Fuente: Revista Vea Nº2849 - del 22 de noviembre al 5 de diciembre de 1999

Gabriela Mistral
Madre de un dolor

Cuadro de presentación:
Yin Yin, el muchacho que durante mucho tiempo fue considerado sobrino de la poetisa, podría haber sido su hijo. Lo afirmó Doris Dana, la ultima secretaria y albacea de la ganadora del Premio Nobel. Adoptivo o biológico, el joven que se quitó la vida bebiendo arsénico a los 18 años fue quien le regaló la mayor alegría y le legó el más grande de los pesares a la insigne escritora.
Foto 1 grande: Gabriela y Yin Yin
En la foto: Los primeros años de Yin Yin transcurrieron con Gabriela Mistral en Francia. En la foto, tía y sobrino disfrutan de la campiña de Avignon.
Foto 2: Yin Yin en la cuna
Bajo la foto: Antes de cumplir un año, el pequeño Yin Yin era huérfano de madre. Su padre, quien pertenecía a la Legión Extranjera, lo dejó al cuidado de su media hermana.
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Fue una mujer que siempre tuvo alma de madre.

Y todos sus afectos maternales los vació en Yin Yin, de quien se dijo siempre que era su sobrino. Pero ahora se ha revelado que aquel muchacho que se suicidó a los 18 años era su hijo verdadero, biológico... "El padre era un italiano que ella encontró una vez", reveló Doris Dana, la última secretaria y heredera universal de los bienes de la poetisa Gabriela Mistral. Según la albacea de la ganadora del Premio Nobel de Literatura de 1945, Lucila Godoy Alcayaga mantuvo en secreto su condición de madre soltera, porque temía la persecución de una sociedad tan conservadora como la chilena de 1926. Foto 3: GM con Yin Yin en su falda Bajo la foto: LA ganadora del Premio Nobel de Lit.(1945) acunó entre sus brazos al pequeño quien con el tiempo se convirtió en su dolor de cabeza. Continúa aparte:

Luis Vargas Saavedra, profesor del Instituto de Letras de la Universidad Católica y autor de El otro suicida de Gabriela Mistral —investigación sobre la vida de Yin Yin—, argumenta que esas declaraciones le parecen "demasiado tardías y poco creíbles". El catedrático asevera: "No le creo, porque existe una gran cantidad de declaraciones escritas por Gabriela Mistral en las que queda claro que ella es tía. Me chocan las palabras de Doris Dana, porque esto deja a Gabriela Mistral como una mentirosa —que calló ante todos sus amigos— y una "sueltucha"; como una mujer que habría tenido un affaire, porque del padre no se sabe nada. En cierta manera es un menoscabo a la dignidad de la poetisa, que fue una persona muy respetuosa del matrimonio y la maternidad. Casada o no, la maternidad es sagrada".

Enrique Lafourcade le da la razón a Doris Dana. "Yo me inclino porque es su hijo. La Mistral era mitómana y sus cosas más importantes no las confiaba a nadie. Al realizar un parangón fotográfico, no se puede dudar de que sean madre e hijo".

La historia oficial del nacimiento de Juan Miguel Godoy Mendoza —Yin Yin. lo llamaba la poetisa— cuenta que el padre de Gabriela —Juan Jerónimo Godoy— era un profesor bohemio que abandonó a su familia y que más tarde, en Copiapó, engendró a un medio hermano de la poetisa, Carlos Miguel Godoy. Este fue un trotamundo y aventurero durante su juventud, y se enroló en la Legión Extranjera en Africa.

Dos fotos 4 y 5: Yin Yin de pie y sonriendo; luego, en cuclillas y semidesnudo.
Bajo la foto: El pequeño Juanito se transformó en el centro de atención de la casa de su tía y también de todos sus invitados. En los veranos el pequeño disfrutaba del sol y le gustaba correr por el campo, alegre y despreocupado. Sigue:

Durante muchos años nada se supo de él, hasta que Gabriela viajó a Francia y su medio hermano va a su encuentro en Marsella. Juntos visitan Barcelona, donde inesperadamente Carlos Miguel se enamora perdidamente de una profesora catalana, Marta Mendoza. En pocos meses ya estaban casados y de esa unión nació Juan Miguel.

