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La Descampesinización: Meta Estatal en el Agro

 

Autor: Dr. Xavier Gamboa Villafranca.([i])

Publicado en la Revista del Centro de Estudios Políticos, de la Facultada de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, abril-junio  de 1977.  vol. III, No. 10, México D. F.

 

Portada.

 

1.La actual posición estatal respecto al campo: apertura total al desarrollo capitalista.

2. Medidas estatales para posibilitar el desarrollo capitalista en el campo

a) La política económica del Estado mexicano en el campo

b)Medidas estatales para adecuar la superestructura a su nueva política económica y para mantener bajo control sus consecuencias

Conclusión

 

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1. La actual posición estatal respecto al campo: apertura total al desarrollo capitalista.

 

Todavía de 1971 a 1976 la posición estatal respecto al campo era ambivalente. Por un lado, se apoyaba el desarrollo capitalista. Esto es claro si se considera la forma en que se llevó a cabo el otorgamiento, de crédito, infraestructura, tecnología, formas de organización y satisfacción de otros requerimientos económicos. Por otra parte, debido a la necesidad de satisfacer los requerimientos políticos e ideológicos del sistema en su globalidad, se permitía la existencia -y aun el desarrollo- del sector ejidal y del minifundista privado.([ii]) El Estado estaba así posibilitado para asumir, en ciertos periodos, posiciones de apoyo hacia la "descampesinización" del sector rural. En otros periodos, en cambio, se inclinaba básicamente hacia la "campesinización" del mismo.([iii])

 

En el actual régimen la existencia de la mencionada ambivalencia ya no es tan clara. Los requerimientos de la reproducción del capital, no sólo en el sector agropecuario, sino en la formación social mexicana en su conjunto, no' permiten más el juego estatal de las dos cartas en el campo. El Estado muestra una clara tendencia hacia un progresivo y definitivo divorcio con respecto a las prácticas populistas en el campo. Ello significa que se inclinará, cada vez con mayor fuerza, hacia su "descampesinización" y desarrollo. típicamente capitalista.([iv])

 

Las necesidades de la reproducción del capital, consideradas al nivel de la sociedad nacional, adquieren una forma política en el momento en que se traducen en presiones ejercidas por las diversas fracciones de empresarios rurales, industriales y comerciantes. Agudizadas en las postrimerías del régimen Echeverrista, estas presiones políticas han demostrado ser eficaces para sus autores. Su eficiencia se desprende, entre otros, del hecho de que estos sectores cuentan ahora con auténticas organizaciones de lucha, cuyas acciones estratégicas y tácticas provienen de una dirección claramente consciente de su interés de clase.([v]) Ello los hace capaces de aprovechar la coyuntura económica vigente para imprimir el ritmo y direccionalidad de la marcha, para obtener concesiones del aparato burocrático del Estado([vi]) y para disolver relativamente las-contradicciones secundarias existentes entre los diversos grupos que las constituyen. Debido a esta amplitud de la capacidad de negociación política efectiva, aun las fracciones que en el pasado fueron reacias a apoyar al gobierno, han manifestado públicamente su adhesión a la actual política gubernamental.([vii]) Aceptan la posición de la burocracia, precisamente porque ésta refleja -en buena parte fielmente- su propia perspectiva política; es el producto mismo de su acción, dirigida a imprimir ,el sentido y magnitud de la acción estatal en todas las esferas de la vida social del país.([viii]) Dentro de este marco, el agro dista mucho de ser un sector que constituya la excepción.

 

¿ Por qué son eficaces las presiones del capital, en lo que respecta al sector rural? Para responder a esta interrogante es necesario, en primer lugar, analizar la situación coyuntural del modo de producción capitalista al nivel del país, para posteriormente percibir su referencia específica en lo que respecta a las actividades agropecuarias.

 

El desarrollo del capitalismo actual en México se caracteriza por una marcada disminución de su vitalidad, iniciada desde 1974,([ix]) que han conducido a la obtención del más, bajo ritmo de crecimiento -en los últimos 23 años- durante 1976.([x]) Aunada a la esperada caída del ritmo de crecimiento del producto nacional bruto (éste fue de 2 por ciento en 1976; se ha calculado 1.35 por ciento para 1977),([xi]) lo que parece ser una fuerte inflación([xii]) -calculada entre 20 y 70 por ciento- coloca a la economía del país en serios aprietos.([xiii]) Estos parecen configurar un cuadro típico de lo que algunos economistas([xiv]) han bautizado, como "estanflación" : estanca- miento con inflación. Es decir, el panorama para 1977 es, más o menos, el siguiente: lenta recuperación del ahorro interno; déficit de 22 042 millones de pesos en el sector público; moderado retorno de capitales que se fugaron ; cierre de empresas por altos costos, bajos precios de venta y falta de mercado.([xv])

 

En las circunstancias mencionadas., los altos estratos del aparato burocrático llevan a cabo desesperados intentos por salir de la crisis,([xvi]) aun cuando ello implique cierta pérdida de autonomía relativa([xvii]) con relación a la burguesía en su conjunto y conduzca a la reducción de las alternativas democráticas de solución, ya que la inversión pública toma el papel definitivo de compensadora de la inversión privada.([xviii])

 

Producto, pues, de la negociación entre aparato burocrático y de la lucha entre éste y las fracciones más importantes de la burguesía, el Estado mexicano presenta, como alternativa para salir del "bache económico:', un modelo desprendido directamente del “Plan Básico de Gobierno 1976-1982"

 

y una estrategia estrictamente apegada a las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional: el "Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social". La concordancia con los lineamientos del FMI es justamente lo que hace posible que el aparato burocrático obtenga los fondos necesarios para implantar su modelo de desarrollo.([xix])

 

Concretamente, como medida para contener la inflación, la política económica va a dirigirse([xx]) hacia: el fortalecimiento de la estructura económica fundamental; la obtención de una tasa moderada de crecimiento, mientras se logra el ajuste económico y político; el logro de un mayor ahorro in- terno, y la disminución del déficit del sector público y de la deuda externa. El mecanismo operativo fundamental, en el que se conjugan todas estas medidas, lo constituye la Alianza. para la Producción.([xxi]) Puesto en palabras del presidente de la República([xxii])

 

