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Poesía Uruguaya Contemporánea

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Yolanda Clavijo

 

 

 

 

 

PÓRTICO

 

Te sientas en la cama, leyendo tus poemas;

y te quedas en ella, con los ojos abiertos.

 

Tú, te elevas en versos a otras dimensiones,

que recorren tus venas, navegando lo cierto.

 

Te encuentro sin buscarte. Siempre como al descuido,

y navego contigo, con temor a mostrarme.

 

Voy al lírico mundo, en que te hallas inmerso,

pinceladas de azules, que quieres enrostrarme.

 

Y me tomas las manos, y yo te dejo hacerlo,

y junto a ti camino con los ojos despiertos.

 

Y entonces te comprendo, y trato de seguirte;

igual que tú lo haces, bebiendo en el desierto.

 

Te sientas en la cama leyendo tus poemas,

Y navego contigo como un alma gemela.

 

 

MI MEMORIA

 

 

¿Dónde esta mi memoria perdida?

mis entumecidos momentos;.

los cuchillos dormidos en el paladar.

la nieve que nunca he visto;

la lluvia ondulante y acariciadora.

¿Dónde el sempiterno reloj de los días?

¿Dónde el mimbre y el rocío?’

¿Adónde aquella lengua de ceniza?

aquella risa enajenada .

¿Adónde el hombre, el hombro, el que me nombra?

¿Dónde llevó las siete letras mías?

 

 

 

ESPEJO PRIETO

 

Busqué aquella mirada en el espejo,

tu rostro de dibujos simetrales,

esa sutil mirada de los tiempos

tu cara temporal, siempre inefable.

 

Acosabas los verdes en el lampo

aquel ardor del mar que atosigabas.

Ganabas los colores que en un prisma

de luces nebulosas se estrellaban.

 

Y te fuiste a nadar tus soledades

en el crepuscular cielo sirenas,

y un loco amanecer que te escarbaba

y un pez silente muerto en tus arenas.

 

Cómo pensar espejo en mustiedades,

en el aliento claro de las horas.

Cómo soñar, tan lúgubres reflejos,

desvergonzado canto de la aurora.

 

Busqué aquella mirada en el espejo,

tu rostro de dibujos ancestrales.

Tus ojos se esbozaban en reflejos

de aquel azogue prieto en soledades.

 

 

 

CRISTALES   ROTOS

 

Yo indagué los cristales de tu playa

en la humedad de sal sobre la arena;

en la quietud de vírgenes mañanas,

inciertos recorridos de la tierra.

 

Encontré las perdidas utopias

caminando silente por gargantas,

que formaba el abismo de las rocas,

sobre los cascabeles de tu playa

 

Y busqué recorriendo esa ribera

sobre guijarros blancos de esperanzas.

Y me volví empujada por la noche;

solo con el dolor de alegres alas.

 

 

 

SIN  REMEDIO  DE  AMOR

 

 

Me despeño en falacias vestiduras

sobre la roca viva de tus carnes.

Abandono mis falsas vestiduras

y soy yo la que viene a consolarte.

 

En tu ambiciosa boca me despeño

cayendo a lo profundo del barranco,

y es inútil mi empeño y tus empeños

para volver atrás y desandarte.

 

Porque volver atrás y desandarte,

sería resbalarme de esa boca.

sería abandonar las ilusiones

del consuelo de amor que me provocas.

 

Quiero ser tu sirena y en tu playa;

arrastrar hacia mí tus ansiedades;

que mi garganta sufra con tu boca

y que mi cuerpo goce con tu carne.

 

 

 

 

POR ESO

 

 

A veces en las noches,

Cruza un relámpago mi cuarto

Y me desgarra el lienzo del alba.

A veces mi estrella va muy sola

navegando otros mares

sobre bordas difusas,

sobre distintos lares.

Al viento de las cruces

del sur las tempestades.

yo navego con ellas,

cruzo las yemas aires,

calenturas de olas y

me hamaco en las sombras

y me escondo y arranco,

vestiduras de carne.

