Los Determinantes de los Cambios en los Aparatos de Poder del Estado
Nacional Mexicano, y su Reflejo en la Estrategia de Irrigación Vigente de 1970
a 1976.([i])
Autor: Dr. Xavier
Gamboa Villafranca.([ii])
Publicado en la Revista del Centro de Estudios
Políticos. Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales, UNAM. Vol. III,
No. 9. Enero-marzo de 1977.
México DF, MÉXICO.
a)Dificultades para el funcionamiento de los aparatos económicos de poder.
b) Dificultades
para el funcionamiento de los aparatos Políticos, de poder.
c) Dificultades
para el funcionamiento de los aparatos ideológicos de poder.
2. La
reorientación del funcionamiento de los aparatos de poder.
3. La estrategia
de irrigación
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Página del Dr Xavier Gamboa
Villafranca
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A partir de 1970 la conducción
estatal del crecimiento económico, del país parece sufrir modificaciones
relevantes. Una interpretación ideológico-simplista tendería a ubicar a los
determinantes de este cambio en tomo a las intenciones -"adecuadas" o
"inadecuadas"- del presidente de la república yIo de los
miembros de su gabinete. A diferencia de ello, aquí se parte de la premisa de
que esta modificación no' se explica con base en las características de
personalidad de Luis Echeverría o de sus colaboradores cercanos.([iii])
Por el contrario, el proyecto. global de desarrollo manejado por la pasada
administración gubernamental tiene su explicación más completa cuando la
actividad del estudio se centra en torno a las circunstancias históricas:
prevalecientes -en el interior y al exterior del país- en la formación
económico-social mexicana en ese año y, por tanto, cuando se le percibe como
resultado de la compleja red de contradicciones, conflictos y luchas entre los
actores sociales que la componen.
En efecto, para 1970 al
Estado nacional mexicano se le presentan algunos obstáculos para continuar
desempeñando eficientemente su papel general de garantizador de la reproducción
del sistema social en su conjunto. Frente a la actuación de sus
numerosos y diversos aparatos económicos, políticos e ideológicos de poder,([iv])
que conforman un amplio sector público, se alzan múltiples dificultades
desprendidas de las características de la formación social en que se encuentra
inmerso. Desde la perspectiva estatal las dificultades encontradas en el funcionamiento,
de los aparatos de poder representan un claro indicador de la necesidad de
reorientar el modelo global de desarrollo hasta entonces vigente. Surge, como
respuesta, la cristalización del proyecto político que ha iniciado, su
gestación con anterioridad al desplazamiento sexenal del poder formal; se trata
de un proyecto que intenta nutrirse de las contradicciones sociales
existentes.([v]) Conforme a
éste, entre otras consecuencias, el aparato burocrático va a denotar el inicio'
de un proceso de agudización de sus transformaciones y recomposiciones
internas, siempre en la medida en que así lo requiera la implantación del
proyecto político. Ello significa que están dadas las condiciones necesarias
para dar cabida institucional a la realización de una amplia gama de reformas.
Los cambios así perseguidos
encuentran su referente concreto en la re- formulación de las
"políticas" oficiales que atañen al funcionamiento de aquellos
ámbitos de la sociedad considerados como cruciales, tanto para la implantación
del modelo global de desarrollo como para la reorientación del proyecto
político que éste implica. Uno de los mencionados ámbitos cruciales lo
constituye el campo; consecuentemente hacia él fluye una serie de acciones
estatales de diversa naturaleza, a través de la cual se manifiesta la presencia
en el agro de formas modificadas de aparatos económicos, políticos e
ideológicos de poder. Dentro del conjunto de acciones que de esta manera
concurren al agro mexicano, se incluyen las implicadas en la irrigación.
De acuerdo con el anterior
planteamiento, en el presente trabajo se pretende: i) detectar algunas
de las dificultades para el eficiente funcionamiento de los aparatos.
económicos, políticos e ideológicos del poder al iniciarse los años setenta; ii)
plantear la traducción de estas dificultades en términos de la
reorientación del modelo de desarrollo manejado hasta entonces y en la
transformación de los aparatos estatales de poder; iii) describir el
impacto de lo, anterior en el surgimiento de la "política" o'
estrategia de irrigación.
