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2.2. Reforma Política en el campo

 

Un elemento del artículo:  1977, “Año de la ‘Reconstrucción’: Reforma Política y Alianza para la Producción en el Agro Mexicano”, del Dr Xavier Gamboa Villafranca.

 

 

2.2. Reforma Política en el campo.

a) Veamos cada una de estas tesis con mayor detalle.

b) La burguesía rural y su vigilante perspectiva política

 

 

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2.2. Reforma Política en el campo

Ya se ha dicho aquí que Alianza para la Producción y Reforma Política son los dos componentes inseparables de la manera conforme a la cual el aparato burocrático del Estado mexicano plantea poder salir de la crisis para 1980. En anteriores apartados se ha desarrollado la tesis que señala que la efectiva puesta en marcha de ambos componentes de la "respuesta completa", que la burocracia central enfrenta a la crisis, es un asunto que compete básicamente a la resolución de las contradicciones secundarias al interior del Estado mexicano. La efectiva implantación de la Alianza para la Producción está fundamentalmente determinada por la dirección en que se resuelvan los conflictos surgidos entre burguesía y aparato burocrático, así como por la "resultante" vectorial de las contradicciones intra burguesas e intra gubernamentales. A su vez, la verdadera modificación superestructural que implica la Reforma Política depende de cómo se resuelven las contradicciones entre y en el interior de- aparato burocrático, maquinaria corporativa del Estado y organizaciones de lucha política de la burguesía.

 

También se ha mencionado que los determinantes, el contenido y los efectos de la Reforma Política y de la Alianza para la Producción adquieren especificidad diversa" de acuerdo al sector concreto de la economía del país en que se intenten aplicar. En el anterior apartado se ha establecido que, en el caso concreto del sector agropecuario, la pretensión de aplicar la Alianza para la Producción -esto es, la implantación de un proceso de total y definitiva proletarización del agro- se encuentra dificultado, durante 1977, tanto por factores ubicados en el propio seno del aparato burocrático, como por el alejamiento de la función de inversión que los planteamientos gubernamentales le asignan a las fracciones de la burguesía rural. Toca ahora hacer lo mismo con la Reforma Política: delimitar qué escollos se le presentan para convertirse en el efectivo condicionante superestructural de la implantación del esquema de "descampesinización" que, conforme a los planteamientos gubernamentales, deberá ponerse en aplicación de 1977 a 1980.

 

En lo que sigue se pretende detectar los obstáculos que –provenientes del funcionamiento superestructural real de aparato burocrático, organizaciones de lucha de la burguesía rural y maquinaria corporativa del Estado en el campo-- dificultan, durante 1977, la efectiva puesta en marcha de la Reforma Política, que la fracción hegemónica de la burocracia pública ha impuesto en lo general. Las tesis básicas al respecto, que se intentará fundamentar en lo que resta del presente documento" son:

 

a)     El funcionamiento superestructural real del aparato burocrático no cumple con su auto asignada tarea de generar altos niveles de confianza en la burguesía rural. Las acciones que emprende, encaminadas a promover una adecuación jurídica que legitime el proceso de proletarización, no necesaria- mente elevan la confianza del capitalista del agro, básicamente porque paralelamente a ellas el gobierno -debido, a su vez, a que tiene dificultades para mantener, dentro de límites "soportables", el deterioro de los niveles de vida de las clases trabajadoras rurales, a que tiene problemas para institucionalizar la "solución" de los conflictos sociales en el campo ya que no se muestra eficaz en la transmisión de )a nueva imagen ideológica de la reforma agraria- tiene que ser mínimamente permisivo (en aras de la permanencia de ciertos grados de legitimidad) en cuanto a afectación de tierras para fines de reparto y en lo concerniente a invasiones agrarias, y se niega a hacer un uso verdaderamente profundo de la represión físico-militar;

b)     El funcionamiento superestructural real de las fracciones, grupos, sectores y capas de la burguesía con intereses ubicados en el agro tiende más bien a corresponder a una visión del ámbito político-ideológico, conforme a la cual gobierno y maquinaria corporativa aparecen como entes sociales que re- quieren ser constantemente vigilados por las organizaciones de lucha política del capital. Debido fundamentalmente a su inadecuada interpretación de las acciones tomadas -y del discurso político empleado- por la burocracia central del Estado mexicano con respecto al campo, la burguesía rural no acepta que se dañen sus intereses inmediatos" ni aun cuando esto suceda como una respuesta superestructural a la radicalidad alcanzada en la lucha de clases. Tiende, por el contrario, a presionar al aparato burocrático hasta colocarlo en una posición cercana al punto de pérdida total de legitimidad popular en el agro;

c)      A su vez, el funcionamiento superestructural real de la maquinaria corporativa del Estado en el campo tiende a alejarse significativamente del que le ha sido asignado en los planes gubernamentales respectivos. Debido básicamente a que los dirigentes nacionales de ras diferentes organizaciones que componen el "sector campesino" del PRI compiten por obtener para "í la hegemonía del proceso desatado por la reforma interna de la maquinaria corporativa, durante el año no se avanza significativamente en la formación, en el agro, de una única organización política del Estado. Si a ello se le aúna el hecho de que, determinado por el agudizamiento del proceso de deterioro de sus condiciones materiales de vida, sus propias bases sociales y cuadro" intermedios de dirigentes, denotan un incremento de su militancia efectiva que se acerca a los límites de seguridad del Estado, y si además se le agregan las crecientes dificultades para extender y profundizar su control sobre lo" asalariados) subocupados y desocupados rurales, se entiende por qué la maquinaria corporativa muestra tendencialmente que sería incapaz para neutralizar eficazmente una acción expansiva seriamente emprendida por las organizaciones políticas independientes en el campo mexicano, de 1977 a 1980.

 

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a) Veamos cada una de estas tesis con mayor detalle.

 

i) Intentos de adecuación jurídica

Desde la perspectiva de la fracción hegemónica de la burocracia pública-, el Derecho "legítima la lucha de los contrarios". Conforme a su concepción, la lucha por "transformar" la sociedad aparece como posible únicamente si se da dentro de los marcos jurídicos existentes sólo para transformarlos, no para transgredirlos. Entre otras razones, es por ello que el proceso ,global de Reforma Política abarca, en la "primera etapa", su aprobación formal por el Congreso de la Unión. Con fundamento en esta perspectiva, la posición gubernamental respecto a la necesidad de efectuar adecuaciones superestructura les en la sociedad mexicana (que sería necesario satisfacer para "salir" de la crisis) debe iniciarse precisamente con la actualización del ámbito jurídico-legal.

