Gabriela Mistral


Me tuviste

Duérmete, mi niño,
duérmete sonriendo,
que es la ronda de astros
quien te va meciendo

Gozaste la luz
y fuiste feliz.
Todo bien tuviste
al tenerme a mí.

Duérmete, mi niño,
duérmete sonriendo,
que es la Tierra amante
quien te va meciendo.

Miraste la ardiente
rosa carmesí.
Estrechaste el mundo:
me estrechaste a mí.

Duérmete, mi niño,
duérmete sonriendo,
que es Dios en la sombra
quien te va meciendo.


La tierra y la mujer

A Amira de la Rosa

Mientras tiene luz el mundo
y despierto está mi niño,
por encima de su cara
todo es un hacerse guiños.

Guiños le hace la alameda
con sus dedos amarillos,
y tras ella vienen nubes
con piruetas de cabritos. ..

La cigarra al mediodía,
con el frote le hace guiño,
y la maña de la brisa
guiña con su pañalito.

Al venir la noche hará
guiño socarrón el grillo,
y en saliendo las estrellas
me le harán sus santos guiños.

Yo le digo a la otra Madre,
a la llena de caminos:
"Haz que duerma tu pequeño
para que se duerma el mío".

Y la muy consentidora,
la rayada de caminos,
me contesta: "Duerme al tuyo
para que se duerma el mío".

 


Piececitos

A Jorge Guzmán Dinator

Piececitos de niño
azulosos de frío,
¡cómo os ven y no os cubren,
Dios mío!

Piececitos heridos
por los guijarros todos,
ultrajados de nieves
y lodos

El hombre ciego ignora
que por donde pasáis
una flor de luz viva
dejáis;

que allí donde ponéis
la plantita sangrante,
el nardo nace más
fragante.

Sed, puesto que marcháis
por los caminos rectos,
heroicos como sois,
perfectos.

Piececitos de niño,
dos joyitas sufrientes,
¡cómo pasan sin veros
las gentes!