La Alianza para la Producción es una medida estructural. Una economía es un sistema de producción y distribución-, con ciclos económicos, uno de los cuales en su forma más virulenta es la inflación. Esta inflación, como enfermedad de la economía, si queremos resolverla, podemos actuar de dios maneras: o actuando sobre l{l) demanda, deprimiéndola-, o actuando sobre la oferta-, para mejorarla. La mayor parte de las decisiones monetarias son deprimiendo la demanda. Ya un país de carencias tan severas como el nuestro, reprimir la demanda. ..entraña graves riesgos de justicia y hay peligro de inconformidad social. Entonces tenemos que actuar no reprimiendo la demanda, tenemos que actuar fundamentalmente sobre la producción. Realizamos un esquema de aliarnos todos para incrementar la producción. En esto hay medidas coyunturales. Una: hemos convencido' al movimiento obrero organizado de que modere transitoriamente' durante una etapa de un año-, que es el que está corriendo, sus demandas saláriales con el propósito de cortarle una punta al proceso. ..Recibieron durante Echeverría alza,5" sustanciales que nos permiten pensar que hay todavía un factor de equilibrio que está en deterioro si no contenemos la inflación. y entonces la clase obrera, con toda justicia, podrá elevar nuevamente sus demandas saláriales. ..La inflación la combatimos, y a quienes más golpea es a las clases populares, pero no nada más a los asalariados ...Tenemos que cuidar muchas cosas. ..Producción y creación de empleos son las soluciones que tengo que implantar muy rápidamente .,. .( La distribución de las cargas fiscales) la estoy estudiando, pero eso no lo puedo hacer hasta septiembre, en que entra el Congreso. ..Voy por pasos, no se puede hacer todo al mismo tiempo, no quiero congestionarme...

 

Del texto presidencial se desprende que, en una dimensión estrictamente económica, la "Alianza para la producción" representa, en esencia, la intención de movilizar los recursos del sector público y privado para aumentar los niveles de productividad y empleo.([xxiii]) Se dan toda clase de estímulos gubernamentales a la producción([xxiv]) liberalización de créditos; subsidio hasta de 40 por ciento del impuesto general de importación de maquinaria a empresas productoras de bienes de consumo básico;([xxv]) rehabilitación de los CEDIS para impulsar las exportaciones, y celebración de toda clase de convenios con empresarios de diferentes ramas de la economía.

 

La "Alianza" establece que la mejor forma de combatir la inflación es a través de incrementos sucesivos en la productividad de todos los sectores.([xxvi]) Esto significa, desde el punto de vista estatal, que el contenido es- pecífico de la búsqueda de aumentos en la productividad se verá normada por un doble condicionan te. A nivel general, la finalidad de tener mayor productividad deberá concordar con los grandes' objetivos contemplados en la " Alianza para la Producción". A nivel concreto, la manera de llegar a la meta de incrementar la productividad deberá adaptarse a las condiciones presentadas por el sector específico de la economía cuya productividad se pretenda elevar.

 

Sin embargo no hay que pensar que la "Alianza para la Producción" tiene, para el Estado, sólo una connotación económica. Por el contrario, del texto del titular del Ejecutivo se desprende que la " Alianza" tiene implicaciones político-ideológicas. Sus palabras dan a entender que la problemática política a que se enfrenta el Estado mexicano, en los momentos actuales, tiene sus raíces en el proceso inflacionario a que se ve sometida la economía nacional. Ello hace posible afirmar que las diversas medidas tomadas por el aparato burocrático para detener o aminorar la inflación, repercuten de inmediato en el plano propiamente político. Es esto lo que conduce a la explicitación de la opinión, frecuente en algunos círculos del aparato burocrático, en cuanto a que entre las finalidades de la " Alianza" se incluye el promover la justicia laboral y el fortalecer las instituciones.([xxvii])

 

¿Cómo incide sobre el desarrollo del campo mexicano el objetivo estatal de aumentar la productividad y generar empleos? El agro representa uno de los puntos más sensibles del sistema político-económico mexicano.([xxviii]) Por esta razón reviste especial importancia conocer la concepción estatal respecto al camino a seguir para alcanzar mayor productividad en el campo.

 

La perspectiva del Estado mexicano para incrementar la productividad en el medio rural parece partir de un hecho: la producción agrícola y ganadera está en crisis.([xxix]) Uno de los indicadores más tangibles de ello consiste en que la autosuficiencia agrícola se ha perdido desde hace siete años. Incluso la producción ha bajado en forma considerable desde 1972([xxx]) en ese año la producción agrícola decreció en 2.5 por ciento; durante 1973, 1974 y 1975 el crecimiento no superó la tasa de crecimiento demográfico; en 1976 la producción agrícola bajó 5 por ciento. Puesto que la población ha seguido creciendo a ritmos muy cercanos a la tasa histórica de 3.6 por ciento anual, la reducción de la producción ha repercutido en que la disponibilidad de productos agrícolas per capita es notablemente menor .

 

También es ilustrativo de la crisis agropecuaria, el hecho de que de 1970 a 1975 la superficie cosechada decreció en un 2 por ciento,([xxxi]) y el que aproximadamente un 40 por ciento de los 5.4 millones de personas que constituían en 1975 la fuerza de trabajo rural, deben considerarse des- empleados.([xxxii])

 

En síntesis, los obstáculos existentes en la agricultura se manifiestan en el hecho real de que el aparato productivo no satisface las necesidades de alimentos, materias primas para la industria y excedentes para la exportación.([xxxiii]) Si el Estado no toma medidas para remediar la crisis agropecuaria, ésta puede traducirse en serios problemas políticos.

 

Puede constituirse en un factor más -de alto peso específico- de la constante alza en los precios reales de productos alimenticios.([xxxiv]) En efecto, aun desde el punto de vista de las estadísticas oficiales, no es despreciable el incremento de los precios al consumidor a nivel nacional, especialmente durante los últimos meses de 1976 y primeros de 1977([xxxv]) en septiembre de 1976, 3.4 por ciento; octubre de 1976, 5.6 por ciento; noviembre de 1976, 4..5 por ciento; diciembre de 1976, 2.5 por ciento; enero de 1977, 3.2 por ciento; febrero de 1977, 2.2 por ciento.

 

Esto es especialmente cierto en el caso de productos alimenticios industrializados básicos. Los resultados de un estudio realizado por el Comité Nacional Mixto de Protección al Consumidor registran -entre septiembre de 1976 y marzo de 1977, en diferentes mercados del país- aumentos entre 10 y 96 por ciento para 101 de estos productos.([xxxvi]) Alza de precio en productos alimenticios: ello significa el deterioro de las condiciones materiales de vida de los trabajadores y de los sectores medios de la población. Si la situación es grave en las ciudades del país, en el campo lo es más. Cada día los precios de productos de primera necesidad suben. Ello ha llevado, incluso, a algunos líderes a señalar la necesidad de igualar los salarios rurales y urbanos.([xxxvii])

 

El Estado parece no poder ( o no querer) utilizar medidas coercitivas, generalizadas([xxxviii]) y eficientes, para frenar el alza de los precios. Por el contrario, constantemente reitera que eso sólo podrá lograrse a través de in- crementos en la producción.([xxxix]) Recurre a esperar a que se manifieste la capacidad de la burguesía para invertir y generar utilidades en los niveles requeridos, a la par que -de hecho- pide paciencia, cordura y resignación a los sectores explotados de la población ante el alza de precios. En términos generales, parece ser que tal posición parece funcionarle al Estado.