 

Con relación al campo, concretamente se trata de modificar la legislación para dar", seguridad" al empresario rural. En el caso del medio rural, sin embargo, esta preocupación de la burocracia central por sentar las bases jurídicas que posibilitarían la legitimidad de la implantación del esquema de descampesinización y proletarización definitiva, va a contribuir a la producción de fuertes dosis de "desconfianza" en la burguesía rural. Esta desconfianza va a estar determinada por el hecho de que, desde el ángulo de visión del capital agrícola y ganadero, aparece como posible:

 

a) Que la Reforma Política, al hacer factible que el aparato burocrático se apoye simultáneamente en la desgastada maquinaria corporativa y en las "minorías" políticas de izquierda, redunde en el fortalecimiento de la autonomía relativa del gobierno y, por lo tanto, en el incremento de la compulsividad para hacer que el capital privado del agro se comporte de acuerdo a sus lineamientos ;

b) Que la reforma administrativa implique el fortalecimiento de la SRA, en 10 que el capital ve la continuación del reparto agrario de tierras a que se opone terminantemente;

c) Que el poder legislativo. cobre una creciente independencia frente al poder ejecutivo -entre otras cosas porque en el Congreso de la Unión están ubicados residuos del echeverrismo, porque los mecanismos de control sobre diputados y senadores no funcionan tan bien como antes y porque las representaciones de los ",sectores" de la maquinaria corporativa hacen planteamientos cada vez más audaces-, lo que podría llegar a manifestarse en la generación de ordenamientos legales que no favorezcan directamente a los intereses de los empresarios rurales;

d) Que los nuevos enfoques utilizados para el estudio del agro mexicano -alimentos por el auge cobrado por las ciencias sociales en el país--, al desenmascarar el verdadero carácter de los diversos niveles jurídico-legales relacionados con el medio rural, "contaminen" las directrices marcadas por la burocracia central.

 

Pero, además de todo ello, existe un caso en que la actualización jurídico- legal es especialmente importante. Para que haya cumplimiento con el papel de inversión que le ha sido asignado por el aparato burocrático a la burguesía rural, sus dirigentes afirman que requieren tener la certeza de que la inconformidad y los conflictos sociales, que generará la implantación del esquema de proletarización definitiva, serán controlados, institucionalizados) "arbitrados" por el Estado. De ahí la relevancia que la burocracia central otorgue a la modificación de leyes y reglamentos necesaria para la formación de los "Tribunales Agrarios". Sin embargo, al igual que lo que sucede con la generalidad de las modificaciones mencionadas antes, el surgimiento de los "Tribuna]es Agrarios", como mecanismo fundamental de arbitraje estatal en el agro, no parece despertar, en la burguesía del campo, altos niveles de confianza. Ello está determinado por:

 

a) Los antecedentes de la disfuncional existencia de organismos equivalentes a estos tribunales desde 1915;

b) El arbitraje que hasta entonces se concentraba en la SRA, con lo que en ocasiones estos mecanismos -al verse sometidos a nivel regional y local a las presiones difíciles de vencer que provienen de la burguesía rural tenderían al enfrentamiento con las instancias nacionales del Estado ;

c) La posibilidad de que el nuevo engrane, del aparato estatal de mediación política en el agro esté constituido por funcionarios gubernamentales que hayan sido "víctimas" de] proceso de "marxisticación" ideológica que hace que quede fuera del control de] Estado nacional una no despreciable parte del ámbito de su propia actuación.

 

ii) Persistencia de invasiones agrarias y afectaciones de tierra

Diferentes grupos de presión -dentro y fuera del engranaje estatal- intentan conducir al aparato burocrático hacia la realización de nuevos repartos agrarios. Como el aparato burocrático no satisface estos requerimientos de tierra, persisten -a nivel mínimo-- las invasiones "ilegales". Inquietud, des- empleo y deterioro de las condiciones materiales de vida de loS trabajadores rurales se unen y condicionan el que los líderes locales y regionales de las organizaciones políticas domesticadas actúen, en este sentido, de manera diferente a la que les está señalada por los controles estatales establecidos. A pesar de que la perspectiva oficial estriba en sostener que las invasiones que existen son "herencia" del régimen pasado, las diferentes organizaciones de lucha de la burguesía rural sostienen que las invasiones continúan, por lo que no pueden tener total confianza en el régimen.

 

Los dirigentes del aparato burocrático han normado su política de afectaciones de tierra en función del mantenimiento de un mínimo indispensable de niveles de legitimidad -juzgados por ellos como "adecuados". Por esta razón, para ir eliminando expectativas sociales incontroladas, se difunde masivamente el hecho de que el gobierno afectará solo -cuanto antes- lo que es posible afectar (dejando así claramente establecido que la "pequeña propiedad" no será tocada) , a la vez que "desradicaliza" las acciones agrarias de fines del sexenio de Echeverría.

 

Pero si la "desconfianza" de la burguesía rural se genera por la persistencia de niveles muy bajos de invasiones "ilegales" de tierra, ésta se incrementa considerablemente cuando el gobierno, en aras del sostenimiento de un mínimo de legitimidad de la imagen que lo presenta como representante de las reivindicaciones campesinas del movimiento armado 1910-1917, plantea como todavía vigente la abstracta posibilidad de afectación de tierras para fines agrarios. Diferentes agrupaciones de empresarios rurales señalan constantemente la probabilidad de que sus superficies sean afectadas -sin recibir pago "justo" en cambio-, por lo que demandan "seguridad" en la tenencia de la tierra. Su "inseguridad" se genera porque, en su concepción :

a) Siempre está presente la posibilidad de que "alimentada por .la izquierda intra y extra estatal, que sostiene que lo afectable, es mucho más de lo que sostiene el. gobierno- la reforma agraria se radicalice ;

b) Las "investigaciones" que continúa realizando la SRA para detectar latifundios de viejo tipo representan un claro indicador de que la política de: afectación, de hecho, continúa.

