2.2. Reforma Política en el campo
Un elemento del artículo: 1977, “Año de la ‘Reconstrucción’: Reforma
Política y Alianza para la Producción en el Agro Mexicano”, del Dr Xavier Gamboa Villafranca.
2.2. Reforma Política en el campo.
a) Veamos cada una de estas tesis con mayor detalle.
b) La burguesía rural y su vigilante perspectiva política
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del Dr Xavier Gamboa Villafranca
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2.2. Reforma Política en el campo
Ya se ha dicho aquí que Alianza para la Producción y
Reforma Política son los dos componentes inseparables de la manera conforme a
la cual el aparato burocrático del Estado mexicano plantea poder salir de la
crisis para 1980. En anteriores apartados se ha desarrollado la tesis que
señala que la efectiva puesta en marcha de ambos componentes de la
"respuesta completa", que la burocracia central enfrenta a la crisis,
es un asunto que compete básicamente a la resolución de las contradicciones secundarias
al interior del Estado mexicano. La efectiva implantación de la Alianza para la
Producción está fundamentalmente determinada por la dirección en que se
resuelvan los conflictos surgidos entre burguesía y aparato burocrático, así
como por la "resultante" vectorial de las contradicciones intra
burguesas e intra gubernamentales. A su vez, la verdadera modificación
superestructural que implica la Reforma Política depende de cómo se resuelven
las contradicciones entre y en el interior de- aparato burocrático, maquinaria
corporativa del Estado y organizaciones de lucha política de la burguesía.
También se ha mencionado
que los determinantes, el contenido y los efectos de la Reforma Política y de
la Alianza para la Producción adquieren especificidad diversa" de acuerdo
al sector concreto de la economía del país en que se intenten aplicar. En el
anterior apartado se ha establecido que, en el caso concreto del sector
agropecuario, la pretensión de aplicar la Alianza para la Producción -esto es,
la implantación de un proceso de total y definitiva proletarización del agro-
se encuentra dificultado, durante 1977, tanto por factores ubicados en el
propio seno del aparato burocrático, como por el alejamiento de la función de
inversión que los planteamientos gubernamentales le asignan a las fracciones de
la burguesía rural. Toca ahora hacer lo mismo con la Reforma Política:
delimitar qué escollos se le presentan para convertirse en el efectivo condicionante
superestructural de la implantación del esquema de "descampesinización"
que, conforme a los planteamientos gubernamentales, deberá ponerse en
aplicación de 1977 a 1980.
En lo que sigue se pretende
detectar los obstáculos que –provenientes del funcionamiento superestructural
real de aparato burocrático, organizaciones de lucha de la burguesía rural y
maquinaria corporativa del Estado en el campo-- dificultan, durante 1977, la
efectiva puesta en marcha de la Reforma Política, que la fracción hegemónica de
la burocracia pública ha impuesto en lo general. Las tesis básicas al respecto,
que se intentará fundamentar en lo que resta del presente documento" son:
a)
El funcionamiento superestructural real del aparato
burocrático no cumple con su auto asignada tarea de generar altos niveles de
confianza en la burguesía rural. Las acciones que emprende, encaminadas a
promover una adecuación jurídica que legitime el proceso de proletarización, no
necesaria- mente elevan la confianza del capitalista del agro, básicamente
porque paralelamente a ellas el gobierno -debido, a su vez, a que tiene
dificultades para mantener, dentro de límites "soportables", el
deterioro de los niveles de vida de las clases trabajadoras rurales, a que
tiene problemas para institucionalizar la "solución" de los
conflictos sociales en el campo ya que no se muestra eficaz en la transmisión
de )a nueva imagen ideológica de la reforma agraria- tiene que ser mínimamente
permisivo (en aras de la permanencia de ciertos grados de legitimidad) en
cuanto a afectación de tierras para fines de reparto y en lo concerniente a invasiones
agrarias, y se niega a hacer un uso verdaderamente profundo de la represión
físico-militar;
b)
El funcionamiento superestructural real de las fracciones,
grupos, sectores y capas de la burguesía con intereses ubicados en el agro
tiende más bien a corresponder a una visión del ámbito político-ideológico,
conforme a la cual gobierno y maquinaria corporativa aparecen como entes
sociales que re- quieren ser constantemente vigilados por las organizaciones de
lucha política del capital. Debido fundamentalmente a su inadecuada
interpretación de las acciones tomadas -y del discurso político empleado- por
la burocracia central del Estado mexicano con respecto al campo, la burguesía
rural no acepta que se dañen sus intereses inmediatos" ni aun cuando esto
suceda como una respuesta superestructural a la radicalidad alcanzada en la
lucha de clases. Tiende, por el contrario, a presionar al aparato burocrático
hasta colocarlo en una posición cercana al punto de pérdida total de
legitimidad popular en el agro;
c)
A su vez, el funcionamiento superestructural real de
la maquinaria corporativa del Estado en el campo tiende a alejarse
significativamente del que le ha sido asignado en los planes gubernamentales
respectivos. Debido básicamente a que los dirigentes nacionales de ras
diferentes organizaciones que componen el "sector campesino" del PRI
compiten por obtener para "í la hegemonía del proceso desatado por la
reforma interna de la maquinaria corporativa, durante el año no se avanza
significativamente en la formación, en el agro, de una única organización
política del Estado. Si a ello se le aúna el hecho de que, determinado por el
agudizamiento del proceso de deterioro de sus condiciones materiales de vida,
sus propias bases sociales y cuadro" intermedios de dirigentes, denotan un
incremento de su militancia efectiva que se acerca a los límites de seguridad
del Estado, y si además se le agregan las crecientes dificultades para extender
y profundizar su control sobre lo" asalariados) subocupados y desocupados
rurales, se entiende por qué la maquinaria corporativa muestra tendencialmente
que sería incapaz para neutralizar eficazmente una acción expansiva seriamente
emprendida por las organizaciones políticas independientes en el campo
mexicano, de 1977 a 1980.
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a) Veamos cada una de estas tesis con
mayor detalle.
i) Intentos de adecuación
jurídica
Desde la perspectiva de la
fracción hegemónica de la burocracia pública-, el Derecho "legítima la
lucha de los contrarios". Conforme a su concepción, la lucha por "transformar"
la sociedad aparece como posible únicamente si se da dentro de los marcos
jurídicos existentes sólo para transformarlos, no para transgredirlos. Entre
otras razones, es por ello que el proceso ,global de Reforma Política abarca, en
la "primera etapa", su aprobación formal por el Congreso de la Unión.
Con fundamento en esta perspectiva, la posición gubernamental respecto a la
necesidad de efectuar adecuaciones superestructura les en la sociedad mexicana
(que sería necesario satisfacer para "salir" de la crisis) debe
iniciarse precisamente con la actualización del ámbito jurídico-legal.
