1977, Año de la "Reconstrucción":
Reforma Política y Alianza para la
Producción en el Agro Mexicano[i]
Autor: Dr. Xavier Gamboa Villafranca.[ii]
Publicado en la Revista
del Centro de Estudios Políticos.
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM. Vol. IV, No. 13-14. Enero-junio
de 1978. México D. F., México. Ver: portada
También publicado en
la Revista del México Agrario,
Órgano Teórico de la CNC. Editorial Campesina. Año XI, No. 4. Octubre - diciembre de 1978, México, DF. Ver portada
1. La aceptación de alianza para
la producción y reforma política: un asunto intraestatal
2. La Respuesta Completa"' del Estado en ,el Campo
2.1. Alianza para
la Producción y medio rural
2.2. Reforma
Política en el campo
Ir a :
Página del Dr Xavier Gamboa
Villafranca
Enviar
correo a:
1. La aceptación de alianza para la producción y
reforma
política: un asunto intraestatal
A
partir de mediados de la década de los sesentas, en buena medida alimentada por
los mismos factores que hasta entonces determinaron su crecimiento, entra en creciente
crisis estructural el modelo de desarrollo capitalista dependiente y derivado,
que había propiciado el crecimiento de la economía del país desde principios de
los cincuentas. Con la "atonía" de finales del año 1970 aparecen los
primeros signos inequívocos de crisis global de la economía del país. De 1970 a
1912 el avance acelerado de ésta se manifiesta fundamentalmente en la
agudización de la inflación; a partir de 1972 -llegando hasta la actualidad- la
crisis ya no es sólo inflación, sino también recesión. Ello significa que las
diferentes instancias del Estado mexicano se muestran incapaces, no únicamente
para combatir eficientemente los efectos de los factores estructurales internos
que crean "distorsiones" en el proceso de acumulación de capital,
sino también para atenuar los efectos -fundamentalmente en los intereses de la
burguesía con empresas ubicadas en la formación social mexicana- de la
situación de crisis del capitalismo mundial, apuntalado por el deterioro de la
economía norteamericana.
A
fines de 1976, y en el contexto de inicio del reacomodo sexenal que tiene lugar
en su interior, el aparato burocrático del Estado mexicano aparece como el autor de una
propuesta consistente en una terna de objetivos económicos generales a alcanzar
para salir de la crisis: el incremento de la producción; la generación de
empleos; el consecuente control sobre la inflación. Para lograr estos
objetivos, también propone un mecanismo: la Alianza para la Producción.
Mediante la alianza se intenta lograr el "concierto” de los “factores de
la producción" en una única acción destinada a lograr los tres objetivos
señalados.
Sin
embargo los dirigentes de la fracción hegemónica del aparato burocrático
reconocen que para el logro efectivo de los tres objetivos generales,
esgrimidos como la "receta" del proceso de "salida" a la
crisis, no basta con la Alianza para la Producción: no es suficiente que,
conforme a este mecanismo, el gobierno se auto asigne un papel económico y que
defina "roles" económicos fundamentales a las otras instancias
fundamentales ( maquinaria corporativa y capital privado) del Estado mexicano.
Es decir, reconoce el aparato gubernamental que es insuficiente la pretensión
de hacer que el gobierno se organice internamente (mediante la Reforma Administrativa)
para manejar más "racionalmente" mayores recursos económicos
(posibilitados, entre otros determinantes, por la Reforma Fiscal) y se
convierta así en el "rector" o conductor efectivo del proceso global
de salida a la crisis. Desde su perspectiva, tampoco' basta el intento de hacer
que la burguesía invierta "productivamente" en las áreas
"prioritarias" de cada sector de la economía. y sobre todo reconoce
que, por sí sola, es, asimismo, insuficiente la pretensión -y el hecho- de que
los trabajadores sufran una muy considerable reducción en el poder adquisitivo
de sus salarios.
