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Según la religión católica, hay 7 pecados capitales: la ira, la gula, la envidia, la lujuria, la pereza, la avaricia y la vanidad.

Estos pecados tienen muchas cosas de ciertas, y es más cierto aún que como seres humanos, hay unos que seguimos, y otros en los que si pecamos, no nos importa mucho.

En general, el pecado más grande de la humanidad hoy en día, es que nos hemos ido perdiendo el respeto. No me refiero a esos casos de acostarte con tu novio (porque mucha gente dice que eso es perderte el respeto), me refiero a irnos perdiendo el respeto como seres capaces. Le perdimos el respeto a nuestra propia fuerza, y sólo hacemos lo que se nos ha ido indicando, o lo que vemos como correcto (muchas veces, lo que se nos pone delante de los ojos, no es lo más acertado, correcto o real). Le hemos perdido el respeto a nuestro propio juicio, y a nuestra original manera de ser. El peor pecado es hacer lo que los otros dicen sin antes haberlo analizado profundamente. Después le siguen el pensar y sentir sin convicción y sin la mínima intención de defender lo que alguna vez dijimos.

En mi opinión, los 7 pecados en cierta forma engloban todos aquellos que alguna vez acecharon (o siguen acechando) a la humanidad, aunque eso sí, debo admitir que soy de la opinión que actualmente, hay muchos más pecados en el mundo, que poco o nada tienen que ver con los que hace tiempo, se postularon.

Cabe recalcar que soy pecadora. Y no creo que con tres golpes en el pecho, mi acción pecaminosa en el mundo, hasta pecar en contra de mí misma , haya sido borrada.

LOS PECADOS QUE PESCAMOS:

1.- La Pereza forrada de Apatía.
En el primer lugar, el pecado que acecha a una generación entera.
No sé si en todos lados sea igual, pero me daré el permiso de generalizar, por lo que he visto en el lugar en el que vivo.
Nadie tiene ganas de hacer algo. Con la apatía, según yo, vienen más cosas aplicadas. Por ejemplo: todos tenemos la necesidad de cambiar el mundo, de sobresalir, de hacer algo de provecho. Y cuando se nos presenta la oportunidad, o cuando la oportunidad tiene que ser buscada, nos da un MUCHO de flojera. “Naaaaaah, qué hueva!”
Por ejemplo: basémosnos en mí, necesito buscar un trabajo para verano porque en realidad no tengo nada que hacer, no hago nada de provecho, y mis papás nunca me dan dinero. Ok. La solución más esperada, y la más sensata es que empiece a buscar trabajo, pero la neta; me da hueva. Y me da hueva porque sé lo que el trabajo requiere, desde buscarlo, hasta ponerme a trabajar y someterme a un horario.
Ahora, puede sonar ridículo, pero mi sueño es cambiar el mundo. De cierta manera u otra, entonces, ¿ cómo chingados espero cambiar el mundo, si no voy yo a cambiarlo?
Todos esperamos que las oportunidades vengan y nos toquen, y nos eligan personalmente, porque creemos estar hechos para ella.
Soy una persona en pro de la pro-actividad, y me molesta la gente que cree que las oportunidades vienen solas. “Con el tiempo, sabrán quien soy” Si no haces nada, no lo creo. Hay que ir de frente, y aunque yo también sea una huevona para eso de las oportunidades, el mundo ni se enterará que existo, si no me levanto, agarro mis chivas, y me voy a trotar mundo. Hay mucho rincón sin recorrer, y nuestros zapatos están nuevos y cansados de esconderse en un clóset.

2.- Salsa Mexicana sabor Agachismo.
¡Bola de Cabrones, qué si somos agachones!
Me encanta mi país. Y cada día, me da más risa. Los mexicanos somos la raza del contrerismo y de la conformidad, al mismo tiempo. Pondré ejemplos políticos, pero no intento ofender a nadie que piense de diferente manera que yo
Cuando estaba todavía el PRI en el poder, me quejaba de que todo andaba mal, que todos eran una bola de rateros, pero la verdad, nunca hice nada por averiguarlo, por intentar hacer algo acerca de la situación.
Ahora con Fox en el poder, para mí, las cosas cambiaron, ya no son como antes, o bueno... al menos, no del todo... y sí, acepto que hay cosas malas, y he oído comentarios de las personas a las que Fox no les cae, y que piensan que está haciendo un mal papel. ¿Y qué hacen? Acaso van y mandan cartas, y se paran enfrente del palacio de gobierno a protestar? ¿No, verdad?
Como diría Martha: “¿Y qué has hecho al respecto?” Pues NADA. Nadie ha hecho nada, y si nadie ha hecho nada, nadie tiene derecho a quejarse y a actuar en contra como si ya lo hubiera intentado todo y nada hubiera funcionado.
Somos la raza que le hecha la culpa al prójimo.
Ya es hora que nos vayamos haciendo responsables por nuestras propias decisiones, y que las encaremos.
Como pasó en el réquiem, por ejemplo: un chavo estaba cantando su canción, y le dijeron que porfa la volviera a cantar porque no había entrado en el momento adecuado, el responde y dice: “Sí, es que no dieron el tono en el que entraba”, la verdad es que todos oímos que lo habían dado (bueno, yo lo oí), y me pareció un poco infantil de su parte que le echara la culpa a los músicos por su error.
No nos quejemos si no hemos hecho nada por cambiar las cosas. No tenemos el derecho. Si no les gusta el gobierno, claro, son libres de opinar, pero no actúen tajantemente e intolerantes a otras opiniones más flexibles, es pecado.