Con relación al campo, concretamente se trata de
modificar la legislación para dar", seguridad" al empresario rural.
En el caso del medio rural, sin embargo, esta preocupación de la burocracia
central por sentar las bases jurídicas que posibilitarían la legitimidad de la
implantación del esquema de descampesinización y proletarización definitiva, va
a contribuir a la producción de fuertes dosis de "desconfianza" en la
burguesía rural. Esta desconfianza va a estar determinada por el hecho de que, desde
el ángulo de visión del capital agrícola y ganadero, aparece como posible:
a) Que la Reforma Política, al hacer factible
que el aparato burocrático se apoye simultáneamente en la desgastada maquinaria
corporativa y en las "minorías" políticas de izquierda, redunde en el
fortalecimiento de la autonomía relativa del gobierno y, por lo tanto, en el
incremento de la compulsividad para hacer que el capital privado del agro se
comporte de acuerdo a sus lineamientos ;
b) Que la reforma administrativa implique el
fortalecimiento de la SRA, en 10 que el capital ve la continuación del reparto
agrario de tierras a que se opone terminantemente;
c) Que el poder legislativo. cobre una
creciente independencia frente al poder ejecutivo -entre otras cosas porque en
el Congreso de la Unión están ubicados residuos del echeverrismo, porque los
mecanismos de control sobre diputados y senadores no funcionan tan bien como
antes y porque las representaciones de los ",sectores" de la
maquinaria corporativa hacen planteamientos cada vez más audaces-, lo que
podría llegar a manifestarse en la generación de ordenamientos legales que no
favorezcan directamente a los intereses de los empresarios rurales;
d) Que los nuevos enfoques utilizados para el
estudio del agro mexicano -alimentos por el auge cobrado por las ciencias
sociales en el país--, al desenmascarar el verdadero carácter de los diversos
niveles jurídico-legales relacionados con el medio rural,
"contaminen" las directrices marcadas por la burocracia central.
Pero, además de todo ello, existe un caso en que la
actualización jurídico- legal es especialmente importante. Para que haya
cumplimiento con el papel de inversión que le ha sido asignado por el aparato
burocrático a la burguesía rural, sus dirigentes afirman que requieren tener la
certeza de que la inconformidad y los conflictos sociales, que generará la
implantación del esquema de proletarización definitiva, serán controlados, institucionalizados)
"arbitrados" por el Estado. De ahí la relevancia que la burocracia
central otorgue a la modificación de leyes y reglamentos necesaria para la
formación de los "Tribunales Agrarios". Sin embargo, al igual que lo
que sucede con la generalidad de las modificaciones mencionadas antes, el
surgimiento de los "Tribuna]es Agrarios", como mecanismo fundamental
de arbitraje estatal en el agro, no parece despertar, en la burguesía del
campo, altos niveles de confianza. Ello está determinado por:
a) Los antecedentes
de la disfuncional existencia de organismos equivalentes a estos tribunales
desde 1915;
b) El arbitraje que
hasta entonces se concentraba en la SRA, con lo que en ocasiones estos
mecanismos -al verse sometidos a nivel regional y local a las presiones
difíciles de vencer que provienen de la burguesía rural tenderían al
enfrentamiento con las instancias nacionales del Estado ;
c) La posibilidad
de que el nuevo engrane, del aparato estatal de mediación política en el agro
esté constituido por funcionarios gubernamentales que hayan sido
"víctimas" de] proceso de "marxisticación" ideológica que
hace que quede fuera del control de] Estado nacional una no despreciable parte
del ámbito de su propia actuación.
ii) Persistencia de
invasiones agrarias y afectaciones de tierra
Diferentes grupos de
presión -dentro y fuera del engranaje estatal- intentan conducir al aparato
burocrático hacia la realización de nuevos repartos agrarios. Como el aparato
burocrático no satisface estos requerimientos de tierra, persisten -a nivel
mínimo-- las invasiones "ilegales". Inquietud, des- empleo y
deterioro de las condiciones materiales de vida de loS trabajadores rurales se
unen y condicionan el que los líderes locales y regionales de las organizaciones
políticas domesticadas actúen, en este sentido, de manera diferente a la que
les está señalada por los controles estatales establecidos. A pesar de que la
perspectiva oficial estriba en sostener que las invasiones que existen son
"herencia" del régimen pasado, las diferentes organizaciones de lucha
de la burguesía rural sostienen que las invasiones continúan, por lo que no
pueden tener total confianza en el régimen.
Los dirigentes del aparato
burocrático han normado su política de afectaciones de tierra en función del
mantenimiento de un mínimo indispensable de niveles de legitimidad -juzgados
por ellos como "adecuados". Por esta razón, para ir eliminando
expectativas sociales incontroladas, se difunde masivamente el hecho de que el
gobierno afectará solo -cuanto antes- lo que es posible afectar (dejando
así claramente establecido que la "pequeña propiedad" no será tocada)
, a la vez que "desradicaliza" las acciones agrarias de fines del
sexenio de Echeverría.
Pero si la
"desconfianza" de la burguesía rural se genera por la persistencia de
niveles muy bajos de invasiones "ilegales" de tierra, ésta se
incrementa considerablemente cuando el gobierno, en aras del sostenimiento de
un mínimo de legitimidad de la imagen que lo presenta como representante de las
reivindicaciones campesinas del movimiento armado 1910-1917, plantea como
todavía vigente la abstracta posibilidad de afectación de tierras para fines
agrarios. Diferentes agrupaciones de empresarios rurales señalan constantemente
la probabilidad de que sus superficies sean afectadas -sin recibir pago
"justo" en cambio-, por lo que demandan "seguridad" en la
tenencia de la tierra. Su "inseguridad" se genera porque, en su
concepción :
a) Siempre está presente la posibilidad de
que "alimentada por .la izquierda intra y extra estatal, que
sostiene que lo afectable, es mucho más de lo que sostiene el. gobierno- la
reforma agraria se radicalice ;
b) Las "investigaciones" que
continúa realizando la SRA para detectar latifundios de viejo tipo representan
un claro indicador de que la política de: afectación, de hecho, continúa.
