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Sin creencias, sin concentración, sin nada en especial. Lo único que se requiere para practicar Reiki es tener los alineamientos y buena voluntad para servir a otros. Es diferente porque no se puede aprender solo leyendo libros, se necesitan los alineamientos pasados por el maestro. No se necesita pertenecer a alguna religión en particular ya que no se basa en creencia alguna. En otros métodos es necesario que el sanador se concentre y visualice chorros de energía, en Reiki no se necesita eso, solo será suficiente con poner las manos. No se necesita más. Con otros métodos de sanación el sanador y el paciente tienen el riesgo de que se presente el traspaso de enfermedades o emociones entre los dos. En Reiki no pasará esto jamás. Un médico, por ejemplo, que emplee mal su energía sexual, al realizar una cirugía puede probocar que la cicatrización en el paciente sea lenta y difícil. Esto se debe, recalcamos, a el mal uso de la energía sexual por parte del sanador. En Reiki este riesgo también desaparece totalmente. Además, con otros métodos si se deja de practicar se pierde el don, en Reiki este don nos sigue hasta otras vidas. Todas estas cosas marcan la diferencia. |