Epafras
El Fiel Ministro de Cristo
Un día, estudiando
la epístola del apóstol Pablo a los Colosenses, me encontré con la persona de Epafras. Alguien a quien había visto muchas veces en las
tantas ocasiones que he leído dicha epístola, pero que hasta ese momento en
particular no había podido verle tan de cerca. . .
¿Quién fue
Epafras? Fue un discípulo del apóstol
Pablo. Aunque era nativo de la ciudad de
Colosas, se cree que se convirtió a Cristo en el tiempo en que Pablo predicó en
Efeso. Llegó a ser un
colaborador en el ministerio de Pablo.
Se considera a Epafras como fundador de la iglesia de Colosas. El
apóstol Pablo le llamó consiervo amado y
un fiel ministro de Cristo [Colosenses1:7]. ¡Maravilloso el reconocimiento
del maestro Pablo a su discípulo Epafras!
Epafras además
colaboró en la obra del Señor en Laodicea y en Hierápolis [Col.4:13]. Estas
eran ciudades adyacentes a Colosas, al igual que lo era Efeso.
Fue compañero de
prisiones de Pablo en Roma durante su primera prisión allí probablemente en el
año 60 después de Cristo. Pablo le dice
a Filemón en el saludo que le envió desde la prisión en Roma: Te saluda Epafras, mi compañero de
prisiones por Cristo Jesús [v.23].
Estudiando esta
palabra, encontré un dato bien interesante. La iglesia de Colosas se reunía en
la casa de Filemón. No debe extrañarnos que así
fuera. Sabemos por la narración que nos da el libro de los Hechos y las
epístolas de Pablo, que gran parte de las iglesias en el tiempo del Nuevo
Testamento se reunían en las casas de los creyentes, al igual que aún
acostumbramos hacer algunas iglesias. Lástima que este concepto de iglesia sea
tan mal entendido por muchos en el tiempo que vivimos. . .
Estando en prisión, Epafras le informó a Pablo del estado de la
iglesia en Colosas, la cual parece no había sido visitada por el apóstol según
podemos ver en Colosenses 2:1. Allí
Pablo habla de los que nunca han visto
su rostro.
Su informe a Pablo
motivó a este a escribir la epístola a los Colosenses. Aparenta ser que entre
las cosas que Epafras le contó a Pablo estaban situaciones referentes a
doctrinas ajenas y extrañas a lo que Pablo les había enseñado que habían
entrado por medio de ciertas personas, a la iglesia en Colosas. Pablo les advierte en su carta que no den
lugar al legalismo y a las vanas filosofías introducidas en medio de ellos. En el capítulo 2: 8, Pablo le dice a los Colosenses:
Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y
huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los
rudimentos del mundo, y no según Cristo.
Mas adelante, del
verso 18 al 23, también les advierte
sobre el culto [adoración] a los ángeles [v.18], y el legalismo de
los preceptos tales como: No manejes, ni
gustes, ni aun toques, en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres [v.22].
En cuanto al culto a los ángeles, recordemos que
solo el Ángel de Jehová, por ser el
mismo Señor, es el único ángel que recibe adoración. Hay varios pasajes
bíblicos que com-prueban esta verdad. El pasaje de Jueces 13 es un ejemplo. Los
padres de Sansón se inclinaron a tierra, adoraron al Ángel que les había
anunciado el nacimiento de Sansón.
En el verso 18, el
Ángel de Jehová les dice: ¿Porqué
preguntas por mi nombre, que es admirable? [Isaías 9:6].
¡Era el mismo Señor el que les hablaba!
Pero sobre todo,
Epafras le hizo saber a Pablo de la disposición de los Colosenses a recibir y a
poner por obra el mensaje del Evangelio. Como resultado de dicho informe, Pablo
fue movido a orar por ellos en la forma que lo hizo al comienzo de su epístola.
La oración de Pablo
por los Colosenses nos muestra el FRUTO del ministerio de Epafras entre
los Colosenses. . .
Habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del
amor que tenéis a todos los santos, a causa de la esperanza que os está
guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del
evangelio, que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva
fruto y crece también en vosotros, desde
el día que oísteis y CONOCISTEIS la gracia de Dios en verdad, como lo habéis APRENDIDO de Epafras,
nuestro consiervo amado, que es un FIEL MINISTRO DE CRISTO para vosotros, quien
también nos ha declarado vuestro amor en el Espíritu.