 

Hasta ahora los sectores explotados de la población, como tales, 110 han manifestado realmente su inconformidad ante el incremento de precios. Los niveles más altos de la batalla por abatir los precios de productos de primera necesidad han ocurrido hasta la fecha principalmente en las urbes. y lo paradójico es que está siendo conducida, por lo regular, por la propia maquinaria corporativa del Estado,([xl]) a través de la utilización de mecanismos institucionales.([xli]) Sin embargo los jerarcas estatales([xlii]) tienen la convicción de que el deterioro progresivo del salario, en particular con referencia a productos alimenticios,([xliii]) podría traducirse -llevada la situación a límites extremos- en brotes de violencia rural y urbana. Lo cierto es que aún cuando se admita que a la fecha la violencia en el país está físicamente reducida([xliv]) a algunas localidades y regiones,([xlv]) y en general militarmente controlada,([xlvi]) ésta no se encuentra totalmente ausente de posibilidades de extensión no controlada. Esto es lo que ha llevado a algunos sectores tecnocráticos del Estado, desde el régimen pasado, a mantener viva una imagen de "violencia latente", haciendo reiterados llamados en el sentido de que el "sector privado" debe cobrar conciencia de la posibilidad de violencia generalizada y colaborar con el gobierno para evitarla.([xlvii])

 

Por otra parte, el permitir que prosiga la crisis agrícola, podría representar el aumento del déficit de materias primas industriales. Ello repercute en el surgimiento de serios obstáculos para el crecimiento de algunas de las ramas de la industria, ya que la consecuente elevación de los precios de las ramas de la industria, ya que la consecuente elevación de los precios de las materias primas va automáticamente acompañada de una baja en la proporción de la capacidad instalada que efectivamente se utiliza.([xlviii])

 

También la persistencia de la crisis agrícola podría convertirse en una traba al crecimiento de las regiones geográficas y áreas económicas más "desarrolladas" del propio sector agropecuario. En efecto, la contracción de la demanda de ciertos productos de las regiones más desarrolladas, efecto del desplazamiento de la demanda hacia bienes no producidos en ellas, puede traer como consecuencia un desplome de precios que dificulte seria- mente la posibilidad de mantener su ritmo histórico, de crecimiento.([xlix]) Por otro lado, el aumento de los costos de insumos utilizados en el proceso de producción, en un contexto, de exceso de oferta de productos, ocasiona que aun las áreas agrícolas y ganaderas más capitalizadas sufran quebrantos.([l])

 

En fin, si continúa la crisis agrícola, podría sobrevenir una contracción del mercado interno; ésta sería mucho mayor que la actualmente observada. Ello debido a que la crisis agrícola se constituiría, también, en factor de agudización del desempleo rural y urbano. Existen multitud de ejemplos en los cuales ello es fácilmente perceptible; sin embargo el impacto que la crisis agropecuaria tiene en el desempleo rural es particularmente claro en el caso del henequén. En primer lugar, porque la crisis es nítida en esta rama:

 

a) El henequén de Yucatán producía, antes, 98 por ciento del total mundial, en tanto que ahora sólo produce 12.5 por ciento;([li])

b) En 1976 el déficit producido por el henequén fue de 350 millones de pesos; en 1977 será de 400 millones ;

c) La elaboración de un kilogramo de henequén cuesta 18 pesos, en tanto que su precio de venta es de 6.30 pesos/kg;

d) Los programas oficiales de auxilio no han dado los resultados esperados.([lii])

 

En segundo lugar, porque más del 50 por ciento de la población total del estado de Yucatán, principal productor de la fibra, tiene sus fuentes de empleo directa o indirectamente vinculadas a la producción de henequén. Si prosigue la crisis de esta rama, no podrá ser subsidiada durante mucho tiempo más; la actividad prácticamente desaparecerá y buena parte de las 400000 personas que sobreviven gracias 2 ella, incrementará las filas del desempleo([liii]) rural y urbano de la región. En estas condiciones, incluso la "contratación eventual" de trabajadores, como medio de disfraz del des- empleo, perderá sus posibilidades de vigencia efectiva.([liv])

 

En este complejo panorama, el Estado no tiene otra alternativa que la de incrementar la productividad agrícola y ganadera a toda costa. Y hay indicios de que, cediendo a las presiones de la clase capitalista, lo va a hacer precisamente a costa de la reducción política y económica del sector ejidal y minifundista privado del campo. Intentará generalizar al máximo las relaciones saláriales, con simultaneidad a la organización de la producción capitalista, incluso perdiendo altas dosis de autonomía relativa. En este sentido parecería que las presiones de la izquierda, sea de partidos (bus- cando básicamente la nacionalización de la tierra) , de grupos tecnocráticos (buscando que el Estado brinde apoyo prioritario a las formas campesinas de producción),([lv]) o de fracciones del propio aparato burocrático,([lvi]) no han sido lo suficientemente poderosas como para dar un giro a la situación.

 

Altos funcionarios gubernamentales han dado a conocer recientemente([lvii]) la constitución de un "Plan Nacional Agrícola". Entre los objetivos que éste perseguirá, se encuentra el de llegar a los niveles de generación de empleos en el campo, requeridos para contener la migración hacia las ciudades.([lviii]) Éste es el sentir manifestado por el propio presidente de la República, quien ha agregado elementos([lix]) que permiten pensar que los empleos que se pretenden crear en el agro son, precisamente, empleos de asalariados;([lx]) Así estas declaraciones, aunadas a otras provenientes de burócratas de menor jerarquía,([lxi]) fundamentan la hipótesis de que los nuevos empleos que el Estado generará en el campo ya no serán del tipo tradicional: del ejidatario, minifundista privado, colono o comunero. La "política" estatal ya no tenderá a que el trabajador directo sea a la vez dueño o poseedor formal de tierra. Cada vez con mayor frecuencia, el productor directo estará desvinculado de la apropiación de la tierra, para convertirse progresiva- mente en asalariado.