iii) La nueva imagen de la reforma agraria
La fracción hegemónica de la burocracia pública no
sólo efectúa cambios en materia de adecuación jurídica" con objeto de
generar altos niveles de con. fianza en la: burguesía rural. Tampoco se agotan
las modificaciones superestructurales que promueve, ni en la
"actualización" de los procesos de institucionalización de conflictos
agrarios, ni en los cambios en la actitud oficial frente a invasiones agrarias
y afectaciones de tierra. Además de todo ello, promueve la difusión de una
nueva imagen de la reforma agraria. En la nueva imagen ideológica :
a) La Reforma Agraria aparece como
posibilitadora de que el campo mexicano deje de ser determinante de la "economía
ficción" del país ;
b) Los repartos agrarios sólo pueden
continuar haciéndose, en pequeña escala, en la modalidad de Nuevos Centros de
Población Ejidal;
c) Se parte de la existencia de latifundios,
aceptando sólo la presencia de acaparamiento de tierra;
d) Aparece la mano de los tecnócratas
legitimadores del Estado, brindan- do como "solución " la ocupación
en el medió rural vía asalarización, no vía reparto agrario de tierra ;
e) Durante un primer periodo, en el proceso
de su constitución, se hacían ataques oficiales a la política agraria del
régimen echeverrista para después, en un segundo momento, rectificar la
posición y aclarar que el echeverrismo en el campo en realidad benefició a la
burguesía rural.
sin embargo una cosa es la construcción de una nueva
imagen de la reforma agraria, y otra es que ésta se convierta en verdadera
elemento ideológico: que sea eficazmente difundida por el Estado, para su
aceptación e interiorización por parte de las masas populares del agro. En
cuanto a la eficiencia ideológica de la nueva imagen, se le presentan al
aparato burocrático algunas dificultades :
a) La monopolización privada de los medios de
comunicación masiva hace posible que la imagen transmitida pueda llegar a tener
un contenido, bastante diferente del que la perspectiva gubernamental la ha
originalmente dotado;
b) La eficacia en la transmisión de la nueva
imagen ideológica se ve obstaculizada porque a las peticiones institucionales
de afectación de latifundios reales, las
autoridades agrarias responden con argucias legaloides, señalando su
inexistencia legal ;
c)
Simultáneamente
al inicio de acciones concretas contenidas en esta nueva imagen ideológica
-tales como las emprendidas para llevar a cabo las empresas
"asociativas" en el campo-, estas mismas medidas dejan de
tomarse en otros sectores de la economía;
d)
La
nueva imagen es desideologizada por el conocimiento científico social y por la
acción de las organizaciones campesinas independientes, jugando permanentemente
esto como erosionador de su efectividad;
e)
Sectores
que tradicionalmente hubieran apoyado la difusión e interiorización de esta
nueva imagen de la reforma agraria -como la iglesia católica-, actualmente, por
divisiones en su interior, son un dudoso medio, auxiliar.
iv) Deterioro de las
condiciones de vida de la población rural
Las crisis del modelo de
desarrollo capitalista dependiente )' derivado, iniciado desde mediados de los sesenta..
para 1977 tiene como un corolario un muy acentuado deterioro en las
condiciones de vida de las masas populares del país. El aparato burocrático
-entre otras razones, por presiones de la maquinaria corporativa del Estado--
toma medidas que permitirían mantener este deterioro dentro de límites
"tolerables"., intentando evitar así los efectos político-ideológicos
incontrolados que el no hacerlo inevitablemente implicaría. Sin embargo las
medidas que toma en este sentido la burocracia, con todo y que no están
encaminadas a detener y superar el proceso, sino simplemente a mantenerlo
dentro de los márgenes de permanencia de legitimidad, se ven obstaculizadas
por:
a)
La
propia penuria económica gubernamental hace que sean escasos :los recursos
que pueda dirigir a este renglón ( COPLAMAR, por ejemplo) ;
b)
La
imposibilidad de implantar coercitivamente, a las diferentes fracciones del
capital, sus lineamientos en cuanto a lograr que éstas. colaboren ( en cuanto a
mantenimiento de bajos precios, por ejemplo) en el proceso de control del
deterioro mencionado ;
c)
La
posición, en contra de estas medidas, de las fracciones más poderosas de la
burguesía) que consideran que el gasto público destinado al "beneficio
social" es un desperdicio.
Debido a estos obstáculos, las medidas que toma la burocracia público para "mantener "tolerable" el deterioro de la situación de las clases trabajadores del agro, espectacularmente golpeada por la crisis, son a todas luces insuficientes. Esta insuficiencia se manifiesta tanto en el inicio de programas de abatimiento, del índice de crecimiento demográfico en el medio rural como en la puesta en marcha del "seguro de vida" campesino, cuanto en el establecimiento de centros de distribución de productos básicos de consumo en el agro. Pero lo paradójico es que, determinado en algún grado o por esta insuficiencia -que en buena medida es producto de la posición de la burguesía-, las masas rurales "no se arraigan" a sus lugares de origen ni son meros participantes pasivos en el proceso que conducirá a su proletarización definitiva y, por lo tanto, la burguesía rural no estará totalmente satisfecha con la forma en que el gobierno maneja las medidas de control del agravamiento de los niveles de vida del campo durante el proceso de "salida" a la crisis.
v) Cuerpos represivos
Dentro de los planteamientos gubernamentales parece
clara la convicción de que una fuerte agudización de las contradicciones
sociales surgirá como producto de la implantación del esquema de
proletarización definitiva del agro. Por ello, además de intentar una
adecuación ideológica y de pretender fortalecer la maquinaria corporativa, el
curso a la violencia estatal para enfrentarse cruda y abiertamente a las
diferentes manifestaciones potenciales de inconformidad social es una carta que
no está desterrada: permanece como e] medio que en última instancia permitiría
que en el campo se mantuviera la "estabilidad política" tan
jactanciosamente difundida por la fracción hegemónica del aparato burocrático.
El Estado se prepara, durante 1977, para usar la represión, tanto a través de
la modernización de los actuales cuerpos militares y paramilitares. como
mediante la creación de organismos especiales y secretos antiguerrilleros. Sin
embargo, para fines de obtención de legitimidad, en un contexto de Reforma
Política, dosifica su utilización efectiva. Este uso dosificado de la represión
se enfrenta -provocando "desconfianza- a la posición de una burguesía
rural interesada en que el Estado haga un uso extensivo e intensivo de ella,
especialmente en casos de invasiones "ilegales" de tierra.
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b) La burguesía rural y su vigilante perspectiva
política
i) Afectación potencial o real de los intereses de los
empresarios del campo
A nivel formal, la burguesía con
intereses ubicados en el campo acepta la conducción gubernamental del proceso
de implantación del esquema de des- campesinización del agro, aun cuando ello
afecte sus intereses mediatos. A nivel real, sin embargo, no está dispuesta a
permitir que esta conducción deje sus intereses inmediatos, ni siquiera cuando
ello sea parte de lo que globalmente se requiere para mantener, temporalmente,
niveles mínimos de legitimidad y de control sobre las diversas manifestaciones
de inconformidad que la proletarización del medio rural pone a la orden del
día. Mantiene una constante perspectiva de vigilancia y presiona para evitar
que se lleve a cabo todo lo que, incluido en el esquema ,gubernamental
respecto al campo, puede debilitarla; ejerce fuerza, no obstante que ello
implique entrar en contradicción con la fracción hegemónica de la burocracia central del Estado mexicano.