Quisiera abrir mis venas

en ríos desbordantes y

dejar que la barca

la que llamamos sangre,

navegue mansamente.

Lengua voraz,

Garganta sin voz,

Garganta sin voz,

Garganta sin voz.

A veces…, pienso que estoy despierta.

 

 

 

SENTIMIENTO

 

Yo siento que me miras a través de las manos,

me llegan en la tarde temblorosas esporas

que titilan mi cuerpo y elevan los sabores,

con perfumes de esencias en regustos de pomas.

 

Mi piel, renace entonces como una primavera,

me eclosiona en poemas, palabras misteriosas.

Mis primeros pimpollos nacen a tu bohemia,

como si del capullo surgieran mariposas.

 

Yo siento que me llegas de manera distinta,

que  tu boca anhelante pretende a mis llagas;

soy entonces enigma de un cuento sigiloso,

elvado a los cielos ,sortilegiando el alma.

 

Presiento que me llegas al ritmo de tus manos,

hamacando en el tiempo los dolores pasados;

sorteando los secretos de esfinges olvidadas,

en un vaivén nocturno, de mareos soñados.

 

 

 

GALOPAS CAUTIVO

 

Como un sueño, latente y temido

abrazado a mi almohada de noche,

como un canto de dulce reproche

te recuerdo en mis noches de frío.

 

Como un dulce gemir en mis venas;

en mi vientre que yace vacío,

como ola plañendo en el viento,

yo recuerdo que fuiste muy mío.

 

Siento el dulce sonido del aire

que me dice de tiempos salidos;

pero yo reconozco tu risa

en la aurora que nace conmigo

 

Cada canto que trina en el aura

es un canto que viene contigo;

porque sé que en el potro del viento

tú galopas estando cautivo.

 

Tú galopas estando cautivo

con la luz de la playa a lo lejos;

con la noche que seca tu áurea;

con la luna plateada en reflejos.

 

Ese pan que remojas en sales,

y esa estrella discreta que sueñas,

son retornos de amores perdidos,

cosmonautas de lunas eternas.

 

 

 

QUIEBRES Y HASTÍO

 

Me consume el hastío

                              la piel de zapa

                                                  del tiempo

 

Me consume el acantilado

                                        de tu mirada

                                                         la añoranza salvaje.

 

La piel húmeda

                       que absorbe

                                        mi carne

                                                    y la trasquila.

 

La capa deshilachada

                                 de la noche

                                               que cuelga en mi ventana.

 

Tu risa descalza

                        que recorre

                                        los huecos salinos.

 

 

El filo de tus manos

                             escarbando peces azules.

 

Me consume

                  el país lejano

                                    de tu cuerpo.

 

Tus gaviotas degolladas

                                    de frío

                                           en un atardecer

                                                                 de ausencias.

 

 

 

REFLEJOS

 

 

Espejo, tú me miras, pero no dices nada;

respeto tu silencio, tus silencios de almohadas,

de sábana de noches y de luces pasadas,

espejo, tu me miras, así, como una espada.

 

Por no sentir el tiempo en abras y en aljabas,

donde azules palomas, zureaban en el alma,

por no sentir murmurios de quejas angustiadas;

es que no miro nunca, para tu faz manchada.

 

Espejo, por las noches cuando la luz se apaga,

me repican los ecos de tu luna moldeada.

Tus ecos son recuerdos que vuelven a mi calma,

repiqueteando en tiempos las felices mañanas.

 

Espejo, tú me miras, pero no dices nada,

tus silencios respeto, tus silencios de almohada;

de sábanas  de noches y de luces pasadas.

Espejo; tu me miras…con la mirada anclada.

 

 

 

 

SEMBRANDO

 

 

Malversación del tiempo, que sonríe en desgano,

que sabe que la aurora se muere en soledades,

que derrochó poemas sobrevolando el tiempo;

que peinó sin apuros los lejanos cuadrantes.

