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1977, Año de la "Reconstrucción": Reforma Política y Alianza para la Producción en el Agro Mexicano[i]

 

Autor: Dr. Xavier Gamboa Villafranca.[ii]

 

Publicado en la Revista del Centro de Estudios Políticos.  Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM.  Vol. IV, No. 13-14.  Enero-junio  de 1978.   México D. F., México. Ver: portada

 

También publicado en la Revista del  México Agrario, Órgano Teórico de la CNC. Editorial Campesina. Año XI, No. 4.   Octubre - diciembre de 1978, México, DF. Ver portada

 

1. La aceptación de alianza para la producción y reforma política: un asunto intraestatal

 

2. La Respuesta Completa"' del Estado en ,el Campo

2.1. Alianza para la Producción y medio rural  

2.2. Reforma Política en el campo

 

 

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1.      La aceptación de alianza para la producción y reforma

política: un asunto intraestatal

 

A partir de mediados de la década de los sesentas, en buena medida alimentada por los mismos factores que hasta entonces determinaron su crecimiento, entra en creciente crisis estructural el modelo de desarrollo capitalista dependiente y derivado, que había propiciado el crecimiento de la economía del país desde principios de los cincuentas. Con la "atonía" de finales del año 1970 aparecen los primeros signos inequívocos de crisis global de la economía del país. De 1970 a 1912 el avance acelerado de ésta se manifiesta fundamentalmente en la agudización de la inflación; a partir de 1972 -llegando hasta la actualidad- la crisis ya no es sólo inflación, sino también recesión. Ello significa que las diferentes instancias del Estado mexicano se muestran incapaces, no únicamente para combatir eficientemente los efectos de los factores estructurales internos que crean "distorsiones" en el proceso de acumulación de capital, sino también para atenuar los efectos -fundamentalmente en los intereses de la burguesía con empresas ubicadas en la formación social mexicana- de la situación de crisis del capitalismo mundial, apuntalado por el deterioro de la economía norteamericana.

 

A fines de 1976, y en el contexto de inicio del reacomodo sexenal que tiene lugar en su interior, el aparato burocrático del Estado mexicano aparece como el autor de una propuesta consistente en una terna de objetivos económicos generales a alcanzar para salir de la crisis: el incremento de la producción; la generación de empleos; el consecuente control sobre la inflación. Para lograr estos objetivos, también propone un mecanismo: la Alianza para la Producción. Mediante la alianza se intenta lograr el "concierto” de los “factores de la producción" en una única acción destinada a lograr los tres objetivos señalados.

 

Sin embargo los dirigentes de la fracción hegemónica del aparato burocrático reconocen que para el logro efectivo de los tres objetivos generales, esgrimidos como la "receta" del proceso de "salida" a la crisis, no basta con la Alianza para la Producción: no es suficiente que, conforme a este mecanismo, el gobierno se auto asigne un papel económico y que defina "roles" económicos fundamentales a las otras instancias fundamentales ( maquinaria corporativa y capital privado) del Estado mexicano. Es decir, reconoce el aparato gubernamental que es insuficiente la pretensión de hacer que el gobierno se organice internamente (mediante la Reforma Administrativa) para manejar más "racionalmente" mayores recursos económicos (posibilitados, entre otros determinantes, por la Reforma Fiscal) y se convierta así en el "rector" o conductor efectivo del proceso global de salida a la crisis. Desde su perspectiva, tampoco' basta el intento de hacer que la burguesía invierta "productivamente" en las áreas "prioritarias" de cada sector de la economía. y sobre todo reconoce que, por sí sola, es, asimismo, insuficiente la pretensión -y el hecho- de que los trabajadores sufran una muy considerable reducción en el poder adquisitivo de sus salarios.

