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Mas Cuentos...

Mas Cuentos...

Abraham Lincoln

El sentido de la obligación de seguir adelante está presente en todos nosotros. Esforzarse es un deber de todos. Yo fui llamado a ese deber Abraham Lincoln . 1816 Desalojan a su familia de su casa. Tiene que trabajar para mantenerla 1818 Muere la madre. 1831 Quiebra. 1832Se presenta para la legislatura estatal y pierde. También pierde su trabajo. Quiere entrar en la facultad de derecho, pero no puede. 1833 Pide dinero prestado a un amigo para iniciar un negocio y al final del año quiebra. Pasa casi 17 años de su vida pagando su deuda. 1834 Vuelve a presentarse para la legislatura estatal, gana. 1835 Se compromete para casarse, su prometida muere y queda destrozado. 1836 Tiene un colapso nervioso total y está en cama durante seis meses. 1838 Trata de ser portavoz de la legislatura estatal. Es derrotado. 1840 Trata de ser elector y es derrotado. 1843 Se presenta nuevamente para el Congreso, esta vez gana, va a Washington y se desempeña bien. 1848 Se presenta para le reelección en el Congreso y pierde. 1849 Trata de ocupar el cargo de jefe de catastro en su estado natal. Es derrotado. 1854 Se presenta para el Senado de los Estados Unidos, pierde. 1856 Intenta obtener la nominación para vicepresidente en la convención nacional de su partido . Obtiene cien votos. 1858 Se presenta nuevamente para el Senado norteamericano y vuelve a perder. 1860 Es elegido presidente de los Estados Unidos. El camino era difícil y resbaladizo. Se me resbalaba un pie y sacaba al otro del camino, pero me recuperaba y decía a mí mismo : Este es un tropezón y no una caída " Abraham Lincoln Después de perder una campaña para el Senado.

Albañiles

Tres albañiles estaban desempeñando la misma tarea, cuando un distraído transeúnte se acerco a ellos. El caminante le pregunto al primero, Que está usted haciendo? . A lo que el albañil respondió , No ve? Apilando ladrillos! con un gesto molesto, consecuencia de una pregunta que este percibió como tonta y de respuesta obvia. El caminante repitió la misma pregunta al segundo albañil. La respuesta no se hizo esperar. Levantando una pared! . El tercer albañil también respondió al particular interrogatorio, y con una amplia sonrisa de orgullo dijo, Construyendo el hospital de niños del pueblo.

En esta historia la tarea es exactamente la misma, pero el grado de comprensión entre los tres albañiles respecto de la significación y utilidad de su trabajo para otras personas es muy distinto, tan distinto como distintos son sus respectivos niveles de motivación y compromiso en la labor.
Es factible esperar entonces que mientras crece la conciencia de la significación del trabajo, crezca proporcionalmente la motivacion y el compromiso de la personas. La motivación pasa por hacer la tarea cotidiana mas interesante para la persona

Albóndigas con Pan

Había una vez un ciudadano que vivía al lado de una carretera donde vendía
unas ricas albóndigas con pan. Estaba muy ocupado y por lo tanto no oía la
radio, no leía los periódicos ni veía la televisión.

Alquiló un trozo de terreno, colocó una gran valla y anunció su mercancía
gritando a todo pulmón: "Compren deliciosas albóndigas calientes". Y la
gente se las compraba.

Aumentó la adquisición de pan y carne. Compró un terreno más grande para
poder ocuparse mejor de su negocio. Y trabajó tanto que dispuso que su hijo
dejara la Universidad donde estudiaba Ciencias Comerciales a fin de que le
ayudara.

Sin embargo, ocurrió algo importante; su hijo le dijo: "Padre, ¿pero no
escuchas la radio, ni lees los periódicos?. Estamos sufriendo una grave
crisis. La situación es realmente mala; peor no podría estar". El padre
pensó: "mi hijo estudia en la Universidad, lee la prensa, ve la televisión
y escucha la radio. Sabe entonces lo que dice".

Compró pues menos pan y menos carne. Sacó la valla anunciadora, dejó el
alquiler del terreno con el fin de eliminar los gastos y ya no anunció sus
ricas albóndigas con pan. Y las ventas fueron disminuyendo cada día más.

"Tenías razón hijo mío", le dijo al muchacho. " Verdaderamente estamos
sufriendo una gran crisis".

MORALEJA: No sigamos hablando de crisis. hablemos solo de hacer buenos
negocios, buenos trabajos y buenas tareas.

¡¡¡ Nosotros no creemos en la crisis !!!

De la vida de Aristóteles Onassis

Si las notas escolares del joven Aristo ( diminutivo con que lo llamaban desde chico y que tenía algo premonitorio, respecto a la vida brillante que llevaría años después, a la manera de un verdadero aristócrata) no eran nada  brillantes, en compensación sus disposiciones para el comercio ( y la noción del dinero) se manifestaron en él muy precozmente, como lo testimonia la siguiente anécdota. Uno de sus amigoa había elaborado un modelo reducido de molino de viento, juguete rudimentario compuesto por una vela de papel fija a una aguja, a su vez fija a un trozo de madera. Orgulloso de su invento, el muchachito soñaba con producir varios modelos semejantes, con el objeto de venderlos. Cuánto pides por tu molino? le preguntó Aristóteles a su amigo. Eh.. No lo sé, digamos un alfiler.... Pobre idiota!!! exclamó Aristóteles, me pides un alfiler, cuando ya me das un alfiler, una vela, y un pedazo de madera, sin contar el tiempo que has puesto en fabricar tu molino..... " Fue así cómo recibí mi primera lección sobre la verdadera noción de beneficio" Concluye el amigo de Aristótes Sócrates Onassis. Un día un negocio de artículos escolares se incendió en su ciudad natal, Aristóteles compró a buen precio un lote de lápices invendibles pues el fuego los había dañado. Invirtió algún dinero en comprar dos sacapuntas y con la ayuda de un compañero, acometió la tarea de poner los lápices en condiciones, haciendo desaparecer las partes arruinadas. A continuación los revendió a sus compañeros de escuela a precios sumamente competitivos. pero que le permitió sacar un buen beneficio.  

Un Asunto de Ranas

Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo.

Cuando vieron cuan hondo era el hoyo, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se debían dar por muertas. Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras ranas seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles.

Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió. Ella se desplomó y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible. Una vez mas, la multitud de ranas le Grito que dejara de sufrir y simplemente se dispusiera a morir. Pero la rana saltó cada vez con más fuerza hasta que finalmente salió del hoyo.

Cuando salió, las otras ranas le preguntaron: "¿No escuchaste lo que te decíamos?" La rana les explico que era sorda. Ella pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo.

Especial es el individuo que toma tiempo para animar a otros.
Enviado por Glecyd González
 

El bien y el  mal


En cierta ocasión un escritor preguntó al líder espiritual
de una comunidad cómo había podido crear Dios un mundo en el que existe el mal~
El religioso explicó que el mal no tiene existencia real, es
sólo un estado potencial del ser y éste es libre de elegirlo o
rechazarlo.
-Aunque puede usarse para herir y hasta matar, por sí
mismo, un cuchillo no es malo -ejemplificó-- también sirve
para que un cirujano salve una vida.

Lo que ha hecho Dios es permitirnos elegir cómo usaremos
el cuchillo. No existen dos poderes divinos: sólo hay uno.

El Buscador

Esta es la historia de un hombre que yo definiría como un buscador...

Un buscador es alguien que busca, no necesariamente alguien que encuentra, tampoco es alguien que, necesariamente, sabe qué es lo que está buscando. Es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.

Un día, el buscador sintió que debería ir a la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de si mismo, de modo que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó a lo lejos la ciudad de Kammir. Un poco antes de llegar al pueblo una colina a la derecha del sendero le llamó mucho la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores bellas. La rodeaba por completo una especie de valla de madera lustrada. Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar.

De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspaso el portal y camino lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles.

Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de este paraíso multicolor. Sus ojos eran los de un buscador, y quizás por eso descubrió sobre una de las piedras, aquella inscripción: Aquí yace Abdul Tareg vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días. Se sobrecogió un poco al darse cuenta que esa piedra no era simplemente una piedra, era una lapida. Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estuviera enterrado en ese lugar. Mirando a su alrededor el hombre se dio cuenta que la piedra de al lado tenía también una inscripción. Se acercó a leerla decía: Aquí yace Yamir Kalib vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas.

El buscador se sintió terriblemente abatido. Ese hermoso lugar era un cementerio y cada piedra, una tumba. Una por una leyó las lapidas. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto. Pero lo que más lo conectó con el espanto fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los 11 años.

Embargado por un dolor terrible se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio, que pasaba por ahí, se acercó. Lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar. No, ningún familiar dijo el buscador. ¿Qué pasa con este pueblo? ¿Qué cosa terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente que los ha obligado a construir un cementerio de niños?

El anciano respondió: Puede usted serenarse. No hay tal maldición. Lo que sucede es que Aquí tenemos una vieja costumbre. Le contare: Cuando un joven cumple quince años sus padres le regalan una libreta como ésta que tengo aquí colgando del cuello. Y es tradición entre nosotros que a partir de ese momento, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abra la libreta y anote en ella: a la izquierda, que fue lo disfrutado... a la derecha, cuanto tiempo duro el gozo. Conoció a su novia, y se enamoró de ella. ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla? ¿una semana? ¿dos? ¿tres semanas y media? Y después, la emoción del primer beso, el placer maravilloso de la primera noche, ¿cuanto duró? ¿el minuto y medio del beso..? ¿dos días..? ¿una semana..? Y el casamiento de sus amigos..? ¿Y el viaje mas deseado..? ¿Y el encuentro con quien vuelve de un país lejano..? ¿Cuánto tiempo duró el disfrutar de esas sensaciones...? ¿Horas? ¿días? así... vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos.

Cuando alguien muere es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba, porque es, amigo caminante, el único y verdadero tiempo VIVIDO.

Señores!!! Vivan la vida a plenitud, para que esa libreta que llevamos nosotros por dentro sea la que tenga mas años de "VERDADERO TIEMPO VIVIDO" Y no nos ahoguemos en cosas que pensamos que no tienen solución, porque lo único que no tiene solución es la muerte y sin embargo es cuando realmente comenzamos a vivir...

De cuento para pensar de Jorge Bucay

EL CARPINTERO

Un carpintero ya entrado en años estaba listo para retirarse. Le dijo a su Jefe de sus planes de dejar el negocio de la construccion para llevar una vida mas placentera con su esposa y disfrutar de su familia. El iba a extrañar su cheque mensual, pero necesitaba retirarse. Ellos superarian esta etapa de alguna manera. El Jefe sentia ver que su buen empleado dejaba la compañia y le pidio que si podria construir una sola casa mas, como un favor personal. El carpintero accedio, pero se veia facilmente que no estaba poniendo el corazon en su trabajo. Utilizaba materiales de inferior calidad y el trabajo era deficiente. Era una desafortunada manera de terminar su carrera. Cuando el carpintero termino su trabajo y su Jefe fue a inspeccionar la casa, el Jefe le extendio al carpintero, las llaves de la puerta principal. "Esta es tu casa," - dijo, "es mi regalo para ti." Que tragedia! Que pena! Si solamente el carpintero hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, la hubiera hecho de manera totalmente diferente. Ahora tendria que vivir en la casa que construyo "no muy bien" que digamos! Asi que esta en nosotros. Construimos nuestras vidas de manera distraida, reaccionando cuando deberiamos actuar, dispuestos a poner en ello menos que lo mejor. En puntos importantes, no ponemos lo mejor de nosotros en nuestro trabajo. Entonces con pena vemos la situacion que hemos creado y encontramos que estamos viviendo en la casa que hemos construido. Si lo hubieramos sabido antes, la habriamos hecho diferente. Piensen como si fueran el carpintero. Piensen en su casa. Cada dia clavamos un clavo, levantamos una pared o edificamos un techo. Construyan con sabiduria. Es la unica vida que podran construir. Inclusive si solo la viven por un dia mas, ese dia merece ser vivido con gracia y dignidad. La placa en la pared dice; "La Vida Es Un Proyecto de Hagalo-Usted-Mismo". Quien podria decirlo mas claramente? Su vida ahora, es el resultado de sus actitudes y elecciones del pasado. Su vida mañana sera el resultado de sus actitudes y elecciones hechas HOY!