Las presiones que ejerce el capital "rural"
sobre el aparato burocrático no son, en este sentido, diferentes de las que
emanan de otras, fracciones. AI igual que el resto de las fracciones de la
burguesía, la lucha de los capitalistas del agro, para que, incidiendo sobre
los lineamientos gubernamentales, se evite el más ligero daño a sus intereses,
tiene un contenido tripartita: económico, político e ideológico.
Cómo se da esta lucha de la burguesía como clase?
Durante 1977 la lucha orientada, directamente por su perspectiva económica
incluye :
a)La oposición, más o menos abierta, a la
implantación de medidas distributivas;
b)La utilización, para su fortalecimiento,
incluso de las medidas gubernamentales tendientes a controlar su expansión;
c) El mantenimiento de bajos salarios ;
d)La desradicalización de las demandas del
movimiento "organizado" de los trabajadores ;
e) El recurso a diversas medidas orientadas a
permitir continuar beneficiándose con la inflación.
La lucha política, a su vez, incluye:
a) El aumento, en general, en su capacidad de
la negación política que realiza con el aparato burocrático y de la maquinaria
corporativa;
b) La realización de "campañas" a
favor o en contra de determinadas posiciones ubicadas al interior del aparato
burocrático ;
c) La incorporación y subordinación de otras
fuerzas sociales, utilizándolas como apoyo a su perspectiva de lucha;
d) Negociación de alianza para otras fuerzas
sociales -corporativizadas o no-, para lograr la máxima efectividad de su postura.
Por último, la lucha ideológica emprendida durante
1977 por la clase social del capital para evitar daños en sus intereses
incluye, entre otros :
a) Las presiones para que, mediante diversos
medios, se presente un panorama optimista, no totalmente coincidente con la
realidad, de las consecuencias emanadas de la forma en que se ha planteado el
proceso de "salida" a la crisis ;
b) La inclusión, en la ideología difundida,
de la, aclaración de que el empresario sólo invierte si tiene utilidades, de lo
contrario cerrará sus "fuentes de trabajo" ;
c )La difusión de la imagen de que el
capitalista no es culpable de la crisis, sino sólo una víctima más de ella.
Con comportamiento similar al denotado por las
categorías sociales que componen al capital, el combate presentado durante 1977
por los capitalistas rurales para evitar el más mínimo daño a sus intereses se
da a nivel económico, político o ideológico. Sin embargo la lucha cobra aquí un
contenido específico,: todo lo que no se inscriba en su lema de "seguridad
y garantías" es atentario y, por lo tanto, combatible en cualquier
circunstancia, independientemente de las exigencias superestructurales de un
momento específico
La lucha económica de la burguesía rural por evitar
que sus intereses in- mediatos sean afectados va a perseguir, entre otros
objetivos:
a) La eliminación de la "economía
ficción" en el agro, esto es, obtener del aparato burocrático adecuados
precios de garantía para sus productos ;
b) El mantenimiento de los subsidios
gubernamentales dirigidos a ella que previamente existían, pero evitar nuevos
subsidios que impliquen la no obtención de altos precios de garantías;
c) Evitar que el incremento de la
participación gubernamental en el agro se traduzca en la
"estatización" del medio rural y, consecuentemente, la posible
expulsión de los empresarios capitalistas de la producción agrícola y ganadera.
A su vez, el contenido superestructural de la lucha
emprendida por los capitalistas del agro persigue:
a) Intentar suprimir las personalidades, que
sobreviven dentro del aparato burocrático en puestos secundarios de mando, que
sustentan tendencias agrarias "campesinistas" ;
b) Enfrentarse eficientemente a las denuncias
que señalan que aún existen grandes concentraciones de tierra, imponiendo. su
visión de que los latifundios son ya existentes ;
c) Dejar claramente establecido que la
expropiación de tierras por parte del gobierno -aun en los casos en que a éste
no se le presente "políticamente"
otra salida- es
inversamente proporcional a su "seguridad" 'en el régimen;
d) Obtener la regularización definitiva de la
situación de las tierras, especialmente de las de pequeña propiedad ;
e) Oponerse a las medidas que plantean la
organización política de los asalariados rurales, incluso cuando éstas sean
propuestas por la propia maquinaria corporativa del Estado.
Los mecanismos que emplea la burguesía
"rural" en su lucha por lograr estos objetivos abarcan una amplia
gama; incluyen los siguientes :
a) La oposición -y consecuente retraso en su
construcción y operación- a las grandes obras de infraestructura que afectan
sus intereses ;
b) La obtención -en caso de afectaciones
inevitables, que no se puede detener- de altos precios pagados por tierra e
instalaciones, incluso arriba de los comerciales;
c) La amenaza del paro de labores y
realización de marchas de protesta.
ii) Las presiones de la burguesía rural y la legitimidad
del aparato burocrático en el agro
El capitalista "rural" y "no
rural" presta apoyo absoluto a la política económica del actual régimen,
siempre y cuando su contenido sea totalmente favorecedor de los procesos de
acumulación y reproducción del capital. Es requisito, para sus actores
sociales, continuar teniendo "aceptables" tasas de ganancia. Por
ello, si las medidas gubernamentales no son a su total favor , los diversos
componentes de la burguesía pueden conducir -en su afán por evitar cualquier
posible daño a sus intereses inmediatos-- al aparato burocrático a tomar
"medidas impopulares", colocándolo en una posición en que se ponen en
entredicho sus límites mínimos de legitimidad. En la medida en que estas
presiones del capital resulten eficaces, se estará coadyuvando tanto a la mayor
reducción de la autonomía relativa del Estado mexicano, cuanto a que el aparato
de gobierno cuente con cada vez menos apoyos sociales requeridos para su
existencia y actuación.