 

Pero la generalización del otorgamiento de salario a la fuerza de trabajo rural, es sólo una de las partes del desarrollo capitalista abierto; segura- mente irá acompañada del fortalecimiento de la empresa capitalista en el campo, tanto por lo que se refiere a instrumentos como a organización de la producción. Por un lado, se procurará llegar a la máxima tecnificación de la producción, incluso recurriendo a formas importadas de mecanización.([lxii]) Por otro lado, cada vez será más frecuente que los ejidos agrícolas, madereros y zonas comunales, se conviertan en unidades colectivas de producción.([lxiii]) Estas unidades "colectivas" deberán ser autofinanciables; es decir, deberán convertirse en empresas, con las características de organización, dirección, obtención de ganancias y reinversión, típicas de toda empresa capitalista.([lxiv]) Además las empresas capitalistas ya existentes se verán fortalecidas ; hacia ella seguirán afluyendo -en mayor proporción que hasta ahora- la parte principal de recursos e infraestructura, así como los beneficios derivados de los mecanismos de formación de los precios agrícolas.

 

¿ Cuál es la respuesta de las clases, fracciones, sectores y grupos dominantes, ante esta posición estatal de apertura total del campo al desarrollo capitalista ?

 

En general, y al menos públicamente, el conjunto de la burguesía -aun- que talo cual fracción pueda no hacerlo- presta apoyo a la perspectiva del Estado. El beneplácito de las fracciones más fuertes con este aparente giro, buscado en la "política" agropecuaria, ha sido manifestado reiteradamente. Es sintomático el que incluso las fracciones- que demostraron abierto desacuerdo con el modelo de desarrollo, intentado durante el régimen pasado, coincidan con la posición del actual gobierno.([lxv]) El representante de uno de los principales organismos de lucha político-económica del capital transnacional en el país6;) ha asegurado que México regresa a la política de solidaridad gobierno-iniciativa privada, y que los empresarios tienen con- fianza para invertir en el sector agrícola.

 

Pero la burguesía, atendiendo a las posiciones manifestadas por diversos grupos, no está dispuesta, a invertir en el campo así como así: a invertir sólo por apoyar la política gubernamental. Su presencia y permanencia en este sector, como en cualquier otro, está condicionada por la certeza de obtener altas y seguras ganancias. Por esta razón, algunos grupos han sido muy cuidadosos en establecer las condiciones bajo las cuales invertirán.([lxvi]) Sólo lo harán si el panorama jurídico y político en el campo no representa obstáculos para el ejercicio de su actividad. Es decir, si el rumbo de la reforma agraria vuelve a ser el correcto: menos política y más producción.([lxvii])

 

La inclusión de esta posición de las clases dominantes en el conjunto de objetivos perseguidos por la "política" estatal respecto al campo, parece ser un hecho formalizado. Esta posición está presente !en las declaraciones hechas por el secretario de Patrimonio y Fomento Industrial, el 14 de abril, donde se afirma que el sector público y privado' coinciden en la necesidad de modificar la actual estrategia de desarrollo y volver los ojos al campo. Añade que será necesario eliminar las protecciones paternalistas nocivas, empleadas frecuentemente con el campesinado, logrando que el principal pivote de la economía sea el agro. Para lograrlo, agrega, será menester buscar mejores niveles de empleo y productividad, recurriendo al perfeccionamiento de las instituciones de apoyo técnico y financiero e impulsando  a la pequeña y mediana industria para utilizar el subempleo estacional y mejorar el uso de la tierra.

 

Esta perspectiva ha tenido una rápida acogida por la CNC, principal componente de la maquinaria corporativa estatal en el campo. Sus dirigentes han establecido que, ante la in.1posibilidad de establecer medidas socialistas en el agro, se deberá implantar ahí un verdadero capitalismo.([lxviii])

 

De esta manera la posición del Estado deja poco que dudar. A los ojos del Estado, sin inversión empresarial en el campo no se logran los objetivos de la " Alianza para la Producción". Sin la presencia del capital de la burguesía agraria, comercial, industrial y financiera en el campo, no hay incremento de la productividad ni generación de empleos. Por tanto; no se da la disminución del índice de posibilidades de surgimiento generalizado de movimientos de inconformidad social, ni el aumento en las tasas de utilidad de las inversiones. De ahí que sea imprescindible abrir el campo al desarrollo casi exclusivamente capitalista.

 

Pero, por esta misma situación, las diversas fracciones de la burguesía involucradas están en posibilidad de negociar eficazmente a favor de sus intereses; de condicionar su intervención. El capital afluirá al campo, siempre  cuando se "esclarezca" el panorama político y jurídico. Para el capital, la "claridad" sólo puede significar el abandono de las prácticas populistas estatales de "campesinización" del sector. En otras palabras, se traduce en : suprimir la tendencia, relativamente vigente con anterioridad,([lxix]) en cuanto a la afectación de tierras; abandonar la actitud relativamente contemplativa del gobierno en el caso de invasiones agrarias;([lxx]) regular la tenencia de la tierra; elevar precios de garantía; y proporcionar la maquinaria, crédito o infraestructura requeridas por las empresas en el campo. En síntesis, el abierto contubernio entre política económica del aparato burocrático, maquinaria corporativa, legislación, represión, corrupción y actividad empresarial privada, para explotar, en mucho mayor grado que hasta hoy, a la fuerza de trabajo rural y concentrar la producción agropecuaria y agro- industrial. Veamos esto con más detalle.

 

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Conclusión

Los signos, pues, parecen ser claros. De la posición formalmente sostenida por el Estado respecto al campo, se infiere que sus objetivos reales se sintetizan en el de abrir el campo al desarrollo exclusivamente basado en las leyes de funcionamiento del capital. A nivel de política económica, de instrumentos de dominación política y de mecanismos de manipulación ideológica, la intervención estatal en el campo parece dirigirse hacia la intensificación del abandono de las prácticas populistas. Pero ésta es sólo una de las caras de la moneda, queda pendiente la respuesta de las clases y sectores explotados del campo ante esta reorientación, y el impacto de ello en la efectiva implantación -en lo que concierne al agro- de las modificaciones coyunturales del modelo general de desarrollo. De especial relevancia es la respuesta política organizada, de dichos sectores, en momentos en que parece iniciarse una reforma política de envergadura.

México, 8 de mayo de 1977

 

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[i] Licenciado en sociología y maestro en Estudios Latinoamericanos, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México. Profesor adscrito al Centro de Estudios Políticos de la FCPS-UNAM.

[ii] Véase, para una discusión más amplia al respecto, a Roger Bartra, Estructura agraria y clases sociales, Edit. ERA, y Jorge Martínez Ríos, "Los Campesinos Mexicanos; Perspectivas en el Proceso de su Marginalización", El perfil de México en 1.980~ Siglo XXI.

[iii] Sin que ello signifique, de manera alguna, que al interior de cada uno de estos periodos no coexistieran acciones estatales dirigidas en uno y otro sentido. Lo que varía es el peso específico del conjunto de cada una de las dos grandes categorías de medidas en cuestión.

