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Verano '99: Triunfo del Futbol Espectáculo

Una final más del futbol mexicano se jugó el pasado domingo en la cancha de la Bombonera, con la disputa entre los diablos rojos de Toluca y los rojinegros del Atlas; más que un triunfador o campeón, se pude decir que todos los aficionados al deporte más practicado en el mundo ganamos, porque disfrutamos de 210 minutos de buen futbol desplegado por los equipos que mejor lo hicieron durante todo el torneo.

Toluca y Atlas respondieron a las expectativas que su posición en la tabla (primero y segundo respectivamente) les exigía dentro del terreno de juego.

Con el grato antecedente de la primera final disputada en el estadio Jalisco, donde ambas escuadras brindaron el mejor futbol espectáculo que se recuerde en mucho tiempo en un juego de liguilla en nuestro país, esta vez, escuchar el marcador de empate a tres no pudo relatarnos la calidad de futbol que se vivió en esa noche; un primer tiempo controlado por el experimentado Toluca que salió a coronarse en Guadalajara con base en su contundencia ofensiva y su orden para jugar, fiel al estilo de Enrique Meza; por el otro lado, un Atlas que regresó para la segunda mitad con su juego vertical y dinámico, es decir, al estilo de Lavolpe.

Tres por tres, en un memorable primer partido de la gran final del Torneo de Verano '99. La moneda estaba en el aire.

Pero esta final era distinta, tuvo buen trato del balón y dramatismo, dos ingredientes que juntos se vuelven éxtasis en cada jugada sobre el rectángulo verde.

Prueba de ello, es que cinco horas antes del silbatazo inicial, los aficionados esperaban ansiosos entrar al inmueble deportivo, ya sea, que apoyaran al Toluca como: "La perra brava", "La rabia de Barrabás", "La fuerza roja" o al Atlas, con su inseparable "Fiel rojinegra". El marco para el próximo campeón mexicano estaba listo, sólo era cuestión de que los equipos saltaran al engramado para definir quien se quedaría con el título.

Gilberto Alcalá Pineda, fue el juez de esta contienda (tercera ocasión en que pita una final) que inició con el gol de Hugo Norberto Castillo que daba la ventaja a la academia y parecía que se comía con ese remate de derecha 48 años de espera, sin embargo, no duró mucho la celebración atlista, 1:20 segundos después con uno de los mejores goles del paraguayo José Saturnino Cardozo, quien de pecho y sin dejar caer el balón incrustó su remate en el ángulo superior derecho. De nueva cuenta se emparejaron los cartones, aunque el dominio era de los tapatíos, porque el equipo de Lavolpe se apoderó de la media cancha y neutralizó la salida más peligrosa y sorpresiva de Toluca, el costado izquierdo. Pero en el futbol no hay reglas y Toluca que esperaba y jugaba al balonazo buscando a Cardozo, quien era el único en punta conseguiría el dos a uno al minuto 26 tras certero cabezazo del defensa Alberto Macías, de quien vale la pena señalar se convirtió en el goleador de los diablos en esta recta final del torneo pues, le anotó a Necaxa, Santos y Atlas.

Terminaba la primera mitad, dominio futbolístico del Atlas, dominio en el marcador de Toluca. Para la segunda mitad nadie se atrevía a pronosticar conociendo las bravías reacciones rojinegras. Al minuto 50, Miguel Ángel Zepeda dejó de nueva cuenta la marca del zorro en la portería de Cristante, el partido como al principio permanecía empatado en goles, en llegadas y en la división del terreno de juego; por un lado los diablos controlaban la mitad derecha del terreno de juego con: Carmona, Alfaro, Estay y Cardozo; Atlas comandaba la mitad izquierda: con: Márquez, Juan Pablo Rodríguez, Zepeda y Castillo.

Se cumplían 120 minutos y el verano seguía esperando al campeón. La historia pendía de concretar una jugada en los tiempos extra o gol de oro. Ricardo Lavolpe y Enrique Meza iban dando forma al ganador del cetro, el primero porque cambió a dos de sus mejores hombres el "misionero" Castillo, definidor por naturaleza y a César Andrade uno de los más habilidosos jóvenes atlistas; mientras que el segundo mandó al terreno de juego al que sería fundamental para conseguir el título: Antonio Taboada.

En el alargue de tiempo, Toluca salió con la disposición de anotar y coronarse, Atlas disminuido por esfuerzo realizado jugó al contragolpe. Poco faltó para que Cardozo definiera, pero los postes no querían que terminara el partido y el tiempo no quería que ninguno perdiera en tiempo reglamentario, así que terminó el futbol con empate a cinco, la celebración tendría que esperar a la conclusión de los penales, a diferencia de lo que señalan algunos como un volado, yo lo llamaría en el arte de definir desde el manchón penal. Como si fuera presagio, Toluca ganó el volado, cobraría primero que los atlistas, Taboada y Rodríguez anotaron el de la confianza, el primero; Ruiz y Zepeda hacían lo propio, continuaba el empate; era el turno del astro chileno Fabián Estay, quien falló por Toluca, la oportunidad era para el juvenil mexicano Sub-20, Daniel Osorno quien con su falla revivió las aspiraciones rojas; Vukic y Márquez marcaban el 8-8 global, Cardozo y Bustos terminaban la primera serie de penales con goles y dejaban que el título se definiera por la vía más larga y más dramática: la muerte súbita.

Sin mucho convencimiento Salvador Carmona se acercó al balón y anotó el décimo para los diablos, la presión era para Estrada, quien anunció su disparo a la izquierda y Hernán Rolando Cristante, arquero del Toluca detenía el disparo. Por fin la incógnita se resolvió 230 minutos después: Toluca conseguía su 5º Título en la historia del futbol mexicano.

Se puede hablar de justicia, porque los diablos fueron los mejores del torneo regular con sus 39 puntos; porque impusieron récord de goles anotados en torneos cortos, con 50; porque tuvieron al campeón de goleo, Cardozo, con 19 entre liga y liguilla; porque impusieron la marca de más juegos de liga sin conocer la derrota, 27; porque fueron el equipo más disciplinado del torneo; porque Enrique Meza es el director técnico más exitoso de los últimos dos años (tres torneos cortos), admirable es que haya tomado al equipo en Invierno de ´97 con un punto y ya lo haya hecho dos veces campeón; porque los escarlatas se colocan como el tercer equipo más ganador de campeonatos con cinco al igual que los esmeraldas de León, sólo detrás de Guadalajara con diez, así como América y Cruz Azul que tienen ocho títulos. Mención aparte merece el trabajo de Nemesio Díez y el presidente Rafael Lebrija, después de escarmentar con los errores de otras directivas quienes formaron equipos mediocres con contrataciones deficientes y venta de jóvenes promesas, hundieron al Toluca durante dos décadas y sepultaron la tradición roja. Ahora, son sin duda una de las organizaciones más respetadas del medio futbolístico.


Email: drtoluca@yahoo.com