La Reforma Política significa, aunado al relativo reforzamiento
de la izquierda ya la recomposición interna de la maquinaria corporativa del
Estado, la legitimación de la participación política abierta de las diferentes
fracciones de la clase del capital. Aprovechando el contexto de modificaciones
superestructurales promovidas por la fracción hegemónica de la burocracia
pública, la burguesía, como conjunto social, desarrolla durante 1977 mecanismos
que conducen a una mayor capacidad organizativa y de presión política y ensaya
nuevos métodos de actuación. Librando la lucha por lo menos a cuatro niveles
--contra la fracción hegemónica del aparato burocrático, contra el resto de las
fracciones del capital, contra los dirigentes de la maquinaria corporativa del
Estado y, marginalmente, contra la posición de las organizaciones, grupos y
partidos políticos de izquierda militante- determinadas fracciones del capital
(especialmente la actuación del "Grupo Monterrey") van a intentar
obligar al gobierno a tomar posiciones que, objetivamente, se ubican más allá
de los límites políticamente tolerables. En esta lucha emplean diversos medios:
a) Utilizan racionalmente los medios de comunicación
masiva;
b) Realizan paros de actividades ;
c) Reaccionan contra la posibilidad de que
sean dañados sus intereses señalando. las "negativas" consecuencias
que ello tendría sobre el proceso de "salida" a la crisis .
d) Colocan a sus representantes directos -ya
no sólo en los referentes locales, municipales y de entidad federativa de la
maquinaria gubernamental en posiciones secundarias de la burocracia central y
en niveles de importancia no principal en la maquinaria corporativa del
Estado-- en posiciones clave de la burocracia central (básicamente, en
el "gabinete económico'), en tanto que es en el conjunto operativo SPFI,
SPP, SC, SHCP donde se generan los contenidos originales de la política
económica; donde se "retroalimentan" y se modifican éstos conforme a
la correlación de fuerzas, y donde se formulan las versiones definitivas) ,
volviéndolas "homogéneamente conservadoras" ;
e) Establecen mecanismos más eficientes de
"consulta", con el aparato burocrático, en tomo al contenido de la
política económica.
Las fracciones "rurales" de la burguesía
del país tienen un lugar especial en la señalada tendencia hacia la pérdida de
legitimidad popular del gobierno. Especialmente las fracciones de la burguesía
que ya tienen intereses ubicados en el agro ( como diferentes de aquellas cuya
presencia en el campo el gobierno se empeña en estimular) frecuentemente no
coinciden con las propuestas del aparato burocrático, tanto en lo que se
refiere a programas concretos ( como en el caso de las agroindustrias) , como en
lo concerniente a las bases mismas de los planes gubernamentales de
proletarización del agro. Empujan y presionan a la burocracia central hasta
cerca de los límites de debilitamiento de sus bases superestructurales de
apoyo, en el campo. Estas presiones se manifiestan en :
a) La oposición a que, aun formalmente,
sostenga el aparato burocrático .--para fines de legitimidad-, la apariencia de
que aún es posible el reparto agrario, ya que esto sólo sería factible (desde
su percepción- afectando a la pequeña propiedad y, además, la sola posibilidad
de continuar con las dotaciones sería "bandera" de las organizaciones
de los trabajadores del campo sin tierra -corporativizados o no-- ;
b) El afianzamiento progresivo de la posición
que sostiene que el ejido debe desaparecer, para ser sustituido por la pequeña
propiedad ;
c) Las presiones para que desaparezca la
Secretaría de la Reforma Agraria, con objeto de que ello garantice que la
política "agraria" se someta indiscutiblemente a la política
"agrícola".
iii) Interpretación burguesa de la acción y discurso
políticos
Si la burguesía "rural" no admite el más
mínimo daño a sus intereses in- mediatos, así sea en situaciones explosivas de
lucha de clases, y si, por el contrario, tiende a empujar al aparato burocrático
hacia posiciones de "peligrosidad" en cuanto a la obtención por parte
de éste de niveles adecuados de legitimidad, ello está determinado, en buen
grado por el hecho de que los dirigentes de las organizaciones de lucha de los
empresarios del agro -al no tener la visión de conjunto que si tiene el
gobierno-- no interpretan en su real dimensión el lenguaje utilizado y las
medidas tomadas por la fracción hegemónica de la burocracia central. Al basar
su conocimiento, y su actuación en el contenido explícito de los discursos
pronunciados en las "alturas" de la burocracia, la burguesía que
actúa en el medio rural muestra su incapacidad para distinguir entre objetivos
formales y objetivos realmente perseguidos por el gobierno.
Al igual que el resto de las fracciones del capital,
los empresarios del campo "desinterpretan" los planeamientos del
aparato burocrático yIo maquinaria corporativa, tanto cuando
se menciona de alguna manera la necesidad de rectificar el contenido de la
política económica seguida durante 1977, como cuando se presentan argumentos en
torno a la necesidad de aplicar la Reforma Política. Las organizaciones de
lucha de la burguesía) como clase, no son capaces de distinguir, durante 1977,
lo que realmente determina el contenido de las afirmaciones de cambio de la
política, económica gubernamental, de descifrar en qué consisten éstos
verdaderamente, y en saber en qué consistirían los efectos reales que podrían
traer consigo. De esta manera sus líderes se muestran "desconfiados"
cuando se habla de: liberalización del gasto público; que no se puede permitir
que el capital sea juez y parte en el intento de sopesar lo
"correcto" de la política económica seguida; la burguesía como culpable
de la crisis, que no cumple con su parte en la Alianza para la Producción;
no autorizar aumentos de precios; no aceptar la ingerencia directa de la
burguesía en el contenido de la política y reforma fiscal; que el capital
alimenta los conflictos entre políticos y técnicos; la incapacidad de la
burguesía para obtener éxito económico real, si no cuenta con la protección
gubernamental: que, pese a las presiones para hacer ver lo contrario, los
economistas que trabajan en el gobierno no son creadores de problemas, sino
simplemente sus detectadores y solucionadores; que el aparato de gobierno no
debe ceder a la "iniciativa" privada sus empresas, pues el hacerlo
implicaría su debilitamiento; incrementar los salarios; la posibilidad de que
el capitalismo monopolista de Estado se oriente hacia el fortalecimiento,
no del gran capital, sino del movimiento obrero y campesino; eliminar los
subsidios que tradicionalmente le han sido otorgados.
A su vez,. la falta de
visión de conjunto determina también, en algún grado, el que la burguesía como
clase no interprete en su real dimensión el contenido y los alcances de la
Reforma Política promovida e implantada por la fracción hegemónica de la
burocracia pública. Se muestra "desconcertada" cuando se asegura que
la Reforma Política: romperá el "monopolio" de la oposición que ha
estado en manos del PAN ; brinda amplias posibilidades para que algunos grupos
fuera del control estatal provoquen una crisis política, aprovechando la
coyuntura de crisis económica de 1977; podría incluso significar la presencia
de senadores de partidos de la izquierda revolucionaria; no cambiará la
situación de monopolio del poder, sino que solamente implicará una mejor Imagen
pública e este; podría llegar a tocar los puntos mas sensibles de la
"gestión empresarial", tales como la participación obrera en las
decisiones de las empresas del capital privado; no incluye realmente la
posibilidad de eliminar la corrupción; es la respuesta a la necesidad de hacer
corresponder el nivel político a los cambios que están ocurriendo y ocurrirán
en el nivel económico; en dos años más posibilitará el que en el Congreso de la
Unión verdaderamente esté presente la oposición de izquierda; crea
"soberbia" de la maquinaria corporativa, que acusa a la burguesía de
demandar definir jurídicamente las reglas de un juego que favorecerá aún más a
los intereses del capital; responde a la necesidad de obtener el apoyo
político- popular que requiere la "administración" de la crisis;
implica, en algunos momentos,
la necesidad de defender a funcionarios del régimen pasado, a quienes pretende
la burguesía borrar del mapa de efectivos actores políticos durante 1977; dará
más posibilidades de actuación independiente a los personajes al interior del
gabinete presidencial que le resultan potencialmente peligrosos.