Por
el contrario, el esquema gubernamental global reconoce explícitamente la
necesidad de "adecuar" las circunstancias superestructurales a los
pretendidos cambios de forma al nivel estructural: en él se advierte que es
indispensable "actualizar" el funcionamiento de sus aparatos de
dominación política y de manipulación ideológica con objeto de hacer posible el
que las clases trabajadoras -corporativizadas o no-, las organizaciones de
lucha de la burguesía, los dirigentes de la maquinaria corporativa, diversos
grupos ubicados en el propio seno del aparato burocrático y los grupos y
partidos de izquierda) adopten una posición superestructural que haga posible
la implantación de la Alianza para la Producción, "suavizando" los
efectos que ella traería pobre las masas populares. Es en esta dirección que
surge la Reforma Política; con ella pretende el aparato burocrático poner
"al día" el funcionamiento de los principales aparatos políticos e
ideológicos de dominación del Estado mexicano.
De
esta manera, Alianza para la Producción (y, como dos de los medios manejados
para llegar a ella, la Reforma Administrativa y la Reforma Fiscal) y Reforma
Política son los dos aspectos fundamentales, inseparables, del esquema
estatal, conforme al cual se plantea que el país podrá "sortear" la
crisis para 1980. No son, pues) los únicos aspectos que contiene el esquema
global de la burocracia central, pero sí son los básicos.
La
Alianza para la Producción representa el intento de conjugar el funcionamiento
económico que -desde el punto de vista gubernamental- deberá tener el propio
aparato burocrático, el sector estatal de la economía y el capital privado. A
su vez, la Reforma Política constituye aquella parte de la "respuesta
global" a la crisis, que pretende hacer posible el que las clases
trabajadoras del campo y las ciudades acepten con relativa
"tranquilidad" el incremento de la explotación de que ya son objeto;
esta aceptación sería la base fundamental de la implantación, legitimada ante
las masas populares, del esquema global de salida a la crisis marcado por la
burocracia central del Estado mexicano.
No sería exacto pensar que
sólo con el advenimiento del régimen "capitaneado" por José López
Portillo es que los dos componentes fundamentales de la "respuesta
global" mencionada se empiezan a esgrimir como mecanismos para sortear la
crisis. Un planteamiento, así no sería del todo acertado en virtud de que, en
esencia" estos mismos dos componentes fundamentales -aun- que con
diferencia de nombre y contenido y con diferencias significativas en cuanto a
su vinculación con cada sector específico de la sociedad- fueron utilizados
durante la administración presidencial encabezada por Luis Echeverría Álvarez.[iii]
Durante el periodo presidencial de Luis Echeverría, así como durante el de José
López Portillo, persiste la crisis estructural del capitalismo en el país, que
se empieza a manifestar a partir de 1966. Consecuentemente, el Estado --en
cuanto que es a la vez resultante de, e instrumento incisivo sobre, las
condiciones materiales de la formación social mexicana-, y en particular el
aparato burocrático de este Estado" mantiene un común denominador en
cuanto a la satisfacción de las necesidades estructurales y superestructurales
requeridas para afrontar esta crisis. De esta manera, especial- mente a partir
de 1970, la burocracia central plantea objetivos, metas y medios relativamente
similares y continuos para "salir" de la inflación-recesión.
En el transcurso del régimen
de Echeverría y durante el de López Portillo el aparato gubernamental del
Estado mexicano plantea la necesidad de realizar modificaciones estructurales
secundarias ( no fundamentales) y adecuaciones superestructurales a ellas.
Objetivamente, esta similitud global tiene poco que ver con la amistad de José
López Portillo-Luis Echeverría; tampoco se vincula causalmente con las
posibilidades -altas o' bajas- que en un momento dado tenga la fracción
echeverrista de constituirse en hegemónica de 1976 en adelante. En esta
continuidad diferenciada que se observa de 1970 a 1982. en cuanto a la
respuesta que propone la burocracia pública, el desplazamiento' sexenal del
poder formal es fundamentalmente contingencial. El cambio en el poder ejecutivo
ocurrido en 1976 no es capaz de romper la continuidad fundamental del proceso'.
Sin embargo en la medida en que" a partir de 1970" ,se va agudizando
la crisis de la economía del país, los cambios estructurales y
superestructurales propuestos por el aparato burocrático tienen que ir
denotando cambio de grado en su contenido. De esta manera la Reforma Política
surgida en el régimen lopezportillista representa la continuación y
profundización de la "Apertura Democrática" de Luis Echeverría,; la
Reforma Administrativa que se maneja durante el régimen de López Portillo es la
profundización de su homónimo, que se intentó establecer cuando el mismo López
Portillo era secretario de Hacienda en el gobierno de Echeverría ; la Alianza
para la Producción es la continuación, extendiéndolas y acoplándolas a las
ahora más agudas situaciones de la crisis -ya la mayor atadura con el
imperialismo representado por el pacto gubernamental con el Fondo Monetario
Internacional-, de medidas que durante el régimen presidencial pasado se habían
tomado en sectores específicos de la economía (tales como la "Marcha
Campesina para la Producción", vinculada específicamente con el sector
agropecuario) .