 

iii) La nueva imagen de la reforma agraria

La fracción hegemónica de la burocracia pública no sólo efectúa cambios en materia de adecuación jurídica" con objeto de generar altos niveles de con. fianza en la: burguesía rural. Tampoco se agotan las modificaciones superestructurales que promueve, ni en la "actualización" de los procesos de institucionalización de conflictos agrarios, ni en los cambios en la actitud oficial frente a invasiones agrarias y afectaciones de tierra. Además de todo ello, promueve la difusión de una nueva imagen de la reforma agraria. En la nueva imagen ideológica :

 

a) La Reforma Agraria aparece como posibilitadora de que el campo mexicano deje de ser determinante de la "economía ficción" del país ;

b) Los repartos agrarios sólo pueden continuar haciéndose, en pequeña escala, en la modalidad de Nuevos Centros de Población Ejidal;

c) Se parte de la existencia de latifundios, aceptando sólo la presencia de acaparamiento de tierra;

d) Aparece la mano de los tecnócratas legitimadores del Estado, brindan- do como "solución " la ocupación en el medió rural vía asalarización, no vía reparto agrario de tierra ;

e) Durante un primer periodo, en el proceso de su constitución, se hacían ataques oficiales a la política agraria del régimen echeverrista para después, en un segundo momento, rectificar la posición y aclarar que el echeverrismo en el campo en realidad benefició a la burguesía rural.

 

sin embargo una cosa es la construcción de una nueva imagen de la reforma agraria, y otra es que ésta se convierta en verdadera elemento ideológico: que sea eficazmente difundida por el Estado, para su aceptación e interiorización por parte de las masas populares del agro. En cuanto a la eficiencia ideológica de la nueva imagen, se le presentan al aparato burocrático algunas dificultades :

 

a) La monopolización privada de los medios de comunicación masiva hace posible que la imagen transmitida pueda llegar a tener un contenido, bastante diferente del que la perspectiva gubernamental la ha originalmente dotado;

b) La eficacia en la transmisión de la nueva imagen ideológica se ve obstaculizada porque a las peticiones institucionales de afectación de latifundios  reales, las autoridades agrarias responden con argucias legaloides, señalando su inexistencia legal ;

c) Simultáneamente al inicio de acciones concretas contenidas en esta nueva imagen ideológica -tales como las emprendidas para llevar a cabo las empresas "asociativas" en el campo-, estas mismas medidas dejan de tomarse en otros sectores de la economía;

d) La nueva imagen es desideologizada por el conocimiento científico social y por la acción de las organizaciones campesinas independientes, jugando permanentemente esto como erosionador de su efectividad;

e) Sectores que tradicionalmente hubieran apoyado la difusión e interiorización de esta nueva imagen de la reforma agraria -como la iglesia católica-, actualmente, por divisiones en su interior, son un dudoso medio, auxiliar.

 

iv) Deterioro de las condiciones de vida de la población rural

Las crisis del modelo de desarrollo capitalista dependiente )' derivado, iniciado desde mediados de los sesenta.. para 1977 tiene como un corolario un muy acentuado deterioro en las condiciones de vida de las masas populares del país. El aparato burocrático -entre otras razones, por presiones de la maquinaria corporativa del Estado-- toma medidas que permitirían mantener este deterioro dentro de límites "tolerables"., intentando evitar así los efectos político-ideológicos incontrolados que el no hacerlo inevitablemente implicaría. Sin embargo las medidas que toma en este sentido la burocracia, con todo y que no están encaminadas a detener y superar el proceso, sino simplemente a mantenerlo dentro de los márgenes de permanencia de legitimidad, se ven obstaculizadas por:

 

a) La propia penuria económica gubernamental hace que sean escasos :los recursos que pueda dirigir a este renglón ( COPLAMAR, por ejemplo) ;

b) La imposibilidad de implantar coercitivamente, a las diferentes fracciones del capital, sus lineamientos en cuanto a lograr que éstas. colaboren ( en cuanto a mantenimiento de bajos precios, por ejemplo) en el proceso de control del deterioro mencionado ;

c) La posición, en contra de estas medidas, de las fracciones más poderosas de la burguesía) que consideran que el gasto público destinado al "beneficio social" es un desperdicio.

 

Debido a estos obstáculos, las medidas que toma la burocracia público para "mantener "tolerable" el deterioro de la situación de las clases trabajadores del agro, espectacularmente golpeada por la crisis, son a todas luces insuficientes. Esta insuficiencia se manifiesta tanto en el inicio de programas de abatimiento, del índice de crecimiento demográfico en el medio rural como en la puesta en marcha del "seguro de vida" campesino, cuanto en el establecimiento de centros de distribución de productos básicos de consumo en el agro. Pero lo paradójico es que, determinado en algún grado o por esta insuficiencia -que en buena medida es producto de la posición de la burguesía-, las masas rurales "no se arraigan" a sus lugares de origen ni son meros participantes pasivos en el proceso que conducirá a su proletarización definitiva y, por lo tanto, la burguesía rural no estará totalmente satisfecha con la forma en que el gobierno maneja las medidas de control del agravamiento de los niveles de vida del campo durante el proceso de "salida" a la crisis.

 

v) Cuerpos represivos

Dentro de los planteamientos gubernamentales parece clara la convicción de que una fuerte agudización de las contradicciones sociales surgirá como producto de la implantación del esquema de proletarización definitiva del agro. Por ello, además de intentar una adecuación ideológica y de pretender fortalecer la maquinaria corporativa, el curso a la violencia estatal para enfrentarse cruda y abiertamente a las diferentes manifestaciones potenciales de inconformidad social es una carta que no está desterrada: permanece como e] medio que en última instancia permitiría que en el campo se mantuviera la "estabilidad política" tan jactanciosamente difundida por la fracción hegemónica del aparato burocrático. El Estado se prepara, durante 1977, para usar la represión, tanto a través de la modernización de los actuales cuerpos militares y paramilitares. como mediante la creación de organismos especiales y secretos antiguerrilleros. Sin embargo, para fines de obtención de legitimidad, en un contexto de Reforma Política, dosifica su utilización efectiva. Este uso dosificado de la represión se enfrenta -provocando "desconfianza- a la posición de una burguesía rural interesada en que el Estado haga un uso extensivo e intensivo de ella, especialmente en casos de invasiones "ilegales" de tierra.

 

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b) La burguesía rural y su vigilante perspectiva política

 

i) Afectación potencial o real de los intereses de los empresarios del campo

A nivel formal, la burguesía con intereses ubicados en el campo acepta la conducción gubernamental del proceso de implantación del esquema de des- campesinización del agro, aun cuando ello afecte sus intereses mediatos. A nivel real, sin embargo, no está dispuesta a permitir que esta conducción deje sus intereses inmediatos, ni siquiera cuando ello sea parte de lo que globalmente se requiere para mantener, temporalmente, niveles mínimos de legitimidad y de control sobre las diversas manifestaciones de inconformidad que la proletarización del medio rural pone a la orden del día. Mantiene una constante perspectiva de vigilancia y presiona para evitar que se lleve a cabo todo lo que, incluido en el esquema ,gubernamental respecto al campo, puede debilitarla; ejerce fuerza, no obstante que ello implique entrar en contradicción con la fracción  hegemónica de la burocracia central del Estado mexicano.

