LOS VALORES PERDIDOS
Al hablar de Valores en está ocasión no me
refiero a los económicos, sino que en está ocasión hablare de algo más profundo
y de más decencia:
LOS VALORES HUMANOS QUE SE HAN PERDIDO.
Que pena que no hemos aprendido o se nos ha olvidado hasta donde llega el límite
de la verdad y donde empieza la mentira.
Hemos perdido el respeto a nuestros padres, a nuestros hermanos, a nuestros
mayores, y que pena a nosotros mismos.
Hemos perdido gran parte de nuestra libertad, antes podíamos escoger todo con
absoluta y total libertad, sin condiciones, sin engaños, y sin ventaja.
Es necesario por nuestra familia misma volver al encuentro del pasado, recuperar
los valores familiares, de trabajo, de dignidad, de respeto y lealtad.
Es de urgentísima necesidad crear en nuestros hijos responsabilidad, integridad,
amor y respeto.
Pero los negocios y los trabajos nos han absorbido tanto que n o hemos dejado
tiempo para la familia ni para nuestros hijos, no hemos dejado tiempo para
nosotros mismos, la comodidad de no tener decisiones y enfrentamientos con ello
nos ha llevado a aceptar.
¿Será todo esto consecuencia de la PÉRDIDA DE LOS VALORES?