[iv] Esta tendencia hacia la apertura casi total al desarrollo capitalista no se da sola- mente con referencia al sector rural, sino que se da prácticamente en toda esfera en la que la presencia de las prácticas populistas es fuerte. Por ejemplo se da también en el sector de la pesca; el 18 de abril (Excélsior, 19 de abril) el Asesor Jurídico de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera declaraba que "el desarrollo pesquero debe fundarse en la libertada de todos los sectores, con el fin de participar en las diferentes actividades de la pesca, por lo que es necesario terminar las concesiones de pesca brindadas a las coopel1ativas". Es también claro en materia forestal; el subsecretario de Organización y Desarrollo de la SRA ha señalado recientemente (Excélsior , 30 de abril de 1977) que "la actual política gubernamental en materia forestal en crear empresas mixtas ( campesinos e iniciativa privada) , a fin de lograr el completo desarrollo del bosque".

 

[v] Por ejemplo, uno de los aspirantes a la Presidencia de la CONCANACO declaraba (Excélsior, 28 de febrero de 1977) que se pretendía dotar a esa organización "de auténticos dirigentes que promuevan y desarrollen la actividad comercial, critiquen los desaciertos de las autoridades y apoyen los programas de desarrollo de la comunidad".

[vi] A manera de ilustración, es interesante tomar en cuenta lo señalado por el presidente de la CANACO de Monterrey (Excélsior, 4 de marzo de 1977), en el sentido de que este organismo firmaría --el siguiente 28 de marzo- un convenio de inversión y creación de empleos con el gobierno federal, a cambio de que éste se comprometiera a solucionar los problemas fiscales, laborales y de infraestructura que afectan a la CANACO- Monterrey .

[vii] Por ejemplo, en ocasión de la firma del convenio del Grupo Monterrey con JLP , para La " Alianza para la Producción", el máximo dirigente del grupo reconocía que en algunos casos los empresarios han obrado con miopía frente a la actuación gubernamental (Excélsior, 29 de marzo de 1977). El acto de la firma del convenio fue calificado por la prensa nacional como "de la unión de las fuerzas progresistas del país con el gobierno, en busca de superar los problemas de disgregación social, originados por la carencia de los muchos con la opulencia de los pocos".

[viii] El presidente de la CONCAMIN ha puesto el dedo en la llaga: "la situación re- quiere de la solidaridad empresarial: tener fe realista; conocer el lenguaje de los políticos; pagar los impuestos; sacrificar ganancias; reinvertir para crear los empleos que se requieren para satisfacer la demanda; señalar errores; reconocer aciertos. .." ( Excélsior, 2 de marzo de 1977). Es precisamente el reconocimiento de los aciertos gubernamentales lo que parece normar la siguiente declaración de Agustín Legorreta (Excélsior, 20 de abril de 1977) : "Como uno de los logros más favorables alcanzados de 1971 a 1976. ..(se encuentra) que el gobierno estuvo en condiciones de imprimir a la economía el rumbo conveniente y de influir mediante suficiente gasto de inversión. ..El sector público no sólo ha recuperado la posición que antes detentaba, sino la ha agrandado, ya sea medida a través del aumento de la carga fiscal o bien de su participación en el ingreso nacional." El reconocimiento a los aciertos gubernamentales, en cuanto a que el aparato burocrático sigue los caminos señalados por las diferentes fracciones de la burguesía, salta fácilmente a la vista en el señalamiento hecho por el presidente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (Excélsior, 24 de abril de 1977) : "Si hay elementos, como recursos naturales, materias primas, mano de obra abundante y barata. ..(cualquier) inversionista del extranjero colaborará a nuestro desarrollo. ..( ya) que el capital no tiene nacionalidad. ..( Sin embargo, para ello) es indispensable -mucho se ha logrado ya- el asegurar la paz jurídica y política en el país.. antes de cualquier inversión

[ix] Declaraciones de la diputada Ifigenia de Navarrete, Excélsior, 3 de mayo de 1977.

[x] Resultados de un estudio de la CEP AL, publicado en Excélsior, 3 de mayo de

1977.

[xi] Cifras dadas a conocer por el director general del Grupo Editorial Expansión (Excélsior, 23 de abril de 1977) .

[xii] El presidente del Consejo Empresarial Mexicano para Asuntos Internacionales, en el Coloquio Europa-México.. incluso calificaba la inflación de "incontenible" (Excélsior , 20 de abril de 1977) : "no habrá fugas de capitales y el deterioro registrado en el poder adquisitivo de los consumidores no será compensado. A corto plazo, el gobierno se enfrenta a tres problemas: falta de ahorro interno, elevada inflación y desaceleració11 derivada de una crisis de liquidez. El gasto público de 1977 es nominalmente superior en 35 por ciento al de 1976, y realmente superior sólo en 5 por ciento; ello estimulará el ahorro y reducirá la inflación".

[xiii] Ello, no obstante que el Banco de México afirma que hay una disminución de la aceleración de la inflación, durante los primeros cuatro meses de 1977: 3.2 por ciento, en enero; 2.2 por ciento, en febrero; 1.7 por ciento, en marzo; 1.5 por cierto en abril ( Excélsior.. mayo 7 de 1977) .

[xiv] El presidente del Colegio de Economistas de México (Excélsior, 21 de abril de 1977).

[xv] Resoluciones de la Asamblea Nacional de la COPARMEX (Excélsior, 30 de abril de 1977)

[xvi] Es ilustrativo el señalamiento hecho por el subsecretario de Comercio Interior, de la Secretaría de Comercio: "El compromiso de la Alianza para la Producción es para ganar la batalla nacional contra el desempleo, .la recesión, la inflación, la miseria y la injusticia. No hay que esperar confianza para invertir, sino asumir el riesgo de generar confianza invirtiendo. Si perdemos la batalla contra la inflación, todos resultaríamos vencidos!' (Excélsior, 7 de mayo de 1977).

[xvii] Posibilidad que ha sido públicamente señalada por Horacio Flores de la Peña, durante el segundo Congreso Nacional de Economistas (Excélsior, 27 de abril): "Las políticas de empleo y producción no pueden tener éxito si descansan en estímulos a la inversión privada, porque ésta no se comporta como la economía lo requiere. .. Para que las políticas de empleo y producción capitalicen, es indispensable que el Estado actúe con bastante independencia de los grupos de presión; de lo contrario. .. termina subordinado a los hombres de empresas, que es lo más frecuente cuando no se observa esta objetividad".

[xviii] Punto en que existe concordancia con el recientemente celebrado en el Congreso Nacional de Economistas; en la "Relataría de Conclusiones" se dice: "De continuar el crecimiento económico a costa de la marginación social y el desempleo y de seguir la senda del capitalismo dependiente y colonizado y de acceder a presiones de minorías retardatarias, se agotarán las alternativas democráticas -aún abiertas- para superar la crisis. La inversión pública [por tanto] ya no debe ser compensadora, debe ser rectora de la economía del país" (Excélsior.. 29 de abril) .