 

Por el contrario, el esquema gubernamental global reconoce explícitamente la necesidad de "adecuar" las circunstancias superestructurales a los pretendidos cambios de forma al nivel estructural: en él se advierte que es indispensable "actualizar" el funcionamiento de sus aparatos de dominación política y de manipulación ideológica con objeto de hacer posible el que las clases trabajadoras -corporativizadas o no-, las organizaciones de lucha de la burguesía, los dirigentes de la maquinaria corporativa, diversos grupos ubicados en el propio seno del aparato burocrático y los grupos y partidos de izquierda) adopten una posición superestructural que haga posible la implantación de la Alianza para la Producción, "suavizando" los efectos que ella traería pobre las masas populares. Es en esta dirección que surge la Reforma Política; con ella pretende el aparato burocrático poner "al día" el funcionamiento de los principales aparatos políticos e ideológicos de dominación del Estado mexicano.

 

De esta manera, Alianza para la Producción (y, como dos de los medios manejados para llegar a ella, la Reforma Administrativa y la Reforma Fiscal) y Reforma Política son los dos aspectos fundamentales, inseparables, del esquema estatal, conforme al cual se plantea que el país podrá "sortear" la crisis para 1980. No son, pues) los únicos aspectos que contiene el esquema global de la burocracia central, pero sí son los básicos.

 

La Alianza para la Producción representa el intento de conjugar el funcionamiento económico que -desde el punto de vista gubernamental- deberá tener el propio aparato burocrático, el sector estatal de la economía y el capital privado. A su vez, la Reforma Política constituye aquella parte de la "respuesta global" a la crisis, que pretende hacer posible el que las clases trabajadoras del campo y las ciudades acepten con relativa "tranquilidad" el incremento de la explotación de que ya son objeto; esta aceptación sería la base fundamental de la implantación, legitimada ante las masas populares, del esquema global de salida a la crisis marcado por la burocracia central del Estado mexicano.

 

No sería exacto pensar que sólo con el advenimiento del régimen "capitaneado" por José López Portillo es que los dos componentes fundamentales de la "respuesta global" mencionada se empiezan a esgrimir como mecanismos para sortear la crisis. Un planteamiento, así no sería del todo acertado en virtud de que, en esencia" estos mismos dos componentes fundamentales -aun- que con diferencia de nombre y contenido y con diferencias significativas en cuanto a su vinculación con cada sector específico de la sociedad- fueron utilizados durante la administración presidencial encabezada por Luis Echeverría Álvarez.[iii] Durante el periodo presidencial de Luis Echeverría, así como durante el de José López Portillo, persiste la crisis estructural del capitalismo en el país, que se empieza a manifestar a partir de 1966. Consecuentemente, el Estado --en cuanto que es a la vez resultante de, e instrumento incisivo sobre, las condiciones materiales de la formación social mexicana-, y en particular el aparato burocrático de este Estado" mantiene un común denominador en cuanto a la satisfacción de las necesidades estructurales y superestructurales requeridas para afrontar esta crisis. De esta manera, especial- mente a partir de 1970, la burocracia central plantea objetivos, metas y medios relativamente similares y continuos para "salir" de la inflación-recesión.

 

En el transcurso del régimen de Echeverría y durante el de López Portillo el aparato gubernamental del Estado mexicano plantea la necesidad de realizar modificaciones estructurales secundarias ( no fundamentales) y adecuaciones superestructurales a ellas. Objetivamente, esta similitud global tiene poco que ver con la amistad de José López Portillo-Luis Echeverría; tampoco se vincula causalmente con las posibilidades -altas o' bajas- que en un momento dado tenga la fracción echeverrista de constituirse en hegemónica de 1976 en adelante. En esta continuidad diferenciada que se observa de 1970 a 1982. en cuanto a la respuesta que propone la burocracia pública, el desplazamiento' sexenal del poder formal es fundamentalmente contingencial. El cambio en el poder ejecutivo ocurrido en 1976 no es capaz de romper la continuidad fundamental del proceso'. Sin embargo en la medida en que" a partir de 1970" ,se va agudizando la crisis de la economía del país, los cambios estructurales y superestructurales propuestos por el aparato burocrático tienen que ir denotando cambio de grado en su contenido. De esta manera la Reforma Política surgida en el régimen lopezportillista representa la continuación y profundización de la "Apertura Democrática" de Luis Echeverría,; la Reforma Administrativa que se maneja durante el régimen de López Portillo es la profundización de su homónimo, que se intentó establecer cuando el mismo López Portillo era secretario de Hacienda en el gobierno de Echeverría ; la Alianza para la Producción es la continuación, extendiéndolas y acoplándolas a las ahora más agudas situaciones de la crisis -ya la mayor atadura con el imperialismo representado por el pacto gubernamental con el Fondo Monetario Internacional-, de medidas que durante el régimen presidencial pasado se habían tomado en sectores específicos de la economía (tales como la "Marcha Campesina para la Producción", vinculada específicamente con el sector agropecuario) .

