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Parte IX: Crucero

Capítulo 45 - Pinos, Dolor y Recuerdos

No me acuerdo de haber saltado de mi Valkyrie arruinado. Hubo un relámpago brillante cuando los misiles me dieron, seguida de una horrible sensación de ardor -y repentinamente, ahí estaba, girando salvajemente en el aire, mi piel ardiendo de dolor mientras trataba de darme cuenta de que había pasado. El paracaídas se abrió con un jalón duro antes de que me aplastaran sobre las copas de los pinos. Rebote y resbale a lo largo de las ramas y hojas de pino extrayendo un terrible desgaste de mi cuerpo adolorido. Después de que pasaron lo que fueron quince minutos, finalmente me detuve, mi paracaídas se había enredado en lo alto de una de las coníferas gigantes.

Podía escuchar el rugido de los cazas, tanto amigos como enemigos, peleando en los cielos que me rodeaban mientras amortiguadas explosiones tronaban en la distancia. No podía ver nada, pero sabia que estaba cerca del suelo. Con las dos manos jale el seguro de emergencia del arnés de mi paracaídas y me protegí contra el impacto que sufrirían mis pies. En vez de eso, caí directo de cabeza y casi me rompía el cuello.

El tiempo pareció detenerse mientras me paraba en piernas tambaleantes y logre abrirme camino hasta el árbol más cercano -el sonido de las explosiones, turbinas de jet, estaban extrañamente calladas. Recargándome contra el duro tronco, me quite el casco y lo vi con ojos que se rehusaban a enfocar. Estaba achicharrado y tenia una rajada que corría hasta la mita de la parte de atrás. Ahora solo servia para detener puertas, lo arroje a mi izquierda, donde descansaría pacíficamente en las raíces de pinos hasta que fuera descubierto por un paseante. Me preguntaba que pensarían de él cuando lo encontraran mientras sacaba mi radio de emergencia y lo encendía.

El radio volvió a la vida en mi mano, mirándome. "Sand Pebble Uno, San Pebble Uno, aquí Husky Uno. ¿Me escuchas? Cambio." Era Josh, su voz hueca y baja, sonaba como si estuviera en un túnel y parecía increíblemente divertida.

Presione el micrófono y empece a hablar, pero no salió ningún sonido.

"Sand Pebble Uno, Sand Pebble Uno, este es Husky Uno. ¿Me escuchas, cambio?" llamó otra vez.

Una vez mas intente responder, pero nada salió de mi boca.

"Líder, no creo que lo haya logrado," escuche la voz de otro piloto.

"Él esta vivo. Sé que esta vivo," dijo Josh con convicción. "Sand Pebble Uno, Sand Pebble Uno, este es Husky Uno. Si puedes escucharme, cliquea tu radio tres veces, cambio."

Cliquee tres veces el radio.

"Sand Pebble Uno, Husky Uno. Rayos. Lo hiciste. Lo sabia. No estamos recibiendo tu biper. Una fuerza de rescate esta en camino, pero necesitamos que nos guíes. Cliquea dos veces tu radio si nos entiendes."

Mi transmisor localizador de emergencia personal (ELT), comúnmente conocido como biper, no estaba trabajando. Aunque los Valkyries habían localizado el accidente, ellos no tenían manera de saber donde estaba y yo no podía decirles. Cliquee el radio dos veces.

"Muy bien. Espéranos, Sand Pebble Uno. Nosotros te sacaremos de ahí, no te apures."

Recordé palabras similares, pronunciadas por mi no hace mucho tiempo y como quedaron incumplidas. Estaba en una mala posición -a una distancia muy corta, prácticamente, de esa nave alienígena- y estaba en malas condiciones. Podía sentir el calor abrasador en mi piel que había recibido por las quemaduras de la explosión, mi cabeza latía de dolor y mi visión estaba borrosa. Tenia una cortada grande en mi pierna derecha y otra en mi frente, lo que explicaba grandemente mi sensación de vértigo. Peor aun, no podía hablar, o que significaba que la fuerza de rescate no podría confirmar que realmente era yo quien estaba cliqueando mi radio. Sin confirmación -la cual se establecía haciendo preguntas en las cuales solamente yo sabia respuestas- la fuerza de rescate se podría rehusar a intentar un rescate, y podría estar atrapado en esta montaña olvidada de dios hasta que me desangrara.

Josh debió haber leído mi mente en ese momento. "Sand Pebble Uno, Husky Uno. ¿Cuantos niños tienes? Cliquea tu micrófono con la respuesta."

Clique el radio dos veces.

"Muy bien Sand Pebble Uno. ¿Cuantas veces has estado casado?

Cliquee el radio una vez.

"Muy bien Sand Pebble Uno. Cambio."

Todavía estaba oscuro, pero sabia que tenia que ir a un lugar mas alto si queria tener la posibilidad de ver o escuchar algo dirigido hacia a mí -amigable o no. Mis primeros intentos de levantarme fueron irrisorios, y tenia que agarrarme al árbol para mantener mi balance una vez que logre ponerme de pie. Después de recargarme contra la dura corteza del pino -la cual olía extrañamente a vainilla- empece a tambalear en la dirección que sentía que iba colina arriba. No llegue muy lejos antes de sucumbir a una horrible sensación de nausea. Me recargué contra otro árbol, el sonido rugiente de los Valkyries que orbitaban cerca de mí, hacían eco en las colinas y montañas que me rodeaban.

Alcance y desabroche un pequeño compartimento de mi arnés que contenía el ELT. Después de sacarlo, lo observe, era de color naranja, no más grande que el tamaño promedio de un reloj de pulso. Como no funcionaba y no tenía ninguna herramienta, el anticuado "Método Texano" de reparación me pareció tan bueno como cualquier otro. Lo golpee duro contra el árbol una docena de veces.

"Sand Pebble Uno, Sand Pebble Uno. Aquí Husky Uno. Recibimos tu biper. Recibimos tu biper. Mantén tu posición, vamos en camino," llamo Josh excitadamente.

Sonreí, no creyendo lo que había hecho, tome asiento junto al pino y rápidamente me desvanecí. Había sido un largo día.


Desperté bajo la mirada de un gran casco gris del PJ, mirándome fijamente. Al principio pense que era un bicho gigante de alguna pelicula de horror alienígena y me levante inmediatamente, alcanzando mi pistola. Afortunadamente, el PJ había tomado la prevención de sacarla de mi funda y asegurarla antes de despertarme. Podía escuchar el fuerte rugido mientras las aspas de los rotores del SH-85 batían las copas de los arboles frenéticamente. Con la ayuda del PJ, trepe torpemente hasta el asiento del penetrador y espere mientras me ajustaba los arneses de seguridad. Después trepo abordo y señalo al operador del cabrestante.

El suelo sembrado de pinos se encogió y giro debajo de nosotros a una velocidad vertiginosa, mientras cerraba mis ojos fuertemente. Rozamos sobre las copas de los arboles mientras los primeros rayos de luz perforaban el alba de la mañana. El helicóptero empezó a moverse antes de que estuviera seguro adentro. Con precisión practicada, cuatro manos me jalaron dentro de la cabina, ofreciéndome un casco para abatir el ruido, un cobertor para combatir el frío y una taza de café para animarme. Yo no tomo café, pero amablemente lo acepte, tomándolo en menos tiempo del que me toma pensarlo.