[xix] En palabras del presidente del FMI, el mecanismo operativo es el siguiente (Excélsior, 26 de abril de 1977) : "Hasta ahora México ha utilizado 466 millones de dólares de los 963 millones que le autorizó el FMI, conforme a un programa Trienal. Conforme a este programa, el gobierno precedente giró, en los primeros días de noviembre de 1976, la cantidad de 366 millones de dólares; el actual gobierno ya utilizó 100 millones de dólares del primer semestre de 1977. Cada seis meses se autorizará el uso de los fondos restantes, dependiendo de que se efectúen los cambios que corrijan los desequilibrios del país. Ello permitirá llegar a una adecuada tasa real de crecimiento económico, reducir las presiones inflacionarias, la adopción de medidas fiscales que aumenten los recursos para el sector público mediante impuestos (ligado con un estricto control del gasto público) , reducir las necesidades de financiamiento externo para gastos corrientes del gobierno. Se ha establecido el compromiso, por parte del Gobierno mexicano, ante el FMI, de establecer un control de precios de productos de consumo esenciales, para evitar aumentos desmedidos, pero admitiendo que solamente podrá autorizarse el alza de precios si aumenta a su vez el alza de costos".

[xx] Resultados de un estudio de NAFINSA, que informa sobre la emisión de "petrobonos" (Excélsior, 19 de abril de 1977).

[xxi] Hay que cuidarse de la posibilidad de sobrestimar la capacidad real de la "Alianza", especialmente cuando algunas fracciones poderosas del capital muestran dudas al respecto: "La Alianza piara la Producción puede ser flor de un día, de un día sexenal, y convertirse en el retiro que encubre las pasiones por un tiempo, sólo para hacer aflorar torrencialmente más tarde. Existen los mismos problemas económicos, sociales y políticos de 1976. .., pero vamos por buen camino: hay liderazgo bien intencionado y respuestas solidarias de la abrumadora mayoría de los mexicanos" (Declaraciones del presidente de La Cámara de la Industria de Transformación de Nuevo León, Excélsior, 22 de abril) .

[xxii] Excélsior, 27 de abril de 1977.

[xxiii] En lo que se concuerda con el secretario de Hacienda, en sus declaraciones de Washington (Excélsior, 27 de abril de 1977) : se ha iniciado una movilización gradual de recursos del sector público y privado para reactivar la economía nacional, a fin de aumentar la producción y productividad y se genere más empleo.

[xxiv] Profundizando al respecto, el diputado Jesús Puente Leyva señala (Excélsior, 28 de abril de 1977) : "Lo que está en juego en el país es la decisión de quién va a manejar el 'excedente económico' ..., alternativa que divide sus posibilidades entre los sectores público y privado; en el marco de la política que la actual administración ha definido como Alianza para la Producción y que el sector privado ha concebido como 'restitución de la confianza'. El sector público está favoreciendo los estímulos a la producción, para lo cual ha liberado mayores volúmenes de crédito, ha rehabilitado los estímulos a la exportación de manufacturas por medio de los llamados 'CEDIS' y ha propiciado, en general, una serie de convenios en las ramas industriales junto con el sector privado. La única incógnita futura. ..es si el sector privado propicia volúmenes adicionales de inversión significativos. .."

[xxv] El 5 de mayo la prensa nacional publicó el anuncio, efectuado por la SAHCP , en el sentido de que se daría un subsidio hasta del 40 por ciento del impuesto general de importación de maquinaria y equipo a empresas productoras de bienes de consumo básico, con un capital contable no mayor de 30 millones de pesos, mayoritariamente mexicano y representado por acciones nominativas. Para determinar el monto del subsidio, se tomarán en cuenta: 1. Los efectos de la producción de la empresa en la balanza de pagos y sobre la sustitución de importaciones .; 2. Los efectos sobre el empleo ; 3. La incorporación de materiales nacionales en la elaboración de sus productos; 4. La contribución al mantenimiento de estructuras competitivas del mercado y al control del proceso inflacionario; 5. Condiciones financieras bajo las cuales sean contratadas las importaciones en cuestión; 6. La estructura de capital de la empresa y su situación financiera, así como la rama de actividad económica de que se trata y, en general, la medida en que coadyuva al logro de los fines de la Alianza para la Producción.

[xxvi] Este incremento en la productividad, en opinión del presidente de la República, deberá lograrse aun a costa de pagar altos precios político sociales. En efecto, el 27 de febrero de 1977, al inaugurar el IV Congreso General Extraordinario de la Confederación Obrera Revolucionaria, establecía: "La única forma de combatir la carestía es con una mayor producción y con una mayor productividad; es grave que una sociedad que necesita producir con productividad no lo haga por temor o por la ira que produce la lucha contra la injusticia."

Respecto a la productividad como medio para frenar la inflación, es ilustrativa la posición del presidcl1te de la CANACINTRA (Excélsior, 2 de marzo de 1977) : "Es necesario, para evitar la inflación, canalizar la inversión hacia la producción. En el caso de la agricultura, hay presión para que aumenten los precios. Si esto se da con simultaneidad a una mayor productividad, el problema no es grave; si se da el aumento de precios, por el contrario, sin un correlativo aumento de la producción, ello significará el incremento de la inflación."

[xxvii] El secretario del Trabajo, el 21 de marzo ( Excélsior ) , indicaba que la Alianza para la Producción está normada por 5 objetivos: promover oportunidades de empleo ; elevar la productividad; mejorar los niveles de bienestar de los trabajadores; promover la justicia laboral y fortalecer las instituciones.

[xxviii] Esta opinión es unánimemente sostenida por los altos funcionarios del aparato burocrático de Estado. Por ejemplo, véase la posición del subsecretario de Asuntos Agrarios, de la Secretaría de la Reforma Agraria, aparecida en Excélsior el 17 de abril.

[xxix] En ello concuerdan las fracciones más importantes de la burguesía. El director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado declaraba a la prensa hace poco (Excélsior, 5 de mayo de 1977) que "La crisis que afecta a la industria azucarera se presenta en mayor o menor grado en todos los sectores del campo, como resultado de una política sofocante de precios y de un desorden económico que se padece desde hace años."

[xxx] Declaraciones del subsecretario de Asuntos Agrarios, de la SRA (Excélsior, 16 de abril de 1977).

[xxxi] Cifras dadas por Pedro Gollas Arciniegas, en Excélsior (28 de abril de 1977).

[xxxii] Cifras de Raúl Olmedo, citando a Horacio Flores de la Peña, en Excélsior, 4 de mayo de 1977.

[xxxiii] Tal y como ha sido manifestado recientemente (Excélsior, 16 de abril) por e] director del órgano informativo de la CNC.

