17 de marzo

9 de marzo del 2003

LA ZONAS DE EXCLUSION Y ATAQUES SOBRE IRAK NO TIENEN RESPALDADO NACIONES UNIDAS

La guerra secreta

John Pilger
El Corresponsal - Znet

Durante más de una década, cazabombarderos británicos y norteamericanos vienen bombardeando a Irak a un promedio de un ataque cada dos días. Los bombardeos son una 'guerra secreta' que apenas ha sido noticia. Desde 1991, y especialmente desde los últimos cuatro años, han sido implacables y se consideran ahora como la mayor campaña de bombardeo aéreo anglo-norteamericana desde la Segunda Guerra Mundial. Según la Carta de las Naciones Unidas y los convenios sobre guerra y derecho internacional, los ataques equivalen a actos de piratería que, en principio, no difieren de los bombardeos alemanes sobre España en los años treinta y que sirvieron de precursores para la invasión alemana de Europa.

La traducción pertenece a Fran Bastida

El ataque británico y estadounidense contra Irak ya ha empezado. Mientras que el gobierno de Blair continúa afirmando en el parlamento que 'no se ha tomado una decisión definitiva', las fuerzas aéreas británicas (RAF, Royal Air Force) y los cazabombarderos estadounidenses han cambiado de táctica en secreto y han intensificado sus 'patrullas' sobre Irak para un asalto total sobre blancos tanto militares como civiles.

El bombardeo de británicos y estadounidenses sobre Irak ha aumentado en un trescientos por ciento. Entre marzo y noviembre, según las réplicas del ministerio de Defensa a preguntas de parlamentarios, la RAF dejó caer más de 124 toneladas de bombas.

Entre agosto y diciembre, hubo 62 ataques con F-16 estadounidenses y Tornados de la RAF. Una media de un bombardeo cada dos días. Se dice que estos bombardeos han sido dirigidos contra 'defensas antiaéreas' iraquíes, pero muchos han caído en áreas muy pobladas donde la muerte de civiles es inevitable.

Según la Carta de las Naciones Unidas y los convenios sobre guerra y derecho internacional, los ataques equivalen a actos de piratería que, en principio, no difieren de los bombardeos alemanes sobre España en los años treinta y que sirvieron de precursores para la invasión alemana de Europa.

Los bombardeos son una 'guerra secreta' que apenas ha sido noticia. Desde 1991, y especialmente desde los últimos cuatro años, han sido implacables y se consideran ahora como la mayor campaña de bombardeo aéreo anglo-estadounidense desde la Segunda Guerra Mundial.

Los gobiernos británico y estadounidense los justifican afirmando que tienen un mandato de la ONU para vigilar las llamadas 'zonas de exclusión aérea' que ellos mismos declararon después de la Guerra del Golfo. Dicen que estas zonas, que les dan el control sobre la mayor parte del espacio aéreo iraquí, son legales y están respaldadas por la resolución 688 del Consejo de Seguridad de la ONU.

Eso es falso. No hay referencias a ninguna zona de exclusión aérea en ninguna resolución del Consejo de Seguridad. Para asegurarme de esto le pregunté al Dr. Boutros Boutros-Ghali, que era Secretario General de la ONU en 1992 cuando se aprobó la resolución 688. 'La cuestión de zonas de exclusión aérea no fue planteada y por lo tanto no se debatió ni una palabra' afirma Boutros-Ghali. 'No dan ninguna legitimidad a países que envían sus aviones para atacar a Irak'.

En 1999, Tony Blair afirmaba que las zonas de exclusión aérea permitían a EE.UU. y Gran Bretaña llevar a cabo 'una tarea humanitaria vital' para proteger a los kurdos en el norte de Irak y a la etnia Ma'dan en el sur. De hecho, aviones británicos y estadounidenses han proporcionado cobertura a repetidas invasiones turcas de la parte kurda al norte de Irak.

Turquía es esencial para el 'orden mundial' estadounidense. Vigila los campos petrolíferos de Oriente Medio y Asia Central, es miembro de la OTAN y receptor de miles de millones de dólares en armas y equipamiento militar estadounidense y es también donde están estacionados los bombarderos británicos y estadounidenses.

La insurrección, que viene de largo, de la población kurda turca se considera en Washington una amenaza a la 'estabilidad' de la 'democracia' turca, que no es más que una fachada para los militares, que están entre los peores violadores de derechos humanos del mundo. Cientos de miles de kurdos turcos han sido desplazados y unos 30.000 asesinados. Turquía, a diferencia de Irak, sí es nuestra 'amiga'.