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1. Características
de la formación social mexicana que dificultaban el funcionamiento de los
aparatos de poder
a) Dificultades
para el funcionamiento de los aparatos económicos de poder.
En el momento en que LEA
toma el timón del poder gubernamental pare- ce indiscutible el hecho de que el
motor del capitalismo, a nivel internacional, está constituido por las
compañías transnacionales, principalmente norteamericanas.([vi])
El desarrollo mundial del capitalismo había posibilitado el que estas compañías
transnacionales no sólo se dedicaran a la realización de actividades en el
sector primario, frecuentemente obstaculizantes del crecimiento de las
economías de los países en que actuaban, sino que también hacía posible el que
una amplia proporción de éstas tuviera que ver con la ejecución de actividades
industriales. Este "nuevo tipo" de transnacional tenía, obviamente,
interés en estimular el crecimiento de los países en que se invertía, con
objeto de ampliar los mercados locales de consumo' que estaban en buen grado
destinados a captar sus productos.([vii])
Las compañías
transnacionales -en cualquiera de sus dos modalidades, pero las segundas más
que las primeras- se habían ido, apropiando progresivamente de las economías de
las naciones donde operaban, principalmente de los sectores más dinámicos:
sector financiero, industrias monopólicas, agricultura moderna, comercio
capitalista, etcétera. Con ello se fortalecía cada vez más la situación de
dependencia tecnológica y científica ( entre otras muchas formas de
dependencia) de los países atrasados.([viii])
Sin embargo, después de un
prolongado periodo de auge relativo, inicia- do desde mediados de la década
anterior,([ix])
para 1970 era claro que estaban dadas las condiciones para el advenimiento de
una seria crisis del sistema económico internacional del capitalismo, cuyos
signos más claros consistían en el debilitamiento del ritmo de crecimiento de
la producción capitalista mundial y en el deterioro progresivo del sistema
monetario internacional.([x])
A partir de 1968,
aproximadamente, se había iniciado el creciente deterioro de los países
industrializados,([xi])
apuntalado por el de los Estados Unidos,([xii])
lo que traía como consecuencia el sometimiento de su política de in- versiones
y gastos sociales a la necesidad de obtención de ganancias,([xiii])
así como la utilización de la exportación como una medida de solución a los
problemas de contracciones internas registradas. Además el proceso de
acumulación de capital de los países adelantados, particularmente de los EUA,
empezaba a ser obstaculizado por la competencia que éstos realizaban entre
sí.([xiv])
Este hecho determinó el que las principales potencias acentuaran el proceso de
incremento y rigidización de sus barreras proteccionistas([xv])
Independientemente de que la
inflación -determinante y efecto de esta crisis- se tradujo, de hecho, en un
canal de transferencia de valor hacia los países desarrollados,([xvi])
las dificultades del capitalismo. internacional en esta época no fueron lo
suficientemente fuertes como para dar un giro de fondo a las relaciones
económicas a nivel mundial. En efecto, siguió la intervención económica de las
metrópolis sobre las economías dependientes de ellas, sin que esto se tradujera
en una abierta dominación política.([xvii])
Además los países subdesarrollados continuaron fungiendo como el principal
proveedor de ganancias para las multinacionales([xviii])
las cuales denotaron flexibilidad para maximizar sus beneficios([xix])
y aptitud para incorporar a sectores de las burguesías nacionales a sus cuadros
administrativos([xx]) Tampoco
fue debilitada la dependencia de las burguesías nacionales respecto a las:
burguesías de las metrópolis, conforme a la cual las primeras eran amputadas
-por la diferencia en la composición orgánica del capital- de un plusbeneficio
de que podrían disponer para la acumulación del capital interno.([xxi])
Por último, persistía el interés de las metrópolis capitalistas en cuanto a
fortalecer aquellas economías nacionales con las cuales resultaba factible
mantener relaciones comerciales en condiciones de ventaja,([xxii])
fundamentalmente a través de un intercambio desigual.