Por lo cual también nosotros desde el día que lo
oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del
conocimiento de su voluntad en toda
sabiduría e inteligencia espiritual, para
que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo,
llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento
de Dios.
Te exhorto a que
leas y
medites toda la oración de Pablo por los Colosenses [Capítulo1:3
al 14]. Creo que cada congregación de la iglesia del Señor desearía que se
orara por ellos de la misma forma. ¡Recibamos
esta palabra! ¡Y seamos bendecidos! ¡Amén!
El Quehacer
de los ‘Epafras’
Me hace recordar
Epafras, la exhortación del apóstol Pedro a los ancianos, ministros de la iglesia,
en donde les recordaba ciertos deberes en cuanto a su quehacer en el ministerio
de Cristo:
Apacentad la grey de Dios que está entre
vosotros, CUIDANDO de ella, no por
fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están
a vuestro cuidado, sino siendo EJEMPLOS de la grey. Y cuando aparezca el
Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de
gloria. . . [1 Pedro 5:2-3].
En la primera
epístola a Timoteo, capítulo 3, encontramos los requisitos para aquellos que anhelan ser obispos, o sea, ministros de Cristo a nivel de liderazgo
en las iglesias locales. Ministro
significa: servidor. Obispo viene
del idioma griego y significa: “sobreveedor”,
o sea, uno que puede VER mas allá que los demás, por lo que está
capacitado en el Señor para velar y guiar
a las ovejas.
El término anciano viene del hebreo y tiene
el mismo significado que obispo.
Los obispos ó
ancianos en la iglesia del Nuevo Testamento, eran los ministros ó los pastores
de las congregaciones establecidas por los primeros apóstoles. Este orden bíblico fue cambiado en algún
período de la historia de la iglesia, y se fue estableciendo el orden de tener
un pastor o un grupo de pastores, si es que la congregación es muy grande en
número, y un cuerpo de ancianos gobernantes. Pero aún tenemos iglesias que su
forma de gobierno continúa siendo el de aquella primera iglesia neo
testamentaria. . .
Algo que considero
sumamente importante es cuando Pablo le menciona a Timoteo el hecho que el
anciano no debe ser un neófito, no sea
que envaneciéndose caiga en la con-denación del diablo [v.6]. Un neófito es
un principiante. No se puede depender de alguien que está comenzando en el
conocimiento del Señor para dirigir a las ovejas pues dicha persona debe estar apto para enseñar [v.2].
Además los ancianos
de la iglesia deben gobernar bien su
casa, pues si no lo pueden hacer, ¿Cómo cuidarán de la iglesia de Dios? [vs. 4-5].
También es necesario tener buen testimonio
de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo [v.7].
En este pasaje de
1ra. Timoteo 3, además encontramos los requisitos para los diáconos. Diácono significa:
ministro ó siervo. El relato de como fueron establecidos los primeros
diáconos en la iglesia, lo encontramos
en el capítulo 6:1 al 7 de los Hechos de los Apóstoles.
Podemos ver allí
que estos fueron elegidos entre los discípulos para que fueran colaboradores
de los apóstoles en las tareas y funciones de aquella primera iglesia en
Jerusalén. Me llama mucho la atención en
este relato, que los que fueron escogidos, debían tener buen testimonio, y ser llenos del Espíritu Santo y de sabiduría [Hechos 6:3].
En el pasaje de la
epístola a Timoteo, Pablo dice de los diáconos, que deben ser honestos, no codiciosos de ganancias deshonestas; que guarden
el misterio de la fe con limpia conciencia. Que estos deben ser puestos a
prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles
[vs.8 -10]. Todos estos requisitos mencionados, aún están vigentes para los
diáconos. . .
En el primer
capítulo de la epístola de Pablo a Tito, encontramos también requisitos y
deberes de los ancianos. En este pasaje, me resalta el verso 9, donde dice que
el anciano debe ser RETENEDOR de la
palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con
sana enseñanza y convencer a los que contradicen.
Y no olvidemos lo
dicho por Pablo en Corintios 4:1 y 2: Así,
pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores
de los misterios de Dios.
Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno SEA HALLADO
FIEL. . .
Te exhorto a que
leas con sumo cuidado los dos pasajes, el de Timoteo y el de Tito, porque allí se
nos expone con lujo de detalles todo el quehacer de los fieles ministros de Cristo.
Pablo también nos
da una exhortación en cuanto al reconocimiento que debemos dar a los fieles
ministros de Cristo: Los ancianos que
gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que
trabajan en predicar y enseñar [1
Timoteo 5:17].
Os rogamos hermanos que reconozcáis a los que trabajan
entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan [1 Tesalonicenses 5:12].
Damos gracias a
Dios por esta exhortación que ciertamente es para la
iglesia de todos los tiempos. Reconozcamos en el Señor a
aquellos que nos dirigen. ¡Dios se agrada en ello! Debo aclarar que me estoy
refiriendo al reconocimiento que debemos dar a los verdaderos ministros,
llamados y establecidos por el Espíritu Santo de Dios, quienes son los fieles ministros de Cristo - los ‘Epafras’ en la vida de la iglesia.
De los ministros
puestos por el orden del hombre en la iglesia, o por ellos mismos, sabemos que
el reconocimiento viene del hombre mismo, que busca siempre su propia gloria y
no la de Dios. ¡Y de esto, no se agrada Dios!
Los Padecimientos de los
‘Epafras’
Epafras, fiel ministro de Cristo, recibió el
amor de los hermanos a quienes servía. El se lo había declarado a Pablo [Colosenses1:8].
Pero Epafras también debe haber sufrido decepciones
y frustraciones con los hermanos de
Colosas. Y con los de Hierápolis. Y con
los de Laodicea. Ya hemos visto como a
pesar de su prédica y enseñanza, los Colosenses dejaron entrar a ellos
doctrinas ajenas a la Palabra de Dios.
Pero Epafras continuó adelante en
la obra que Dios le había encomendado, amándoles y sirviéndoles en todo tiempo
fielmente y en mansedumbre siendo ejemplo
a la grey. Pues Dios había dicho,
precisamente a través del apóstol Pablo,
que todo trabajo en el Señor no
es en vano. . .
[1 Corintios
15:58].
Y además, de seguro
que Epafras había aprendido a decir como su maestro Pablo: Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aún yo mismo me gastaré del
todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos [2
Corintios 12:15].
El apóstol Pablo
también sufrió muchas decepciones. El se
ha tenido que sentir frustrado al ver que algunos de aquellos a quienes les
había predicado, no caminaban en lo que él les había enseñado. Su mensaje a los
Gálatas es solo un ejemplo de lo que vivió.
Pablo les llamó insensatos. Y necios. . .
Los Gálatas se habían vuelto atrás dándole lugar al legalismo.
Habían comenzado por el Espíritu, y acabaron dándole lugar a la carne [Gálatas 3:1-5].
Desgraciadamente,
esto también es una realidad en la iglesia del tiempo presente. Son bastantes
en la iglesia los que habiendo comenzado por el Espíritu también están acabando
por la carne. Trayendo y adaptando a su vida,
y a la de la iglesia, ideas y
costumbres carnales y mundanas, llenas de TRADICIONES de hombres, CONTAMINANDO
la obra del Espíritu Santo en medio de la iglesia.
¡Imagínate que a
estas personas alguien se dirija a ellos como Pablo lo hizo con los Gálatas! ¿Te puedes imaginar la expresión de su rostro
cuando se les llame insensatos y necios?
¡Pues eso mismo son! Aunque no quieran aceptarlo. . .
¡Gloria a Dios, por
aquellos que comenzaron por la carne, y han terminado por el Espíritu! Estos
son los que andan disfrutando de una ¡vida plena en Cristo!
Y por medio de
ellos el Espíritu Santo continúa su obra de RESTAURACIÓN y de REVELACIÓN del
Cristo a su Iglesia. ¡Gracias Padre!
Todos los ‘Epafras’, fieles ministros de Cristo de todos los tiempos, a
pesar de que han tenido y tienen, y sienten el amor de las ovejas a
quienes pastorean, también tienen
tiempos de frustración. Y se decepcionan. Y se desalientan. . .