Cientificos

Una vieja historia comenta el origen de un confuso debate de científicos. Un grupo de docentes pasó por el laboratorio para ingresar al salón de conferencias. Los profesores observaron junto a la ventana, un recipiente esférico de metal. Uno de ellos hizo notar que la parte metálica que recibía los rayos del sol estaba mucho más caliente que la opuesta, que quedaba en la sombra. Los demás comprobaron la diferencia, casi obvia, el calor, sabemos, dilato los metales. Concluida la conferencia, los profesores volvieron a pasar por el laboratorio. Esta vez, uno advirtió que la parte del cacharro que estaba frente al sol se hallaba fría, y la opuesta caliente. Se produjo una gran discusión para explicar las causas del mieterioso fenómeno calórico.¿Cómo era posible que un objeto alejado de los rayos solares estuviera más caliente que otro próximo a ellos? Las posiciones se enfrentaban, los argumentos y los vozarrones se acumulaban. Nadie sospechó la verdad. Simplemente, mientras los profesores estaban en la conferencia, el peón del laboratorio había dado vuelta el recipiente. El darse cuenta es un hallazgo que libera. Gran parte del dolor que ensombrece nuestra vida se debe a la ignorancia. Si se elimina la incomprensión, el mal desaparece. Como por arte de magia

de Cuentos para regalar a personas originales de Enrique Mariscal  

El Joven de los Clavos

Esta es la historia de un muchachito que tenía muy mal carácter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta. El primer día, el muchacho clavó 37 clavos detrás de la puerta. Las semanas que siguieron, a medida que el aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta y descubrió que era más fácil controlar su genio que clavar clavos detrás de la puerta. Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día.
Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter.
Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta...
Su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo: "has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta,nunca más será la misma. Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves."
    Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero del modo como se lo    digas le devastará, y la cicatriz perdurará para siempre. Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa física. Los amigos son joyas preciosas. Nos hacen reír y nos animan a seguir adelante. Nos escuchan con atención, y siempre están prestos a abrirnos su  corazón.

Corazón débil no conquista dama hermosa

 El deseo pasivo consiste en anhelar algo, y simplemente limitarse a esperar. No hay energía para hacer intervenir la voluntad y por lo tanto, no hay acción.   El deseo activo ordena toda acción consciente e inconsciente del hombre y de otros seres inferiores a él. El deseo es la energía de la voluntad que produce la acción. Un hombre puede poseer otras cualidades superiores, puede tener otras dotes de carácter e inteligencia, si el fuego del deseo languidece en él, fracasará en la obtención del fin propuesto. Es preciso desear una cosa hasta el grado máximo antes de desplegar las energías para obtenerla.   Los grandes caracteres de la historia, tanto antigua como moderna, los hombres y las mujeres que han hecho ALGO, han demostrado un insaciable e insistente deseo de la conclusión u obtención, y el fuego del deseo ardía vívamente en sus almas, y las explosiones en acción eran constantes y pòderosas.   Hablamos con frecuencia de fuerza de voluntad de las personas, pero imaginemos por un momento cuán pronto podrían concluir esas voluntades de hierro, no siendo movidas por el insistente deseo, que está siempre detrás de la fase de acción de la voluntad.   Considere cada cual sus propias acciones pasadas y presentes, y encontrará  que toda la obra importante que ha llevado a cabo ha sido´sólo en aquellos casos  en que su deseo era firmemente estimulado y retenido, por usted mismo. Lo deseaba tenazmente  

El escalador

Guido Samelnik El escalador tenía un propósito que había guiado todos sus entrenamientos y preparativos durante años: conquistar la cima del Aconcagua, pero solo. Nada de compartir la gloriti~ Por fin decidió que estaba listo y viajó hasta el pie del cerro. Empezó a subir, y subió, subió. Las primeras sombras de un día nublado y sin luna le advirtieron que era prudente acampar hasta el amanecer~ pero la ambición pudo más. Siguió escalando, a ciegas, tanteando asideros en el negro silencio de los Andes. A sólo cien metros de la ansiada cumbre, pisó en falso, manoteó infructuosamente en el aire y se precipitó al vacío. Estuvo cayendo durante lo que pareció una eternidad. Tuvo tiempo de pensar en su vida, su familia, sus amigos antes que el fuerte tirón del amés de seguridad lo volviera a la realidad de que estaba aún con vida. Sólo entonces brilló tenuemente una esperanza: rezó. Imploró en voz alta a Dios, las manos crispadas sobre la soga, balanceándose con suavidad en el espacio helado. Una voz que parecía surgir de su propio cerebro habló por Fin.

-¿Realmente crees en Mí? ¿Crees que puedo salvante? -Sí, Dios~ sí -sollozó el infortunado.- Entonces lo haré, pero debes cortar la cuerda. Ahora seré Yo quien te sostenga. Córtala, confía en Mí.

A la mañana siguiente fue hallado el cadáver del escalador, su cuerpo congelado todavía aferrado a la amarra, a dos metros de un seguro rellano.

Felicidad Divina

En cierta ocasión se reunieron todos los dioses y decidieron crear al
 hombre y la mujer; planearon hacerlo a su imagen y semejanza, entonces uno  de ellos dijo: esperen, si los vamos a hacer a nuestra imagen y semejanza,  van a tener un cuerpo igual al nuestro, fuerza e inteligencia iguales a  las  nuestras; debemos pensar en algo que los diferencie de nosotros,de no  ser  así, estaríamos creando nuevos dioses.

 Debemos quitarles algo, pero, ¿Qué les quitamos? Después de mucho
pensar  uno de ellos dijo: ¡Ah!! ¡ya sé!, vamos a quitarles la felicidad, pero el  problema va a ser dónde esconderla para que no la encuentren jamás.

 Propuso el primero: Vamos a esconderla en la cima del monte más alto
del  mundo; a lo que inmediatamente repuso otro: no, recuerda que les dimos  fuerza, alguna vez alguien subirá, y la encontrará, y si la encuentra  uno, ya todos sabrán donde está.

 Luego propuso otro: Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar, y
otro contestó: no, recuerda que les dimos inteligencia; alguna vez alguien
construirá una esquina por la que pueda entrar y bajar, entonces la encontrará.
    Uno más dijo: Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra. Y le  dijeron:
 No, recuerda que les dimos inteligencia, y un día alguien construirá una  nave en la que pueda viajar a otros planetas y la descubrirá, y entonces  todos tendrán felicidad y serán iguales a nosotros. El último de ellos, era  un Dios que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada  una  de las propuestas de los demás dioses. Analizó en silencio cada una de  ellas,  y entonces rompió el silencio y dijo:creo saber dónde ponerla para que  realmente nunca la encuentren. Todos voltearon asombrados y preguntaron  al  unísono: ¿Dónde? La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán. Todos estuvieron de acuerdo, y desde entonces ha sido así ,

el hombre se pasa la vida  buscando la felicidad sin saber que la trae consigo......

MIRAD LOS GANSOS

Tal vez, te interese saber por que los gansos cuando vuelan, lo hacen en forma de V. Lo hacen porque al batir sus alas, cada pájaro produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de él. Volando en V, la bandada de gansos aumenta por lo menos un 71 % más su poder de vuelo, en comparación con un pájaro que vuela solo. Las personas que comparten una dirección común y tienen sentido de comunidad, pueden llegar a cumplir sus objetivos más fácil y rápidamente porque, apoyándose mutuamente, los logros son mejores. Cada vez que un ganso sale de la formación, siente inmediatamente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo y vuelve a la formación para beneficiarse del compañero que va adelante. Si nos unimos y nos mantenemos junto a aquellos que van en nuestra misma dirección, el esfuerzo será menor. Será más sencillo y más placentero alcanzar las metas. Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los lugares de atrás y otro ganso toma su lugar. Los hombres obtenemos mejores resultados si nos apoyamos en los momentos duros, si nos respetamos mutuamente en todo momento, compartiendo los problemas y los trabajos más difíciles. Los gansos que van atrás graznan para alentar a los que van adelante a mantener la velocidad. Una palabra de aliento a tiempo ayuda, da fuerza, motiva, produce el mejor de los beneficios .. Finalmente cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, otros dos gansos salen de la formación y lo siguen para apoyarlo y protegerlo. Si nos mantenemos uno al lado del otro, apoyándonos y acompañándonos; si hacemos realidad el espíritu de equipo; si pese a las diferencias podemos conformar un grupo humano para afrontar todo tipo de situaciones; si entendemos el verdadero valor de la amistad; si somos conscientes del sentimiento de compartir, la vida será más simple y el vuelo de los años más placentero.

LAS GRANADAS

Había una vez un hombre que tenía muchos granados en su huerta. Y durante varios otoños puso sus granadas en bateas de plata fuera de su casa, con un letrero que decía: "Toma una gratis y que seas bien servido". Pero la gente pasaba y nadie tomaba fruta alguna. Entonces el hombre reflexionó, y un otoño no puso granadas en bateas de plata fuera de su casa, pero escribió con grandes caracteres: "Aquí tenemos las mejores granadas de la región y se venden más caras que las de cualquier otro". Y de esa manera, todos los hombres y todas las mujeres del pueblo se apresuraron a comprar. KHALIL GIBRAN.  

Las Grietas...

Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaba a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie desde el arroyo hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija rota sólo tenía la mitad del agua.


Durante dos años completos esto fue así diariamente.

Desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque sólo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.


Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguador así diciéndole: "estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas sólo puedes entregar la mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir."

El aguador, le dijo compasivamente: "cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino." Así lo hizo la tinaja. Y en efecto vio muchísimas flores hermosas a lo largo, pero de todos modos se sentía apenada porque al final, sólo quedaba
dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.

El aguador le dijo entonces: "¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello: sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado y por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Maestro. Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza."


Debemos saber que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados.

HOKUSAI

El artista japonés Hokusai dijo acerca se positivo y encarar las cosas aún cuando uno ya tiene determinadad edad. " He estado enamorado de la pintura desde que me dí cuenta de ella a la edad de seis años. A los cincuenta años hice algunos dibujos que me parecieron bastante buenos, pero nada de lo que hice antes de los setenta tuvo valor alguno. A los setenta y tres por fin he logrado captar cada aspecto de la naturaleza... animales, pájaros, peces, insectos, árboles, pastos...todo. Cuando cumpla ochenta me habré desarrollado más todavía, pero no dominaré los secretos del arte sino hasta cumplir los noventa.  Y cuando llegue a cien , mi trabajo será realmente sublime,. Mi meta final la lograré cuando tenga ciento diez ... cuando cada línea y punto que dibujé esté imbuido de vida..." Hokusai.

El verdadero Líder

Un día apareció en las cercanías de una granja un caballo que, a todas luces, se había extraviado: estaba ensillado y vagaba lento y sin rumbo. El granjero lo examinó, pero no encontró el indicio alguno de su procedencia. Decidido a devolverlo, lo montó, lo condujo hasta el camino principal y aflojó las riendas : el instinto del animal los llevaría a su hogar. El jinete sólo lo controlaría si - llamado por algún tentador pastizal- el potrillo intentaba desviarse de la senda. Pronto llegaron a destino. ¿ Cómo supo que el animal era mío?-se sorprendió el propietario. Yo no lo sabía, pero el caballo sí-respondió el granjero-. Sólo cuidé de que no se distrajera de su propósito.  