Algunas características,
ubicadas al interior de la formación económico- social mexicana, indican
también la existencia de problemas. Por un lado, se tenía una expansión
generalizada y concentradora([xxiii]).
del capital privado, en el contexto de una afluencia masiva de capital
extranjero, orientada preferentemente al área de la manufactura ligada al
mercado interno.([xxiv]) Con
ello, de hecho, los sectores más dinámicos de la economía quedaban en manos de
las transnacionales.([xxv])
Por otro lado: se daba la existencia de un fuerte capitalismo de Estado en
sectores clave de la industria, el comercio y transportes,([xxvi])
aunque relativamente escaso en la agricultura.([xxvii])
Puesto que éste tenía lugar en un marco de fuerte presencia de préstamos
extranjeros y de asociación de capitales estatales con las transnacionales,
sobrevino' la consecuencia de que las crisis mundiales no se traducían de
inmediato' en crisis del sector externo mexicano,([xxviii])
pues mediante ellos se salvaba el obstáculo re- presentado por el hecho de que
el Estado no contaba con los recursos necesarios para hacer frente a las
necesidades del crecimiento económico capitalista.
En general, el sector más
dinámico de la economía interna estaba constituido por la industria. Algunas de
sus características sobresalientes son las siguientes: ,a) existencia de
empresas, no sólo de consumo final, sino de bienes intermedios y de capital;([xxix])
b) coexistencia de tres niveles de desarrollo de las unidades de
producción industrial: artesanal, competitivo, monopolista;([xxx])
c) reproducción del capital industrial, no en función del sector de
bienes de producción, sino del sector de bienes de consumo, por lo que la
industria se encontraba en situación de desequilibrio;([xxxi])
d) incapacidad productiva de la industria para competir en el mercado
mundial;([xxxii]) e) concentración
de los bienes de capital en determinadas áreas del sector industrial;([xxxiii])
I) estructura de la producción, altamente receptiva a industrias
provenientes del exterior con tecnología compleja,([xxxiv])
lo que a su vez se traducía en cierta rigidez de importaciones (bienes de
capital y tecnología) ;([xxxv])
g) control de transnacionales sobre los sectores "de punta" de
la industria, dándose incluso nuevas formas de la presencia del imperialismo,
como la representada por las maquiladoras.([xxxvi])
En estas circunstancias era indiscutible el débil poder de negociación, en el
mercado internacional, de la burguesía mexicana,([xxxvii])
basado en buena medida en una extrema desinversión interna ocasionada por la
acción de las transnacionales([xxxviii])
y por la falta de un total control de la clase dominante "mexicana"
sobre los medios de producción y comercialización.([xxxix])
En otra dimensión de
análisis, la actividad del Estado había generado un crecimiento "desigual
y combinado", a todo nivel, de la economía mexicana. Además de existir en
la industria, agricultura, servicios y comercio,([xl])
éste se manifestaba en el hecho de coexistencia de regiones
"atrasadas." con regiones "adelantadas". Esto es, el
proceso de desarrollo había traído consigo la in- versión masiva -pública y
privada- en las regiones más adelantadas que ( al concentrar recursos técnicos,
industriales y agrícolas) incrementaban su producción y rentabilidad([xli])
en detrimento de otras, que permanecían marginadas.
En general, pues, lo que
daba muestras de creciente "disfuncionalidad" era el modelo de
"crecimiento con estabilidad" ( en cuanto modelo de des- arrollo
manejado hasta entonces ) , consistente en: un estricto control estatal sobre
finanza y moneda; financiamientos externos para absorber los déficits del
sector público; bajas tasas de interés; control selectivo del crédito; control,
a bajos niveles, de los salarios; inversión pública en sectores estratégicos([xlii])
Éste daba algunos síntomas de debilitamiento.