"¿Tte. Framton? El Tte. Kaufman penso que usted seria feliz de saber que la fuerza de ataque lo logro y derribo esa nave sin ninguna baja, gracias a usted," el artillero de la puerta me dijo, una vez que estaba conectado al sistema de comunicaciones. "Les cayeron de sorpresa a los chicos malos -esos bastardos alienígenas no tuvieron oportunidad." Me palmeo la espalda.

Yo sonreí. El helicóptero me levanto de la cima de la montaña y pense en mi avión, destrozado en incontable numero de piezas contra las piedras. El artillero me señalo un punto de tierra y arboles calcinados y asentí sobriamente. Ese fue un maravilloso avión y nunca me había fallado cuando la llevaba al limite. Ahora se había ido. Me hizo doler el estómago. Hubiera preferido que alguien mas la hubiera enterrado en el suelo, así no hubiera tenido que vivir con la culpa que su perdida me ocasionaba.


Pase las siguientes dos semanas recuperándome de mis quemaduras de segundo y tercer grado. Veintisiete puntadas me dieron en mi pierna derecha también, y me encontraba preguntándome si no era prudente buscar otra línea de trabajo. Casey tenia 4 meses solamente y Lisa era una niña de tres años, curiosa y en desarrollo. Las exigencias de la vida militar no me permitían darles la atención que un padre debería, era mi responsabilidad cuidarlas -colgar mi trasero en la línea, todos los días no era responsable. ¿O sí? Ser responsable tambien implica protegerlas y que manera mejor de hacerlo que lo que estoy haciendo ahora.

Mientras evaluaba este pensamiento, escuche a Casi soltar un grito salvaje. A las dos de la mañana esto usualmente indicaba que tenia hambre. Deambule hacia el refrigerador y saque una botella, después recorrí el camino hacia el cuarto de Casey. Ella ya no estaba llorando. Abrí la puerta lentamente y vi a Rebeca reclinándose sobre la cuna, mirando a Casey mientras ella dormía. Ella volteo a verme, me lanzó un beso y desapareció. Me quede parado con los ojos abiertos, una parte de mi atónito por lo que había visto, la otra parte feliz de haber visto su cara una vez más. Feliz en la creencia de que mi Rebeca pudo visitar su hija, me regrese a la sala, cerrando la puerta silenciosamente detrás de mí, con una sonrisa de oreja a oreja en mi cara.

Al menos sabia por que Casey había dejado de llorar.


Regrese al estado de vuelo el 15 de Septiembre, e inmediatamente fui a trabajar en el Proyecto Comadreja Salvaje. Una medida sustituto para suprimir/destruir las defensas de radar del enemigo, el desarrollo Comadreja Salvaje se debía a un numero de factores, el más importante era el rango limitado de las plataformas distorsionadoras apropiadas en la atmósfera. El poder de los sistemas de radar Zentraedi necesitaban distoricionadores igualmente de potentes para contrarrestarlos. Cuando los sistemas distorcionadores del SDF-1 no podían ser empleados durante nuestras peleas en el espacio, Ojos de Gato y Valkyries podían llevar equipo distorcionador capaces de realizar el trabajo, ya que el tamaño, peso y aerodinámica de este equipo era de poca o ninguna consecuencia. En la atmósfera, sin embargo, donde la capacidad de carga para una aeronave es limitada -y llevar es todo-importante- demostró ser un problema.

El único aeroplano que podía llevar el equipo a donde fuera necesario - asumiendo que el avión pudiera ser modificado para utilizarlo y protegerlo de un ataque mientras esta en posición- era el transporte mamut VC-27 "Tunny" ("Super Atún") VTOL, y nosotros no teníamos uno disponible, en ningún lado. Esto nos dejaba con Ojos de Gato, Valkyries, Boeing VC-33 y EC-33. El EC-33 estaba dedicado a tareas de prevención y control aéreo y no podría sobrevivir en un ambiente de combate. El Ojo de Gato y el VC-33, con su pequeña capacidad, rápidamente será doblegado por el poder de la red de radar enemigo, haciéndolo inefectivo e improductivo para intentar con ellos.

Tunny VTOL

Lockheed VC-27 "Tunny" VTOL Transport

Los sistemas distorsionadores del SDF-1, con su tremendo rango en el espacio, estaban penosamente limitados al rango de "línea de vista" (p.ej. La curvatura y la topografía de la misma tierra, restringían el rango de los sistemas de la nave) en la atmósfera y por lo tanto no eran una opción. Un bombardeo desde la órbita usando las naves de la flota de Clase Imperial de Breetai -lo que daría un sistema distorcionador de radar, innecesario- tambien fue considerado, pero esas naves todavía se estaban haciendo cargo de los últimos sobrevivientes de la Armada de Dolza y no podían ser utilizado. Entonces nos dejaron con solamente una opción: un ataque directo, usando Valkyries fuertemente armados. Si queríamos enfrentarnos al gran numero de naves Zentraedi que habían sobrevivido la entrada a la atmósfera -y que no hubieran perdido todos los pilotos a bordo de la nave haciéndolo- nuestra única opción era la Comadreja Salvaje.

El método era simple: engaña a los chicos malos encendiendo sus sistemas de radar y mantenerlos encendidos hasta que pudiéramos matarlos. Esto sé hacia, primera, permaneciendo fuera del cono de guía de misiles en cuestión o dañando su radar de abordo, cualquiera de los dos obligaría a los Zentraedis a continuar rastreando por el blanco con su radar de control de disparos terrestre. Con ese enorme radar iluminando el cielo seria simple disparar un Shrike II y destruirlo. Otros sistemas de radar en el área, por temor a que ellos, tambien sean sujetos a un ataque, estarían apagados, dejando un limpio y bello camino para la fuerza de ataque. Por supuesto, nada es así de fácil, pero sabíamos que lo podíamos lograr.

Decidimos que a pesar de toda la automatización que el siglo 21 podía ofrecer, dos cabezas eran mejores que una. Colocamos el más poderoso Sistema de Combate Electrónico -junto con un Oficial de Combate Electrónico (EWO) para operarlo- en el asiento trasero de dos VF-1D modificados y llamamos a la variante la "Comadreja Salvaje". Intercambiamos tanque de masa reactiva por equipo, los cargamos lo mas que pudimos de sensores defensivos, discriminadores de radar, distorcionadores y sistemas de rastreo ofensivo/defensivo, hicimos lo requerido para permitir al EWO cambiar el blanco y curso del Shrike II "al vuelo" (p.ej. cuando el misil estaba en vuelo) e instalamos un juego completo de contramedidas defensivas. Con seis Shrike II mejorados (con un alcance 15% mas largo que los misiles que habíamos usado antes) -tres en cada ala- y una cabina distorcionadora en la quilla, donde el GU-11 habitualmente iba, el prototipo Comadreja Salvaje era un par dañino. De hecho, Gene I. Basel debió de haber tenido este avión en mente cuando acuño el término "Comadreja Salvaje."

Mom's Kitchen VTOL

Boeing VC-33 "Mom's Kitchen" VTOL Transport

Por cinco días volé uno de los prototipos junto con mi nuevo EWO, 1Tte. Frank "Zap" Baldwin, antiguamente era EWO de un Ojo de Gato. Alto, intelectual e intuitivo, Zap era, probablemente, el tipo más amable que jamas haya conocido y cuando era hora de dañar los sistemas de radar enemigos, lo hacia sin mirar atrás. Su habilidad para llevar los caprichos del armamento electrónico hasta los términos más simples, hizo muy rápido entender los sistemas en la Comadreja, además de que me demostró lo poco que realmente se sobre el armamento electrónico.