 

Los antecedentes de los contenidos fundamentales de la "respuesta global" a la crisis que propone el régimen de López Portillo se encuentran ya incluidos en los mecanismos enfilados en la misma dirección durante la administración presidencial de Luis Echeverría. Ello no implica, sin embargo, desconocer el hecho de que los objetivos generales y mecanismos propuestos para la consecución tanto de la Alianza para la Producción como de la Reforma Política son precisados y afinados durante 1977; a partir de 1978 -y por lo menos hasta 1980, año en que los cálculos oficiales señalan como el límite mínimo del proceso de salida a la crisis, si se siguen sus lineamientos- se intentará ponerlos en práctica. Lo anterior significa que durante 1977 diversas fuerzas sociales van a aceptar, a pretender rechazar o a intentar modificar el esquema global propuesto por la burocracia central del Estado mexicano. La lucha que al respecto se entabla no es producto directo de la contradicción fundamental entre burguesía y proletariado. El asunto de la aceptación del esquema gubernamental de salida a la crisis aparece más bien como un producto indirecto de las principales contradicciones estructurales de la formación socia] mexicana: el efectivo establecimiento de las pretensiones gubernamentales depende, fundamentalmente, no de su aceptación o rechazo por las organizaciones revolucionarias de lucha del proletariado, sino de la resultante vectorial de los conflictos y pugnas que ocurren en el propio ámbito interno del Estado. Es, por tanto, el contenido de la "respuesta global" de salida a la crisis, producto de la dirección en que se resuelvan las contradicciones secundarias, que :

 

i)Ocurren al interior de la burguesía como clase ;

ii)Se dan en el propio seno del aparato burocrático" como categoría social ;

iii)Acontecen en el ámbito interno de la maquinaria corporativa" como unidad ;

iv)Tienen lugar entre aparato burocrático, maquinaria corporativa y las organizaciones de lucha de la burguesía.

 

Se habla aquí de una ~'solución vectorial" porque la magnitud de la presión para delimitar, aceptar y/o rechazar -en su totalidad o en sus partes-- los lineamientos del aparato burocrático para "salir a flote" no es igual para todos y cada uno de los elementos intraestatales involucrados en la lucha: la fuerza ejercida -y, por lo tanto, las posibilidades de éxito para cada instancia, sector, fracción, capa o grupo social ubicado al interior del Estado- es altamente desigual.

 

Veamos primero el caso de la Alianza para la Producción. El implícito acuerdo en cuanto a contenido general y objetivos globales de la Alianza para la Producción, como el principal instrumento potencialmente posibilitador de "salida" a la crisis) es producto de la estrecha relación existente entre aparato burocrático -como conjunto- y burguesía ---como clase. Este acuerdo, en lo general, es lo que la actual fracción hegemónica de la burocracia pública investiga y recoge durante la campaña presidencial de 1975-1976; es lo que se sintetiza en lo que el presidente de la República interpreta y difunde en su discurso de toma de posesión y en su primer informe a la nación. Pero el contenido y objetivos específicos de la parte propiamente económica de la "respuesta completa" que brindan las diferentes "dependencias" gubernamentales --básicamente el contenido concreto que es propuesto por las secretarías de Estado- no son automáticamente aceptados en su totalidad por los diversos actores sociales que componen a la burguesía. A diferencia de ello, la aceptación de los lineamientos de actuación económica, propuestos por una determinada secretaría de Estado a una fracción, sector o capa específica de la burguesía, dependerá del grado en que estas categorías del capital identifiquen a las propuestas con su propia perspectiva de lo que se necesita para lograr la reproducción de su capital. Es su particular lógica capitalista lo que determina el que una categoría -social cualquiera de la burguesía, con intereses ubicados en un sector específico de la economía, efectivamente intente desempeñar el papel delineado por los componentes del aparato burocrático que están íntimamente vinculados con ese mismo sector de la economía. Es esta lógica lo que determina el que efectivamente la burguesía industrial cree más empresas) mayor producción y generación de fuentes de empleo, conforme a los lineamientos de la Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial; la burguesía comercial no suba artificialmente los precios de productos "socialmente necesarios", conforme a los propósitos formalmente antiinflacionarios de la Secretaría de Comercio; la burguesía financiera y bancaria destine los recursos crediticios captados a la actividad "productiva" (no especulativa) , en concordancia con los rumbos marcados por el Banco de México; la burguesa rural produzca más alimentos, bienes de exportación, materias primas industriales y fuentes de empleo, conforme al contenido del Plan Nacional de Desarrollo Agrícola y Ganadera, propuesto por la SARH, el BANRURAL y la SRA.