"Pequeñas Historias para Grandes Momentos ", de mi amigo Walter Salama

LLuvia

En la India se dice de la mujer fecunda que es lluvia, fuente de toda prosperidad. Entre los Incas, la lluvia era lanzada por el dios del trueno. Para los aztecas es semilla celeste, esperma generador. En la mitología griega, Dánae fue encerrada en una cámara subterránea de bronce para que nadie la fecundase. Pero Zeus la visitó y penetró en forma de lluvia de oro, por una grieta en el techo. En el Islam se cuenta que Dios envía a su ángel con cada gota de lluvia. Los seres sutiles descienden de la luna a la tierra disueltos en rocío y chaparrones. Todos los ritos agrios buscan precipitaciones, como nuestros loncomeos en el sur patagónico. La lluvia fecunda a mujeres pero también es fertilidad del espíritu. Genera luz interna. Las nubes destilan justicia. La sabiduría inconsciente femenina habla elocuentemente, cuando dice: !Cuánto hace que no llueve....! Para los chinos la lluvia es gracia y sabiduría. Un hombre caminaba tranquilo bajo la lluvia con el paraguas cerrado. Alguien lo advirtió: ¿ Por qué no abre el paraguas, no ve que llueve fuerte? El hombre respondió: No quiero agotar todas mis relaciones posibles con la lluvia con un solo movimiento. Puedo gozar al mojarme, protegerme, escuchar una pregunta como la suya, hacer una amista, investigar las sensaciones.   Adad, el dios babilónico de la tempestad llevaba sobrenombres de " intendente de diques del cielo" y de " Señor de la abundancia". Cuando retenía la lluvia aparecían la sequía y el hambre. El profeta Isaías señaló." gotead cielo al justo y que las nubes destilen justicia". El poeta Novalis llama a Dios " océano de la vida". El diluvio es purificador, como las inundaciones que arrasan lo que está mal colocado o mal protegido. En el canto de los espíritus sobre las aguas, dice Goethe: " el alma del hombre se asemeja al agua, llega del cielo y al cielo sube, y y de nuevo ha de caer sobre la tierra en un nuevo ha de caer sobre la tierra en un cambio sempiterno " Para muchos de nosotros, los que tenemos acceso al agua al mover una simple canilla, solemos desconocer, obviar este simbolismo tradicional. La comodidad y la rutina no alcanzan para valorar estas perlas fundamentales de los tesoros del cielo, que sostienen un orden oculto que nos excede, por su originalidad. 

El cazador de mariposas

  El venerable maestro Chow-Tse, con palabras suaves como pétalos y refrescantes como la brisa, aleccionaba a sus adeptos, que formaban un nutrido círculo de expectantes rostros alrededor de su enjuta figura hospitalaria: Amantes de la Rectitud , si queréis que la felicidad acuda a vuestro encuentro debéis afanaros tras ella, no os pase lo que le sucedió al cazador de mariposas. ¿ Qué le sucedió a Mo-Chi?, preguntó uno de los devotos allí congregados. Mo-Chi amaba las mariposas. Eran su pasión. Decidió entonces correr tras ellas y capturarlas. Frenéticamente las acechó, las persiguió, las apresó con sus redes. Mas apenas retornaba a la choza con el codiciado botín, morían sus aladas prisioneras y, lo que es peor, como por arte de magia se devanecían los encendidos colores que excitaban la imaginación del que las acosaba. Así, inertes y pálidas, dejaban pronto de interesar al contrariado dueño, que salía al campo una vez más con la intención de renovar la arruinada cosecha. ! Tiempo perdido! Mo-Chi lograba apoderarse de otro tembloroso racimo de centellantes mariposas solo para comprobar con enoj, al vaciar sobre la mesa de su domicilio la cesta en que las iba echando, que las hermosas cautivas yacían tristemente, rígidas y quebradizas, como las ramas secas de una encina por la furia de la tormenta derribada. Y Mo-Chi, por tercera, cuarta, quinta, sexta ocasión, colgadas al hombro la red y la mochila, partía monte adentro para otra batida que al final, se revelaba tan infructuosa como las anteriores. El cazador nunca logró su objetivo. Pues lo que deseas con fervor tan pronto lo consigues pierde su encanto. Poseer es matar. Si te gustan las mariposas y quieres que revoloteen a tu lado, no las prives de su libertad, cultiva un jardín fragante en el solar de tu corazón y ellas vendrán a ti. Apenas había terminado el maestro de pronunciar el citado discurso, cuando una enorme mariposa que parecía llevar dibujado el arcoiris en sus alas llegó de alguna parte y mansamente, se posó sobre la calva resplandeciente del iluminado

De " El hombre que descubrió la verdad ( Cuentos taoistas) de León David.

Morir en la pavada

Una vez un mendocino, que andaba repechando en la cordillera, encontró entre las rocas de las cumbres un extraño huevo. Era demasiado grande para ser gallina. Además hubiera sido difícil que este animal llegara hasta allá para depositarlo. Y resultaba demasiado chico para ser de avestruz.

No sabiendo lo que era, decidió llevárselo. Cuando llegó a su casa, se lo entregó a su patrona, que justamente tenía una pava empollando una nidada de huevos recién colocados.

Viendo que más o menos era el tamaño de los otros, fue y lo colocó a éste debajo de la pava clueca.

Dio la casualidad que cuando empezaron a romper los casacarones los pavitos, también lo hizo el pichón que se empollaba en el huevo traído de las cumbres. Y aunque resultó un animalito no del todo igual, no desentonaba demasiado del resto de la nidada. Y sin embargo se trataba de un pichón de cóndor. Si señor, de condor, como usted lo oye. Aunque había nacido al calor de la pava clueca, la vida le venía de otra fuente.

Como no tenía de donde aprender otra cosa, el bichito imitó lo que veía hacer. Piaba como los otros pavitos, seguía a la pava grande en busca de gusanitos, semillas y desperdicios. Escarbaba la tierra, y a los saltos trataba de arrancar las frutillas maduras del tutía. Vivía en el gallinero, y le tenía miedo a los cuzcos lanudos que muchas veces venían a disputarle lo que la patrona tiraba en el patio de atrás, después de las comidas. De noche se subía a las ramas de algarrobo por miedo a las comadrejas y otras alimañas. Vivía totalmente en la pavada, haciendo lo que veía hacer a los demás.

A veces se sentía un poco extraño. Sobre todo cuando tenía la oportunidad de estar a solas. Pero no era frecuente que lo dejaran solo. El pavo no aguanta la soledad, ni soporta que otros se dediquen a ella. Es bicho de andar siempre en bandada, sacando pecho para impresionar, abriendo la cola y arrastrando el ala. Cualquier cosa que los impresione es inmediatamente respondido con una una sonora burla. Cosa muy típica de estos pajarones, que a pesar de grandes, no aprenden a volar.

Un medio día, de cielo claro y nubes blancas allá en las alturas, nuestro animalito quedó sorprendido al ver unas extrañas aves que planeaban majestuosas, casi sin mover las alas. Sintió como un sacudón en lo profundo de su ser. Algo así como un llamado viejo que quería despertarlo en lo íntimo de sus fibras. Sus ojos acostumbrados a mirar siempre el suelo en busca de comida, no lograban distinguir lo que sucedía en las alturas. Pero su corazón despertó a una nostalgia poderosa. Y él, porqué no volaba así? El corazón le latió apresurado y ansioso.

Pero en ese momento se le acercó una pava preguntándole lo que estaba haciendo. Se rió de él cuando sintió su confidencia. Le dijo que era un romántico, y que se dejara de tonterías. Ellos estaban en otra cosa. Tenía que ser realista y acompañarla a un lugar donde había encontrado mucha frutita madura y todo tipo de gusanos.

Desorientado el pobre animalito se dejó sacar de su embrujo y siguió a su compañera que lo devolvió a la pavada. Retomó su vida normal, siempre atormentado por una profunda insatisfacción interior que lo hacía sentir extraño.

Nunca descubrió su verdadera identidad de cóndor. Y llegado a viejo, un día murió en la pavada como había vivido.

Y pensar que había nacido para volar en las altas cumbres

Extraído del libro "Cuentos para pensar" de   Jorge Bucay

El Pozo

Me levanto una mañana,
Salgo de mi casa,
Hay un pozo en la vereda,
No lo veo,
Y me caigo en él.

Día siguiente.....
Salgo de mi casa,
Me olvido del pozo en la vereda
y vuelvo a caer en él.

Tercer día,
Salgo de mi casa tratando de acordarme
Que hay un pozo en la vereda,
Sin embargo
No lo recuerdo
Y caigo en él.

Cuarto día,
Salgo de mi casa tratando de acordarme
Del pozo en la vereda,
Lo recuerdo,
Y a pesar de eso,
No veo el pozo
Y caigo en él.

Quinto día,
Salgo de mi casa,
Recuerdo que tengo que tener presente
El pozo en la vereda
Y camino mirando el piso,
Y lo veo
Y a pesar de verlo,
Caigo en él.

Sexto día,
Salgo de mi casa,
Recuerdo el pozo en la vereda,
Voy buscándolo con la vista,
Lo veo,
Intento saltarlo
Pero caigo en él.

Séptimo día,
Salgo de mi casa
Veo el pozo,
Tomo carrera,
Salto,
Rozo con las puntas de mis pies el borde del otro lado,
Pero no es suficiente y caigo en él.

Octavo día,
Salgo de mi cas,
Veo el pozo,
Tomo carrera,
Salto,
Llego al otro lado !
Me siento tan orgullosos de haberlo conseguido,
Que festejo tan orgulloso  de haberlo conseguido,
Que festejo dando saltos de alegría...
Y al hacero,
Caigo otra vez en el pozo.

Noveno día,
Salgo de mi casa,
Veo el pozo,
Tomo carrera,
Lo salto
Y sigo camino.

Décimo día,
Me doy cuenta
Recién hoy
Que es más cómodo
Caminar...,
Por la vereda de enfrente.

El Predicador

Cuando llegó a la aldea, todo el mundo fue a escuchar su charla. El tiempo pasó, y cada vez reunía a menos gente, hasta que el predicador quedó solo, hablando a los árboles y a los pájaros. Sin embrago, día tras día, volvía a armar su pequeña tarima en el mismo lugar, y volvía a declamar su doctrina con el mismo calor y convicción de la primera vez. A la hora señalada, los aldeanos abandonaban la plaza, y sólo regresaban cuuando él se retiraba. Meses más tarde, un hombre se quedó a esperarlo. ¿ Por qué insistes en hablar de algo que nadie cree y ni siquiera oye? lo interrogó. No hablo para convercerte a ti, ni a tu pueblo. Hablo para no olvidar mi doctrina.    

Pequeñas Historias para grandes momentos.  Walter Salama

Prioridades

Hace algún tiempo estaba leyendo acerca de un experto en temas de
administración del tiempo. Un día este experto estaba hablando a un grupo
de estudiantes y buscó algo que les quedara por siempre a estos jóvenes.

Se paró enfrente de todos con una olla de cerámica con boca ancha, la
colocó sobre la mesa y tomó una docena de piedras grandes y las fue
colocando  dentro de la olla. Cuando la olla estuvo llena y no cabía una
piedra mas, preguntó:

- "Esta llena la olla?

Todos en la clase contestaron:
- "siiiiiii"

Dijo :
De verdad?
Entonces tomó un cubo con grava y empezó a vaciar su  contenido en la
olla hasta que esta se fue colocando en los huecos que  existían entre las
piedras más grandes hasta que ya no pudo entrar una mas. El preguntó:

- "esta llena ahora?"

