El despertar de una comunidad que exige respuestas inmediatas

Agosto 2003 pasó a la historia como el mes donde volvió a despertar la comunidad. Esta vez para exigir una necesidad básica para la tranquilidad del vecindario, como lo es: la seguridad.
Tras el homicidio del comerciante Edwin Wong el 2 de agosto, una considerable cantidad de residentes decidieron realizar una marcha pacífica, el día 14, desde el CC1 hasta la subestación policial.
Al sonar de pailas y portando carteles que decían “queremos respuestas, Brisas del Golf (con una foto del comerciante Wong),(foto 1) San Antonio presente, todos unidos; Queremos más seguridad, más policías; Buen vecino ¡unámonos!; pedimos vigilancia permanente!; Monticello presente exigiendo seguridad, queremos justicia para Edwin; exigimos seguridad para nuestros hogares, Lomas del Golf dice: ¡basta ya al crimen!, todos unidos. Otro los carteles decía Colinas del Golf dice: ¡alto a la delincuencia! y “la mejor protección es ser un buen vecino”: ¡unámonos!.
Mientras se aguardaba el inicio de la marcha, los manifestantes se apostaron a un costado de la vía principal para invitar a los residentes que llegaban a las 7 de la noche, para que se regresaran y se unieran.
El día anterior, que también será recordado por el temblor que se dio en la madrugada, se verificó un despliegue policial, el cual tuvo entre sus propósitos recordar a los padres de familia la hora en que los menores de edad deben estar en sus residencias. A algunas casas se entregaron volantes con medidas de prevención. Otras unidades rodantes recorrieron la vía principal. El presidente de ABRIGO, Italo Castillo aseguró que se dio una congregación de policías en el centro comercial Galerías, y que contó con la presencia de la comisionada Linda Moreira, jefa de la zona de policía de San Miguelito.
Este mismo día al menos dos adolescentes, que por lo general se encuentran en el mencionado centro, fueron conducidos, por separado, a la subestación de policía. Uno de los agentes de turno destacó que uno de ellos estaba en esas condiciones por “un caso muy delicado”. A los días, éste fue liberado.
En torno a la marcha de residentes, que no fue convocada por algún grupo en específico, y que dio trazas de buena organización, se acompañó de personas portando velas encendidas (foto 2), mientras que los autos que conducían al lado hacían sonar sus bocinas en señal de apoyo.
Al llegar a la subestación de policía, punto culminante de la marcha, a eso de las 7:58 PM, se verificó un minuto de silencio por el alma de Edwin Wong, definitivamente la razón de ser de todo el movimiento.
Mientras los manifestantes repetían arengas de protesta y exigencias, entre ellas “seguridad...permanente”, otros firmaban una carta dirigida al director de la PN, Carlos Barés con una serie de sugerencias para rehabilitar la seguridad, no solo a nivel local, sino de toda el área, ya que en efecto, en el acto estuvieron presentes moradores de otras comunidades.
La viuda de Edwin Wong, quien cerró el minisuper durante la marcha y que encabezó la misma, entregó al mayor Samuels (foto 3), la misiva. Este respondió: “Estamos trabajando para encontrar a los responsables del crimen”.