En el caso concreto de las fracciones
"rurales" de la burguesía están presentes todos los anteriores
indicadores de desconcierto y desinterpretación ; sin embargo éstos adquieren
especificidad adicional. La ideología gubernamental respecto al campo tiene
tanta eficacia que "engaña", en cierto modo, a la propia burguesía
rural, cuando:
a) Altos funcionarios gubernamentales hablan
de la necesidad de "estatizar" el agro, afirmando que ello surge como
contra respuesta a la respuesta que los capitalistas privados han dado a los
lineamientos gubernamentales (la alarma surge porque, desde la perspectiva del
capital rural, la mayor presencia del aparato burocrático en el campo significa
el expulsar al empresario de] sector agropecuario) ;
b) Se asegura que continuará ,el reparto
agrario legal, en tanto que el aparato burocrático continúa recibiendo y dando
trámite a solicitudes de dotación de tierra;
c)! Se afirma que -a pesar de que el objetivo
de los cambios al respecto han sido históricamente inofensivos para la
burguesía- habrá cambios en el cuerpo legal respecto al agro, que tenderán a
beneficiar a las clases trabajadoras rurales;
d)Tienen la percepción de que el gobierno no
hace nada por impedir que las organizaciones políticas independientes se
"adueñen" del campo mexicano, demostrando así el capital rural no
tener claro que la Reforma Política es una cuestión que el Estado promueve para
evitar las "disfunciones" políticas que también se dan -de manera
especialmente cruda- en el campo mexicano y que, específicamente, tiende a
evitar precisamente que se dé el fortalecimiento político independiente (no
institucionalizado,) de las organizaciones de izquierda.
c)Los intentos de fortalecer la maquinaria
corporativa en el campo
i) Centralización hegemónica del poder en su interior
La Reforma Política es una parte muy importante de la
estrategia seguida por los dirigentes gubernamentales para conducir el proceso
de "salida" a la crisis. Es de la mayor relevancia porque, desde su
perspectiva, permite mantener la única forma de "estabilidad
restante" : la estabilidad política. Así, la Reforma Política cumplirá el
papel para el que ha sido concebida., en la medida en que posibilite:
a) El establecimiento de nuevas formas de
"arbitraje" estatal de. la lucha entre clases social, (nuevas formas
en cuanto a; que ahora no es una sola dependencia del gobierno la que vela por
el equilibrio de los dos "factores" principales de la producción,
sino que el arbitraje aparece como el resultado de la resolución, abierta y
formalmente negociada --como en el caso de la Comisión Nacional de Precios-, de
la enorme batería de contradicciones secundarias que pernean la existencia de
las propias instancias estatal -gobierno, maquinaria corporativa y
organizaciones de lucha de la burguesía) -;
b) El auspicio y control del Estado
en cuanto al fortalecimiento de los sectores de izquierda que escapaban a los
márgenes de su control, surgidos como consecuencia de la necesidad de legitimar
la actuación de los aparatos estatales ante las clases explotadas y sectores
medios, y del requerimiento de mantener la autonomía relativa del Estado y la
independencia residual del aparato burocrático con respecto al gran capital
transnacional -monopólico- ;
c) El robustecimiento de la propia maquinaria
corporativa del Estado -vía su recomposición interna-, haciendo posible que
neutralice la acción expansiva de la izquierda que potencialmente podría
determinar la propia Reforma Política.
Luego, uno de los objetivos perseguidos por la
Reforma Política es la reforma interna del PRI y su séquito. Entre otras cosas,
la reforma interna del PRI estaría concebida para permitir que se establezca
una clara centralización de poder político en su interior. Sin embargo algunos,
hechos dificultan que se convierta en realidad la conceptualización de la fracción
lopezportillista de la burocracia pública en cuanto a ello. Entre otras
razones, la reforma interna de la maquinaria corporativa, concebida como medio
para lograr la centralización hegemónica del poder interno, se ve obstaculizada
porque:
a) La forma, el ritmo y la cobertura de las
modificaciones internas no son aceptadas por la totalidad de los dirigentes de
la maquinaria corporativa (en la concepción de algunos, ésta es demasiado
conservadora, lenta y tibia, en tanto que para otras es demasiado democrática,
rápida y radical) ;
b) Los líderes de la maquinaria corporativa
tienen diferentes perspectivas en cuanto a lo mediato o inmediato de la
necesidad de solicitar reivindicaciones económicas que sean de significación
para los "cuadros intermedios" y las bases sociales directamente
vinculadas a ellos.
Básicamente son estos dos factores los que impiden
que la Reforma Política se traduzca en el arribo, a la total coherencia interna
de los mecanismos de dominación que demanda la recomposición de la maquinaria
corporativa del Estado mexicano.
Esto último es especialmente cierto para el agro. A
partir de 1977 la efectiva realización del esquema estatal de la
descampesinización y proletarización definitiva del agro mexicano requiere que
--\lía la implantación de la Reforma Política global-- se fortalezcan los
componentes de la maquinaria corporativa del Estado que tienen ingerencia
directa en el campo. Desde la perspectiva gubernamental, este fortalecimiento
debe lograrse principalmente mediante la formación de una única
"organización" que incorpore efectivamente en su seno a las diversas
clases, sectores y fracciones que venían actuando en el medio rural. La meta de
lograr la unidad funcional de los mecanismos de control de las clases trabajadoras
del agro depende de la medida en que se desarrolle un proceso que permita que simultáneamente:
a) Se dé el fortalecimiento del poder
político de los líderes de cada una de las organizaciones políticas
domesticadas en el campo ;
b) Se logre la consolidación de un cuadro
dirigente global, cuyas decisiones y acciones alcance la totalidad del
ámbito, reservado a ella, de manera que brinden una unidad coherente al
comportamiento político e ideológico, de cada una de sus partes.