Nuestras salidas de prueba incluían mas evaluaciones de la precisión y rango del Shrike II, así como el análisis en la efectividad y facilidad de uso del equipo distorcionador insertado en el "D" modificado -conocido por nosotros como el "Smack" (un acrónimo torcido para "Sam Killer"). Jugamos con todo, hasta la interfaz entre el operador y el equipo hasta que conseguimos lo que queríamos. Aunque sabíamos que no podíamos dañar completamente el radar de guía de misiles alienígena, con el Shrike II teníamos la posibilidad de retirarlo, o cuando menos, de apagarlo. Le quitamos todas las arrugas, inventamos tácticas para hacer nuestra misión más segura y más efectiva, entrenamos tres pilotos y tres copilotos en la operación de la Comadreja, juntamos todo y decidimos que esto, de hecho, trabajaría como se anuncio.

Una prueba de combate era lo que se necesitaba para probar nuestra teoría y en la mañana del 25 de Septiembre obtuvimos la oportunidad. Vuelos de reconocimiento habían descubierto otra nave alienígena en la Cordillera Apalache. Los reportes de inteligencia indicaban que la nave, a pesar de estar incapacitada, estaba preparando algún tipo de acción ofensiva y una fuerza de ataque (dirigida por las dos Comadrejas Salvajes y dos "J’s", de un asiento, equipados con Shrike) fue reunida para destruirla. Estaba programado para volar como el líder de la Comadreja y tuve que salir de la cama mucho antes de que el sol apareciera. Mis niñas ya estaban seguras con Kristy Kaufman (uno podía saber siempre cuando tenia un vuelo de madrugada cuando llevaba a las niñas con ella o con mis padres la noche anterior), lo que hacia las cosas un poco más fáciles, aun si el breve pensamiento de que no las volvería a ver era suficiente para desear retirarme.

EC-33B Varuna AWACS

Boeing E-33B "Varuna" AWACS Aircraft

Conocí a mi hombre ala, 1Tte Charles "Puck" Turnar, en el Centro de Inteligencia, donde tomamos una actualización de ultimo minuto con lo que ayudo a pre-planear la misión. Un hombre corto, calvo, de cara redonda, de mas de treinta años, Puck Turnar había considerado abandonar una prometedora carrera de aerolíneas por la oportunidad de volar cazas para el RDF. Debido a su edad, Puck había sido rechazado tres veces distintas y había cedido todo, menos su sueño de volar aeronaves de combate de alto rendimiento. Cuando los Zentraedi atacaron Isla Macross en esa tarde nublada de verano del 2009, Puck estaba comenzando su descenso en MIA (Aeropuerto Internacional de Macross) en los controles de su ave Boeing 777-400. Eran los últimos quince minutos de un vuelo de once horas desde Denver y Turnar estaba, con todo su derecho, cansado.

Puck estaba alejado del caos que estaba rodeando la isla mientras descendía de 10,000 pies, pensando que las explosiones de las armas Zentraedi eran fuegos pirotécnicos del espectáculo aéreo. Una racha de fuego por un caza Raulon’ve hilvano docenas de agujeros en el gigantesco Boeing, matando a su copiloto y a otros veintidós. Mientras el caza daba la vuelta para soltar otra ráfaga, Puck giro la masiva nave hacia atrás y se clavo hacia el océano. El RV, con toda la intención de destruir el 777 mientras corría hacia isla justo apenas sobre las olas del océano, fallo al calcular apropiadamente su jalón y pego de lleno contra el mar. Su muerte registrada históricamente como la primera muerte ocasionada por una aeronave de transporte mayor -Turnar la llamo algo mas: Intervención Divina.

Con combustible fugándose de sus golpeados tanques, Puck golpeo la pista perforada del MIA y sin frenos, llego hasta el final de esa y después hasta un pequeño lote mas allá. Asi empezó su viaje en el mundo de la aviación de combate. La necesidad desesperada del RDF por pilotos, le dio a Turnar la oportunidad de volar naves de combate tácticas y sus 104 muertes durante la Primera Guerra Robotech demostró que no había desperdiciado su oportunidad.

La nave alienígena estaba localizada en el lado occidental de la cordillera, lo que significaba que nosotros estaríamos muy dentro de la zona de ataque de las baterías de misiles de la nave, si es que veníamos del este. Al mismo tiempo, atacando por el oeste nos permitiría disparar a nosotros, pero no nos dejaba nada para podernos esconder una vez que el enemigo nos disparara. Yo ya había aprendido de la manera más difícil sobre como esquivar misiles tierra-aire Zentraedi cuando estaba dentro de su zona de ataque. Aun con el beneficio del terreno, una vez que ellos tienen una idea de donde estas, ellos pueden -y a menudo lo logran- atraparte y no es tan fácil esquivar en la atmósfera como en el espacio.

Con esto en mente, decidí que volaríamos desde dos direcciones diferentes. Usando las montañas del sur como protección, pasaría hasta una posición de casi ocho millas de la nave. Enviaría al otro equipo desde el oeste como carnada para el radar y en el momento que se pusiera en línea para rastrearlos, Puck y yo lo mataríamos. Inteligencia no mostraba otros sitios de radar en el área, pero esto no significaba que no estuvieran ahí. Para que nuestro plan trabajara, el camino a la nave debería de estar limpio, si no lo estaba, esto se convertiría en un verdadero duelo.

Raulon've Fighter Pod

Zentraedi Raulon've Fighter Pod

Revise los seis S-2 en mis alas y subí aborde de mi caza. Como habíamos practicado, mi hombre ala y yo salimos primero y volamos adelante de la fuerza de ataque, nuestros copilotos escuchando y buscando por señales de radar enemigas. Mientras volábamos de un lado a otro sobre las montañas cubiertas de pinos, hacia el sur, mi segundo equipo sondeaba el aire con su radar, Zap recibió un tono breve.

"Radar SAM, a las 11, veinte millas," llamo. "No logre asegurar su posición pero te puedo dirigir."

"Muy bien, vamos."

"Izquierda, hacia uno-nueve cinco. Eso nos debe de acercar."

Jale hacia la izquierda, Puck estaba pegado a mi derecha, mientras nos lanzábamos hacia el blanco, la quilla de nuestros Valkyries estaban a unos cuantos pies sobre las colinas y montañas sinuosas de lo que fue una vez West Virginia. Nosotros estaríamos sobre él antes de que él se diera cuenta quien le había golpeado, si es que las cosas salían bien.

Mientras nos acercábamos al blanco, mis manos empezaron a sudar. Después de diez millas, Zap obtuvo una señal más grande cuando me asome momentáneamente y puso mi radar en modo activo, después descendí otra vez en el valle montañoso. No era suficiente asegurar nuestro misil en la posición del radar, pero nuestro S-2 seguiría la señal residual de radar que estaba bañando sobre las cimas de las montañas. Debido a que el terreno evitaba que la señal pudiera ser regresada a su origen podíamos verlo pero ellos no podían vernos. Zap programo el S-2 de estribor para que siguiera el radar enemigo y yo presione el botón de la palanca. Sentí un golpe cuando el misil se soltó y después vino un relámpago brillante cuando se encendió y salió disparado. Moví la palanca hacia la izquierda para permanecer en el valle montañoso y espere a ver que pasaba.