 

¿ Qué sucede durante 1977 si, a juicio de los dirigentes de la lucha política de una categoría social determinada del capital) los lineamientos gubernamentales concretos -desprendidos de los propósitos generales de la Alianza para la Producción- no benefician totalmente sus intereses?

 

En el caso de que la "inconformidad" provenga del gran capital transnacional monopolista -especialmente cuando se trata de gran capital ubicado en los sectores industrial, financiero o agropecuario, Su palabra es ley: si es necesario, existen altas posibilidades de que las propuestas gubernamentales se transformen en lo fundamental, de acuerdo a los señalamientos y presiones respectivos. Las modificaciones sustanciales en los lineamientos concretos del gobierno, así determinadas, pueden llegar incluso a manifestarse en movimientos rotativos y de expulsión, y en cambios en la correlación de fuerzas en el propio interior de la fracción hegemónica de la burocracia pública.

 

Por el contrario, si la no total aceptación de las directrices gubernamentales proviene de fracciones específicas del pequeño y mediano capital generalmente es mucho más restringido el ámbito en que podrán ejercer eficazmente su presión para modificarlas. En la medida en que el capital representado sea de mayor envergadura, y en función de lo "prioritario" que resulte el desempeño de sus actividades concretas desde la perspectiva gubernamental, habrá mayores posibilidades de influir en los rumbos señalados por el aparato burocrático. De cualquier manera, al mediano y pequeño capital parece estarle casi velado el camino del rechazo total a las propuestas gubernamentales ; en el caso de lograr modificaciones, rara vez son fundamentales.

 

De esta manera, la propuesta original -en su versión, por ejemplo, de diciembre de 1976-, representada por la fracción lopezportillista de la burocracia pública en cuanto al funcionamiento estructural requerido de las diversas instancias del Estado para salir de la crisis, va a desempeñar el papel de la tela del sastre. El contenido fundamental de la política económica global y de la Alianza para la Producción, Reforma Administrativa y Reforma Fiscal, en particular, va a ser proporcionado por las organizaciones de lucha de la fracción hegemónica de la burguesía: el gran capital transnacional monopolista. Los objetivos y contenidos no básicos, a su vez, podrán corresponder a los intereses de los pequeños y medianos capitalistas, Sin embargo, dadas las desigualdades y contradicciones al interior de la propia burguesía, la burocracia central se demora un año -1977- en realizar la difícil tarea de conjugar los intereses concretos de cada fracción de la clase del capital de acuerdo al sector específico de la economía en que se ubican sus actividades "empresariales", con el contenido específico de los lineamientos propuestos por las diferentes secretarías de Estado.

 

De lo dicho hasta aquí, la Alianza para la Producción y sus corolarios

-Reforma Administrativa y Reforma Fiscal-, es decir, la parte propiamente estructural de la "respuesta completa" de "salida" a la crisis, es una cuestión que se define, básicamente, tanto en lo general como lo particular, por la burguesía y aparato burocrático. A diferencia de ello, la Reforma Política

-la parte superestructural de la respuesta- es impuesta en lo general, por el aparato burocrático; en lo particular, su contenido es fundamentalmente definido por la maquinaria corporativa del Estado.