Los antecedentes de los
contenidos fundamentales de la "respuesta global" a la crisis que
propone el régimen de López Portillo se encuentran ya incluidos en los
mecanismos enfilados en la misma dirección durante la administración
presidencial de Luis Echeverría. Ello no implica, sin embargo, desconocer el
hecho de que los objetivos generales y mecanismos propuestos para la
consecución tanto de la Alianza para la Producción como de la Reforma Política
son precisados y afinados durante 1977; a partir de 1978 -y por lo menos hasta
1980, año en que los cálculos oficiales señalan como el
límite mínimo del proceso de salida a la crisis, si se siguen sus lineamientos-
se intentará ponerlos en práctica. Lo anterior significa que durante 1977
diversas fuerzas sociales van a aceptar, a pretender rechazar o a intentar
modificar el esquema global propuesto por la burocracia central del Estado
mexicano. La lucha que al respecto se entabla no es producto directo de
la contradicción fundamental entre burguesía y proletariado. El asunto de la
aceptación del esquema gubernamental de salida a la crisis aparece más bien
como un producto indirecto de las principales contradicciones
estructurales de la formación socia] mexicana: el efectivo establecimiento de
las pretensiones gubernamentales depende, fundamentalmente, no de su
aceptación o rechazo por las organizaciones revolucionarias de lucha del
proletariado, sino de la resultante vectorial de los conflictos y pugnas
que ocurren en el propio ámbito interno del Estado. Es, por tanto, el contenido
de la "respuesta global" de salida a la crisis, producto de la dirección
en que se resuelvan las contradicciones secundarias, que :
i)Ocurren al interior de la burguesía como clase ;
ii)Se dan en el propio seno del aparato
burocrático" como categoría social ;
iii)Acontecen en el ámbito interno de la
maquinaria corporativa" como unidad ;
iv)Tienen lugar entre aparato burocrático,
maquinaria corporativa y las organizaciones de lucha de la burguesía.
Se
habla aquí de una ~'solución vectorial" porque la magnitud de la presión
para delimitar, aceptar y/o rechazar -en su totalidad o en sus partes-- los
lineamientos del aparato burocrático para "salir a flote" no es igual
para todos y cada uno de los elementos intraestatales involucrados en la
lucha: la fuerza ejercida -y, por lo tanto, las posibilidades de éxito para
cada instancia, sector, fracción, capa o grupo social ubicado al interior del
Estado- es altamente desigual.
Veamos
primero el caso de la Alianza para la Producción. El implícito acuerdo en
cuanto a contenido general y objetivos globales de la Alianza
para la Producción, como el principal instrumento potencialmente posibilitador
de "salida" a la crisis) es producto de la estrecha relación
existente entre aparato burocrático -como conjunto- y burguesía ---como clase.
Este acuerdo, en lo general, es lo que la actual fracción hegemónica de la
burocracia pública investiga y recoge durante la campaña presidencial de
1975-1976; es lo que se sintetiza en lo que el presidente de la República
interpreta y difunde en su discurso de toma de posesión y en su primer informe a
la nación. Pero el contenido y objetivos específicos de la parte
propiamente económica de la "respuesta completa" que brindan las
diferentes "dependencias" gubernamentales --básicamente el contenido
concreto que es propuesto por las secretarías de Estado- no son automáticamente
aceptados en su totalidad por los diversos actores sociales que componen a la
burguesía. A diferencia de ello, la aceptación de los lineamientos de actuación
económica, propuestos por una determinada secretaría de Estado a una fracción,
sector o capa específica de la burguesía, dependerá del grado en que estas
categorías del capital identifiquen a las propuestas con su propia perspectiva
de lo que se necesita para lograr la reproducción de su capital. Es su
particular lógica capitalista lo que determina el que una categoría -social
cualquiera de la burguesía, con intereses ubicados en un sector específico de
la economía, efectivamente intente desempeñar el papel delineado por los
componentes del aparato burocrático que están íntimamente vinculados con ese
mismo sector de la economía. Es esta lógica lo que determina el que
efectivamente la burguesía industrial cree más empresas) mayor producción y
generación de fuentes de empleo, conforme a los lineamientos de la Secretaría
de Patrimonio y Fomento Industrial; la burguesía comercial no suba
artificialmente los precios de productos "socialmente necesarios",
conforme a los propósitos formalmente antiinflacionarios de la Secretaría de
Comercio; la burguesía financiera y bancaria destine los recursos crediticios
captados a la actividad "productiva" (no especulativa) , en
concordancia con los rumbos marcados por el Banco de México; la burguesa rural
produzca más alimentos, bienes de exportación, materias primas industriales y
fuentes de empleo, conforme al contenido del Plan Nacional de Desarrollo
Agrícola y Ganadera, propuesto por la SARH, el BANRURAL y la SRA.