Algunos de los indicadores,
que señalan que la estrategia de crecimiento se había transformado en un
obstáculo para el ingreso del país en una nueva etapa de expansión económica,([xliii])
son: agotamiento de la fase de sustitución de importaciones; creciente
marginalización de sectores de población de los "beneficios" del
desarrollo ;([xliv])
creciente deuda pública exterior ;([xlv])
contracción de la inversión interna, particularmente de la destinada a la
producción material;([xlvi])
remesas crecientes por utilidades de inversión extranjera;([xlvii])
balanza comercial progresivamente deficitaria;([xlviii])
incapacidad de exportación de la industria nacional ;([xlix])
existencia de un proteccionismo, estatal aprovechado por las transnacionales
establecidas ;([l]) extracción
directa de excedentes, en todos los sectores, por la inversión de capitales
imperialistas ;([li])
estrangulamiento de los mercados de consumo;([lii])
ineficiencia de los mecanismos de redistribución del ingreso ;([liii])
polarización de las clases sociales ;([liv])
incapacidad de la burguesía agraria para consolidar plenamente las relaciones
capitalistas en el agro mexicano ;([lv])
dificultad para que el medio rural absorbiera "productivamente" a su
población;([lvi])
surgimiento y agudización de una crisis agrícola que amenazaba con poner
"de cabeza" todo el desarrollo capitalista del país;([lvii])
subsistencia del sector privado "nacional", en buena medida, gracias
a salarios bajos ya altas barreras proteccionistas;([lviii])
disminución de la tasa global de crecimiento ( en algunos años previos, incluso
negativa) de la producción agrícola,([lix])
y clara delimitación de zonas de reforma agraria crítica.([lx])
Todos estos hechos, aunados a los primeros síntomas de la pérdida de la
"relación especial" del país con los EUA,([lxi])
apuntaban claramente a que el modelo de desarrollo capitalista manejado hasta
entonces había llevado a la economía mexicana hasta los límites máximos de su
capacidad de consumo y acumulación.([lxii])
En otro orden de ideas, la
expansión del capitalismo privado y del capitalismo de estado, en las
circunstancias descritas de desarrollo, había traído consigo un proceso de
modernización que, a su vez, imprimía características específicas a la fuerza
de trabajo de la formación social mexicana, generando nuevas clases y sectores
que transformaban la polarización tradicional del país entre élites dirigentes
y la gran masa de asalariados.([lxiii])
Cuatro parecen ser las características sobresalientes relacionadas con el
factor trabajo al tomar LEA el poder en 1970: a) avance del proceso de
desaparición del sector campesino de la economía agrícola ;([lxiv])
b) reducción de la capacidad de la industria para absorber el
crecimiento de la fuerza de trabajo ;() c) disminución relativa de la
importancia numérica de la pequeña burguesía en el sistema general de clases,;([lxv])
d) aumento en la proporción de puestos ocupacionales marginales en las
ciudades([lxvi]) y en el
campo.
El país se enfrentaba en
esos momentos a un serio problema agrario, representado por el hecho de que un
número significativo de minifundistas no se había integrado al desarrollo
capitalista agrario, en tanto' que las empresas agrícolas propiamente
capitalistas no podían satisfacer -por sí solas- los requerimientos de
productos primarios que demandaba la acumulación del capital.([lxvii])
Esto, es, la "tibieza" ( en cuanto a que se había frenado el proceso
de cooperativización agrícola iniciado en la época de Cárdenas)([lxviii])
y la "extralimitación" ( en el sentido de que las presiones
políticas, ante la reducción del crecimiento de la frontera agrícola, hicieron
necesario para el Estado la entrega de tierras no laborales por millones de
hectáreas)([lxix]) de la
reforma agraria había posibilitado -mediante la liberación de recursos
estatales- la creación de un reducido sector agrícola moderno.([lxx])
Éste coexistía con un amplio sector de minifundistas privados y ejidales de muy
baja productividad.([lxxi])
El surgimiento de la agricultura capitalista mexicana acentuaba la
tendencia, existente con anterioridad, hacia la desintegración de la
"auténtica propiedad privada" y el fortalecimiento del
neolatifundismo([lxxii]) Ello,
aunado al hecho jurídico que sancionaba la coexistencia de diferentes
combinaciones de tipos de propiedad de la tierra y tipos de trabajo en la
agricultura,([lxxiii])
conducía a la marginalización progresiva del campesinado.
