Júpiter es el planeta de mayor tamaño y de más masa de todos los del sistema solar; su masa es, en efecto, más del doble de la suma de las masas de todos los demás planetas del sistema solar. Se considera un gigante gaseoso, su atmósfera está compuesta esencialmente de hidrógeno y helio con pequeñas cantidades de metano, amoniaco y otros compuestos. Al avanzar hacia el centro del planeta, la temperatura y presión aumentan considerablemente, aumentando la densidad de la atmósfera y variando sus propiedades. A una profundidad de 50 000 kilómetros, la presión es tan enorme que el hidrógeno se solidifica y convierte en una sustancia de comportamiento análogo al de un metal.

Al ser Júpiter un planeta exterior, sólo presenta fases llenas y convexas. Por ser tan grande la distancia del planeta a la Tierra, solamente queda en sombra una pequeña parte de la superficie del planeta, aún en su fase convexa. Por tanto, Júpiter nunca presenta fases de creciente y menguante desde la Tierra.

A simple vista, Júpiter es fácilmente de localizar entre las estrellas, debido a que presenta un albedo (poder de reflexión de la superficie de un objeto) relativamente alto, de 0.4, un diámetro aparente grande y una alta magnitud (brillantez de un astro). Estas características hacen de Júpiter un objeto muy brillante en el cielo.

Observado a través de un telescopio, se puede apreciar el achatamiento de los polos del planeta, producto de su rápida rotación, una vez cada 10 horas aproximadamente. Otra característica que se puede observar, son formaciones de nubes que tienen la forma de cinturones oscuros y claros paralelos al ecuador del planeta.

Las formaciones de nubes en Júpiter son de duración mucho más larga que las existentes en la Tierra. Característica exclusiva de este planeta es la llamada Gran Mancha Roja, de forma ovalada y color rojizo, con un diámetro mayor que el terrestre. Esta mancha ha sido estudiada por los astrónomos durante un siglo y es probable que las observaciones de la misma daten de fecha muy temprana, quizás el año 1664.

Principales datos numéricos de Júpiter.

Distancia media al sol (106 km)	778.3
Período orbital (años)	11.86
Diámetro ecuatorial (km)	142 800
Período rotación ecuador (horas)	9.9
Densidad media (agua = 1)	1.3
Masa (Tierra = 1)	317.9

Júpiter es un verdadero gigante entre los planetas y su influencia se extiende muy lejos al interior del sistema solar. Su fuerza gravitatoria es tan grande que es capaz de cambiar las orbitas de cometas y asteroides que se desplazan alrededor del sol. Esto le ha permitido a este gigante capturar de forma permanente muchas lunas, haciendo parecer a su sistema como un pequeño sistema solar. Hasta 1988 habían sido descubiertos 16 satélites, al principio por observaciones desde la Tierra y posteriormente mediante sondas espaciales.

Cuatro de estos satélites fueron denominados lunas de Galileo por ser Galileo Galilei quien las descubrió en 1610, a través de un telescopio que el mismo fabricó. Ordenados por su distancia al planeta son: Io, Europa, Ganímedes y Calixto. Pueden observarse fácilmente con un telescopio pequeño y es posible observar también sus movimientos de día en día, como hizo Galileo.

En próximos artículos me referiré a algunas características particulares sobre Júpiter y sus satélites.