 

Veamos, pues, lo concerniente a la Reforma Política. A mediados del año 1977 la fracción hegemónica de la burocracia pública difunde un proyecto de conducción de lo político y lo ideológico en la formación social mexicana, que estaría destinado fundamentalmente a permitir el mantenimiento bajo control de los efectos de una Alianza para la Producción, que carga sobre las espaldas de las clases trabajadoras el peso principal del proceso de salida a la crisis. Este proyecto no es nuevo; como se ha dicho antes, es realmente la profundización -la actualización, conforme al mayor grado de desarrollo de la crisis estructural- de la "Apertura Democrática" manejada en el régimen presidencial pasado. No obstante, con el fin de evitar las perspicacias de fracciones de la burguesía especialmente susceptibles a cualquier cosa que tienda a indicar la continuidad del nuevo régimen con los "socializantes" días de Luis Echeverría Álvarez) la burocracia central del Estado mexicano bautiza el proyecto con el nombre de "Reforma Política" ; da así la apariencia de que el esquema en cuestión es sólo producto de la "lucidez" de las personalidades que asesoran directamente a José López Portillo.

 

La Reforma Política constituye una acción -a implantarse parte de inmediato y parte en el mediano plazo- cuyo contenido fundamental no está sujeto a negociación. Haciendo gala de la autonomía relativa que aún mantiene en lo que se refiere a la definición de aspectos superestructurales, la fracción hegemónica del aparato burocrático establece, e impone, la necesidad de auspiciar el incremento, controlado e institucionalizado, de la presencia política de la izquierda militante, y de lograr simultáneamente reales incrementos en los niveles de eficacia de la maquinaria estatal que corporativiza a amplias capas de las masas populares del país. Durante 1977 la definición y aceptación del contenido específico presenta un doble aspecto. En lo que se refiere a la acción que el Estado le delimita a la izquierda revolucionaria, esta última no tiene posibilidades de incidir en los lineamientos gubernamentales para modificar la forma en que se ha concebido su "mayor participación" : la Reforma Política se "aprovecha" o se "desaprovecha". A pesar de "auscultaciones" y "comparecencias" que tienen lugar durante el año, el aparato burocrático mantiene su posición: la izquierda debe convertirse) de hecho, en una "válvula de escape". Los intentos en otro sentido, no son incorporados realmente al planteamiento original. Sin embargo en lo que respecta a la delimitación y aceptación del contenido específico del papel que le toca jugar al Estado, la situación es diferente: la maquinaria corporativa sí está en posibilidades de influir en el proceso. Los dirigentes nacionales de la maquinaria corporativa, específicamente el GEN del PRI y los jerarcas de los principales "sectores" que lo componen, van a intentar incidir sobre la manera concreta en que se propone su robustecimiento como medida para "neutralizar" la acción expansiva de la izquierda. Pero esta posible incidencia real no es tan monolítica como podría pensarse. La percepción, al respecto, de los dirigentes nacionales de la maquinaria corporativa tiene que enfrentarse a posiciones diferentes, sostenidas por dirigentes de mediana y pequeña envergadura que se ubican en su propio seno.

 

Estas posiciones diferentes de los cuadros intermedios son, a su vez, reflejo del incremento relativo en la militancia de las bases sociales de la propia maquinaria corporativa" espoleado por el constante y progresivo deterioro de sus condiciones materiales de vida. Asimismo tienen que enfrentarse los dirigentes nacionales de la maquinaria corporativa a una corriente de izquierda cada vez mayor, localizada en su propio medio interno. Por todas estas razones y con objeto de presentar un cuadro que permita delimitar -en lo concreto- el sentido, la magnitud y el ritmo que deberá regir el proceso de recomposición interna y fortalecimiento de la maquinaria corporativa del Estado, los líderes nacionales siguen una clara estrategia. Con prolegómenos a partir del último tercio del año 1977, e iniciado formalmente en enero de 1978, ponen en marcha un proceso de "auscultación interna", destinado a permitir presentar, para agosto del '78" una posición uniforme -coherente- que dirima las contradicciones secundarias en torno a la manera conforme a la cual la maquinaria corporativa debe cumplir con su papel neutralizador de la izquierda y de efectivo apoyo a la posición del aparato burocrático. Esto es, se desencadena un proceso destinado a "clarificar" cómo deberá darse la recomposición interna de la maquinaria corporativa del Estado, delimitada -en términos generales- como necesidad en la Reforma Política implantada por la fracción lopezportillista de la burocracia pública.