Nueve meses tenía el pequeño cuando su madre murió de tuberculosis, en 1926. Su padre, un hombre acostumbrado a la independencia y al riesgo, no podía enfrentar la responsabilidad de educar al niño, que necesitaba los cuidados de una madre abnegada. Decide dejarlo con Gabriela, para que ella lo criase; aunque tampoco tenía mucha práctica en los cuidados de un bebé.

Nunca se pudieron recuperar los papeles de adopción, y ni rastro se tiene hoy del pasaporte de Yin Yin. Gabriela siempre dijo que el niño era su sobrino. Su hermano Carlos Miguel se lo habría dado en legal condición, porque su trabajo en la Legión Extranjera le impedía ocuparse del pequeño.

MADRE ADOPTIVA

Con Yin Yin, la vida de Gabriela Mistral cambió por completo. Hacerse cargo de una criatura no era cosa fácil, menos aún para una persona que no estaba acostumbrada a lidiar con pañales y mamaderas. Para hacer frente a esta situación, Gabriela llamé a su amiga Palma Guillén —diplomática mexicana, quien en ese momento se encuentra en París— para que acudiese en su auxilio. En una & sus cartas, Palma recuerda: "Me llamó por telegrama, y cuando llegué, me la encontré muy atareada porque no tenía práctica alguna en cuidados de niños y no sabía qué hacer con el crío de meses...

Muchas veces esta escena se repetiría en el futuro. Cada vez que Gabriela tuvo que viajar, el pequeño se quedaba con su amiga, quien incluso llegó a cuidarlo por más de un año, mientras la poetisa estaba en gira. Con el tiempo, Palma se transformaría en la "tercera madre", esa que, a falta de la propia y de su tía, estuvo muy cerca. La estabilidad no fue una de las características de la infancia de Juan Miguel. La vivió en el sur de Francia, donde Gabriela estaba destinada como cónsul; luego viajó a Italia (1928), Antillas (1931), España (1933).

"Fue criado, cambiando de un ambiente a otro, desarraigado, desquiciado. Iba de un colegio a otro, de un país a otro. Peor que un hijo de diplomático, porque los traslados son más bruscos y, finalmente, cuando ella debe abandonar España se van a Lisboa...", asegura Luis Vargas, estudioso de la vida de Yin Yin.

En 1935, Gabriela Mistral dejó España. Ella escribe una carta privada a Chile con reflexiones devastadoras sobre el pueblo español. Por insensatez, el destinatario de la misiva permite que ésta se haga pública. La reacción del Gobierno español no se hace esperar y la cónsul debe dejar España, y se radica en Portugal.

A los 15 años, ya es un joven que comienza a tener ideas propias y, ante el estupor de su tía, se involucra con un grupo de jóvenes pro nazis, llamado Mocedades. "Entonces, para evitar estas compañías, Gabriela -a quien le encantaba Lisboa— decidió partir a Brasil, buscando un lugar que ella suponía libre del nazismo... Se equivocó, porque tres años más tarde Yin Yin se suicidó", relata el autor de El otro suicida de Gabriela Mistral.

Poco tiempo antes de que atentara contra su vida, Palma Guillén le escribe a Petrópolis, reconviniéndolo por su mala conducta. El joven se está portando muy mal con su tía, se ha vuelto un muchacho flojo, que no hace nada y que está muy distante del niño que ella conoció: siempre bueno, compasivo, cariñoso, obediente... "Puedo ser injusta contigo, Juanito, y sentirme enojada contra ti a veces, sin que tú lo merezcas..., pero ¿cómo es posible que tú seas capaz de contestarle a tu mamita, que tanto ha sufrido y tanto se ha sacrificado por ti?", le dice en la misiva.

El conflicto con Gabriela se suscitaba porque su sobrino no quería estudiar tiempo completo ni tampoco quería trabajar.