Pasaron veintidós segundos y el radar se volvió silencioso. El S-2 había dado en el blanco. El otro equipo, todavía navegando lentamente a una altitud mas alta no detecto ninguna otra señal de radar. Con nuestros radares de regreso a modo de espera, salimos otra vez y empezamos una lenta vuelta a una distancia de doce millas, muy dentro del rango de las baterías de misiles de la nave. Repentinamente, la pantalla del radar pinto una serie de conos rojos en la posición de las 10 en punto. La nave había lanzado un grupo de "Radar Regults" (Recon Scout Pods) para rastrearnos, sin lugar a duda para formar una intercepción con otro grupo de Raulon’ves para atacarnos.

Dispare cuatro de los cinco S-2 que me quedaban hacia los Radar Regults y Puck disparo los dos que él estaba cargando, después se retiro para proporcionarnos protección. Sin una GU-11 y con solo seis Stilettos, estabamos ligeramente armados para una batalla.

Los Radar Regults fueron silenciados, pero un tono en mi casco me dijo que un misil estaba rastreándonos. Una línea descendiendo desde la parte izquierda superior del HUD hacia el centro me indico que estaba aproximándose desde las 10 en punto. Soltando señuelos y bengalas, me quebré rápidamente hacia la izquierda, intentando colocar mi caza alrededor para que el misil me pasara. Empece a enderezar mi vuelta cuando Zap me dijo que me quedara en esa posición.

"¡Manténte con lo que tienes!" me grito.

Contra todos mis instintos, hice lo que se me indico. Hubo un relámpago de luz a la derecha cuando el misil exploto. Mire hacia el centro de mi LCD y vi que Zap había usado la torre de la cabeza láser para derribar el misil que se aproximaba

"Bien pensado, Zap" grite. El hombre era todo un genio.

El RWR se volvió loca otra vez y era tiempo de permanecer vivo. Los Raulon’ves -cerca de veinte de ellos- nos habían encontrado. Gire fuertemente hacia la derecha mientras restos de fuego de cañón iluminaban el cielo. Lance un disparo rápido cuando uno de los Dardos paso enfrente de mí, pero no tuve tiempo de ver si lo había golpeado. Mi Valkyrie era mas pesado y tenia menos plasma en el quemador, gracias a todo el equipo que cargábamos, lo que realmente reducía nuestra maniobrabilidad y me dejaba sin tiempo para ver el paisaje. Mientras los Raulon’ves cargaban sobre nosotros en todas direcciones, yo estaba girando y jalando, haciendo mi mejor esfuerzo para hacer que me pasaran sin estrellar mi caza en el suelo.

"Líder Skull, la fuerza Comadreja tiene bandidos. El radar esta deshabilitado, pero nos serviría la ayuda si nos la pudieran enviar." Llame por el radio.

"Va en camino, Líder Comadreja," contesto Hunter. No estaba seguro si significaba que la ayuda iba en camino o si estaba en camino la fuerza de ataque. No importaba.

"Dos bandidos, acercándose a la izquierda siete, Jake" mire hacia la derecha y vi un par de RVs dirigiéndose hacia nosotros. Estaba muy ocupado viendo el terreno que no tenía tiempo para mirar a mí alrededor, como estaba acostumbrado y estaba agradecido por los ojos de Zap en el asiento trasero.

Gire duro hacia la izquierda y obligue a los RVs que nos pasaran, después gire otra vez hacia la derecha mientras ellos corregían su vuelta y dispare un par de misiles hacia ellos. No tuve tiempo para ver si habían golpeado, tampoco, ya que el cielo estaba lleno de cazas enemigos.

"Puck, ¿donde estas?" Llame, haciendo mi mejor esfuerzo para permanecer tranquilo y en control.

"Estoy sobre la montaña," contesto impertinentemente, un tono de misil se escuchaba en el fondo

Tenia que sonreír a eso por un breve instante, mientras cortaba sobe el paso de ataque de otro caza Zentraedi. "¿Podrías ser un poco mas especifico, por favor?" gruñí ante la fuerza G que estaba tratando de aplastarme.

"Estoy al oeste de ti, ahora, hacia el norte a casi ocho mil pies."

Mire hacia arriba y a mi izquierda y vi el Valkyrie rojo de Puck, justo en el momento que estaba soltando un torrente de balas hacia el Raulon’ve. Un segundo caza se había plantado en la cola de Puck, justo en el momento que su caza líder había explotado.

"Puck, revisa a las seis." Grite, halando duro hacia la izquierda para colocar un misil en el chico malo numero dos.

Revise detrás de mí para limpia mi cola, después vi el Valkyrie de Puck clavarse en la vuelta mas ajustada y más gallarda que jamas haya visto, serpentinas blancas salían de las puntas de sus alas mientras la condensación se formaba alrededor de su avión. Sabia que iba a pasar después, pero no tuve el tiempo para verlo cuando otro Raulon’ve se dirigió hacia mí por debajo y a la izquierda. Pise fuertemente el timón izquierdo y jale la palanca hacia atrás y a la izquierda, propulsor derecho en sobremarcha, izquierdo en punto muerto. Mi giro radical me coloco debajo y cerca del chico malo mientras él derrapaba alrededor de mí en un giro izquierdo, continúe dando vueltas, coloque las piernas de mi Valkyrie hacia adelante y solté un Stiletto hacia su pipa trasera a menos de cien pies. El escombro golpeó y sonó en mi caza mientras volábamos por la explosión. Seria mi única muerte confirmada del día.

Hicimos bastante progreso, Zap, Puck y yo y las probabilidades estaban desenvolviéndose lentamente en nuestra dirección. Zap estaba tan ocupado como podía en el asiento, buscando chicos malos -y de vez en cuando, disparándoles con la cabeza láser. Era todo un barullero.

Otro par de Raulon’ves empezaron a atacarnos, con rayos de caños. Me quebré a la derecha, después me dirigí otra vez hacia la izquierda, intentando por todos los medios ser un blanco difícil. No vi un tercer Raulon’ve que descendió y se coloco a la derecha del primer par. Mientras empezaba mi giro hacia la izquierda, mi Valkyrie se coloco directamente en el camino del tercer caza.

"¡Jake, gira a la derecha! ¡Cuida...!" Zap estaba gritando en mis oídos un segundo antes de que el tercer caza golpeara contra nosotros.

Hubo una fuerte sacudida y después el cielo y el piso empezaron a cambiar de lugar rápidamente. Cada luz en mi panel se ilumino mientras salíamos fuera de control. Luche con el avión por lo que parecía una hora, aun así seguramente fueron solo segundos, después escuche una fuerte explosión detrás de mí. Inesperadamente, los cinturones flojos se retractaron, jalando mis brazos y piernas hacia el asiento y con un golpe que sentí extrañamente familiar, salí disparado de mi caza lisiado y hacia el fresco aire de la mañana.

Los arboles de pino estaban a punto de recibir otra visita mía.


Capítulo 46 - Cambio de Mares

Mientras flotaba lentamente hacia las colinas arboladas y las montañas que se encontraban debajo de mí, empece a revisa mi situación. Dos saltos de emergencia en dos semanas no era parte del contrato de reclutamiento que había firmando cuando me uní al servicio. Esto no era algo que le hacían a sus hijos padres responsables, ¿o sí? Era tiempo de tomar una nueva carrera, pense en voz alta.

Colgando del arnés de mi paracaídas, estaba totalmente indefenso -con solo dos pistolas para mi protección, muy bien podría ser un blanco gigante para todos los cazas alienígenas que me rodeaban. Mi reciente racha de mala suerte no parecía haberse terminado, tampoco, ya que uno de los Raulon’ves que estaba luchando en el aire, empezó a poner un poco mas de atención a mí. Primero el feo caza verde voló lentamente para echarme el ojo, después se volteo y se dirigió hacia mí en un pase de ataque. Tome los contractores con las dos manos y empece a liberar aire de mi paracaídas para hacer que cayera mas rápido. Estaba a casi dos mil pies sobre los arboles, ahora, y suponiendo que lograra arruinar el intento de matarme de este tipo, quizás alcance el suelo antes de que lograra dar un segundo disparo.

La nariz del RV brilló en la distancia mientras se lanzaba hacia mí. La imagen y sonido de rastreadores zumbando a unas pulgadas de mi cabeza no fue algo que olvide rápidamente. Paso rápidamente junto a mí como un cohete y mientras observaba sobre mi hombro izquierdo siguiéndolo con la mirada. Deliberadamente -metódicamente- el caza verde dio la vuelta y se dirigió hacia mi otra vez. Sabia que esta vez no fallaría y empece frenéticamente a sacar aire de mi paracaídas. No era como si tuviera mucha opción de cambiar mi destino, pero tenia que intentarlo. El suelo se acercaba a mí a la velocidad de un caracol mientras el caza alienígena se acercaba. El pensamiento de liberar mi arnés y saltar los últimos quinientos pies cruzó por mi mente y buscaba por un lago, un charco, un banco de nieve -lo que fuera para romper mi caída. No había nada que me ayudara. La nariz del RV se ilumino y cerré mis ojos, sabiendo que esta era la manera en como llegaría mi fin.

El sonido de metralla llenó mis oídos, después una fuerte explosión. Voltee a ver el Valkyrie de Puck pasar sobre mi paracaídas, sus turbinas rugiendo en el frío aire de montaña, una feroz explosión en su despertar. El Raulon’ve que había intentado tanto en cazarme ya no estaba y yo había obtenido una prorroga en mi vida.


Llegue al suelo suavemente, el piso húmedo y libere el arnés de mi paracaídas. Fue un aterrizaje de pie perfecto, del cual estaba muy orgulloso. Con precisión practicada, aproveche la cubierta de seda gigante y corrí por protección debajo de unos pinos que estaban a cien metros de mí. Enrolle mi paracaídas en una bola y arroje unas cuatas piedras grises sobre él, tome mi radio de sobrevivencia. Encendiéndolo hice una llamada ciega al Guarda.

"Sand Pebble Uno en Guardia. ¿Alguien me escucha?" llamé.

"Hola Sand Pebble Uno. Este es Sand Pebble Uno Guión Uno. Escuchándote fuerte y claro." Era la voz de Zap. Lo había logrado.

"¡Hey Zap! ¿Dónde estas?" pregunté, buscando alrededor.

"Justo detrás de ti, como a cincuenta metros. Colgando de un árbol" llamo con una carcajada.

Di media vuelta y busque entre las agujas verdes de los pinos. Localice al alto EWO agitando los brazos hacia mí desde su percha a casi veinte pies sobre un gran Pino de Montaña.

"Ya te vi. Voy en camino" respondí.

"Hey, par de enamorados, necesitan parar la charla para que podamos solicitar una fuerza de rescate para ustedes dos." Era Puck.

Voltee hacia atrás a mi derecha a tiempo para ver su Valkyrie de franjas rojas pasar rugiendo sobre las copas de los árboles a casi 400 nudos, mientras el rugido de sus maquinas tronaban en las colinas que me rodeaban. Ondee la mano, sabiendo muy bien que no podía verme, después corrí hasta donde estaba Zap y lo ayude a zafarse del árbol. El arnés de su paracaídas se había enredado tanto que no podía alcanzar la banda para cortarla el mismo. Después de diez minutos de lucha con ramas y nylon, logramos zafarlo.

El sol estaba oculto por una nube gris oscura, mientras trepábamos hacia la orilla de un claro y tomamos asiento junto a uno de los grandes coníferos. Mire alrededor y me di cuenta que esta área no había sido tocada por el bombardeo de Dolza (A pesar de que el 95% sí había sido dañada). Me maraville ante la belleza que me rodeaba, algo que no había podido hacer las dos veces que había volado sobre ella.

Zap y yo conversamos mientras el Valkyrie de Puck orbitaba sobre nosotros en su vigilancia protectora. Dos horas después, un SH-85 de la Naval aterrizo sobre el claro y nos saco del bosque. El crucero enemigo había sido destruido. Nuestras perdidas: cinco pilotos muertos, cinco heridos, doce aviones dañados o destruidos -ninguno debido a SAMs o triple As (Artillería Anti Aérea). La Comadreja Salvaje había demostrado su valor.


Un interesante descubrimiento por un pequeño grupo de oficiales de inteligencia de la RDF en una jungla remota en una base avanzada en América Central arrojó cierta luz sobre los ataques terroristas de los meses anteriores. Estos operativos de la inteligencia habían sido ubicados en las montañas cercanas al Lago Nicaragua (notable por contener los únicos tiburones de agua dulce del mundo y un ejemplo fascinante de adaptación a los cambios climáticos y geológicos) por muchos meses, decodificando trafico de radio encriptado y conduciendo numerosas formas de operaciones clandestinas de espionaje. En los días que siguieron a nuestra primera misión antiterrorista, el tráfico de radio en la región de América del Sur alcanzó un parecido a un crescendo y los operativos almacenaron abundante informacion.

La razón detrás de los ataques era un tipo de movimiento torcido de "purificación racial" dirigido a prevenir el mestizaje y cooperación entre humanos y Zentraedi micronizados simpatizantes a la RDF. Los abusos vistos en América del Norte eran nada comparados con los del sur, ya que los "Purificacionsitas" aquí no estaban tan bien organizados. De hecho, una vez que los operativos lograron pasarnos informacion, nuestro personal de inteligencia descubrió un patrón claro en los ataques. Unicamente aquellas villas con población mixta Humana y Zentraedi habían sido atacadas. Las otras habían sido dejadas solas.

Lo irónico era que los mismos grupos que intentaban prevenir la cohabitación Humana Zentraedi estaban haciendo lo mismo. Era algo Hitleriano en su hipocresía, pero su objetivo era claro: al evitar la cooperación entre Humanos y Zentraedi Aliados, la dominación del planeta por los Purificacionistas seria más simple.

Aun así, la informacion reunida desde el sector de América del Sur, nos ayudo a descubrir y destruir puestos similares en nuestra misma área y para Navidad, esos ataques casi se detuvieron completamente.


Después de una larga y cuidadosa ponderación, había decidido, de manera remisa, permanecer en la Naval. Aunque siempre pudiera encontrar una nueva vida en otra línea de trabajo, había pocas cosas que disfrutara mas que volar. Algunas veces, en momentos de soledad, una amargura irracional hacia los Zentraedi por la muerte de mi esposa, se consumiría en el aire. Proteger a otros de una fatalidad similar era una vía de escape que me ayudaba a liberar esos sentimientos malsanos. Algo dentro de mí me decía que si paraba, me convertiría en un hombre amargado y rencoroso. Ultimamente, me había dado cuenta que la mejor manera de proteger a mis niñas era defendiéndolas proactivamente. Vender seguros, trabajar en un banco o volar aviones comerciales eran una parte necesaria del nuevo desarrollo económico que estaba empezando a unir el continente Norteamericano, pero hacían poco para proteger a los otros proactivamente de cualquier daño.

Mientras salía de mi jeep en el lote de estacionamiento, no tenía manera de saber que debía de haber calculado el efecto cumulativo de todos los pies que había pisado antes de tomar mi decisión. Había escalado a mucha gente en los días anteriores y ellos iban a hacer su mejor esfuerzo para hacer mi vida miserable.

Había hecho un fino trabajo como Oficial Ejecutivo. Mis reportes de aptitud eran sobresalientes, mis compañeros de escuadrón parecía que les gustaba y mi registro de combate hablaba volúmenes sobre el tipo de guerrero que realmente era. Cuando me deslice en la oficina del Comandante Hunter para mi nueva asignación estaba seguro de que finalmente iba a recibir mi propio escuadrón.

La posibilidad de un futuro ataque desde el espacio -sin mencionar la amenaza más inmediata presentada por las armadas convencionales alrededor del mundo, que estaban calentando sus músculos- obligaba a la aun tambaleante UEG a colocar mas recursos en una ya intensa fuerza de construcción. El Sector de América del Norte ahora incluía una área que era una línea al este de Alaska, al sur por las Montañas Rocallosas hasta Texas, al oeste en una línea desde Texas hasta los Grandes Lagos. Ahí todavía había puntos rojos, con la guarnición de altos niveles de actividad Zentraedi, pero para la mayor parte, el RDF tenia un control positivo de esta área.

La fuerza de construcción involucraba la producción intensiva de mecha en las instalaciones de Producción Robotech en Nueva Macross y en una planta recién construida en Dallas, Texas. Los Escuadrones de Reemplazo de la Flota estaban formándose en Corpus Christi, Texas y los Portaaviones Sumergibles clase Prometeo -de los cuales doce habían sobrevivido al bombardeo de Dolza al irse a las profundidades- junto con sus Grupos Aéreos (ahora llamados "Alas Aéreas"), serían rotadas del puerto hasta que puertos adicionales pudieran ser asegurados. Escuadrones de entrenamiento en Nueva Macross, Kingsville, Texas y Corpus Christi tenían mucho trabajo entrenando pilotos, con los nuevos escuadrones de entrenamiento siendo agregados semanalmente. Por último, una escuela de Armas de Combate estaba siendo fundada en una base en Albuquerque, Nuevo México para afilar tácticas de supresión aire-aire, aire-tierra y Comadreja Salvaje.

Con toda esta actividad, parecía algo seguro que obtendría mi primer comando. Uno nunca sabrá el golpe que me recibió cuando descubrí que iba a ser reasignado a la Ala de Entrenamiento de Instrumentos en Kingsville como un instructor. Amaba a Texas con todo mi corazón, pero de todos los lugares a donde ir, Kingsville era uno de los peores. Abajo en la región mas al sur del estado, era una área maravillosa para la ganadería. Caliente, seco y lleno de espinados, desaliñados y duros arboles llamados Mezquite (no hay mejor madera para una barbacoa en el mundo), esta región del estado era casi tan despoblada como la luna. No había manera de llevar mis niñas conmigo, ya que las instalaciones no estaban construidas para recibir a familias.

Estaba de devastado. Repentinamente mi decisión de permanecer en la milicia parecía el movimiento más idiota que jamas hubiera hecho en mi vida. Iba a reportarme al deber a las 0600 horas del primero de Octubre -dentro de dos días.

Fingí entusiasmo por la asignación. Si los bastardos escaleras arriba querían jugar duro, bien por ellos. Si querían hacer mi vida miserable, pues que así sea. Se era su meta desmolarizarme y humillarme, perfecto. Yo no iba a hacerles saber que habían tenido éxito.


Los dos días que había pasado con mis niñas y amigos pasaron rápidamente, pero el poco tiempo no fue el único aspecto negativo de mis últimos días en Nueva Macross. La joven chica que había sido cegada por los terroristas, atormentada emocionalmente y mentalmente por la brutalidad que había sufrido, se abrió su propio cuello con un cuchillo de cocina en la noche del 30 de Septiembre. Fue encontrada en un charco de sangre seca en el piso de la sala por la enfermera que ayudaba a cuidarla. Josh Kaufman, habiéndose puesto a cargo de la niña como si fuera su propia hija, estaba totalmente devastado por esta tragedia. Aunque aquellos cercanos a él trataron, ninguna cantidad de consuelo logro liberar su dolor.

La amargura y frustración estaban grabadas indeleblemente en su rostro y podía ver que su corazón estaba realmente roto. La pobre niña había avanzado tanto en tan poco tiempo. No había nada en su comportamiento que sugiriera que ella estuviera considerando, aun remotamente, hacer algo así. Fue un gran golpe para todos nosotros y Josh se culpo a sí mismo por su muerte, a pesar de que no había nada que pudiera haber hecho por ella.

Esta tentado a decir "váyanse al diablo" y quedarme contra las ordenes para estar con mi amigo en este tiempo de necesidad -y con mis niñas a partir de ese día. El final, decidí que era mejor hacer lo que se me había pedido hacer -no iba a ser de mucho amigo (o padre) partiendo piedras en el calabozo. Hice lo que pude para apoyar a mi mejor amigo pero cuando llegó mi hora de partir, no tenía otra opción mas que irme.


A las 2200 horas, en la noche del 30 de Septiembre, dije adiós a mis niñas durmientes, mi madre, padre y hermano, arroje mis pertenencias en la parte de atrás de un jeep militar y maneje hacia el aeropuerto de Nueva Macross. Todavía en construcción después de tres meses, el aeropuerto tambien era el sitio de una nueva Fabrica de Aeronaves Veritech. Mi viaje hacia Texas iba a servir el doble propósito de llevarme así como de entregar un nuevo entrenador operacional VF-1D para uno de los nuevos escuadrones de entrenamiento recientemente formados ahí.

Decirles adiós a mis niñas fue la cosa más difícil que jamas haya hecho. El dolor de tratar de explicarle a Lisa por que estaba yéndome (ella ya había perdido un padre, perder otro era ciertamente injusto) me dolió mas que lo que jamas hubiera experimentado. Manteniéndola en mi regazo mientras ella lloraba me partió por dentro -resistí con todo mi ser ante la urgencia de correr hacia el SDF-1 y estrangular a Maistroff, Ruddman y a los otros responsables por esta enfermiza transferencia.

El aire frío me llegó hasta los huesos mientras manejaba por la carretera oscura hacia el aeropuerto. Alcance la cabina del guardia y mostré mi identificación al Marino que cuidaba la entrada al estacionamiento de la fabrica. Con un saludo preciso, me indico el camino y me dirigí por el camino sinuoso que me llevaba a la gigantesca fabrica. El estacionamiento estaba lleno con los carros de los empleados de la fabrica, así que estacione mi jeep en la parte de atrás. Mientras empezaba a descargar mis cosas, una vagoneta de cortesía de la fabrica paso y me ofreció llevarme a la entrada. El conductor anotó mí nombre y me dijo que él llevaría mis cosas al avión. Le agradecí y me dirigí para entrar.

Llegue a la entrada y empece mi camino por el pasillo brillantemente iluminado. Las ventanas de cristal del lado izquierdo me daban una excelente vista del piso de la fabrica y me maraville ante la velocidad con la que producción los Veritechs. Alcance el elevador que llevaba a las oficinas, escaleras arriba. Me di cuenta, que como jefe del Grupo de Investigación Robotech, División de Desarrollo de Aeronaves, mi padre tendría una oficina por aquí, en algún lado. Seguí el pasillo a la derecha y llegue hasta el Centro de Operaciones de Vuelo, donde manejan, diariamente, todo lo relacionado a las numerosas pruebas y vuelos de entrega.

Dije hola a la bella despachadora morena que estaba detrás del mostrador y mire al tablero magnético sobre su cabeza para buscar mi avión. Vi mi nombre y el avión que iba a volar escrito en un imán rectangular. 22390 era mi transporte esta noche. Llene todo el papeleo necesario y recibí la "lata" de la nave que contiene toda la informacion relacionada con la historia de producción, historia de mantenimiento, peso, información de balance de este Valkyrie. Revise el contenido de la lata y encontré nada interesante.

Tomando mi bolsa de vuelo, llegue a la puerta y a la línea de vuelo. Mientras revisaba el Valkyrie nuevo de agencia, rompiendo la oscuridad con mi lampara de mano, no podía ignorar el sentimiento sobrecogedor de desesperanza que me rodeaba. Estaba dejando mi familia, mis amigos -todo lo que queria- y para que. Por mas que intentara, no podía encontrar la respuesta a la pregunta. Quizás me uní a la milicia por puras razones egoístas, después de todo.

"Era tu boleto para volar jets y lo validaste a la primera oportunidad," pense en voz alta. "No lo hiciste por las razones nobles de Dios, familia y país, lo hiciste para ti mismo. Deberías de estar avergonzado." Escuchar esas palabras me hizo sentir terrible -y defensivo.

"No es cierto, bastardo, lo hice mas que para mí mismo," dije mas fuerte. "Por supuesto que lo hice para volar jets, pero no salgo a arriesgar mi vida, todos los días, solo para que me dejara no volar. No. Lo hice por mis amigos y mis seres queridos."

"¿Entonces por qué té estas lamentando, ahora?"

Me detuve ante este pensamiento. Fue una pregunta que se convertiría en mi mantra. "¿Por qué té estas lamentando, ahora?"

Mi inspección de prevuelo fue interrumpida por la llegada de la vagoneta de cortesía. El conductor, un tipo calvo y con cara de querubín, que había volado helicópteros para la armada, hace veinte años, empezó a descargar mis bolsas. Continúe con mi verificación, revisando el cubículo de carga en el pórtico interior de estribor, después me voltee y empece a cargar mis bolsas dentro de él. Se me figuraba divertido que todo lo que poseía pudiera caber dentro de este largo cubículo con forma de tanque de gota tipo F/A-18E "Avispón". Busque por una metáfora para este hecho, pero no vi ninguna.

Con la ultima bolsa colocada y asegurada y la escotilla de carga sellada, agradecí al conductor su ayuda.

"Que tenga un buen vuelo, Teniente," dijo, estrechando mi mano.

Sonreí. "Gracias, cuídese."

"Asi lo haré. Hasta la vista." Se volteo, dirigiéndose de regreso a su vagoneta, y manejo por la oscuridad, las luces del aeropuerto brillando en la distancia.

Termine mi inspección de vuelo y con la compañía de un tripulante esperando en la toma del lado de babor, trepe a bordo del caza. Desde la bolsa de mi manga saque una foto de mis amigos y familia -Josh, Kristy, mi mamá, padre, hermano y dos niñas- sonriendo felizmente en la base del Monumento a la Guerra Robotech (Una gran estatua de un Battloid dañado en alguna batalla, vigilando sobre el parque de la ciudad) y la coloque sobre el panel de instrumentos para poderla ver. Asegure mis arneses con la ayuda del tripulante y sentí una palmada familiar sobre mi hombro.

"Todo listo, jefe."

Me voltee y vi la cara de Philo Rorbough. "¡Philo!" Mi cara se ilumino con la sorpresa.

"Teniente."

"¿Que esta haciendo aquí, Sargento?" le pregunte, haciendo referencia a su reciente promoción.

"Solo queria asegurarme que todo estuviera bien con este avión antes de que partiera, señor."

Estaba encantado. "Gracias. Gracias mi amigo," salí del avión y en un gesto increíblemente no militar, abrace a mi capitán de avión.

El palmeo mi espalda. "Ah, aprovechando," exclamo, volteándose y llamando a la compañía de tripulantes de pista para traer algo para él. El tripulante le paso una caja rectangular de veinte pulgadas, la cual, en un momento, me fue pasada. "Los chicos querían que tuvieras esto," dijo, señalando hacia la bóveda enfrente de la entrada del edificio de operaciones. Josh, Kristy, "El Cirujano" y un cuadro de otros pilotos estaban parados en el brillo amarillo de las luces de la bóveda. Philo los llamo.

Josh fue el primero en subir la escalera. "No te preocupes por tus bebes. Yo las cuidare. Te lo prometo." Me abrazo y dijo, "te veré pronto, Jake."

Kristy fue la siguiente. "Te quiero, galán," dijo, besándome mi mejilla. "Solo haz un buen trabajo allá abajo y regresa pronto."

Asentí.

Plog, "El Cirujano," fue el siguiente. "Siento como si estuviera perdiendo uno de mis propios hijos. Haz lo que te ordenen y mantén tu trasero fuera de problemas, ¿me escuchaste?", dijo, tomándome por la nuca y agitándola como si hablara seriamente.

"Si señor."

Él levantó una ceja, estrecho mi mano y bajo de la escalera. "No abras esa caja hasta que estés en Corpus Christi," me ordeno.

"Si señor."

Otros vinieron decirme adiós, tambien: nuevos amigos como "Zap" Baldwin y "Puck" Turnar, amidos y compañeros de mi antiguo escuadrón que no había visto hacia mucho tiempo como "Beowulf" Andresen y "Roach" Cochran. Me di cuenta que "Iglú" Sterling no estaba entre ellos y sentí una punzada de remordimiento el que no hubiera hecho mas para reparar nuestra relación.

Philo me palmeo en la espalda, y brinco de la escalera. Sintiéndome un poco ahogado por los eventos de la noche -dejando a mis niñas, la efusión de amabilidad de mis amigos y la ausencia de Max- me puse el casco y enfoque mi atención en arrancar el avión. Arma maestra, apagada. Generadores, encendidos. Tren de aterrizaje, abajo. Bombas de propulsión, encendidas. Radar y dispositivos electrónicos, apagados. Alerones, abajo. Interruptor maestro, encendido. Acelerador, listos. Popa libre. Arrancador del motor izquierdo, trabajando.

Un tronido monótono paso por el aire mientras el reactor de la turbina empezaba a acelerar. A través de las revelaciones de Exedore, Ministro de Relaciones Zentraedi, aprendimos que la razón de la persecución implacable de los Zentraedis por el SDF-1 fue para recuperar la misteriosa fuente de energía que hacia estas maquinas trabajar. Llamada por algunos como una forma de "fusión orgánica" los secretos de este combustible enigmático, eficiente y altamente volátil -o quizás mas acertadamente, proceso altamente volátil- llamado "Protocultura" se pensaban que estaban guardados dentro del SDF-1.