¿
Qué sucede durante 1977 si, a juicio de los dirigentes de la lucha política de
una categoría social determinada del capital) los lineamientos gubernamentales
concretos -desprendidos de los propósitos generales de la Alianza para la
Producción- no benefician totalmente sus intereses?
En
el caso de que la "inconformidad" provenga del gran capital
transnacional monopolista -especialmente cuando se trata de gran capital
ubicado en los sectores industrial, financiero o agropecuario, Su palabra es
ley: si es necesario, existen altas posibilidades de que las propuestas
gubernamentales se transformen en lo fundamental, de acuerdo a
los señalamientos y presiones respectivos. Las modificaciones sustanciales en
los lineamientos concretos del gobierno, así determinadas, pueden llegar
incluso a manifestarse en movimientos rotativos y de expulsión, y en cambios en
la correlación de fuerzas en el propio interior de la fracción hegemónica de la
burocracia pública.
Por
el contrario, si la no total aceptación de las directrices gubernamentales
proviene de fracciones específicas del pequeño y mediano capital generalmente
es mucho más restringido el ámbito en que podrán ejercer eficazmente su presión
para modificarlas. En la medida en que el capital representado sea de mayor
envergadura, y en función de lo "prioritario" que resulte el
desempeño de sus actividades concretas desde la perspectiva gubernamental,
habrá mayores posibilidades de influir en los rumbos señalados por el aparato
burocrático. De cualquier manera, al mediano y pequeño capital parece estarle
casi velado el camino del rechazo total a las propuestas gubernamentales ; en
el caso de lograr modificaciones, rara vez son fundamentales.
De
esta manera, la propuesta original -en su versión, por ejemplo, de diciembre de
1976-, representada por la fracción lopezportillista de la burocracia
pública en cuanto al funcionamiento estructural requerido de las diversas
instancias del Estado para salir de la crisis, va a desempeñar el papel de la
tela del sastre. El contenido fundamental de la política económica global
y de la Alianza para la Producción, Reforma Administrativa y Reforma Fiscal, en
particular, va a ser proporcionado por las organizaciones de lucha de la
fracción hegemónica de la burguesía: el gran capital transnacional monopolista.
Los objetivos y contenidos no básicos, a su vez, podrán corresponder a los
intereses de los pequeños y medianos capitalistas, Sin embargo, dadas las
desigualdades y contradicciones al interior de la propia burguesía, la
burocracia central se demora un año -1977- en realizar la difícil tarea de
conjugar los intereses concretos de cada fracción de la clase del capital de
acuerdo al sector específico de la economía en que se ubican sus actividades
"empresariales", con el contenido específico de los lineamientos
propuestos por las diferentes secretarías de Estado.
De lo
dicho hasta aquí, la Alianza para la Producción y sus corolarios
-Reforma
Administrativa y Reforma Fiscal-, es decir, la parte propiamente estructural de
la "respuesta completa" de "salida" a la crisis, es una
cuestión que se define, básicamente, tanto en lo general como lo particular,
por la burguesía y aparato burocrático. A diferencia de ello, la Reforma
Política
-la
parte superestructural de la respuesta- es impuesta en lo general, por el
aparato burocrático; en lo particular, su contenido es fundamentalmente
definido por la maquinaria corporativa del Estado.