3.- El neo-racismo y las viejas tarugadas.
Una de las aberraciones actuales de la humanidad es el racismo. No me cabe en la cabeza como hay gente tan ignorante para no entender que todos somos iguales, y que la diversidad nos hace perfectos. Aunque, ya no hablo específicamente del odio hacia personas de diferente raza. Quiero enfocarme un poco más hacia los nuevos tipos de racismo e intolerancia que surgen en nuestro “mundo moderno”.
La intolerancia religiosa.
Junto a mi padre, me he puesto a leer mucho acerca de la religión, porque me parece un tema muy interesante. Cómo es que las creencias de algo que no puede ser comprobado científicamente, son capaces de dictar el comportamiento de la población.
Y junto a esas lecturas, me dí cuenta de que la religión hebréa (si hablamos de las religiones con más seguidores en el mundo) es la más antigua del mundo, háblese de la judía. Y que de ella deriva la católica. Recordemos el pequeño episodio de Jesús en el templo, en el que los rabinos no le creen ni “p” d elo que dice, y ahora sí que lo tachan de loco, freak y wannabe. Hasta ellos...
De ahí se deriva, y empieza lo que es la religión católica. Ahora, Mahoma es el líder (después de Alá) de la religión musulmana, y adivinen: ¿quién le dio la revelación que debía guiar a su pueblo? Pues el Arcángel Gabriel, el mísmisimo arcángel que le dijo a María que el espíritu santo engendraría a Jesús en su vientre. Ahora, sólo me queda por pensar ,que la gente que no tolera a personas de otras religiones, es un completo idiota.
No hay religiones absolutas, y cada religión que ha sido creada a partir de otra (ortodoxos, testigos de Jehová, cristianos, luteranos, presleyterianos, etc.) son sólo diferentes interpretaciones que la misma gente le ha dado a una creencia. Ahora, esto no significa que sea malo, diabólico o herejía, sólo significa que es diferente. Si todos somos hijos de Dios, hasta los ateos tienen derecho a esa misma igualdad y al mismo respeto de cualquier otro.
Plasmando esto en el mundo real, pienso que los fanáticos de cualquier religión, son personas esquizofrénicas, porque no encuentro ninguna otra manera de llamar a su desadaptación como miembros de la especie humana.
No existe ni la guerra santa en el Corán, ni la Biblia demandaba Cruzadas, los Judíos no son la raza maldita, los Evangelistas no son diabólicos ni deben ser linchados, los Tibetanos no son estúpidos pacifistas, y los Hindús no son idiotas porque no comen vacas. Son sólo diferentes. Como alguna vez decidimos cortarnos el pelo o no, la diferencia reside en el libre albedrío, y si se nos fue dado, respetemos el de cualquier otro hijo de Dios, sea lo que sea, crea en lo que crea.
Eso del libre albedrío también puede ser transportado a otro tipo de neo-racismo. El odio hacia los/las homosexuales.
Sí, naturalmente, los hombres fueron hechos para nosotras, y viceversa; pero en eso de la felicidad nadie dicta. El mundo va cambiando, y como en muchas teorías (incúyase la Cuántica) se ha demostrado que el mundo puede no ser lo que parece, y que como diría Einstein, todo es relativo. Ahora, si la misma ciencia opina que pueden haber varias respuestas a un mismo problema, ¿por qué no aceptar que la búsqueda de la felicidad tiene varios caminos?
Si los gays y lesbianas se sienten a gusto y felices (que es lo más importante) con lo que hacen y con la persona que tienen a su lado, es inútil no entenderlo. Así como ellos pueden o no estar confundidos con su sexualidad, igual nos pasa a nosotros. Cada quien va tomando los caminos que desea para su vida, y es decisión de cada quien hacer lo que se le plazca con su vida. No somos nadie para juzgar, y para emitir juicios sobre una persona solamente por sus decisiones sexuales.
Aunque, eso sí, así como nosotros debemos respetar sus decisiones, ellos deben respetar las nuestras, igualdad de pensamientos y derechos.
En la guerra y en el amor, todo se vale, ¿no?

Estos son sólo 3 pecados que se me vinieron a la mente en este momento de “inspiración”, yo sé que hay muchos más de los que no me acuerdo ahorita, y que muchos más aparecerán.
Esto que escribí no es un artículo de motivación y de “sí, sigamos adelante”, está hecho con el fin de que nos pongamos a revisar nuestros archivos internos y tratemos de entender, que los únicos culpables en hacer este mundo lo que actualmente es, somos nosotros, cada uno. Y si ninguno se pone a reflexionar sobre lo que hace, las cosas no cambiarán.

Yo me declaro huevona, muchas veces egoísta, malhumorada; pero al menos, lo acepto, sé que lo sabrán, y no tengo nada que esconder. No necesito caerle bien a nadie, y como diría la Madre Teresa:

“To change the world, it may never be enough. Try to change it, anyway.”