Alguien del grupo contestó:
- "Probablemente no"

-"Bien!" exclamó

En seguida tomó una cubeta con arena y la vació dentro de la olla de tal
manera que la arena cubrió los huecos dejados por las piedras y la grava y
ya no cupo más.

Preguntó: " está llena ahora?"

"Nooo!" exclamo el grupo

"Excelente!" les dijo a la vez que vaciaba una jarra con agua en el
interior y esta era absorbida por la arena.

"Cual es el punto de este ejemplo?"

Un estudiante comentó: El punto es que no importa que tan llena este tu
agenda, si te esfuerzas habrá cabida para algo más.

"No, - contestó el expositor -. El punto que nos ilustra esto es que si
no  colocas las piedras grandes en primer lugar, no podrás hacerlo
después"

Que son para ustedes las piedras grandes en su vida?

Un proyecto pendiente de lograr?,  Tiempo de calidad con tu familia?  Tu
fe?,  Tus finanzas?,  Tus estudios?  Una causa justa?   Recuerden: "Pongan
las piedras grandes de su vida primero ya que no  podrán colocarlas
después"
 

Esto me lo mandó una amiga de Mendoza.

La Ranita persistente

Dos ranitas cayeron en un tambor que contenía leche hasta la mitad. Aunque eran buenas nadadoras, empezaron a cansarse, pero, cuando intentaron salir, descubrieron que estaban demasiado lejos del borde como para alcanzarlo de un salto. Una de las ranas se desesperó. No puedo más-jadeaba-, no saldremos vivas de aquí. -Resiste, resiste-respondía la otra-. Ya encontraremos una solución. No debes abandonar. Sigue nadando, manténte a flote. Un rato más tarde, la ranita quejumbrosa renunció a continuar esforzándose, y se ahogó.   Su valiente compañera siguió nadando, con la energía que da la confianza. Y tanto nadó, que la leche comenzó a cuajarse por el batido de sus patas hasta que se convirtió en sólida manteca. En ella hizo pie para dar un salto que la sacó triunfal, de la trampa.  

Del LIbro "Pequeñas Historias para Grandes momentos de Walter Salama"

RESCATAR UNA ESTRELLA

Había una vez un escritor, que vivía en una tranquila playa, junto a un pueblo de pescadores. Todas las mañanas caminaba por la orilla del mar para inspirarse, y durante las tardes se quedaba escribiendo.

Un día se desató una tormenta tan poderosa que parecía que el mar quería tragarse la playa.

Al otro día amaneció con una calma extraordinaria.

El color del mar era de un azul turquesa indescriptible, un arco iris partía de la playa y se perdía en la inmensidad del mar.

Esa mañana divisó un bulto que parecía bailar, al acercarse vió a un joven que recogía estrellas de mar que estaban diseminadas por miles en la costa.
¿Porqué hace eso ? preguntó el escritor, levantando la voz?
No se da cuenta, replicó el joven, la marea baja y el sol brilla. Las estrellas se secarán y morirán si se quedan en arena. Joven, existen cientos de Kms. De costa y centenares y miles de estrellas de mar desparramadas por la arena.
¿Qué consigue con eso, de cualquier forma la mayoría va a morir.

El joven tomó una, la arrojó al mar , y luego mirando fijo a los ojos del escritor le dijo, para esta ya he conseguido algo.

Aquella noche el escritor no concilió el sueño ni tampoco consiguió escribir.
Por la mañana muy temprano se dirigió a la playa, se reunió con el joven y juntos comenzaron  a devolver estrellas de mar al oceáno.

Saludos

Son mensajes breves de alta significación, sentimientos claros y positivos claros y positivos con los que expresamos la alegría de un encuentro o lo mejor de nuestros deseos hacia lo otros: Bienvenido, Welcome, Bienvenu, Shalon, Wilkomen, Benvenuto. " Hola", " Ojalá", " Buen viaje", " Hasta mañana", " Hasta luego", es decir " quiero volver a verte", y "que Dios también lo quiera así..." " Buena suerte" La mano extendida, abierta, franca, dice, con transparencia, que no esconde ningún puñal, espada u otra arma agresiva. Si el contacto es lánguido, con entrega parcial de los dedos, desabrido, señala distancia. " Mano fría, amor de un día", " mano caliente, amor para siempre". Hay besos de circunstancia, caníbales, puntuales, veloces, demorados, acelerados, de uni o doble lateralidad. Cuando la reina de Inglaterra trató de hacer las paces con el corsario Morgan, excedido en transgresiones y violencias de todo tipo, decidió visitar el barco del temido pirata y negociador. Morgan y su tripulación esperaban el ingreso de la reina en cubierta, con consciencia culposa, y tal vez confiada, de los que robaban para la corona. Al pisar el barco, Morgan, en señal de arrepentimiento y cordialidad, llevó su mano a la frente semitapándose el rostro. La tripulación lo imitó en signo de lealtad, y desde entonces quedó incorporada la " venia" como saludo a la autoridad. Los bebés rápidamente aprenden a saludar con una sonrisa a los rostros simpáticos. Es un acto reflejo de "Sentir con otro " Los perro nos saludan con un desborde afectivo que solemos encontrar entre conocidos, y así muchos animales reconocen sus graznidos, maullidos y resoplidos de todo tipo de aparición de sus queridos amos, con una euforia desconocida entre humanos. Se saluda levantando el sombrero, inclinando el talle, guiñando un ojo, besando la mano, enviando una tarjeta, una flor o un regalo. Un saludo cambia el color el día y también la temperatura del informe meteorológico. Los saludos gustan, se contestan y unen a la distancia y en la cercanía. Aprendamos de Morgan o del perro, del loro o del bebé, a saludar con afecto y respeto. " El huésped es Dios", dicen las escrituras.

De Cuentos para regalar a personas originales. de Enrique Mariscal

Como Disfrutar una Buena
Taza de Té

Thich Nhat Hanh, un filósofo y monje budista vietnamita, escribió sobre como disfrutar una buena taza de té. Debemos estar completamente atentos al presente para disfrutar de una taza de té. Sólo siendo conscientes del presente nuestras manos sentirán el calor de la taza. Sólo en el presente aspiraremos el aroma del té, saborearemos su dulzura, y llegaremos a apreciar su exquisitez. Si estamos obsesionados por el pasado o preocupadospor el futuro, dejaremos escapar la oportunidad de disfrutar de una buena taza de té. Cuando miremos el interior de la taza, su contenido ya habrá desaparecido.
Con la vida ocurre lo mismo. Si no vivimos plenamente el presente , en un abrir y cerrar de ojos la vida se nos habrá escapado. Habremos perdido sus sensaciones, su aroma, su exquisitez y su belleza, y sentiremos que ha trascurrido a toda velocidad.
El pasado ya ha pasado. Aprendamos de él y deémoslo atrás. El futuro ni tan siquiera ha llegado. Hagamos planes para el futuro, pero no perdamos tiempo preocupándonos por él. Preocuparse no sirve de nada.
Cuando dejemos de preocuparnos por lo que todavía no ha pasado, estaremos en el presente. Solo entonces empezamos a experimentar la alegría de vivir                                            
Brian Weiss

Cuando te veía

Cuando te levantabas esta mañana, te observaba y esperaba que me hablaras aunque fuera unas cuantas palabras, preguntando mi opinión o agradeciéndome por algo bueno que te haya sucedido ayer. Pero note que estabas muy ocupado buscando la ropa adecuada para ponerte e ir al trabajo.

Seguía esperando de nuevo, mientras corrías por la casa arreglándote, supe que habría unos cuantos minutos para que te detuvieras y me dijeras "HOLA", pero estabas demasiado ocupado (a). Por eso encendí el cielo para ti, lo llene de colores y dulces cantos de pájaros para ver si así me oías pero ni siquiera te diste cuenta de esto.

Te observé mientras ibas rumbo al trabajo y esperé pacientemente todo el día.

Con todas tus actividades supongo que estabas demasiado ocupado(a)para decirme algo. De regreso vi tu cansancio y quise rociarte un poco para que el agua se llevara tu estrés, pense agradarte para que así pensaras en mí pero enfurecido ofendiste mi nombre, deseaba tanto que me hablaras, aun quedaba mucho tiempo.

Después encendiste el televisor, espere pacientemente, mientras veías el televisor, cenabas, pero nuevamente te olvidaste de hablar conmigo y nada. Te note cansado y entendí tu silencio así que opaque el resplandor del cielo, pero no te deje a oscuras, lo cambie por un lucero, en verdad fue hermoso, pero no estuviste interesado en verlo.

A la hora de dormir, creo que ya estabas agotado(a). Después de decirle buenas noches a tu familia, caíste en tu cama y casi de inmediato te dormiste, acompañe con música tu sueño, mis animales nocturnos se lucieron, no hay problema, porque quizás no te das cuenta que siempre estoy ahí para ti. Tengo más paciencia de la que te imaginas. También quisiera enseñarte como tener paciencia para con otros. TE AMO tanto que espero todos los días por una oración, el paisaje que hago es solo para ti. Bueno te estas levantando de nuevo, y otra vez esperar sin nada más que mí amor por ti, esperando que el día de hoy me dediques un poco de tiempo.

DIOS

La tristeza y la furia

En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta....

En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas ......

Había una vez.......

Un estanque maravilloso.

Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente....

Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia.

Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas las dos,

Entraron en el estanque.

La furia apurada ( como siempre está la furia ), urgida, sin saber por qué se bañó rápidamente y más rápidamente aún, salió del agua...

Pero la furia es ciega, o por lo menos, no distingue claramente la realidad, así que desnuda y apurada , se puso al salir, la primera ropa que encontró....

Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza.....

Y así vestida de tristeza, la furia se fue.

Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre, a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro ( o mejor dicho sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque.

En la orilla se encontró con su ropa ya no estaba.

Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.

Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos, es solo un difraz, y que detrás del difraz de la furia, en realidad .... está escondida la tristeza.

Jorge Bucay
Cuentos para pensar.

La aldea y la vaca

Un sabio con su discípulo llegaron a una aldea cuyos habitantes solo tenían una vaca. Su leche era todo lo que tenían para alimentarse, y de ella vivían. ¿ Cómo podemos ayudarlos ? preguntó el aprendiz. Mata a la vaca, fue la respuesta. Pero morirán de hambre, es lo único que tienen. Es lo único pero no es suficiente. Mata a la vaca. El jóven obedeció a regañadientes y ambos siguieron su camino. ¿ Por qué me has ordenado esto ?, reclamaba apenado el novicio. Llegado el momento lo comprenderás. Justo una año después, el maestro propuso regresar a aquella aldea. Grande fue la sorpresa del discípulo cuando, contra todo lo que temía, se encontró con un pueblo feliz y próspero. ¿Qué ha sucedido aquí ?, exclamó dirigiéndose al líder. Que ellos te lo cuenten. Y uno de los aldeanos tomó la palabra: Cunado descubrimos muerta a nuestra vaca, supimos que ya no podríamos vivir de su leche. Entonces buscamos una solución. Nos dimos cuenta de que estas tierras eran fértiles, así que sembramos trigo. Comimos una parte de la producción y vendimos el resto, y con ese dinero compramos unos animales. Ahora somos agricultores y vivimos mejor que nunca.  

de Pequeñas Historias para grandes momentos de Walter Salama.

