El Alfolí
por
Nidia Nadina Seda
En el concepto bíblico, el
alfolí era una especie de receptáculo o granero que se usaba para que el pueblo
de Israel depositara sus ofrendas y diezmos de todas sus cosechas:
. Porque a las cámaras del
tesoro han de llevar los hijos de Israel y los hijos de Leví la ofrenda del
grano, del vino y del aceite. . . [Nehemías 10: 37-39].
. Traed todos los diezmos al
alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová
de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre
vosotros bendición hasta que sobreabunde [Malaquías 3:10].
. Los tesoros del rey estaban guardados, escondidos,
en enormes graneros [1 Cr.
27:25]. Constituían ciudades de aprovisionamiento, como en
el caso de Salomón [2 Crónicas 8:4].
. En 2da de Reyes 12:9, se nos
narra como el sumo sacerdote Joiada tomó un arca e hizo en la tapa un
agujero. Allí los sacerdotes ponían todo
el dinero que se traía a la casa de Jehová.
Así que el alfolí, o granero,
era un lugar especial en donde no solo se guardaba el grano, el vino y el
aceite, sino también los bienes materiales.
Esto no solo se hacía en la casa de Dios y en la casa de los reyes de
Israel, sino que en especial, las personas ricas tenían también graneros en
donde guardaban sus frutos y sus bienes.
Ejemplo de esto es la parábola
que el Señor Jesús nos narra en Lucas 12:16 al 21.
Por mucho tiempo creí que el
término alfolí era algo que debíamos relacionar con las ofrendas y los diezmos,
o sea, con todo lo relacionado al dinero en la vida de la iglesia.
Y aunque el alfolí sí tiene su
relación directa con este tema, al Señor le ha placido mostrarme algo
diferente. Veamos. . .
. Jesucristo el Señor es el Alfolí
Divino. Porque ciertamente es en él
que están guardados todos los tesoros escondidos y los secretos muy
guardados que solo pertenecen a Jehová Dios [Isaías 45:3]. Y todos los tesoros de la sabiduría
y el conocimiento [Colosenses 2:3].
. Jesucristo también es el Alfolí
en donde está guardado el alimento de la casa de Dios.
El nos dice: Yo soy el Pan
de Vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás
[Juan 6:35]. Su alimento viene a
nosotros a través de su palabra, el alfolí de donde comemos. . .
Señor, danos siempre este pan [Juan 6:34]. ¡Amén!
. Y es en Cristo que el Padre
guarda la provisión para su pueblo de su aceite, de su unción.
Porque él es el Ungido de Jehová Dios el Padre [Isaías 61:1; Lucas 4:18;
Hebreos 1:9].
. Y Cristo es la vid
verdadera, de donde fluye el vino de su Espíritu de donde nosotros
sus pámpanos tomamos todos para poder
llevar su fruto [Juan 15:1 - 6].
. Y todos aquellos a quienes
Dios ha llamado para sí, los que pertenecemos a El, la iglesia del Dios Vivo,
formamos también parte del Alfolí de Dios. Pues a él le ha placido guardar
en nosotros su tesoro, que es su Hijo Jesucristo: Tenemos este tesoro en
vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros
[2 Corintios 4:7]. ¡Aleluya!
Tengo una cajita de zapatos en
donde por años he ido guardando papeles
y papelitos llenos de anotaciones
de todo lo que me ha ido dando el Señor desde que él me llenó de su Espíritu y
comencé a disfrutar a plenitud de su Palabra.
Esa cajita es mi alfolí privado. Allí tengo guardados el alimento,
el vino y el aceite y los tesoros que al Rey le ha placido ir
compartiendo conmigo en el Alfolí de su Sagrada Palabra. Aunque he de decir, que todos esos tesoros
del Rey y su alimento, y su vino y su aceite, los
tengo muy guardados primeramente en lo mas profundo del alfolí de mi espíritu. ¡Aleluya!
Cuando comencé a guardar en mi
alfolí, yo me preguntaba si algún día
Dios me permitiría compartir estos tesoros, este alimento, este vino y este
aceite con su pueblo. Ya desde entonces él me había estado ministrando el
nombre del alfolí y su significado espiritual para nosotros sus hijos. El Alfolí tiene un significado muy especial para mí. Fue el nombre que Dios me dio para que lo
diera al ministerio de la palabra para el cual él me había llamado y me estaba
capacitando. . . Por la gracia y
misericordia de Dios, he estado
ministrando la palabra ya por mas de 20 años. Por todos esos años no había
usado el nombre del Alfolí. Dios sabe el
porqué. Pero ya ha llegado el tiempo de
así hacerlo. . .
En el año de 1994 comenzamos a
escribir los mensajes y enseñanzas que podrás leer en esta
página. En el 1997 publicamos nuestro primer libro:
“Tesoros Escondidos”.
Damos la gloria al Señor y le agradecemos de corazón, pues sabemos que este solo es el primero de
otros libros que él nos ha de permitir publicar para la edificación de su
pueblo. . .
* * *
Agradecemos al Señor por la
ayuda de mi amado hijo Daniel W Ortiz,
quien está colaborando en este ministerio en
la elaboración de la página “El Alfolí”.
¡Gracias Daniel, el Señor te
bendice!
a 25 de noviembre del 2002