 

La curva de mi boca aspira la fragancia,

de las letras que surten el silencio del aire;

las que me dicen cosas que se que no se han muerto,

y me traen recuerdos: caracolas y miel.

 

En la profana tierra de los rostros cautivos,

me siento cual gitana que camina los tiempos;

que recoge las piedras que dotan los caminos,

y en abanicos aureos, desparrama en el viento.

 

Dueña de esas palabras, hasta que las ofrendo,

cuando yo las expando, ya no tienen retorno.

Hasta que un manto leve de murmullos las lleva,

y me siento vacía; como sin pan en todo.

 

Me siento sembradora de semillas azules,

sembrando, para que otros levanten mi cosecha.

Pero me siento viva, cuando noto que vuelven;

como saetas rubias, clavándome sus flechas.

 

 

 

 

CLAROSCURO

 

Claroscuro de tiempos ya perdidos,

cenizas y cenizas mal habidas.

Mal habida región de los espacios

donde se hace invisible tu guarida.

 

Porque tienes moluscos en las manos,

sur y norte vibrando geografías,

marismas y marismas de locuras,

ardiente arquitectura ya perdida.

 

Porque tienes un símbolo de luces

y un alga inquieta brota de tu guía,

simbolizando cánticos de oleajes

y un surgir de tormentas cada día.

 

Porque sabes menguantes y mareas,

porque suenan renuentes tus palabras

porque en atardeceres te recuerdo

y vuelves a mirar por mi ventana.

 

Deseaba saber si aún recuerdas;

el canto de calandria en la mañana.

 

 

 

LUZ  TENUE

 

Porque tienes la voz demacrada

en un cierto temor de sorpresas,

y a tu espalda sacuden inviernos,

con los dientes de simple torpezas.

 

Porque pulsan tus brazos luceros

Eternos en estrellas sin vientos

Veo yo caminar a mis cauces

secos ya de mi ocaso velero.

 

Entre cimas de tiempos remotos

una luz que agoniza  te llama,

con clamores de azules tonadas,

ronca en  lenta pasión ahuecada .

 

Porque tienes la voz demacrada,

en un cierto temor de sorpresas.

Es que llego a tu alma callada,

con mi simple sonrisa agarena.

 

 

 

ELEGIA MARINA

 

Pintaste una mañana de silencios,

la cambiaste por un quasar negro.

Tu pulso apagó el reloj a la una.

Sombrilla alada de moluscos vacíos.

Te llevaste mi piel del mediodía,

los zapatos de lejanos caminos.

Lloró el cántico sauzal del viento y

como él, se desdobló en el tiempo,.

en el desdoble del agua.

Tu polvo era mi polvo que vertía

tus cenizas de gris en mi mañana.

Una gaviota sermoneó en el viento,

del polvo al agua,

del agua a los tiempos.

saber que tu cuerpo

es un témpano insoluble

y sin espacio, donde gélidas dagas lo sostienen.

.Besaste a la parca y era martes,

me asesinaste al alba;

pero ya no te espero.

 

 

 

DESANDANDO CAMINOS

 

 

Algún día sereno, te encontraré de nuevo,

en esa cadenciosa sonrisa de las aguas;

desandaré el camino para tenerte vivo,

tu contendrás paisajes, caracolas ,fraguas.

 

Con esa somnolencia de los pasados tiempos,

aquél donde corría la risa en esperanzas;

donde la piel brillaba al paso de las horas,

como brilla en la costa la arena de la playa.

 

Ordenaremos juntos las palabras perdidas,

juntaremos retazos de límpidos momentos.

Yo te diré de cosas que acaso has olvidado,

tu me hablarás entonces, de viejos pensamientos.

 

Caminaremos luego por el sendero amado,

el sendero pionero de canciones y trinos.

Tu me tendrás las manos con el amor de siempre;

y mi cuerpo y tu cuerpo…volverán a ser nido.

