Site hosted by Angelfire.com: Build your free website today!

¿CÓMO PERTENECER AL REINO DE DIOS?

(Mateo 19:13-15; Hechos 8:26-39)

Muchas veces se oye hablar del reino de Dios, de la soberanía de Dios, que ese reino ya está entre nosotros, porque así lo anunció Jesús, el Hijo de Dios. Pero, la pregunta para muchos es: ¿Cómo pertenecer al reino de Dios? Esta es una pregunta que muchas veces pasa desapercibida. Algunos creen que ya pertenecen al reino de Dios con solo creer en el intelecto que Él existe, o hacer alguna buena obra. Otros niegan su existencia y piensan que no hay problema si no se pertenece a dicho reino. Al respecto ignoramos lo que las Escrituras mencionan cómo se pertenece al reino de Dios.

Veamos sólo dos textos bíblicos para explicar la pertenencia al reino de Dios. Primer lugar, hay un pasaje en que Jesús se encuentra con sus discípulos en la región de Judea y llega un momento en que unas madres llevan a sus niños a Jesús para que ponga sus manos sobre ellos para ser bendecidos y orase por ellos. Un incidente con sus discípulos va a dar lugar para que Jesús haga una afirmación sobre la pertenencia al reino de Dios. Resulta que los discípulos, personas adultas, no ven con buen agrado que niños molesten a Jesús en su tarea de la enseñanza. Desde ya los niños son marginados, ignorados y no tienen importancia entre esa sociedad adulta, ahora se quiere hacer notoria esta situación. Sin embargo, Jesús a partir de este hecho, va enseñar dos cosas: una es, que los niños deben tener libertad para acceder a las cosas de Dios; la otra: de ellos ya es el reino de Dios, por lo tanto ya pertenecen a él. La inocencia de los niños y la fe sus padres los hacen parte de ese reino celestial. Esto nos recuerda que en el Antiguo testamento, los niños eran incorporados al pueblo de Dios por la fe de sus padres y como señal era circuncisión (Génesis 17). Luego eran enseñados en las cosas de Dios para que a una edad adolescente declarara por sí mismo su fe en Dios y desde ese momento era parte plenamente del pueblo de Dios. La otra es, el encuentro del funcionario etíope con Felipe en el camino de Jerusalén a Gaza. No vamos a detenernos en toda la historia. Solo veremos el momento cuando Felipe le da a conocer las buenas nuevas de Jesús a este funcionario. Ante eso, este varón pregunta si podría ser bautizado. Esto implica que el funcionario escuchó acerca de la salvación de Jesús, lo aceptó y fue bautizado. Desde ese momento pasó a ser parte del reino de Dios. ¡Ese es el camino! ¡No hay otro!   

Estos dos hechos nos dan a conocer que hay dos maneras de ser parte del reino de Dios, una es siendo niño y la otra por la fe en Jesucristo. De ahí que la iglesia debe tener en cuenta estas dos realidades de pertenencia al reino de Dios. Por eso, al igual que en el Antiguo Testamento los niños son recibidos en la iglesia y en  el reino de Dios por la fe de sus padres, y como señal visible es el bautizo, señal de pertenencia. La responsabilidad de los padres, padrinos y de la iglesia es la enseñanza de las cosas de fe para que en una edad mayor puedan ellos confirmar su fe en Jesucristo por sí mismos. En cuanto a los adultos, la iglesia evangeliza, es decir, da a conocer la buenas nuevas de Jesucristo, para salvación de sus vidas, procurando que lleguen a arrepentirse de sus pecados, acepten a Jesucristo como su Señor y Salvador y decidan ser bautizados. Hecho esto, pasan de inmediato a ser parte de la iglesia y del reino de Dios. Esta es la tarea perenne de la iglesia.

Mucha gente desconoce este proceso, roguemos al Señor para que nos siga acompañando en la tarea evangelizadora, y muchos más puedan integrarse al reino de Dios. Amén.

Rev. Lic. Jorge Bravo C.

 

       


Copyright © 2016 Rev. Lic. Jorge Bravo-Caballero. Todos los derechos reservados.