Separación de Panamá de Colombia

El 3 de noviembre de 1903 tuvo lugar la proclamación de la independencia en la ciudad de Panamá, decisión que halló inmediatamente respaldo en el resto del país y los panameños de consumo declararon este territorio como un Estado independiente y soberano con el nombre de la República de Panamá.

La redacción del documento histórico ( Acta de Independencia del Istmo ), que contiene esta proclamación fue enconmendada en la mañana del histórico día 3, por el propio jefe de la revolución, Don José Agustín Arango, a un eminente jurista panameño de figuración destacada en la vida política del país, el Dr. Carlos Antonio Mendoza, prominente figura del Partido Liberal istmeño.

La Fundación de la República

Los panameños celebramos hoy, 3 de noviembre, la fundación de la República cuando nos separamos de Colombia en 1903. Nuestra unión a este país fue voluntaria, puesto que Panamá declaró su verdadera independencia el 28 de noviembre 1821, cuando se liberó de España.

Alrededor de nuestra separación se han manifestado diversas opiniones, pero lo importante es que nació una nueva República, hoy consolidada ante el concierto de las naciones del orden.

En aquella época, Panamá había sido condenada al aislamiento por el gobierno colombiano, el que no sólo la había abandonado en el desarrollo económico y espiritual, sino que la había convertido en un escenario de guerra y conflicto que terminó por hastiar al pueblo panameño.

Entonces, de aquel desastre gubernamental impuesto por Colombia surgió la semilla revolucionaria de un movimiento que materializó el Dr. Manuel Amador Guerrero, ilustre patriota que luego se convirtió en el primer presidente de los istmeños.

El movimiento separatista contó con el apoyo de Estados Unidos y la decisión de los panameños de separarse culminó con la derrota de los militares colombianos que fueron reducidos a prisión cuando el “Batallón Tiradores” arribó a las costas colonenses.

La falta de malicia de los generales Juan Tovar y Ramón Amaya, que comandaban el mencionado batallón de 500 plazas al mando del coronel Eliseo Torres, precipitó el acontecimiento patriótico, ya que para entonces el movimiento había conseguido el apoyo incondicional del general Esteban Huertas —militar de larga residencia en el Istmo y casado con panameña— quien fue determinante para la independencia.

Huertas comandaba el “Batallón Colombia”, un cuerpo militar aguerrido y selecto, con un historial glorioso en los campos de batalla. El general Huertas había sido herido en la memorable toma de Tumaco y desde entonces su figura representa al militar justo que se puso por encima de los partidismos y de la continuación de esa eterna guerra fraticida que siempre ha consumido a Colombia...