 

 

 

 

ANTOJOS

 

Una sombra lejana

        una sombra espiral

                  un canto de ciclones

                              sobre la luz difusa

                                        con sus bucles de polvo

                                                  en una mutilada calle.

 

Un pan que se desmembra

                sobre dormida boca

                       y una garganta cautiva

                                     deja ver sus dientes

                                             rejas sinuosas de deseos.

 

 

Bailan sus caderas de niebla

       el osado viento morado

              y en el seno de la noche

                   cuatro hojas de trébol

                        se abrazan al vidrio

                               de mi alcoba azul.

 

 

 

 

VEN  AMOR

 

Ven amor, entra, abrázame y quédate hasta el alba,

que la luna se encele de tanto amor sentido.

Esperemos la fuga de las estrella juntos

que la aurora detone sobre nuestros oídos.

 

Caminemos silentes por nuestras agonías,

desenfrenemos juntos la eterna caravana.

Que el canto de la noche nos raye en lo sublime,

que reconozca el alba perdida su batalla.

 

Caminemos la tarde por auroras distantes,

que me llegue el murmullo de tus palabras suaves;

empimenta mi sangre como todas las horas,

con cada remembranza, que el corazón estalle.

 

 

Ven amor, abrázame, sigamos el camino

que nos marcan distantes las piedras del destino.

Atributos de vida lejana o generosa,

senderos con espinas o senderos de rosas.

 

Caminemos silente por nuestras agonías,

desenfrenemos juntos la eterna caravana.

Que el canto de los grillos nos raye en lo sublime;

que reconozca el alba perdida su batalla.

 

 

 

 

ANHELOS LEJANOS

 

 

 

Yo, tan seria, a veces,

busco en la fuente

¡tan alejada!

El dulce alivio de tu mirada,

esa mirada que sabe a peces,

esa mirada que me provoca,

que sube gustos hacia mi boca,

que sabe a luces de amaneceres

y desde lo hondo

frutas me evoca.

Sueños pasados

que no he vivido,

tejidas manos como los nidos,

revoloteando como gaviotas,

buscando ansiosas amaneceres.

Y soy entonces como esos seres,

que todo anhelan….

Y nada tienen.

 

 

 

ELIPSES

 

¡Ay! La sangre que me corre

y que se agota en las venas,

y que aprieta mi garganta,

y que sacude mis penas.

 

¡Ay! La sangre que murmura,

las campanas que me suenan,

la que sacude los cienos

de mis noches duerme-vela.

 

¡Ay! Esa sangre sin luces

esa sangre sin estrellas,

esa sangre con crepúsculos

y con auroras querellas.

Caminando los senderos

sin faroles ni sorpresas.

Como río al que sacuden

elipses de luna llena.

 

 

 

ROMANCE OXIDADO

 

Varado en la playa

así te has quedado,

un muerto despojo

del mar ignorado.

 

Surcaste los mares.

Bebiste los vientos.

Hoy sólo persisten

óxidos momentos

 

Eres rompeolas

de este mar bravío

que gasta tu casco

dándote más frío.

 

Varado, volcado

sobre tu osamenta.

Tu llanto apagado

sobre las tormentas

 

Persisten los vientos

sobre tus despojos

Ya no tienes reino

tampoco tu arrojo

 

Te cubre la arena.

Te mata el hastío.

Sólo las gaviotas

sobre tu desvío

 

Varado en la playa

así te has quedado

un muerto despojo

del mar ignorado.

 

 

 

 

EVOCACION

 

 

¿Quién despertará las ansias

de mi quebrada vagancia,

y me encenderá los fuegos

apagando las nostalgias?

 

¿Quién le pondrá enaguas risas

a mi boca atormentada,

y me llamará querida

viciando mi triste calma?

 

Y se agraviará en mi sangre

con dagas como martirio,

y desandará mi fuente

desordenando mis lirios?

 

¿Quién esconderá en mi almohada

sus murmurios de esperanza,

y acariciará mi boca

con su boca atormentada?

