Te conocí en segundo año, y desde ese momento te he considerado como una de mis tres mejores amigas y también como hermana. Han pasado los años y a veces parece que te conozco de toda la vida. Te agradezco mucho por siempre apoyarme, en los momentos de felicidad, y también en los de trizteza. Espero que tu vida esté llena de alegrías y suelos alcanzados, y que día a día vayas creando una meta que con esfuerzo alcances. Recuerda que siempre tendrás una amiga incondicional con quien puedes contar para lo que sea.
Tu hermana: Yara
Querida Rosario: