Caminos diferentes que no se excluyen. Sector social y economía de mercado
Un artículo del Dr Xavier
Gamboa Villafranca
Referencia Bibliográfica:
Gamboa Villafranca, Xavier: “Caminos diferentes que no se excluyen.- Sector social y economía
de mercado”, Excelsior, Sección Metropolitana. 24 de octubre de 1987.
México, DF. México.
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Xavier Gamboa Villafranca
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El 12 de octubre de 1987, Enrique
González Pedrero toma posesión como director del IEPES del PRI. En esa ocasión
Carlos Salinas de Gortari, precandidato de ese partido a la Presidencia de la
República, apuntala el sentido genérico con que se venía utilizando el concepto
de modernización, introducido previamente por él en el discurso político
inherente a Su campaña de proselitismo interno. Aclara que la modernización que
pregona para el país, no sería a costa de nuestra soberanía ni serviría para
consolidar privilegios; por el contrario; se le percibe como medio para
consolidar la primera y desterrar los segundos:
“El
pueblo de México nos ha demandado la modernización, pero se ha pronunciado por
una modernización nacional y popular, de acuerdo con nuestro tiempo y a nuestras creencias,
no con una modernización hecha a contrapelo de lo que somos, de lo que nos
identifica y constituye nuestro ser nacional..." (subrayado mío).
La concepción salinista, pues, de la modernización, es
esencialmente la misma que está explícita e implícitamente incluida en la
estrategia de cambio estructural del Plan Nacional de Desarrollo 1982-1988. Se
trata de luchar por la modernización de nuestra planta productiva y aparato de
servicios, sin que el lograrlo signifique descuidar los aspectos sociales
y redistributivos del crecimiento, para la racional descentralización de las
actividades económicas, debilitar al aparato de gobierno al punto en que quede
imposibilitado para imprimirle (con
máximo Consenso y legitimidad) dirección, magnitud y sentido al proceso de
desarrollo nacional o dejar de estimular al sector privado y de Impulsar al
sector social.
En
tanto que nacional, popular e integral, la modernización entendida de esta
manera tendría que llegar –como resultado de una clara y explícita política
gubernamental- al área informal de la economía, según estimaciones del Consejo
Coordinador Empresarial, representa ya 33% del total. De hecho, en el último
tercio de 1987, en los más altos niveles de toma de decisiones de gobierno,
organismos representantes de intereses del capital privado y de organizaciones
de trabajadores, campesinos y capas medias populares, parece existir el
convencimiento de que, si no se le suprime su carácter subterráneo o
clandestino, y si no se empieza por ella, son escasas las posibilidades de que
se renueven otros importantes ámbitos de la sociedad mexicana.
Sacar
a la luz del día y formalizar la existencia de la economía informal, para
modernizarla, requiere recuperar y fortalecer las formas de organización para
la producción, distribución y acopio, que se han dado a sí mismas las micro
unidades que la componen. Esto último, de conformidad con el artículo 25
constitucional, se puede hacer básicamente por dos vías: constituyéndolas y
operándolas como parte del sector privado, o conformándolas y haciéndolas
funcionar en tanto componentes del sector social.
En
cualquiera de los dos casos, se necesita de la voluntad política y de la
capacidad de coordinación y concertación del gobierno. Dirección y conducción
gubernamental para fortalecer a la parte de la economía informal que podría
adoptar modalidades estrictas de sector privado, con participación abierta de
organizaciones como Asesoría Dinámica a Micro empresas (Admic), Asociación
Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Industria (Anamin). También, programas
de fomento y financiamiento oficial, con pleno respeto a la autonomía de las
partes intervinientes, para impulsar a la porción de la economía informal que
encaja en el esquema de sector social, con la presencia y dinámica de
instituciones como la Asociación Nacional de Empresas Sindicales (Anesis), la
Confederación Nacional de Cooperativas de la República Mexicana (Conacoop).
Sin
embargo, a casi 5 años de que se modificara la constitución para estipular que
en la economía mixta del país participan en igualdad de condiciones tres
sectores, aparentemente no se acaba de entender que por lo menos dos de ellos
no son siempre excluyentes. Se pierde de vista que el sector privado y el
sector social ciertamente son caminos diferentes, pero que ambos conducen a la
modernización nacional y popular de la economía informal, así como que pueden
coexistir sin que sus respectivos transeúntes se dañen seriamente por el sólo
hecho de serlo.
Cortos
límites conceptuales, ortodoxia, extrema e intereses creados, se adicionan y
combinan, para traducirse frecuentemente en incapacidad conciliatoria e
ineficiencia en la negociación, que rutinariamente emprenden cuadros
secundarios y terciarios de mando, de organizaciones e instancias que tienen
real o potencia ingerencia en el área informal de la economía nacional.
Ejemplo
de la vigencia de un trasfondo que dificulta la superación de contradicciones,
lo son los acontecimientos de los tres últimos días de la primer quincena de
octubre de 1987. El día 13, en efecto, Excelsior publica una invitación que
Ferias y Exposiciones Mexicanas, A.C., hace a fabricantes de máquinas,
aparatos, herramientas y equipo de bajo costo, para participar en la feria
“Empléate tú mismo”. Concebida como culminación de la campaña que con el mismo
nombre emprendiera desde antes el Consejo Nacional de la Publicidad, la Feria
se celebraría entre el 26 de noviembre y el 13 de diciembre siguientes. El 14,
al día siguiente de publicada la invitación, los organizadores del evento son notificados
por el DDF de que la feria no se podría llevar a cabo, pues el local
originalmente convenido para ser usado sería destinado a una... ¡corrida de
toros! Excusa formal aparte, el hecho
es que con este paso atrás del DDF, se tira por la borda una excelente
oportunidad para apoyar la optimización técnica de la micro empresa –en su
versión, tanto de sector social, cuanto de sector privado- y para la difusión y
apropiación socialmente generalizada de la innovación tecnológica para la
modernización de la economía informal.
Para
todos hay. La lucha por la modernización nacional, popular e integral, demanda
abandonar dogmas. Tratándose concretamente de la renovación y fortalecimiento
de la economía informal, los niveles operativos intervinientes deben hacer
suyas las palabras pronunciadas por el presidente Miguel de la Madrid, el
primero de julio de 1986, en la ceremonia de celebración del día del ingeniero:
“En
nuestro sistema de economía mixta, en donde conviven diversas formas de
organización empresarial y diversas formas de propiedad sobre los medios de
producción, no hay por qué plantear el dilema de sector público o sector
privado. Nuestra constitución señala cuáles son las áreas reservadas al Estado
como representante de la nación, pero deja un campo enorme a la iniciativa de
los particulares, ya se trate de la economía privada o de la economía social.
La búsqueda constante del apropiado equilibrio entre estos sectores de nuestra
economía mixta no debe llevarnos... a polémicas estériles o a enconos ideológicos
que no tienen razón de ser en una nación que tiene bien definido su proyecto
nacional...”
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