Durante 3 siglos el abuso del dominio español se hizo sentir en toda la América, durante los cuales el exterminio de los incas fue casi posible, la humillación de su raza, la esclavitud y la muerte estaba presente cada día.

Surgieron entonces hombres que lucharon por la libertad y la justicia. El más importante sin duda fue José Gabriel Condorcanqui, desendiente directo del Inca Tupac Amaru I, quien tomó para sí dicho título en nombre de sus hermanos de sangre que habían sido relegados a la servidumbre y miseria. El abuso español era tal en toda la América que la revolución de Tupac Amaru II (1780) fue conocida en todos sus rincones. Inmediatamente nuevas sublevaciones se manifestaron en Argentina, Chile, Colombia y Panamá. Nativos y criollos que buscando su libertad dieron su vida en aras de mejores días para sus hijos. Tupac Amaru levantó a millares de lugareños en todos los Andes del sur y aunque mal armados enfrentó con decisión a las tropas realistas a quienes doblegó en batallas como la de Sangarará. Por desgracia, la traición fue contra algo que no pudo luchar y fue doblegado para luego sufrir el martirio del descuartizamiento, la batalla se había perdido, pero no la esperanza de libertad que desde entonces latió en cada corazón latinoamericano. Muchos de ellos lucharon entonces por lograr la libertad y surgieron nuevos abanderados muchos años después. Por citar mencionaremos al notable peruano jesuita Juan Pablo Viscardo y Guzmán quien desde su deportación en Europa envió la llamada "Carta a los españoles americanos", verdadero llamado de libertad a los hijos de estas tierras instándolos a luchar por la justicia de su causa. Notables fueron los numerosos intentos por lograr la libertad del yugo español, es así que hombres notables como Mateo Pumacahua, Pallardel, Mariano Melgar, entre otros dieron sus vidas al tratar de levantar al pueblo que poco pudo hacer debido al poderio español, pues para ese entonces, era justamente el Perú el Virreynato español más poderoso de toda América.

Pero mucho tuvo que ver también los movimientos españoles por liberarse del reino francés que había invadido España y deportado a sus reyes. Se cuenta que los españoles formaron una junta de gobierno ante la ausencia de su rey, para conspirar contra el napoleón invasor. También en América se formaron numerosas juntas de gobierno en cada virreynato, fue así que se levantaron movimientos en Colombia, Argentina, Chile, el Alto Perú (hoy Bolivia), y en Perú. Las rebeliones tuvieron éxito en todas las ciudades de América, excepto Perú que tenía en el Virrey Abascal y al más poderoso de los ejercitos realistas. Fue así que las tropas españolas enviadas desde Lima hicieron sucumbir a todas las rebeliones y logró "pacificar" por un tiempo a toda la región que seguía bajo el dominio ibérico.

Sucesos importantes como la independencia de las colonias británicas de en norteamérica y la Revolución Francesa, tuvieron gran repercusión en toda América y reforzó los sueños de libertad que cada vez los nacientes latinoamericanos veían más cercanos. Inglaterra que ya entonces se perfilaba como la mayor potencia europea, a fin de debilitar aun más a su rival España, brindó apoyo a las colonias españolas, y el poderío español se debilitó tanto que el Perú se convirtió en su último bastión en América (1810). Aun así todo el poderío era muy grande y estaba concentrado en esta región y por eso fracasaron todos los intentos de sublevación que intentaron muchos mártires.

Con el poderió debilitado en las otras regiones de sudamérica, los levantamientos en Argentina y Colombia tuvieron éxito memorable, pues gracias a ellos los ejércitos se fortalecieron y dieron duras batallas contra los realistas teniendo rotundo éxito. Por el Norte avanzaba Bolívar y su poderosas huestes y por el Sur, San Martín que también pudo doblegar los gobiernos ibéricos, libertar Argentina y Chile y avanzar sobre el último refugio de los españoles, el Perú.

Duras batallas se dieron desde el norte y desde el sur. A estos hombres tan famosos se unieron otros como Sucre, La Mar y otros. EL Poderoso ejército patriota estaba conformado por soldados de todas partes del continente, desde panameños hasta argentinos.

España ya en decadencia en Europa, no recibiría refuerzos y los todopoderosos estaban condenados a sucumbir en manos de sus hasta entonces forzados súbditos.

El primero en llegar a Lima fue San Martín, que desembarco en Paracas (Ica), donde organizó su ejército y avanzar hacia Lima. Los peruanos estaban listos haciendo su parte y solo esperando el gran asalto a la capital.

De acuerdo a lo acordado el ataque a la capital fue todo un éxito, las huestes realistas escaparon a los Andes y el último virrey se refugió en el fuerte llamado Real Felipe, donde tuvo que abdicar el poder a la nueva república.

Se proclamó inmediatamente la Independencia del Perú (28 de julio de 1821) y aunque las numerosas tropas aun dispersas dominaban algunos territorios de los Andes, el grito de Independencia no pudo ser callado jamás.

Pese a la proclama, aun se tuvo que enfrentar a la amenaza de los ejércitos realistas provenientes del interior del País quien se habían reorganizado y pretendían retomar el poder. Se convirtieron en una constante amenaza durante 3 años. Es así que el nuevo gobierno formó ejércitos mejor armados y preparados para enfrentarlos y darles la estocada final.