Veamos,
pues, lo concerniente a la Reforma Política. A mediados del año 1977 la
fracción hegemónica de la burocracia pública difunde un proyecto de conducción
de lo político y lo ideológico en la formación social mexicana, que estaría
destinado fundamentalmente a permitir el mantenimiento bajo control de los
efectos de una Alianza para la Producción, que carga sobre las espaldas de las
clases trabajadoras el peso principal del proceso de salida a la crisis. Este proyecto no es nuevo; como se ha dicho antes, es realmente
la profundización -la actualización, conforme al mayor grado de desarrollo de
la crisis estructural- de la "Apertura Democrática" manejada en el
régimen presidencial pasado. No obstante, con el fin de evitar las perspicacias
de fracciones de la burguesía especialmente susceptibles a cualquier cosa que
tienda a indicar la continuidad del nuevo régimen con los
"socializantes" días de Luis Echeverría Álvarez) la burocracia
central del Estado mexicano bautiza el proyecto con el nombre de "Reforma
Política" ; da así la apariencia de que el esquema en cuestión es
sólo producto de la "lucidez" de las personalidades que asesoran
directamente a José López Portillo.
La
Reforma Política constituye una acción -a implantarse parte de inmediato y
parte en el mediano plazo- cuyo contenido fundamental no está sujeto a
negociación. Haciendo gala de la autonomía relativa que aún mantiene en lo que
se refiere a la definición de aspectos superestructurales, la fracción
hegemónica del aparato burocrático establece, e impone, la necesidad de
auspiciar el incremento, controlado e institucionalizado, de la presencia
política de la izquierda militante, y de lograr simultáneamente reales
incrementos en los niveles de eficacia de la maquinaria estatal que
corporativiza a amplias capas de las masas populares del país. Durante 1977 la
definición y aceptación del contenido específico presenta un doble
aspecto. En lo que se refiere a la acción que el Estado le delimita a la
izquierda revolucionaria, esta última no tiene posibilidades de incidir en los
lineamientos gubernamentales para modificar la forma en que se ha concebido su
"mayor participación" : la Reforma Política se "aprovecha"
o se "desaprovecha". A pesar de "auscultaciones" y
"comparecencias" que tienen lugar durante el año, el aparato
burocrático mantiene su posición: la izquierda debe convertirse) de hecho, en
una "válvula de escape". Los intentos en otro sentido, no son
incorporados realmente al planteamiento original. Sin embargo en lo que respecta
a la delimitación y aceptación del contenido específico del papel que le toca
jugar al Estado, la situación es diferente: la maquinaria corporativa sí está
en posibilidades de influir en el proceso. Los dirigentes nacionales de la
maquinaria corporativa, específicamente el GEN del PRI y los jerarcas de los
principales "sectores" que lo componen, van a intentar incidir sobre
la manera concreta en que se propone su robustecimiento como medida para
"neutralizar" la acción expansiva de la izquierda. Pero esta posible
incidencia real no es tan monolítica como podría pensarse. La percepción, al
respecto, de los dirigentes nacionales de la maquinaria corporativa tiene que
enfrentarse a posiciones diferentes, sostenidas por dirigentes de mediana y
pequeña envergadura que se ubican en su propio seno.
Estas
posiciones diferentes de los cuadros intermedios son, a su vez, reflejo del
incremento relativo en la militancia de las bases sociales de la propia
maquinaria corporativa" espoleado por el constante y progresivo deterioro
de sus condiciones materiales de vida. Asimismo tienen que enfrentarse los
dirigentes nacionales de la maquinaria corporativa a una corriente de izquierda
cada vez mayor, localizada en su propio medio interno. Por todas estas razones
y con objeto de presentar un cuadro que permita delimitar -en lo concreto- el
sentido, la magnitud y el ritmo que deberá regir el proceso de recomposición
interna y fortalecimiento de la maquinaria corporativa del Estado, los líderes
nacionales siguen una clara estrategia. Con prolegómenos a partir del último
tercio del año 1977, e iniciado formalmente en enero de 1978, ponen en marcha
un proceso de "auscultación interna", destinado a permitir presentar,
para agosto del '78" una posición uniforme -coherente- que dirima las
contradicciones secundarias en torno a la manera conforme a la cual la
maquinaria corporativa debe cumplir con su papel neutralizador de la izquierda
y de efectivo apoyo a la posición del aparato burocrático. Esto es, se
desencadena un proceso destinado a "clarificar" cómo deberá darse la
recomposición interna de la maquinaria corporativa del Estado, delimitada -en términos
generales- como necesidad en la Reforma Política implantada por la fracción
lopezportillista de la burocracia pública.
