Por otro lado la Escritura
nos exhorta a pelear la buena batalla 1Tim.6:12, nota que dice
"la buena" y no sólo dice la batalla, esto es
porque peleamos a favor de las cosas de Dios y de sus intereses.
Por otro lado también dice que "nuestra lucha no
es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades,
contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra
huestes espirituales de maldad en las regiones celestes."
Ef.6:12.
Con esto estamos seguros que estamos en guerra y que nuestra
guerra es contra satanás, el diablo, la serpiente antigua.
Por otro lado si estamos en guerra,
considero que debemos estudiar al enemigo y sus estrategias para
poder contratacar.
De antemano sabemos que en Cristo somos más que vencedores
Ro.8:37, que Dios pelea por nosotros Dt.1:30, que el Señor
nos defiende Jer.1:19, que ninguna arma contra nosotros prosperará
Is.54:17 y que tenemos potestad sobre el enemigo Lc.10:19, ¡qué
más podemos pedir!.. si Dios es por nosotros, quién
contra nosotros Ro.8:31, o sea que ya tenemos la victoria segura...
sin embargo, existen batallas en nuestra vida por las que tarde
o temprano pasamos los hijos de Dios. El Señor permite
muchas veces que el enemigo nos ataque porque desea Dios tratar
con nosotros, a veces es disciplina, o quizá un "fuego
purificador", aunque sabemos que sólo la preciosa
Sangre de Cristo nos limpia.
Hace tiempo que platiqué
con un pastor que ahora ya está con el Señor, el
cual me comentó algo que le sucedió una noche...
-"Estaba dormido en mi habitación cuando sentí
que alguien se sentó en mi cama, era la madrugada y estaba
todo oscuro, cuando desperté miré una silueta de
una persona vestida de negro, fue entonces cuando me habló
con una voz muy grave y nada agradable, me dijo que a mi familia
estaba por sucederle situaciones graves de diversa índole
y me amenazó, entonces me levanté y fui a la cocina
cuando miré y era una mujer vestida de negro pero con
voz de hombre; comencé a orar y por 2 oras estuvo allí
delante de mí gruñendo como animal, fue una mala
experiencia".
Ahora meditando en el testimonio de mi amigo pastor me pregunto,
¿por qué no reprendió a aquel ser demoniaco?
El 15 de marzo del año
2000, comencé a vivir la experiencia más desagradables
de toda mi vida y aunque se oye muy "amarillista" lo
que te voy a platicar fue tan real como el aire que respiras.
En esa fecha yo iba llegando a cumplir un compromiso a la ciudad
de Matamoros, Tamaulipas, México, después de largos
y agotados días de trabajo en el ministerio pensaba que
ya me tocaba un descanso y aunque iba a apoyar a un ministerio,
bueno pensé que era la oportunidad de salir un poco de
la rutina y descansar en un hotel. ¡Qué equivocado
estaba! Ese día comenzó para mí un ataque
del mismo satanás. La lucha duró por 4 largos meses
de insomnio, confusión y opresión.
En esos días recordé las palabras
de Jesús cuando le dijo que satanás los había
pedido para sarandearlos como a trigo.
Lo primero que te cuento es que la primera noche en el hotel
recibí la visita de una legión de demonios, uno
de ellos me tomó de mi hombro y me levantó como
para llevarme, yo estaba dormido, pero sentí como me tomó
y entonces sin planearlo dije esta frase: "La iglesia le
va a entregar su corona a Jesucristo, el Cordero", en esos
días mi pastor nos había ministrado con la adoración
de los ancianos en apocalipsis 4 y entonces al oirme me terminé
de despertar y me gocé mucho porque sentí como
si el Espíritu Santo hubiera hablado por mí; pero
el gozo no me duró mucho...Al otro día como a las
5 de la tarde iba camino a un restaurant y fue cuando se me presentó
satanás, sólo que llegó disfrazado de Dios,
no veia nada, sólo sentía una sensación
que en mi vida había experimentado, como una especie de
droga en mi ser, me sentía en las nubes, le dije a la
mesera que Dios estaba más cerca de lo que ella se imaginaba,
de pronto abrí una revista cristiana y comencé
a leerla, cuando me di cuenta que todo lo que en ella estaba
escrito, todo absolutamente todo, estaba dirijido hacia mi persona,
como si la hubieran editado especialmente para mí, me
sorprendí y corroboré que era "Dios"
el que se me había revelado. Esa sensación duró
como 30 minutos y entonces mi espíritu comenzó
a afligirse y entré en confusión. Pasaron los días,
semanas y meses y cada día el diablo se me presentaba
a veces como "Dios" y otras veces como diablo, creo
que no acabaría de platicarte todas las cosas que me dijo
y que viví, pero finalmente, el último día
de mi lucha Dios le habló a satanás directamente
y delante de mí lo avergonzó; no se como describirte
ese momento, no era una voz audible, era algo que escuchaba con
toda claridad en mi mente. Esa fue la experiencia más
hermosa que me ha pasado y que nunca olvidaré aquel 10
de junio del 2000 por la mañana.