 

Las presiones que ejerce el capital "rural" sobre el aparato burocrático no son, en este sentido, diferentes de las que emanan de otras, fracciones. AI igual que el resto de las fracciones de la burguesía, la lucha de los capitalistas del agro, para que, incidiendo sobre los lineamientos gubernamentales, se evite el más ligero daño a sus intereses, tiene un contenido tripartita: económico, político e ideológico.

 

Cómo se da esta lucha de la burguesía como clase? Durante 1977 la lucha orientada, directamente por su perspectiva económica incluye :

 

a)La oposición, más o menos abierta, a la implantación de medidas distributivas;

b)La utilización, para su fortalecimiento, incluso de las medidas gubernamentales tendientes a controlar su expansión;

c) El mantenimiento de bajos salarios ;

d)La desradicalización de las demandas del movimiento "organizado" de los trabajadores ;

e) El recurso a diversas medidas orientadas a permitir continuar beneficiándose con la inflación.

 

La lucha política, a su vez, incluye:

a) El aumento, en general, en su capacidad de la negación política que realiza con el aparato burocrático y de la maquinaria corporativa;

b) La realización de "campañas" a favor o en contra de determinadas posiciones ubicadas al interior del aparato burocrático ;

c) La incorporación y subordinación de otras fuerzas sociales, utilizándolas como apoyo a su perspectiva de lucha;

d) Negociación de alianza para otras fuerzas sociales -corporativizadas o no-, para lograr la máxima efectividad de su postura.

 

Por último, la lucha ideológica emprendida durante 1977 por la clase social del capital para evitar daños en sus intereses incluye, entre otros :

 

a) Las presiones para que, mediante diversos medios, se presente un panorama optimista, no totalmente coincidente con la realidad, de las consecuencias emanadas de la forma en que se ha planteado el proceso de "salida" a la crisis ;

b) La inclusión, en la ideología difundida, de la, aclaración de que el empresario sólo invierte si tiene utilidades, de lo contrario cerrará sus "fuentes de trabajo" ;

c )La difusión de la imagen de que el capitalista no es culpable de la crisis, sino sólo una víctima más de ella.

 

Con comportamiento similar al denotado por las categorías sociales que componen al capital, el combate presentado durante 1977 por los capitalistas rurales para evitar el más mínimo daño a sus intereses se da a nivel económico, político o ideológico. Sin embargo la lucha cobra aquí un contenido específico,: todo lo que no se inscriba en su lema de "seguridad y garantías" es atentario y, por lo tanto, combatible en cualquier circunstancia, independientemente de las exigencias superestructurales de un momento específico

 

La lucha económica de la burguesía rural por evitar que sus intereses in- mediatos sean afectados va a perseguir, entre otros objetivos:

 

a) La eliminación de la "economía ficción" en el agro, esto es, obtener del aparato burocrático adecuados precios de garantía para sus productos ;

b) El mantenimiento de los subsidios gubernamentales dirigidos a ella que previamente existían, pero evitar nuevos subsidios que impliquen la no obtención de altos precios de garantías;

c) Evitar que el incremento de la participación gubernamental en el agro se traduzca en la "estatización" del medio rural y, consecuentemente, la posible expulsión de los empresarios capitalistas de la producción agrícola y ganadera.

 

A su vez, el contenido superestructural de la lucha emprendida por los capitalistas del agro persigue:

 

a) Intentar suprimir las personalidades, que sobreviven dentro del aparato burocrático en puestos secundarios de mando, que sustentan tendencias agrarias "campesinistas" ;

b) Enfrentarse eficientemente a las denuncias que señalan que aún existen grandes concentraciones de tierra, imponiendo. su visión de que los latifundios son ya existentes ;

c) Dejar claramente establecido que la expropiación de tierras por parte del gobierno -aun en los casos en que a éste no se le presente "políticamente"

otra salida- es inversamente proporcional a su "seguridad" 'en el régimen;

d) Obtener la regularización definitiva de la situación de las tierras, especialmente de las de pequeña propiedad ;

e) Oponerse a las medidas que plantean la organización política de los asalariados rurales, incluso cuando éstas sean propuestas por la propia maquinaria corporativa del Estado.

 

Los mecanismos que emplea la burguesía "rural" en su lucha por lograr estos objetivos abarcan una amplia gama; incluyen los siguientes :

 

a) La oposición -y consecuente retraso en su construcción y operación- a las grandes obras de infraestructura que afectan sus intereses ;

b) La obtención -en caso de afectaciones inevitables, que no se puede detener- de altos precios pagados por tierra e instalaciones, incluso arriba de los comerciales;

c) La amenaza del paro de labores y realización de marchas de protesta.

 

ii) Las presiones de la burguesía rural y la legitimidad del aparato burocrático en el agro

El capitalista "rural" y "no rural" presta apoyo absoluto a la política económica del actual régimen, siempre y cuando su contenido sea totalmente favorecedor de los procesos de acumulación y reproducción del capital. Es requisito, para sus actores sociales, continuar teniendo "aceptables" tasas de ganancia. Por ello, si las medidas gubernamentales no son a su total favor , los diversos componentes de la burguesía pueden conducir -en su afán por evitar cualquier posible daño a sus intereses inmediatos-- al aparato burocrático a tomar "medidas impopulares", colocándolo en una posición en que se ponen en entredicho sus límites mínimos de legitimidad. En la medida en que estas presiones del capital resulten eficaces, se estará coadyuvando tanto a la mayor reducción de la autonomía relativa del Estado mexicano, cuanto a que el aparato de gobierno cuente con cada vez menos apoyos sociales requeridos para su existencia y actuación.

 

La Reforma Política significa, aunado al relativo reforzamiento de la izquierda ya la recomposición interna de la maquinaria corporativa del Estado, la legitimación de la participación política abierta de las diferentes fracciones de la clase del capital. Aprovechando el contexto de modificaciones superestructurales promovidas por la fracción hegemónica de la burocracia pública, la burguesía, como conjunto social, desarrolla durante 1977 mecanismos que conducen a una mayor capacidad organizativa y de presión política y ensaya nuevos métodos de actuación. Librando la lucha por lo menos a cuatro niveles --contra la fracción hegemónica del aparato burocrático, contra el resto de las fracciones del capital, contra los dirigentes de la maquinaria corporativa del Estado y, marginalmente, contra la posición de las organizaciones, grupos y partidos políticos de izquierda militante- determinadas fracciones del capital (especialmente la actuación del "Grupo Monterrey") van a intentar obligar al gobierno a tomar posiciones que, objetivamente, se ubican más allá de los límites políticamente tolerables. En esta lucha emplean diversos medios:

 

a)     Utilizan racionalmente los medios de comunicación masiva;

b)     Realizan paros de actividades ;

c)      Reaccionan contra la posibilidad de que sean dañados sus intereses señalando. las "negativas" consecuencias que ello tendría sobre el proceso de "salida" a la crisis .

d)     Colocan a sus representantes directos -ya no sólo en los referentes locales, municipales y de entidad federativa de la maquinaria gubernamental en posiciones secundarias de la burocracia central y en niveles de importancia no principal en la maquinaria corporativa del Estado-- en posiciones clave de la burocracia central (básicamente, en el "gabinete económico'), en tanto que es en el conjunto operativo SPFI, SPP, SC, SHCP donde se generan los contenidos originales de la política económica; donde se "retroalimentan" y se modifican éstos conforme a la correlación de fuerzas, y donde se formulan las versiones definitivas) , volviéndolas "homogéneamente conservadoras" ;

e)     Establecen mecanismos más eficientes de "consulta", con el aparato burocrático, en tomo al contenido de la política económica.

 

Las fracciones "rurales" de la burguesía del país tienen un lugar especial en la señalada tendencia hacia la pérdida de legitimidad popular del gobierno. Especialmente las fracciones de la burguesía que ya tienen intereses ubicados en el agro ( como diferentes de aquellas cuya presencia en el campo el gobierno se empeña en estimular) frecuentemente no coinciden con las propuestas del aparato burocrático, tanto en lo que se refiere a programas concretos ( como en el caso de las agroindustrias) , como en lo concerniente a las bases mismas de los planes gubernamentales de proletarización del agro. Empujan y presionan a la burocracia central hasta cerca de los límites de debilitamiento de sus bases superestructurales de apoyo, en el campo. Estas presiones se manifiestan en :

 

a) La oposición a que, aun formalmente, sostenga el aparato burocrático .--para fines de legitimidad-, la apariencia de que aún es posible el reparto agrario, ya que esto sólo sería factible (desde su percepción- afectando a la pequeña propiedad y, además, la sola posibilidad de continuar con las dotaciones sería "bandera" de las organizaciones de los trabajadores del campo sin tierra -corporativizados o no-- ;

b) El afianzamiento progresivo de la posición que sostiene que el ejido debe desaparecer, para ser sustituido por la pequeña propiedad ;

c) Las presiones para que desaparezca la Secretaría de la Reforma Agraria, con objeto de que ello garantice que la política "agraria" se someta indiscutiblemente a la política "agrícola".

 

iii) Interpretación burguesa de la acción y discurso políticos

Si la burguesía "rural" no admite el más mínimo daño a sus intereses in- mediatos, así sea en situaciones explosivas de lucha de clases, y si, por el contrario, tiende a empujar al aparato burocrático hacia posiciones de "peligrosidad" en cuanto a la obtención por parte de éste de niveles adecuados de legitimidad, ello está determinado, en buen grado por el hecho de que los dirigentes de las organizaciones de lucha de los empresarios del agro -al no tener la visión de conjunto que si tiene el gobierno-- no interpretan en su real dimensión el lenguaje utilizado y las medidas tomadas por la fracción hegemónica de la burocracia central. Al basar su conocimiento, y su actuación en el contenido explícito de los discursos pronunciados en las "alturas" de la burocracia, la burguesía que actúa en el medio rural muestra su incapacidad para distinguir entre objetivos formales y objetivos realmente perseguidos por el gobierno.

 

Al igual que el resto de las fracciones del capital, los empresarios del campo "desinterpretan" los planeamientos del aparato burocrático yIo maquinaria corporativa, tanto cuando se menciona de alguna manera la necesidad de rectificar el contenido de la política económica seguida durante 1977, como cuando se presentan argumentos en torno a la necesidad de aplicar la Reforma Política. Las organizaciones de lucha de la burguesía) como clase, no son capaces de distinguir, durante 1977, lo que realmente determina el contenido de las afirmaciones de cambio de la política, económica gubernamental, de descifrar en qué consisten éstos verdaderamente, y en saber en qué consistirían los efectos reales que podrían traer consigo. De esta manera sus líderes se muestran "desconfiados" cuando se habla de: liberalización del gasto público; que no se puede permitir que el capital sea juez y parte en el intento de sopesar lo "correcto" de la política económica seguida; la burguesía como culpable de la crisis, que no cumple con su parte en la Alianza para la Producción; no autorizar aumentos de precios; no aceptar la ingerencia directa de la burguesía en el contenido de la política y reforma fiscal; que el capital alimenta los conflictos entre políticos y técnicos; la incapacidad de la burguesía para obtener éxito económico real, si no cuenta con la protección gubernamental: que, pese a las presiones para hacer ver lo contrario, los economistas que trabajan en el gobierno no son creadores de problemas, sino simplemente sus detectadores y solucionadores; que el aparato de gobierno no debe ceder a la "iniciativa" privada sus empresas, pues el hacerlo implicaría su debilitamiento; incrementar los salarios; la posibilidad de que el capitalismo monopolista de Estado se oriente hacia el fortalecimiento, no del gran capital, sino del movimiento obrero y campesino; eliminar los subsidios que tradicionalmente le han sido otorgados.

 

A su vez,. la falta de visión de conjunto determina también, en algún grado, el que la burguesía como clase no interprete en su real dimensión el contenido y los alcances de la Reforma Política promovida e implantada por la fracción hegemónica de la burocracia pública. Se muestra "desconcertada" cuando se asegura que la Reforma Política: romperá el "monopolio" de la oposición que ha estado en manos del PAN ; brinda amplias posibilidades para que algunos grupos fuera del control estatal provoquen una crisis política, aprovechando la coyuntura de crisis económica de 1977; podría incluso significar la presencia de senadores de partidos de la izquierda revolucionaria; no cambiará la situación de monopolio del poder, sino que solamente implicará una mejor Imagen pública e este; podría llegar a tocar los puntos mas sensibles de la "gestión empresarial", tales como la participación obrera en las decisiones de las empresas del capital privado; no incluye realmente la posibilidad de eliminar la corrupción; es la respuesta a la necesidad de hacer corresponder el nivel político a los cambios que están ocurriendo y ocurrirán en el nivel económico; en dos años más posibilitará el que en el Congreso de la Unión verdaderamente esté presente la oposición de izquierda; crea "soberbia" de la maquinaria corporativa, que acusa a la burguesía de demandar definir jurídicamente las reglas de un juego que favorecerá aún más a los intereses del capital; responde a la necesidad de obtener el apoyo político- popular que requiere la "administración" de la crisis; implica, en algunos momentos, la necesidad de defender a funcionarios del régimen pasado, a quienes pretende la burguesía borrar del mapa de efectivos actores políticos durante 1977; dará más posibilidades de actuación independiente a los personajes al interior del gabinete presidencial que le resultan potencialmente peligrosos.

 

En el caso concreto de las fracciones "rurales" de la burguesía están presentes todos los anteriores indicadores de desconcierto y desinterpretación ; sin embargo éstos adquieren especificidad adicional. La ideología gubernamental respecto al campo tiene tanta eficacia que "engaña", en cierto modo, a la propia burguesía rural, cuando:

 

a) Altos funcionarios gubernamentales hablan de la necesidad de "estatizar" el agro, afirmando que ello surge como contra respuesta a la respuesta que los capitalistas privados han dado a los lineamientos gubernamentales (la alarma surge porque, desde la perspectiva del capital rural, la mayor presencia del aparato burocrático en el campo significa el expulsar al empresario de] sector agropecuario) ;

b) Se asegura que continuará ,el reparto agrario legal, en tanto que el aparato burocrático continúa recibiendo y dando trámite a solicitudes de dotación de tierra;

c)! Se afirma que -a pesar de que el objetivo de los cambios al respecto han sido históricamente inofensivos para la burguesía- habrá cambios en el cuerpo legal respecto al agro, que tenderán a beneficiar a las clases trabajadoras rurales;

d)Tienen la percepción de que el gobierno no hace nada por impedir que las organizaciones políticas independientes se "adueñen" del campo mexicano, demostrando así el capital rural no tener claro que la Reforma Política es una cuestión que el Estado promueve para evitar las "disfunciones" políticas que también se dan -de manera especialmente cruda- en el campo mexicano y que, específicamente, tiende a evitar precisamente que se dé el fortalecimiento político independiente (no institucionalizado,) de las organizaciones de izquierda.

 

c)Los intentos de fortalecer la maquinaria corporativa en el campo

i) Centralización hegemónica del poder en su interior

La Reforma Política es una parte muy importante de la estrategia seguida por los dirigentes gubernamentales para conducir el proceso de "salida" a la crisis. Es de la mayor relevancia porque, desde su perspectiva, permite mantener la única forma de "estabilidad restante" : la estabilidad política. Así, la Reforma Política cumplirá el papel para el que ha sido concebida., en la medida en que posibilite:

 

a) El establecimiento de nuevas formas de "arbitraje" estatal de. la lucha entre clases social, (nuevas formas en cuanto a; que ahora no es una sola dependencia del gobierno la que vela por el equilibrio de los dos "factores" principales de la producción, sino que el arbitraje aparece como el resultado de la resolución, abierta y formalmente negociada --como en el caso de la Comisión Nacional de Precios-, de la enorme batería de contradicciones secundarias que pernean la existencia de las propias instancias estatal -gobierno, maquinaria corporativa y organizaciones de lucha de la burguesía) -;

b) El auspicio y control del Estado en cuanto al fortalecimiento de los sectores de izquierda que escapaban a los márgenes de su control, surgidos como consecuencia de la necesidad de legitimar la actuación de los aparatos estatales ante las clases explotadas y sectores medios, y del requerimiento de mantener la autonomía relativa del Estado y la independencia residual del aparato burocrático con respecto al gran capital transnacional -monopólico- ;

c) El robustecimiento de la propia maquinaria corporativa del Estado -vía su recomposición interna-, haciendo posible que neutralice la acción expansiva de la izquierda que potencialmente podría determinar la propia Reforma Política.

 

Luego, uno de los objetivos perseguidos por la Reforma Política es la reforma interna del PRI y su séquito. Entre otras cosas, la reforma interna del PRI estaría concebida para permitir que se establezca una clara centralización de poder político en su interior. Sin embargo algunos, hechos dificultan que se convierta en realidad la conceptualización de la fracción lopezportillista de la burocracia pública en cuanto a ello. Entre otras razones, la reforma interna de la maquinaria corporativa, concebida como medio para lograr la centralización hegemónica del poder interno, se ve obstaculizada porque:

 

a) La forma, el ritmo y la cobertura de las modificaciones internas no son aceptadas por la totalidad de los dirigentes de la maquinaria corporativa (en la concepción de algunos, ésta es demasiado conservadora, lenta y tibia, en tanto que para otras es demasiado democrática, rápida y radical) ;

b) Los líderes de la maquinaria corporativa tienen diferentes perspectivas en cuanto a lo mediato o inmediato de la necesidad de solicitar reivindicaciones económicas que sean de significación para los "cuadros intermedios" y las bases sociales directamente vinculadas a ellos.

 

Básicamente son estos dos factores los que impiden que la Reforma Política se traduzca en el arribo, a la total coherencia interna de los mecanismos de dominación que demanda la recomposición de la maquinaria corporativa del Estado mexicano.

 

Esto último es especialmente cierto para el agro. A partir de 1977 la efectiva realización del esquema estatal de la descampesinización y proletarización definitiva del agro mexicano requiere que --\lía la implantación de la Reforma Política global-- se fortalezcan los componentes de la maquinaria corporativa del Estado que tienen ingerencia directa en el campo. Desde la perspectiva gubernamental, este fortalecimiento debe lograrse principalmente mediante la formación de una única "organización" que incorpore efectivamente en su seno a las diversas clases, sectores y fracciones que venían actuando en el medio rural. La meta de lograr la unidad funcional de los mecanismos de control de las clases trabajadoras del agro depende de la medida en que se desarrolle un proceso que permita que simultáneamente:

 

a) Se dé el fortalecimiento del poder político de los líderes de cada una de las organizaciones políticas domesticadas en el campo ;

b) Se logre la consolidación de un cuadro dirigente global, cuyas decisiones y acciones alcance la totalidad del ámbito, reservado a ella, de manera que brinden una unidad coherente al comportamiento político e ideológico, de cada una de sus partes.