Son variadas las
razones por las cuales esto puede suceder. Una de ellas es cuando vemos la
condición espiritual de algunos en el pueblo de Dios, como es el caso del
ejemplo que acabamos de mencionar con los que han comenzado su caminar en el
Señor por el espíritu y han terminado
por la carne. Volviéndose atrás, convirtiéndose en cristianos carnales, los cuales Pablo describe
como llenos de celos y contiendas y
disensiones. . .
[1 Corintios 3:1-
4].
Otra principal razón por la cual viene el
desaliento en los fieles ministros de Cristo, es cuando ven la FALTA DE
COMPROMISO que demuestran algunos con el Señor y con la iglesia. Esto incluye no solo a la feligresía en
general, sino también a sus compañeros en el ministerio, que en ocasiones se
olvidan de su RESPONSABILIDAD al llamado ministerial.
En la iglesia hay
quienes parecen creer, que solo los que están en posiciones de ministerios a
nivel de liderazgo son responsables de estar comprometidos con el Señor y con la iglesia. Y parecen olvidar
que TODOS en el Cuerpo de Cristo en alguna forma y función, somos
siervos, ministros del Dios Altísimo. Y
que somos responsables del testimonio que estamos dando ante el mundo, y ante
nuestros hermanos en Cristo.
Cuando se habla de
ministerios, hay los que solo mencionan los dados por el Espíritu a la iglesia
universal:
Y él mismo constituyó a unos apóstoles;
a otros profetas; a otros evangelistas; a otros pastores
y maestros. Estos ministerios están puestos en la iglesia para perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo [Efesios
4:11-12]. Sí, ciertamente los que han
sido llamados a estos ministerios tienen como función el ser instrumentos para
preparar y capacitar en el Señor al pueblo de Dios. Pero el pueblo a su vez, tiene la RESPONSABILIDAD
de CAMINAR y FUNCIONAR en lo que le ha sido impartido por el
Espíritu Santo y en lo que ha sido enseñado por medio de los ministerios
establecidos por el mismo Espíritu en la iglesia.
El apóstol Pablo
nos señala en su epístola a los Romanos capitulo12: 3 al 8, dones impartidos
por el Espíritu Santo a cada miembro del Cuerpo de Cristo para ejercitarse en
el servicio y funcionamiento de Su Casa. . .
¡Oh, como anhelamos que todo esto sea una realidad! ¡Que
cada uno sea responsable delante del Señor de
aquello para lo cual ha sido
capacitado para funcionar en la iglesia!
Porque no todos
tendrán un ministerio a nivel de liderazgo,
pero TODOS estamos llamados a servir en la iglesia para la gloria de
aquel que nos llamó a su servicio.
Así que, ¡seamos ‘Epafras’, ¡fieles ministros de Cristo!
Y no se nos olvide
lo que nos dejó dicho el apóstol Pedro: Cada
uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos
administradores de la multiforme gracia de Dios
[1 Pedro 4:10]. ¡Amén!
Pablo le decía a
los Colosenses: Ahora me gozo en lo que
padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de
Cristo por su cuerpo que es la iglesia [Colosenses 1:24]. Parece esto una incongruencia, algo que no
tiene lógica. ¿No? Gozarnos en lo que padecemos por
alguien.
¡Gloria a Dios!
Porque esto es solo parte del santo llamamiento al ministerio de Cristo. . .
Nos gozamos porque
estamos identificándonos con los padecimientos de Cristo [1 Pedro
4:13]. Esto es lo que significa ¡llevar su yugo y su carga! Que es fácil y
ligera. [Mateo 11:30]. Es fácil y
ligera, porque después de todo, el Señor
mismo es quien lleva su yugo y su carga en nosotros. ¡Gracias Señor!
La Oración de Epafras
Te exhorté a leer y
a meditar la oración de Pablo por los Colosenses. Ahora te pido que nos detengamos y miremos de
cerca lo que he sentido llamar la Oración de Epafras. Como te dije, no hace mucho tiempo que vengo
conociendo de cerca a Epafras. Así que
no fue hasta hace poco que vine a fijarme en
esta ‘JOYA’ de gran valor. . .
La oración de
Epafras demuestra el amor y el compromiso que este fiel ministro de Cristo
tenía por el Señor y por aquellos a quienes enseñaba y servía.