El búfalo y el yak

El búfalo y el yak son dos animales muy singulares. Tienen en común su capacidad de resistencia, su solidez, su mansedumbre, su parca belleza y su simpatía. Ambos son bovinos, pero el búfalo habita en las planicies y en montañas de media altura, en tanto que el yak mora en la altiplanicies y, por tanto, en lugares de notable altura. Y he aquí, porque así es el juego caprichoso de la vida, que un búfalo y un yak se hicieron amigos. Entonces comenzó el problema para ambos. ¿ Por qué? Pues porque cuando el búfalo acudía a visitar al yak a sus moradas, se sentía mareado, cansado y, en suma, padeciendo el desagradable mal de altura, y cuando el yak iba a visitar al búfalo a sus tierras, se notaba alicaído, víctima de un insoportable calor y de un aire irrespirable.   Búfalo y yak se quejaban. Les unían estrechos lazos de amistad, pero cada vez que uno visitaba al otro en verdad que la cosa se complicaba. Estaba en juego, incluso, la salud de ambos.   Pero yo, hermano yak, no quiero dejar de verte, dijo tristemente el búfalo. Amigo búfalo, yo tampoco querría nunca dejar de verte a ti. ¿Qué hacer?¿ Cómo resolver el problema? El búfalo y el yak consultaron a un ermitaño. Estaban muy apenados. El ermitaño era un hombre de mente clara y corazón dulce como el jugo de caña de azúcar.  Escuchó con paciencia a los animales. Incluso vio alguna lágrima en los ojos del búfalo. Dijo :          No os preocupéis amigos míos. Lo importante es siempre encontrar el punto de equilibrio. ¿ El punto de equilibrio?, preguntaron extrañados los bovinos. Así es repuso el ermitaño. ¿ Por qué creéis que me he dedicado a la meditación y a las privaciones durante tantos años? Para hallar el punto de equilibrio. ¿ En qué nos puede ayudar eso?, preguntó el yak. ¿ Cómo soluciona ello nuestro problema?, preguntó el búfalo. En el punto de equilibrio siempre está la respuesta. Os diré lo que debéis hacer. Buscad conjuntamente el terreno del medio en el que podéis reuniniros, cediendo cada uno un poco, pero sin extremarse. Que el yak baje hasta donde le sea posible sin perjudicarse y que el búfalo suba hasta donde pueda sin dañarse. En esa franja de tierra os encontraréis.   El búfalo y el yak encontraron la solución gracias al buen consejo del sabio ermitaño.  Han fijado lugar de encuentro y han descubierto dos cosas muy importantes: el valor de la amistad y la doctrina del equilibrio. El sabio declara: Halla el punto de equilibrio y sigue el camino medio, evitando los extremos, siempre perjudiciales  

De Cuentos del Tibet de Ramiro Calle

La última carta de un camionero

El cerro Steamboat tiene fama de asesino entre los camioneros que transportan cargas por la autopista de Alaska, por eso lo tratan con respeto, sobre todo en el invierno, cuando el camino se curva y serpentea por la montaña, y al costado de la ruta congelada caen a plomo empinados barrancos. Allí se han perdido incontables camiones con sus choferes, es probable que muchos más sigan sus huellas.     En un viaje por la autopista, me encontré con la Real Policía Montada de Canadá y varias unidades de salvataje, que remolcaban los restos de un camión desde el fondo de un profundo barranco. Después de estacionar mi equipo, me acerqué al grupo de camioneros que observaban en silencio los despojos del accidente. Uno de los policías montados se acercó a nosotros para decirnos, en voz baja :  Lo siento. El conductor estaba muerto cuando lo encontramos. Debe haber caído por la cuesta hace dos días, cuando hubo una gran tormenta. No había muchas huellas. De pura casualidad detectamos el reflejo del sol en un fragmento de cromo. Meneando la cabeza, revisó el bolsillo de su parka. Tomen esto, creo que deberían leerlo. Supongo que vivió un par de horas antes de que el frío acabara con él. Nunca había visto lágrimas en los ojos de un policía, siempre pensé que, habiendo presenciado tanta muerte y desesperación, estaban inmunizados. Pero aquél se secó las lágrimas al entregarme la carta. Al leerla me eché a llorar. Cada uno de los camioneros leyó también en silencio aquellas palabras antes de volver lentamente a su vehículo. Esa carta me quedó grabada en la memoria a tal punto que, pasados los años, sigue tan vívida como si aún la tuviera en mis manos. Quiero compartirla contigo y su familia                                                                                      Diciembre de 1974   Amor mío : esta es una de las cartas que ningún hombre quisiera escribir, pero tengo suerte de tener algo de tiempo para expresar lo que tantas veces he olvidado decir. Te quiero, corazón     Solías decir, en broma, que yo amaba más al camión que a ti, porque pasaba más tiempo con él. Amo este pedazo de hierro, sí, se ha portado bien conmigo. Me acompañó en momentos y en lugares difíciles. Siempre podía contar con él para los viajes largos y era veloz en las rutas. Nunca me abandonó.     Pero ¿sabes una cosa? A ti te amo por las mismas razones. También me acompañaste en los tiempos y en los lugares difíciles. ¿ te acuerdas de mi primer camión, ese viejo cascajo que nos arruinaba, pero con el que siempre ganaba lo suficiente para parar la olla? Tú saliste a trabajar, para que pudiéramos pagar el alquiler y las cuentas. Cada centavo que yo ganaba se lo llevaba ese camión, tu sueldo cubría la comida y el techo.   Yo me quejaba del camión, en cambio no recuerdo que tú lo hayas hecho alguna vez, cuando volvías cansada del trabajo y yo te pedía dinero para volver al camino. Si te quejaste, no te escuché. Estaba demasiado sumido en mis problemas para pensar en los tuyos.     Ahora pienso en todas las cosas a las que renunciaste por mí. La ropa, las vacaciones, las fiestas, las amigas. Nunca te quejaste. Y yo, por algún motivo, nunca te di gracias por ser como eres.     Cuando tomaba café con los muchachos hablaba de mi camión, del equipo, de las cuotas. Me olvidé de que eras mi socia, aun cuando no estuvieras a mi lado en la cabina. Fue gracias a tu sacrificio y tu decisión, no solo por los míos, que finalmente llegó el camión nuevo.     Yo estallaba de orgullo por ese camión. También estaba orgullosos de ti, pero nunca te lo dije. Daba por sentado que lo sabías, pero si te hubiera dedicado tanto tiempo como a lustrar los cromados tal vez te lo había dicho.     En todos esos años de gastar el pavimento, siempre supe que me acompañabas con tus oraciones. Pero esta vez no alcanzaron.     Estoy herido y es grave. He recorrido mi último kilómetro. Por eso quiero decir las cosas que debieron decirse muchas veces. Las que quedaron olvidadas porque estaba muy ocupado con el camión y el trabajo.   Pienso en los aniversarios y cumpleaños sin mi presencia. En los actos escolares a los que fuiste sola, porque yo estaba en la ruta.     Pienso en las noches que pasaste sola, preguntándote dónde estaría yo, cómo irían las cosas..   Pienso en todas las veces en que se me ocurrió llamarte, sólo para decirte hola, y luego no lo hice. Pienso en la tranquilidad de saber que me esperabas en casa, con los chicos.     Y tantas cenas familiares en las que debiste justificar mi ausencia: que estaba ocupado cambiando el aceite, buscando repuestos o durmiendo para salir temprano al día siguiente. Siempre había algún motivo, pero ahora, no sé por qué, ya no me parecen tan importantes.     Cuando nos casamos no sabías cambiar una lamparita. En un par de años eras capaz de reparar la caldera en medio de una ventisca, si yo estaba en la otra punta del país esperando una carga. Por ayudarme llegaste a ser buena en mecánica. Me llenaste de orgullo el día que trepaste a la cabina y diste marcha atrás sobre los rosales.     También me sentía orgulloso cuando, al detenerme frente a casa, te encontraba dormida en el coche, esperándome. Ya fueran las dos de la mañana o las dos de la tarde, siempre te acicalabas como una estrella de cine para recibirme. Eres hermosa ¿ sabes?Creo que llevo mucho tiempo sin decírtelo, pero es cierto.     En mi vida he cometido mucho errores, pero si alguna vez tomé una buena decisión, fue pedirte que te casaras conmigo. Nunca pudiste entender qué me mantenía montado a ese camión. Yo tampoco lo sabía, pero era mi manera de ganarme la vida y tú lo apoyabas. En las buenas y en las malas, siempre estabas allí. Te amo querida, y amo a los chicos.     Me duele el cuerpo, pero más me duele el corazón. Cuando termine este viaje no estarás allí. Por primera vez desde que estamos juntos me encuentro solo y asustado. Te necesito mucho, pero sé que ya es tarde.     Es curioso, pero ahora sólo tengo este camión. Este maldito camión que gobernó nuestra vida por tanto tiempo. Este montón de hierros retorcidos en el que pasé tantos años. Pero él no puede retribuirme el cariño. Sólo tú puedes hacerlo.     Estás a miles de kilómetros de aquí, pero te siento conmigo. Veo tu cara, siento tu amor. Y tengo miedo de hacer solo el tramo final.     Dile a los chicos que los quiero mucho. No dejes que los muchachos se ganen la vida al volante de un camión.     Creo que eso es todo, corazón. ! Cómo te quiero, Dios mío !! Cuídate mucho y recuerda siempre que te amé como a nada en la vida. Sólo que me olvidé de decírtelo. Te amo Bill

Rud Kendall presentado por Valerie Teshima de Más chocolate caliente para el alma. Jack Canfield y Mark Hansen.    

Educación

Un nuevo integrante había llegado a la familia: se trataba de un precioso cachorro de un mes y medio de edad, que alegró a todos con su presencia. Claro a medida que pasaban los días, se presentaban las dificultades: el perrito robaba las pantuflas, mordisqueaba las patas de los muebles, orinaba en cualquier parte, molestaba a las visitas. Cuando la situación se tornó caótica, el dueño de casa tomó la determinación de llevar a la revoltosa mascota a una escuela de perros.   Fue a averiguar a la que le quedaba más cerca de su casa, y habló con el instructor. Le describió el estado de las cosas, acordaron un arancel y un horario, y preguntó ¿ podemos comenzar hoy mismo? Por supuesto, cuanto antes mejor. Justamente ahora tengo un turno libre. Voy a buscar el perrito. ¿Para qué? Pase, no más, al aula. Yo les doy clase a los amos, que son los que tienen la responsabilidad. 

 De pequeñas historias para grandes momentos de Walter Salama

El árbol de los amigos

Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple
casualidad de haberse cruzado en nuestro camino.

Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar mas
otras apenas vemos entre un paso y otro. A todas las llamamos amigos y hay
muchas clases de ellos.

Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos.

El primero que nace del brote es nuestro amigo papa y nuestra amiga mama,
que nos muestra lo que es la vida.

Después vienen los amigos hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio
para que puedan florecer como nosotros.

Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos
el bien.

Mas el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían
a cruzarse en nuestro camino.

A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, de corazón.

Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos
hace feliz.

Y a veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces
es llamado un amigo enamorado. Ese da brillo a nuestros ojos, música a
nuestros labios, saltos a nuestros pies.

Mas también hay de aquellos amigos por un tiempo, tal vez unas Vacaciones o
unos días o unas horas.

Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro, durante el
tiempo que estamos cerca.

Hablando de cerca, no podemos olvidar a amigos distantes, aquellos que están
en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre
una hoja y otra.

El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de
nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas
estaciones. Pero lo que nos deja mas felices es que las que cayeron
continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de
momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino.

Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor, salud, suerte y prosperidad.

Hoy y siempre. Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es
única.

Siempre deja un poco de si y se lleva un poco de nosotros.

Habrá los que se llevaran mucho, pero no habrá de los que no nos dejaran
nada .

Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que
Dos almas no se encuentran por casualidad.