[xxxiv] Declaraciones del presidente de CANACINTRA, aparecidas en Excélsior el 2 de marzo.

[xxxv] Según información del Banco de México ( Excélsior, 1 de abril de 1977) .

[xxxvi] Las alzas son (Excélsior, 13 de abril de 1977) : Los chiles jalapeños tuvieron un incremento del 60 por ciento; los alimentos Gerber, 40 por ciento; jabón de baño, 44 por ciento; detergentes, 40 por ciento; chiles serranos Del Monte, 90 por ciento ; consomés de pollo, 96 por ciento. Bajaron de precio: arroz en bolsa de un kilo, 2.5 por ciento; hojas de afeitar, 10.4 por ciento; margarina, 1.5 por ciento. Además las escasas reducciones son en los grandes supermercados (adonde acude sólo el 40 por ciento de la población) y no se ha logrado nada en los estanquillos y tianguis (a donde acude el 60 por ciento de la población total) .

[xxxvii] Secretario general del Sindicato de Trabajadores Asalariados del Campo, Perfecto Arredondo (Excélsior, 3 de abril).

[xxxviii] En este sentido más bien serían excepcionales los casos como el del estado de México, en donde se ha aprobado recientemente (Excélsior, 7 de mayo de 1977) la intervención gubernamental en los libros contables como medida para evitar la especulación.

[xxxix] Director general de Precios, de la Secretaría de Comercio (Excélsior.. 21 de abril de 1977) : "Ni el control de precios, por más eficiente que sea, ni las medidas coercitivas frenarán la inflación, SI no se mejora simultáneamente la producción."

[xl] A guisa de ejemplo (Excélsior J 26 de abril de 1977) se presentó una demanda ante la Procuraduría del Consumidor, contra el despliegue publicitario realizado por los grandes almacenes en el Distrito Federal, destinado a convencer del abatimiento de los precios de artículos de consumo. La demanda fue suscrita por el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria del Cemento; el secretario general de la Industria Azucarera; de los Músicos del Distrito Federal; de la Costura, Corte y Confección del Distrito Federal, y por la Subcomisión Femenil del Congreso del trabajo.

[xli] Lo cierto es que estas luchas del "movimiento obrero organizado" se han dado en un contexto más amplio; en un marco en que éstas entran como factores de presión utilizados por el aparato burocrático del Estado. Constituyen factores destinados a obligar a ciertas fracciones reticentes de la burguesía a cumplir con lo pactado en la "Alianza".

[xlii] El líder del Sindicato de Telefonistas ha declarado recientemente (Excélsior, 4 de mayo de 1977) : "El problema actual no es de tregua o no. Simplemente los trabajadores no pueden soportar mucho tiempo esta situación, y si no cambia pronto, no será posible que los líderes traten de contener sus demandas."

[xliii] Es necesario tener claro que este deterioro en las condiciones de vida de los trabajadores abarca muchos otros aspectos, entre ellos el de la vivienda. En este marco, son importantes las cifras dadas por el diputado Jesús Puente Leyva (Excélsior, 3 de mayo de 1977), en el sentido de que dentro de 5 años habrá un déficit de 7 millones de viviendas, porque los programas de los organismos oficiales no tienen la cobertura que requiere La solución del problema habitacional.

[xliv] Aunque el diputado Francisco Ortiz Mendoza, por ejemplo, opina (Excélsior , 3 de marzo de 1977) que "Oaxaca no es el único problema; existen otras entidades con conflictos potencialmente similares. Estamos en la antesala de los motines en diversos lugares."

[xlv] Ramón G. Bonfil, colaborador de la Vieja Guardia Agrarista, afirma (Excélsior, 3 de marzo de 1977) : "A nivel nacional el campo está pacífico, pero hay regiones donde la situación económica de los campesinos es muy precaria, y ahí puede haber desesperación".

[xlvi] El secretario de la Defensa Nacional advierte (Excélsior, 4 de marzo de 1977) : "En caso de que la escala de violencia se propague, el ejército y la marina intervendrían para mantener el orden y la integridad territorial. La crisis actual -refiriéndose al caso de Oaxaca- es sólo local, estamos lejos de tener una inquietud o violencia nacional. Sin embargo es necesario reestructurar el Servicio Militar Nacional, a fin de contar con una reserva humana eficaz, en caso de que la nación lo exigiera."

[xlvii] Dice el vicepresidente del Colegio de Economistas (Excélsior, 3 de marzo) : "En la misma medida en que el pueblo padezca hambre, se acentuará la violencia, y en esto el sector privado debe cobrar conciencia y colaborar con el gobierno federal para evitar que la ola de violencia siga extendiéndose" -refiriéndose a los acontecimientos del estado de Oaxaca, que llevaron a la renuncia del gobernador Zárate Aquino.

[xlviii] Éste es el caso, por ejemplo, de la industria textil. El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (en declaraciones publicadas en Excélsior, 14 de abril) ha señalado que, de septiembre a abril, el nylon había subido en 40 por ciento, el algodón en 40 por ciento y La lana en 60 por ciento dando lugar a que la industria trabajara al 75 por ciento de su capacidad. Ello puede, incluso, dar lugar a pugnas entre industriales y empresarios rurales. A manera de ilustración, considérense las declaraciones del presidente de la Unión Nacional de Productores de Algodón (Excélsior, 26 de febrero de 1977) : "Los industriales están presionando al gobierno para que se fije un precio tope al algodón de consumo interno, por abajo del precio que rige en el mercado internacional; si las autoridades lo aceptan, esto desalentará la producción."

[xlix] Como en el caso del trigo en Sonora ( Excélsior , 23 de abril de 1977) .

[l] Esto sucede en el caso específico de La avicultura, según lo indica el presidente de la Sección de Alimentos Balanceados, de la Cámara de la Industria de la Transformación de Nuevo León (Excélsior, 1 Q de abril de 1977) : "Los avicultores de Nuevo León, que consumen el 20 por ciento del total nacional de alimentos balanceados, deben subir los precios del huevo. En la actualidad el kilo de huevo se paga a $12.80 kilogramo, monto aproximadamente igual al precio de venta vigente hace cinco años, cuando el producto alimenticio de gallinas era 320 por ciento más barato que el actual."

[li] Cifra dada por el gobernador de Yucatán (Excélsior, 14 de abril de 1977).

[lii] Por ejemplo, el 30 de abril el gobernador de Yucatán establecía que 111 Centros de Población Ejidal, creados de 1964 a 1970 en el área henequenera, no habían podido proporcionar empleos para los 40 000 campesinos productores de La fibra a que estaban destinados, por lo que esta fuerza de trabajo "sobra" en la actualidad.

