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Fármacos médicos y algunos remedios populares ayudan a los indispuestos
Los mejores remedios para curar el hipo

Este problema afecta a personas de todas las edades y, en algunos casos, puede volverse tan duradero como para afectar la rutina diaria. Cuando se transforma en crónico hay que tener cuidado: males más graves pueden esconderse detrás.

Noemí Miranda

Diversas técnicas se usan para tratar el hipo. Las más conocidas como beber un vaso de agua lentamente con la nariz tapada, o contener la respiración, aumentan el nivel de CO2 en la sangre relajando los músculos que provocan el espasmo.

(Foto: COPESA)

La cena ha finalizado, el estómago está lleno y, repentinamente, un molesto sonido interrumpe a los que conversan en la mesa. Le sigue otro sonido, y luego otro más. El comensal que es fuente de miradas irónicas y de bromas pesadas está sufriendo de un repentino ataque de hipo, uno de los problemas más habituales que ha atormentado desde siempre a personas de cualquier edad.

Ya desde el año 400 A. de C. intrigó al filósofo Platón y fue objeto de acuciosos estudios por parte del padre de la Medicina, Hipócrates. En la Baja Edad Media se llegó a pensar que un ataque de hipo era la manifestación de que la persona estaba poseída por espíritus malignos.

Mucho ha avanzado la ciencia desde entonces, llegando a dilicudar el mecanismo que produce el hipo y algunas de sus causas, que van desde transitorias complicaciones gástricas tras una comida demasiado abundante o malos hábitos al comer, hasta serios problemas que permanecen ocultos y cuyo síntoma más evidente es este molesto problema.

 

SALTOS Y RUIDOS

El doctor Claus Behn, fisiólogo de la Universidad de Chile, explica que "el hipo es una contracción involuntaria del diafragma y sucede cuando algo lo irrita o por una inflamación estomacal o del hígado". El diafragma es el músculo que separa la cavidad abdominal, en donde se encuentra el centro del aparato digestivo, del tórax, que aloja a los pulmones y el corazón, y es el encargado de ejercer la presión necesaria para aspirar el aire y luego exhalarlo.

Las irritaciones del diafragma pueden tener alrededor de cien causas distintas. "La más generalizada se debe a la ingesta excesiva de comida o de leche en caso de los bebés, o bien por comer demasiado rápido" señala el doctor Behn. En estos casos, los gases almacenados en la cavidad abdominal o el abultamiento del estómago hacen que esta zona entre en contacto con el diafragma, irritándolo.

La excitación del diafragma produce una succión de aire apresurada y brusca, haciendo que la glotis -la válvula ubicada entre las cuerdas vocales y que controla el acceso de aire hacia los pulmones- se cierre bruscamente produciendo el sonido característico del hipo.

 

REMEDIOS CASEROS Y FáRMACOS

Existen una serie de remedios populares que, en algunos casos, funcionan. Lo más recomendado por los especialistas es, simplemente, esperar a que la inflamación estomacal pase. Para los más impacientes o en caso de hipos persistentes, los trucos que pueden servir son el respirar dentro de una bolsa de papel, contener la respiración contrayendo el estómago o beber agua con la nariz tapada. Cualquiera de estas alternativas aumentan el CO2 en la sangre, lo que tiende a relajar la musculatura, incluída la abdominal.

Otras medidas estimulan la distensión los músculos de la garganta y así tratar de abrir la glotis para permitir el ingreso de aire de forma normal. Esto se logra ingiriendo lentamente una cucharada de azúcar o succionando la pulpa de un limón.

Para casos un poco más severos, y que no se deben a trastornos más severos, se recomiendan algunos fármacos. "Se puede recetar medicamentos como el baclofen que relaja la musculatura, omeprazol que disminuye la acidez del estómago y la cisaprida que impide el reflujo" señala el neurólogo Archibaldo Donoso, de la Universidad de Chile. También son útiles las gotas como el haloperidol que ayudan a eliminar gases