En 1995 y 1997, unos 50.000 soldados turcos, respaldados por tanques y cazabombarderos, ocuparon lo que en occidente se llamó 'refugios seguros kurdos'.

Aterrorizaron a pueblos kurdos y asesinaron a civiles. En diciembre del 2000 estaban de vuelta, cometiendo las atrocidades que el ejercito turco comete con total impunidad contra su propia población kurda.

Al régimen turco se le va a recompensar con un soborno por valor de 6.000 millones de dólares por unirse a la 'coalición' de EE.UU. contra Irak. Las invasiones turcas raramente son noticia en Gran Bretaña. Es tan grande la connivencia del gobierno de Blair que, prácticamente desconocido para el parlamento y el público británico, la RAF y los estadounidenses a veces han suspendido a propósito sus patrullas 'humanitarias' para permitir que los turcos siguieran matando kurdos en Irak.

En marzo de 2002, pilotos de la RAF, que patrullaban la 'zona de exclusión aérea' en el Kurdistán iraquí, protestaron públicamente por primera vez contra su complicidad forzada en la campaña turca. Los pilotos se quejaron de que a menudo se les obligaba a regresar a su base en Turquía para dejar que las fuerzas aéreas turcas bombardearan a la gente que ellos se suponía que tenían que 'proteger'.

Hablando bajo el anonimato con el Dr. Eric Herring, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Bristol y especialista en las sanciones a Irak, los pilotos decían que cada vez que los turcos querían atacar a los kurdos en Irak, las patrullas de la RAF eran llamadas a la base y a las tropas de tierra se les decía que apagaran los radares para que no se detectara el blanco de los turcos. Uno de los pilotos informó haber visto la devastación en los pueblos kurdos causada por los ataques al reanudar su patrulla.

A los pilotos estadounidenses que vuelan en tándem con los británicos también se les ordena que den media vuelta y regresen a Turquía para dejar a los turcos que devasten los 'seguros refugios' kurdos.

'Veías F-14 y F-16 turcos partir cargados hasta los topes con munición', le dijo un piloto a The Washington Post, 'luego volvían media hora más tarde con su munición gastada'. Cuando los estadounidenses regresaban al espacio aéreo iraquí, veían los pueblos ardiendo, mucho humo y fuego'.

Los turcos no hacen más que los aviones británicos y estadounidenses con su pretexto humanitario. La magnitud del bombardeo anglo-americano es pasmosa, siendo Gran Bretaña un socio bastante secundario. Durante los dieciocho meses anteriores a enero de 1999 (la última vez que pude confirmar cifras oficiales estadounidenses) los aviones estadounidenses habían realizado 36.000 salidas sobre Irak, incluyendo 24.000 misiones de combate.

El término 'combate' es bastante engañoso. Irak prácticamente no tiene fuerzas aéreas ni defensas aéreas modernas. Por lo que 'combate' significa arrojar bombas o disparar misiles contra infraestructuras que han quedado inservibles debido a un embargo de doce años.

The Wall Street Journal, la verdadera voz de la clase dirigente estadounidense, describió esto elocuentemente cuando informaba que EE.UU. se enfrentaba a un 'auténtico dilema' en Irak. Después de ocho años de imponer una zona de exclusión aérea en el norte (y sur) de Irak, quedan pocos objetivos. 'Ya nos queda poco que tirar', protestaba un funcionario estadounidense.

Yo he visto los resultados de estos ataques. Conduciendo desde la ciudad norteña de Mosul hace tres años, vi los restos de un deposito agrícola de agua y de un camión acribillado por balas y por la metralla de un misil, un zapato y la lana y esqueletos de unas ciento cincuenta ovejas.

Una familia de seis miembros, un pastor, su padre, su mujer y cuatro de sus niños fue hecha pedazos allí. No había árboles, era campo abierto: un paisaje lunar. El pastor, su familia y sus ovejas se hubieran distinguido claramente desde el aire.

El hermano del pastor, Hussain Jarsis, acordó encontrarse conmigo en el cementerio donde la familia está enterrada. Llegó en una vieja furgoneta Toyota con la viuda, que estaba encorvada de dolor y con la cara cubierta. Ésta agarró la mano del hijo que le quedaba y se sentaron al lado de los montículos de arena que conformaban las cuatro tumbas de los hijos. 'Quiero ver al piloto que mató a mis hijos', nos gritó.