Los dos procesos
contradictorios presentes en la reforma agraria, "campesinización" y
"descampesinización", al imponerse el segundo, propiciaban la
desaparición de tres de los cuatro agregados fundamentales del campesinado.([lxxiv])
Ello había traído como consecuencia: en primer lugar un enorme exceso de mano
de obra barata;([lxxv]) en
segundo lugar un alta índice de migración rural-urbana y urbana-urbana.([lxxvi])
Estas dos consecuencias del
proceso de descampesinización agrícola, en una época en que la sustitución
fácil de importaciones. había prácticamente llegado a su fin y cuando,
consecuentemente, el sector industrial encontraba serios obstáculos para su
crecimiento sostenido,([lxxvii])
se tradujo en un alto índice de desempleo y subempleo.([lxxviii])
Es decir, el desplazamiento de los campesinos de la agricultura y su traslado a
las zonas urbanas, aunado al hecho de la concentración de la producción (y la
fuerza de trabajo empleada) en determinadas ramas del sector industrial,([lxxix])
determinaron que hubiera mayor oferta que demanda de fuerza de trabajo. Ello
significó, entre otras cosas, que el proletariado del sector industrial y el
proletariado del sector terciario estaban en una situación de intensa
competencia por cubrir los relativamente escasos empleos en los sectores
de mayor productividad.([lxxx])
Como en estas condiciones el proletariado del sector agrícola estaba en
desventaja, generalmente era el que pasaba a ocupar los puestos marginales en
las. ciudades y en el propio campo,([lxxxi])
convirtiéndose algunas regiones -especialmente las circunvecinas a las grandes
urbes- en auténticas áreas de reclutamiento de migrantes a las ciudades.([lxxxii])
Por otra parte, para ese año
era muy claro que en el mercado se daba una creciente tendencia a desplazar a
los pequeños y medianos empresarios.([lxxxiii])
Ello se debía: por un lado, a que el capital capaz de asociarse con el
capi- tal extranjero había afianzado definitivamente su superioridad,([lxxxiv])
y, por el otro, a que el capital extranjero ya se mostraba como predominante en
las élites
empresariales del país.([lxxxv])
En el caso concreto de la agricultura, en buena medida debido a la acción de
las transnacionales en el campo,([lxxxvi])
se producía la ruina de miles de productores independientes, a la vez que se
consolidó un empresariado agrícola moderno con condiciones de vida muy
superiores a las del sector agrícola atrasado.([lxxxvii])
El sector agrícola
contribuía, en su conjunto, al desarrollo del sector industrial y al
fortalecimiento general de los propietarios de los medios de producción, de los
sectores intermedios urbanos, de los técnicos y de los obreros calificados.([lxxxviii])
Sin embargo el problema del campo había alcanzado magnitudes tales que ponían
en peligro no sólo el proceso de obtención de altas tasas de acumulación, sino
la estabilidad política que fungía como una de las bases del proceso global de
crecimiento capitalista del país. La coexistencia en la agricultura de modos de
producción diferentes([lxxxix])
había posibilitado la presencia de una burguesía agraria, de un proletariado y
de un campesinado.([xc])
La burguesía agraria acaparaba las mejores tierras, la mayor parte de los
instrumentos de la producción, el agua y el crédito,([xci])
en tanto que existía una inconfundible tendencia hacia la proletarización y
pauperización de los estratos inferiores del campesinado,([xcii])
debido a que el salario autoatribuido del campesino (el valor que recibe por su
fuerza de trabajo) era mucho menor que el obtenido en el sector capitalista de
la agricultura. De hecho la capacidad de persistencia de la economía campesina
dependía de su posibilidad de incluir trabajo no remunerado y de su potencial
reducción de consumo,.([xciii])
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[i] Este artículo
presenta los resultados parciales de un estudio inmerso en una investigación
más amplia destinada a caracterizar la presencia económica, política e ideo-
lógica del Estado en el campo mexicano de 1970 a 1976.
[ii] Licenciado en
sociología y maestro en Estudios Latinoamericanos en la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales, UNAM; estudiante del doctorado en Sociología en la
FCPS-UNAM. Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y en la
Escuela Nacional de Estudios Profesionales de Aragón. Investigador del Centro
de Estudios Políticos de la FCPS.
[iii] Esta
observación coincide con la que hace OIga Pellicer ( "Cambios Recientes en
la Política Exterior Mexicana", La política exterior de México:
realidad y perspectivas, Colegio de México, 1972, pp. 40-41) al referirse a
las transformaciones en la política exterior del gobierno mexicano: "Estas
actividades ( de cambio) no pueden verse como resultado de la súbita decisión del
Presidente empeñado en llevar por nuevos rumbos la política interior y exterior
mexicana. ..( Ésta) es una respuesta a la gravedad de los problemas de la
economía mexicana, agudizados por la situación internacional de los últimos
años; obedece también al deseo de mejorar la imagen del gobierno mexicano que
había disminuido su popularidad. .."