De todo
esto aprendí muchas cosas:
1. La Biblia dice que satanás
se viste como ángel de luz 2Cor.11:13-14, a mi me engañó
y se hizo pasar por Dios.
2. Las principales armas del diablo son: La duda y la Biblia,
en Mateo 4:3-6, cuando Jesús fue tentado le dijo: "Si
eres el Hijo de Dios...", nota si eres, es decir, ¿serás
el Hijo de Dios? esto es duda, por otro lado le dijo: "porque
escrito esta: a sus ángeles mandará acerca de ti..."
usó la Escritura.
Esto me sucedió en esos días, usó la Biblia
para engañarme, para meterme temor y confundirme, ¡se
la sabe de memoria!
una de las cosa que me dijo es que yo lo había ofendido
mucho y que no tenía ni un respeto por él, entonces
me hizo abrir la Biblia en Judas donde dice que nisiquiera el
arcángel Miguel se había atrevido a proferir palabra
de juicio en contra de él, y entonces me dijo que le pidiera
disculpas, me presionó tanto que casi le pido perdón,
fue entonces cuando llegó una hermana al templo donde
yo estaba ese día y ella oró por mí. La
Biblia dice claramente " he aquí les doy potesdad...",
tenemos autoridad en el nombre de Jesús.
3.Otra de las cosas que me di cuenta es la facilidad que tiene
de influir en los pensamientos de las personsas, por eso debemos
cubrirnos todo el tiempo con la Sangre de Cristo. Cuando Pedro
le dijo a Jesús "de ninguna manera eso te acontezca"
Mt.16:21-24 cuando hablaba de ir a la cruz, Jesús le respondió
"quítate de delante de mí satanás...",
estoy seguro que esa palabra no era para Pedro, pero fue Pedro
influenciado por satanás para decir eso, no creo que Pedro
se lo haya dicho con alguna mala intención, pero era un
pensamiento diabólico, en ese contexto Jesús dijo
el versículo que tanto hemos escuchado de Mt.16:24
que dice "si alguno quirere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo..." por eso debemos depender
del Espíritu Santo porque muchas veces nuestros pensamientos
no provienen de Dios, ni de nosotros mismos, sino del enemigo.
Debemos llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo
2Cor. 10:4-5, de hecho cuando identifiques un pensamiento que
sea del enemigo, no esperes e inmediatamente di en voz alta:
"tomo todo pensamiento y lo llevo cautivo a la obediencia
a Cristo". Vas a ver el poder de la Palabra de Dios.
La guerra muchas veces está en la mente de las personas,
el enemigo atacá por la mente, para que los pensamientos
luego pasen al corazón.
4.El enemigo tiene un tiempo limitado para atacarnos, por eso
la Biblia nos dice que lo resistamos y entonces él huirá.
Stg.4:7 Algunos dicen que su tiempo de "vida" está
muy relacionado al número 4, por ello los 40 días
de ayuno, Cristo vino a derrotarlo a los 4,000 años después
de la creación. Pero sólo Dios sabe el tiempo autorizado
por El cuando el enemigo nos pide para sarandearnos.
5.Tenemos toda la autoridad sobre él, podemos reprenderlo
en el nombre de Jesús y el huye a la reprensión,
aunque regresa, pero podemos reprender. El mismo Espíritu
Santo me dijo con toda claridad que lo reprendiera.
6.Otra de las limitaciones
del enemigo es que no puede leer tus pensamientos, ni siquiera
sabe cuando ya estás dormido.
Una noche sentí cómo unos demonios llegaron cerca
de mí, yo tenía los ojos cerrados tratando de conciliar
el sueño, pero era inútil, tenía insomnio...de
pronto, sentí unas lijeras cosquillitas en mi pierna como
para probar si estaba dormido, otro me tocaba la cabeza, quizá
para introducirme un sueño malvado, y de momento uno de
ellos me agarró la lengua y sentí claramente cuando
me la jaló hacia fuera una y otra vez, yo estaba dejándolos
para "estudiarlos" un poquito, después de todo
con tanto ataque ya me había a costumbrado a lidiar con
ellos, hasta que decidí decir: satanás te reprendo
en el nombre de Jesús, y enseguida sentí un escalofrío,
como un aire que recorrió mi cuerpo y se fueron.
7.Muchos ya sabemos que el enemigo no es omnipresente, es decir,
no puede estar en dos lugares al mismo tiempo, es por eso que
se apoya en sus demonios, pero aunque sean demonios podemos reprender
a la cabeza que es satanás y los demonios tienen que huir.
La conclusión es que
aunque estamos en guerra, tenemos la victoria en Cristo...
"Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido;
porque mayor es el que está en vosotros, que el que está
en el mundo". 1Jn.4:4
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