Ya existan desde 1974 intentos -especialmente
representados por el "pacto de Ocampo"- por lograr esta unidad de
acción de los diversos, referentes de la maquinaria corporativa del Estado en
el medio rural. Sin embargo estos intentos no habían cristalizado en la
realidad. Luego, lo que los dirigentes de la burocracia pública pretenden,
durante 1977, es llenar esta laguna; se intenta avanzar en la dirección de
formar, con sus organizaciones individuales constitutivas, una sola
organización de control estatal en el agro, que logre dar una posición
verdaderamente orgánica a los diferentes enfoques en cuanto a la forma de su
anticipación política. Es así que surge, a finales del año, la semilla de lo
que podría ser este sustituto del "Pacto de Ocampo" : la Alianza para
la Producción, Industrialización y Comercialización de los Productos
Agropecuarios y Forestales. Sin embargo no se trata aún de una alianza
política. La función de la nueva organización es básicamente económica:
colaborar en la planeación y programación de actividades agropecuarias de
temporal y de riego, así como, de zonas forestales; fomentar las nuevas formas
de "asociación" empresarial en el agro; coordinarse con gobierno y
burguesía para "capitalizar" al agro; organizar un sistema nacional
de comercialización que sustituya la intermediación.
El que el nuevo organismo sólo sea económico, no es
sino el reflejo de que el surgimiento y funcionamiento efectivo de una nueva,
operativa y única organización política de la maquinaria corporativa del Estado
en el campo se enfrente a serias dificultades:
a) Los cismas y escisiones de las
organizaciones corporativas, tanto entre sí como en el interior de cada una de
ellas, se agudizan con el intento de formar una sola central;
b)La unificación, en una única central,
implicara el debilitamiento de la fuerza política personal de los dirigentes de
cada una de las "organizaciones", ya que las posibilidades de su
movilidad vertical están en relación directa con la fuerza que representa la
organización que respectivamente encabezan ;
c) La clara pérdida de la hegemonía del
"sector campesino" en manos de la CNC deja abierto el camino para que
cada líder nacional del "sector"
intente llegar a detentarla, con lo que se establece una fuerte lucha entre, dirigentes rivales;
d)Se manifiestan abiertamente las
consecuencias el hecho de que las diversas organizaciones de la maquinaria
corporativa del Estado (CNC y SNTE-CTM, por ejemplo) manejan intereses sociales
diferentes y hasta contrarios;
e)La existencia de posiciones a menudo
contradictorias de cada una de las "organizaciones" ante aspectos
fundamentales del proceso de proletarización (como las diferencias en cuanto a
fomentar o no la inversión extranjera directa en el campo) ;
f)Las organizaciones estatales de' la
burguesía del campo no están dispuestas a quedar incluidas en el mismo engrane
de la maquinaria corporativa del Estado que encuadra también a los trabajadores
sociales
Durante el año, la existencia de estos obstáculos para la formación de una única central" que corporativice a las clases populares del agro se manifiesta en:
a) La no asistencia de un dirigente
determinado a "reuniones" concertadas para el "sector
campesino" en su totalidad ;
b) Enemistades personales, abiertas y
francas, entre líderes de la UGOCM, CNC, CAM, CCI ;
c) Discrepancias entre los dirigentes, en los
casos de repartos agrarios, en cuanto a quiénes serán los campesinos
"beneficiados," con ellos ;
d) Acusaciones de deshonestidad, lanzadas
entre sí por los dirigentes ;
e) Un permanente proceso de
"reafiliación", en diferentes organizaciones nacionales de la
maquinaria corporativa) de las agrupaciones campesinas locales y regionales;
f) La violencia física desatada; entre
líderes intermedios y miembros 'base, de organizaciones diferentes.
ii) Militancia y control en cuadros intermedios y bases.
sociales
Para que la maquinaria corporativa se desempeñe de
manera que su existencia sea real coadyuvante a la implantación del esquema
estatal de "salida a la crisis", se requiere, además del
fortalecimiento de sus cuadros dirigentes en la medida y con los rasgos que
requiere la unidad coherente del aparato de control político-ideológico,
que sus bases sociales de apoyo incrementen realmente -y sólo hasta cierta
medida- su militancia. En la modificación de forma -de pasiva y
dirigida, a relativamente activa, pero también dirigida de la
participación política de los "miembros de base" de la maquinaria
corporativa, la fracción hegemóni9a de la burocracia pública detecta un factor
que permitiría que ésta incrementara el papel de apoyo efectivo a la posición
burocrática que, a la vez, haría posible controlar la movilización política intra
corporativa que la crisis desata (por el progresivo deterioro de las
condiciones materiales de vida de los trabajadores) y que, por lo tanto, tiene
que regular. Así, la inconformidad social que la crisis genera en el propio
ámbito interno de la maquinaria corporativa obliga a los altos dirigentes del
partido, ya la fracción lopezportillista del aparato burocrático, a reconocer
que la estabilidad política ,existente no significa inmovilismo o estancamiento
político de los contingentes sociales corporativizados por el Estado.
Para incrementar esta militancia controlada de
sus propias instancias, la maquinaria corporativa establece varios mecanismos
generales :
a) La "democracia transparente", que desplaza formalmente (
aunque no realmente) el peso de las decisiones de los círculos nacionales del
PRI a las asambleas, en apariencia permitiendo que los líderes
regionales y locales de los miembros "base)' de la maquinaria corporativa
tengan una mayor participación en el proceso ;
b)El manejo de la obtención de reivindicaciones económicas ( aumento de
salarios, en general, y de .salarios mínimos, en particular) , con objeto de dar
la imagen de que los líderes nacionales no propugnan por el "reposo
político" de sus agremiados.
Pero durante el año esta movilización de sus bases,
que auspician los dirigentes nacionales, en cierto sentido tiende a revertirse
contra la propia maquinaria, corporativa. Por un lado, la posición formal de
defensa del salario da pie a que los obreros y trabajadores adscritos al PRI en
cualquiera de sus sectores tomen una actitud real de lucha (en algunos casos
llegando incluso a amagar con el uso del realmente proscrito empleo de la
huelga general como arma de lucha) .Por otra parte, la ola de una movilización
no controlada en toda su extensión y profundidad empieza a llegar hasta los más
caros bastiones de la maquinaria corporativa ( al interior de sindicatos de la
FSTSE, por ejemplo) .De esta manera, la decisión de ampliación de los márgenes
de movilización política, destinada a coadyuvar al fortalecimiento de la
maquinaria corporativa del Estado, empieza a llegar a puntos que son
particularmente incómodos para sus timonéeles.