[liii] Datos tomados de Excélsior, 25 de abril de 1977.

[liv] Sobre este concepto de "disfraz del desempleo", es ilustrativo la declaración del dirigente de la Confederación Revolucionaria de Trabajadores, referida al Distrito Federal: "La situación se ha agravado en últimas fechas, debido a la falta de interés de los empresarios por reinvertir, lo que ha provocado desempleo entre la gente que ya vivía aquí. Hasta hace algún tiempo no e!1an recontratados una y otra vez, aunque no se les diera la base. Pero ante la inseguridad económica y el alza de los costos de producción, muchas empresas ya no reviven eventuales; miles de éstos han pasado a engrosar las filas de los desempleados."

[lv] Tal y como es manifestado en las resoluciones del Segundo Congreso del Colegio de Economistas (Excélsior, 3 de mayo de 1977).

[lvi] Por ejemplo, el director del Centro de Ecodesarrollo, del CONACYT, se ha pronunciado, en general (Excélsior, 3 de mayo de 1977), de 1a siguiente manera: "El Estado. ..debe apoyar con tecnología no la expansión de los cultivos, sino el mejor uso del suelo (refiriéndose concretamente al caso del azúcar) .La solución en general debe incluir un proceso cooperativo, en donde el Estado tenga bajo su cuidado la regulación del crédito, la tecnología, la organización campesina e industrial, etcétera."

[lvii] Secretario de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Excélsior) 8 de marzo.

[lviii] El secretario de la SARH hace referencia a tres objetivos globales: a) Generar los empleos suficientes en el campo para contener la migración; b) Producir los alimentos que el país requiere; c) Terminar con la importación de granos.

b

[lix] Excélsior, 12 de marzo de 1977.

[lx] El argumento del señor López Portillo se basa en que aun cuando se procediera a la división de la tierra ya repartida, no se podría dotar a todos los campesinos sin ella; no alcanzaría para dar empleo a más de medio millón de personas en el medio rural. Por ello, el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social deberá centrarse en la creación de empleos en todos los sectores productivos. En el campo, pues, deberá posibilitarse el acceso a empleos remunerados al peón, al jornalero y al encasillado agrícola.

[lxi] Por ejemplo, el subsecretario de Nuevos Centros de Población, de la SRA, es muy claro (Excélsior) 20 de abril de 1977) respecto a la necesidad de proletarizar al campesino, cuando indica que "ante la posibilidad de que en el transcurso de la siguiente década no haya tierra que repartir, lo cual provocaría graves conflictos socia- les, podría instrumentarse, desde ahora, una política ocupacional mediante la cual se busque trabajo a campesinos con derechos a salvo. Por ejemplo, podrían emplearse como meseros en ejidos turísticos o distribuidores de fertilizantes, en ejidos-industria, pequeñas propiedades agrícolas y en otras empresas particulares y oficiales en el me- dio rural",

[lxii] Declaraciones del presidente de la República (Excélsior, 20 de marzo de 1977) : "Es necesario dejar de soñar que se hace agricultura; se requiere de técnicas de subsoleo, incluso con maquinaria pesada que no se produce en México."

[lxiii] Inclusive hay noticias de que el Pacto de Ocampo pedirá al Congreso de la Unión el que ello sea legalmente dispuesto (Excélsior, 16 de marzo de 1977).

[lxiv] El secretario de la SRA ha dado una clara idea de cómo deberán ser las unida- des productivas agropecuarias (Excélsior, 21 de marzo de 1977) : "Los ejidos deben contar con: un plan, porque no puede haber empresas sin que se establezcan lineamientos que deban seguirse; una diversificación de las funciones que deben desarrollar- se; un sistema para nombrar al personal dedicado a cada función o tarea a desempeñar; una adecuada dirección de la empresa, porque para que haya orden en un negocio se requiere señalar al jefe o jefes; un sistema de sanciones en caso de incumplimientos."

[lxv] El presidente del Consejo Coordinador Empresarial ha afirmado, en repetidas ocasiones (Excélsior, 5 de abril y 6 de mayo de 1977), que en el campo está la solución más rápida para sacar del estancamiento a la economía y la base para mantener la tranquilidad en el país. Los empresarios -solos o asociados con los usufructuarios de las tierras- pueden crear ahí los más altos números de empleo y elevar, hasta los niveles requeridos, la producción de alimentos y materias primas.

[lxvi] En efecto, el presidente del Consejo Empresarial Mexicano para Asuntos Inter- nacionales ha afirmado que "México regresa a la política de solidaridad gobierno-iniciativa, privada" (Excélsior, 20 de abril de 1977).

[lxvii] Por ejemplo, el 13 de abril el presidente de la CANACINTRA reconocía que la industria de la transformación no había podido generar ni uno solo de los 300 mil empleos que se había propuesto para 1977, conforme a los objetivos de la " Alianza para la Producción". Argumentaba que ello se debía a que durante los primeros cuatro meses del año, no hubo financiamiento y no tuvieron rentabilidad las empresas. Añadía que esto conduciría a que los industriales se esforzaran, en el curso de los siguientes ocho meses, en recuperar el ritmo usual de inversión y llegar a la meta fijada. Sin embargo una semana después el mismo vocero establecía categóricamente que sólo si el panorama jurídico y político en el campo se lograra esclarecer totalmente, la CANACINTRA promovería la inversión de 60000 millones de pesos en el sector agropecuario y agroindustrial.

[lxviii] El director de la Revista México Agrario señala (Excélsior, 16 de abril de 1977 ) que la implantación "en serio" del capitalismo en el campo "es el único camino para salir de la crisis, en vista de que las medidas socialistas no se pueden aplicar por ahora. ..Es demagógico prometer tierras a todos los campesinos. Por lo pronto, el gobierno debe impulsar el desarrollo del capitalismo en el campo. Las medidas socializantes o socialistas se pueden aplicar cuando la clase obrera ha tomado el poder y dirige el gobierno. Eso no ocurre en México, donde es la burocracia política, en interés de la burguesía, la que tiene el poder". Por otra parte, los dirigentes del "Movimiento de los 400 pueblos", entre otros, parecen apoyar también esta posición, al plantear -el 21 de abril- que las invasiones en el campo se verán frenadas a través de la creación de empleos remunerados, y no a través de métodos coercitivos.

[lxix] Incluso implica la posibilidad de devolución de las tierras ya afectadas durante el régimen pasado, como en el caso, que actualmente se ventila, de Sonora.

[lxx] Por ejemplo, el dirigente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sonora ha señalado {Excélsior, 20 de abril de 1977) : "El clima de confianza que se busca, requiere de mayor energía de los gobernadores de los estados contra los invasores de tierras, una definición en cuanto a la tenencia de la tierra y un aumento de los precios de garantía."