 

Encendiendo los fogones

rescoldos de pìel y nácar,

aprobándose en mis carnes

y sellando mi garganta?

 

¿Quién resumirá en mi sangre

su sangre de luna blanca,

para rodar su destino

en mi calesa morada?

 

Para ver junto a mi fuego

otra piel abochornada.

De ¡tanto querer la noche!

De ¡tanto apurar el alba!

 

 

 

 

AZULES

 

Camino por tu calle desolada,

me encuentro con tus ojos , sin quererlo,

te miro y al mirarte yo comprendo;

me amalgamas amor, con la mirada.

 

Enciendes los faroles de mi risa,

cascabeles  le sacas a mi calma.

Y es un revolotear de mariposas

que  me sugieren cosas sin hablarlas.

 

Desolada camino por tu calle

arrancándole  pétalos al alma,

Me quiere o no me quiere, me pregunto.

Y me dice una voz ese es tu karma.

 

Te miro y al mirarte yo comprendo;

Me  amalgamas amor con la mirada.

 

 

 

MI RISA

 

 

Mi risa es una obrera recorriendo senderos,

galopando en los truenos de azules ansiedades.

Mi risa es la cautiva que valora los tiempos,

buscando con los ojos escarbar soledades.

 

Es la presencia viva de un ave presentida

y se expande en el aire, busca envolver el todo.

Estalla con sus gritos de celeste porfía,

como si un torbellino envolviera mi entorno.

 

Ella cumple mi sueño, me dona su bonanza,

me acompaña y conmueve mi cuerpo de temblores.

Pone humedades tibias en mis verdeados ojos

y me sitia el momento subliminal de amores.

 

Mi risa me acompaña como ladera amada,

me sube desde el alma; me estalla en los cristales.

Me conmueve en el gesto de compartir mis días

Como dulces jilgueros detrás de ventanales.

 

 

 

 

TE QUIERO

 

 

Te quiero, porque habitas la mansión de mis sueños,

Porque   transitas cosas, como estrellas y cielo;

te quiero, porque tienes en las manos palomas,

porque llevas marismas, adosadas al cuerpo.

 

Te quiero, porque al tiempo que caminé en tus brazos;

Aprendí de  liturgia, encendiste faroles,.

al alma de mis ojos donaste tu sonrisa,

crecí  cual mariposa absorbiendo tu polen.

 

Te quiero, tu llenaste mi sangre de luceros,

cristales de ternura en claros candeleros.

Tu sombra se me evade del cóncavo reflejo;

como se va el otoño, al llegar el invierno.

 

Caricias me entregabas, en murmullos nocturnos,

que recorrían venas como ríos de lava.

En fin….solo deseaba decirte que te quiero;

aunque se que me lees; como lees  tu alma.

 

 

 

 

LA HOGUERA APAGADA

 

 

Se apagó la hoguera

y tu piel se adormeció en la siembra.

Una barcarola de tristeza,

como a un vikingo te llevó a la era.

Un clavo frío atravesó los huesos

de tu especie, pimienta apagada.

El color se derramó como un vino,

sobre el lívido mantel de tu cara.

Ahora eres tu propia barcarola

tu proa hacia siderales sueños,

yaciendo en la inmensidad del agua,

solo, contigo y yo sin tiempo.

 

 

 

PRESENCIA

 

 

Presiento por las noches tu presencia

tus ojos desafiantes en mi alcoba,

quemándome cual brasas, como un fuego,

convirtiendo mis luces en auroras.

 

Formando pentagramas de recuerdos,

donde pongo la música del alma.

Presintiendo que cruzas mis espacios,

siempre sobrevolando, sin palabras.

 

Cual paloma del alma que transitas,

cual paloma del alma que me donas,

que me elevas al mágico momento,

como el ronco temblor de una aureola.

 

Presiento por las noches tu presencia,

tus ojos desafiantes en mi alcoba,

quemándome cual brasas, como un fuego;

convirtiendo mis luces en auroras.