Jorge Luis Borges

El futuro ha pertenecido y pertenece a los soñadores  

El abuelo nos reunía a su alrededor, 10 nietos escuchábamos embelesados y atentos, sin perder una sola palabra de la historia del pirata. Regularmente visitábamos a los abuelos todos los años en su casa de la playa.   El lugar y su charla nos llenaba de imaginación, y lo más curioso es que todos creíamos que la historia era real, ahora ya de adultos comprendemos que aunque su cuento era producto de su fantasía, los resultados eran verdaderos. Su narración era así: " Yo tenía un amigo que era pirata. él se refugiaba en esa isla que ven enfrente, una mañana rescató a un pequeño pulpo, que estaba atrapado en las rocas, y desde entonces se convirtieron en entrañables compañeros. Cuando el pirata regresaba cada año a descansar a la isla., el pequeño pulpo sentía su presencia y venía a saludarlo. Un día me lo presentó, recuerdo claramente cómo le dijo que yo era su mejor amigo entre los humanos y a él lo consideraba el más leal y fiel compañero. Por eso le iba a confiar la custodia de su tesoro y solamente a él ( refiriéndose a mí ) podía guiar a donde se encontraba su fortuna y entregársela, en caso de que él no volviera jamás.   " Pasó el tiempo, continuó el abuelo, y el pirata se perdió para siempre en el mar. Hoy sigo visitando al pulpo, que ahora también es mi amigo, seguramente él adivina que mañana iremos a la isla, y tengan la certeza de que habrá algunos tesoros en la playa, pues sabe que su amigo el pirata no volverá. Jamás le he pedido que me entregue el tesoro, pero sé que le gustaría compartirlo con ustedes, pues sabe que los amo".   Al día siguiente fuimos muy temprano a la isla con el abuelo, no sin antes hacer un pacto de honor en lo que juramos no revelar a nadie el secreto del pulpo y la isla del tesoro y por su ambición posiblemente fueran capaces de matar al pulpo fiel.   La noche anterior, el abuelo mandó a esconder en la playa llaves viejas, pedazos de piedras hermosas, imitación de joyas antiguas, hasta pergaminos que pareciera habían sido escritos hace años. Nuestra búsqueda inició desde el momento de desembarcar y los gritos de emoción ante cada hallazgo fueron fabulosos. Al regresar a casa nuestros padres preguntaron de dónde habíamos obtenido tales bellezas, y tanto mis primos como yo guardamos un hermético silencio en cumplimiento a nuestro juramento, simplemente contestamos que las habíamos encontrado por casualidad, lo cual era parcialmente cierto, pues cada quien había tenido que buscar afanosamente para encontrarlas.   Han pasado años y el abuelo ya se fue, los primos y yo lo recordamos con gran cariño, pues dentro de su fantasía nos enseñó cosas valiosas: buscar tesoros, a ser leales a un pacto, a entender la amistad y lo más importante nos enseñó a soñar. ¿ Podría ser fiel en guardar un secreto? ¿ Deja volar su imaginación soñando con los ojos abiertos? ¿Ha incrementado su capital emocional, tiene amigos sinceros?   La fantasía de un niño es su mejor patrimonio, todo lo puede con su imaginación. El mundo usual de los adultos, que calificamos de realista, tiene como característica principal dejar de soñar. El abuelo de nuestro cuento despertó en sus nietos la ilusión de encontrar tesoros, la fuerza del que busca encuentra, los orientó en el sentido de la lealtad y los invitó a que, si eran perseverantes, sus sueños se podrían convertir en realidad. No en vano la Biblia nos señala que el reino de los cielos es de los niños. No dudemos de nuestros sueños, que son las ilusiones de la esperanza.

Miguel Angel Corneo ( Infinitud Humana).

IMPOSIBLE

Dos amigos caminaban por la calle. De golpe, uno de ellos se detiene y exclama: Uy, cien pesos! ¿Dónde? pregunta el otro sin mirar. En el suelo, ! qué grande!, se entusiasma el primero. Imposible. ¿Imposible? Lo estoy viendo, es más lo estoy levantando: aquí está! y se lo pone frenete a la nariz. El amigo desvía la vista e insiste: Imposible. Pero, ! qué empecinado! ¿ Por qué no podría ser? Porque alguien lo hubiera levantado.  

De Pequeñas Historias para grandes momentos de Walter Salama.

Ley de la atracción

Muchos libros se han escrito sobre esta ley y muchos creen que es esencial para la comprensión de la condición humana. La ley de atracción afirma que eres un imán viviente. De forma inevitable atraes hacia el círculo de tu vida a aquellas personas y situaciones que estén en armonía con tus pensamientos dominantes. Las almas gemelas se atraen. Los pájaros del mismo plumaje van juntos en bandadas. Todo lo que en tu vida hayas atraído hacia ti, lo has hecho por la clase de persona que eres y especialmente por tu forma de pensar.    Tus amigos, tu familia, tus relaciones, tu trabajo, tus problemas y tus oportunidades han sido atraídos hacia ti por tu modo habitual de pensar en cada una de esas áreas.     Tenemos un ejemplo de esto en música llamado el principio de resonancia simpática. Si se colocan dos pianos separados en una habitación grande y se golpea en uno de ellos la nota " do" , se puede ir seguidamente hacia el otro piano para observar que la cuerda correspondiente a la nota " do " está vibrando con idéntica intensidad que la cuerda hermana del primer piano. Pues bien, según este mismo principio, tú tiendes a conocer y relacionarte con gente y situaciones que vibran en armonía con los pensamientos y sentimientos que te dominan.    Si miras cada uno de los aspectos de tu vida, tanto positivos como negativos, te darás cuenta de que todo el mundo está fabricado por ti y que, cuanta más carga emocional pongas en un pensamientos, más grande será la intensidad de vibración y más rápidamente atraerás hacia tu vida a gente y situaciones que sean afines a dicho pensamiento.    Esta ley está siempre actuando a tu alrededor. No tienes nada más que pensar en un amigo o amiga y ya está el teléfono sonando con él o ella al otro lado de la línea.   Decides hacer algo e inmediatamente después comienzan a llegarte ideas y ayudas. Eres como un imán atrayendo limaduras de hierro.    Mucha gente se retrae porque no sabe como trasladarse desde donde se encuentra hasta donde quiere ir. Con la ley de la atracción, sin embargo, no es necesario tener todas las contestaciones antes de comenzar. Siempre que tengas claro lo que quieres y con qué clase de gente te conviene asociarte, terminarás arrastrándola dentro de tu vida.    Tus pensamientos constituyen una forma de energía que vibra a una velocidad determinada en función del nivel de intensidad emocional que acompañe al pensamiento. Cuanto más excitado o temeroso estés, más rápidamente tus pensamientos irradiarán de ti y atraerán hacia tu vida personas y situaciones afines.    La gente alegre y feliz parece que atrae a otra gente alegre y feliz.   La persona que posea conciencia de prosperidad parece que encuentra ideas y oportunidades para hacer dinero. Los vendedores optimistas y entusiastas atraen clientes mejores y más importantes.   La gente de negocios con talante positivo atrae los recursos, clientes, proveedores y los banqueros que necesita para llevar a cabo sustanciosas negocios. La ley de atracción  actúa en todas partes y en todo momento. Como pasa con las demás leyes mentales, la ley de atracción es neutral. En realidad esta ley podría muy bien considerarse una variante de la ley de causa y efecto o de siembra y cosecha. Por eso dice el filósofo:   Siembras un pensamiento y recoges un acto. Siembras un acto y recoges un hábito. Siembras un hábito y recoges un carácter. Siembras un carácter y recoges un destino.   Puedes tener más, ser más y hacer más porque puedes cambiar como persona. Puedes cambiar tus pensamientos dominantes por medio de un riguroso ejercicio mental.   Puedes autodisciplinarte  enfocando tus pensamientos hacia lo que te interese y rehusando pensar sobre lo que no te convenga.   De la persona que utiliza la ley de atracción de un modo positivo se dice que tiene suerte. Esta es sin duda otra manera de intentar explicar por qué tantas buenas cosas y tanta gente provechosa se ven acogidas en el seno de la vida de aquellos que tienen muy claras sus metas y son perennemente optimistas sobre su consecución.

de Caminos hacia el Desarrollo Personal de  Bryan Tracy.

Pablito

Pablito: Siete años, mendigo con cinco años de experiencia, experto en caminatas con o sin zapatos, hábil en el arte de sortear el tráfico endemoniado de la ciudad y creativo hasta el asombro.

Veinticuatro de diciembre. Pablito ha bajado como siempre a las siete de la mañana, desde el cementerio a la Pérez Velasco, su primera estación de trabajo. Hoy quería quedarse un rato más tendido en la payasa que compartía con sus dos hermanos: Juan de 14 años y Celia de seis. Pero su madrastra lo sacó a empujones.

Cuando hacía cola para alcanzar el grifo y lavarse la cara, sintió como si la oreja se le desgarrara y le fuera arrancada de cuajo. La madrastra pensaba que la cara sucia daba más lástima y que los beneficios serían mayores. Tuvo que salir con el olor de la modorra a cuestas.

En el trayecto recordó cuando las faenas las cumplía acompañado de su madrastra, Asunta. Estaba obligado a correr literalmente la ruta, tenía que igualar el paso de una mujer adulta, robusta y de pésimo carácter. El retorno era siempre la peor parte. Nunca fue lo mismo subir que bajar; como tampoco era lo mismo caminar fresco y descansado en la mañana, que trepar molido después de una jornada de catorce horas.

Después de todo, fue un alivio el trabajo “independiente”. Claro que Asunta se encargó de calcular minuciosamente las recaudaciones, y asignar el cupo correspondiente a cada uno de los hijos; en realidad sólo Celia era su hija, por lo que disfrutaba de algunos pequeños privilegios. Establecido el monto, era fácil establecer las sanciones por incumplimiento.

Estaba cansado. En los días navideños el horario de su mendicidad se extendía por varias horas más de lo habitual. Por supuesto que Asunta realizaba previamente el cálculo de las recaudaciones por las horas extra.

Mientras se abría paso entre la muchedumbre, descortesía incluida, pensaba en los gorditos disfrazados de rojo que encontraba a cada paso. Sabía que eran ciudadanos comunes contratados para llamar la atención de los posibles clientes;  pero la existencia real de un verdadero Papá Noel, significaba para Pablito un verdadero laberinto.

No podía comprender la existencia de un personaje teóricamente bueno y prácticamente cruel. Estaba convencido de que Papá Noel era un invento de los ricos, para los ricos.

El día no fue bueno; mucha lluvia y pocos generosos. Pablito tenía hambre, pero no era posible gastar las monedas del cupo.

Cuando en las recaudaciones se producía algún superávit, el muchacho utilizaba el bolsillo izquierdo para guardar las monedas sobrantes; las del derecho eran para entregarlas a la madrastra. Nunca hubo mucho de sobra, menos capacidad de ahorro; el dinero alcanzaba apenas para saciar el hambre dos o tres veces a la semana.

Cuando anocheció, el niño estaba agotado. No era posible regresar a casa, eso significaría la consabida paliza, además el ayuno obligatorio. El sistema establecido era simple: Asunta contaba dos veces el dinero, si estaba de acuerdo a sus expectativas, autorizaba al muchacho hurgar en las ollas y comer. Si faltaban monedas, lo castigaba con una vara y le ordenaba dormir sin alimento. Era preferible vagar por un tiempo más y tentar suerte entre la vorágine enloquecida en el lleva y trae de regalos, paquetes, alcohol e insensibilidad.

Se detuvo frente a una inmensa vidriera y contempló asombrado a un señor gordo y grande que parecía comprarlo todo. Pensó que al sujeto le haría falta un camión para transportar su “cariño” hasta su casa. Eran tantos los paquetes adornados y tantos los billetes que el señor gordo entregaba a la cajera, que a Pablito le dieron náuseas repentinas. Eran de esos billetes con números largos que el niño sólo había visto en las manos de los cambistas.