Al final de la
epístola a los Colosenses el apóstol Pablo les dice: Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo, siempre
rogando encarecidamente
por vosotros en sus oraciones,
para que estéis firmes, perfectos
y completos en todo lo que Dios quiere.
Epafras siempre
rogaba a Dios encarecidamente en sus oraciones por aquellos que pastoreaba. Siempre
es en todo tiempo - no cuando por casualidad nos acordamos. Quizá no nos demos
cuenta, pero en ocasiones podemos caer en esto.
Nos piden oración y decimos: “Sí, vamos a orar por ti”. Y luego nos
olvidamos. Esta advertencia no es solo para los ministerios. Incluye también al
resto de la iglesia. El compromiso de orar los unos por los otros es de ¡TODOS!
Es bien IMPORTANTE
que la iglesia recuerde orar SIEMPRE por sus líderes. Oramos por los gobernantes y por los que están en eminencia porque así lo dice la Biblia en 1ra.Timoteo 2:1al 3, y nos
creemos que Dios solo se refiere a los que gobiernan las naciones, pero ¡NO ES
ASÍ!
¡Estamos llamados a
orar por los que gobiernan en la iglesia!
Oramos por los demás, pero créanme, los ministros del Señor necesitamos
oración más que ninguno otro. . .
Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el
Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los
santos [Efesios 6:18].
Epafras rogaba a
Dios. Rogar implica algo más que
simplemente orar. Es una súplica. Es
un clamor sentido de corazón. El
rogaba encarecidamente. En
cierto sentido, esto significa poner gran empeño en lo que hacemos. Y empeño
quiere decir, deseo vehemente, con gran constancia.
Así oraba
Epafras. El era CONSTANTE en sus
ruegos a Dios por la iglesia que dirigía por la gracia de Dios.
Así también ha de
ser en todo tiempo la oración de los ‘Epafras’, fieles ministros de Cristo.
Epafras rogaba a Dios para que los hermanos
estuvieran firmes, perfectos y completos
en todo lo que Dios quiere.
¡Aleluya! ¡Que tremenda petición!
¿Hemos orado así en alguna ocasión?
¿Orado por nosotros, o por los demás?
Si no lo hemos
hecho, ha llegado el tiempo de comenzar. Y aquí deseo incluir también a toda la
iglesia. Que no solo sean los ministerios los que oremos como lo hacía Epafras. . .
1. Firmes en todo lo que Dios quiere. . .
Estar firme
significa: Que no se mueve. Seguro. Que no cambia. Constante. Arraigados.
¿De que nos habla todo esto? ¡De
estar seguros, constantes y arraigados en Cristo!
No hay otra forma
de mantenernos firmes.
EL es como el monte
de Sion, que
no se mueve. . .
[Salmo 125:1]
EL es el único ¡que no cambia! [Hebreos 7:22-24]
¡Sí Señor! ¡Esto es
lo que tú quieres para nosotros tus hijos!
Toda la Palabra que
a continuación citamos nos confirma la necesidad de orar los unos por los otros
porque nos mantengamos FIRMES, ARRAIGADOS en la ROCA, que es Cristo. . .
. Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y
corona mía, estad
así firmes en el Señor [Filipenses 4:1].
. Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor
Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en
él, y confirmados en la fe, así como habéis sido en-señados,
abundando en acciones de gracias [Col.2:6-7].
. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis
estar firmes contra las
asechanzas del diablo [Ef. 6:1].
. Velad, estad firmes
en la fe [1 Co. 16:13]. Firmes no en nuestra fe sino en la fe del Hijo de Dios [Gálatas
2:20]. Pues es esta la fe de la cual se agrada a Dios. . .
[Hebreos 11:6].
. Estad pues firmes en
la libertad con que Cristo nos hizo libres,
y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. [Gálatas 5:1].
. Mantengamos firme, sin fluctuar,
la profesión de nuestra esperanza,
porque fiel es el que prometió [He. 10:23].
2. Perfectos en todo lo que Dios quiere. . .
Perfecto significa: Recto. Que no le falta nada. Maduro.