[iv] Para mayor detalle en torno al
funcionamiento y existencia de estos aparatos de poder, consúltense los
trabajos de Carlos Sirvent, "La Burocracia en México. El Caso de la
FSTSE", Estudios Políticos.. UNAM, Facultad de Ciencias Políticas y
Sociales, núm. 1, abril-junio, 1975, y "La Movilidad Política Sexenal: los
Secretarios de Estado y el Presidente de la República, 1958-1975", Estudios
Políticos, núms. 3-4, noviembre- diciembre, 1975.
[v] Acevedo, María G., "Crisis del
Desarrollismo y Transformación del Aparato Esta- tal: México 1970-1975", Revista
Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, núm. 82, octubre-diciembre,
1975. "Como el fenómeno político. ..no puede ser mirado. ..sino como un
fenómeno en que las diferentes fracciones del capital luchan entre sí y con la
burocracia estatal para que sigan rigiendo las relaciones sociales que hacen
posible su existencia, podría afirmarse. ..que efectivamente para 1970 había en
México un sector de empresarios privados y una parte de burocracia
gubernamental, que veían la reorientación del modelo de desarrollo como un
necesario 'acto de supervivencia' nacional", p. 142.
[vi] De las 211 empresas transnacionales, con
más de mil millones de dólares en 1971, sólo 78 no eran norteamericanas.
Hernández. S., Transnacionales y dependencia en México (1940-1973),
UNAM, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, CELA. p. 5.
[vii] Ibíd., p. 4. 6
[viii] En el ámbito concreto de América Latina,
en 1971, 300 grandes empresas controlaban alrededor del 90% del total de la
inversión norteamericana en la región y dominaban del 50 al 75% de las
industrias más dinámicas, Hernández, S.. op. cit.
[ix] González Soriano, R., "El Estado
Mexicano y la Crisis Económica", Historia y sociedad, núm. 6. Por
otra parte este deterioro queda señalado por el hecho de que en 1970, en la
economía norteamericana, el producto decreció en 0.4%. (De la Peña, S.,
"La Crisis Económica en México", Historia y sociedad, núm. 6,
p. 35.)
[x] " Semo Calev, E., "Una
.,,"apreciación Global", Historia y sociedad, núm. 4, pp.
22-23.
[xi] Ibíd., p.
23.
[xii] De la Peña, S., "Estados
Unidos", Historia y sociedad, núm. 4, p. 30. El autor afirma que la
causa de la crisis de los EUA se debe a: bajos precios de los productos
agrícolas; generalización del trabajo improductivo; alta demanda de bienes
esenciales a bajos niveles de productividad; sostenimiento de la demanda
mediante el crecimiento del crédito y del sistema de seguridad social.
[xiii] Semo Calev, E., op. cit., pp.
23-25.
[xiv] De la Peña (op. cit., p. 30)
establece que, particularmente el proceso de acumulación de capital de los EUA,
empieza a sufrir los efectos de la competencia del Japón y de la CEE.
[xv] Pellicer, O., op. cit., p. 53.
[xvi] De la Peña, S., op. cit., p. 28.
[xvii] Hernández, S., op. cit., p. 1.
[xviii] Ibíd., p. 7.
[xix] Estas flexibilidades se diferencian de
acuerdo al grado de asociación de sus capitales: i) con otras empresas
multinacionales; ii) con empresarios nacionales; iii) con los
gobiernos nacionales
[xx] Hernández, S., op. cit., p. 14.
[xxi] Bartra, R., "Campesinado y Poder
Político en México", Caciquismo y poder político en el México rural, Siglo
XXI, 1975, p. 14.
[xxii] Hernández, S., op. cit., 10.
[xxiii] Leal, I. F.; El Estado mexicano-, 1915-1973,
UNAM, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, CELA, p. 25.
[xxiv] Labastida, J., "'Los Grupos
Dominantes Frente a las Alternativas de Cambio", El perfil de México en
1890, México, Siglo XXI, 1972, pp. 130-131.
[xxv] Pellicer, O., op. cit.-, P. 57.