Hasta que el señor salió, seguido de varios ayudantes que cargaban todo lo que podían sus espaldas. Idas y venidas, ajetreo, resoplaban y jadeaban entre el tumulto. Se hacía tarde y al señor le preocupaba el tráfico. ¡Una camioneta repleta de regalos!, ¿Tendrá tantos hijos?. La camioneta partió.

Pablito quedó absorto y tropezó con una voluminosa caja: el señor gordo había olvidado un regalo. ¿Será ese Tonka que tantos sueños le trajo?. Era un regalo, pero no se lo habían regalado; dicen que Papá Noel no se olvida los regalos, que los deja a propósito y a domicilio. Dicen que Papá Noel... ¡bah!.

El niño tomó la caja y corrió al encuentro de la camioneta, no la habían dejado para él, y así no servía. El tráfico favorecía, una cuadra y media de carrera y listo. El señor gordo esperaba impaciente el cambio de color del semáforo cuando el niño golpeó su ventana. No le prestó atención pensando que el muchacho sólo quería una limosna. Pablito se adelantó y se paró frente a la camioneta mostrando la caja que ya le pesaba demasiado. Entonces el señor recibió el paquete, agradeció con un gruñido y partió.

Pablito emprendió cabizbajo el camino a casa. Estaba resignado. No habría regalo, no había completado el cupo, no habría cena y las palizas no llenan el estómago. Pensó en cómo sortear los varillazos, al menos algunos; pensó en su padre, borracho como una cuba, festejándose solo; en su hermano cenando o golpeado y durmiendo.

De pronto alguien se detuvo frente a él, era un señor gordo, pero otro. Éste tenía disfraz rojo y blanco, linda barba y mirada dulce. El señor buscó en su bolsillo y luego le extendió la mano sonriente, le entregó un chupete de esos que tienen chicle adentro, acarició la cabeza del niño y desapareció en la oscuridad.

Cuando Pablito salió de su asombro, reemprendió la caminata lentamente, despreocupado. Puso el chupete en el bolsillo izquierdo y decidió que lo disfrutaría cuando los demás duerman o, mejor, al bajar en la mañana.

Abrió la puerta tembloroso y entró despacio, cabeza gacha. Cuando levantó la mirada quedó perplejo; la mesa estaba puesta, Asunta servía, papá estaba sobrio, todos compartían. Y no hubo paliza, y había chocolate y pan de Navidad, ¡hasta mantel había!; en la esquina esperaban cinco pequeños paquetes. Pablito salió al patio, dio un brinco espectacular y su agudo chillido se escuchó hasta el mismísimo polo norte:

- ¡Existeeeeee....!

de Mario Roncal Toral

PUREZA DE CORAZON

Se trataba de dos ermitaños que vivian en un islote cada uno de ellos. El ermitaño joven se habia hecho muy celebre y gozaba de gran reputación, en tanto que el anciano era un desconocido.
Un día, el anciano tomo una barca y se desplazo hasta el islote del afamado ermitaño. Le rindió honores y le pidió instrucción espiritual. El joven le entrego un mantra y le facilito las instrucciones necesarias para la repetición del mismo. Agradecido el anciano volvió a tomar la barca para dirigirse a su islote, mientras su compañero de búsqueda se sentía muy orgulloso por haber sido reclamado espiritualmente.
El anciano se sentía muy feliz con el mantra. Era una persona sencilla y de corazón puro. Toda su vida no habia hecho otra cosa que ser un hombre de buenos sentimientos y ahora, ya en su ancianidad, quería hacer alguna practica metódica.
Estaba el joven ermitaño leyendo las escrituras, cuando, a las pocas horas de marcharse, el anciano regreso. Estaba compungido, y dijo:
-Venerable asceta, resulta que he olvidado las palabras exactas del mantra. Siento ser un pobre ignorante. ¿Puedes indicármelo otra vez?.
El joven miro al anciano con condescendencia y le repitió el mantra. Lleno de orgullo, se dijo interiormente: Poco podrá este pobre hombre avanzar por la senda hacia la Realidad si ni siquiera es capaz de retener un mantra.
Pero su sorpresa fue extraordinaria cuando de repente vio que el anciano partía hacia su islote caminando sobre las aguas.
De la recapitulación de Ramiro Calle, de Cuentos de la India, en Ediciones Arca de la Sabiduría.

El error de la tortuga

Era una simpática tortuga que vivía en las proximidades de un lago. Diariamente acudían garzas a saciar su sed en aquellas límpidas aguas. Poco a poco fue naciendo una estrecha amistad entre la tortuga y las garzas. La vida discurría apaciblemente en esas silenciosas tierras entre un circo de elevados picos y un maravillosos lago en el valle. Pero las vicisitudes alcanzan a todos: seres humanos y animales. Ese año las lluvias no terminaban de llegar, ante la desesperación de la tortuga y sus buenas amigas.   Así, implacablemente, el caudal del lago cada vez iba siendo menor. Poco a poco se iba quedando seco. Las garzas reflexionaron y llegaron a la conclusión de que era necesario tomar una decisión urgente o cabía riesgo de morir de sed. ¿ Qué decidieron nuestras inteligentes amigas? Pues acordaron que era necesario emigrar a regiones húmedas y así lograr sobrevivir. Emprenderían el vuelo hacia otras tierras prometedoras. ¿ Pero acaso habían pensado en la tortuga? No sabemos si hay en algún lugar tortugas que tengan alas y puedan volar, pero no era el caso de la tortuga de nuestro relato, que se quejó apenada: Vosotras tenéis alas y podéis ir a cualquier parte que os propongáis pero, decidme ¿ qué me espera a mí, que puedo yo hacer?      La tortuga se introdujo en su caparazón, pero sus sollozos eran bien audibles. Lloraba y lloraba desconsoladamente. Llegó la noche y el cielo se cuajó de rutilantes estrellas. Sólo se escuchaba el llanto de la tortuga y a su lado, desconcertadas, estaban las garzas. Se les partía el corazón al ver el desconsuelo de su amiga. Entonces, cuando ya el sol comenzaba a despuntar, tuvieron una idea tan luminosa como luminoso se anunciaba el día. Se iban a llevar a la tortuga con ellas. ¿Cómo? Pues iban a coger un palo que sostendrían desde cada extremo con el pico y la tortuga se colgaría del mismo atenazándolo con la boca. ! Qué fenomenal solución!!   La tortuga dejó de llorar y, agradecida, se abrazó a las garzas. Eran momentos de alegría sin límite.   Buscaron un palo adecuado y cada garza lo cogió con el pico por un extremo. La tortuga mordió el centro del palo. Así dio comienzo el viaje.    Dos garzas y una tortuga planeaban por el cielo azul de las altiplanicies. Cruzaron por encima de un pueblo y, al ver los animalitos, la gente exclamó:   Mirad, mirad, qué tortuga tan lista, con qué destreza se agarra del palo!!    La tortuga se sintió henchida de orgullo. Las garzas ponían toda su atención en proseguir el viaje. Sobrevolaron pueblos y aldeas. La gente exclamaba deleitada:   ! Qué tortuga tan inteligente!! ! Con qué habilidad se cuelga de la vara!!!   La tortuga no cabía en sí misma: tal era su vanidad. Aquellos elogios la hacían sentirse muy feliz e incluso se dijo a sí misma: " La verdad es que siempre he sido una criatura muy inteligente y sagaz"   Siguió el viaje. Entonces las garzas y la tortuga sobrevolaron un valle fértil, donde había un buen número de pacíficos campesinos. Miraron al cielo y exclamaron:      !Ved, ved, no os lo perdáis ! Mirad que garzas tan sabias, tan sagaces, ten hermosas. ! Qué inteligencia la suya para poder transportar a esa tortuga! !Qué animales tan espléndidos, tan inteligentes, tan generosos, tan ocurrentes! ! Qué garzas tan bellas y además bondadosas!!    La tortuga estaba indignada porque ninguno de aquellos campesinos profería un solo elogio hacia ella. Al contrario, era casi como si ella no existiera, y seguían exclamando maravillados: ! Qué garzas más fantásticas, que criaturas gráciles y bondadosas!   Harta de tantos halagos a las garzas y herida en su orgullo, la tortuga gritó:   !Necios!! ! Qué sabréis vosotros! Al hablar, la tortuga soltó el palo e, inevitablemente, se precipitó a tierra. Chocó violentamente contra el suelo, el caparazón se hizo mil pedazos y su cuerpo quedó reventado.  

El sabio declara: La vanidad es el pasadizo hacia la pesadumbre  

De Cuentos del Tibet de Ramiro Calle.

Transitoriedad

Un hombre que no estaba de acuerdo con las enseñanzas del Buda, al cruzarse un día con el Maestro, se plantó frente a él y le escupió el rostro. Luego, cada uno siguió su camino. Pero unos días después, el Buda volvió a cruzarse con el que así se había comportado.  Buda le miró sosegadamente y le sonrió con afecto. El hombre, muy extrañado, dijo:   Pero ¿ cómo es posible que estés tranquilo e incluso me sonrías amistosamente después de lo que pasó hace unos días?   Es muy simple, amigo mío, dijo Buda sin inmutarse. Ni tú eres ya el mismo que me escupió ni yo el que lo recibió. Ve en paz.     Todo está en constante cambio, sometido a la ley de la transitoriedad, incluidos, por supuesto, los humores del ser humano. Del rencor sólo surge perjuicio propio y ajeno, como vengativismo y resentimiento destilan veneno.  

De Cuentos de Oriente de Ramiro Calle

El perro vagabundo
Era un perro vagabundo que se encontró con un hueso muy viejo, pelado y totalmente seco. Entusiasmado comenzó a roerlo y entonces una de las esquirlas le hizo una herida en la boca, de la que comenzó a manar abundante sangre. El perro, degustando su propia sangre, se creía que era un hueso reciente y que le estaba sacando una provechosa sustancia. Roía y roía el hueso, sintiéndose muy feliz por el revitalizante y sabroso jugo que estaba extrayendo del hueso y pensando que estaba nutriéndose convenientemente.
 
La mente" roe" y " roe" los pensamientos repetitivos, inútiles y mecánicos, creyendo obtener alguna sustancia de ellos, cuando en realidad se está perjudicando y malgastando así sus mejores energías. Con disciplina y tratando de superar los engaños de la mente, el aspirante espiritual debe aprender a poner bajo el yugo de la voluntad los pensamientos y aprender a pensar y no a ser pensado por sus pensamientos parásitos y perturbadores
De Cuentos de Oriente de Ramiro Calle

 

El elefante encadenado
- No puedo-le dije.  No puedo!
- Estás seguro-me preguntó
- Si, nada me gustaría más, pero se que no puedo.
Se sonrió, me miró a los ojos bajando la voz cosa que hacía siempre que quería ser escuchado atentamente), me dijo:
- Me permitís que te cuente algo?
 