Ir al principio de este documento
Enviar
correo a:
2. La
Respuesta Completa"' del Estado en el Campo
La "receta"
propuesta por el aparato burocrático para salir de la crisis está concebida
para extender su acción hasta abarcar los más importantes ámbitos de la
sociedad mexicana. Entre los rubros principales, contenidos en el "esquema
salvavidas" del gobierno -Alianza para la Producción y Reforma Política-,
resaltan los siguientes: grado de vinculación con el exterior
(“mexicanización”, inversión extranjera, negociación de la dependencia, deuda
pública y privada) ; niveles de desarrollo de la producción ( artesanal,
competitiva, monopolista) ; destino de la producción (mercado interno-mercado
externo, mercado intensivo-mercado extensivo) ; diferenciación social
pretendida burguesía, proletariado, clases medias, "marginados" y
capas, fracciones y grupos ubicados en el interior de cada una de las clases
principales) ; organización interna de las unidades productivas (empresas
capitalistas, formas de producción precapitalistas, cooperativas y
asociaciones) ; efectos esperados en distintos ámbitos físico-geográficos
(campo, medio urbano, regiones, desigualdades en el interior de cada uno de
estos ámbitos) ; lucha política (maquinaria corporativa, organizaciones de
lucha de la burguesía, izquierda militante); difusión de ideología (educación,
"bienestar" social, "adecuación" jurídico- legal,
"renovación" del parlamentarismo) ; actuación de diversas instancias
de la división político-administrativa (gobierno federal, paraestatales"
entidades federativas, municipios, localidades) ; monto y destino de inversión
y gasto público (presupuesto austero-contraccionista, presupuesto expansivo
monetario) ; beneficiarios principales y canales de estímulo-desestímulo
(política de precios al productor, política de precios al consumidor, subsidios
en monetario y en especie) .Es decir, el esquema global de lo que los
dirigentes de la burocracia central consideran que es necesario para sortear
las agudas condiciones de crisis estructural" brinda el contenido tanto de
cada uno de estos aspectos como del "cruce" entre ellos.
Sin embargo la
"respuesta completa" así constituida no es tan completa, como pudiera
parecer a simple vista. La propia fracción lopezportillista reconocía, a
principios de febrero de 1978, que aún faltaba integrar todos los elementos
anteriores en un Plan Nacional de Desarrollo; lo que hasta entonces se
tenía eran sólo planes sectoriales. Ello significa que, durante 1977, se
adelantó sólo en cuanto a la delimitación de como los rubros mencionados
posibilitarían la salida a la crisis, en cuanto a cada sector de la economía:
agropecuario; financiero-bancario; comercial y de servicios; industrial. De
esta manera, los planes gubernamentales de salida a la crisis contemplan el
"llenado" de cada uno de los casilleros del cuadro 1.
El objetivo de este trabajo
estriba en la delimitación de las posibilidades de implantación del esquema
global de salida a la crisis en el caso del sector agropecuario. La alianza
para la Producción y la Reforma Política adquieren en este sector una
especificidad concreta -y se enfrentan a obstáculos históricos- relativamente
diferente a la que cobran en otros. Interesa, por tanto, ver más en detalle
ambas cuestiones ; dilucidar cómo “cobran vida” en el campo.
Ir al principio de este documento
Página del Dr Xavier Gamboa
Villafranca
Enviar
correo a:
[i] Esta investigación forma parte del estudio patrocinado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y el CONACYT, intitulada "Obstáculos Políticos para la Implantación del Modelo Estatal de Desarrollo en el Campo: México, 1977-1980".
[ii] Licenciado en Sociología y maestro en Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México. Profesor adscrito al Centro de Estudios Políticos de la FCP y S-UNAM.
[iii] Para una mayor profundización al respecto.. Cfr. Xavier Gamboa.. "Los Determinantes de los Cambios en los Aparatos de Poder del Estado Nacional Mexicano.. y su Reflejo en la Estrategia de Irrigaci6n Vigente de 1970-1976", revista Estudios Políticos, núm. 9. enero-marzo 1977.