LA MUERTE ACECHA

Un mes antes de que Juan Miguel atentara contra su vida, la fiel amiga de la poetisa le escribe aconsejándola respecto de cómo tratar al joven rebelde en que se ha convertido Yin Yin: "Él necesita energía; sentir una mano firme, inflexible... A mí no me discutió nunca,, no me dijo jamás una grosería. Ese muchacho cínico, insolente, que vive en perpetua chacota, no tiene nada que ver con el chico que yo tuve a mi lado, un poco indolente por temperamento y un poco descuidado de su persona, pero respetuoso, noble, sincero, ocupado... arreglaba bicicletas, pintaba, leía, y le hacía bien a todo el que podía...?. Más adelante, Palma aconseja a su amiga:

"Hay que ordenarle, hay que obligarlo... Si tú no te sientes con fuerzas para hacerlo, mételo a una academia militar o a la escuela de marina. No tengas miedo. Lo peor que se puede hacer con Juanito es tener miedo. Porque él sabe que le tienes miedo, te falta el respeto y se muestra cínico e insolente".

Nada pudo hacer Gabriela para evitar el suicidio de su sobrino. El 13 de agosto de 1943, éste muere luego de una larga y dolorosa agonía, tras ingerir una dosis dé arsénico.

Gabriela quedó desolada. No quería hablar. Tan sólo tres meses después de la tragedia contestó las numerosas cartas de condolencias que recibió de sus amigos más íntimos, entre los cuales estaba Palma, a quien le cuenta: "...Se me mató. Y escribir estas tres palabras todavía me parece sueño. Y estaré insensata y no tocaré fondo de estabilidad para mí misma mientras no entienda el absurdo. Me aliviaría, me descansaría, sólo con entender, aunque el entender no tenga nada que hacer con el recobrar ni el aceptar.'.

No hay claridad respecto a las causas que llevaron a Yin Yin a tomar una decisión tan drástica Luis Vargas argumenta: "El suicidio se podría explicar porque no hay imagen de padre, no hay nada masculino en su entorno. El se habrá preguntado quién es mi verdadera madre, quién es mi padre... Me imagino que Gabriela Mistral le habrá dicho que el padre desapareció y la madre se había muerto, que ella era la tía. Ella, que reemplazaba al padre y a la madre, es una autoridad, pero no lo logra dominar. Y las cosas que él quiere hacer ella no se las permite: escribió una novela, y Gabriela se la encontró mala; se enamoró de una alemana, y a ella le pareció espantoso... Con todo, ella habría consentido que se casaran y que la llevara a vivir al consulado. Se advierte el choque generacional y de búsqueda de libertad de parte del joven, pero eso no es como para matarse".

Gabriela no logró entender esta muerte. Oficialmente, él se suicidó con una dosis de arsénico, y ella tuvo por mucho tiempo un gran rencor por lo que le había hecho. Después se consoló con una segunda versión. La poetisa intenta explicar lo sucedido a su amiga Palma, escribiéndole: "La razón de más cuerpo y la más inmediata es la de una banda de malvados que lo maltrataba en un colegio odioso lleno de xenofobia. Pero yo no lo mandé allí..., él habría podido dejarlo en cualquier momento... Cuando vi que su crisis de adolescencia era fuerte, y vi su obsesión por aquella muchacha, llegué a decirle que aunque me dolía que fuese alemana y aunque nunca la había yo visto, é1 podía casarse con ella y traerla a este caserón vacío..., me contestó que no pensaba casarse".

Nada pudo borrar su pena. El dolor de la pérdida de su sobrino, su hijo biológico o adoptivo —como aseguro Doris Dana—, no se mitigó hasta el día de su muerte en 1957. Sólo una prueba de ADN pondría fin al misterio de esta intensa maternidad. Foto 6: Yin Yin y sus amigos Monserrat y Jordi, mientras pasaba una temporada en Ginebra. Foto 7: A los ocho años, Yin Yin era un chico que gustaba de pintar y tenía dotes de actor. Foto 8: Desarraigado, Yin Yin vivió en más de cinco países y nunca pudo tener una adolescencia estable. Cada dos o tres años cambiaba de país, de lengua y de amigos. Foto 9: A los dieciocho años, Juan Miguel se suicidó ingiriendo una dosis de arsénico, el 13 de agosto de 1943, dos años antes que GM recibiera el Nobel.