Y mi silencio fue suficiente respuesta.
Juan empezó a contar......
Cuando era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales.  También a mí como a otros (después me entere), me llamaba la atención el elefante.  Durante la función, la enorme bestia hacía el despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal...  pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver a la pista, el elefante quedaba sujeto por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera clavado en el suelo, apenas enterrado a unos centímetros en la tierra, y aunque la cadena era gruesa y poderosa, ,me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad arrancar la estaca y huir.  El misterio es evidente:
Qué lo mantiene entonces?
Por qué no huye?
Cuando tenia cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes.  Pregunte entonces a algún maestro a algún padre o a algún tío por el misterio del elefante.  Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia.
-Si está amaestrado, por que lo encadenan?
No recuerdo haber recibido alguna respuesta coherente.
Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca...  y solo lo recordaba cuando me encontraba con alguno que también se había hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí, alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta.
El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca muy parecida desde que era muy, muy pequeño.
Cerré los ojos y me imagine al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.
Estoy seguro que en aquel momento el elefantito empujó y tiró, sudaba tratando de soltarse, y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo.  La estaca era ciertamente muy fuerte para él.  Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a intentarlo, y también al otro y al que seguía.
Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal acepto su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso que vemos en el circo, no escapa porque cree (pobre!) que NO PUEDE.
Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia.
Y lo peor es que jamás se ha puesto a cuestionar seriamente ese registro.
Jamás...  jamás...  intentó poner a prueba su fuerza otra vez....
Y así es, todos somos un poco, como ese elefante del circo, vamos por la vida atados a cientos de estacas que nos restan libertad.
Vivimos creyendo que un montón de cosas NO PODEMOS, simplemente porque alguna vez, en el pasado probamos y no pudimos.  Hicimos entonces lo del elefante, grabamos en nuestro recuerdo:
NO PUEDO...  NO PUEDO.......  NO PUEDO.........  Y NUNCA PODRE.
Hemos crecido portando este mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y nunca mas volvimos a intentar, cuando mucho de vez en cuando sentimos los grilletes, hacemos sonar las cadenas o miramos de reojo la estaca y confirmamos el estigma.......  No puedo y Nunca podré.
Tu única manera de saberlo es intentar de nuevo poniendo en el intento todo tu corazón.....  TODO TU CORAZON........

¡QUEMAD LAS NAVES!

Antes del año 335 A.C., al llegar a la costa de Fenicia, Alejandro Magno debió enfrentar una de sus más grandes batallas.

Al desembarcar, comprendió que los soldados enemigos superaban en cantidad, 3 veces mayor, a su gran ejército.

Sus hombres estaban atemorizados y no encontraban motivación para enfrentar la lucha; habían perdido la fe y se daban por derrotados. El temor había acabado con aquellos guerreros invencibles.

Cuando Alejandro Magno hubo desembarcado a todos sus hombres en la costa enemiga, dio la orden de que fueran quemadas todas sus naves.

Mientras los barcos se consumían en llamas y se hundían en el mar, reunió a sus hombres y les dijo: Observen como se queman los barcos... Esta es la única razón por la que debemos vencer, ya que si no ganamos, no podremos volver a nuestros hogares y ninguno de nosotros podrá reunirse con su familia nuevamente, ni podrá abandonar esta tierra que hoy despreciamos. Debemos salir victoriosos en esta batalla ya que solo hay un camino de vuelta y es por mar...

"Caballeros, cuando regresemos a casa, lo haremos de la única forma posible, en los barcos de nuestros enemigos".

Cuantas veces la falta de fe, el temor y la inseguridad, el estar atado a lo seguro, nos priva de conseguir nuevos éxitos, nos hace renunciar a los cambios, nos hace renunciar a los sueños, nos hace negar los anhelos y las metas que están grabadas en lo más profundo de nuestros corazones.

Cuantas veces la seguridad de poseer algo, nos hace renunciar a la posibilidad de conseguir mucho más; cuantas veces lo que tenemos fácilmente a nuestro alcance nos impide crecer, haciendo que la seguridad se convierta en mediocridad, en fracaso y monotonía.

Debemos saber que perseverando, todo puede lograrse.

Que el amor y la fe nos dan la fuerza necesaria para obrar milagros en nuestras vidas si así los deseamos. Que las personas perseverantes inician su éxito donde otras acaban por fracasar. Que ningún camino es demasiado para un hombre que avanza decidido y sin prisas, teniendo claro sus objetivos.

El ejercito de Alejandro Magno venció en aquella batalla, regresando a su tierra a bordo de los barcos conquistados al enemigo.

Los mejores hombres no son aquellos que han esperado las oportunidades, sino quienes las han buscado y las han aprovechado a tiempo; quienes han asediado a la oportunidad, quienes la han conquistado.

La conquista puede ser un amor, conocimientos, trabajo, riquezas materiales o espirituales. Todo está a tu alcance.

Las condiciones para lograr éxitos no son siempre fáciles. No hay otro método que trabajar duro, ser tenaz, soportar, tener fe, luchar, creer siempre, no rendirse y jamás volver la espalda.

LAS COSAS NO SON SIEMPRE LO QUE PARECEN

Dos Angeles viajeros se pararon para pasar la noche en el hogar de una familia muy adinerada. La familia era ruda y no quiso permitirle a los Angeles que se quedaran en la habitación de huéspedes de la mansión. En vez de ser así, a los Angeles le dieron un espacio pequeño en el frío sótano de la casa. A medida que ellos preparaban sus camas en el duro piso, el Angel más viejo vio un hueco en la pared y lo reparó. Cuando el Angel más joven
preguntó ¿por qué?, el Angel más viejo le respondió, "Las Cosas no siempre son lo que parecen."

La siguiente noche, el par de Angeles vino a descansar en la casa de un señor y una señora, muy pobres, pero el señor y su esposa eran muy hospitalarios. Después de compartir la poca comida que la familia pobre tenía, la pareja le permitió a los Angeles que durmieran en su cama donde ellos podrían tener una buena noche de descanso. Cuando amaneció, al siguiente día, los Angeles encontraron bañados en lágrimas al Señor y a su Esposa. La única vaca que tenían, cuya leche había sido su única entrada de
dinero, yacía muerta en el campo. El Angel más joven estaba furioso y preguntó al Angel más viejo, ¿cómo pudiste permitir que esto hubiera pasado?
El primer hombre lo tenía todo, sin embargo tú lo ayudaste; el Angel más joven le acusaba. La segunda familia tenía muy poco, pero estaba dispuesta a compartirlo todo, y tú permitiste que la vaca muriera.

"Las Cosas no siempre son lo que parecen," le replicó el Angel más viejo.
"Cuando estábamos en aquel sótano de la inmensa mansión, yo noté que había oro almacenado en aquel hueco de la pared. Debido a que el propietario estaba tan obsesionado con avaricia y no dispuesto a compartir su buena fortuna, yo sellé el hueco, de manera tal que nunca lo encontraría."

"Luego, anoche mientras dormíamos en la cama de la familia pobre, el ángel de la muerte vino en busca de la esposa del agricultor. Y yo le di a la vaca en su lugar. "Las Cosas no siempre son lo que parecen."

Algunas veces, eso es exactamente lo que pasa cuando las cosas no salen como uno espera que salgan. Si tú tienes fe, solamente necesitas confiar en que cualesquiera que fueran las cosas que vengan, serán siempre para tu ventaja.
Y podrías no saber esto hasta un poco más tarde ...

 
LAS TRES PIPAS

Una vez un miembro de la tribu se presentó furioso ante su jefe para informarle que estaba decidido a tomar venganza de un enemigo que lo había ofendido gravemente. Quería ir inmediatamente y matarlo sin piedad.
El jefe lo escuchó atentamente y luego le propuso que fuera a hacer lo que tenía pensado, pero antes de hacerlo llenara su pipa de tabaco y la fumara con calma al pie del árbol sagrado del pueblo.
El hombre cargó su pipa y fue a sentarse bajo la copa del gran árbol.
Tardó una hora en terminar la pipa. Luego sacudió las cenizas y decidió volver a hablar con el jefe para decirle que lo había pensado mejor, que era excesivo matar a su enemigo pero que sí le daría una paliza memorable para que nunca se olvidara de la ofensa.
  Nuevamente el anciano lo escuchó y aprobó su decisión, pero le ordenó que ya que había cambiado de parecer, llenara otra vez la pipa y fuera a fumarla al mismo lugar.
  También esta vez el hombre cumplió su encargo y gastó media hora meditando.
Después regresó a donde estaba el cacique y le dijo que consideraba excesivo castigar físicamente a su enemigo, pero que iría a echarle en cara su mala acción y le haría pasar vergüenza delante de todos.
  Como siempre, fue escuchado con bondad pero el anciano volvió a ordenarle que repitiera su meditación como lo había hecho las veces anteriores.
El hombre medio molesto pero ya mucho mas sereno se dirigió al árbol centenario y allí sentado fue convirtiendo en humo, su tabaco y su bronca.
  Cuando terminó, volvió al jefe y le dijo: "Pensándolo mejor veo que la cosa no es para tanto. Iré donde me espera mi agresor para darle un abrazo. Así recuperaré un amigo que seguramente se arrepentirá de lo que ha hecho" .
  El jefe le regaló dos cargas de tabaco para que fueran a fumar juntos al pie del árbol, diciéndole: "eso es precisamente lo que tenía que pedirte, pero no podía decírtelo yo; era necesario darte tiempo para que lo descubrieras vos mismo" .

MAMERTO MENAPACHE.

 
El cielo y el cuervo
 
Un cuento del Bhagawat Purana:
 
  Una vez volaba un cuervo por el cielo llevando en su pico un trozo de carne
Otros veinte cuervos se pusieron a perseguirle y le atacaron sin piedad.
 
 El cuervo tuvo que acabar por soltar su presa. Entonces, los que le
perseguían le dejaron en paz y corrieron, graznando, en pos del trozo de carne.
  Y se dijo el cuervo " Qué tranquilidad....! Ahora todo el cielo me pertenece"
 
Decía un monje Zen :
" Cuando se incendió mi casa pude disfrutar por las noches de una visión sin obstáculos de la luna"
 
Anthony De Mello " El canto del Pájaro "
 
LO QUE EL VIENTO Y LA LLUVIA SE LLEVO

 Había una vez una hormiguita. Esta hormiguita era como toda buena hormiga,
trabajadora y servicial. Se la pasaba acarreando hojitas de día y de noche:
casi no tenía tiempo para descansar. Y así transcurría su vida, trabajando
y trabajando.
Un día fue a buscar comida a un estanque que estaba un poco lejos de su
casa, y para su sorpresa al llegar al estanque vio como un botón de lirio
se abría y de el surgía una hermosa y delicada florecilla. Se acercó y dijo:
- ¡Hola! ¿Sabes?, ¡Eres muy bonita!, ¿Qué eres? Y la florecita contestó:
- Soy un lirio. ¡Gracias!, ¿Sabes? ¡Eres muy simpático!, ¿Qué eres?
- Soy una hormiga. ¡Gracias también!
Y así la hormiguita y el lirio siguieron conversando todo el día,
haciéndose grandes amigos, cuando iba a anochecer la hormiga regresó a su
casa, no sin antes prometer al lirio que volvería al día siguiente.
Mientras iba caminando a casa, la hormiga descubrió que admiraba a su nuevo
amigo, que lo quería muchísimo y se dijo:
"Mañana le diré que me encanta su forma de ser, mañana".
Y el lirio al quedarse sólo se dijo:
"Me gusta la amistad de la hormiga, mañana cuando venga se lo diré".
Pero al día siguiente la hormiguita se dio cuenta de que no había trabajado
nada el día anterior. Así que decidió quedarse a trabajar y se dijo:
"Mañana iré con el lirio. Hoy no puedo, estoy demasiado ocupado, mañana y
le diré además, que le extraño".
Al día siguiente amaneció lloviendo, y la hormiga no pudo salir de su casa
y se dijo:
"Que mala suerte hoy tampoco veré al lirio. Bueno no importa, mañana le
diré todo lo especial que es para mí".
Y al tercer día la hormiguita se despertó muy temprano y se fue al
estanque, pero al llegar encontró al lirio en el suelo, ya sin vida. La
lluvia y el viento habían destrozado su tallo.
Entonces la hormiga pensó: "¡Que tonta fui! Desperdicié demasiado tiempo,
mi amigo se fue sin saber todo lo que quería, en verdad me arrepiento".
Y así fue como ambos nunca supieron lo importante que eran.
No esperes el final de tu vida para arrepentirte.
No esperes el mañana para soñar, y por ningún motivo dejes de decirle a una
persona que le amas.
"TE INVITO A VALORAR LA AMISTAD"