[xxvi] González, S. R., "Auge y Crisis del
Capitalismo en México", Historia y sociedad, México, núm. 3, otoño
1974, p. 39.
[xxvii] Guerrero, F, "La Colectivización
Capitalista del Campo y Otros Límites del Reformismo", Cuadernos
Políticos, México, Ed. ERA, núm. 3, p. 75.
[xxviii] Labastida, J., op. cit., pp.
101-103.
[xxix] Cinta, R., "Burguesía Nacional y
Desarrollo", El perfil de México en 1980-, México, Siglo XXI, 1972,
p. 193.
[xxx] Durand Ponte, V., "México:
Dependencia o Independencia en 1980", El per- fil de México en 1980,
México, Siglo XXI, 1972, pp. 235-237.
[xxxi] González Soriano, op. cit., p.
38-45.
[xxxii] Pellicer,
op. cit., p. 55 y Leal, op. cit., p. 25. 31. Leal, op. cit., p.
24:.
[xxxiii] Leal op. Cit. p. 24.
[xxxiv] Labastida, J ., "Nacionalismo
Reformista en México", Cuadernos Políticos, núm. 3, p. 35.
[xxxv] Pellicer,
O., op. cit., pp. 53-55.
[xxxvi] Hernández, ., op.
cit., p. 39
[xxxvii] Labastida, J ., op.
cit., p. 35.
[xxxviii] Durand Ponte,
V., op. cit., p. 244. El autor afirma que, de 1939 a 1970, por cada peso
invertido en el país sale un peso y sesenta centavos.
[xxxix] Ibíd., p. 225.
[xl] Flores Olea, V.,
"Poder, Legitimidad y Política en México", El perfil de México en 1980,
México, Siglo XXI, 1972, p. 477.
[xli] Ibíd., pp. 470-474.
[xlii] Labastida, J ., op.
cit., p. 120.
[xliii] Ianni, 0.,
"Populismo y Relaciones de Clase", Populismo }1 contradicciones
de clase en América Latina, México, Serie Popu1ar ERA, 1975, p. 134.
[xliv] Labastida, J., op.
cit., p. 121.
[xlv] Pellicer, 0., op. cit.-, pp. 54-55. Incluso una
proporción creciente de la nueva deuda pública se destina al pago de intereses
y amortización de la deuda pública ya existente.
[xlvi] Pellicer, O., op. cit., p. 56 y
Acevedo, M., op. cit.
[xlvii] Pellicer, 0., op. cit., p. 53.
[xlviii] Ibíd.
[xlix] Ibíd. Esta incapacidad se debe, fundamentalmente, a:
proteccionismo acentuado del Estado; inexistencia de organismos oficiales
especializados en asesoramiento para la exportación; inexistencia de técnicas
de embarque.
[l] Cinta, R., op. cit., pp. 174-175.
[li] Bartra, R., op. cit., pp. 10-11.
[lii] Acevedo, M., op. cit.
[liii] Labastida, J., op. cit., p. 125.
Incluso se da un incumplimiento generalizado al salario mínimo, destinado a
proteger al trabajador de su total pauperización, con lo que el sector
privilegiado no capta una parte sustancial de los exiguos excedentes de la
clase dominada (Ianni, op. cit., p. 78) .
[liv] Rangel Contla, C., "La Clase Media
en 1980", El perfil de México en 1980, México, Siglo XXI, p. 89.
[lv] Guerrero, F ., op. cit., p. 78.
[lvi] Muñoz, H" "Migración y
marginalidad Ocupacional en la Ciudad de México"} El perfil de México
en 1980, México, Siglo XXI, 1972, p. 347.
[lvii] Guerrero, F o, op. cit., p. 73
[lviii] Labastida, J., op. cit., p. 132.
[lix] Guerrero, F o, op. cit., p. 73.
[lx] Martínez Ríos, J., "Los Campesinos
Mexicanos: Perspectivas en el Proceso de su Marginalización", El perfil
de México en 1980, Siglo XXI, p. 16.
[lxi] Pellicer, O., op. cit., p. 55.
[lxii] González Soriano, R., op. cit., p.
50.
[lxiii] Flores Olea, V ., op. cit., pp.
486-499.
[lxiv] Guerrero, F ., op. cit., p. 77.
