaga, sin ser muy corriente, es un tanto frecuente en el continente. Simón
Abaga conocía (no sé si vive aún) excepcionalmente bien la vida en el bosque
y creo recordar que era de Ayamikén, de donde también era natural otro
excepcional personaje que, a buen seguro, encontrarás en el libro de Ramón
Tatay: Tobías Makoga.
Un abrazo,
Esteban.
Querido amigo Xavier:
No soy jurista y desconozco a fondo la legislación guineana. Supongo que
Fernando Abaga podría ilustrarnos al respecto. Pero sí sé que, efectivamente,
hay muchos aspectos de la vida guineana que siguen regidos por la legislación
española. Por ejemplo, en la enseñanza. Cuando los que en España añoramos el
Bachillerato antiguo y no la chapuza que actualmente padecemos, muchas veces
ignoramos que en Guinea todavía sigue vigente el anterior sistema educativo
(creo que con PREU incluído). Al menos eso me han contado mis colegas de la
UNED que periódicamente van allá a examinar de acceso en la Universidad. Por
cierto, yo me he "ofrecido" voluntariamente muchas veces a ir y no lo
he conseguido por no ser de la UNED. Se entiende que mis intentos no son por el
placer de examinar...
Un abrazo,
Esteban.
Murcia, 21 de Junio de 2000
Querido amigo Fernando:
Yo también estoy seguro de que, en caso de fletar el barco, habría "over
booking". También estoy de acuerdo en que Guinea podría explotar en gran
medida el turismo. Ese dinero que parece que entra y sale sin control podría
crear las infraestructuras necesarias para montar un auténtico paraiso
turístico. Aunque me temo -¡ay!- que eso supondría el fin de nuestros
recuerdos.
Veo que conoces bien la zona de Mikomeseng. Nuestro amigo y contertulio Fernando
Abaga es, precisamente, de allí.
Un abrazo,
Esteban.