Esto mismo sucede en el caso de la mayor militancia
-auspiciada por el aparato burocrático- de las bases y de los líderes
intermedios de aquellas partes de la maquinaria corporativa que tiene su ámbito
de acción fundamental en el agro. El empleo de éstos y otros mecanismos
efectivamente trae como consecuencia el incremento de la militancia de sus
bases y de la participación política de los líderes intermedios; sólo que este
incremento no es tan controlado como lo habían concebido en principio los dirigentes
de la fracción hegemónica del aparato burocrático. Se da así la agudización
del proceso conforme al cual los
líderes intermedios -regionales y locales, principalmente-- tienden a
"brincarse las trancas". El incremento de su militancia se refleja en
movilizaciones efectuadas por desocupados rurales (formalmente corporativizadas
) en busca de tierra, que "denuncian" tierras afectables o invaden
"ilegalmente" predios, así como en movimientos que tienen por
protagonistas a asalariados o semiasalariados rurales que empiezan a hacer un
uso cada vez mayor del recurso de huelga, e incluso en la lucha emprendida por
empleados de nivel técnico y operativo que laboran en diversas organizaciones
del Estado que tienen un medio ambiente de acción en el campo mexicano.
iii) La
izquierda y los intentos de su neutralización
Durante 1977 la maquinaria corporativa del Estado
muestra, en buena parte por sus propias debilidades internas, su incapacidad
para neutralizar la acción de la izquierda. En principio, la inexistencia de
una única "central" del control estatal, la ausencia de un cuadro
dirigente hegemónico en su interior y la movilización de sus bases hasta puntos
más allá del cabal control por parte del Estado, no pueden menos que favorecer
a las agrupaciones políticas que se sitúan fuera del marco del encuadramiento
estatal y cuya expansión se intenta auspiciar "desde arriba".
Sin embargo la incapacidad de la maquinaria
corporativa para hacer frente a la expansión de las organizaciones de izquierda
es alimentada además, por algunos factores adicionales :
a) El mismo contenido de la política
económica global (cristalizado en la Alianza para la Producción) , al imponer
el "sacrificio" de los "militantes" de la propia maquinaria
corporativa del Estado, determina la agudización de la tendencia hacia el
abandono de las "centrales" del PRI -y de sus anexos- por parte de
sus organizaciones base ;
b) La crisis agudiza el enfrentamiento entre
diversas instancias de la maquinaria corporativa del Estado (por ejemplo, manifestado
en los conflictos electorales) , trayendo como consecuencia el
"desgaste" de la maquinaria corporativa por luchas internas ;
c) El afloramiento de una corriente
izquierdizante al interior del mismo PRI, que dificulta a la maquinaria
corporativa la neutralización efectiva de la acción de la izquierda ubicada en
las líneas de sus enemigos.
Sin embargo la creciente incapacidad de la maquinaria
corporativa para neutralizar -por sí sola, sin recurrir a la represión directa-
la acción de la izquierda está también determinada por la acción de la
izquierda. Ello se debe a que los dirigentes de las organizaciones políticas
revolucionarias están en posibilidad de plantearse aprovechar las contingencias
de la Reforma Política, lo que significa intentar :
a) Lograr que cada
vez menos se preste la izquierda a que se utilice su mediación para resolver
las contradicciones intraestatales ;
b) Aprovechar el
hecho de que el fortalecimiento de la izquierda es una necesidad -en el
contexto de "salida" a la crisis- para el aparato burocrático,
actuando en posiciones ubicadas más allá de los márgenes estatales de seguridad
con relativamente menos posibilidades de represión abierta ;
c) Unificar
orgánica y coherentemente a las diferentes agrupaciones de izquierda ;
d) Que la izquierda
incorpore verdaderamente aquellas fuerzas sociales que hasta ahora se han
mantenido fuera del control estatal (lo que estaría posibilitado por la medida
en que las reivindicaciones por las que lucha muestren una mucho mayor
adecuación con las necesidades reales de los trabajadores, y por el grado en
que su acción desmistificadora -desideologizan- te- sea cada vez más eficaz) .
Con una actividad
desplegada en torno a estas grandes líneas, la izquierda demuestra durante 1977
que está iniciando un proceso que podría conducir a invertir los planteamientos
gubernamentales respecto a lo que debe ser su actuación política en el contexto
de la Reforma Política. Puede así ir mucho más allá de los planteamientos
estatales -subvirtiéndolos- (que claramente parten del supuesto de que las
organizaciones revolucionarias deben convertirse, mediante su incorporación al
proceso global de Reforma Política, en una "válvula de escapes" que
debería permitir ampliar la base de apoyo del Estado, mediante la aceptación de
una más intensa participación política institucional (por lo pronto, en los
procesos electorales y en el interior del Congreso de la Unión) de la
oposición; posibilitar el negociar con la izquierda sin tener que llegar
forzosamente -en primera instancia- a la represión física; convertir a la
izquierda de abiertamente disidente, en incorporada disidente.
Con respecto a las
organizaciones revolucionarias que actúan en el medio rural, esta posibilidad
de aprovechamiento del contexto de la Reforma Política para realmente
fortalecerse -subvirtiendo así los planteamientos estatales-- se manifiesta,
entre otros, en los siguientes hechos :
a)
Las
denuncias del incremento de la presencia de la CIA en el campo mexicano.,
b)
La
difusión del contubernio existente entre burguesía rural, SRA, SARH y BANR URAL
;
c)
El aprovechamiento del surgimiento de conflictos entre autoridades agrarias
y -dirigentes de la maquinaria corporativa, para aumentar su presencia en el
agro ;
d)
La
atracción, cada vez con mayor éxito, de las bases sociales de la maquinaria
corporativa que actúa en el campo ;
e)
Los
intentos de formar una sola central, independiente del Estado, que aglutine al
proletariado rural, a los desocupados del campo ya los semiasalariados.
iv) Encuadramiento
estatal y asalariados rurales
La maquinaria corporativa,
para cumplir eficientemente con el papel que ]e ha asignado la fracción
hegemónica de la burocracia pública, tiene que extender su control -ahora
mínimo- sobre los aproximadamente 9 millones de desocupados y subocupados del
país, y sobre los aproximadamente 3 millones de asalariados del agro. Sin
embargo, en lo que concierne específicamente a los jornaleros rurales, sus
intentos se ven obstaculizados por:
a)Las crecientes
dificultades para controlar las tensiones sociales en aumento, producidas por
la mayor concentración de riqueza y deterioro de las condiciones materiales de
vida de los jornaleros, que ocasiona la puesta en marcha el proyecto de
"salida" a la crisis (por ejemplo, determinado por la liberalización
de precios de bienes de consumo) ;
b) La burguesía
rural ejerce presiones de todo tipo para evitar que los dirigentes de la
maquinaria corporativa en el agro manejen banderas de lucha que justamente
podrían ser atractivas para los trabajadores del agro, aumentando así las
posibilidades de que éstos pasen a formar parte de las líneas de la izquierda
en el medio rural.
18 de febrero de 1978
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del Dr Xavier Gamboa Villafranca
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