 

Ya existan desde 1974 intentos -especialmente representados por el "pacto de Ocampo"- por lograr esta unidad de acción de los diversos, referentes de la maquinaria corporativa del Estado en el medio rural. Sin embargo estos intentos no habían cristalizado en la realidad. Luego, lo que los dirigentes de la burocracia pública pretenden, durante 1977, es llenar esta laguna; se intenta avanzar en la dirección de formar, con sus organizaciones individuales constitutivas, una sola organización de control estatal en el agro, que logre dar una posición verdaderamente orgánica a los diferentes enfoques en cuanto a la forma de su anticipación política. Es así que surge, a finales del año, la semilla de lo que podría ser este sustituto del "Pacto de Ocampo" : la Alianza para la Producción, Industrialización y Comercialización de los Productos Agropecuarios y Forestales. Sin embargo no se trata aún de una alianza política. La función de la nueva organización es básicamente económica: colaborar en la planeación y programación de actividades agropecuarias de temporal y de riego, así como, de zonas forestales; fomentar las nuevas formas de "asociación" empresarial en el agro; coordinarse con gobierno y burguesía para "capitalizar" al agro; organizar un sistema nacional de comercialización que sustituya la intermediación.

 

El que el nuevo organismo sólo sea económico, no es sino el reflejo de que el surgimiento y funcionamiento efectivo de una nueva, operativa y única organización política de la maquinaria corporativa del Estado en el campo se enfrente a serias dificultades:

 

a) Los cismas y escisiones de las organizaciones corporativas, tanto entre sí como en el interior de cada una de ellas, se agudizan con el intento de formar una sola central;

b)La unificación, en una única central, implicara el debilitamiento de la fuerza política personal de los dirigentes de cada una de las "organizaciones", ya que las posibilidades de su movilidad vertical están en relación directa con la fuerza que representa la organización que respectivamente encabezan ;

c) La clara pérdida de la hegemonía del "sector campesino" en manos de la CNC deja abierto el camino para que cada líder nacional del "sector"

intente llegar a detentarla, con lo que se establece una fuerte lucha entre, dirigentes rivales;

d)Se manifiestan abiertamente las consecuencias el hecho de que las diversas organizaciones de la maquinaria corporativa del Estado (CNC y SNTE-CTM, por ejemplo) manejan intereses sociales diferentes y hasta contrarios;

e)La existencia de posiciones a menudo contradictorias de cada una de las "organizaciones" ante aspectos fundamentales del proceso de proletarización (como las diferencias en cuanto a fomentar o no la inversión extranjera directa en el campo) ;

f)Las organizaciones estatales de' la burguesía del campo no están dispuestas a quedar incluidas en el mismo engrane de la maquinaria corporativa del Estado que encuadra también a los trabajadores sociales

 

Durante el año, la existencia de estos obstáculos para la formación de una única central" que corporativice a las clases populares del agro se manifiesta en:

 

a) La no asistencia de un dirigente determinado a "reuniones" concertadas para el "sector campesino" en su totalidad ;

b) Enemistades personales, abiertas y francas, entre líderes de la UGOCM, CNC, CAM, CCI ;

c) Discrepancias entre los dirigentes, en los casos de repartos agrarios, en cuanto a quiénes serán los campesinos "beneficiados," con ellos ;

d) Acusaciones de deshonestidad, lanzadas entre sí por los dirigentes ;

e) Un permanente proceso de "reafiliación", en diferentes organizaciones nacionales de la maquinaria corporativa) de las agrupaciones campesinas locales y regionales;

f) La violencia física desatada; entre líderes intermedios y miembros 'base, de organizaciones diferentes.

 

ii) Militancia y control en cuadros intermedios y bases. sociales

Para que la maquinaria corporativa se desempeñe de manera que su existencia sea real coadyuvante a la implantación del esquema estatal de "salida a la crisis", se requiere, además del fortalecimiento de sus cuadros dirigentes en la medida y con los rasgos que requiere la unidad coherente del aparato de control político-ideológico, que sus bases sociales de apoyo incrementen realmente -y sólo hasta cierta medida- su militancia. En la modificación de forma -de pasiva y dirigida, a relativamente activa, pero también dirigida de la participación política de los "miembros de base" de la maquinaria corporativa, la fracción hegemóni9a de la burocracia pública detecta un factor que permitiría que ésta incrementara el papel de apoyo efectivo a la posición burocrática que, a la vez, haría posible controlar la movilización política intra corporativa que la crisis desata (por el progresivo deterioro de las condiciones materiales de vida de los trabajadores) y que, por lo tanto, tiene que regular. Así, la inconformidad social que la crisis genera en el propio ámbito interno de la maquinaria corporativa obliga a los altos dirigentes del partido, ya la fracción lopezportillista del aparato burocrático, a reconocer que la estabilidad política ,existente no significa inmovilismo o estancamiento político de los contingentes sociales corporativizados por el Estado.

 

Para incrementar esta militancia controlada de sus propias instancias, la maquinaria corporativa establece varios mecanismos generales :

 

a) La "democracia transparente", que desplaza formalmente ( aunque no realmente) el peso de las decisiones de los círculos nacionales del PRI a las asambleas, en apariencia permitiendo que los líderes regionales y locales de los miembros "base)' de la maquinaria corporativa tengan una mayor participación en el proceso ;

b)El manejo de la obtención de reivindicaciones económicas ( aumento de salarios, en general, y de .salarios mínimos, en particular) , con objeto de dar la imagen de que los líderes nacionales no propugnan por el "reposo político" de sus agremiados.

 

Pero durante el año esta movilización de sus bases, que auspician los dirigentes nacionales, en cierto sentido tiende a revertirse contra la propia maquinaria, corporativa. Por un lado, la posición formal de defensa del salario da pie a que los obreros y trabajadores adscritos al PRI en cualquiera de sus sectores tomen una actitud real de lucha (en algunos casos llegando incluso a amagar con el uso del realmente proscrito empleo de la huelga general como arma de lucha) .Por otra parte, la ola de una movilización no controlada en toda su extensión y profundidad empieza a llegar hasta los más caros bastiones de la maquinaria corporativa ( al interior de sindicatos de la FSTSE, por ejemplo) .De esta manera, la decisión de ampliación de los márgenes de movilización política, destinada a coadyuvar al fortalecimiento de la maquinaria corporativa del Estado, empieza a llegar a puntos que son particularmente incómodos para sus timonéeles.