[lxv] Rangel Contla, O., op. cit., p.
90. El autor señala que un síntoma de la pérdida de importancia de la pequeña
burguesía estriba en el hecho de que ésta representaba, en 1960, la tercera
parte del sistema general de clases, en comparación con la mitad en 1950.
[lxvi] Muñoz, H., ( op. cit., pp.
326-328) define estos puestos como de baja productividad y carentes de
formalización jurídico-legal para la regulación de las relaciones laborales. En
las ciudades están constituidos por: vendedores ambulantes; trabajadores no
calificados de servicios y comercio; agricultores, ganaderos y trabajadores del
campo inmediatamente adyacente a las urbes.
[lxvii] González Soriano, op. cit., p. 39.
[lxviii] Guerrero, F., op. cit., p. 71.
[lxix] Martínez Ríos, J., op. cit., p.
22.
[lxx] Labastida, J., op. cit., p. 113.
[lxxi] Guerrero, F ., op. cit., p. 75.
[lxxii] Ibíd.. p. 71.
[lxxiii] Martínez Ríos, J., op. cit., p.
71.
[lxxiv] Ibíd.
[lxxv] Labastida, J., op. cit., pp.
121-123.
[lxxvi] Guerrero, F., op. cit., p. 75 y
Contreras, E., "Migración Interna y Oportunidades de Empleo en la Ciudad
de México", El perfil de México en 1980, Siglo XXI, 1972, p. 377.
[lxxvii] Basurto, J., "Obstáculos al Cambio
en el Movimiento Obrero", El perfil de México en 1980, México,
Siglo XXI, 1972, pp. 63-64.
[lxxviii] Guerrero, F., op. cit., p. 75.
[lxxix] Leal,
J. F., op. cit., p. 24.
[lxxx] Ianni, O., op. cit., pp. 110-112,
y Contreras, E., op. cit., p. 372.
[lxxxi] Contreras, E., op. cit., p. 377.
Por otro lado, Muñoz ( op. cit., pp. 344-345 ) encuentra que la mano de
obra femenina en la ciudad de México, en condiciones marginales, representa
casi el doble de la masculina en términos relativos.
[lxxxii] Contreras, E., op. cit., pp.
379-380.
[lxxxiii] Leal,
J., op. cit., p. 25.
[lxxxiv] Ibid.
[lxxxv] Cinta, R., op.
cit.-, pp. 183-192.
[lxxxvi] Guerrero, F., op.
cit., p. 73.
[lxxxvii] Labastida, op.
cit., p. 113.
[lxxxviii] Labastida, J.,
pp. 113-123. La transferencia de valores del sector no capitalista hacia el
sector capitalista es producto del hecho de que el primero tiene costos mayores
por la bajísima composición orgánica del capital. El valor de la renta de la
tierra, el beneficio y parte del salario, va a dar al resto de la economía:
burguesía agraria, comerciantes, industriales (Bartra, op. cit., p. 16)
.En ocasiones la transferencia es abiertamente obligada, como en el caso de la
compra de cosechas "en pie", que constituye una forma de control de
los compradores en la agricultura -inclusive de la capitalista-, que surge por
la falta de capitales y crédito para sufragar los gastos de cosecha y mercado (
Pare, op. cit., pp. 87-88) .El capital comercial agrícola, en general,
está interesado en mantener el modo de producción precapitalista con objeto de
perpetuar el intercambio desigual (Pare, op. cit., p. 89) ; algunas veces,
sin embargo, posibilita un desarrollo capitalista -a medias- de la agricultura
(Pare, op. cit.-, p. 91) .
[lxxxix] Bartra, R., op.
cit., pp. 22-23.
[xc] Algunos
autores, como Pare, op. cit., p. 83, hablan de la existencia de cuatro
estratos fundamentales de agricultores: campesinos pobres; campesinos medios;
campesinos acomodados; empresarios capitalistas,
[xci] González
Soriano, R., op. cit., p. 43.
[xcii] Bartra, R., op.
cit., pp. 18 y 19.
[xciii] Pare, L.-, op. cit.-, p. 91. ("El Capital Comercial
en la Agricultura Mexicana", Historia y sociedad, núms. 4,
invierno, 1974.)