Te he visto caminar hacia mí. Nunca creí que algún día llegaría este momento. Después de verte perdí el aliento, y me encuentro desesperado porque toda inspiración me ha abandonado; no puedo sino contemplar tu belleza, ya ni siquiera puedo abrir los labios para cantar tus perfecciones. No puedo pintarte, porque mis pobres manos no pueden retratar tu imagen, ya no puedo seguir así; he sido arrojado al abandono, a la soledad por saberme lejos de ti. Ignoro si algún día volveré a verte, porque ahora eres un sueño inalcanzable. No deseo otra cosa sino poder admirarte, tenerte frente a mí, y poder callar simplemente para absorber tu hermosura. No podría tocarte, sería insultar tu esplendor (sin embargo no niego que me intriga tu toque, la suavidad perlada de tus mejillas y la tersura de tus ojos).