 

Esto mismo sucede en el caso de la mayor militancia -auspiciada por el aparato burocrático- de las bases y de los líderes intermedios de aquellas partes de la maquinaria corporativa que tiene su ámbito de acción fundamental en el agro. El empleo de éstos y otros mecanismos efectivamente trae como consecuencia el incremento de la militancia de sus bases y de la participación política de los líderes intermedios; sólo que este incremento no es tan controlado como lo habían concebido en principio los dirigentes de la fracción hegemónica del aparato burocrático. Se da así la agudización del   proceso conforme al cual los líderes intermedios -regionales y locales, principalmente-- tienden a "brincarse las trancas". El incremento de su militancia se refleja en movilizaciones efectuadas por desocupados rurales (formalmente corporativizadas ) en busca de tierra, que "denuncian" tierras afectables o invaden "ilegalmente" predios, así como en movimientos que tienen por protagonistas a asalariados o semiasalariados rurales que empiezan a hacer un uso cada vez mayor del recurso de huelga, e incluso en la lucha emprendida por empleados de nivel técnico y operativo que laboran en diversas organizaciones del Estado que tienen un medio ambiente de acción en el campo mexicano.

 

iii) La izquierda y los intentos de su neutralización

Durante 1977 la maquinaria corporativa del Estado muestra, en buena parte por sus propias debilidades internas, su incapacidad para neutralizar la acción de la izquierda. En principio, la inexistencia de una única "central" del control estatal, la ausencia de un cuadro dirigente hegemónico en su interior y la movilización de sus bases hasta puntos más allá del cabal control por parte del Estado, no pueden menos que favorecer a las agrupaciones políticas que se sitúan fuera del marco del encuadramiento estatal y cuya expansión se intenta auspiciar "desde arriba".

 

Sin embargo la incapacidad de la maquinaria corporativa para hacer frente a la expansión de las organizaciones de izquierda es alimentada además, por algunos factores adicionales :

 

a) El mismo contenido de la política económica global (cristalizado en la Alianza para la Producción) , al imponer el "sacrificio" de los "militantes" de la propia maquinaria corporativa del Estado, determina la agudización de la tendencia hacia el abandono de las "centrales" del PRI -y de sus anexos- por parte de sus organizaciones base ;

b) La crisis agudiza el enfrentamiento entre diversas instancias de la maquinaria corporativa del Estado (por ejemplo, manifestado en los conflictos electorales) , trayendo como consecuencia el "desgaste" de la maquinaria corporativa por luchas internas ;

c) El afloramiento de una corriente izquierdizante al interior del mismo PRI, que dificulta a la maquinaria corporativa la neutralización efectiva de la acción de la izquierda ubicada en las líneas de sus enemigos.

 

Sin embargo la creciente incapacidad de la maquinaria corporativa para neutralizar -por sí sola, sin recurrir a la represión directa- la acción de la izquierda está también determinada por la acción de la izquierda. Ello se debe a que los dirigentes de las organizaciones políticas revolucionarias están en posibilidad de plantearse aprovechar las contingencias de la Reforma Política, lo que significa intentar :

 

a) Lograr que cada vez menos se preste la izquierda a que se utilice su mediación para resolver las contradicciones intraestatales ;

b) Aprovechar el hecho de que el fortalecimiento de la izquierda es una necesidad -en el contexto de "salida" a la crisis- para el aparato burocrático, actuando en posiciones ubicadas más allá de los márgenes estatales de seguridad con relativamente menos posibilidades de represión abierta ;

c) Unificar orgánica y coherentemente a las diferentes agrupaciones de izquierda ;

d) Que la izquierda incorpore verdaderamente aquellas fuerzas sociales que hasta ahora se han mantenido fuera del control estatal (lo que estaría posibilitado por la medida en que las reivindicaciones por las que lucha muestren una mucho mayor adecuación con las necesidades reales de los trabajadores, y por el grado en que su acción desmistificadora -desideologizan- te- sea cada vez más eficaz) .

 

Con una actividad desplegada en torno a estas grandes líneas, la izquierda demuestra durante 1977 que está iniciando un proceso que podría conducir a invertir los planteamientos gubernamentales respecto a lo que debe ser su actuación política en el contexto de la Reforma Política. Puede así ir mucho más allá de los planteamientos estatales -subvirtiéndolos- (que claramente parten del supuesto de que las organizaciones revolucionarias deben convertirse, mediante su incorporación al proceso global de Reforma Política, en una "válvula de escapes" que debería permitir ampliar la base de apoyo del Estado, mediante la aceptación de una más intensa participación política institucional (por lo pronto, en los procesos electorales y en el interior del Congreso de la Unión) de la oposición; posibilitar el negociar con la izquierda sin tener que llegar forzosamente -en primera instancia- a la represión física; convertir a la izquierda de abiertamente disidente, en incorporada disidente.

 

Con respecto a las organizaciones revolucionarias que actúan en el medio rural, esta posibilidad de aprovechamiento del contexto de la Reforma Política para realmente fortalecerse -subvirtiendo así los planteamientos estatales-- se manifiesta, entre otros, en los siguientes hechos :

 

a) Las denuncias del incremento de la presencia de la CIA en el campo mexicano.,

b) La difusión del contubernio existente entre burguesía rural, SRA, SARH y BANR URAL ;

c) El aprovechamiento del surgimiento de conflictos entre autoridades agrarias y -dirigentes de la maquinaria corporativa, para aumentar su presencia en el agro ;

d) La atracción, cada vez con mayor éxito, de las bases sociales de la maquinaria corporativa que actúa en el campo ;

e) Los intentos de formar una sola central, independiente del Estado, que aglutine al proletariado rural, a los desocupados del campo ya los semiasalariados.

 

iv) Encuadramiento estatal y asalariados rurales

La maquinaria corporativa, para cumplir eficientemente con el papel que ]e ha asignado la fracción hegemónica de la burocracia pública, tiene que extender su control -ahora mínimo- sobre los aproximadamente 9 millones de desocupados y subocupados del país, y sobre los aproximadamente 3 millones de asalariados del agro. Sin embargo, en lo que concierne específicamente a los jornaleros rurales, sus intentos se ven obstaculizados por:

a)Las crecientes dificultades para controlar las tensiones sociales en aumento, producidas por la mayor concentración de riqueza y deterioro de las condiciones materiales de vida de los jornaleros, que ocasiona la puesta en marcha el proyecto de "salida" a la crisis (por ejemplo, determinado por la liberalización de precios de bienes de consumo) ;

b) La burguesía rural ejerce presiones de todo tipo para evitar que los dirigentes de la maquinaria corporativa en el agro manejen banderas de lucha que justamente podrían ser atractivas para los trabajadores del agro, aumentando así las posibilidades de que éstos pasen a formar parte de las líneas de la izquierda en el medio rural.

 

18 de febrero de 1978

 

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