 

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2. La Respuesta Completa"' del Estado en el Campo

La "receta" propuesta por el aparato burocrático para salir de la crisis está concebida para extender su acción hasta abarcar los más importantes ámbitos de la sociedad mexicana. Entre los rubros principales, contenidos en el "esquema salvavidas" del gobierno -Alianza para la Producción y Reforma Política-, resaltan los siguientes: grado de vinculación con el exterior (“mexicanización”, inversión extranjera, negociación de la dependencia, deuda pública y privada) ; niveles de desarrollo de la producción ( artesanal, competitiva, monopolista) ; destino de la producción (mercado interno-mercado externo, mercado intensivo-mercado extensivo) ; diferenciación social pretendida burguesía, proletariado, clases medias, "marginados" y capas, fracciones y grupos ubicados en el interior de cada una de las clases principales) ; organización interna de las unidades productivas (empresas capitalistas, formas de producción precapitalistas, cooperativas y asociaciones) ; efectos esperados en distintos ámbitos físico-geográficos (campo, medio urbano, regiones, desigualdades en el interior de cada uno de estos ámbitos) ; lucha política (maquinaria corporativa, organizaciones de lucha de la burguesía, izquierda militante); difusión de ideología (educación, "bienestar" social, "adecuación" jurídico- legal, "renovación" del parlamentarismo) ; actuación de diversas instancias de la división político-administrativa (gobierno federal, paraestatales" entidades federativas, municipios, localidades) ; monto y destino de inversión y gasto público (presupuesto austero-contraccionista, presupuesto expansivo monetario) ; beneficiarios principales y canales de estímulo-desestímulo (política de precios al productor, política de precios al consumidor, subsidios en monetario y en especie) .Es decir, el esquema global de lo que los dirigentes de la burocracia central consideran que es necesario para sortear las agudas condiciones de crisis estructural" brinda el contenido tanto de cada uno de estos aspectos como del "cruce" entre ellos.

 

Sin embargo la "respuesta completa" así constituida no es tan completa, como pudiera parecer a simple vista. La propia fracción lopezportillista reconocía, a principios de febrero de 1978, que aún faltaba integrar todos los elementos anteriores en un Plan Nacional de Desarrollo; lo que hasta entonces se tenía eran sólo planes sectoriales. Ello significa que, durante 1977, se adelantó sólo en cuanto a la delimitación de como los rubros mencionados posibilitarían la salida a la crisis, en cuanto a cada sector de la economía: agropecuario; financiero-bancario; comercial y de servicios; industrial. De esta manera, los planes gubernamentales de salida a la crisis contemplan el "llenado" de cada uno de los casilleros del cuadro 1.

 

El objetivo de este trabajo estriba en la delimitación de las posibilidades de implantación del esquema global de salida a la crisis en el caso del sector agropecuario. La alianza para la Producción y la Reforma Política adquieren en este sector una especificidad concreta -y se enfrentan a obstáculos históricos- relativamente diferente a la que cobran en otros. Interesa, por tanto, ver más en detalle ambas cuestiones ; dilucidar cómo “cobran vida” en el campo.

 

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[i] Esta investigación forma parte del estudio patrocinado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y el CONACYT, intitulada "Obstáculos Políticos para la Implantación del Modelo Estatal de Desarrollo en el Campo: México, 1977-1980".

[ii] Licenciado en Sociología y maestro en Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México. Profesor adscrito al Centro de Estudios Políticos de la FCP y S-UNAM.

[iii] Para una mayor profundización al respecto.. Cfr. Xavier Gamboa.. "Los Determinantes de los Cambios en los Aparatos de Poder del Estado Nacional Mexicano.. y su Reflejo en la Estrategia de Irrigaci6n Vigente de 1970-1976", revista Estudios Políticos, núm. 9. enero-marzo 1977.