El hermano del pastor me dijo: 'oí explosiones y cuando llegué para buscar a mi hermano y su familia los aviones estaban donde vueltas sobre el terreno. No había alcanzado la carretera cuando empezó el cuarto bombardeo. Los dos últimos misiles les alcanzaron'.

'En aquel momento no podía entender lo que estaba pasando. El camión estaba ardiendo, era un camión grande, pero estaba hecho pedazos. No quedó nada, excepto los neumáticos y la placa de la matricula'.

'Vimos tres cadáveres, el resto no eran más que restos humanos. Con el último misil pude ver como las ovejas reventaban en el aire'.

No se sabía si aviones estadounidenses o británicos habían hecho esto. Cuando los detalles del ataque se presentaron ante el ministerio de Defensa en Londres, un funcionario dijo: 'Nos reservamos el derecho de tomar duras medidas si nos vemos amenazados'. Este ataque fue importante porque fue investigado y verificado por el más alto funcionario de Naciones Unidas en Irak en esa época, Hans Von Sponeck, quien fue especialmente al lugar desde Bagdad. Él mismo confirmó que nada en las proximidades tenía aspecto de instalaciones militares.

Von Sponeck anotó sus averiguaciones en un documento confidencial interno titulado 'Bombardeos Aéreos en Irak', preparado por el departamento de Seguridad de la ONU.

También confirmó docenas de ataques similares que están documentados: ataques a pueblos y a un muelle de pescadores cercano a un almacén de comida de la ONU. Los ataques eran tan asiduos que Von Sponeck ordenó la suspensión de los convoyes de ayuda por las tardes.

A causa de esto, Von Sponeck, alto funcionario de las Naciones Unidas con una excelente carrera profesional en todo el mundo, hizo grandes enemigos en Washington y Londres. Los estadounidenses exigieron a Kofi Annan, secretario general de la ONU, que lo despidiera y cual no fue su sorpresa cuando éste se puso del lado de su representante en Irak.

Sin embargo, después de unos cuantos meses, Von Sponeck se dio cuenta que ya no podía gestionar un programa humanitario en Irak que se veía amenazado tanto por el bombardeo ilegal como por la premeditada política estadounidense de bloquear los suministros humanitarios. Dimitió como protesta, al igual que lo había hecho su predecesor, Denis Halliday, vicesecretario de la ONU. Halliday calificó al embargo británico-estadounidense de 'genocida'.

Documentos oficiales aclaran ahora que EE.UU. se está preparando para una posible matanza en Irak. La 'doctrina para operaciones urbanas conjuntas' del Pentágono dice que, a menos que Bagdad caiga rápidamente, tiene que ser el blanco de un 'bombardeo aplastante'. La resistencia de Estalingrado en la segunda Guerra Mundial se ofrece como 'lección'.

Es casi seguro que se usen bombas de racimo, bombas revienta-bunkers y uranio empobrecido. El uranio empobrecido es un arma de destrucción masiva. Incorporado en misiles y proyectiles de tanques, su fuerza explosiva propaga las radiaciones sobre una amplia zona, especialmente con el polvo del desierto.

El profesor Doug Rokke, el físico del ejercito estadounidense encargado de limpiar todo el uranio empobrecido en Kuwait, me dijo: ' Estoy como la mayoría de la gente en el sur de Irak. Tengo en mi cuerpo 5.000 veces más del nivel recomendado de radiación. Lo que estamos viendo ahora: problemas respiratorios, problemas de riñón y cáncer, son los resultados directos. La controversia sobre si el uranio es o no la causa de estos problemas es una invención. Mi propia salud enfermiza es testimonio de ello'.

La más devastadora arma de destrucción masiva apenas apareció en las noticias cuando UNICEF, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, publicó su informe anual sobre el Estado de la Infancia en el Mundo.

El coste humano del embargo encabezado por EE.UU. sobre Irak se refleja en estadísticas que no merecen comentarios.

Según el informe, 'la tasa de mortalidad infantil en Irak se ha casi triplicado desde 1990, llegando a los niveles encontrados en algunos de los países menos desarrollados del mundo'.

El retroceso del país durante la pasada década es con diferencia el más severo de los 193 países estudiados. UNICEF aseguró que una cuarta parte de los bebés iraquíes estaban por debajo de su peso y que más de la quinta parte estaba afectada por la malnutrición.

Bajo las reglas del embargo, a los iraquíes se les concede menos de cien libras esterlinas por persona con las que mantener sus vidas durante todo un año.

Hasta la fecha, el coste del actual bombardeo ilegal y 'secreto' por parte de Gran Bretaña es de mil millones de libras esterlinas.

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