Así nos dice el
Señor Jesús: Sed pues vosotros
perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto [Mateo
5:48]. ¡Esto es lo que Dios quiere para nosotros - que seamos perfectos! ¿Como
podemos ser perfectos, si solo Dios nuestro Padre lo es?
Porque EL mora en
nosotros, lo Perfecto está en
nosotros. Es en Cristo que
vivimos, y nos movemos, y somos [Hechos 17:28], por lo tanto, es en Cristo
que hemos de ser perfectos. Es en El que
hemos de vivir en perfección y rectitud
[Deuteronomio32: 4].
Y es en El que no
nos ha de faltar ¡NADA! [Salmo
23:1].
Maduro es otro de los
significados para el término perfecto.
Madurar implica desarrollo. Y crecimiento. Según vayamos madurando,
creciendo en el conocimiento de Cristo, iremos viviendo la realidad de la perfección que está en nosotros.
El hombre espiritual de 1ra. Corintios
2:15, irá creciendo en nosotros, para así ir
entendiendo el camino hacia la
perfección. . .
Hebreos
6:1 nos dice: Vamos adelante a la
perfección. . .
Pablo mismo decía
que él aún no la había alcanzado. El también iba hacia adelante a la perfección. . .
Al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo
Jesús [Filemón 3:12-14]. Estemos persuadidos
al igual que Pablo estaba, de que el que
comenzó en nosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo
[Filipenses1:6]. La buena obra que
viviremos a ¡plenitud!, cuando seamos transformados en gloria y seamos semejantes
a EL. ¡Gloria a Dios!
3. Completos en todo lo que Dios quiere. . .
Completo
significa: Entero. Plenitud.
Lleno.
¿Que significa estar completos en lo que Dios quiere?
Esto es lo que Dios quiere que entendamos:
Que El es el único COMPLETO y PLENO. . .
En Colosenses 1:19
se nos dice que agradó al Padre que en
Cristo habitase toda plenitud. El Señor Jesús nos dejó dicho por medio de
su siervo Juan el apóstol, que es de Su
plenitud que tomamos todos. . . [Juan 1:15].
Y en la oración por
los Efesios [3:19], Pablo ora para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
. .
Dios quiere también que no olvidemos que
El y nosotros somos ¡UNO! [Juan
17:21; 1Corintios 6:17].
Y que estamos completos en El. . . [Colosenses
2:9].
Efesios 1:22 y 23
nos dice al respecto: Y sometió todas
las cosas bajo sus pies, y lo dio por CABEZA sobre todas las cosas a su
iglesia, la cual es su cuerpo, la PLENITUD de AQUEL que todo lo llena en todo.
Dijimos que
completo significa también, estar lleno.
La plenitud de Dios, de la cual toma la
iglesia, nos habla de lo que significa estar llenos de EL. Llenos de Su
presencia, conscientes de ella en todo momento, para que así podamos entender la
voluntad de Dios para nuestra vida.
En la oración por
los Colosenses, Pablo pedía para que
fueran llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e
inteligencia espiritual [Col.1:9]. Porque es solo por medio de la sabiduría espiritual, que hemos de
entender y VIVIR toda esta
palabra que acabamos de citar que nos describe la Plenitud de Dios en nosotros. . .
Pablo termina
diciendo en Colosenses 4:13: Porque de
él doy testimonio [de Epafras], que
tiene gran solicitud por vosotros, y por los que están en Laodicea, y los que
están en Hierápolis.
Así debe ser el
testimonio de todos los ‘Epafras’.
Que mostremos
solicitud por nuestros hermanos. . .
Solicitud es, actuar con diligencia, con prontitud y deseo de servir. Que cada vida a quien hayamos servido en el
nombre del Señor, pueda decir que ha
sido ¡TOCADA POR LA MANO DE DIOS!
Que si hablamos, hablemos conforme a las palabras de
Dios; que si ministramos lo hagamos conforme al poder que Dios da, para que en
todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el
imperio por los siglos de los siglos. ¡Amén! [1 Pedro 4:11].
Así que amados
hermanos, sigamos SIEMPRE el ejemplo de Epafras, fiel ministro de
Cristo.
Oremos los unos por los otros para que estemos ¡FIRMES! en Cristo y seamos ¡PERFECTOS!
y ¡COMPLETOS! en todo lo que Dios quiere. ¡Amén!
* * *