 

 

 

 

FATIGAS DE JUANA INÉS

 

En ausencias de espejos primaveras

la cerrada mansión de los sentidos.

Vibra en mi cuerpo todo lo pasado,

vibra en mi cuerpo todo lo vivido.

 

No me cansa la mano ni la boca,

no me cansa el pañuelo de las nubes,

el ronquido gemir de las tormentas

sobre el paisaje tenue de las cumbres.

 

Cánsame el loco plátano del alba,

la luna fisgoneando soledades.

Cánsame las mañanas sin esperas,

sobre mi vientre virgen de cristales.

 

No me cansa la lluvia ni el rocío,

ni me cansa este limbo de mis brazo

en la ausencia tenaz  y conmovida.

Me cansa el cielo blanco de retazos.

 

 

 

SI PREGUNTAN POR MI

 

Si preguntan por mí, diles que existo,

que soy de un tiempo de rutas arcanas;

que de adjetivos sueños soy la dueña,

de manantiales, sílabas y mantras.

 

Si preguntan por mí, diles que vengo,

de una tierra marina y de sus redes.

Que yo también en búsqueda de auroras,

ando por este mundo con mis peces.

 

Que habito sales, tormentas dispersas,

que en noches de corales con su arena,

discurro el devenir de soledades

en abrazo silente con la espera.

 

Si preguntan por mí

tal vez te calles.

 

 

 

ESTA MUJER

 

 

Converso por las noches con la mujer que llevo,

que grabado su nombre tiene como perezas.

De tardes de metales con risas y puñales

de esqueletos de lunas, escamas y cortezas.

 

¿En que planeta lento tendrá su geometría?

¿Dónde viste su carne de exasperada espera?

¿Dónde cesa y se agota su mirada cautiva?

Cuidando con esmero su rescoldo de arena.

 

Yo le hago las preguntas y ella me las contesta;

de su sed de recuerdos que bajan a su mesa.

de sus ascuas que arden y de pronto la espantan

como espanta en la noche la temida tormenta.

 

Me cuenta de sus luchas ,de su antigua inocencia,

me dice de sus noches de sueños y sorpresas.

Me dice que en canciones que le llegan de lejos,

le vienen remembranzas de aquellos dulces tiempos.

 

Converso por las noches con la mujer que llevo;

De esqueletos de lunas, escamas y cortezas

 

 

 

PERSIANAS

 

Moriré  con ese nombre apretado en mi boca,

con los dientes sumisos sobre la verde alfombra.

Mordiendo en el silencio como angustiada alondra;

moriré como mueren los días y las horas.

 

Moriré en una tarde de llovizna y verano,

como una mariposa revoloteando el aire.

Con el canto lejano de un obrero en andamio,

con los brazos  vagando, en un deseo distante.

 

Será la tarde tibia, como beso cercano,

con el perfume agreste de arcanas primaveras.

Sobre la húmeda brisa como aleteando nubes;

despidiendo mis pasos olor a madreselvas.

 

Moriré entre la calma de deberes cumplidos,

haber plantado un árbol, de haber tenido hijos.

Haber puesto en las hojas palabras que he sentido,

de haber  amado el agua…de saberme de río.

 

 

 

UN  MARINO

 

 

Por la arena de la playa

viene silbando un marino;

pecho de pieles salinas,

boca de madera y vino.

 

Por el cobre de su especie,

van desplegando banderas,

que van durmiendo en el viento

el murmullo de las telas.

 

Colores de cien países

sobre la borda se quiebran.

que cien fueron los lugares

que fue quebrando en su estela.

 

¿Dónde te llevó la barca?

Tu barca de duermevela

Hay una cruz en el cielo

que te guía y te atormenta.

 

Por el oro de la playa,

viene silbando un marino.

Pecho de pieles salinas.

Boca de madera y vino.

 

Todos los derechos reservado- Prohibida la reproducción total o parcial de los poemas que aparecen en esta página

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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