Observe la computadora mientras iba desde la autoprueba y monitoree los medidores de las maquinas. Satisfecho de que todo estaba en orden, fui por la secuencia de arranque de la turbina derecha después fui por la cabina, configurando mi nave para la revisión de antes de salir.

Bajo la dirección de Philo, pase por la usual letanía de inspección de antes de volar, revisando todo, desde las luces hasta los controles de vuelo para asegurarme que funcionaban. Tableros, alerones, timón, veletas. Tres arriba. Tres abajo. Adelante, popa, izquierda, derecha. Timón izquierdo, timón derecho. Luces de formación encendidas. Perfecto. Luces estroboscópicas antichoque encendidas. Revisadas. Apagar. Luces de aterrizaje encendidas. Bien. Apagadas. Revisión de prevuelo, completa.

Philo salió de debajo de mi Valkyrie y jalo la bandera roja que estaba agarrada al equipo de seguridad de aterrizaje, el cual evitaría cualquier retracción inadvertida si el interruptor fallaba. Con un saludo rápido y la señal del pulgar, me dijo que todo estaba listo para salir. Regrese su saludo con uno mío preciso, coloque la caja que me habían dado en mi asiento de expulsión y marque al ATIS en el radio numero uno.

En su voz pregrabada en tono staccato, el ASOS paso los números. "Aeropuerto Internacional de Nueva Macross. Observación meteorológica automática. Cero... tres... uno... Zulú. Clima... viento... uno-uno-cero a... cinco. Visibilidad... uno-cero. Condiciones de vuelo... no hay nubes debajo de... uno dos... mil. Temperatura... uno... nueve... Celsius. Punto de rocío... uno... cinco... Celsius. Altímetro: dos, nueve, nueve, cinco. Avisos: Informacion de densidad en altitud... no disponible." Después la voz del controlador de guardia siguió.

"Torre de Nueva Macross, informacion Julieta, a las cero-tres-uno-cinco Zulú. La pista nueve derecha del sistema de aterrizaje por instrumentos esta en uso. Pista de aterrizaje y despegue nueve izquierda y nueve derecha. Aviso a los aviadores: torre sin luz, quinientos pies de altura, dos millas de la punta de despegue de la pista nueve derecha. Contacto con la torre en uno-dos-cero-punto- tres. Recomendamos contacto inicial, para obtener informacio... Julieta" este controlador claramente tiene mucha cafeína.

Cambie a frecuencia de pista y llame por el micrófono. "Pista Macross, Naval Tres Nuevo Cero esta en la Rampa Robotech, Instrucciones de Vuelo para Corpus Christi, listo para recibirlas."

Hubo una breve pausa mientras el controlador acomodaba su tarro de café. "Naval Tres Nueve Cero, Pista Macross, diríjase a la pista nueve izquierda, tendré su permiso en un momento."

"Tres Nueve Cero a nueve izquierda."

Encendí y apague mi luz tres veces, salude a mis amigos y empuje los propulsores para salir lentamente de mi espacio de estacionamiento. Podía verlos diciéndome adiós y me hizo sentir muy triste. "¿Por qué té estas quejando, ahora?" agité mi cabeza, apreté mis dientes y obligué a la tristeza que se alejara.

"Naval Tres Nueve Cero. Torre Macross, tengo su permiso."

"Naval Tres Nueve Cero. Adelante," conteste.

"Naval Tres Nueve Cero tiene permiso para ir a Naval Corpus Christi, como esta documentado. Derecho por la pista. Mantenga dos mil. Espera uno dos mil diez minutos después del despegue. Frecuencia de salida será 121.1, clave cero- cinco-uno-tres."

Anote el permiso en taquigrafía en mi tablero, después use el micrófono. "Entendido y anotado. Saliendo de la pista, dos mil, tres en diez. Uno-veinte- uno punto uno. Cero-cinco-uno-tres para Tres Nueve Cero."

"Naval Tres Nueve Cero, repetición es correcta."

El viento fresco me pasaba mientras circulaba, con la cabina abierta, por la amplia calzada. Dos líneas azules, largas y paralelas en cada lado marcaban el camino. Miraba las luces pasando una por una debajo de mi ala derecha y admiraba la belleza de ellas. Me recordó una pregunta que una vez se planteo en la clase de biología -creo que estabamos estudiando las algas- que preguntaban que color eran las luces de las pistas en un aeropuerto. Sorprendí a todos en la clase cuando di la respuesta casualmente como su fuere de conocimiento común. Sonreí ante el recuerdo y la imagen de la bella, tímida chica de cabello oscuro que había conocido ese día.

Llegue al umbral de la línea nueve izquierda y me detuve ahí. Un par de manejadores de artillería de la naval, estaban esperando ahí en un jeep para remover los seguros del GU-11 en el centro y los tres Stilettos en el pilón interno de la ala izquierda que estaba cargando para mi defensa. Hice una revisión rápida de alineación, cambia a la frecuencia de la torre y le dije que estaría listo después de un breve retraso.

"Naval Tres Nueve Cero, retraso aprobado. Permiso para despegar, pista nueve izquierda."

"Recibido para despegar, Tres Nueve Cero. ¿Le podría preguntar al Centro si puedo tener un Despegue Vikingo a doce mil, por favor?"

"Tres Nueve Cero, un momento."

Me coloque en posición en la pista y puse mi jet en alto. El controlador un tipo muy alegre, regresó con mi aprobación para mi Despegue Vikingo. Mientras los artilleros jalaban los seguros, coloque mis manos en el alféizar de la cabina para que se pudieran ver. Una vez de que liberaron los seguros, cerré el domo, presurice la cabina, destape mis oídos y selle mi mascara. "Luces, cámara acción," me dije. Encendí mis luces de aterrizaje y de choque, coloque mi radar en "Modo de Reporte de Altitud" y con mi mano izquierda, suavemente avance la potencia en las dos maquinas.

Mientras empezábamos a movernos, encendí la sobremarcha y fui presionado lentamente en mi asiento. Mientras seguía la línea central, las luces de la pista pasándome a un paso cada vez más rápido. A velocidad de giro, jale suavemente la palanca y la nave despegó sola de la pista. Después voltee la manija y mientras agarraba mas velocidad, jale haca atrás la palanca y ascendí hacia el cielo en un ángulo de 85 grados. Gire la gran nave hacia la izquierda, cuatro veces, mientras ascendía, sabiendo que mis amigos lo verían.

"Naval Tres Nueve Cero, contacte Centro Macross, 121.1. Tenga un buen vuelo."

"Tres Nueve Cero al Centro, nos vemos."

Y con eso, una nueva etapa de mi vida empezó -una que seria de muchas maneras más retadora que el combate mismo.



por Jason W. Smith
Julio 1995

traducción Gerardo Campos De León
Julio 1998

Copyright © 1995-98 by Jason W. Smith

(Nota del autor: Este es un trabajo de ficción. Cualquier similaridad a eventos, personas, etc. actuales es pura coincidencia --aun si fue intencional)

Basado en los personajes y situaciones de
Robotech, © 1985 Harmony Gold, USA, Inc.

Robotech (R) es propiedad de Harmony Gold. Este documento de ninguna manera tiene la intención de violar sus derechos

Ultima Fecha de Revisión : 22 de Septiembre de 2001